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CAJAMARCA
FACULTAD CIENCIAS DE LA SALUD
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE
ENFERMERÍA- FILIAL-CHOTA
PLAN DE SESIÓN EDUCATIVA EN ADOLESCENTES
I. DATOS INFORMATIVOS:
II. JUSTIFICACIÓN:
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III. OBJETIVOS:
3
RECURSOS
MOTIVACIÓN SONDEO DESARROLLO DE CONTENIDO EVALUACIÓN
HUMANOS
¿Cuáles son los factores que
Desarrollaremos puntos de gran
Grupo de afectan él comporta-miento
¿Qué es el sexo? importancia, sobre sexo,
Mar adentro adolescentes. sexual?
¿Qué es sexualidad, salud sexual, salud
mar afuera Docente. ¿Cuál es la diferencia entre
sexualidad? reproductiva, así como también
La pelota Alumna responsable. sexo y sexualidad?
¿Qué es salud los diversos factores que
preguntona Data. ¿Cuál es la diferencia entre
sexual? afectan el comportamiento
USB. salud sexual y salud
sexual.
reproductiva?
Ambiente amplio.
Mar adentro mar Participación de los Marcador
Dinámica
afuera adolescentes.
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SEXUALIDAD Y SALUD REPRODUCTIVA EN ADOLESCENTES
INTRODUCCION:
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ambientales, con el fin de mitigar su impacto en la salud pública e individual. El
fin último de dichas acciones es propiciar espacios saludables donde los
diferentes actores involucrados participen responsablemente en el
mantenimiento y mejoramiento de su bienestar.
A. SEXO
B. SEXUALIDAD
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de la afectividad y la conciencia de la personalidad. En relación a esto, muchas
culturas dan un sentido religioso o espiritual al acto sexual, así como ven en ello
un método para mejorar (o perder) la salud.
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1. GÉNERO.
Definición:
Por Género nos referimos a “las características y oportunidades
económicas, sociales y culturales atribuidas a varones y mujeres en un
ámbito social particular en un momento determinado”
Otra definición de Género muy enriquecedora es la que nos ofrece
Lourdes Beneria quien detalla que Género son el “Conjunto de creencias,
rasgos personales, actitudes, sentimientos, valores, conductas y
actividades que diferencian a hombres y mujeres a través de un proceso
de construcción social que tiene varias características: ser un proceso
histórico y establecer una relación jerárquica”, es decir de poder de los
hombres sobre las mujeres. De manera que el género además de definir
la asignación de papeles a hombres y mujeres, define también el tipo de
relación que existe entre ambos. El sistema de organización social
establece una jerarquía de poder de un género sobre otro, de forma que,
aquellos rasgos o actividades asociadas a los hombres gozan de mayor
valorización y reconocimiento social , frente a las asociados a las mujeres
que tienen menos valor o carecen de él; también analiza cómo es la
asignación en el control y administración de los recursos privados y
públicos, mayor en los hombres y prácticamente inexistente en las
mujeres en lo que concierne a los recursos públicos , lo que sumerge a
estas en una subordinación global. Por otra parte, la posición
desigualitaria en relación al poder entre las mujeres y los hombres, tiene
repercusiones tanto en a la capacidad para transformar la realidad social,
como para decidir cuestiones que afectan tanto a la salud sexual y
reproductiva individual, como a la de la población en general. La falta de
poder de las mujeres derivada de su posición de subordinación en la
sociedad supone una serie de riesgos para su salud y que sus derechos
sean vulnerados. Además implica que tengan pocas oportunidades a la
hora de intervenir en la vida pública y en el poder político donde se toman
las decisiones sobre las políticas de salud sexual y reproductiva. Los
componentes del género según Virginia Maquieria son: - La división
sexual del trabajo - La identidad de género - Las atribuciones de género -
Las ideologías de género - Símbolos y metáforas culturalmente
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disponibles - Normas sociales - El prestigio - Instituciones y
organizaciones sociales Para mayor discusión de esto componentes
consultar el capítulo “Genero, diferencia y desigualdad “de esta autora en
el libro: Feminismos debates teóricos contemporáneos.
Otras definiciones que son importantes: Igualdad de género significa igual
tratamiento para mujeres y varones en las leyes y políticas, e igual acceso
a los recursos y servicios dentro de las familias, las comunidades y la
sociedad en general.
Equidad de género significa justicia en la distribución de beneficios y
responsabilidades entre varones y mujeres. Frecuentemente requiere
programas y políticas específicas para mujeres, que eliminen las
inequidades existentes.
Discriminación de género se refiere a cualquier distinción, exclusión o
restricción hecha sobre la base de los roles y las normas de género
socialmente construidas que impidan que una persona disfrute
plenamente los derechos humanos.
Estereotipos:
Es la representación mental sobre las características y roles de hombres
y mujeres que es compartido por un grupo mayoritario de individuos. Un
estereotipo se basa en su perjuicio. También constituye características y
roles para hombres y mujeres de acuerdo a características y diferencias
biológicas.
Roles:
Son las actividades, tareas y responsabilidades consideradas “femeninas”
y “masculinas” definido por un grupo determinado. Eje:
El hombre: Líder, mantiene el hogar.
La mujer: Madre, cocina, cuida los hijos.
Estas funciones están condicionadas por factores: edad, estado social,
religión, pertenencia grupos, étnicos, la prudencia, tradiciones, etc.
Son el resultado de los comportamientos adquiridos.
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Equidad de género.
En la actualidad el hecho de ser mujer o varón ya no cubre tanta
importancia en la sociedad como era en tiempos pasados; puesto que
ahora se le está brindando las oportunidades que necesita la mujer para
demostrar su capacidad para desarrollarse en distintas actividades que
solo los realiza los varones. Esta progresiva igualdad en los derechos de
ambos sexos debe establecer que desempeñen rasgos participativos.
2. Salud Sexual.
Definición.
La OMS (1975). Lo definió como, la integración de lo somáticos,
intelectuales y sociales ser sexual en forma que enriquecen
positivamente la personalidad, la comunicación y el amor.
Es consecuencia de la salud sexual y reproductiva se refiere al
bienestar físico, psicológico y social de las personas y no sólo, a las
ausencias de enfermedad, ello significa disfrutar de una vida sexual
plenamente satisfactoria y responsable, sin goce de contraer
enfermedades sexuales y embarazo no deseados. (3)
Importancia.
Según PTIFER, la sexualidad y la intimidad desempeñan un rol
importante en la vida de las personas de acuerdo al estímulo moderno
de la sexualidad en madurez, la mayoría de los adultos sienten que
una relación sexual plenamente satisfactoria es importante para la
calidad de vida.
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procesos. Entraña además la capacidad de disfrutar de una vida sexual
satisfactoria y sin riesgos, y de procrear, y la libertad para decidir
hacerlo o no hacerlo, cuándo y con qué frecuencia”. Además,
establece como objetivo de la Salud sexual “el desarrollo de la vida y
de las relaciones personales y no meramente el asesoramiento en
materia de reproducción y enfermedades de transmisión sexual”
La salud sexual y reproductiva así definida tiene su origen en la
“Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo de Naciones
Unidas” (CIPD) que tuvo lugar en El Cairo el año 1994. Fue en esta
conferencia donde se acuñó por primera vez este término. Hasta
entonces, lo que hoy todos entendemos por salud sexual y
reproductiva, nunca había estado como tal en los documentos ni en las
iniciativas internacionales. Hubo de recorrerse un largo camino hasta
llegar a concebirlo en 1995.
El camino hacia la salud sexual y reproductiva tal y como la
entendemos hoy se inició en 1948 cuando en la Declaración de los
Derechos Humanos, además de reconocerse el derecho de todo ser
humano a la salud se recoge por primera vez una alusión directa a la
salud materna e infantil donde se señala que “la maternidad y la
infancia tienen derecho a cuidados y asistencia especiales. Todos los
niños y todas las niñas, nacidos de matrimonio o fuera de matrimonio,
tienen derecho a igual protección social”.
El concepto de salud materna e infantil empezará a cobrar cada vez
mayor relevancia. En 1952 la Organización Internacional del Trabajo
(OIT) aprueba el “Convenio relativo a la protección de l a maternidad”.
Tres décadas tuvieron que pasar para que se fuera ampliando el
concepto. Fue la “Conferencia de Alma Ata” (1978) cuando se incluye
la planificación familiar como un mínimo más de la salud materna e
infantil.
En 1979 en la “Convención sobre la eliminación de todas las formas de
discriminación contra la mujer” de Naciones Unidas (CEDAW) vuelve
a recoger en su declaración el derecho a un “acceso al material
informativo específico que contribuya a asegurar la salud y el bienestar
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de la familia, incluidos la información y el asesoramiento sobre
planificación de la familia”.
Por fin en 1994 se deja de lado el término de salud materna e infantil
para acuñar, el término de Salud Sexual y Reproductiva en la
Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo. Este logro fue
el fruto del trabajo de los movimientos feministas de las décadas de los
setenta y ochenta quienes reivindicaron con fuerza los derechos
sexuales, constantemente olvidados.
La CIPD supuso un gran cambio con respecto a las políticas de
población que hasta entonces se habían discutido en foros
internacionales. Políticas cuyo único objetivo consistía en cumplir una
serie de metas demográficas para frenar la superpoblación y paliar la
pobreza. Y para las cuales el único interés que los temas reproductivos
suscitaban se debía a la importancia del control de la fecundidad como
medio para alcanzar dichas metas demográficas.
El Programa de Acción de la CIPD da un giro radical al establecer que
las políticas de población deben tener como metas el bienestar de los
individuos y su calidad de vida y han de localizarse siempre dentro del
marco de los derechos humanos. Deja pues de lado las concepciones
reduccionistas de las relaciones sexuales como medio para el fin
reproductivo y de la mujer como madre y cuidadora. Hace especial
hincapié en el empoderamiento de la mujeres como piedra angular de
todos los programas, para hacerla autónoma en todas las esferas
vitales y sobre todo respecto a la sexualidad y la reproducción.
Un año más tarde, en Beijing, tiene lugar la IV Conferencia Mundial
sobre la Mujer de Naciones Unidas donde se insiste en los derechos
de las mujeres y donde se perfila y refuerza el concepto de salud
sexual y reproductiva. Se aprueba la Declaración y la Plataforma de
Acción que serán una guía a seguir por gobiernos y entidades de todo
el mundo.
La Plataforma afirma de nuevo que “los derechos humanos de las
mujeres incluyen su derecho a ejercer el control y decidir libre y
responsablemente sobre las cuestiones relativas a su sexualidad,
incluida su salud sexual y reproductiva, libres de coerción,
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discriminación y violencia” y reconoce que “la capacidad de las mujeres
para controlar su fecundidad constituye una base fundamental para el
disfrute de otros derechos”.
Del mismo modo en el artículo 19 de la Declaración se define como
“esen
Módulo 12: Salud Sexual y Reproductiva 5 modulo_12.qxp 22/03/2007
23:41 Página 5 al el diseño, implementación y monitoreo, con plena
participación de las mujeres, efectivo, eficiente y mutuamente
reforzantes de políticas y programas sensibles al género, en todos los
niveles, que fomenten el empoderamiento y el progreso de todas las
mujeres” y en el artículo 25 se “alienta a los hombres a participar de
lleno en todas las acciones encaminadas hacia la igualdad”.
En 1996 la Unión Europea y todos sus estados miembros adoptan
formalmente el “Plan de Acción sobre Población y Desarrollo de El
Cairo”. A partir de este momento, la política de la Unión en salud sexual
y reproductiva se enmarca en los principios de El Cairo. La Unión
promueve “un enfoque holístico y el reconocimiento de la salud y de
los derechos en materia de reproducción y sexualidad, (…) incluida
una maternidad exenta de riesgos y el acceso universal a una gama
completa de cuidados y servicios seguros y fiables en materia de salud
reproductiva y sexual” (Artículo1.2 del “Reglamento del Parlamento
Europeo y del Consejo relativo a la ayuda para políticas y acciones
sobre la salud y derechos en materia de reproducción y sexualidad en
los países en desarrollo”).
A nivel mundial en la “Cumbre del Milenio” que tuvo lugar en el año
2000, este espíritu estuvo presente a la hora de definir dos de los
Objetivos de Desarrollo del Milenio. En éstos se recogen aspectos
fundamentales para la mejora de la salud reproductiva a nivel global:
la reducción de la mortalidad materna y el avance hacia la igualdad
entre los géneros junto con el empoderamiento de las mujeres.
Pero sin embargo desde El Cairo el consenso global alcanzado sobre
salud y derechos sexuales y reproductivos vive momentos difíciles
pues el cumplimiento de los compromisos no sigue el ritmo deseado.
Las conferencias El Cairo +5 (1999) y El Cairo +10 (2004), aunque
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supusieron una revisión y nueva ratificación sobre los compromisos
alcanzados en 1994, han dejado al descubierto los riesgos a los que
está enfrentada la agenda contemporánea en materia de salud sexual
y reproductiva.
En la misma dirección, la conferencia para la evaluación de los
compromisos adquiridos en la Plataforma de Acción de Beijing : Beijing
+10 (2005) concluyó que la falta de derechos en materia de salud
sexual y reproductiva, los altos índices de violencia contra las mujeres
en todas partes del mundo y la cada vez mayor incidencia de VIH/Sida
entre las mujeres asi como altas tasas de mortalidad materna en
regiones de Africa, Asia y America Latina, reflejan que “en muchos
aspectos la igualdad no es una realidad para la mujer” y que queda
aún mucho camino por recorrer.
En líneas generales, pese a todas estas dificultades los compromisos
de El Cairo y Beijing se han vuelto a ratificar y es el momento de que
se cumplan estos compromisos asumidos por casi todos los países del
mundo, entre ellos España.
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Fomentando el trato justo entre los sexos por mejorar las relaciones
personales y el bienestar general evitando la violencia.
Respetando los derechos sexuales y reproductivos de los jóvenes,
evitando las prácticas sociales discriminatorias y de las actividades
negativas hacia las mujeres y niños.
Planificación familiar.
Salud materna perinatal.
Adolescencia.
Infecciones de transmisión sexual.
Factores primordiales de la salud reproductiva.
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SITUACIÓN DE LA SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA EN EL PERÚ
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Metropolitana. Las diferencias más importantes se presentan según el nivel
educativo de las mujeres, puesto que la atención prenatal por profesionales
cubre al 77 % de las mujeres sin educación y llega al 98 % entre las mujeres con
educación superior. El 70 % de los partos fueron institucionales, con diferencias
significativas sólo para las mujeres de mayor paridad (29%) y las mujeres sin
educación (25%). El 65% de los partos ocurrieron en establecimientos del sector
público, lo cual significa que del total de partos en establecimientos de salud el
92% corresponde al sector público. Al igual que para la atención del parto por
profesionales de la salud, los menores niveles de partos institucionales se
encuentran en la Sierra (50%) y en el área rural (44%)2. En cuanto al consumo
de suplemento de hierro la ENDES continua 2004, reporta el 65% de consumo
en mujeres gestantes con nacimiento más reciente, esta cifra disminuye en
mujeres sin educación a un 46%. Fecundidad y embarazo en Adolescentes El
13% de las mujeres de 15 a 19 años de edad ya son madres (10.7%) o están
gestando por primera vez (2.3%) (INEI, 2000). Las tasas de fecundidad de
adolescentes se han mantenido relativamente estables y han sufrido una
disminución mucho menor que la TGF. Los mayores porcentajes de
adolescentes que son madres o están embarazadas se ubican en las zonas
rurales y entre las que tiene menor nivel de educación.3 En un análisis de la
ENDES, Raguz, (2002)4, evidenció que un 64% de las adolescentes gestantes
no deseaba esa gestación. Asimismo la ENDES 2000 evidenció que sólo un 25%
de las adolescentes de 15 a 19 años desean por lo menos ser madres alguna
vez, siendo el número ideal de uno a dos hijos. El embarazo no deseado
caracteriza a la mayoría de adolescentes gestantes, sin diferencia educativas, ni
urbano-rurales (Ragúz 2002). Entre las principales razones por las que se
embarazan las adolescentes diferentes estudios aportan datos, Quintana &
Vásquez Del Aguila (1999), Cáceres (1999)5 y Vargas, Vargas y Pérez Luna,
(2000)6 refieren que las causas principales son los valores familiares trastocados
y la crisis social generalizada. Se menciona como factores el abuso sexual, la
falta de información tanto de padres como de hijos y la inadecuada comunicación
entre ellos. En el caso del varón se presentan motivaciones ligadas a los
mandatos culturales respecto a ser “hombre” y a su propia “masculinidad”, donde
él construye su identidad social sometiéndose a pruebas de “valentía” y riesgos
y dejando de lado medidas de prevención. Se señala asimismo que existen
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dificultades de acceso a métodos anticonceptivos debido a que los adolescentes
se inhiben de acudir a los establecimientos de salud por temor de ser
censuradas/os por sus padres o por la sociedad. Otros factores señalados son
la percepción del futuro como incierto y con escasas posibilidades de desarrollo.
Edad de inicio de la relación sexual Según la ENDES 2000 el porcentaje de las
mujeres que iniciaron relaciones sexuales antes de los 15 años representó el
8.3%, las que lo hicieron antes de los 18 años el 38.2%, mientras que el 58.2%
lo hizo antes de cumplir los 20 años. En el 2000, el 5.1% de las adolescentes
entre 15 y 19 años habían tenido relaciones sexuales antes de los 15 años.
Quintana & Vásquez (1999) y Cáceres (1999) al igual que otros estudios
encontraron que el patrón de edad de inicio sexual se diferencia de acuerdo al
sexo. La edad promedio de inicio sexual era de 15.2 en las mujeres y 14.5 en los
varones. Los hombres comienzan su vida sexual antes. Respecto a la elección
de la primera pareja sexual, tanto los estudios de Cáceres, como el de Quintana
& Vásquez reportan la presencia de la enamorada o enamorado,
fundamentalmente en las mujeres, los varones señalan el inicio sexual con una
amiga. Las trabajadoras sexuales casi no son mencionadas entre los
adolescentes, pero cobran importancia relativa entre jóvenes adultos. Las y los
adolescente no iniciados sexualmente, al ser preguntados sobre su proyección
sobre el inicio sexual señalan dos condiciones: la presencia de un afecto sincero
y el deseo de estabilidad.7 Una manifestación de la sexualidad que cobra
importancia en la adolescencia es la aparición de relaciones de enamoramiento.
Entre las mujeres está presente la desilusión y la decepción provocada por las
razones poco equitativas en que se desarrollan la relación con los enamorados
donde tienen que asumir un rol pasivo y en los varones se encuentra muy
presente la prescripción respecto al control y dominio de las emociones debido
a la fantasía de que el enamoramiento genera una situación de vulnerabilidad
que las mujeres pueden utilizar. Planificación Familiar y Necesidad Insatisfecha
Los resultados de la ENDES continua 20048 revelan que siete de cada diez
mujeres en unión conyugal (71%) usaban algún método anticonceptivo, lo que
representa un incremento de dos puntos porcentuales al encontrado en la
ENDES 2000. Este pequeño incremento correspondió casi en su totalidad a los
métodos tradicionales, cuya prevalencia pasó de 18 a 22% entre ambas
encuestas; mientras que el uso de métodos modernos se redujo de 50 a 47%
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entre ambos periodos. En cuanto al uso de métodos modernos específicos, la
inyección continúa siendo el método más utilizado (11%) a pesar que disminuyó
cuatro puntos porcentuales respecto a la ENDES 2000. Entre los métodos
modernos que disminuyeron el porcentaje de uso, se encuentra la esterilización
femenina que pasó de 12 a 10%, el DIU de 9 a 7% entre el 2000 y el 2004. Sin
embargo, el uso del condón se ha incrementado en tres puntos porcentuales al
pasar de 6 a 9% en el mismo periodo. De todos los métodos, ya sean modernos
o tradicionales, el ritmo o abstinencia periódica continúa siendo el más utilizado.
Es significativo su uso en mujeres que tienen entre 25 y 44 años de edad, en las
que tienen menor nivel educativo, y entre las que tienen uno, dos, cuatro o más
hijos. Según la ENDES continua 2004, la prevalencia anticonceptiva por edad
es menor entre las mujeres de 15 a 19 años (57%). Según Ragúz, es
preocupante que el segundo método más usado en adolescentes sea el ritmo
especialmente cuando un 77% de ellas no es capaz de identificar su ciclo fértil.
Las altas tasas de discontinuidad de métodos se deben no solo a efectos
colaterales sino también a embarazos no deseados, en la mayoría de casos. La
ENDES continua 2004, señala que el 9% de las mujeres casadas o unidas
estarían con necesidad insatisfecha de planificación familiar (10% en el año
2000). Cabe resaltar, que la necesidad insatisfecha es mayor entre las mujeres
más jóvenes, 17% de las adolescentes (15 a 19 años), en comparación con
apenas el 5% entre las mujeres de 45 a 49 años de edad. Mortalidad Materna
y Aborto Según la ENDES 2000, la tasa promedio nacional de mortalidad
materna es de 185 mujeres por cada 100 mil nacidos vivos. Para el año 2000,
la tasa entre las mujeres de 15 a 19 años era de 308 muertes por cada 100 mil
nacidos vivos, cifra superior en 60% a la tasa promedio nacional. Según
Ferrando (2004)9 el porcentaje de muertes maternas que corresponden a
adolescentes luego de haber descendido en los años 2000 y 2001 (11.9% y
11.1% respectivamente) volvió a incrementarse los años 2002 y 2003 (14.5% y
15.7% respectivamente). Según el Ministerio de Salud en el año 1998 el 11% de
las muertes maternas se debió a aborto y el 88 % a causas obstétricas directas
(hemorragias en el embarazo y en el parto, infecciones en el aparato
genitourinario, parto obstruido o complicaciones en el puerperio)
correspondiendo el mayor número de casos (51%) a mujeres en edades entre
15 y 24 años (CLADEM 2002). Entre las causas asociadas a la mortalidad
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materna, Anderson y col. (2000)10 en un estudio de muerte materna en zonas
rurales del país, señala la escasa valoración de las mujeres en sus entornos
familiares y comunales a lo cual se ha aunado la intensificación de su trabajo
debido a migraciones laborales forzosas de la familia, convirtiéndose el puerperio
en peligroso debido a la escasez de mano de obra en los núcleos familiares, y
debido a que el poder de decisión sobre los recursos del grupo familiar que se
requieren utilizar en caso de riesgo obstétrico, no está en manos del esposo
(quien generalmente valora más a la mujer) sino de la mujer o varón mayor de
la familia. Otro elemento que según Jeanine Anderson está presente en las
muertes maternas es la “aversión al riesgo” y el acceso a dinero efectivo. El
primero se explica en economías de escasez e inseguridad donde se teme una
inversión sin que se confirme indiscutiblemente un riesgo real de muerte de la
mujer embarazada. Los bajos niveles en el uso de servicios de salud por parte
de las mujeres embarazadas en el país son también un reflejo de las barreras
étnicas y culturales, combinadas con los bajos niveles de educación femenina,
según la investigadora antes mencionada. ITS /VIH SIDA En el país de un total
de 16,917 casos de SIDA notificados hasta el 31 de Mayo de 2005 -casos
acumulados 1983-2004 - al Ministerio de Salud, el 1% de ellos fueron
transmitidos por vía parenteral, un 2% por vía vertical y un 97% por vía sexual.11
Al 2003 se notificaron 1,071 casos de SIDA y 2,395 casos de VIH. A Mayo del
2005 se han notificado 699 casos de SIDA y 1,837 casos de VIH. La razón de la
enfermedad Hombre/Mujer se está acortando, así en el año 1990 la razón fue de
11.3 a 1 y en el año 2004 la razón se estimó en 3.32 a 1. Según datos aportados
por el MINSA, en el 2001, la mayoría de personas con SIDA adquirieron el VIH
cuando eran adolescentes o jóvenes (70% del total de casos corresponden a
personas entre 20 y 39 años). La conducta sexual individual y el uso de condones
son determinantes claves del nivel de riesgo de contraer Infecciones de
Transmisión Sexual (ITS). En la ENDES continua 2004 se hicieron preguntas
sobre uso de condón a las mujeres que tuvieron relaciones sexuales en los
últimos 12 meses. El uso del condón está poco extendido entre las mujeres pues
tan solo el 9% de éstas lo usaron en su última relación sexual con su esposo o
compañero. Se observaron mayores proporciones de uso entre las jóvenes de
15-19 años (10%) y aquéllas que se encuentran en el tramo reproductivo de 30-
39 años (11%); así como en las mujeres con residencia en el área urbana (11%)
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y entre éstas las que residen en Lima Metropolitana (12%) y las que tienen algún
año de educación superior (16%).
2. Factores psicológicos.
a) Pensamiento. Proceso mental que nos permite analizar la realidad y
formas, ideas, conceptos y juicios, forman lo que llamamos “manera de
pensar”.
b) Sentimiento. experiencia subjetiva de atracción y rechazo, de agrado o
desagrado hacia personas, ideas y objetos.
c) Comportamiento. Forma de actuar de cada persona con respecto a su
sexualidad, son variables (coqueteo, masturbación, etc.)
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ANEXOS:
DINÁMICA N °1:
DESARROLLO
DINÁMICA N °2:
LA PELOTA PREGUNTONA.
DESARROLLO
El animador entrega una pelota a cada equipo, invita a los presentes a sentarse
en círculo y explica la forma de realizar el ejercicio.
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BIBLIOGRAFIAS:
Libros:
2. Sexualidad en la Humanidad.
3. Salud sexual.
4. Salud Reproductiva.
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