BOLETIN DEL MUSEO CHILENO DE ARTE PRECOLOMBINO,
N° 2, 1987, pp. 9-31, Santiago de Chile
ISSN 0716-1530
EL ORIGEN TRANSPACIFICO DE LA CERAMICA
VALDIVIA: UNA REVALUACION
Betty J. Meggers
En enero de 1966, la hipstesis segiin la cual la fabri-
cacién de cerdmica habia sido introducida en las
costas del Ecuador aproximadamente el afio 3000 a
C. por un grupo originario de la isla occidental del
Japén, encabez6 los titulares de los periédicos alre-
dedor del mundo.
Desde entonces, la validez de la hipstesis ha
sido un foco de controversia. La evidencia habia
impresionado favorablemente a muchos arque6-
logos (ejs.: Ekholm 1964: 496; Kidder Il 1964: 474;
Matos Mendieta 1966; Jennings 1968: 176; Schobin-
ger 1969: 264; Ford 1969; Reed 1971: 108; Willey
1971: 16), pero otros la rechazaron vehementemente
(ejs.: Lathrap 1973: 1760-1763; Browman 1976
467; Paulsen 1977: 653; Ravinés 1982: 67). Quienes
consideraron esta hipdtesis desacreditada basaron
sus evaluaciones en los juicios de otros, en lugar de
una s6lida investigaci6n de primera mano (e}.: Feld-
man y Moseley 1983: 155). Las explicaciones alter-
nativas no han sido criticamente analizadas desde el
punto de su consistencia o relevancia en relaci6n al
origen del complejo Valdivia. Este articulo revisard
la evolucién de la hipétesis transpacifica y exami-
naré la validez de las principales criticas que se le
han hecho. En trabajos previos (Meggers 1964, 1971
y 1980), se han presentado el andlisis y la discusin
concerientes al criterio general para diferenciar los
conceptos de difusién, convergencia invencién
independiente, asi como también la importancia de
las premisas te6ricas mediante las cuales la eviden-
cia es analizada
ANTECEDENTES HISTORICOS
En noviembre de 1956, Estrada publicé un folleto
titulado Valdivia: un sitio arqueolégico formativo
en la costa de la provincia del Guayas, Ecuador
(Estrada 1956). Este anunciaba el descubrimiento
de dos sitios, Punta Arenas y Valdivia, con cera-
mica que difera de cualquier otra que hubiera en-
contrado anteriormente. Las similitudes en las téc-
nicas decorativas entre esta cerdmica y las de An-
c6n, Guafape y Supe, en la costa peruana, le permi-
tieron inferir una antigiiedad mayor que la de Cho-
rrera, la mas antigua cerdmica conocida hasta en-
tonces en la costa ecuatoriana.
En 1958, Estrada (1958: 93-94) resumié las tres
tradiciones formativas de la costa del Ecuador
-Valdivia, Machalilla y Chorrera- y la evidencia de
sus respectivas antigtiedades relativas. El mismo
aio, Evans y Meggers (1958: 182) dieron una breve
descripcién del complejo Valdivia, concluyendo
que “este descubrimiento afadfa un escalén més en
Ja reconstruccién de las primeras sendas de la mi-
gracién y difusién entre América Central y Sudamé-
rica”.
Una pequefia monograffa de los autores Evans,
Meggers y Estrada se publicé en 1959. Un cuadro
mostr6-la incidencia de elementos caracterfsticos
del periodo A de Valdivia en los complejos Gua-
fape (Peri), Barlovento (Colombia) y Monagrillo
(Panama), los cuales tenfan fechas de carbono-14 de
similar antigitedad. Se concluyé que “el complejoBoletin del Museo Chileno de Arte Precolombino, N° 2, 1987
» Valdivia Rojo Ineiso: a) el primer fragmento de una vasija con borde almenado encontrado por Estrada; b)
sma Vasia€)vasija con cuatro pata. (Meggers, Evans y Estrada 1968: lim. 103.)
al ecuatoriano en el Periodo For-
desarrollado que los de las cul-
lo, Barlovento y Guafape, pero, sin
.ldivia comparte con ellos un complejo
isico similar” (Evans, Meggers y Estrada
nite el period comprendido entre diciem-
96( nero de 1961, Estrada excavé una
achera en la parte més profunda del sitio
G-31). E17 de febrero nos escribia: “En-
nos las estatuillas de piedra (se incluyen fo-
fias) a cuatro metros, ademas hachas de pie-
También estamos encontrando vasijas cua-
ngulares, dos fragmentos decorados. Uno se pa-
¢ ligeramente a la alfareria de Jomén”. El se-
nndo mostré un fragmento de una vasija con borde
Imenado (fig. 1 a)
Estrada continué comparando los elementos de
artefactos de alfareria, concha y piedra de Valdivia
con los de complejos tempranos en varias partes de
Asia y América. Los resultados Io Ievaron a la
conclusién de que algunos habjan sido introducidos
a comienzos de Valdivia B, “venidos de una fuente
que aparentemente no puede ser otra que Japon”
(Estrada 1961: 4). El estaba ansioso de presentar
esta hipétesis al mundo cientifico y nos insté a que
envidramos una breve comunicacién a Science, la
revista de la Asociacién Americana para el Avance
de la Ciencia. A pesar de que las noticias breves son
generalmente procesadas répidamente, ésta, en-
viada el 2 de junio de 1961, no se publics hasta el 2
de febrero de 1962..., mas de dos meses después del
inesperado fallecimiento de Estrada (Estrada, Meg-
gers y Evans 1962).
Las comparaciones hasta ese momento se ha-
bian basado en ilustraciones publicadas y en una
pequefia coleccién de la alfarerfa Jom6n Tardia del
Museo Nacional de los Estados Unidos. Era claro
para todos nosotros que se necesitaba informacion
mas especifica para establecer si las caracteristicas
de Valdivia formaban un complejo en Japon, que
fuera lo suficientemente antiguo como para ser un
antecedente ancestral. La oportunidad para prose-
guir esta investigacién nos fue dada por una beca de
la Fundaci6n Nacional de Ciencia, la que permitié a
Meggers y a Evans viajar al oeste del Japon durante
marzo y abril de 1963
Llevando ampliaciones de las fotos de los fragOrigen transpacifica de lo cerémica Valdivia / B. Meggers
Figura 2. Comparacién de cerémica con decoracién Valdivia Inciso Linea Ancha del sitio Jomén de Ataka (a-c) y Valdivia (d-h).
(Reproducida de Meggers, Evans y Estrada 1965: kim. 161.)
mentos decorados procedentes de Valdivia, v
tamos museos, universidades y colecciones pri-
vadas.
Encontramos algunas similitudes en coleccio-
nes de los sitios de Honshu. En Kyushu, sin em-
bargo, muchas técnicas y motivos de Valdivia esta-
ban asociados en un mismo sitio y los sitios con el
mayor némero de similitudes tendian a agruparse en
el periodo Medio Temprano de Jomén, que data de
alrededor de 5.000 afios antes del presente, Los
datos se presentaron en un cuadro, varias figuras y
26 laminas, cada uno comparando ejemplos de las
técnicas y motivos decorativos de Jomén y Valdivia
(figs. 2-4; Meggers, Evans y Estrada 1965). La evi-
dencia de que Valdivia derivaba del complejo Jo-
mén también fue resumida en varios articulos
(Meggers y Evans 1966 a, 1966 b; Meggers 1967)
Consideramos que la evidencia satisfacia todos
los requisitos establecidos por los antropélogos
como necesarios para inferir la difusién transpa-
cifica (Meggers 1971): 1) los complejos Jomén y
Valdivia eran contemporéneos; 2) en Japon hubo un
largo periodo (varios milenios) de evolucién de la
cerémica, mientras que en Ecuador aparece en
forma stbita y plenamente desarrollada; 3) no sélo
se manifiestan un gran numero de téenicas y de
motivos decorativos idénticos, sino también combi-
naciones idénticas de instrumentos, técnicas y mo-
tivos; 4) las semejanzas entre las cerémicas ocurren
principalmente en caracteristicas arbitrarias que no
contribuyen a la utilidad de las vasijas (ya que en
este caso habrian sido susceptibles de serinventadas
independientemente); 5) por iltimo, existia una via
de comunicacién conformada por la fuerte corriente
marina que fluye de Jap6n hacia el norte, luego
atraviesa el Pacifico hacia el este, pasando al norte
de Hawaii, y después dobla hacia el sur a lo largo de
la costa occidental del continente americano.
Suspendimos nuestros trabajos de campo en el
Ecuador después de Ja muerte de Estrada en no-
viembre de 1961, pero los resultados obtenidos du-
rante su breve carrera arqueoldgica atrajeron a otros,
investigadores. Porras (1975) excav6 un sitio Valdi-
ja en la isla de Pund; Lanning y sus estudiantes
encontraron pequefos sitios en la peninsula de
Santa Elena; Lathrap y sus asociados emprendieron
excavaciones en Real Alto, en la costa sur del
Guayas (Lathrap y Marcos 1975; Lathrap, Marcos y