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Un análisis del contenido de los treinta programas
con mayor nivel de audiencia
Uno de los estudios más completos y quizás el más importante a nivel mundial sobre
contenidos violentos es el Estudio Nacional sobre la Violencia en la Televisión (NTVS, por
sus siglas en inglés) llevado a cabo entre 1994 y 1997 por tres universidades
norteamericanas con apoyo financiero de la industria de la televisión por cable de los
Estados Unidos. Este análisis de contenido de más de 6 mil horas de programación
recopiladas a lo largo de tres años consecutivos, encontró que aproximadamente el 60 por
ciento de los programas de la televisión estadounidense contenían al menos un incidente
violento. Además, concluyó que la representación de la violencia se hacía mayormente de
una manera problemática, al presentarla sin mostrar sus consecuencias y/o acompañando a
situaciones glamorosas, por lo que aumentaba la posibilidad de ser aceptada socialmente, e
incluso copiada (NTVS, en prensa).
La exposición a la violencia en los medios puede tener un efecto didáctico, es decir, puede
enseñar al público un repertorio de comportamientos violentos a los cuales recurrir en la
vida real. Este efecto de imitación o aprendizaje se da principalmente entre los pequeños
quienes están aún en etapa de formación, pero no se limita a ellos. La probabilidad de que
ocurra este efecto es particularmente mayor si la violencia televisiva es cometida por
personajes atractivos; si no se castiga y/o si se premia la conducta violenta de los
personajes; si se utiliza el humor como acompañante de la violencia; o si se representa la
violencia de manera justificada (Wilson, Donnerstein, Linz, Kunkel, Potter, Smith,
Blumenthal y Gray, 1996).
La exposición a contenidos violentos puede tener también como efecto una reacción de
miedo generalizado entre los espectadores, que les hace creer que el mundo es más violento
y peligroso de lo que realmente es. Este miedo ocasiona que las personas no puedan
disfrutar de la vida pues se ven a sí mismos continuamente como víctimas, o víctimas
potenciales de la violencia. La probabilidad de que ocurra el efecto del miedo se incrementa
si se da una exposición repetida a contenidos violentos en los que la víctima de la violencia
es atractiva; la violencia ocurre de manera injustificada; la violencia se presenta en forma
gráfica y realista; se premia a quien comete los actos violentos; o el humor acompaña a la
violencia (Wilson et. al, 1997).
Como puede deducirse de los párrafos anteriores, por sí misma la presencia reiterada de
contenidos violentos en la televisión contribuye a la ocurrencia de los efectos negativos
discutidos. Por tanto, el mero hecho de encontrar un alto número de episodios violentos en
la programación televisiva, implicaría por sí mismo que los contenidos de la televisión
tienen un alto potencial nocivo. Sin embargo, algunos elementos contextuales --tales como
el atractivo de los ejecutores y víctimas de la violencia, el uso del humor, la representación
gráfica y realista de la violencia, y la presencia de premios o castigos a la violencia--
aumentan el daño potencial de la violencia televisada. En este estudio, al igual que en el
Estudio Nacional sobre la Violencia en la Televisión, no sólo fueron cuantificados los
incidentes violentos sino que se analizaron también los elementos contextuales que
aumentan los efectos dañinos de la violencia en la televisión.
Definición de violencia
Para el análisis de la violencia, este trabajo adoptó la definición de violencia propuesta por
el Estudio Nacional de Violencia en la Televisión (NTVS, 1997) consistente en:
Cualquier evidencia de amenaza creíble de fuerza física, o el uso real de dicha fuerza con la
intención de dañar físicamente, o intimidar a un ser animado o grupo de seres animados. La
violencia incluye también descripciones de las consecuencias del daño físico en contra de un ser o
grupo de seres animados que ocurren como resultado de medios violentos... Hablar de actos
violentos es el recuento verbal de amenazas, actos y/o consecuencias dañinas, hecho por una
persona o personaje que aparece en pantalla o que es escuchado desde fuera de la pantalla (p.
277, traducción nuestra).
Esta definición incluye tanto descripciones visuales como verbales de tres tipos de violencia:
amenazas creíbles, actos violentos en sí, y consecuencias de actos violentos. Adicionalmente, se
incluyó en el análisis el abuso verbal ‐‐que NTVS no codificó como violencia‐ definiéndolo como el
uso del lenguaje, por parte de una persona o personaje que aparece en pantalla, con la finalidad de
agredir, ofender, menospreciar o intimidar, pero sin recurrir a la amenaza de fuerza física.
Para identificar las secuencias problemáticas, los codificadores revisaban cada programa y,
al encontrar la primera insinuación o manifestación visual y/o verbal de violencia, detenían
la cinta para ubicar el principio de la secuencia a la que pertenecía la insinuación o
manifestación. Luego, cada secuencia fue analizada en función a la presencia de cada uno
los tipos de violencia definidos en la investigación, anotando las observaciones en la hoja
de codificación que se muestra en el Anexo I.
Respecto a los tipos de violencia:
• Violencia narrada: es el recuento verbal de amenazas, actos y/o consecuencias, hecho por
una persona o personaje que aparece en pantalla o que es escuchado desde fuera de la
pantalla.
• Violencia visual: es la violencia efectuada de manera gráfica, es decir, que aparece en
pantalla.
• Abuso verbal: es el uso del lenguaje, por parte de una persona o personaje que aparece en
pantalla, con la finalidad de agredir o intimidar, pero sin recurrir a la amenaza de fuerza
física.
• Amenaza creíble: dar a entender de manera verbal o no verbal que se pretende llevar a
cabo un acto violento contra un ser o grupo de seres animados con el propósito de
intimidarles.
• Acto violento: llevar a cabo una acción que causa daño físico a un ser o grupo de seres
animados.
• Consecuencia de la violencia: mostrar y/o narrar los daños provocados por un hecho
violento.
• Acción legal: demandas, encarcelamiento, condenas, etc.
• Desprecio social: rechazo de la comunidad.
• Acto violento: respuesta de manera violenta a la acción violenta.
• Autorrecriminación: cuando el agresor manifiesta sentirse mal consigo mismo sobre
alguna acción violenta realizada.
• Reconocimento implícito: cuando el contexto deja entrever que el agresor sale bien
librado tras perpetrar una acción violenta.
• Reconocimiento explícito: obtención de medallas, condecoraciones y otros
reconocimientos públicos por haber ejercido una acción violenta.
• Autorreconocimiento: cuando el agresor se da mérito a sí mismo por una acción violenta.
Método
Tomando como base los datos del IBOPE que cada mes publica la revista Adcebra, se
seleccionaron los 30 programas con mayor rating durante febrero y marzo de 1997.
Episodios posteriores de esos mismos programas fueron grabados entre el sábado 19 de
abril y el martes 29 de abril de 1997. Con esto, asumimos que las preferencias reflejadas
por los ratings son estables en el tiempo, pues los programas que se tomaron en cuenta para
el estudio son los del mes siguiente a la aparición de la lista de ratings.
Los programas fueron transmitidos por las cadenas nacionales que en Monterrey se reciben
a través de los canales 4 y 7 (Televisión Azteca) y 6, 10 y 22 (Televisa). Los programas
clasificados como especiales, comerciales y deportes, se eliminaron de la muestra por su
falta de continuidad y por no ser relevantes para el tema de investigación. Para los
programas que se trasmiten diariamente, se determinó de manera aleatoria el día de la
grabación.
Los codificadores recibieron capacitación para realizar su trabajo. Los programas fueron
asignados a los codificadores de manera aleatoria, y cada programa fue codificado por
separado por dos investigadores. Aquellos casos en que existieron diferencias entre
codificadores, fueron revisados hasta llegar a un consenso sobre la manera de codificar.
Adicionalmente, se pidió a todos los codificadores que analizaran por separado un mismo
programa, para medir la confiabilidad del proceso. Un total de 184 secuencias fueron
identificadas, de las cuales en 173 (94%) hubo acuerdo entre los codificadores. Es decir,
según esta prueba, los codificadores tendían a coincidir en sus decisiones de análisis en el
94 por ciento de las veces, lo que representa un grado aceptable de confiabilidad.
Resultados
Los programas que forman la muestra fueron grabados entre el sábado 19 de abril de 1997
y el martes 29 del mismo mes. La mayoría de los programas fueron transmitidos el viernes
25 de abril (27%), y el jueves 24 de abril (20%). Estos dos días representan casi la mitad de
la muestra, mientras que los demás días tienen entre 3% y 13% de los programas cada uno.
La mayor parte de los programas fueron transmitidos por el canal 10 (33%). El resto quedó
distribuído de la siguiente manera: canal 7, 23%; canal 6, 20%; canal 4, 17%; y canal 22,
7%.
En relación a la clasificación del programa, la muestra se constituyó principalmente de
programación para todo publico (53%). En el 23% de los programas la clasificación no
quedaba clara. Los programas para adolescentes y adultos formaron la quinta parte de la
muestra, y los de sólo adultos, el 3%.
Debido a que la unidad de análisis fue la secuencia problemática (aquélla que contenía al
menos alguno de los tipos de violencia descritos en la sección anterior), el primer paso del
análisis consistió en la identificación de las secuencias problemáticas en cada programa. La
Tabla 1 muestra los programas que formaron la muestra, ordenados según la cantidad de
secuencias problemáticas que presentaron.
Tabla 1. Programas de la muestra según el número de secuencias violentas
Ciudad desnuda 18.8 4 9
Te sigo amando 25.9 10 9
La sirenita 9.5 6 8
Película 16:00 18.7 10 7
Primer impacto 7.5 22 7
Renegado 6.7 6 6
Al ritmo de la noche 10.9 10 5
Al norte del corazón 12.7 4 4
La niñera 8.9 7 4
El show de Mickey & Donald 9.7 6 4
Expedientes secretos X 9.2 6 4
Tric Trac ND 7 3
Alguna vez tendremos alas 22.2 10 3
24 Horas 12.3 10 3
Gente bien 22.7 10 2
Ventaneando 11.2 7 2
Mujer, casos de la vida real 15.9 10 2
Winnie the Pooh 9.5 6 2
Hechos de la noche 10.7 4 2
Pueblo chico, infierno grande 20.4 10 1
El príncipe del rap 6.4 7 1
Evidencias 12.2 4 1
Película 18:30 17.7 6 1
La otra cosa ND 22 0
Te caché 10.7 7 0
Sábado gigante 10.2 10 0
El balcón de Verónica 16.7 10 0
En busca de lo desconocido 10.8 4 0
TOTAL 130
En esta tabla podemos observar que en los 30 programas encontramos un total de 130
secuencias violentas, siendo Los Simpson el programa con más secuencias de violencia.
Solamente cinco programas no contienen ningún tipo de violencia: En busca de lo
desconocido, Te caché, El balcón de Verónica, Sábado Gigante y La otra cosa.
La Tabla 2 desglosa las secuencias por programa según las formas en que podía presentarse
la violencia (violencia visual, violencia narrada y abuso verbal). El signo x denota presencia
moderada de secuencias problemáticas; el signo xx, presencia importante de secuencias
problemáticas, y el signo xxx, presencia abundante de secuencias problemáticas. A mayor
presencia de secuencias, particularmente de diferentes tipos de violencia, mayor es el
potencial nocivo del programa. Así, por ejemplo, la Película de las 19:30 y Los Simpson,
acumulan cada uno 6 signos x aunque distribuídos de diferente manera según los tipos de
violencia.
Tabla 2. Número de secuencias que contienen violencia visual, narrada y/o abuso verbal en los
programas analizados
TV AZTECA
Canal 4
Ciudad desnuda xx (9)
En busca de lo desconocido
Hechos de la noche x (2)
Canal 7
El príncipe del rap x (1)
Te caché
TELEVISA
Canal 6
Película 18:30 x (1)
Winnie the Pooh x (2)
Canal 10
Alguna vez tendremos alas x (3)
El balcón de Verónica
Pueblo chico, infierno grande x (1)
Sábado gigante
La otra cosa
Primer impacto xx (7)
TOTAL 75 53 33
La suma de los totales de secuencias de los tres tipos de violencia es mayor que el número de secuencias
problemáticas (n=130) debido a que algunas secuencias problemáticas contienen más de un tipo de
violencia.
Pareciera que las telenovelas son un género problemático. En todas ellas (Al norte del
corazón, Alguna vez tendremos alas, Gente bien, Pueblo chico, infierno grande y Te sigo
amando) hubo violencia visual. El Cuadro 1 describe una secuencia de la telenovela Te sigo
amando, que fue transmitida a las 21:00 horas por el canal 10.
Cuadro 1. Ejemplo de violencia en Te sigo amando
Una señora convaleciente se levanta de la cama, con una pistola en la mano, al oír que
un hombre le grita a su nieta, y se detiene al borde de una escalera. Desde ahí dispara
contra el hombre y falla, éste la reta a que lo mate pero la señora se queda estática
llorando ante los gritos de su nieta. Una vez que el hombre se retira, la señora se
desploma, rodando por la escalera.
Como se mencionaba anteriormente, entre los programas analizados, el que tiene mayor
número de secuencias violentas, tomando en cuenta las visuales y las narradas, es Los
Simpson, caricatura para adolescentes y adultos transmitida a las 20:00 horas por el canal 6.
A continuación se presenta un ejemplo de un acto violento aparecido en el capítulo que se
analizó.
Cuadro 2. Ejemplo de violencia en Los Simpson
Bob Patiño (ex‐conductor de un programa de televisión) deseaba vengarse de Bart
Simpson porque éste había provocado que lo metieran a prisión, por lo que le enviaba
mensajes anónimos que estaban escritos con sangre y decían "I'll kill you" ("Te
mataré"). Este hecho no tuvo consecuencias o castigo en cada una de las secuencias
codificadas, solamente al final del capítulo, cuando Bob Patiño fue encarcelado
nuevamente, pues había escapado de la prisión y fue encontrado a bordo del barco
donde estaba viviendo la familia Simpson.
En cuanto a los tipos de violencia, se puede decir que la mayoría de las veces la violencia
es presentada de manera visual. Del total de 130 secuencias violentas, 75 de ellas (58%)
representaron la violencia de forma visual. La violencia narrada estuvo presente en 41
secuencias (31%). El abuso verbal se utilizó en el 25% de las secuencias violentas.
Se analizó la amplitud del daño ocasionado por las secuencias violentas, encontrándose que
el 43% de los actos violentos no tuvieron otra consecuencia que una amenaza con alto
grado de credibilidad. De allí siguieron los daños físicos menores, con el 12%. El siguiente
caso fue el de la muerte, con un 11%. Esto es interesante ya que podemos decir que de cada
10 escenas violentas, una de ellas termina con la muerte de alguno de los involucrados.
Daño evidente pero desconocido en su magnitud, y dolor o heridas estuvieron presentes
también, cada uno en el 11% de las veces.
Por lo que respecta al tipo de arma utilizada, en la mayoría de los casos el cuerpo es
utilizado como arma principal. Las pistolas son utilizadas en el 27% de las secuencias
violentas, es decir que casi en una de cada tres escenas violentas aparece una pistola, lo que
indicaría que es bastante común ver pistolas en la televisión. Este hecho puede contribuir a
que la gente se acostumbre a ver armas de fuego como algo "normal". Armas blancas,
cuerdas y otros artefactos aparecen en el 23% de las secuencias violentas.
Los actos violentos fueron castigados solamente en 40 secuencias (30%). De los castigos,
en la mitad de las ocasiones se utilizó una acción legal, es decir que solamente en la mitad
de los actos violentos intervino la justicia. En el 28% de las ocasiones, el acto violento fue
castigado con otro acto violento, lo que se podría entender como una especie de "revancha",
de usar la ley del "ojo por ojo", donde existe venganza por parte del agredido o castigo por
parte de alguna fuerza superior, pero no legal. Esto tiene repercusiones importantes. Por un
lado, el dejar 7 de cada 10 actos violentos sin castigo contribuye al efecto de imitación y
aprendizaje, por mostrar que la violencia se comete la mayor parte de las veces con
absoluta impunidad. Por otra parte, al recurrir a castigos no legales, especialmente aquéllos
que son en sí mismos violentos, se muestra como legítimo el uso de castigos fuera de las
instancias de procuración de justicia.
Se analizó también la manera en que fue premiada la violencia, hecho que apareció en 18
secuencias (13%), y en la mitad de estas ocasiones, quien comete el acto violento se
autorreconoce por haberlo hecho, lo que podría no ser tan válido como el reconocimiento
por parte de otras personas, ya sea implícito o explícito, que aparece la otra mitad de las
veces.
A continuación se presentan tablas que nos muestran los cruces entre el número de
secuencias que presentan situaciones de violencia y las siguientes variables de programa:
horario, canal, clasificación, categoría y día de la semana.
Las tablas muestran el número de veces que se presentó cada uno de los tipos de violencia
menejados en el estudio: violencia visual, violencia narrada y abuso verbal, así como el
nivel de probabilidad (p), obtenido mediante la prueba ji cuadrada (x2), que nos indica si
existe o no una diferencia estadísticamente significativa entre las frecuencias que aparecen
en la tabla. Para que haya diferencia válida, la probabilidad debe ser menor o igual a 0.05.
La primera variable que se presenta es el horario de transmisión de los programas, para dar
una idea de la cantidad de secuencias violentas que hay en los diferentes horarios, con la
intención de saber si en los horarios con mayor número de televidentes se presenta un
mayor número de ellas.
Tabla 3. Secuencias violentas por horario
Horario A 16 3 6
Horario AA 2 0 1
Horario AAA 57 50 26
Total 75 53 33
Tabla 4. Secuencias violentas por canal
4 18 15 12
6 18 3 8
7 19 20 6
10 20 8 7
22 0 7 0
Total 75 53 33
Encontramos que el canal con más escenas violentas visuales es el Canal 10, mientras que
el que presenta más violencia narrada es el Canal 7, y en ambos casos la diferencia es
significativa. En lo que se refiere al abuso verbal, el canal con más menciones, pero sin que
la diferencia sea estadísticamente significativa, es el Canal 4.
Tabla 5. Secuencias violentas según clasificación del programa
A (Todo público) 36 25 21
B (Adolescentes y adultos) 25 20 2
C (Sólo adultos) 2 2 1
Total 63 47 24
Aquí podemos observar que la presencia de violencia en sus diversos tipos no parece ser un
factor utilizado para determinar la clasificación de los programas, pues los programas
clasificados para todo público son los que tienen el mayor número de secuencias violentas.
Es posible que para clasificar los programas se utilice como criterio otro tipo de contenidos
(como la sexualidad y el lenguaje obsceno) y no la violencia.
La categoría o tipo de programa es otra variable que puede tener relación con la presencia
de violencia. La Tabla 6 presenta los resultados del cruce entre la categoría del programa y
la presencia de secuencias violentas en los tres tipos de violencia.
Tabla 6. Secuencias violentas por categoría de programa
Dibujos animados 25 20 5
Película 22 3 10
Telenovela 13 3 11
Reality show 6 12 3
Programa dramático 4 2 0
Programa musical 2 2 1
Programa cómico 2 0 3
Noticiario 1 11 0
Total 75 53 33
Podría pensarse que no habría relación entre el día de la semana en que los programas
fueron transmitidos y la distribución de secuencias violentas. Sin embargo, como muestra la
Tabla 7, esto no fue así.
Tabla 7. Secuencias violentas por día de la semana
Domingo 22 3 10
Lunes 4 0 1
Martes 16 19 3
Miércoles 5 5 5
Jueves 15 21 8
Viernes 11 5 4
Sábado 2 0 2
Total 75 53 33
El día con mayor número de secuencias visuales violentas fue el domingo, y la violencia
narrada apareció en mayor grado el jueves seguido de cerca por el martes. En ambos casos,
las diferencias entre días de la semana son estadísticamente significativas. Para el abuso
verbal no parece haber un día especial, pues no se encontró alguna diferencia significativa.
Para poner a prueba el supuesto de que los programas con más rating contienen más
violencia que aquéllos de menor rating, se hizo un análisis usando la prueba t. Dicha
herramienta estadística sirve para saber si existe diferencia significativa entre los promedios
de dos muestras, en este caso, entre los programas que sí contienen secuencias violentas y
los que no.
Es importante notar que los programas analizados son precisamente los 30 que tienen más
audiencia, de manera que ninguno tiene menos de 6.4 puntos de rating. Por lo tanto, los
resultados que arroja este análisis deben situarse en el contexto de que la comparación se
está haciendo dentro del grupo de los programas más vistos.
Tabla 8. Rating según presencia de violencia
n=28
La hipótesis a prueba fue que el rating sería mayor en los programas donde se presenten
actividades problemáticas. En la tabla podemos ver el nivel de probabilidad de la hipótesis,
que se obtuvo por medio de la prueba Equal-Variance T-Test. Este nivel es el que nos
indica si existe o no una diferencia estadísticamente significativa entre las medias que
aparecen en la tabla. Para que haya diferencia válida, la probabilidad debe ser menor o
igual a 0.05.
Al observar los datos que presenta la tabla anterior podría pensarse que el rating de los
programas con violencia visual es mayor (13.90 puntos contra 11.25 de los que no tienen
ese tipo de violencia), pero el nivel de probabilidad --mayor a 0.05-- nos dice que esta
aparente diferencia no es estadísticamente significativa. Por lo tanto, no hay diferencia
entre el rating de los programas que presentan violencia visual y los que no la presentan.
Respecto al abuso verbal, la tercera forma de violencia analizada, tenemos que la prueba
muestra que no hay diferencia estadística en el promedio de rating de los programas que
presentan abuso verbal y los que no lo hacen.
Como el rating es igual en los programas que presentan violencia (en las tres formas
consideradas en la investigación) que en aquéllos que no la presentan, podría deducirse que
la violencia no es un factor que provoque la disminución de la audiencia, pero tampoco un
gancho que atraiga más público.
Conclusiones
Una primera conclusión del estudio es que la violencia está presente en la gran mayoría
(83%) de los programas más vistos de la televisión mexicana. Si partimos de la base teórica
de que la mera presencia reiterada de la violencia en la televisión contribuye a la ocurrencia
de los efectos de aprendizaje e imitación, desensibilización y miedo, este dato ofrece
evidencia empírica en apoyo a la preocupación social en torno a los contenidos violentos de
la televisión.
El hecho de que los dibujos animados sean el género con mayor número de secuencias
violentas, tanto visuales como narradas, aunado al uso frecuente del humor asociado a la
violencia, representa una fuente de preocupación, debido por un lado a que este género se
orienta hacia el sector infantil de la audiencia, y a que según la teoría, el uso del humor
contribuye al aprendizaje social de la violencia.
Referencias
Cole, J. (1996). The UCLA Television violence report 1996. Los Angeles: UCLA Center
for Communication Policy.
NTVS (en prensa). National Television Violence Study, Volume 3. Thousand Oaks: Sage.
NTVS (1997). National Television Violence Study, Volume 1. Thousand Oaks: Sage.
Wilson, B., Donnerstein, E., Linz, D., Kunkel, D., Potter, J., Smith, S., Blumenthal, E. y
Gray, T. (1997). Content analysis of entertainment television: The importance of context.
En: NTVS, National Television Violence Study, Volume 1 (pp. 8-18). Thousand Oaks:
Sage.