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Violencia en la televisión mexicana:  

Un análisis del contenido de los treinta programas  
con mayor nivel de audiencia 
 

José Rafael López Islas y Aída de los Angeles Cerda Cristerna


jrlopez@campus.ruv.itesm.mx, acerda@campus.ruv.itesm.mx
ITESM Campus Monterrey

La preocupación en torno a los contenidos potencialmente nocivos de la televisión,


particularmente la violencia, ha sido constante desde los inicios mismos del medio (Cole,
1996). En Estados Unidos, Canadá y Europa Occidental se han llevado a cabo abundantes
investigaciones sobre los contenidos de la televisión y su recepción por parte de las
audiencias. Los contenidos problemáticos principalmente estudiados se relacionan con
conductas antisociales tales como la violencia, los estereotipos y prejuicios, la actividad
sexual explícita, y el abuso de drogas, entre otros (Straubhaar y LaRose, 1996).

Uno de los estudios más completos y quizás el más importante a nivel mundial sobre
contenidos violentos es el Estudio Nacional sobre la Violencia en la Televisión (NTVS, por
sus siglas en inglés) llevado a cabo entre 1994 y 1997 por tres universidades
norteamericanas con apoyo financiero de la industria de la televisión por cable de los
Estados Unidos. Este análisis de contenido de más de 6 mil horas de programación
recopiladas a lo largo de tres años consecutivos, encontró que aproximadamente el 60 por
ciento de los programas de la televisión estadounidense contenían al menos un incidente
violento. Además, concluyó que la representación de la violencia se hacía mayormente de
una manera problemática, al presentarla sin mostrar sus consecuencias y/o acompañando a
situaciones glamorosas, por lo que aumentaba la posibilidad de ser aceptada socialmente, e
incluso copiada (NTVS, en prensa).

Efectos de la violencia televisiva en la audiencia

De acuerdo con el Estudio Nacional sobre la Violencia en la Televisión (NTVS, 1997),


existen evidencias empíricas que apoyan diversas teorías sobre los efectos de la exposición
a la violencia en los medios, mismas que pueden agruparse en tres principales rubros:
aprendizaje e imitación; desensibilización; y miedo.

La exposición a la violencia en los medios puede tener un efecto didáctico, es decir, puede
enseñar al público un repertorio de comportamientos violentos a los cuales recurrir en la
vida real. Este efecto de imitación o aprendizaje se da principalmente entre los pequeños
quienes están aún en etapa de formación, pero no se limita a ellos. La probabilidad de que
ocurra este efecto es particularmente mayor si la violencia televisiva es cometida por
personajes atractivos; si no se castiga y/o si se premia la conducta violenta de los
personajes; si se utiliza el humor como acompañante de la violencia; o si se representa la
violencia de manera justificada (Wilson, Donnerstein, Linz, Kunkel, Potter, Smith,
Blumenthal y Gray, 1996).

El efecto de desensibilización ocurre tras la exposición repetida a la violencia televisiva, y


consiste en una reducción de la capacidad de la persona para reaccionar ante la violencia en
el mundo real, que lleva al individuo a reducir sus sentimientos de empatía y preocupación
por las víctimas de actos violentos. El efecto es mayor si ocurre una exposición repetida a
contenidos que contienen violencia gráfica y extensa (Wilson et. al, 1997).

La exposición a contenidos violentos puede tener también como efecto una reacción de
miedo generalizado entre los espectadores, que les hace creer que el mundo es más violento
y peligroso de lo que realmente es. Este miedo ocasiona que las personas no puedan
disfrutar de la vida pues se ven a sí mismos continuamente como víctimas, o víctimas
potenciales de la violencia. La probabilidad de que ocurra el efecto del miedo se incrementa
si se da una exposición repetida a contenidos violentos en los que la víctima de la violencia
es atractiva; la violencia ocurre de manera injustificada; la violencia se presenta en forma
gráfica y realista; se premia a quien comete los actos violentos; o el humor acompaña a la
violencia (Wilson et. al, 1997).

Como puede deducirse de los párrafos anteriores, por sí misma la presencia reiterada de
contenidos violentos en la televisión contribuye a la ocurrencia de los efectos negativos
discutidos. Por tanto, el mero hecho de encontrar un alto número de episodios violentos en
la programación televisiva, implicaría por sí mismo que los contenidos de la televisión
tienen un alto potencial nocivo. Sin embargo, algunos elementos contextuales --tales como
el atractivo de los ejecutores y víctimas de la violencia, el uso del humor, la representación
gráfica y realista de la violencia, y la presencia de premios o castigos a la violencia--
aumentan el daño potencial de la violencia televisada. En este estudio, al igual que en el
Estudio Nacional sobre la Violencia en la Televisión, no sólo fueron cuantificados los
incidentes violentos sino que se analizaron también los elementos contextuales que
aumentan los efectos dañinos de la violencia en la televisión.

Definición de violencia

Para el análisis de la violencia, este trabajo adoptó la definición de violencia propuesta por
el Estudio Nacional de Violencia en la Televisión (NTVS, 1997) consistente en:

Cualquier evidencia de amenaza creíble de fuerza física, o el uso real de dicha fuerza con la 
intención de dañar físicamente, o intimidar a un ser animado o grupo de seres animados. La 
violencia incluye también descripciones de las consecuencias del daño físico en contra de un ser o 
grupo de seres animados que ocurren como resultado de medios violentos... Hablar de actos 
violentos es el recuento verbal de amenazas, actos y/o consecuencias dañinas, hecho por una 
persona o personaje que aparece en pantalla o que es escuchado desde fuera de la pantalla (p. 
277, traducción nuestra).  
Esta definición incluye tanto descripciones visuales como verbales de tres tipos de violencia: 
amenazas creíbles, actos violentos en sí, y consecuencias de actos violentos. Adicionalmente, se 
incluyó en el análisis el abuso verbal ‐‐que NTVS no codificó como violencia‐ definiéndolo como el 
uso del lenguaje, por parte de una persona o personaje que aparece en pantalla, con la finalidad de 
agredir, ofender, menospreciar o intimidar, pero sin recurrir a la amenaza de fuerza física.  

La unidad de análisis utilizada fue la secuencia problemática. En el lenguaje de los medios


audiovisuales, una secuencia se define como una serie de imágenes y sonidos que, en
conjunto, constituyen la representación de un evento o situación con principio, desarrollo y
final propios. La secuencia presenta, por lo general, una unidad temática o de acción. En los
programas noticiosos e informativos predominan las secuencias con unidad temática (la
entrevista, la nota o reportaje). En los programas dramatizados predominan las secuencias
con unidad de acción (la secuencia de la persecución, por ejemplo) (Maza y Cervantes,
1994).

La secuencia problemática se define, entonces, como la secuencia en que aparecen una o


más situaciones de violencia visual, cuando se habla de actos violentos y/o cuando existe
una manifestación de abuso verbal.

Para identificar las secuencias problemáticas, los codificadores revisaban cada programa y,
al encontrar la primera insinuación o manifestación visual y/o verbal de violencia, detenían
la cinta para ubicar el principio de la secuencia a la que pertenecía la insinuación o
manifestación. Luego, cada secuencia fue analizada en función a la presencia de cada uno
los tipos de violencia definidos en la investigación, anotando las observaciones en la hoja
de codificación que se muestra en el Anexo I.

Debido a que algunas variables podrían resultar ambiguas, se construyeron definiciones


operacionales para ellas, que se presentan a continuación:

Respecto a los tipos de violencia:  

• Violencia narrada: es el recuento verbal de amenazas, actos y/o consecuencias, hecho por 
una persona o personaje que aparece en pantalla o que es escuchado desde fuera de la 
pantalla. 
• Violencia visual: es la violencia efectuada de manera gráfica, es decir, que aparece en 
pantalla. 
• Abuso verbal: es el uso del lenguaje, por parte de una persona o personaje que aparece en 
pantalla, con la finalidad de agredir o intimidar, pero sin recurrir a la amenaza de fuerza 
física. 

Respecto a las variantes de la violencia:

• Amenaza creíble: dar a entender de manera verbal o no verbal que se pretende llevar a 
cabo un acto violento contra un ser o grupo de seres animados con el propósito de 
intimidarles. 
• Acto violento: llevar a cabo una acción que causa daño físico a un ser o grupo de seres 
animados. 
• Consecuencia de la violencia: mostrar y/o narrar los daños provocados por un hecho 
violento. 

Respecto a los castigos:

• Acción legal: demandas, encarcelamiento, condenas, etc. 
• Desprecio social: rechazo de la comunidad. 
• Acto violento: respuesta de manera violenta a la acción violenta. 
• Autorrecriminación: cuando el agresor manifiesta sentirse mal consigo mismo sobre 
alguna acción violenta realizada. 

Respecto a los premios:

• Reconocimento implícito: cuando el contexto deja entrever que el agresor sale bien 
librado tras perpetrar una acción violenta. 
• Reconocimiento explícito: obtención de medallas, condecoraciones y otros 
reconocimientos públicos por haber ejercido una acción violenta. 
• Autorreconocimiento: cuando el agresor se da mérito a sí mismo por una acción violenta. 

Método

El análisis de contenido incluyó como muestra a los 30 programas de la televisión


mexicana de señal abierta transmitidos por cadenas nacionales con mayor audiencia en el
mes anterior al estudio. Para la elaboración de la muestra fue tomada en cuenta únicamente
la programación de los canales nacionales de televisión abierta, debido a que sólo el 13.7%
de la población del país cuenta con servicio de televisión por cable o satélite, en
comparación con el 86% que tiene televisión abierta, según datos reportados por el IBOPE
en 1997. Los programas fueron transmitidos por las dos cadenas nacionales de televisión
abierta, Televisa y TV Azteca.

En vez de buscar construir una muestra aleatoria de toda la programación televisiva, se


decidió seleccionar a los 30 programas con mayores índices de audiencia puesto que son,
evidentemente, aquéllos a los que más personas se exponen. La muestra no representa la
totalidad de la programación sino sólo el segmento de programación más visto durante la
época en que se llevó a cabo el análisis.

Tomando como base los datos del IBOPE que cada mes publica la revista Adcebra, se
seleccionaron los 30 programas con mayor rating durante febrero y marzo de 1997.
Episodios posteriores de esos mismos programas fueron grabados entre el sábado 19 de
abril y el martes 29 de abril de 1997. Con esto, asumimos que las preferencias reflejadas
por los ratings son estables en el tiempo, pues los programas que se tomaron en cuenta para
el estudio son los del mes siguiente a la aparición de la lista de ratings.
Los programas fueron transmitidos por las cadenas nacionales que en Monterrey se reciben
a través de los canales 4 y 7 (Televisión Azteca) y 6, 10 y 22 (Televisa). Los programas
clasificados como especiales, comerciales y deportes, se eliminaron de la muestra por su
falta de continuidad y por no ser relevantes para el tema de investigación. Para los
programas que se trasmiten diariamente, se determinó de manera aleatoria el día de la
grabación.

Debido al cambio en la programación de algunos canales se requirió sustituir tres


programas tomando como referencia el horario del programa anterior para realizar la
grabación del nuevo programa. Los programas sustituidos fueron: Mi querida Isabel por
Gente bien, Casos sin respuesta por Tric Trac, y Puro Loco por La otra cosa.

Los codificadores recibieron capacitación para realizar su trabajo. Los programas fueron
asignados a los codificadores de manera aleatoria, y cada programa fue codificado por
separado por dos investigadores. Aquellos casos en que existieron diferencias entre
codificadores, fueron revisados hasta llegar a un consenso sobre la manera de codificar.
Adicionalmente, se pidió a todos los codificadores que analizaran por separado un mismo
programa, para medir la confiabilidad del proceso. Un total de 184 secuencias fueron
identificadas, de las cuales en 173 (94%) hubo acuerdo entre los codificadores. Es decir,
según esta prueba, los codificadores tendían a coincidir en sus decisiones de análisis en el
94 por ciento de las veces, lo que representa un grado aceptable de confiabilidad.

Resultados

Los programas que forman la muestra fueron grabados entre el sábado 19 de abril de 1997
y el martes 29 del mismo mes. La mayoría de los programas fueron transmitidos el viernes
25 de abril (27%), y el jueves 24 de abril (20%). Estos dos días representan casi la mitad de
la muestra, mientras que los demás días tienen entre 3% y 13% de los programas cada uno.

El horario de la programación se recodificó en las categorías A, AA, y AAA. Estas tres


categorías representan intervalos de horas durante el día, en los que la cantidad de
audiencia televisiva varía. El horario de mayor rating es el AAA, que va de las 19:00 a las
24:00 horas. El horario AA comprende de las 15:00 a las 19:00 horas, y el horario A va de
las 6:00 a las 15:00 horas. En el horario AAA se transmitió el 77% de los programas (o sea,
23 de ellos). El 17% (5 programas) apareció en el horario A, y el 7% en el AA (2
programas).

Respecto a la duración de los programas analizados, catorce de ellos fueron de 30 minutos,


es decir que casi el 50% de la muestra estuvo formada por programas de media hora. Si a
este porcentaje se suman los programas de una hora (10), se alcanza el 80% de la muestra.

La mayor parte de los programas fueron transmitidos por el canal 10 (33%). El resto quedó
distribuído de la siguiente manera: canal 7, 23%; canal 6, 20%; canal 4, 17%; y canal 22,
7%.
En relación a la clasificación del programa, la muestra se constituyó principalmente de
programación para todo publico (53%). En el 23% de los programas la clasificación no
quedaba clara. Los programas para adolescentes y adultos formaron la quinta parte de la
muestra, y los de sólo adultos, el 3%.

En cuanto a la categoría de los programas analizados, las telenovelas abarcaron la quinta


parte de la muestra, mientras que los programas musicales y dramáticos solamente
estuvieron presentes en un 7% cada uno. Entre telenovelas, reality shows, programas
cómicos y dibujos animados se constituye casi el 70% de la muestra.

Debido a que la unidad de análisis fue la secuencia problemática (aquélla que contenía al
menos alguno de los tipos de violencia descritos en la sección anterior), el primer paso del
análisis consistió en la identificación de las secuencias problemáticas en cada programa. La
Tabla 1 muestra los programas que formaron la muestra, ordenados según la cantidad de
secuencias problemáticas que presentaron.

Tabla 1. Programas de la muestra según el número de secuencias violentas 

Programa  Puntos de rating (IBOPE) Canal Secuencias 

Los Simpson  13.1 7 22 

Película 19:30  9.7 4 18 

Ciudad desnuda  18.8 4 9 

Te sigo amando  25.9 10 9 

La sirenita  9.5 6 8 

Película 16:00  18.7 10 7 

Primer impacto  7.5 22 7 

Renegado  6.7 6 6 

Al ritmo de la noche  10.9 10 5 

Al norte del corazón  12.7 4 4 

La niñera  8.9 7 4 

El show de Mickey & Donald 9.7 6 4 
Expedientes secretos X  9.2 6 4 

Tric Trac  ND 7 3 

Alguna vez tendremos alas  22.2 10 3 

24 Horas  12.3 10 3 

Gente bien  22.7 10 2 

Ventaneando  11.2 7 2 

Mujer, casos de la vida real 15.9 10 2 

Winnie the Pooh  9.5 6 2 

Hechos de la noche   10.7 4 2 

Pueblo chico, infierno grande 20.4 10 1 

El príncipe del rap  6.4 7 1 

Evidencias  12.2 4 1 

Película 18:30  17.7 6 1 

La otra cosa  ND 22 0 

Te caché  10.7 7 0 

Sábado gigante   10.2 10 0 

El balcón de Verónica  16.7 10 0 

En busca de lo desconocido 10.8 4 0 

TOTAL  130 

En esta tabla podemos observar que en los 30 programas encontramos un total de 130
secuencias violentas, siendo Los Simpson el programa con más secuencias de violencia.
Solamente cinco programas no contienen ningún tipo de violencia: En busca de lo
desconocido, Te caché, El balcón de Verónica, Sábado Gigante y La otra cosa.
La Tabla 2 desglosa las secuencias por programa según las formas en que podía presentarse
la violencia (violencia visual, violencia narrada y abuso verbal). El signo x denota presencia
moderada de secuencias problemáticas; el signo xx, presencia importante de secuencias
problemáticas, y el signo xxx, presencia abundante de secuencias problemáticas. A mayor
presencia de secuencias, particularmente de diferentes tipos de violencia, mayor es el
potencial nocivo del programa. Así, por ejemplo, la Película de las 19:30 y Los Simpson,
acumulan cada uno 6 signos x aunque distribuídos de diferente manera según los tipos de
violencia.

Tabla 2. Número de secuencias que contienen violencia visual, narrada y/o abuso verbal en los 
programas analizados 

Programa  Violencia visual Violencia narrada Abuso verbal

TV AZTECA     

Canal 4     

Al norte del corazón  x (2)   x (3) 

Ciudad desnuda     xx (9)   

En busca de lo desconocido         

Evidencias  x (1) x (1) x (1) 

Hechos de la noche     x (2)   

Película 19:30  xxx (16) x (2) xx (9) 

Canal 7     

El príncipe del rap       x (1) 

La niñera  x (2)   x (2) 

Los Simpson  xxx (15) xxx (18)   

Te caché         

Tric Trac  x (1) x (1) x (2) 


Ventaneando     x (2)   

TELEVISA     

Canal 6     

El show de Mickey & Donald  x (4)   x (1) 

Expedientes secretos X  x (3) x (1)   

La sirenita  x (4) x (2) x (4) 

Película 18:30       x (1) 

Renegado  x (5)   x (2) 

Winnie the Pooh  x (2)     

Canal 10     

24 Horas  x (1) x (2)   

Al ritmo de la noche  x (2) x (2) x (1) 

Alguna vez tendremos alas  x (3)     

El balcón de Verónica         

Gente bien  x (2)   x (1) 

Mujer, casos de la vida real  x (1) x (1)   

Película 16:00  xx (6) x (1)   

Pueblo chico, infierno grande  x (1)     

Sábado gigante         

Te sigo amando  x (4) x (2) x (5) 


Canal 22     

La otra cosa         

Primer impacto     xx (7)   

TOTAL  75 53 33 

La suma de los totales de secuencias de los tres tipos de violencia es mayor que el número de secuencias 
problemáticas (n=130) debido a que algunas secuencias problemáticas contienen más de un tipo de 
violencia.  

Pareciera que las telenovelas son un género problemático. En todas ellas (Al norte del
corazón, Alguna vez tendremos alas, Gente bien, Pueblo chico, infierno grande y Te sigo
amando) hubo violencia visual. El Cuadro 1 describe una secuencia de la telenovela Te sigo
amando, que fue transmitida a las 21:00 horas por el canal 10.

Cuadro 1. Ejemplo de violencia en Te sigo amando

 
Una señora convaleciente se levanta de la cama, con una pistola en la mano, al oír que 
un hombre le grita a su nieta, y se detiene al borde de una escalera. Desde ahí dispara 
contra el hombre y falla, éste la reta a que lo mate pero la señora se queda estática 
llorando ante los gritos de su nieta. Una vez que el hombre se retira, la señora se 
desploma, rodando por la escalera. 
  

Como se mencionaba anteriormente, entre los programas analizados, el que tiene mayor
número de secuencias violentas, tomando en cuenta las visuales y las narradas, es Los
Simpson, caricatura para adolescentes y adultos transmitida a las 20:00 horas por el canal 6.
A continuación se presenta un ejemplo de un acto violento aparecido en el capítulo que se
analizó.

Cuadro 2. Ejemplo de violencia en Los Simpson

 
Bob Patiño (ex‐conductor de un programa de televisión) deseaba vengarse de Bart 
Simpson porque éste había provocado que lo metieran a prisión, por lo que le enviaba 
mensajes anónimos que estaban escritos con sangre y decían "I'll kill you" ("Te 
mataré"). Este hecho no tuvo consecuencias o castigo en cada una de las secuencias 
codificadas, solamente al final del capítulo, cuando Bob Patiño fue encarcelado 
nuevamente, pues había escapado de la prisión y fue encontrado a bordo del barco 
donde estaba viviendo la familia Simpson. 
  

En cuanto a los tipos de violencia, se puede decir que la mayoría de las veces la violencia
es presentada de manera visual. Del total de 130 secuencias violentas, 75 de ellas (58%)
representaron la violencia de forma visual. La violencia narrada estuvo presente en 41
secuencias (31%). El abuso verbal se utilizó en el 25% de las secuencias violentas.

La representación de la violencia fue codificada en tres categorías: como un acto violento,


como una amenaza creíble, y como las consecuencias de actos violentos. En el 55% de las
secuencias violentas, la violencia fue presentada como un acto violento, y en un 49% de las
secuencias como amenaza creíble. Las categorías no son mutuamente excluyentes por lo
que los porcentajes suman más de cien. No se encontró alguna representación de la
violencia en forma de consecuencias de actos violentos.

En lo que respecta a la naturaleza de la violencia, la mayor parte de ésta se ejerce como


intimidación y está presente en un 45% de las secuencias violentas. Enseguida están los
golpes, presentes en el 24% de las secuencias violentas, y los disparos en un 15%.

Se analizó la amplitud del daño ocasionado por las secuencias violentas, encontrándose que
el 43% de los actos violentos no tuvieron otra consecuencia que una amenaza con alto
grado de credibilidad. De allí siguieron los daños físicos menores, con el 12%. El siguiente
caso fue el de la muerte, con un 11%. Esto es interesante ya que podemos decir que de cada
10 escenas violentas, una de ellas termina con la muerte de alguno de los involucrados.
Daño evidente pero desconocido en su magnitud, y dolor o heridas estuvieron presentes
también, cada uno en el 11% de las veces.

Por lo que respecta al tipo de arma utilizada, en la mayoría de los casos el cuerpo es
utilizado como arma principal. Las pistolas son utilizadas en el 27% de las secuencias
violentas, es decir que casi en una de cada tres escenas violentas aparece una pistola, lo que
indicaría que es bastante común ver pistolas en la televisión. Este hecho puede contribuir a
que la gente se acostumbre a ver armas de fuego como algo "normal". Armas blancas,
cuerdas y otros artefactos aparecen en el 23% de las secuencias violentas.

Un asunto preocupante es la mezcla del humor con la violencia. En 45 secuencias


problemáticas (35%) se utilizó el humor como parte de la violencia, particularmente en los
dibujos animados, que tienen la finalidad de entretener y utilizan la violencia como
atractivo. De acuerdo con la teoría, el uso del humor en conjunción con la violencia,
aumenta la probabilidad de que las conductas violentas sean aprendidas (especialmente por
los niños), y de que ocurra el efecto del miedo, al trivializarse la violencia.

Los actos violentos fueron castigados solamente en 40 secuencias (30%). De los castigos,
en la mitad de las ocasiones se utilizó una acción legal, es decir que solamente en la mitad
de los actos violentos intervino la justicia. En el 28% de las ocasiones, el acto violento fue
castigado con otro acto violento, lo que se podría entender como una especie de "revancha",
de usar la ley del "ojo por ojo", donde existe venganza por parte del agredido o castigo por
parte de alguna fuerza superior, pero no legal. Esto tiene repercusiones importantes. Por un
lado, el dejar 7 de cada 10 actos violentos sin castigo contribuye al efecto de imitación y
aprendizaje, por mostrar que la violencia se comete la mayor parte de las veces con
absoluta impunidad. Por otra parte, al recurrir a castigos no legales, especialmente aquéllos
que son en sí mismos violentos, se muestra como legítimo el uso de castigos fuera de las
instancias de procuración de justicia.

Se analizó también la manera en que fue premiada la violencia, hecho que apareció en 18
secuencias (13%), y en la mitad de estas ocasiones, quien comete el acto violento se
autorreconoce por haberlo hecho, lo que podría no ser tan válido como el reconocimiento
por parte de otras personas, ya sea implícito o explícito, que aparece la otra mitad de las
veces.

A continuación se presentan tablas que nos muestran los cruces entre el número de
secuencias que presentan situaciones de violencia y las siguientes variables de programa:
horario, canal, clasificación, categoría y día de la semana.

Las tablas muestran el número de veces que se presentó cada uno de los tipos de violencia
menejados en el estudio: violencia visual, violencia narrada y abuso verbal, así como el
nivel de probabilidad (p), obtenido mediante la prueba ji cuadrada (x2), que nos indica si
existe o no una diferencia estadísticamente significativa entre las frecuencias que aparecen
en la tabla. Para que haya diferencia válida, la probabilidad debe ser menor o igual a 0.05.

La primera variable que se presenta es el horario de transmisión de los programas, para dar
una idea de la cantidad de secuencias violentas que hay en los diferentes horarios, con la
intención de saber si en los horarios con mayor número de televidentes se presenta un
mayor número de ellas.

Tabla 3. Secuencias violentas por horario

Horario  Violencia visual Violencia narrada Abuso verbal 

Horario A  16  3 6

Horario AA  2  0 1

Horario AAA  57  50 26

Total  75  53 33

   x2=4.17 x2= 9.88 x2= 0.72

   p= 0.1242 p= 0.0071 p= 0.6969


La presencia de secuencias violentas es mayor en los programas del horario AAA. Destaca
que en este horario, hay casi tantas secuencias de violencia narrada como de violencia
visual, en contraste que el horario A en que las secuencias visuales sobrepasan a las de
otros tipos. Por ser el horario en que más personas ven la televisión, preocupa el hecho de
que el bloque AAA cuente con una abundancia de secuencias violentas de todos tipos.

Tabla 4. Secuencias violentas por canal

Canal  Violencia visual Violencia narrada Abuso verbal

4  18  15 12

6  18  3 8

7  19  20 6

10  20  8 7

22  0  7 0

Total  75  53 33

   x2= 12.67 x2= 29.33 x2= 5.22

   p= 0.0129 p= 0.000007 p= 0.2648

Encontramos que el canal con más escenas violentas visuales es el Canal 10, mientras que
el que presenta más violencia narrada es el Canal 7, y en ambos casos la diferencia es
significativa. En lo que se refiere al abuso verbal, el canal con más menciones, pero sin que
la diferencia sea estadísticamente significativa, es el Canal 4.

También se analizaron las secuencias violentas respecto a la clasificación de los programas.


Las categorías para clasificar el contenido de un programa son: A-Para todo público, B-
Adolescentes y adultos, y C-Sólo adultos.

Tabla 5. Secuencias violentas según clasificación del programa 

Clasificación  Violencia visual Violencia narrada Abuso verbal 

A (Todo público)  36 25 21

B (Adolescentes y adultos) 25 20 2
C (Sólo adultos)  2 2 1

Total  63 47 24

   x2= 3.74 x2= 3.70 x2= 8.69 

   p= 0.1536 p= 0.1570 p= 0.0129 

Aquí podemos observar que la presencia de violencia en sus diversos tipos no parece ser un
factor utilizado para determinar la clasificación de los programas, pues los programas
clasificados para todo público son los que tienen el mayor número de secuencias violentas.
Es posible que para clasificar los programas se utilice como criterio otro tipo de contenidos
(como la sexualidad y el lenguaje obsceno) y no la violencia.

La categoría o tipo de programa es otra variable que puede tener relación con la presencia
de violencia. La Tabla 6 presenta los resultados del cruce entre la categoría del programa y
la presencia de secuencias violentas en los tres tipos de violencia.

Tabla 6. Secuencias violentas por categoría de programa 

Categoría  Violencia visual Violencia narrada Abuso verbal 

Dibujos animados  25 20 5

Película  22 3 10

Telenovela  13 3 11

Reality show  6 12 3

Programa dramático 4 2 0

Programa musical  2 2 1

Programa cómico  2 0 3

Noticiario  1 11 0

Total  75 53 33

   x2= 27.60 x2= 40.61 x2= 21.98 

   p= 0.0002 p= 0.000001 p= 0.0025 


Los dibujos animados presentaron la mayor cantidad de violencia visual, seguidos muy de
cerca por las películas. Este dato preocupa por el hecho de que el género (dibujos
animados) está principalmente orientado a los niños, además de que este mismo género
también presentó el mayor número de secuencias con violencia narrada. Por lo que respecta
al abuso verbal, las telenovelas y las películas fueron los géneros con mayor número de
secuencias. En los tres casos (violencia visual, violencia narrada y abuso verbal) las
diferencias entre géneros fueron estadísticamente significativas.

Podría pensarse que no habría relación entre el día de la semana en que los programas
fueron transmitidos y la distribución de secuencias violentas. Sin embargo, como muestra la
Tabla 7, esto no fue así.

Tabla 7. Secuencias violentas por día de la semana

Día  Violencia visual Violencia narrada Abuso verbal 

Domingo  22  3 10

Lunes  4  0 1

Martes  16  19 3

Miércoles  5  5 5

Jueves  15  21 8

Viernes  11  5 4

Sábado  2  0 2

Total  75  53 33

  x2= 18.87 x2= 29.99 x2= 8.01

  p= 0.0043 p= 0.00003 p= 0.2369

El día con mayor número de secuencias visuales violentas fue el domingo, y la violencia
narrada apareció en mayor grado el jueves seguido de cerca por el martes. En ambos casos,
las diferencias entre días de la semana son estadísticamente significativas. Para el abuso
verbal no parece haber un día especial, pues no se encontró alguna diferencia significativa.

Para poner a prueba el supuesto de que los programas con más rating contienen más
violencia que aquéllos de menor rating, se hizo un análisis usando la prueba t. Dicha
herramienta estadística sirve para saber si existe diferencia significativa entre los promedios
de dos muestras, en este caso, entre los programas que sí contienen secuencias violentas y
los que no.

Es importante notar que los programas analizados son precisamente los 30 que tienen más
audiencia, de manera que ninguno tiene menos de 6.4 puntos de rating. Por lo tanto, los
resultados que arroja este análisis deben situarse en el contexto de que la comparación se
está haciendo dentro del grupo de los programas más vistos.

La siguiente tabla muestra la relación entre el rating y la presencia de violencia visual. Se


presenta el número de programas (f) donde aparece violencia visual, así como el de
aquellos en los que no la hay. La media se refiere al promedio de los puntos de rating en
cada uno de esos grupos. La desviación estándard se refiere a la cantidad de puntos que
puede variar el cálculo promedio del rating, hacia arriba o hacia abajo. El error estándard
significa la variación interna dentro de la muestra.

Tabla 8. Rating según presencia de violencia

   f  Puntos promedio  Desviación  Error  Hipótesis  Nivel de


de rating  standard  standard   probabilidad 

Programas con  18  13.9  5.68320 1.33954 (Sí)‐ 0.123053


violencia visual  (No)>0 

Programas sin  10  11.252 5.61006 1.77405      


violencia visual 

Programas con  14  13.25 4.9763 1.3299 (Sí)‐ 0.392261


violencia narrada   (No)>0 

Programas sin  14  12.65 6.5216 1.7429      


violencia narrada 

Programas con abuso  12  12.75 6.1870 1.7860 (Sí)‐ 0.563421


verbal  (No)>0 

Programas sin abuso  16  13.10 5.5103 1.3775      


verbal 

       n=28  

La hipótesis a prueba fue que el rating sería mayor en los programas donde se presenten
actividades problemáticas. En la tabla podemos ver el nivel de probabilidad de la hipótesis,
que se obtuvo por medio de la prueba Equal-Variance T-Test. Este nivel es el que nos
indica si existe o no una diferencia estadísticamente significativa entre las medias que
aparecen en la tabla. Para que haya diferencia válida, la probabilidad debe ser menor o
igual a 0.05.
Al observar los datos que presenta la tabla anterior podría pensarse que el rating de los
programas con violencia visual es mayor (13.90 puntos contra 11.25 de los que no tienen
ese tipo de violencia), pero el nivel de probabilidad --mayor a 0.05-- nos dice que esta
aparente diferencia no es estadísticamente significativa. Por lo tanto, no hay diferencia
entre el rating de los programas que presentan violencia visual y los que no la presentan.

También se muestran los datos para la relación entre el tamaño de la audiencia y la


presencia de violencia narrada. Tal como sucedió con la violencia visual, tampoco
encontramos diferencia entre el rating de los programas que presentan violencia narrada y
los que no la presentan, pues nuevamente observamos un nivel de probabilidad mayor a
0.05.

Respecto al abuso verbal, la tercera forma de violencia analizada, tenemos que la prueba
muestra que no hay diferencia estadística en el promedio de rating de los programas que
presentan abuso verbal y los que no lo hacen.

Como el rating es igual en los programas que presentan violencia (en las tres formas
consideradas en la investigación) que en aquéllos que no la presentan, podría deducirse que
la violencia no es un factor que provoque la disminución de la audiencia, pero tampoco un
gancho que atraiga más público.

Conclusiones

Una primera conclusión del estudio es que la violencia está presente en la gran mayoría
(83%) de los programas más vistos de la televisión mexicana. Si partimos de la base teórica
de que la mera presencia reiterada de la violencia en la televisión contribuye a la ocurrencia
de los efectos de aprendizaje e imitación, desensibilización y miedo, este dato ofrece
evidencia empírica en apoyo a la preocupación social en torno a los contenidos violentos de
la televisión.

El hecho de que los dibujos animados sean el género con mayor número de secuencias
violentas, tanto visuales como narradas, aunado al uso frecuente del humor asociado a la
violencia, representa una fuente de preocupación, debido por un lado a que este género se
orienta hacia el sector infantil de la audiencia, y a que según la teoría, el uso del humor
contribuye al aprendizaje social de la violencia.

Adicionalmente, la ausencia de castigos en la mayoría de las secuencias violentas aumenta


el potencial nocivo de los contenidos violentos pues según la teoría, éstos pueden ser
aprendidos e imitados con mayor facilidad. Además, cuando la violencia llega a ser
castigada, la mitad de las veces es mediante actos de retribución fuera del sistema legal.

La presencia reiterada de armas, particularmente de armas de fuego, puede contribuir a


crear un clima de aceptación hacia la posesión y uso de armas entre la población.
Adicionalmente, el hecho de que una de cada diez víctimas de la violencia televisada muere
como consecuencia de actos violentos, puede aumentar tanto el efecto de desensibilización
como el efecto de miedo.
Dos recomendaciones surgen a partir de este estudio: Primero, habría que revisar el sistema
de clasificación de programas, para asegurarnos que los programas con altos contenidos
violentos obtengan una clasificación de "Sólo adultos" o, al menos, de "Adolescentes y
Adultos." Segundo, que si no es posible reducir la cantidad de violencia mostrada por los
programas de la televisión mexicana, al menos debería tratarse de cuidar que los factores
contextuales redujeran su potencial nocivo. Es decir, que se le presente como un hecho que
tiene consecuencias negativas, que es castigada, que no es cómica, y que no es tan
espectacular e inocua como la televisión la ha presentado hasta ahora.

Referencias

Cole, J. (1996). The UCLA Television violence report 1996. Los Angeles: UCLA Center
for Communication Policy.

IBOPE Flash (1997, marzo). Adcebra, 61.

IBOPE Flash (1997, febrero). Adcebra, 60.

Maza, M. y Cervantes, C. (1994). Guión para medios audiovisuales: Cine, radio y


televisión. México: Alhambra Mexicana.

NTVS (en prensa). National Television Violence Study, Volume 3. Thousand Oaks: Sage.

NTVS (1997). National Television Violence Study, Volume 1. Thousand Oaks: Sage.

Straubhaar, J. y LaRose, R. (1996). Communications media in the information society.


Belmont: Wadsworth Publishing Company.

Wilson, B., Donnerstein, E., Linz, D., Kunkel, D., Potter, J., Smith, S., Blumenthal, E. y
Gray, T. (1997). Content analysis of entertainment television: The importance of context.
En: NTVS, National Television Violence Study, Volume 1 (pp. 8-18). Thousand Oaks:
Sage.

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