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LA PERSONA O SUJETO DE DERECHO

1. Concepto:
El concepto de persona es un concepto principalmente filosófico, que expresa la
singularidad de cada individuo de la especie humana, sin embargo, en Ética y en
Derecho no solo existen personas de la especie humana.
Aunque el concepto más común de «persona» es el de «ser dotado de razón, consciente
de sí mismo y poseedor de una identidad propia», su significado puede tratarse desde
diferentes perspectivas. Partiendo de los diferentes contextos, cuales son, filosófico,
sociológico, fisiológico y psicológico.
Persona de Derecho: Persona es todo ente susceptible capaz de tener derechos o deberes
jurídicos.
Sujeto de derecho:
Se entiende por sujeto de derecho al individuo que participa en una relación jurídica, ya
sea como pretensor u obligado. Pueden imputársele derechos y obligaciones a través de
la ley. Todas las personas, ya sean físicas o jurídicas, son sujetos de derecho.
2. Clases de personas:
Según el artículo 15 del Código Civil, las personas se clasifican en naturales y jurídicas.
a. Son naturales: los seres humanos (art 16 C.C) individualmente considerados.
b. Son jurídicas: el conjunto de dos o más personas naturales que, teniendo
permanencia, la ley les reconoce determinados atributos, derechos, facultades y
a su vez les impone obligaciones.

3. Personalidad jurídica:
La personalidad jurídica o persona jurídica no son individuos, sino entidades creadas
por personas físicas. También son sujetos de derecho, con capacidad suficiente para
contraer obligaciones y realizar actividades que generan plena responsabilidad jurídica,
frente a sí mismos y frente a terceros.
Esto quiere decir que los seres humanos, las empresas, las cooperativas, las asociaciones
civiles y las organizaciones no gubernamentales (ONG) por citar algunos ejemplos de
personas físicas y jurídicas, cuentan con derechos que están protegidos por la ley.
Son entidades abstractas, de existencia ideal, que se distinguen de las personas naturales
por las finalidades que persiguen.

4. Elementos constitutivos de las personas jurídicas:


Los elementos esenciales que integran una persona jurídica, o sea, aquellos sin los
cuales no puede existir, son los siguientes: las personas, las normas que la rigen, el acto
jurídico que le da nacimiento, el reconocimiento del Estado en las personas jurídicas
privadas, y el registro de su existencia.
Las personas físicas, son un elemento imprescindible para que exista una persona
jurídica, pues son los que ejercerán los derechos del ente ideal, que por ser tal, no posee
capacidad de hecho.
Existe en el derecho el concepto de persona con personalidad jurídica y que se define
según si pertenecen a la especie humana o no. En este sentido el derecho se refiere a
aquellas personas por el simple hecho de existir y ser humanas se denominan personas
naturales, también llamadas individuales, físicas, simples o concretas y por otro lado se
considera a las personas que no son individuos de la especie humanas como personas
jurídicas, colectivas, morales, complejas, abstractas, incorporales.
Según nuestro ordenamiento jurídico en el caso de la persona humana los adquiere
desde el momento en que nace (CC Art. 17) aunque puede ser capaz de adquirir ciertos
derechos aún antes de nacer y aún después de su muerte, sin embargo, para las personas
jurídicas los derechos comienzan desde su creación, bien sea por un ente del estado o
por la asociación voluntaria de un grupo de personas y para los cuales se exigen una
serie de requisitos tanto de forma como de cumplimiento de ciertos normativas legales
que deben seguir y que a su vez las regulan.
Para que nazca la persona jurídica, no solo se requiere de la reunión de aquellos
elementos de hecho, además de inscripción en el registro respectivo, según señala el
artículo 77 del C.C.
Es necesario destacar sin embargo, que existen componentes del Estado que no poseen
personalidad jurídica como es el caso de los ministerios, la Asamblea Nacional, el
Tribunal Supremo de Justicia, entre otros.

5. Clasificación de las personas jurídicas


En general, se puede dividir la personalidad jurídica de una entidad en función de su
interés, que puede ser público o privado.
a. Personas jurídicas de derecho público:
Tienen por finalidad la prestación de los servicios públicos o la ejecución de actividades
reservadas por la ley, al Estado o a las empresas del Estado.
Tienen su origen en la ley, ya que puede tratarse de la constitución, la ley orgánica o la
ley ordinaria. Están dotadas del “ius imperium” que les permite dictar disposiciones de
cumplimiento obligatorio.
Las personalidades jurídicas de derecho público deben diferenciarse de las de derecho
privado que realiza una actividad de utilidad pública, aunque se hallen sometidos a
cierto control y vigilancia del Estado por razón de dichos servicios.
b. Personas jurídicas de derecho privado:
Son los entes privados que se constituyen voluntariamente de acuerdo con la legislación
aplicable que regula su constitución, organización, funcionamiento y extinción.
En todo caso, las disposiciones legales que son de aplicación prevén unos requisitos
formales de carácter esencial para que sean válidos los actos fundamentales de dichas
personas jurídicas. Y el cumplimiento de tales disposiciones conlleva siempre un
determinado control por parte de la administración. Habitualmente, las personas
jurídicas de derecho privado están animadas de un propósito de beneficio para las
personas naturales integradas en aquéllas. Por ello, suele coincidir el que sean personas
jurídicas de derecho privado, con el que sean personas jurídicas de interés particular.
Las normas reguladoras de todas ellas se encuentran en el Derecho civil y en el Derecho
mercantil. Las formas más conocidas que revisten son: asociaciones, fundaciones,
sociedades civiles y sociedades anónimas. Todas ellas se rigen por sus propios estatutos,
que han de redactarse de acuerdo con la legislación aplicable. (C.C, artículo 36)
6. Adquisición de la personalidad jurídica
En el momento a partir del cual se considera que alguien ha nacido, que es persona, esta
es fundamental a efectos jurídicos y prácticos, como por ejemplo en cuestión de
herencias. Además, esta materia ha sufrido hace poco una reforma capital. Antes, para
considerar civilmente nacida a la persona, era necesario que ésta sobreviviera 24 horas
separada del cuerpo de la madre. Hasta que no transcurría dicho plazo el nacido no
adquiría personalidad jurídica, que es la capacidad para ser titular de derechos y
obligaciones. Evidentemente, pocos deberes se van a exigir a un recién nacido. Aquí la
importancia residía en los derechos, especialmente en la posibilidad de que pudiera
beneficiarse de una herencia. Ahora, por el contrario, no tienen que pasar 24 horas para
que la persona adquiera la personalidad y la capacidad jurídica; basta simplemente con
nacer. Este cambio ha supuesto, en definitiva, una alteración importante de las
situaciones que pueden darse con un nacimiento.
En estos casos se considera como primogénito al que primero haya nacido. La extinción
de la personalidad se produce con la muerte de la persona. A partir de ese momento
todos los bienes y derechos que integran su patrimonio entrarán a formar parte de la
herencia. El fallecimiento puede determinarse tras el cese irreversible de las funciones
encefálicas o cardiorrespiratorias, certificadas por un profesional sanitario.
La premoriencia, a través de esta figura trata de resolverse los casos en los que dos o
más personas mueren al mismo tiempo o en circunstancias que impidan precisar el
momento de la muerte. Da igual que fallezcan en iguales circunstancias o en lugares y
por motivos diferentes.
Estos son los aspectos jurídicos básicos del nacimiento, adquisición de la personalidad
jurídica, y del fallecimiento, extinción de dicha personalidad. Posteriormente, la edad de
la persona y su estado civil (casado o soltero; vecino de una u otra Comunidad
Autónoma; venezolano o extranjero; capaz o incapacitado) determinarán la capacidad
de obrar en el ámbito jurídico y económico.

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