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Prélogo
#Qué pasa en los barrios? Se presentan como escena:
tins de guerras sociales, a veces difusas, campos de
batallas sin bandos antag6nicos ficiles de identificar
a priori, territorios por donde circulan pibes silvestres,
vecinos exgorrados 0 no, gendarmes que los piensan
come cuarteles a cielo ablerta para el disciplinamiento
moral, vicleneia policial y delas bandas, militantes que
inauguran locales, transas que inauguran locales, el di-
nero que derrama de los programas sociales, el consu-
mo que crea nuevos pactos, la sociedad del mulee en
todo su esplendor..,
Salir y ver como dos acciones claves para entender el
recorride que sigue, Saliz, corverse, desplazarse de las
imégenes del barrio instituidas, reconocidas, tranguili-
zadoras. Atm reconaciéndolas reales y, quizs, performa-
tivamente eficaces en muchas ocasiones, se nos presen:
tan lejanas y exteriores a nivel politico, sensible, vital. A
un barrio se puede ingresar desde la figura instituida de
lo vecinal (tan convocada en las gestiones de seguridad
"comunitatiaa”, pero también en la traduccion mediatica
de la vida barrial}, deade las légicas estatales (diferen-
tes programas de contencién social o de prevencién o
combate del delito}, desde 1a moral militante... Diferen-
tes codigos para hacer legible le que pasa en el barrio.Pero lo que pasa en el barrio es cada vez mis complejo,
veloz, confuso, cambiante, alocado., Las imigenes que le
reconocen se quedan mudas; ¢l salirse reeponde a una
Intuicin: estamos obligados.a pensar de otra manera la
realidad de los barrios de hoy, glos nuevos barrios?
Este libro, sus preguntas, emergen de la desorienta-
cién. Una desortentocién voluntaria: no como resultado
de haber ingresado a los barrios con un mapa extempo-
rdneo que arroja coordenadas de otro tiempo (hist6rico,
politico, cultural), tampoco con un GPS que esta perma-
nentemente recalculando su lectura de la espacialidad
suburbana, Desorientaciin voluntaria como axioma
sensible y como anti-metodo al momento de salir a ver
qué pasa en los barrios.
Asi, en plena desorientaci6n encontramos como alla-
dos a los pibes. Pibes que tenfan una potencia de decir,
y un lugar de enunciacion que desestabilizaba los otros
lugares instituides; o que directamente pintaban otra
realidad barrial. Una mirada novedosa por inédita, por
no ser escuchada sino representada la mayoria de las
veces.,, Subidos a los rajes que se habilitaban, intuimos
que lo que tenian para decir (un decir que no es slo par-
Ja, un decir que implica el cuerpo, que toma la profunda
realidad sensible para hablar} tocaba lo profundo y lo
complejo de los nuevos barrios, eso exuberante ¥ cadtica
que log otros "puntos de vista" no podian leer,
8, eea potencia de decir, menos capturada por los dis-
cursos instituidos, portadora de cierta inocencia y miste-
rio nos captur6. Asi se dan las alianzas después de todo,
Con eaa allanza inventarnos —flasheamos— un mode
de leer los barrios actuales. Una lectura vital y sensible
de los nuevos barrios: nuevos por mutaciones objetivas
pero también, y sobre todo, la novedad esta vinculada al
o a la percepeién -en gran parte— inédita. Un nuevo
oe que no es distinto a los otros barrios, pero a su
#2 lo es totalmente, Y acd estamos, convencides de au.
; tmauchos se les escapé la tortuga, gedmo no eke
ee fe ares nae Para decir?, zeémo no oir, des.
i cualquier lenguaje conocido, lo que los prota-
nie nits célebres de los nuevos tare oe
THOS De esto se trata también este libro, Sepuimo:
el recorride, pero no solos, Quid Neve Ia gorra devi :
pregunta e intente de realizar una carlograffa —4 ir
nalmente inconclusa y ablerta~ de log fe
junto a sus protagonistas mds inquictos... ere
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