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El presente ensayo tiene como objetivo hacer una aproximación a lo que se conceptúa

como identidad nacional, determinar si ella tiene algún valor en sí misma para la
conformación y el desarrollo de un país y tratar de establecer la magnitud de su
presencia en el Perú. ¿Cómo se presenta y hasta qué punto? ¿Qué caminos podríamos
seguir para conquistarla?

¿Hasta que punto los peruanos tenemos una identidad nacional sólida?

El presente ensayo tiene como objetivo hacer una aproximación a lo que se conceptúa como identidad nacional,
determinar si ella tiene algún valor en si misma para la conformación y el desarrollo de un país y tratar de
establecer la magnitud de su presencia en el Perú. ¿Como se presenta, y hasta que punto? ¿Qué caminos
podríamos seguir para conquistarla?

Para lograr dicho objetivo debemos tener en claro como se conceptúa identidad nacional y a partir de ello,
revisando la información de la historia de nuestro país, llegar a establecer si realmente constituye una nación y
que en consecuencia puede hablarse de que en ella existe identidad de pertenencia entre los que lo conforman.
Partimos pues por hacer una revisión histórica de la conformación de lo que llamamos Perú. Para definir nuestro
marco conceptual y establecer si ¿Constituye el Perú realmente una nación?

Pero ¿qué entendemos por nación? Una “nación cultural” es un grupo de personas que viven y se desarrollan en un
medio geográfico compartiendo costumbres y tradiciones, que portan rasgos culturales particulares, una misma
lengua, un pasado histórico común e incluso rasgos físicos. Los Aymaras, los Quechuas, entre otros grupos
culturales en el Perú, son algunos ejemplos. Estas características son base de la identidad, pues identidad no es
otra cosa que la capacidad de sentirse identificado con alguien o algo, es decir la capacidad de identificarse con el
otro, en este caso a partir de una historia común, una misma lengua, un territorio compartido, etc.

A diferencia de la nación cultural en que la identidad es la base de su conformación. La “nación política”, no


necesariamente supone una realidad étnica ni un pasado histórico común, en tanto puede estar conformada por
varias naciones culturales dentro de si. ¿Y esto podría constituir una traba para conseguir la identidad nacional?

De los conceptos anteriores deducimos pues que la Identidad Nacional corresponde al sentimiento de identificación
entre si de los miembros de una nación, como parte de dicha nación. La identidad nacional se daría en un
individuo si este reconociera las costumbres y tradiciones de su país como propias y, por tanto, se identificaría con
los demás miembros de dicha nación que también sienten las mismas tradiciones y costumbres como propias. En
general las comparten, se identifican como iguales y se proyectan como tales. ¿Pero ocurre esto en el Perú?

Antes de la llegada de los conquistadores españoles al continente sudamericano, con un territorio mayor al que
hoy ocupamos, se había conformado el imperio Inca sobre la base de una serie de naciones culturales cuyos
miembros compartían cierta identidad. La fragilidad de esta nación política facilitó su ruptura y la conquista del
imperio. No olvidemos que los Chinchas se aliaron a Pizarro en contra de los quechuas. Sin embargo estas naciones
culturales nativas compartían mayores características comunes, en comparación a lo que ocurrió después de la
conquista, cuando se sumó otra nación con muy marcadas diferencias a las anteriores, incrementando la pluralidad
sobre un mismo territorio. Las costumbres y creencias ahora diametralmente opuestas, entre nativos y españoles
ahondo el problema de diversidades y con ello fomento una situación de falta de identidad entre los habitantes de
estos territorios a los que hoy llamamos Perú. Los conquistadores españoles eliminaron a la nobleza incaica e
impusieron su sistema de gobierno, en el cual los gobernantes eran ellos mismos y los gobernados los indígenas. La
clase gobernante preocupada por sus intereses y no por los intereses comunes, sometió al indio peruano a realizar
trabajos en favor de la corona española, y en este entorno se vio discriminado y segregado. La realidad nacional
mantiene todavía algo de esta herencia.

Actualmente la elite dirigente, peruana, se preocupa por el bienestar de ella misma dejando de lado, casi por
completo, al indio o mestizo que es la mayoría. Esto resulta ser un problema debido a que en un país como el
Perú, donde la población es mayoritariamente indígena, los intereses deben estar orientados a buscar el bienestar
común de la población incluyendo a esta clase y también a las otras clases que se pueden mostrar insignificantes
en una comparación proporcional. De no ser así los individuos que no perciban un interés por parte del estado en
sus comunidades no van a sentir ese sentimiento de reciprocidad y la identidad con la nación política a la que
pertenecen históricamente, siendo más grave aún lo que ocurre en el otro sentido, cuando la clase gobernante no
se identifica con la mayoría de la nación política y busque exhibir linajes extranjeros como sintiendo un complejo
de su realidad.

En el caso del Perú notamos que el poder político se concentra principalmente en la capital. La falta de interés
por el bienestar de las zonas mas alejadas del país puede generar una respuesta negativa en cuanto a la identidad
de estas clases con el estado. Y puede ocurrir lo que actualmente se da en la frontera con Brasil por ejemplo,
donde los pobladores de la zona mandan a sus hijos a cruzar la frontera para que puedan ir a las escuelas
brasileras donde la educación es gratuita y de buen nivel, o por otro lado lo que está ocurriendo en el altiplano,
donde los pobladores aymaras (peruanos y bolivianos) planean separarse de los países a los que pertenecían para
formar un nuevo Estado y esto demuestra una gran falta de identidad con las naciones políticas a las que
pertenecen.

Por otro lado, la concentración del poder político en la capital, también genera que los pobladores de provincia
viajen a esta para encontrar un mejor estándar de vida, aunque muchas veces no lo logren. Por lo que tienen que
alejarse de sus naciones culturales perdiendo la identidad con estas sin encontrar nuevas identidades en la capital

Si analizamos el problema del indio peruano, cosa que solo ha hecho Mariátegui, podremos ver que este se ha visto
discriminado. Desde la llegada de los españoles al Perú, al indio se le uso como herramienta de trabajo en
beneficio de los colonizadores y este no tubo la educación ni la formación necesarias para poder participar
equitativamente en los destinos del país. Debido a estos factores la población indígena se vio en la ignorancia y
con esto en el subdesarrollo. Es tanta la segregación que incluso utilizar el termino “indio” en una conversación
para referirse a algún individuo esta mal visto y en algunos casos llega a ser un insulto, cuando en realidad
deberíamos respetar al indio como un semejante. Si la identidad nacional supone una identificación con nuestras
raíces y con nuestros con-nacionales, suena absurdo segregar al indio cuando vivimos en un país que cientos de
años atrás fue poblado por estos individuos y que incluso hoy representan a la mayoría de la población.

Por otro lado si analizamos la postura de la clase alta veremos que gran parte de ella tampoco se siente
identificada con el país. Algo que ocurre a menudo en el Perú, y que se puede observar en reuniones sociales, es
que muchos de los individuos de esta clase se sienten orgullosos de sus raíces europeas, incluso hasta mas
orgullosos que de su nacionalidad peruana, muchos de ellos tienen, o quieren tener, un pasaporte extranjero, o en
el caso de que sean jóvenes, quieren terminar sus estudios e irse a vivir a la tierra de sus ancestros. De una u otra
forma se sienten más extranjeros que peruanos.

No es el objetivo del ensayo plantear de forma absoluta la falta de identidad nacional. A pesar de todo lo anterior
también existen peruanos comprometidos con su país por el que sienten un gran amor, un claro ejemplo de esto
son los civiles y militares que vencieron juntos al terrorismo y aquellos ciudadanos que trabajan día a día por el
desarrollo del país.

Otro punto importante que no puedo dejar de mencionar está referido a los aspectos que muchas veces los
peruanos creemos una parte importantísima de nuestra identidad nacional, cuando en realidad son cosas que, si
bien es cierto son importantes, no representan el único criterio que involucra la identidad nacional. Este aspecto
seria el de los productos que genera el Perú. Un claro ejemplo de esto es “El Pisco peruano.” Durante los últimos
años el Perú ha tenido problemas con Chile, país que ha proclamado que el pisco es de su procedencia. Este es un
tema que le quita el sueño a muchos peruanos, sin embargo yo me pregunto ¿hasta que punto es realmente
trascendente preocuparse tanto? Si nuestro pisco o el aguardiente chileno (también denominado pisco) es mejor,
el mercado mundial lo decidirá; de lo que nosotros deberíamos preocuparnos (y mas que nosotros los productores
de pisco) es de mejorar la producción. Creo que no ganamos nada teniendo debates interminables sobre la
procedencia de esta bebida alcohólica, pero si ganaríamos algo si actuamos en lugar de pensar y hablar
simplemente.

Así como con el pisco los peruanos muchas veces nos sentimos “mas peruanos que nunca” cuando hablamos de
cosas ciertamente importantes pero poco trascendentes a mi parecer, como el ceviche, la cerveza, la selección de
fútbol. Son cosas que nos unen pero son factores de cohesión de segunda categoría. Mejor y mas inteligente sería
ocuparnos y juntarnos en torno a temas que sean trascendentes para el desarrollo del país, que es lo que
necesitamos, por ejemplo la educación, la cultura, un Nóbel, nuestra industria y sentir orgullo de primera
categoría por estos factores.

En términos generales la falta de identidad nacional es un gran problema del Perú por que es necesaria para el
desarrollo del país, nunca vamos a interesarnos en mejorar algo que no sentimos nuestro. Es como el individuo que
encuentra un árbol en medio de la calle y no le da mayor importancia, pero ese individuo le daría importancia si el
lo hubiera sembrado y fuera suyo, se preocuparía por regarlo y lo protegería de los daños que podría sufrir. De lo
anterior podríamos pensar que una solución para enfatizar la identidad nacional del Perú seria plantear un
proyecto que involucre a la población con el país para que esta sienta que le pertenece y se interese por él, de
manera metafórica seria hablar de “plantar un árbol”. Un buen proyecto para unificar a las naciones culturales
dentro del Perú podría estar relacionado al turismo, personalmente no creo que la pluralidad cultural sea un
problema para la identidad nacional, si nos esforzáramos por presentar al Perú como un país pluricultural al
mundo, seria mas atractivo para los extranjeros que podrían, mediante el turismo, mejorar la economía peruana.
La falta de un fin común entre los individuos de una nación hace que estos no se sientan identificados entre si

Para concluir podríamos decir que el Perú sufre una crisis de identidad nacional que podría repararse con un
proyecto común entre los ciudadanos peruanos, también podríamos decir que la conquista fue un factor
determinante que debilitó la identidad nacional peruana.

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