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Resumen primer parcial derecho administrativo.

Las bases del derecho administrativo.

La génesis es la limitación del poder estatal. Su razón de ser es el respeto por los derechos de los
ciudadanos.
Tras las revoluciones liberales del siglo XIX y el advenimiento del Estado Liberal, del Derecho
comenzó a sistematizar los principios y reglas propias del poder, privilegios y limitaciones.
El derecho administrativo, define el equilibrio entre el poder estatal que persigue el interés de
todos y los derechos de las personas.
Incluye dos postulados respecto del Estado. Por un lado el reconocimiento jurídico del poder
estatal y sus privilegios, y por el otro, el límite de ese poder.
El derecho administrativo nace como un conjunto sistemático de privilegios y límites estatales
apoyándose en el reconocimiento de derechos.
El reconocimiento del poder y su cauce jurídico es el primer límite en el ejercicio de aquél, y por
ello es posible definir al derecho administrativo como el límite sobre el poder estatal.
Con las revoluciones liberales surgen dos modelos institucionales, cuya principal diferencia es
cómo interpretar el principio de división de poderes.
Uno de los puntos más controvertidos es la relación entre los poderes ejecutivo y judicial. El
modelo anglosajón interpretó que el principio de división de poderes no impide de ningún modo el
control judicial sobre el gobierno. El modelo continental europeo sostuvo que el poder judicial no
puede revisar las actividades del poder ejecutivo porque si fuese así se desconocería el principio
de división de poderes ya que estaría inmiscuyéndose en el ámbito propio de éste.
El derecho administrativo comenzó a constituirse como el conjunto de herramientas o técnicas de
exclusión del control judicial sobre el poder ejecutivo. Constituyen prerrogativas frente a las
personas y también en su relación con los otros poderes.
Otro punto es el vínculo entre los poderes ejecutivo y legislativo. El poder ejecutivo tiene una zona
de reserva en el ámbito de las regulaciones.
Una cuestión controversial fue la creación del Derecho Público como un régimen exorbitante
comparado con el modelo propio del Derecho Privado, dos derechos.
El derecho administrativo prevé un conjunto de privilegios estatales, como ser el carácter
ejecutorio de sus actos, el régimen especial de los bienes del dominio público, el agotamiento de
las vías administrativas y el carácter meramente revisor de los tribunales sobre las decisiones del
ejecutivo.
El objeto de este conocimiento jurídico fue el control de las conductas estatales por tribunales
especializados, pero esto es un aspecto de nuestro objeto de estudio.
El derecho administrativo debe asentarse sobre los siguientes pilares: a) El sistema de gobierno; b)
El control judicial o por tribunales administrativos de las actividades del poder ejecutivo; c) La
existencia de uno o dos derechos; d) El modelo de administración; e) la distinción entre Gobierno y
Administración.
El derecho administrativo nace en nuestro país en las últimas décadas del siglo XIX.
Nuestro modelo de derecho público es contradictorio, por un lado sigue el texto constitucional de
los Estados Unidos, y por el otro el Derecho Administrativo de los países continentales europeos.
Esta discusión debe ser abandonada, ya que en el estadio actual y en el derecho comparado existe
un acercamiento entre los dos modelos, y el texto constitucional de 1994 introdujo conceptos
marcadamente propios sobre las estructuras estatales.
En el siglo XX, el Estado liberal fue reemplazado por el Estado social y democrático, incorporándose
los derechos sociales, de modo que el Estado cumplió un papel mucho más activo con el objeto de
extender el bienestar de toda la sociedad mediante prestaciones activas y no simples
abstenciones.
En el derecho administrativo las consecuencias más marcadas fueron el crecimiento de las
estructuras estatales, las intervenciones del Estado en las actividades económicas e industriales
por medio de regulaciones y de empresas y sociedades de su propiedad.
El estado debe desarrollar conductas positivas y de intervención y no simplemente abstenerse y no
interferir en los derechos de las personas. Exigen conductas y prestaciones, participan en el propio
Estado y pueden oponerse en caso de inactividad u omisión de éste.
Otras de las cuestiones a tener en cuenta son la democratización de las estructuras administrativas
y los nuevos paradigmas en el desarrollo de la Teoría General del Derecho Administrativo.
El derecho Administrativo, es un control sobre el Estado, regula las relaciones entre estado y
personas físicas, y entre estado y estado. Es el límite a las prerrogativas del Estado. Es el andamiaje
para el Estado, un mecanismo para su funcionamiento. Administra los tres poderes del Estado, que
son el Ejecutivo, Legislativo y Judicial.
La división de poderes se da en razón de sus funciones o de su competencia. Es el desarrollo del
poder ejecutivo. Busca el equilibrio entre el individuo particular y el Estado por el desequilibrio
natural que hay entre estos.
Se puede hablar de derecho administrativo teniendo siempre en cuenta la relación entre 1)
Particular y Estado, 2) Estado y particular, y 3) entre Estado y Estado. Entre ESTADO Y ESTADO, es
necesario tener en cuenta la organización interna, que son los límites y la administración. El
derecho administrativo es una herramienta para que los particulares puedan luchar con el Estado.
Gran parte de esta rama del derecho tiene que ver con el Estado respecto del Individuo.
El derecho va mutando y el derecho administrativo nunca puede ser estático por el Estado va
mutando, y el Estado es su eje principal.
La razonabilidad atraviesa a todo el derecho administrativo. Sirve como herramienta para discernir.
Esto está contemplado en el artículo 18 de la constitución nacional.
El individuo particular tiene derechos que puede y debe pedir al Estado. Son los derechos de
tercera generación, los sociales que no pueden ser discutidos.
La revolución francesa es un hito, ya que hay derecho administrativo con el límite al Estado, y sin
éste no hay derecho administrativo. La misma trae aparejada la división de poderes, habilitó el
control del pueblo sobre el Estado, deja de gobernar una única clase, y de aquí en adelante
podemos hablar de derecho administrativo.
La división de poderes deja al Poder Ejecutivo, al Poder Legislativo, y al Poder Judicial. Esto es para
que haya un control y que el actuar no sea concentrado.
El Poder Judicial, ¿Controla al Estado? Controla en medio de un litigio siempre que haya un
conflicto por un derecho en pugna. El control no es en abstracto. ¿Puede anular un acto del
Estado? Sí, no puede una vez que anula el obrar reemplazar el acto anulado, puede dar directivas
para la nueva legislación.
El obrar el Poder Judicial no puede nunca reemplazar al obrar del Estado.
Una prerrogativa estatal es la capacidad para regular, es el monopolio de la fuerza, es la facultad de
modificar unilateralmente de (c), es la posibilidad de expropiar, es el control sobre el dominio
público, los impuestos. Las mismas NO pueden ser absolutas, por ello se limita y para saber si lo
puede hacer o no, se debe ver la Constitución Nacional.
El Estado no es un ente autónomo.
Hay un nuevo paradigma del Derecho Administrativo, incorpora sistemas nuevos que no tienen
que ver con cuestiones básicas, como ser trabajo y vivienda, que es lo que incorporan los derechos
de tercera generación, que ayudan a cerrar el concepto y que se agregan a los avances del derecho
administrativo.
Los particulares pueden actuar separadamente y en conjunto.
El poder judicial tiene tribunales administrativos, que es la categoría que da la corte.
El derecho constitucional de nuestro país tiene sus bases en Estados Unidos de Norteamérica, y el
derecho administrativo en Francia, Europa. El hecho de que la raíz sea diferente puede traer
confusiones a la hora de su interpretación. No puede haber una aplicación directa del instrumento.
El hecho de que las raíces sean diferentes no ata el análisis del derecho administrativo.

(Fallo Ángel Estrada y Fernández Arias)

El concepto de Derecho Administrativo.

Las funciones del Estado son las siguientes: 1) Funciones administrativas/ derecho administrativo;
2) Funciones legislativas/ derecho parlamentario; 3) Funciones judiciales/ derecho judicial.
El concepto de funciones estatales es relevante jurídicamente porque luego de su aprehensión
debe aplicársele un sector o bloque específico del derecho.
El derecho administrativo nace y crece alrededor de las funciones llamadas administrativas. El
objeto del mismo es el estudio de las funciones administrativas.
Es necesario asociar Derecho Administrativo (funciones administrativas) y Poder Ejecutivo, como
conceptos casi inseparables.
El encuadre de ciertas partes de los otros poderes (Legislativo y Judicial), son sus campos
materialmente administrativos. Ejemplos de esto son: El régimen de personal, las contrataciones
de los poderes Legislativo y Judicial, son funciones administrativas por lo que debemos aplicarles el
derecho administrativo.
El aspecto jurídicamente relevante no es lo si aplicamos el Derecho Administrativo, Parlamentario
o Judicial, sino si ese ordenamiento es respetuoso de los principio y garantías constitucionales.
Las funciones estatales según el criterio objetivo. Esto está centrado en el contenido material de
las funciones estatales, por esto sólo se pregunta sobre el objeto o contenido. El sujeto es
absolutamente irrelevante.
Las funciones legislativas consisten en el dictado de normas de carácter general, abstracto y
obligatorio con el objeto de reconocer y garantizar derechos y ordenar y regular las conductas de
las personas.
Debemos excluir del campo de las funciones legislativas: a) Las potestades materialmente
administrativas y judiciales del poder legislativo, como ser también leyes de alcance singular; b) Las
potestades materialmente ejecutivas y jurisdiccionales del Poder Ejecutivo, los actos de alcance
particular del ejecutivo y los actos jurisdiccionales dictados por los tribunales administrativos; y c)
las funciones materiales ejecutivas y judiciales del Poder Judicial, actos de alcance particular en el
Poder Judicial es partes y los fallos judiciales.
El contenido objetivo de las funciones judiciales es resolver conflictos entre partes con carácter
definitivo. Juzgar supone definir conflictos con fuerza de verdad legal.
Hay que aclarar el concepto de FUNCIONES ESTALALES DE ADMINISTRACION, y hay dos
posibilidades. Aprehender el núcleo material u otorgarle carácter residual (así luego de definido el
material legislativo y judicial, el resto es administrativo).
Desde el núcleo material. Las funciones administrativas son las aplicaciones del ordenamiento
jurídico mediante actos de alcance individual en situaciones no contenciosas. Es la ejecución del
orden normativo mediante decisiones de alcance particular. En esto hay dos fallas, por un lado
existe una superposición parcial con las funciones materialmente judiciales porque en ambos casos
el Estado decide aplicar el orden jurídico en el marco de un caso concreto. Por otro, es claramente
impreciso en sus contornos.
Desde el carácter residual. Es insuficiente ya que adolece de las imprecisiones propias de las
materias legislativas y judiciales.
Las funciones administrativas son el conjunto de actividades que satisfacen de modo directo,
concreto y particular los intereses colectivos, y a su vez, las otras actividades que no estén
comprendidas en los conceptos objetivos de funciones legislativas y judiciales.
En razón del criterio objetivo, el Poder Ejecutivo ejerce funciones materialmente legislativas
cuando dicta reglamentos, funciones jurisdiccionales por medio de los tribunales administrativos.
El poder Legislativo ejerce potestades materialmente administrativas cuando aplica las leyes en su
ámbito interno, y materialmente judiciales en el proceso del juicio político. El Poder Judicial
desarrolla facultades materialmente legislativas al dictar acordadas y administrativas cuando
ejecuta su presupuesto en su propio espacio.
Las funciones estatales según el criterio subjetivo. Según cual sea el sujeto titular de las funciones.
Los actos administrativos son los siguientes: a) Los reglamentos que dicte el Poder Ejecutivo; b) los
actos de alcance particular; c) Los actos jurisdiccionales de los tribunales administrativos.
La crítica es la heterogeneidad del objeto porque las funciones comprendidas en su objeto son
disimiles.
Las funciones estatales según los criterios mixtos. Son conceptos que estén integrados por
elementos objetivos y subjetivos cruzados. A) Las funciones administrativas son todas las
actividades del Poder Ejecutivo más las actividades materialmente administrativas de los otros
poderes. B) Las funciones administrativas son todas las actividades del Poder Ejecutivo más las
actividades materialmente administrativas del Poder Legislativo. C) Las funciones administrativas
son todas las actividades del Poder Ejecutivo más las actividades materialmente administrativas del
Poder Judicial.
Alcance y consecuencias jurídicas de las funciones administrativas. ¿Es igualmente válido el criterio
subjetivo, objetivo y mixto? Sí, siempre que el concepto de que se trate respete los derechos y
garantías. Más allá de su calificación y el marco jurídico a aplicar siempre deben respetarse los
principios constitucionales, particularmente, el control de las decisiones estatales por terceros
imparciales. El acto sancionador debe ser revisado por otros según el mandato constitucional.
¿Cabe aplicar normas del Derecho Administrativo sobre los reglamentos del Poder Judicial? La
corte interpretó que sí. El recurrente debe interponer el recurso impropio en los términos de la Ley
de Procedimiento Administrativo, es necesario agotar las vías administrativas.
Ventajas y desventajas de cada criterio. El criterio subjetivo es el más simple porque en principio,
evitamos los conflictos interpretativos sobre cuál es el marco jurídico a aplicar.
El criterio objetivo es mucho más complejo toda vez que es sumamente difícil delinear el núcleo
conceptual. Es complicado aprehender el núcleo material de las funciones estatales y
particularmente su contorno.
El criterio mixto también adolece de idénticos problemas en su derrotero interpretativo y de
aplicación. Hace hincapié en el carácter homogéneo del objeto, según este concepto debemos
interpretar que las potestades materialmente administrativas del Poder Legislativo y del Poder
Judicial están incorporadas en el ámbito de las funciones administrativas.
El convencional no dice qué debe entender por funciones administrativas, y por tanto, qué derecho
aplicar. Por ello el texto constitucional permite cualquier definición conceptual, porque
simplemente describe cuáles son los poderes del Estado y las competencias de cada uno de ellos
mezclándolas materialmente.
El concepto de Derecho administrativo. El derecho administrativo es parte del derecho público y es
un conocimiento autónomo de las otras ramas del derecho. El mismo reconoce ciertos privilegios a
favor del Estado ya que éste persigue intereses colectivos.
Este sistema jurídico integrado por privilegios en ciertos aspectos restricciones en otro sólo
alcanza al Estado y no al resto de las personas.
El derecho administrativo es el conjunto de principios, normas, instituciones y técnicas articuladas
en términos coherentes.
¿Qué estudia el derecho administrativo? Estudia el marco jurídico de las funciones administrativas
del Estado, es decir, el conjunto de principios y reglas que regulan las funciones del Poder Ejecutivo
y otros dos aspectos relevantes y complementarios, el modo de organización del Estado en el
ejercicio de esas mismas funciones con las personas.
El estudio de las funciones administrativas comprende al titular de éstas; y los destinatarios, es
decir los titulares de los derechos en el marco de sus relaciones con el Estado.
Las funciones administrativa según el CRITERIO DE BALBIN, es el conjunto de potestades estatales
que ejerce el Poder ejecutivo de contenido materialmente ejecutivo, legislativo y judicial. El objeto
de estudio es la regulación de esas potestades y sus herramientas.
El Derecho Administrativo es técnicamente un conjunto de principios y reglas sobre el Estado en
virtud de su estructura y de sus fines propios, y básicamente de las relaciones de las personas con
él. Comprende: a) las regulaciones sobre el propio Poder Ejecutivo, b) La participación del Poder
Ejecutivo en las regulaciones sectoriales, y c) Las regulaciones de las situaciones jurídicas entre
personas y Estado.
El concepto de derecho administrativo es un concepto estrictamente positivo, es aquellas que las
normas dicen que es y su contenido, consecuentemente es convencional y variable. Por ello, el
derecho administrativo debe construirse y estudiarse desde otro pilar más firme y estable, es decir
el Derecho Constitucional.
El Derecho Público tiene siempre presente al Estado. La organización del mismo tiene como
principio fundamental al de división de poderes, que consiste en dividirlos en Poder Ejecutivo,
Poder Legislativo y Poder Judicial. El Poder Ejecutivo tiene relación con los otros dos poderes.
La división de poderes significa que las funciones se dividen, y cada poder tiene prerrogativas que
le corresponden en forma exclusiva.
A partir del Contrato Social es que se adopta la forma de gobierno con división de poderes.
Existe cierto control entre los poderes, por ejemplo: el control de constitucionalidad, que ejerce el
Poder Legislativo al Poder Ejecutivo, el nombramiento y la sanción a los miembros de la Corte que
hacen los jueces, el Poder Ejecutivo, al Legislativo, mediante el veto total o parcial. Hay
intervención y relación.
Esto consiste en pesos y contrapesos para que el poder no sea ejercido en forma discrecional y que
el control no suplante a la función.
Se dice que el Estado tiene facultades exorbitantes, porque exorbita el derecho común. Así se lo ve
desde el ámbito del derecho privado. El derecho público tiene prerrogativas que son legales.
El nuevo paradigma del Derecho administrativo, lo ve frente a la colectividad y no frente al
individuo. Esto se debe a la incorporación de los derechos de tercera generación.
En la relación Estado- Individuo, lo que el Estado hace se plasma a través de las FUNCIONES
ADMINISTRATIVAS.
Cada poder tiene un núcleo de funciones propias, el PEN administra, el PJN tiene como función la
jurisdicción, y el PLN legisla. Es todo esto más las funciones de los otros poderes.
El PEN ejerce funciones materialmente legislativas y materialmente judiciales, estas últimas a
través de los TRIBUNALES ADMINISTRATIVOS.
El PJN ejerce funciones materialmente legislativas, mediante el dictado de acordadas, y
materialmente administrativas mediante la designación de personal.
El PLN ejerce funciones materialmente judiciales mediante el juicio político y administrativas
mediante el empleo de personal.
Es necesario ver qué es la función materialmente administrativa para saber qué es lo que estudia
el derecho administrativo.
La doctrina tiene 3 criterios para ver cuándo hay función administrativa. El criterio objetivo ve la
cosa, si es o no administrativa. Balbín lo que dice al respecto es cuándo es administrativa. El
criterio subjetivo mira al sujeto del cual emana el acto, plantea que es función administrativa cada
vez que emana del estado. Este es el criterio seguido por BALBIN. El criterio mixto combina de
quién emana y cuál es el contenido.
Todo esto sirve para entender cuál es el régimen aplicable.
El criterio subjetivo es el más fácil. SI es función administrativa es derecho público.
La legislación argentina utiliza los tres criterios por igual. Aunque no se usa el mismo criterio en
toda la legislación.
La función administrativa sirve para ver el derecho aplicable y la variación de la sentencia. Según el
encuadre que se le dé será la sentencia. Para la competencia se utiliza el criterio mixto. Habiendo
función administrativa puede ser civil y comercial o contencioso administrativo.
Para ver si el contrato el público o privado debo ver primero la función administrativa.
A través de los TRIBUNALES ADMINISTRATIVOS le PEN ejerce la función judicial. El Estado vs un
particular y resuelve el propio estado. Si bien el artículo 109 de la constitución nacional limita esto,
ya que prohíbe la función judicial al PEN hay dos fallos que tratan el tema que son FERNANDEZ
ARIAS Y ESTRADA.
Las definiciones normativas dicen cómo las cosas deben ser, cuando alguna conducta se aleje del
deber ser no será esa función.
Existe un concepto residual que dice: TODO LO QUE HACE EL ¨PEN” + AQUELLO QUE HACE EL PLN Y
NO ES LEGISLATIVO + LO QUE HACE EL PJN Y NO ES JURISDICCIONAL.
La doctrina tradicional plantea que la división de funciones a cada actividad del Estado, sirve para
ver qué régimen jurídico voy a aplicar. Para el derecho judicial aplicaré el código procesal, para el
derecho parlamentario, la CN + los reglamentos internos, este es el derecho que regula la actividad
de emitir leyes.
Y por otro lado está el derecho administrativo.
Balbín dice que el régimen jurídico de hoy define a qué tipo de actos se aplica. Esto es porque hoy
en día hay muchas normas que dicen sobre cada función.
El derecho administrativo es el que se aplica a la función administrativa. El mismo la estudia en 3
aspectos: 1) ¿Cómo se organiza el PEN para cumplir esa función?; 2) ¿Qué relación establece el
Estado con los particulares en el ejercicio de la función?; 3) ¿Cómo interviene el Estado en la
regulación de los servicios públicos?.

Los caracteres del Derecho Administrativo.

El derecho administrativo recurrió y recurre al marco propio del Derecho Privado. Esto es por
razones históricas ya que el Derecho Administrativo nació como un conjunto de reglas especiales y
de excepción respecto del derecho civil y se nutrió de las instituciones de éste último.
El Derecho Administrativo constituye desde ese entonces un conocimiento con principios, reglas,
conceptos, institutos y técnicas de integración propias. Este fenómeno ocurrió recién en el siglo XX.
A) Es un derecho permanente y cambiante. Esto se debe a que cambian la sociedad y la decisión
política, la cual es definida por la sociedad.
B) Es autónomo, separado e independiente del derecho civil. Es necesario volver sobre el derecho
civil, aunque mediante técnicas de integración más complejas o sofisticadas. El derecho
administrativo no dice todo, por ello es necesario traer el derecho civil al derecho administrativo.
Hay dos técnicas: 1) Analogía: tomo la norma y la adapto a la materia a la que se la voy a aplicar.
2) Subsidiariedad: si el régimen primario tiene una laguna, recurro al otro régimen y la aplico tal
cual está. La cátedra adhiere a este segundo criterio, plantea que son esencialmente diferentes y
no puedo aplicar subsidiariamente sino analógicamente.
Se cruza con el derecho penal en el ámbito específico de las sanciones administrativas que es un
campo poco extenso y complejo. El derecho penal es aplicable en el ámbito del derecho
administrativo en dos niveles. Los principios de aquél informan todo el régimen del derecho
administrativo sancionador; y recurrimos al derecho procesal penal en el caso no previsto por
medio del instituto de la analogía y no de modo directo o subsidiario (institutos sobre reincidencia
o prescripción).
La ley de contrato de trabajo en ciertas áreas de la administración pública nacional.
C) Es un derecho local. Existen competencias concurrentes entre la nación y las provincias. Aun así
deben prevalecer las normas federales por aplicación del principio de jerarquía normativa (art 31
Cn) Las provincias transfirieron el poder de regulación y ejercicio de ciertas actividades materiales
al estado federal. El derecho administrativo es un derecho esencialmente local, es decir provincial,
sin perjuicio de las competencias que el propio texto constitucional reconoce en el Estado Federal.
Todo esto quiere decir que debe primero recurrir a la CN y luego se ve la estructura. Es un derecho
federal, de excepción, esto quiere decir que es todo lo que la CN le atribuye y todo lo no delegado
al Estado federal por CN es de las provincias. Lo federal no se aplica a lo provincial, sólo a lo
nacional.

Las fuentes del Derecho Administrativo.

La fuente del derecho es su origen, su fundamento. Debemos ver cuáles son las fuentes, la relación
entre ellas, el alcance y el valor jurídico.
El ordenamiento jurídico más allá de regular el comportamiento de las personas, regula también el
modo cómo se debe producir la regla.
Las fuentes son: la ley, la jurisprudencia, los principios generales del Derecho, la costumbre y la
doctrina.
El criterio de resolución de conflictos es el criterio jerárquico, es decir, el juego de grados
superiores e inferiores entre las normas. El texto constitucional es el primer eslabón. Tras la
constitución están los tratados, las leyes, los decretos, las demás resoluciones del PEN. Este criterio
sostiene los siguientes postulados: a) las normas superiores modifican o derogan todas las
inferiores; b) las normas inferiores no pueden modificar o derogar las superiores; y c) las normas
inferiores que contradicen las superiores deben ser tachadas por inválidas.
El criterio jerárquico desplaza los criterios de temporalidad y especialidad en caso de conflicto
entre fuentes.
En casos de excepción el criterio de jerarquía cabe aplicar el criterio de competencias materiales o
de procedimiento. Cuando las normas reconocen ciertas competencias materiales propias o
específicas en los órganos inferiores, las normas dictadas por éstos prevalecen por sobre las
normas superiores. Otro supuesto es cuando un modelo regula un procedimiento especial y
consecuentemente las normas de rango superior no pueden desconocer las normas dictadas por
medio de este trámite singular.
Los principios generales: Los principios son reglas de carácter general, abstracto y de estructura
abierta. El derecho positivo reconoce los principios generales como parte del ordenamiento
jurídico. La constitución nacional reformada en el año 1994 prevé los principios generales de
nuestro sistema jurídico de modo expreso en su propio texto o en los tratados del artículo 75.
Los principios son fuente del derecho y el intérprete debe buscarlos básicamente en el propio
texto constitucional. Existen otros principios y que éstos básicamente son el carácter inviolable,
autónomo e igualitario de las personas porque son presupuestos propios del discurso racional.
Los principios cumplen el cometido de ordenar el modelo jurídico, integrarlo con un criterio
armónico y coherente, salvar las indeterminaciones y ordenar la labor del intérprete. Los principios
en el marco del derecho administrativo, ocupan un espacio mucho mayor que en el derecho
privado. Los principios constitucionales relevantes en el marco del derecho administrativo son: a)
el principio del sistema democrático; b) los principios de división de poderes y legalidad; c) los
principios de autonomía personal e igualdad; d) el principio sobre el reconocimiento y exigibilidad
de los derechos; e) el principio de la tutela judicial efectiva; f) el principio de responsabilidad
estatal, g) el principio de transparencia, h) el principio de participación; i) el principio de
descentralización; j) el principio de federalismo.
Es necesario agregar los principios generales del Derecho Administrativo instrumentales o
secundarios derivados de los principios constitucionales generales ya mencionados, como el
debido proceso adjetivo. El principio in dubio pro administrativo, en caso de dudas el operador
debe interpretar las normas a favor de las personas en sus relaciones con el Estado. Otro es el de
motivación de las decisiones estatales y el carácter legítimo de éstas.
La constitución: es la principal fuente y en especial del derecho administrativo. Por ejemplo, las
funciones estatales, los principios de legalidad y reserva legal. En ningún caso el análisis del
derecho administrativo puede prescindir de los principios y cláusulas constitucionales. Existen
básicamente dos concepciones sobre la interpretación de la constitución. El criterio subjetivo, que
es cuál ha sido la intención de los convencionales constituyentes; y el postulado objetivo, el
sentido que tienen los términos o conceptos normativos al momento de su aplicación. Esta última
interpretación es la actual. Es necesario recurrir a juicios de valor para conocer el sentido del texto
constitucional. Debe definirse cuál es el criterio de valor y luego el método de interpretación del
texto constitucional. El método dogmático en su concepción de corte clásico resulta insuficiente
para salvar las indeterminaciones del ordenamiento jurídico. El valor democrático es el pilar
fundamental del método jurídico. El valor de los principios morales no surge estrictamente del
consenso sino del método discursivo o sea del discurso moral que describimos. El modelo
democrático consiste en que el criterio de participación de todos los afectados en el proceso de
toma de decisiones aumenta las probabilidades de que las soluciones sean válidas, aceptables en
condiciones ideales de imparcialidad, racionalidad y conocimiento. En el proceso democrático
deben respetarse ciertos derechos como los de autonomía, igualdad, e inviolabilidad de las
personas que se configuran como los presupuestos básicos de aquel con carácter universal. En
relación con el método interpretativo el criterio a seguir debe ser dinámico y se consideran los
siguientes elementos: A) el texto; b) sus antecedentes; c) su sentido lógico; d) su integración con
las normas jurídicas; y e) su finalidad. El criterio de interpretación debe ser el de continuidad del
texto constitucional según los valores actuales (criterio progresivo).
Los tratados internacionales: Hay tratados con rango constitucional, y tratados con jerarquía
inferior a la constitución pero por encima de la ley. Entre los tratados con jerarquía constitucional
están: 1) Declaración Americana; 2) Declaración Universal de los derechos humanos; 3)
Convención Americana; 4) Pacto internacional de Derechos económicos, sociales y culturales; 5)
Pacto internacional de Derechos civiles y políticos y su protocolo facultativo entre otros. El rango
que se le da a estos tratados es en estos términos: “En las condiciones de su vigencia, tienen
jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de esta constitución y
deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella reconocidos.” En las
condiciones de vigencia quiere decir, que es según el modo y términos en que estén vigentes en el
Derecho Internacional. Incluye el conjunto de reglas de aclaración, interpretación, y aplicación
dictadas por los órganos competentes en el contexto internacional. Se aplica tal como la
convención efectivamente rige en el ámbito internacional y considerando particularmente su
efectiva aplicación jurisprudencial por los tribunales internacionales competentes para su
interpretación y aplicación. A la corte como órgano supremo de uno de los poderes del Gobierno
Federal, le corresponde aplicar los tratados internacionales a que el país está vinculado.
Corresponde al Poder Judicial ejercer un control de convencionalidad, entre las normas jurídicas
internas y la Convención Americana de derechos humanos. Se debe tener en cuenta no sólo la
letra del tratado sino también la interpretación de éste hecha por la corte interamericana. Para
determinar si hubo o no retardo injustificado en la decisión hay determinadas pautas a seguir: a) la
complejidad del asunto, b) la actividad procesal del interesado; c) la conducta de las autoridades
judiciales; d) el análisis global del procedimiento. Se debe tener en cuenta lo que diga el intérprete
autorizado, ya que su interpretación comprende las condiciones de vigencia del mismo
instrumento que posee jerarquía constitucional. Los tratados deben entenderse como
complementarios de los derechos y garantías de la constitución nacional y, en ningún caso, su
incorporación puede interpretarse como derogación de cualquier disposición de la primera parte
de nuestro texto constitucional.
Respecto de los tratados sin rango constitucional, podemos decir que estos tienen jerarquía
superior a las leyes. Un tratado que incide fuertemente en el derecho administrativo es Convenio
sobre arreglo de diferencias relativas a inversiones entre estados y nacionales de otros estados. El
CIADI actúa como árbitro en conflictos de naturaleza jurídica que surjan entre los Estados parte y
un nacional de otro estado parte en materia de inversiones.
Sobre los tratados de integración podemos decir que el estado argentino a través de estos puede
transferir competencias en condiciones de reciprocidad e igualdad. El congreso debe declarar la
conveniencia del tratado de integración y, luego de transcurridos al menos ciento veinte días,
aprobarlo. La declaración debe ser votada por la mayoría absoluta de los miembros presentes de
cada cámara y el acto, posterior debe contar con el voto de la totalidad del congreso. En el caso de
los tratados de integración con países latinoamericanos, el congreso sólo debe aprobar el tratado,
de modo que el procedimiento es más simple. El bloque normativo del MERCOSUR es obligatorio
porque nuestro país delegó competencias y particularmente poderes jurisdiccionales en el marco
del mandato constitucional que prevé el inc. 24 del artículo 75 CN. El derecho originario del
MERCOSUR, y su derecho derivado, directivas, resoluciones, y disposiciones, son fuente del
derecho administrativo local con rango superior a la ley pero inferior a la constitución.
La ley y el reglamento: Las leyes son de carácter general, abstracto y obligatorio. No existe materia
vedad al legislador en el ámbito de regulación. La facultad del PEN de dictar los pormenores o
complementos de la ley está limitada: a) por el texto constitucional en tanto el PEN no puede
avanzar sobre el núcleo de las materias; b) el texto legal ya que el PEN debe sujetarse a la ley del
congreso; y c) el ejercicio que, en cada caso en particular, hace el legislador ya que si éste regulase
los detalles, el Ejecutivo entonces no puede hacerlo. La ley debe definirse en función de dos
aspectos. Por un lado, el objeto material y su alcance obligatorio, la regulación de las materias
reservadas al legislador por el convencional y cuyo cumplimiento es forzoso. Y por el otro lado, el
órgano competente, el PLN y el procedimiento constitucional para su formación y aprobación. Ley
es toda norma obligatoria dictada por el congreso sobre materias propias a través del
procedimiento específico que prevé la constitución. La ley es superior al reglamento con el
siguiente alcance: a) la ley regula con carácter exclusivo las materias reservadas, b) el decreto no
tiene un campo propio e inescrutable ante la ley, c) la ley puede regular incluso los detalles de
modo que excluye el poder reglamentario del PEN, d) la ley prevalece sobre el reglamento y, por
tanto, éste no puede contradecir la ley y, finalmente, e) la ley puede indicarle al presidente, en qué
términos o con qué alcance ejercer el poder reglamentario.
Los reglamentos son actos de alcance general, abstracto y obligatorio que dicta el PEN con efectos
jurídicos directos sobre las personas en virtud de una atribución expresa o implícita del poder
constitucional o legal. Los decretos tienen un alcance sublegal de los decretos. El reglamento sólo
puede abarcar el ámbito secundario que dejó librado la ley, y asimismo, no puede contradecir o
derogar las disposiciones legales o suplir la ley en caso de omisión del legislador.
Sobre la potestad reglamentaria del PEN podemos decir que en nuestro país la constitución
reconoce poderes reglamentarios propios en el presidente, por mandato constitucional y no
condicionado por una habilitación del legislador. Un fenómeno de nuestro modelo institucional, es
la dispersión subjetiva, además del presidente, los órganos inferiores del Ejecutivo también dictan
normas reglamentarias. Hay diferentes tipos de reglamentos: a) Reglamentos Autónomos: el
decreto autónomo es una norma de alcance general que dicta el PEN sobre materias que son de su
exclusiva competencia de ordenación y regulación. Hay un concepto erróneo que es que el
ejecutivo regula el núcleo y los detalles de tales materias, constituyéndose así una zona propia de
él (zona de reserva) en el ámbito normativo. Para Balbín esto es un error, no hay zona de reserva y
tampoco existen los decretos autónomos. El decreto autónoma es un reglamento que dicta el PEN
sobre materias que son de su exclusiva competencia regulatoria y que, comprenden el núcleo y
complemento del objeto regulado. El ejecutivo prescinde de las leyes sancionadas por el congreso.
Debe prevalecer el decreto en razón de las materias regladas propias del ejecutivo. Para Balbín el
ejercicio de la administración general del país no exige necesariamente el reconocimiento del
poder de dictar decretos con carácter exclusivo prescindiendo de la voluntad del congreso. El
principio de reserva legal plantea que el poder de regular el núcleo es propio del legislador y no
del presidente. El ejecutivo no tiene una zona de reserva propia en materia normativa y no puede
dictar reglamentos autónomos o independientes. El ejercicio de las actividades de regulación del
presidente está limitado por el núcleo, que es definido por el legislativo en todos los ámbitos
materiales. La constitución establece dos centros de producción normativa, el congreso y el
ejecutivo. Potencialmente concurren en la regulación de cualquier materia en dos niveles de
abstracción, por un lado central y por el otro periférico; b) Reglamentos Internos: Son decretos
meramente formales porque no regulan situaciones jurídicas y por tanto, no incluyen
proposiciones jurídicas. Los reglamentos internos del Ejecutivo sólo regulan su propia organización.
El fundamento es la titularidad, responsabilidad y ejercicio de la jefatura de la administración
pública, comprende aspectos internos de la organización y funcionamiento del Estado. El ámbito
del Ejecutivo comprende las potestades reguladoras sobre cuestiones de organización de corte
interno que no tienen efectos sobre terceros y siempre que, además la materia de que se trate no
se encuentre reservada en el legislativo por mandato constitucional o haya sido objeto de
regulación por el congreso; c) Reglamentos de Ejecución: El PEN expide las instrucciones y
reglamentos necesarios para la ejecución de las leyes. El límite es prohibición de alterar el espíritu
de las leyes mediante excepciones reglamentarias. Respecto del deslinde de competencias entre el
PEN y el PLN respecto de las potestades a regular, hay dos conceptos, el de complemento y el de
núcleo que deben llenarse con el principio de legalidad. El alcance de la ley es ilimitado y por ello
podemos afirmar que el campo de actuación del reglamento es residual y limitado, según el
mandato constitucional, bases y el alcance de la ley en cada caso, detalles. El título normativo de
habilitación es el propio texto constitucional, pero el ejercicio de la potestad reglamentaria sólo es
posible si la ley no regula el círculo periférico del programa de ordenación normativo. La potestad
reglamentaria del Ejecutivo está determinada en el caso concreto por el alcance de la regulación
que hace la propia ley del congreso. El decreto no puede modificar, derogar o sustituir la ley so
pretexto de reglamentación, y además el presidente debe observar el trámite que prevé la
constitución. El reglamento sólo debe incluir aquello que fuere imprescindible para la aplicación,
ejecución, desarrollo o interpretación de la ley. Cabe analizar el ámbito subjetivo de la potestad,
que es el órgano titular del ejercicio. Este es el PEN, es decir que compete al Presidente y al jefe de
gabinete de ministros, pero por derivación pueden ejercerla los ministerios. El ejercicio de la
potestad normativa en los órganos inferiores no puede tachar, limitar la potestad reglamentaria y
el poder jerárquico del presidente. Los órganos inferiores, tienen a esa potestad como un poder
derivado y no originario; d) Reglamentos Delegados: son actos de alcance general que dicta el
presidente sobre materias legislativas, previa autorización del congreso. El legislador traspasa al
Ejecutivo materias que le son propias, que en vez de ser regladas por ley a través del trámite
parlamentario son reguladas por el presidente por medio de decretos. Hay una ley de delegación
que transfiere competencias legislativas; y el decreto delegado que es la ley dictada por el
ejecutivo en virtud de la ley de delegación. Esto amplía el ámbito normativo del ejecutivo. La
diferencia entre estos y los decretos de ejecución radica en que éstos últimos reglan los detalles de
la ley y los decretos delegados regulan cuestiones sustanciales de acuerdo con las bases. La corte
convalidó la delegación de facultades propiamente legislativas a través del argumento falaz de
redefinir el límite entre el núcleo y el complemento más allá de las cláusulas constitucionales; y,
por último e) reglamentos de necesidad y urgencia.
Las fuentes del derecho administrativo son: 1) CN + Tratados de D.D.H.H; 2) Demás tratados +
Normas de organizaciones supranacionales; 3) Leyes PLN + DNU + Decretos Delegados; 4) Decretos
PEN; 5) Demás actos normativos de rango inferior al PEN.
La fuente es un instrumento que forma el ordenamiento jurídico. En el caso del derecho
administrativo son, la ley, los principios generales del derecho (muy importante para Balbín), la
jurisprudencia, la doctrina y la costumbres.
La ley es fuente en sentido amplio, la constitución, los tratados. Pero también es ley en sentido
material que es la ley que pasa por el procedimiento de sanción y promulgación de las leyes.
La pirámide en la cual se acomodan las fuentes denota que todo lo que está debajo de la
Constitución Nacional, es plausible de control de constitucionalidad.
Hay un principio de derecho público que dice que los Tratados deben estar de acuerdo con la
Constitución Nacional. Esto va en consonancia con el artículo 27 de la CN que es el de Supremacía
constitucional.
El artículo 31 de la Constitución Nacional dice: la constitución, las leyes y los tratados son la ley
suprema de la nación.
El artículo 75 inciso 22 habla de la relación de las leyes con tratados. Los tratados y concordatos
son superiores a las leyes; hay 11 tratados con jerarquía constitucional. Hay 3 datos que da el
artículo sobre la relación de los tratados con las leyes, a saber: en condiciones de vigencia del
tratado; no derogan las garantías de la CN; y deben ser compatibles con los derechos y Garantías
de la CN. Esto en parte se debe a que la Corte Interamericana tiene doble competencia, consultiva
y jurisdiccional. La interpretación del tratado modifica la vigencia del mismo. Sus condiciones de
vigencia incluyen los fallos, las opiniones consultivas, etc. La CSJN interpretó que esos tratados
además tienen que contemplar el alcance de la interpretación de la Corte.
Los tratados internacionales no puede derogar la primer parte de la CN. Hay dos interpretaciones,
a) sujetos a control; b) convencionales hicieron juicio de ellos. Se les puede quitar a los tratados la
jerarquía. Esto último surge del artículo 75 inciso 22.
Según la CSJN, los tratados con jerarquía constitucional no están sujetos a control de
constitucionalidad.
El control de constitucionalidad está contemplado en el artículo 116 de la CN, y en el 117, que dice
que por ley la corte no puede ampliar ni restringir su competencia originaria. Respecto del mismo
hay dos interpretaciones, una amplia que sostiene que los demás poderes también ejercen el
control de constitucionalidad, por ejemplo el PLN cuando sanciona leyes; y el PEN en el momento
en que promulga o veta las leyes. Por otro lado hay una interpretación restrictiva, que se sostiene
en el artículo 43 de la CN, que dice que el control corresponde a los jueces. La interpretación más
amplia prevalece sobre la restrictiva.
La Corte IDH, tiene competencia contenciosa, cuyas sentencias son definitivas, inapelables y de
cumplimiento obligatorio; y una competencia consultiva, mediante la cual emite recomendaciones
que sirven de guía.
El control de constitucionalidad y de convencionalidad de oficio tiene ciertos requisitos: 1) El
planteo de la inconstitucionalidad; 2) El agotamiento de la vía administrativa, ya que es una
prerrogativa de la administración.
El control de convencionalidad consiste en ver que las normas del derecho interno y las cláusulas
del contrato estén en consonancia.
La Constitución nacional es la principal fuente del derecho, y su interpretación va cambiando con el
paso del tiempo. La inconstitucionalidad sobreviniente, tiene relación directa con la cambiante
interpretación que se hace de la CN. Hay diferentes criterios de interpretación. Uno es el criterio
subjetivo: ve la intención del convencional constituyente; otro es el criterio objetivo: la
interpretación es dinámica y actual (este es el criterio de BALBÍN).
Los principios generales del derecho son: igualdad ante la ley, buena fé. Los mismos atraviesan
todo el ordenamiento jurídico, son contemplados por la CN y están relacionados con los derechos
sociales. Los derechos sociales requieren una prestación positiva del Estado.
La jurisprudencia de la CSJN es obligatoria para ese caso, de manera que para otros casos, otros
jueces podrían apartarse del criterio. Los fallos de corte no tienen la fuerza de un plenario, y es por
eso que los demás jueces pueden apartarse de la resolución adoptada. A pesar de esto, por el
principio de economía procesal, debieran seguir el criterio.
La doctrina es la cita de autoridad, nadie está obligado a seguirla.
Debajo de los decretos disminuye la jerarquía.
La potestad reglamentaria del PEN es la facultad de dictar reglamentos, que son actos de alcance
general y abstracto. Esta potestad es conferida por la CN o por una ley del congreso. Esto lo
dispone el artículo 99 incisos 1 y 2 y el artículo 76 de la CN. Esto tiene efectos mediatos e
inmediatos.
El reglamento es un acto administrativo de carácter general, está debajo de las leyes por la
preeminencia que tienen estas por sobre ellos. Un ejemplo es que los reglamentos regulan los
detalles para el ejercicio de las leyes. Los reglamentos complementan a la ley, están subordinados y
no pueden contradecirla.
El congreso regula el núcleo y el PEN la periferia.
Hay materias que están vedadas para el PEN, y estas son: tema tributario, partidos políticos,
electoral y penal. De estas materias solo puede encargarse el congreso.
Hay distintos tipos de reglamentos. 1) Reglamentos autónomos: son reglamentos sobre temas
que le pertenecen en forma exclusiva el PEN, ya que hay una zona de reserva, que tiene dos
puntos de vista para verla. Zona de reserva de la administración: esto lo permite la CN, tiene
ciertas potestades y regula el núcleo. Por otro laso se habla de una zona de reserva normativa,
donde regula el núcleo el PEN, y la ley la hace el PEN. Para Balbín, el imperio de hacer la ley es del
PLN, por eso el PEN no puede regular sobre el núcleo y sí puede sobre periferia con reglamentos
delegados. Para Balbín los decretos autónomos no son válidos.
2) Reglamentos internos: los mismos hacen a la organización interna de la administración y no
afectan a terceros. Por ejemplo, una circular de un ministerio sobre algún empleado.
3) Reglamentos de ejecución: son reglamentos que determinan los detalles y pormenores de las
leyes que dicta el congreso. Es un acto abstracto, general y obligatorio. Su alcance normativo es
periférico, no pueden inmiscuirse en el núcleo. El artículo 99 inciso 2 dice que no pueden alterar el
espíritu de las leyes. Hay una zona de reserva del PEN que por la CN debe ejecutar las leyes.
El PLN no tiene límites, puede tratar sobre el núcleo y sobre la periferia; en cambio la potestad del
PEN es residual, aún ante el silencio del congreso en algún punto de la ley en cuestión, no puede el
PEN salvarlo. No pueden cercenar derechos, deben respetar la ley y no pueden avanzar sobre el
núcleo legal, si lo hace da lugar a una nulidad insalvable. Que respete el núcleo y no restrinja
derechos lo vuelve constitucional al decreto. (Fallo Gentili).
El órgano competente es el Presidente, con el refrendo el jefe de gabinete de ministros, y puede
delegar en los órganos inferiores. La delegación puede ser: a) propia: es el traspaso para legislar. Es
inconstitucional. b) delegación impropia: es la facultad del PEN para regular los detalles y
pormenores, regular leyes y reglamentos para la ejecución. Es constitucional. (Fallo Delfino).
4) Reglamentos delegados: son actos de alcance general que dicta el PEN con autorización del
congreso, por un plazo determinado y con las bases de la materia determinadas. Son iguales a las
leyes y son de naturaleza legislativa, en la pirámide. El artículo 76 de la CN dice que está prohibido
delegar (este es el principio general en materia de delegación), pero que en caso de materias de
administración o de emergencia pública, con plazo y bases puestas por el congreso puede hacerse.
Regula el núcleo de una materia. Por ejemplo la ley de emergencia pública y materia cambiaria.
(De allí surgió el cepo cambiario al dólar).
Concepto de administración: actos propios y normales de la administración del país y que sean de
interés del PEN salvo las materias vedadas.
Concepto de emergencia pública: hay materias contempladas, que son la económica y social, que
causen perturbación, pobreza, indigencia, escasez, y necesiten una solución a corto plazo. Todo lo
no vedado puede incluirse en este concepto. Debe declararse expresamente la emergencia pública
en la materia para delegar con un plazo cierto. Esto último es el criterio de la CSJN, sin eso es
inconstitucional.
Las bases son las directrices generales para que el PEN haga la ley. Las mismas deben ser claras y
dejar margen de discrecionalidad al PEN para legislar sobre la materia delegada.
El plazo puede ser expreso o tácito pero debe ser cierto. No puede ser por ejemplo cuando
termine la situación de emergencia porque no se sabe cuándo cesará.
El criterio de la corte en 1993, en el fallo Cocchia, es que rechaza la delegación propia y admite la
impropia. Esto diferencia los reglamentos delegados de los de ejecución. Admite que un
determinado programa de gobierno es una base para delegación válida. Antes de 1994. Si legisla
entra en el núcleo, si reglamenta se queda en la periferia, en los detalles y pormenores. En el año
2006 se dicta la ley 26.122, que es la ley de DNU, delegación legislativa y promulgación parcial de
leyes. Reglamentos el trámite de reglamentos delegados.
El artículo 99 inciso 3, dice que el jefe de gabinete dentro de los 10 días debe someter el decreto a
la comisión bicameral permanente.
La ley no da plazo para que el congreso se expida, y se requiere que el congreso le quite vigencia
expresamente y ante el silencio sigue vigente. Entra en vigencia al momento de su publicación en
el boletín oficial. Es más difícil aprobarlo que quitarlo vigencia, va contra el precepto de la CN de
prohibir la delegación.
Balbín dice lo siguiente: 1) La ley omite las bases, la materia, el plazo, la ley es laxa, genérica y poco
específica, esto da facultad de delegar sin control del congreso.
2) Dispone que con rechazo de ambas cámaras, expreso, el efecto al decreto delegado es a futuro,
las situaciones bajo su amparo siguen vigentes, y lo futuro no estará amparado.
3) En caso de rechazo por razones de inconstitucionalidad debiera tener efecto retroactivo.
4) En caso de rechazo por razones de oportunidad: …
El criterio de CSJN luego de 1994, en el fallo Pcia de San Luis es el siguiente. Se interpone un
recurso de amparo para que devuelvan los fondos, se ataca aquí la constitucionalidad del decreto
delegado. Reivindicó el control judicial de la potestad delegada al ejecutivo (jueces pueden
controlar eso), debe el decreto cumplir con las bases de la delegación. El ejecutivo se pasó de las
bases y restringió derechos, excedió las bases de la delegación.
Respecto de las materias vedadas, Balbín lo amplía. La CN tiene imprecisiones que deben llenarse
con el resto de las disposiciones de la CN. Con principio de legislación expreso: vedado para el PEN
porque deben tener formato de ley del congreso. Cuando se pide para ciertas materias mayor
especificidad es porque están vedadas al PEN, vedadas por cuestión de forma. Cuando debe
entrar por alguna de las cámaras, como cámara de origen, está vedado al PEN. Sobre las facultades
de administración del congreso, no puede el PEN sacar un decreto. Sobre la amnistía general, no
pueden tampoco porque lo dicta el congreso. La declaración de guerra, la debe hacer el congreso.
Los actos complejos que requieran del PEN y del congreso, como ser los tratados, está vedado que
lo haga por decreto el PEN.
4) DNU: son normas de carácter extraordinario y sin autorización previa del congreso. Previo a
1994 los mismos no estaban contemplados. Peralta es el primer fallo sobre DNU, en los años 90, a
raíz del congelamiento de un plazo fijo. La CSJN no exigió que se apruebe por el congreso y es
válido siempre que no hubiese otro modo de resolver la situación. En crisis el PEN, es más efectivo
por ser más expedito y por ser unipersonal, además de estar exento de presión, está es la
diferencia con el PEN. El artículo 99 inciso 3, dice que el órgano competente es el presidente y el
jefe de gabinete de ministros con acuerdo de los ministros. El presidente firma, luego viene el
refrendo del jefe de gabinete de ministros, con acuerdo del resto de los ministros, tiene 10 días
para entregar a la comisión bicameral permanente que debe aprobarlo. El DNU, se dicta en
situación de emergencia y queda a discreción del PEN por el hecho de que no requiere
autorización del congreso.
Por el principio de división de poderes, los jueces tienen amplias facultades de control.
La Potestad discrecional: ni implica actitud arbitraria, libre control. Se elige entre varias opciones.
Elijo entre varias sanciones. A discreción de la administración elijo una. No puede sacar una
sanción que no figure en ningún lado.
La potestad reglamentaria: la administración actúa conforme a una norma, se establece cómo
actuar. Previo a la sanción la parte debe hacer su descargo, por el derecho de defensa.
Un ejemplo de la competencia discrecional es que tiene elementos que están reglados. Los
elementos de la misma son: 1) Competencia: en razón de la materia, del grado, de la jurisdicción,
del territorio, del valor y del tiempo. Lo primero que se controla es que quien dicto el acto de
administración sea competente.
Toda manifestación unilateral en el ejercicio de la funciones de administración con efecto sobre
terceros no requiere que la otra parte conteste. Un ejemplo es la sanción a un policía por no
cumplir su función. Requiere control judicial suficiente para que el tribunal administrativo sea
constitucional. Todos los actos son susceptibles de control en sede judicial. El control será diferente
según sea reglado o discrecional.
2) Objeto: lo que el acto decide, el fin de la decisión independientemente de la solución que elija,
por ejemplo: sancionar. Ejemplo discrecional: cuestión de grado.
La administración tiene una potestad que por oportunidad, mérito y conveniencia le permite hacer
lo que sea en función del bien común. Se puede controlar el objeto y la competencia, a fin de
verificar que sea razonable. Controla esos dos elementos que son los reglados, sin ellos no hay
acto. La administración debe hacer lo permitido. Cuando la administración actúa es porque lo tiene
permitido. El ámbito de actuación se acota, porque tiene determinadas opciones. Debe cumplir
con la competencia y con el objeto. La autorización para obrar surge del ordenamiento jurídico. Se
limita el campo.
Hay asuntos, como la idoneidad técnica, que no entran en la discrecionalidad.
La Constitución nacional da la facultad al PLN de legislar sobre toda materia que no esté reservada
a otro órgano. Como se ve, en ningún momento habla de una zona de reserva del PEN.
Los reglamentos internos, son aquellos mediante los cuales el PEN se auto reglamenta en todo
aquello que el PLN decida no reglamentarlo. Los decretos, de cualquier tipo que sean, siempre
dicen en virtud de qué artículo son emitidos. El artículo 99 inciso 2 dice que los decretos
reglamentarios siempre son accesorios de otra ley. (Bloque de constitucionalidad, artículo 31 CN).
La competencia de reglamentar el núcleo corresponde al congreso, y el PEN reglamenta la
periferia, que es lo que no hace el PLN. Una ley posterior que contradice al reglamento, prima por
sobre el decreto.
LEY 26.122.
La facultad reglamentaria puede ser: ordinaria: reglamentos internos y decretos reglamentarios; o
puede ser excepcional: decretos delegados y DNU. Aquí el decreto ocupa el lugar de la ley, ya que
reglamenta el fondo de la cuestión.
Sobre los decretos delegados habla el artículo 76 de la Constitución Nacional que dice: se prohíbe
la delegación legislativa en el PEN, salvo en materias determinadas de administración o de
emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de administración o de
emergencia pública, con plazo fijado para su ejercicio y dentro de las bases de la delegación que el
congreso establezca. La caducidad resultante del transcurso del plazo previsto en el párrafo
anterior no importará revisión de las relaciones jurídicas nacidas al amparo de las normas dictadas
en consecuencia de la delegación legislativa.” Esto se incorpora con la reforma de 1994, la facultad
legislativa del PEN no sólo no estaba contemplada, sino que como principio está y estaba
prohibida. Los requisitos para que esto se dé son: 1) Ley de delegación; 2) Plazo para la emisión; 3)
Materia delegada: administración (no delega participación en los casos donde se la requiere) y
emergencia. La diferencia entre la delegación propia e impropia surge del fallo Delfino, donde
queda fijado que la delegación propia está prohibida.
Sobre los DNU, el artículo 99 inciso 3 dice: Participa de la formación de las leyes con arreglo a la
CN, las promulga y las hace publicar. El PEN no podrá en ningún caso bajo pena de nulidad absoluta
e insanable, emitir disposiciones de carácter legislativo. Solamente cuando circunstancias
excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para
la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el
régimen de partidos políticos, podrá dictar decretos por razones de necesidad y urgencia, los que
serán decididos en acuerdo general de ministros que deberán refrendarlos, conjuntamente con el
jefe de gabinete de ministros. El jefe de gabinete de ministros personalmente y dentro de los diez
días someterá la medida a consideración de la Comisión Bicameral Permanente, cuya composición
deberá respetar la proporción de las representaciones políticas de cada Cámara. Esta comisión
elevará su despacho en el plazo de diez días al plenario de cada cámara para su expreso
tratamiento, el que de inmediato consideraran las cámaras. Una ley especial sancionada con la
mayoría absoluta de la totalidad de los miembros de cada cámara regulara el trámite u lo alcances
de la intervención del congreso.
El congreso tampoco delega otras cuestiones que hace él mismo, pero que no sean materia
legislativa, como ser el nombramiento y acuerdo para nombrar funcionarios; la aprobación del
presupuesto nacional; la expropiación; la aprobación de los tratados internacionales; las funciones
jurisdiccionales como ser el juicio político.
Las materias permitidas son las materias de administración, grave que tenga que ser resuelta con
celeridad.
En el fallo Peralta se resuelve que los DNU son constitucionales.
Las cámaras emiten por separado resoluciones. Evalúan la constitucionalidad, y la oportunidad,
mérito y conveniencia, la mayoría absoluta de los presentes de cada cámara. Si ambas toman la
misma decisión se aprueba, o se invalidad el decreto. Si una de las cámaras lo aprueba y la otra no,
el decreto se aprueba.

(Fallos: Delfino; Peralta; Verrochi; Massa; Gentini; Colegio de Abogados; Consumidores


Argentinos.)

La Organización Administrativa.

Es el modo de organización del Poder Ejecutivo Nacional. La personificación del Estado, permitió
construir relaciones jurídicas entre el estado y los particulares; responsabilizar al Estado por sus
conductas, trátese de acciones u omisiones; garantizar las obligaciones estatales con el patrimonio
estatal; y posibilitó la organización interna del Estado en términos coherentes y de unidad por
medio de técnicas.
El Estado como persona jurídica es, centro de imputación de derechos y obligaciones. ¿Cómo
traspasamos las acciones u omisiones desde los agentes al Estado? Hay diferentes técnicas para
ello que son las siguientes: Tesis de la representación y Tesis del mandato. El problema que tiene
estas técnicas es que los actos ilegítimos no pueden en principio imputarse al mandante o
representado en tanto exceden el marco de representación o mandato concedido. Esto ha sido
reemplazado por el criterio de responsabilidad por los hechos del dependiente del código civil. La
corte reconoció la responsabilidad del Estado, y la responsabilidad del mismo por las conductas
ilícitas de sus dependientes.
El agente es el propio Estado constituyendo entonces un concepto único y no dos centros de
imputación como ocurre entre principal y dependiente. De esta manera nace la Teoría del órgano.
Según ésta teoría, las personas físicas y jurídicas, ambas, se superponen y entremezclan en sus
voluntades. No es posible discernir entre la voluntad del Estado y la del agente, la decisión del
agente es la del propio Estado.
El Estado es un sujeto de derecho con personalidad jurídica propia capaz de adquirir derechos y
contraer obligaciones y que está integrado por órganos, personas físicas que son quienes dicen
directamente cuál es su voluntad. El órgano es una unidad o estructura dentro del aparato estatal
que tiene un conjunto de competencias y particularmente, capacidad para imputar su voluntad en
sus relaciones con terceros en el propio Estado.
El órgano es el conjunto de potestades, personas físicas y elementos materiales propios del cargo.
La competencia es la suma de potestades que surge del ordenamiento jurídico, esto es, la aptitud
de los poderes públicos para obrar y cumplir así con sus fines. El Estado no puede actuar salvo que
la ley lo autorice a hacerlo. Esto surge, del artículo 19, donde se autoriza a las personas físicas a
hacer excepto que expresamente esté prohibido. Para las personas físicas el principio es la libertad
y la permisión. El Estado no puede hacer cualquier cosa sino sólo aquello que le éste permitido. El
principio es la prohibición y las excepciones son las permisiones. Estas permisiones son las
competencias estatales.
Las competencias pueden ser expresas o implícitas. Las competencias expresas son aquellas que
surgen del propio texto normativo. Es decir, que el PEN es competente cuando así surge de la CN,
la ley, el reglamento.
Las competencias implícitas son aquellas que surgen de modo implícito del bloque de legalidad sin
que éste las nombre. Es imposible que el legislador establezca con carácter previo y en el propio
texto legal todas las potestades propias y necesarias del PEN.
Los poderes públicos, para actuar legítimamente requieren de una norma de habilitación. Decir
poderes implícitos es decir poderes imprescindibles para el ejercicio de los expresamente
conferidos, atribuciones que no son sustantivas ni independientes de estos últimos sino auxiliares
y subordinadas. Las potestades implícitas son aquellas necesarias para el ejercicio de las facultades
expresas. Si el campo de permisiones implícitas es excesivamente amplio puede desvirtuarse el
principio prohibitivo.
La teoría de la especialidad consiste en que se debe definir el objeto, y luego de definido el objeto,
fin o especialidad como límite externo, el principio que rige sus conductas es la libertad dentro de
ese marco. De esta manera, en ese límite, todo lo que no está prohibido al Estado, está permitido.
El operador debe definir cuál es el objeto y el fin del órgano; luego de circunscribir ese contorno,
el criterio es la permisión de las conductas estatales; el límite respecto de tales permisiones es el
mandato de las prohibiciones expresas. El inconveniente es la imprecisión y vaguedad del objeto o
fin del órgano que constituye el límite externo de las conductas estatales. El concepto de
especialidad implica que el alcance de las competencias del ente debe interpretarse según el fin
que persigue el ente.
Las cláusulas generales de apoderamiento son cláusulas generales que reconocen un cúmulo de
potestades en el Estado y sus órganos. Las mismas deben estar previstas expresamente en la ley y
su justificación es la imposibilidad o inconveniencia de precisas los alcances de las competencias
con mayor detalle en los textos normativos. El inconveniente es definir el límite de tales cláusulas
en cuanto a su profundidad o densidad.
El criterio rector es el reconocimiento de las facultades expresas e implícitas, entendidas estas
últimas como aquellas necesarias de acuerdo con el marco normativo para el ejercicio razonable
de las competencias expresas.
¿Cómo sabemos si el órgano es competente para el ejercicio de una facultad determinada? 1) Se
debe buscar y describir las facultades expresas que surgen de modo literal de los textos normativos
vigentes; 2) Si la competencia surge del texto normativo, si está nombrado literalmente, el órgano
es competente; 3) Si esa competencia no surge de modo expreso, entonces debemos preguntarnos
cuáles son las facultades que es posible deducir en términos lógicos del texto; 4) Asimismo ese
poder es admisible, si, además de ser plausible y razonable deducirlo del texto expreso, su
reconocimiento es necesario en el marco del ejercicio de las facultades expresas. Es decir, que el
ejercicio de las facultades implícitas es aquel que hace posible el ejercicio de las otras de carácter
explícito.
La competencia puede clasificarse en razón de los siguientes criterios: a) materia; b) territorio; c)
tiempo; y d) grado. A) La competencia en razón de la materia es un criterio cuyo contorno depende
del contenido de las facultades estatales. B) La competencia en virtud del territorio es definida por
el ámbito físico. C) La competencia en razón del tiempo es un modo atributivo de facultades por un
plazo determinado. D) La competencia en razón del grado es un criterio cuyo eje distintivo es el
nivel jerárquico de los órganos administrativos y no la materia, el territorio o el tiempo.
Cuando dos órganos creen que son competentes existe conflicto positivo entre ellos. Cuando los
órganos entienden que no deben conocer el asunto, también hay conflicto. La ley de
procedimientos administrativos dice que el Ministro resolverá las siguientes controversias
competenciales: a) conflictos entre los órganos que depende de él; b) conflictos entre entes que
actúen en el ámbito de su competencia; c) conflictos entre órganos y entes que actúen en su esfera
de competencias. El presidente debe resolver los conflictos de competencia entre: a) ministerios; y
b) órganos o entes que actúen en el ámbito de distintos ministerios.
Cuando un órgano, de oficio o a petición se declare incompetente, remitirá las actuaciones al que
reputare competente; si éste a su vez, las rehusare, deberá someterlas a la autoridad habilitada
para resolver. Este conflicto, en el cual los órganos rechazan su intervención es un CONFLICTO
NEGATIVO.
La norma regula el modo de resolución de los conflictos positivos de competencias. Si dos órganos
se considerasen competentes, el último que hubiere conocido el caso someterá la cuestión de
oficio o a petición de parte, a la autoridad que debe resolverla.
EL Estado como organización burocrática surge en el siglo XV y consolidarse en el Estado Liberal.
Incorporó cada vez más competencias y agentes en un cuadro de organización más complejo y
cuyos caracteres son el principio jerárquico de las estructuras y el principio de división del trabajo.
El criterio básico de distinción entre centralización y descentralización de las estructuras es el
grado de autonomía de las unidades de organización en relación con el poder central. ¿Cuándo
ese cuerpo deja de ser centralizado para pasar a ser descentralizado? Cuando el ordenamiento
jurídico le reconoce personalidad. Es posible afirmar que existen básicamente dos modelos de
organización estatal. Uno de ellos de corte jerárquico y vertical, y el otro más horizontal y
autónomo.
El texto constitucional creó tres órganos en el esquema institucional, ellos son: a) el presidente; b)
el jefe de gabinete de ministros; c) los ministros. El convencional previó el dictado de una Ley de
Ministerios que debe crear los órganos administrativos inferiores.
El principio jerárquico nace de los siguientes preceptos: 1) El presidente es el jefe supremo de la
nación, el jefe de gobierno y el responsable político de la administración general del país; 2) el jefe
de gabinete es quien ejercer la administración general del país; y 3) los Ministros no pueden por sí
solos, en ningún caso, tomar resoluciones.
El principio de división del trabajo está plasmado en la distribución de competencias entre esos
órganos. (Artículos 99, 100 y 103 de la Constitución Nacional).
También se previó la existencia de entes descentralizados y autónomos, como los entes de
regulación de servicios públicos, el banco central y las universidades.
El modelo está integrado por la administración central compuesta por órganos y la administración
descentralizada compuesta por entes. El sistema es básicamente centralizado con matices o
técnicas de descentralización.
Los órganos no tienen personalidad jurídica propia, sino que forman parte del Estado. Los entes,
por el contrario, sí revisten el carácter de personas jurídicas y son capaces de establecer relaciones
jurídicas por sí mismos, es decir, adquirir derechos y contraer obligaciones por sí mismos.
En el PEN existen órganos y entes que son parte de él, sin perjuicio de que los primeros no tienen
personalidad jurídica sino solo cierto grado de subjetividad y los segundos sí son personas
jurídicas.
El Estado centralizado está integrado por los órganos estatales y el Estado descentralizado está
compuesto por entes estatales. Creemos que es necesario en términos jurídicos que el legislador
cree marcos jurídicos básicos por géneros, sin perjuicio de las singularidades de las diversas
especies y casos particulares.
El órgano es el centro de imputación de competencias estatales que está integrado por personas
físicas y que dispone de ciertos recursos. El órgano es parte del Estado y no tiene personalidad
jurídica propia. Son parte de la administración de carácter centralizado. Son parte del sujeto
jurídico, Estado nacional.
Si bien los órganos no poseen personalidad jurídica y no son sujetos de derechos, sí tienen cierto
grado de subjetividad. Esto tiene ciertas consecuencias en términos jurídicos: a) los órganos
pueden relacionarse entre sí, pero siempre que estén contenidos por un mismo sujeto jurídico; b)
es posible trasladar e imputar su voluntad en el Estado, en el sujeto de derecho.
El criterio que nos permite articular los órganos entre sí es el principio jerárquico, que brinda
unidad en el ejercicio de las funciones estatales y les imprime un contenido coherente.
La jerarquía es el modo de relación jurídica entre órganos. Un órgano que está ubicado en un
cierto orden de la escala jerárquica o escalafón burocrático está por debajo de unos, pero por
encima de otros. La jerarquía supone identidad de materias y superioridad de unos sobre otros en
razón de los intereses públicos específicos.
El superior jerárquico puede con respecto al órgano inferior: a) designar y remover al agente que
ocupa el órgano inferior; b) dictar instrucciones de alcance general mediante resoluciones, planes
o programas; c) dar órdenes de alcance particular respecto de asuntos concretos; d) coordinar las
funciones de órganos inferiores entre sí de modo de darles unidad de acción; e) controlar o
fiscalizar el desempeño del inferior; f) aplicar sanciones al inferior, según el marco jurídico vigente;
g) transferir competencias propias en el órgano inferior; h) avocarse respecto de cuestiones
propias del inferior; i) revocar, modificar o sustituir los actos del inferior por petición de parte
interesada; j) resolver los conflictos de competencias entre órganos inferiores, siempre que sea el
superior jerárquico común respecto de aquéllos.
En el marco del concepto jerárquico, el ordenamiento jurídico establece en ciertos casos límites
sobre el alcance de ese poder. Para ello, el legislador reconoce potestades exclusivas a los órganos
inferiores en ciertos supuestos. Cuando se den esos supuestos el criterio jerárquico será
reemplazado por el concepto de dirección entre órganos en cuyo caso el órgano superior
simplemente dirige. Los supuestos son: a) órgano con facultades de asesoramiento; b) órganos con
competencias de selección; y c) órganos con funciones de especialidad técnica o científica.
Si los órganos tienen funciones materialmente diferentes, no aplica el principio jerárquico, sino el
principio de cooperación. El mismo excluye el poder de mando y se apoya en la colaboración entre
órganos, entes, y entes entre sí. Prevé técnicas de coordinación. La coordinación es el ejercicio de
las competencias propias de cada órgano en términos no contradictorios con los otros, sin
duplicidad de esfuerzos y recursos, y en cumplimiento de fines convergentes.
El ente estatal es un centro de imputación de competencias desempeñado por un sujeto con
personalidad jurídica propia e inserto en las estructuras del Estado.
Es posible distinguir entre el ente descentralizado con fines estatales específicos y directos, y otros
con fines industriales o comerciales. El primero es un ente descentralizado autárquico y el segundo
es no autárquico. En el primer caso el derecho a aplicar es el derecho público, y en el segundo, es
derecho público y privado.
El ente autárquico es el ente descentralizado con fines estrictamente públicos y cuyo cumplimiento
es de alcance inmediato, excluyendo los entes con fines industriales o comerciales que constituyen
otra de las especies (entes descentralizados no autárquicos). Estos son las empresas y sociedades
del Estado. El régimen jurídico de los entes autárquicos es el Derecho Público; en el caso de los
entes no autárquicos es el Derecho Privado.
Los entes están organizados de manera tal que su estructura interna es un reflejo del Estado
central. Su estructura es un conjunto de órganos con subjetividad y sin personalidad. Tienen en su
interior nexo jerárquico.
El vínculo entre el ente y los órganos de la administración central no es jerárquico, porque de ser
así se rompería el distanciamiento entre el ente y el órgano que es básicamente el valor que
persigue el legislador en ese contexto. Debe rescatarse el principio de unidad del Estado y de su
actuación, el legislador debe unir esas piezas, los órganos y los entes. El criterio es el control del
órgano central sobre el ente descentralizado, control o tutela administrativa.
Las atribuciones del poder central sobre el ente estatal son: a) designar a los agentes que integran
los órganos máximos del ente; b) dar directivas generales; c) controlar los actos a instancia de
parte; y d) intervenir el ente en casos extremos, remover agentes. Cada uno tiene su propio
modelo jurídico particular y específico.
Elementos comunes a los entes: 1) personalidad jurídica; 2) asignación legal de recursos; 3)
patrimonio estatal; 4) gobierno, conducción y administración propia; 5) control estatal.
Los entes se pueden clasificar en: a) autárquicos; b) no autárquicos; c) autónomos.
La diferencia ente los entes autárquicos y autónomos radica en que la autarquía comprende el
poder del ente de administrarse a sí mismo, el carácter autónomo supone el poder de dictarse sus
propias normas e incluso elegir sus propias autoridades.
El congreso es el poder competente para crear entes descentralizados.
Las técnicas clásicas de distribución de competencias en el aparato propio del PEN, son la
centralización y la descentralización, cuyo objeto es distribuir las funciones estatales en razón del
principio de división del trabajo.
La desconcentración es la herramienta de distribución de competencias estatales en órganos que
integran el Estado central. La descentralización es el instrumento de traslado de competencias
pero no en órganos sino en entes estatales que componen el Estado llamado descentralizado. El
Estado transfiere potestades en sujetos sin personalidad; en otro supuesto transfiere a sujetos con
personalidad. Se transfiere la titularidad y el ejercicio en ambos casos.
Las características de la desconcentración son: 1) su fuente es una norma de alcance general y no
particular; 2) el traslado es decisión del Convencional, Legislador o Poder Ejecutivo, pero en ningún
caso del propio órgano; 3) es un instrumento de traslado y reconocimiento de titularidades y no
simplemente de ejercicio de competencias; 4) es un conjunto o bloque de competencias y no
competencias específicas o particulares; 5) es de carácter permanente y no transitorio; y 6) es
posible dejar sin efecto el traslado de competencias por derogación o modificación de las normas
atributivas.
La descentralización tiene como distinción principal que distribuye competencias y reconoce de
modo inseparable personalidad jurídica al ente estatal sobre el que recaen las facultades.
Las técnicas de redistribución de competencias, consisten en volver a distribuir nuevamente las
competencias ya distribuidas.
La delegación es una técnica que consiste en la transferencia de una competencia específica o
puntual de un órgano a otro y con carácter transitorio. Nos traslada la titularidad sino simplemente
su ejercicio y el órgano delegante y titular de las competencias sigue siendo responsable por su
ejercicio junto con el órgano delegado.
Es el traslado de competencias desde el órgano superior hacia el órgano inferior en el marco de las
estructuras jerárquicas. El órgano delegante puede reasumir las competencias transferidas.
En las desconcentraciones el traspaso es: 1) de titularidad; 2) general; 3) permanente; 4) y se lleva
a cabo por medio de disposiciones generales; La delegación supone: 1) el traslado del ejercicio de
las competencias; 2) específicas; 3) con carácter no permanente; 4) por medio de actos de alcance
particular.
La ley de procedimientos Administrativos, establece que por principio las delegaciones están
prohibidas porque las competencias son improrrogables. El traspaso en términos de delegación
está permitido con carácter excepcional.
El ordenamiento jurídico permite que los órganos superiores deleguen en los inferiores sus
competencias dictando el respectivo acto de traslado.
El presidente puede delegar en los ministros y en los secretarios de la presidencia sus
competencias. Los ministros pueden delegar la resolución de los asuntos sobre el régimen
económico administrativo de sus respectivos departamentos en los agentes inferiores. El alcance
de la excepción es tan extenso que subvierte el principio de prohibición que fijó la ley de
procedimiento.
La avocación es el conocimiento de asuntos por el superior jerárquico que son competencia del
inferior, el superior atrae o llama ante sí un asunto que está sometido a examen y decisión del
inferior. El superior se arroga el conocimiento de una competencia propia del inferior. Los
caracteres son: a) es un medio de traslación del ejercicio de competencias; b) es un medio de
traslación de competencias específicas y no generales; c) es de carácter transitorio y no
permanente; y d) es hecho por medio de actos de alcance particular y no general.
La avocación será procedente a menos que una norma expresa disponga lo contrario. El principio
es la permisión de las avocaciones. La avocación no procede cuando una norma hubiere atribuido
competencia exclusiva al inferior.
Las patas de la administración son dos: 1) Jerarquía; 2) División de tareas.
La avocación se da cuando el superior se inmiscuye en las facultades del inferior para resolver un
tema. Debe haber idoneidad técnica, ya que el área se organiza en función de ello. El superior no
puede inmiscuirse si no es idóneo. La idoneidad técnica es un tema excluido, la discrecionalidad no
puede pasar por encima de ella.
La raíz de la discrecionalidad son conceptos jurídicos determinados. Es la definición de un instituto
con más de una interpretación, como ser la buena fe, la moral, las buenas costumbres.
La motivación de los actos de administración es obligatoria, en forma primaria. El gobierno ejerce
políticas públicas, que implican actividades regladas y discrecionales. Para evitar la arbitrariedad,
deben estar motivados, lo cual hace a la legalidad de los actos. Las motivaciones deben ser claras y
específicas, no pueden ser vagas u oscuras. Estas motivaciones dan argumentos para la
impugnación o para recurrir, y este es el fundamento principal de esta exigencia.
La administración no puede decir que no tiene fondos para cumplir con políticas públicas.
La administración pública central tiene personalidad jurídica propia; y su organización
administrativa puede adoptar dos modelos: 1) concentrado; 2) desconcentrado.
La administración pública descentralizada se compone por entes autárquicos; entes no
autárquicos; y entes autónomos. Poseen personalidad jurídica, Son entes públicos estatales.
La organización administrativa, tiene la estructura del Estado. El PEN es la base dentro de una
estructura piramidal, entre el presidente y el jefe de gabinete de ministros hay una relación de
jerarquía, que atraviesa toda la estructura. Debajo hay órganos, que son los ministerios y demás
órganos inferiores. El PEN está integrado por órganos relacionados entre sí por relación jerárquica.
Ninguno de los otros poderes del Estado, (PJN; PLN) tienen personalidad jurídica propia, en caso de
demandar, lo hago contra el Estado Nacional.
La administración pública central está integrada por órganos administrativos sin personalidad
jurídica.
La administración pública descentralizada tiene personalidad jurídica propia por lo tanto, pueden
contraer derechos y obligaciones. La personalidad que tienen es limitada a las relaciones con el
poder central y englobar dentro del Estado. Estos son los entes descentralizados.
La administración pública central se compone por el PEN con sus órganos de administración. Los
órganos actúan a través de personas físicas. Aquí se presenta el inconveniente de ver cómo
imputar las conductas al Estado, y que la responsabilidad sea de éste. Hay diferentes teorías: 1)
Teoría del mandato y representación: el Estado a través del contrato de mandato da poder de
actuación a la persona física. La crítica es que si la persona se excede del mandato, deberá
responder por el ilícito. No demandarán al Estado. 2) Teoría del principal por el hecho del
dependiente. 3) Teoría del órgano: está vigente desde 1985. Según ésta teoría la conducta del
agente representa la voluntad del Estado. Comprende las dos voluntades como una sola. Cuando
un agente ejerce sus derechos como empleado público se da la separación de la persona física y de
la jurídica. El Estado responde por los ilícitos. Siempre será imputable al Estado cuando el agente
esté en aparente ejercicio de sus funciones.
Hay dos principios que marcan la estructura del PEN: 1) Jerarquía; 2) Competencia: es la capacidad
de los poderes públicos para obrar. Surge del ordenamiento jurídico.
En la parte dogmática de la CN, en su artículo 19, queda establecido el principio de permisión. En
el caso de los poderes del Estado, el principio es el de prohibición.
Antes había una vinculación negativa, en el límite de actuación del Estado. La ley dice qué es lo que
no puede hacer y luego es Estado hace todo, salvo lo que tiene prohibido.
Actualmente hay una vinculación positiva. La ley dice expresamente lo que el Estado puede hacer,
de esto surge el modo de ejercer una potestad, para ejercer las funciones. Se vincula con el
principio de legalidad y con el de competencia. Atribuye las competencias en forma positiva. Hay
diferentes formas de dar la competencia: 1) Expresa: de las CN, las leyes y los reglamentos; 2)
Implícita- teoría de la especialidad: por el hecho de que el legislador no puede dar todas las
competencias.
Teoría de las competencias implícitas: surgen de modo razonable de las facultades expresas. Balbín
sostiene que esto es muy amplio, y se pone restrictivo. Para él surgen del texto y deben ser
necesarias para el ejercicio de las facultades expresas.
Teoría de la especialidad: es creada por Linares. La misma sostiene un postulado de libertad para la
persona física y la persona jurídica. Para ver la competencia del órgano es necesario definir el fin y
objeto del órgano, lo cual es el borde. Luego de eso se ve la limitación que son las prohibiciones
explícitas y las implícitas, y lo que queda es la permisión.
En el fallo Angel Estrada, la Corte utilizó este criterio. Las competencias del ente ENRE se limitan a
las que le da la ley de su creación. No puede dirimir cuestiones de derecho común. El fin del ENRE
es controlar que se brinde correctamente el servicio.
Hay diferentes tipos de competencia: a) en razón de la materia: ve el contenido de las facultades;
b) en razón del territorio; c) en razón del grado: ve la posición del órgano en la escala jerárquica; d)
en razón del tiempo: ve hasta que fecha dura.
La personalidad jurídica pública tiene ciertos caracteres: 1) es creada por la ley; 2) tiene un fin
público; 3) tiene prerrogativas públicas; 4) tiene un nivel de control estatal alto. Las notas
características sirven para ver qué régimen jurídico aplicar, si el derecho público, o el derecho
privado.
La personalidad jurídica no estatal es la que caracteriza a: las sociedades del estado; al colegio
público de abogados; y significa que no integra la estructura del Estado. Esto último es la nota
diferencial con lo anterior, y lleva las mismas notas características.
Hay dos modelos de organización estatal: 1) Corte jerárquico: centralizado con notas
descentralizadas; 2) Horizontal: E.E.U.U.
La administración pública central está integrada por órganos administrativos, a saber, el
presidente, el jefe de gabinete de ministros y los ministros, que son regulados por la ley de
ministerios.
El órgano superior tiene todas las competencias del órgano inferior además de las propias. Este es
el efecto de la relación jerárquica.
El órgano administrativo es centro de imputación de competencias, y está compuesto por personas
físicas que cuentan con ciertos recursos. Parte del Estado y no tiene personalidad jurídica. Hay una
relación inter orgánica dentro del mismo órgano.
La nota característica de la jerarquía entre otros órganos son: 1) Las mismas competencias
materiales; 2) Dirigir, ordenar y controlar al inferior. Ordena mediante un recurso administrativo
denominado recurso jerárquico.
Existen dos excepciones al principio de jerarquía: 1) Cuando el superior imparte órdenes ilegales;
2) Cuando el legislador reconoce potestades a órganos jerárquicos; por el principio de
especialidad. En esto casos el inferior puede desobedecer al superior.
La delegación es el resultado de la relación jerárquica. En principio no está permitida ya que la
competencia es improrrogable salvo autorización. La excepción es la permisión, la cual debe estar
reglada expresamente. Esto último es establecido por el artículo 3 de la ley de procedimientos
administrativos. Se transfiere el ejercicio de las competencias pero no la titularidad. Esto es de
carácter transitorio y el superior puede retomar en la competencia. Los responsables son tanto el
superior como el inferior. El superior tiene poder de mando y el inferior deber de obediencia.
La avocación es que el superior atrae ante sí algo que está bajo el mando del inferior. En principio
es procedente salvo que se diga lo contrario. Se transfiere en carácter transitorio.
Los entes descentralizados son centro de imputación de competencias desempeñadas por
personas físicas con personalidad jurídica propia dentro del Estado. Los mismos tienen fines
estatales y específicos directos; fines industriales o comerciales; o entes autónomos como las
universidades nacionales.
Un ente descentralizado por ejemplo es el ENRE.
El recurso de alzada es optativo. El mismo busca lograr que el órgano de administración central
controle el acto del ente descentralizado. Por no haber relación jerárquica sólo se puede controlar
la legalidad del acto. No puede inmiscuirse en cuestiones de oportunidad, mérito y conveniencia,
no respecto del fondo.
Los entes autónomos no tienen relación de tutela. El artículo 75 inciso 19 plantea que son
autárquicos y administran sus propios recursos y son autónomos con respecto a la potestad
reglamentaria del PEN.
Las universidades se rigen por la CN, los tratados y las leyes. Todo lo que está debajo de las leyes
no las tocan. La ley de educación superior es un mecanismo para que el ministerio de educación
impugne lo que no le parezca y resuelva un juez. Sólo se aplican los DNU y los decretos delegados.
Las facultades no tienen personalidad jurídica propia.
En los casos de conflictos de competencia aplican los artículo 4 y 5 de la ley de procedimientos
administrativos.
En caso de que un órgano esté disconforme con el acto de otro órgano, no puede plantear un
recurso administrativo. Puede sentirse afecta, y para ellos el artículo 74 establece que puede
procurar un pronunciamiento de un superior común.
Las facultades contra las universidades no pueden interponer un recurso administrativo. No puede
proceder con una acción porque es autónomo. Se debe llevar la cuestión a la justicia.
La organización administrativa es el cómo está conformado el ámbito del estudio del Derecho
Administrativo.
La organización administrativa centralizada es el centro de aplicación de la ley de procedimientos
administrativos. La misma se diferencia de la administración descentralizada.
El artículo 99 inciso 1 de la CN establece que el presidente es el responsable de la administración
general del país, y la cabeza de la organización administrativa.
El artículo 100 de la CN, establece que el jefe de gabinete de ministros administra y los ministros
son regidos por la ley de ministerios.
El Presidente, el jefe de gabinete de ministros y los ministros son órganos de la administración de
orden constitucional. Debajo del órgano ministros hay otros órganos de naturaleza legal, como ser
las secretarías. (Secretaría nacional de direcciones entre otras).
La estructura de la administración pública centralizada tiene una estructura piramidal, es decir, hay
escalones, y la nota principal es la jerarquía. Entre los distintos órganos hay relaciones
interorgánicas.
Cada provincia regula para sí el derecho administrativo. Además de la ley de procedimientos
administrativos nacional, hay 24 leyes más, ya que cada provincia tiene la suya. Esto ocurre porque
el derecho administrativo es de carácter local.
La administración pública descentralizada tiene una estructura compuesta por entes
descentralizados. Cada ente tiene una estructura piramidal, un órgano a la cabeza y por debajo
otros. Un ejemplo es la ANMAT. Los entes descentralizados tienen una relación con la
administración central.
Todo esto se estructura a partir de la vigencia de los principios jurídicos.
La jerarquía es una relación de mando y obediencia y se da siempre que haya relaciones
interorgánicas.
En la jerarquía, el de rango superior le puede negar algo al del rango inferior, y además el superior
puede intervenir en lo que hace el inferior.
El artículo 3 de la ley de procedimientos administrativos define la competencia de la siguiente
manera: es la aptitud para obrar de los entes. Sus características son: 1) es normativa, ya que está
en la ley, o en la constitución, por lo tanto constituye una competencia expresa. Hay competencias
implícitas lo cual amplía el ámbito de competencia. El órgano que lleva a cabo competencias
expresas, también lleva aquellas que razonablemente se puedan derivar de la expresa. La implícita
se debe adecuar a la expresa. Existe una relación de proporcionalidad entre las competencias
implícitas y las explícitas. El órgano a cargo de la competencia es siempre el mismo.
2) es obligatoria: hay una imposibilidad de que los órganos se abstengan de ejercer la
competencia.
3) es improrrogable: la excepción a esto es que la delegación o sustitución estén permitidas. El
órgano competente transfiere o delega el ejercicio de la competencia a uno inferior siempre que
tengan la misma materia. El superior siempre que tenga competencia en la materia delega en su
inferior. La delegación no modifica la estructura. La avocación es lo contrario a la delegación. En
este último caso el superior toma para sí una porción de la competencia del inferior. Ambas son
dos técnicas de redistribución de las competencias. Se avoca cuando toma algo que nunca fue
suyo, esta técnica siempre está permitida. En la delegación luego de un año el delegante reasume
su competencia. Ambas técnicas son transitorias.
Las secretarías son dependientes de la nación. Antes del año 1994, el PEN creaba secretarías
dependientes del PEN con igual jerarquía.
El secretario del presidente depende del PEN; y se diferencia del secretario de justicia por ejemplo,
en que cada secretario depende del ministerio.
En principio la competencia es improrrogable, pero hay dos excepciones a esto que son: la
avocación y la delegación, que son dos técnicas de redistribución de la competencia.
En el caso de la competencia en razón de la especialidad, una vez redistribuida puede esperar a
que se cumpla el plazo o retomarse.
Cada ente y cada órgano tiene una determina competencia que surge de la ley.
La desconcentración es un mecanismo de redistribución de la competencia en función del cual se
dispone la prelación de órganos dentro de la administración central o descentralizada. Hay un
aumento en la cantidad de órganos; una fusión de órganos, o una reducción de órganos. Por
ejemplo tengo 15 ministerios y los aumento a 20. Esto responde a una estructura piramidal
centralizada desconcentrada. La estructura piramidal centralizada, puede ser concentrada o
desconcentrada.
La descentralización es que la competencia es dada a un ente diferente de la administración
central que tiene personalidad jurídica propia. Es imposible que un órgano se avoque
competencias de un ente, ya que entre estos no hay una relación jerárquica.
Hay jerarquía dentro de los entes y dentro de la administración pública central. Pero no hay ese
tipo de relación entre la última y los entes.
La relación jerárquica implica subordinación, es un mecanismo de control del superior al inferior.
El control es amplio, implica dos tipos de controles, uno vinculado a la oportunidad, mérito y
conveniencia, y otro es el control de legalidad.
El principio de unidad de acción es el que hace que la estructura sea piramidal, tanto en la
administración pública como en la iglesia o las universidades. Provoca directivas emanadas de la
autoridad superior; y ante un conflicto entre órganos decide el PEN. Un ejemplo es del AFIP, que
hubo un conflicto entre el administrador federal, que es la cabeza del ente AFIP, y el jefe de
aduana, que es un órgano, y el PEN removió a ambos.
La relación entre el ente y la administración centralizada es una relación de tutela administrativa,
NO jerárquica. Es intersubjetiva.
La tutela administrativa supone un control diverso, el control es amplio, se hace desde la
administración central al ente. La tutela se ejerce porque el ente actúa en el marco de, por ejemplo
ENARGAS en el marco de la secretaría de medioambiente.
Los entes autónomos son estructuras con mayor grado de descentralización y autonomía respecto
del Estado central.
El modelo es el siguiente: Estado central, Estado descentralizado, y en este último estadio el ente
autónomo con mayores poderes. La inclusión de los entes autónomos supuso desapoderar
facultades administrativas y legislativas del PEN pero también al PLN con el objeto de crear un
Estado neutral, eficiente e independiente de los poderes políticos.
En nuestro modelo los entes no son independientes de los poderes políticos sino simplemente
autónomos. El fundamento es el criterio de especialización y participación en el desarrollo de las
estructuras estatales.
El postulado de especialidad surge del objeto del ente previsto en el texto constitucional o las
leyes por ejemplo los institutos de estadísticas, el sector financiero, el principio participativo está
vinculado en este contexto con los derechos esenciales.
Los caracteres de los entes autónomos son: A) El poder reglamentario: cuando el ente fue creado
por el convencional puede ejercer poder reglamentario autónomo y no sujeto a los decretos del
Ejecutivo. Este poder reglamentario sólo comprende a las materias directamente vinculadas con el
carácter especial del ente. Las universidades respecto de su libertad académica y de cátedra son un
ejemplo de ello. Los entes creados por el PLN, tienen la particularidad de ejercer poderes
reglamentarios propios y prescindentes del PEN, siempre que el PLN habilite ese traspaso y por su
parte el Presidente preste su consentimiento. El ente es autónomo del PEN y su poder
reglamentario. Ejemplo: las universidades públicas.
B) El procedimiento de designación y remoción de sus miembros. Deben ser designados mediante
procedimientos que garanticen debidamente su capacidad e idoneidad, su independencia de
criterio. El trámite de remoción sólo es válido si está justificado en causales razonables y éstas
fueron establecidas con carácter previo.
C) El control de los entes. Deben ser controlados por el órgano de fiscalización externo del Estado
(AGN). El control del ejecutivo es mínimo, porque no existe control jerárquico. Los desacuerdos
entre el Presidente y los entes no constituyen conflictos internos sino que deben ser resueltos por
el Poder Judicial de la Nación.
D) El régimen de financiamiento está compuesto por recursos del Tesoro y otros de carácter
propio. El PEN o el congreso pueden restringir el presupuesto del ente y ejercer presión sobre sus
políticas de modo indirecto. El legislador debe garantizarles recursos mínimos suficientes.
E) La capacidad de autogestión y dirección de su personal. Las potestades necesarias para
gestionar y administrar sus recursos materiales y humanos.
La administración descentralizada se compone por entes. Los entes pueden ser: 1) Territoriales:
las provincias, los municipios y la CABA; 2) Institucionales: las universidades.
El artículo 5 de la CN habla de la autonomía de ciertos entes, que son las provincias.
Las provincias: Las mismas son centros de poder autónomo que dictan su propia constitución en
los términos del artículo 5 CN y se dan sus propias instituciones. Eligen a sus gobernadores,
legisladores y demás funcionarios, sin intervención del Gobierno Federal. Las provincias son
autónomas, sin perjuicio de que deban sujetarse a ciertos principios básicos que prevé el texto
constitucional. ¿Cuál es el contenido de los poderes provinciales? Las provincias pueden celebrar
tratados parciales para fines de administración de justicia, intereses económicos y trabajos de
utilidad común con conocimiento de PLN y convenios internaciones en tanto no sean
incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al
gobierno federal o al crédito público de la nación. Estos son los poderes exclusivos de los Estados
provinciales. En casos de conflictos de competencias entre el Estado provincial y el Federal
prevalece el poder federal o provincial de acuerdo al criterio material. Según el deslinde de
competencias en razón de la materia. Los estados provinciales ejercen todo el poder no delegado
en el Estado Central. Hay poderes compartidos, como el tema ambiental, y las leyes de
organización y bases de la educación. Las bases son propias del poder federal y el complemento de
las provincias. Los poderes concurrentes son promover la industria, la inmigración, los ferrocarriles,
la colonización de tierras, establecimiento de nuevas industrias, el progreso económico, el
desarrollo humano, el empleo, la ciencia, la educación. El convencional reconoció esos poderes al
Estado federal. El conflicto normativo debe resolverse por coordinación entre ambos, y si no fuere
posible, por superioridad de las normas federales. El gobierno federal puede intervenir las
provincias parta garantir la forma republicana de gobierno, o para repeler invasiones exteriores, y a
requisición de sus autoridades constituidas para sostenerlas, si hubiesen sido depuestas por
sedición. El congreso es quien debe ordenar la intervención. Sus potestades no son igualmente
fuertes que las del Estado nacional. Por ejemplo, este puede expropiar a una provincia, pero una
provincia no puede expropiar al estado nacional.
Los municipios: Sobre ellos se discute el carácter autónomo o autárquico. El punto más
controvertido del régimen municipal es el carácter autónomo o no de los municipios, el contenido
y contorno de este concepto. El artículo 5 de la CN asegura la autonomía municipal. El contenido
autonómico de los municipios nace de la propia Constitución Nacional y no de las constituciones o
leyes provinciales. Las potestades de los municipios nacen de dos fuentes. Del texto constitucional
nacional (artículo 123 CN); y del bloque normativo provincial. El marco competencial de los
municipios es llenado por la CN con un sustrato mínimo e inviolable y por los poderes, mayores o
menores traspasados por las provincias. El texto constitucional reconoce no sólo el régimen
municipal sino además y de modo expreso el carácter autónomo del municipio. El Estado
provincial puede detraer recursos presupuestarios municipales siempre y sin límite, salvo que
comprometa su existencia patrimonial. El municipio es autónomo en el sentido de que la
constitución le reconoce ciertas competencias. El municipio no sólo tiene los poderes transferidos
por las provincias por medios de sus constituciones o leyes orgánicas sino, los poderes qyue el
Convencional prevé en el artículo 123 CN y que las provincias no pueden desconocer. La
autonomía debe definirse básicamente como un concepto comprensivo del poder de gobierno
sobre sus asuntos y de disposición irrestricta de los recursos por el propio municipio. En caso de
dudas la balanza debe inclinarse por el municipio. Los mismos, administran, legislan y juzgan, por
ello son autónomos.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires: En principio no es posible ubicar a la CABA en el marco ya
estudiado de las provincias y municipios. El constituyente en 1994 reconoció a la Ciudad un
régimen de gobierno autónomo con facultades propias de legislación y jurisdicción. El Poder
Ejecutivo local es ejercido por el jefe de gobierno elegido directamente por el pueblo de la ciudad.
El poder de la ciudad de Buenos Aires y su extensión, en virtud del mandato del propio texto
constitucional, es igual que el de los Estados provinciales. La ciudad de Buenos Aires ejerce todos
los poderes transferidos. El poder transferido es todo, jurisdicción, legislación y administración. La
ciudad tiene todo el poder delegado por el Estado federal en los términos del artículo 129 CN. Es
todo el poder salvo aquel que el propio convencional reconoció en el Estado Federal. La diferencia
con las provincias radica en que estas tienen todo el poder no delegado al Estado Federal. La
ciudad no ejerce el poder que el convencional y el legislador hubiesen reservado en el Estado
federal en resguardo de sus intereses y en el marco del artículo 129 CN. Este conjunto de
competencias de garantías tiene dos límites: por un lado en el marco temporal. El legislador sólo
puede detraer competencias en el ámbito de la CABA mientras no se traslade la capital del País. El
otro es de contenido material porque el legislador no sólo puede hacerlo, es decir sustraer
potestades del terreno propio de la ciudad y depositarlas en el Estado federal, si ello guarda
relación con el cuidado y protección de los intereses de este. Los límites de la competencia de la
Ciudad los establece la ley 24588 y son básicamente en materias de seguridad, justicia, servicios
públicos con el propósito de resguardar los intereses nacionales. La CABA es un híbrido, hay un
cuadro de derechos y garantías a la misma. La ley de coparticipación, dice que un contrato agarra y
reparte un porcentaje en cada provincia del presupuesto. Dentro de esa ley se incluye a la Ciudad.
El artículo 129 de la CN garantiza la autonomía de CABA y dice que una ley garantizará al Estado
Nacional que la ciudad sea la capital de la república. Si se cambia de lugar la capital, la ciudad no
perderá su autonomía, la misma no depende de que sea capital o no. La ley 24588 garantiza la
intervención del Estado en la ciudad (Por creación de la metropolitana). La CABA al principio no
tenía reconocida su potestad de poder de policía, por ello la PFA estaba a cargo. Cuando modifican
el artículo 7, crean su propia policía. La seguridad federal es competencia de los federales, es por
ello que en San Juan, Chaco y Córdoba está la PFA. En CABA hoy la metropolitana tiene por
competencia, pero por insuficiencia de personal coexiste con la PFA. Existió una demora en la
entrega de la potestad policial. Hay ciertos puntos por los cuales algunos creen que es una
provincia y otros creen que es una ciudad. (La relación entre el Estado central y los entes es de
control, de tutela).
Las universidades públicas: Si las universidades son entes autárquicos las consecuencias son las
siguientes: a) las universidades no pueden dictar normas reglamentarias sino que el poder de
reglamentar la ley es propio y exclusivo del PEN; b) es posible plantar recursos administrativos
(alzada) contra los actos de la universidad ante el ministerio de educación y, consecuentemente el
PEN puede revisar en ese contexto las decisiones de la universidad; c) en caso de conflicto entre la
universidad y el ministerio, este debe resolverse por el presidente porque es de carácter
interadministrativo. Debe sustraerse del conocimiento judicial. Con la reforma constitucional de
1994 en tanto el convencional definió expresamente a las Universidades como entes autárquicos y
autónomos. El legislador sancionó la Ley de Educación Superior que definió el alcance del concepto
de autonomía académica e institucional. Estas son autónomas porque ejercen poder
reglamentario, a través de los estatutos universitarios, y sin sujeción respecto a las potestades
normativas del PEN. Tienen un campo normativo de nivel reglamentario exclusivo y excluyente del
PEN. Comprende los aspectos vinculados con su especialidad, las libertades académicas y de
cátedra, el PEN si puede reglamentar los otros aspectos universitarios, los asuntos de postgrado,
régimen de educación a distancia y el procedimiento de designación de los miembros de la
CONEAU. Las decisiones del órgano superior de la Universidad son revisables ante el PJN y no por
el Ministerio de Educación; y no existe conflicto interadministrativo la Universidad y PEN, o sea que
las controversias entre estos se resuelven por el PEN. Las universidades tienen autonomía. Tienen
competencia para resolver un conflicto interno mediante un tribunal administrativo dentro de la
Universidad. La autoridad superior resuelve, se considera como primera instancia y pasa directo a
cámara. Se resuelve por vía judicial mediante recurso directo para garantizar el control judicial
suficiente. Va a cámara directo y no hay segunda instancia.
Los entes descentralizados con fines industriales o comerciales: Hay un traspaso de las empresas
del sector privado al ámbito público. Las empresas del Estado y las sociedades de economía mixta
son regidas por el derecho público. Son entes descentralizados no autárquicos industriales o
comerciales. Aquí se encuentran las sociedades del Estado y las sociedades anónimas con
participación estatal mayoritaria. Las últimas, son el caso en el cual el Estado es propietario en
forma individual o conjunta de acciones que representan al menos el cincuenta y uno por ciento
del capital social y que sean suficientes para prevalecer en las asambleas ordinarias y
extraordinarias. El régimen jurídico aplicable tiene dos ejes: a) el conjunto de normas aplicables; y
b) el bloque de normas no aplicables. Se quiso amalgamar la flexibilidad operativa propia de las
sociedades anónimas con las garantías de orden social inherentes a la propiedad estatal absoluta.
El Estado traspasó las empresas y sociedades del Estado al sector privado a través de procesos de
privatizaciones previstos fundamentalmente en la ley 23696 y leyes complementarias. En el siglo
XXI, el Estado decidió reasumir actividades en el campo económico. El ropaje jurídico utilizado por
el Estado tuvo por objeto aplicar el Derecho Privado y excluir al Derecho Público. Las diferencias
entre las sociedades de la ley 19.550 y las empresas y sociedades del Estado es que estas últimas
llevan formas públicas y aplican derecho público y privado. Las sociedades comerciales de
propiedad del Estado aplican nomas de derecho privado y adoptan formas privadas. El legislador
no sólo fijó el campo del derecho privado en términos positivos y luego negativos sino que ordenó
enfáticamente aplicar los principios y normas del derecho privado. Casi no le dejó resquicio al
derecho público. El aspecto de excepción es simplemente el control sobre las sociedades anónimas
del Estado. Las sociedades anónimas del Estado cumplen con los siguientes caracteres: 1) el socio
es el propio Estado; 2) el patrimonio es estatal; 3) son parte de las estructuras del PEN; 4) se rigen
por el derecho privado; 5) son controladas por el órgano de control externo. El Estado puede
participar como socio en las sociedades privadas regidas por la 19.550. Este puede integrar el
capital o adquirir acciones de cualquier sociedad anónima.

El Régimen de Empleo Público.

Es el legislador quien debe reglar el empleo público. Las relaciones entre las personas físicas que
ocupan lugares dentro de los órganos del Estado, están regladas por el llamado régimen de empleo
público.
Se regulan las relaciones entre: a) el estado y los terceros, el Estado y el agente constituyen un
mismo sujeto; y las relaciones entre el Estado y el agente, el agente es un tercero respecto del
Estado. Esta última relación es la que el empleo público regula.
Es aspecto sustancial que regula el empleo público son las actividades que realiza el agente, las
actividades o funciones propias del Estado.
Dentro del empleo público se contemplan, aquellos que están incorporados como planta
permanente, el personal contratado y el temporal. El agente recibe una remuneración como
contraprestación que es dineraria y periódica.
Los agentes públicos son personas físicas de que se vale el Estado para el cumplimiento de sus
fines y sus conductas constituyen actuaciones del propio Estado.
Los rasgos más relevantes son: a) la diversidad de regímenes y la dificultad de su conocimiento y
sistematización; b) el proceso de negociación colectiva; c) el ingreso discrecional; d) la regulación
del derecho privado, ya que hay personal regulado por la LCT.
Existió una discusión sobre el tipo de vinculación que existe entre el funcionario y el Estado. La
disyuntiva se daba entre una vinculación contractual o reglamentaria. Hay diversas teorías como
ser: a) el contrato; b) el acto bilateral; c) el acto administrativo.
Los que sostienen que es un acto contractual, parten del hecho de que el ingreso nace del acuerdo
de voluntades entre el particular y el Estado, instrumentado mediante el convenio que tiene por
objeto realizar, por parte del agente funciones estatales esenciales.
Para otros nace de un acto unilateral estatal, el cuadro es legal (estatutario) y no convencional. El
contrato aquí es reemplazado por el reglamento. Es un acto estatal cuyo objeto es el
nombramiento del agente.
El tercer criterio distingue entre la formación del vínculo (acto bilateral), y el desarrollo de las
relaciones de empleo que sí constituye situaciones de orden reglamentario (acto unilateral.
El criterio de la cátedra es que es una relación contractual porque es esencial y necesario el
consentimiento del agente con el propósito de perfeccionar el vínculo.
La relación de función o de empleo público es de naturaleza contractual, pero no configura un
contrato de derecho privado.
El régimen marco de empleo público es la ley marco de empleo público.
A) ¿Cuál es el ámbito personal de aplicación de la ley? La misma comprende al personal que presta
servicios en PEN, la administración central y descentralizada. Están excluidos de ella, el Jefe de
gabinete, los ministros, los secretarios, subsecretarios, autoridades máximas de los entes
descentralizados, personal militar y de las fuerzas policiales y de seguridad, personal diplomático,
personal comprendido en convenios colectivos del sector privado, el clero. El presidente también.
La ley establece que el personal del PLN y PJN está excluido de su ámbito de aplicación ya que es
regulado por sus respectivos convenios especiales. Otro es el caso del personal estatal que está
regido por los convenios colectivos del sector privado. También aquellos que son regulados por la
LCT y aquellos que tienen contrato de locación de servicios. La aplicación de estos regímenes sobre
el personal no siempre es lineal sino que muchas veces se entremezclan unos con otros, creando
un modelo jurídico relativamente complejo.
B) ¿Cuáles son los requisitos de ingreso? 1) Ser argentino y 2) reunir condiciones de conducta,
idoneidad y aptitud psicofísica.
C) ¿Cuáles son las situaciones de revista del personal? Puede desempeñarse en planta
permanente, como contratado o personal de gabinete.
D) La ley también establece los derechos de los agentes, estabilidad, retribución justa, igualdad de
oportunidades en el desarrollo de su carrera, capacitación permanente, libre afiliación sindical,
licencias, renuncia, y participación en los procedimientos de calificaciones disciplinarios.
Hay dos tipos de estabilidad, a saber: 1) Estabilidad propia: es el derecho del trabajador a no ser
despedido por su empleador, salvo causas justificadas e imputables a él. 2) Estabilidad impropia: el
empleador puede despedir sin causa al trabajador, sin perjuicio de que deba indemnizarlo. La
estabilidad comprende al empleo (cargo), el nivel y grado del agente, pero no así las funciones. La
estabilidad en el cargo se adquiere cumplidas las siguientes condiciones: 1) transcurre un período
de 12 meses desde su incorporación; 2) aprueba las evaluaciones periódicas; 3) obtiene el
certificado de aptitud psicofísica; y 4) es ratificado por acto expreso dictado por autoridad
competente. El agente puede ser despedido durante el período en el que no goza de estabilidad,
los doce meses que transcurren entre su designación y su ratificación. El derecho a la estabilidad
en el empleo público no es absoluto sino que debe ejercerse de conformidad con las leyes.
E) Los deberes de los agentes son: prestar el servicio personalmente, observar las normas,
obedecer las órdenes del agente superior, observar el deber de fidelidad, excusarse en casos de
parcialidad y cumplir con las disposiciones legales y reglamentarias. Las prohibiciones son:
patrocinar tramites o gestiones administrativas referentes a asuntos de terceros que se vinculen
con sus funciones; dirigir, administrar, asesorar, patrocinar, representar, o prestar servicio
remunerado o no, a personas de existencia visible, o jurídica que gestionen o exploten concesiones
o privilegios o que fueran proveedores o contratistas; recibir beneficios originados en contratos,
que celebre u otorgue la administración en el orden nacional, provincial o municipal; aceptar
dádivas, obsequios u otros beneficios y hacer uso indebido o con fines particulares del patrimonio
estatal.
F) El marco legal disciplinario de los agentes públicos prevé los principios, los hechos reprochables,
las sanciones aplicables y el trámite de revisión y control judicial. Hay principios que regulan esto:
1) el procedimiento debe garantizar el derecho de defensa; 2) el agente no puede ser sancionado
más de una vez por el mismo hecho; 3) la sanción debe graduarse según la gravedad del hecho y
antecedentes del agente; 4) la sustanciación de los sumarios es independiente del proceso penal;
5) la imposición de las sanciones menores tales como el apercibimiento o la suspensión de hasta 5
días, y las sanciones por hechos materiales claros, no requieren instrucción de sumario; 6) los
plazos de prescripción son de seis meses a dos años según el hecho, se cuenta a partir del
momento en que se produjo el hecho; 7) el plazo de resolución del sumario debe fijarse por vía
reglamentaria, pero no puede exceder el término de 6 meses contados desde la comisión del
hecho. Los hechos tipificados son: 1) El incumplimiento del horario; 2) las inasistencias
injustificadas; 3) el incumplimiento de los deberes; 4) el concurso civil o quiebra no causal; 5) la
comisión de delito doloso; 6) las calificaciones deficientes durante tres años consecutivos o cuatro
alternados en los últimos 10 años de servicio; 7) la falta grave que perjudique materialmente a la
administración; 8) la pérdida de ciudadanía; 9) la violación de las prohibiciones que establece la
ley; y 10) la imposición como penal principal o accesoria, de inhabilitación absoluta o especial, para
ejercer funciones públicas. Las sanciones son el apercibimiento, la suspensión de hasta treinta días
en un año, la cesantía y la exoneración. Las sanciones administrativas disciplinarias pueden ser
recurridas por las vías administrativas ordinarias o judiciales.
La negociación es el procedimiento de celebración de acuerdos entre las asociaciones de
profesionales de empleadores, grupo de empleadores o el empleador individual y las asociaciones
sindicales de trabajadores con personería gremial. Existen tres regímenes sobre convenciones
colectivas: el régimen de los agentes públicos, los docentes y lo trabajadores privados.
Del régimen de agentes públicos, el legislador excluyo: al Presidente, al vicepresidente, al
procurador general de la nación, al fiscal general de investigaciones administrativas, y los fiscales
adjuntos; a los ministros, secretarios, subsecretarios, procurador del tesoro, funcionario superiores
y asesores del gabinete, personas que ejerzan funciones asimilables o de jerarquía equivalente a
los cargos antes mencionados; personal militar, gendarmería, prefectura naval, policía federal,
servicio penitenciario federal, personal diplomático, clero oficial, funcionarios directivos o
superiores de los entes estatales u organismos descentralizados nacionales.
El estado en el arreglo de las convenciones colectivas es representado por el Ministro de Economía
y el Secretario de la Función Pública.
El Proceso de negociación comienza por pedido de las partes, debiendo indicar las razones y
materias objeto de la negociación. El convenio debe contener básicamente el lugar y fecha de su
celebración, las partes contratantes, el ámbito personal y territorial de aplicación y el término de
vigencia. Los temas excluidos de la negociación son: la estructura orgánica de la administración
pública nacional, las facultades de dirección del Estado, el principio de idoneidad como base del
ingreso y de la promoción en la carrera administrativa. Una vez inscripto el acuerdo, este debe ser
remitido al PEN para su instrumentación mediante el acto administrativo correspondiente, dentro
del plazo de treinta días.
Respecto de la LCT, en principio, la misma no debe aplicarse a los agentes públicos, sin perjuicio de
ñas excepciones por mandato legal o por vía de los convenios colectivos de trabajo. Los entes
descentralizados, entes reguladores de servicios públicos (como el ENRE o ENARGAS) y sociedades
de propiedad estatal se rigen por la LCT. Es posible jurídicamente construir empleo público con
grandes bloques normativos de Derecho Privado.
Los marcos jurídicos especiales son conocidos como estatutos. Los docentes por ejemplo tienen
estatuto propio. No están alcanzados en principio por el marco básico de empleo público, la ley de
contrato de trabajo ni los convenios colectivos del sector público.
Las administraciones públicas son las estructuras administrativas y de empleo público de corte
burocrático. El Estado debe preservar los cuadros de administración por su propio interés, como
instrumento de ejecución de sus políticas. A través del reconocimiento del derecho a la estabilidad
de los agentes públicos, estos conservan sus empleos y el Estado no puede despedirlos. En el
campo del empleo público, la estabilidad es de alcance absoluto (propia), esto es, el Estado
empleador no puede despedir a sus agentes salvo por causales graves, tasadas e imputables a
éstos y por el procedimiento especial que garantice, el derecho de defensa de los agentes.
La Constitución Nacional incorporó en su artículo 14 bis el derecho a la estabilidad del empleado
público. El derecho constitucional a la estabilidad del empleado público fue limitado a través de los
regímenes de prescindibilidad aprobados por el congreso. En el régimen actual, en caso de que el
personal con estabilidad resultase afectado por medidas de reestructuración que comporten la
supresión de organismos, dependencias, o de las uniones asignadas a las mismas, con eliminación
de los respectivos cargo será reubicado. Si ello o fuese posible, el agente a pasa a estar en
situación de disponibilidad por un periodo no inferior a los seis meses ni mayor de doce, según su
antigüedad. En caso de vacantes n el estado central y organismos descentralizados, debe
privilegiarse a estos trabajadores. Concluido ese periodo sin que haya sido reubicado por
inexistencia de bacantes o por rechazo del propio agente, entonces, el estado dispone el cese del
agente, pagándole la indemnización correspondiente. La indemnización equivaldrá a un mes de
sueldo por cada año de servicio o fracción mayor de tres meses, tomando como base la mejor
remuneración.
Otra excepción son las leyes de emergencia.
Es necesario aclarar algunos aspectos sobre los principios de estabilidad y el de perfeccionamiento
y movilidad de los agentes. El agente sí es estable en el cargo, pero no así en el ejercicio de las
funciones. El Estado puede cambiar las funciones siempre que no vulnere los derechos de los
agentes. Debemos excluir de la estabilidad las funciones ejecutivas y de jefatura, es por ello que es
relativa. En esos casos el ejercicio es por tiempo determinado y los despidos por supresión de
cargos y funciones.
Hay ciertos agente públicos que no gozan del derecho a la estabilidad. Es el personal vinculado por
medio de contratos de locación de servicios. Los agentes contratados en estos términos realizan
tareas propias y habituales del personal estatal permanente y no otras de carácter excepcional o
transitorio en cuyo caso sí es razonable contratarlos en vez de incorporarlos a las plantas de
personal. Pueden ser despedidos por el Estado empleador, respetándoles sólo, el plazo del
contrato y sin derecho a ser indemnizados.
El estado puede legítimamente contratar personal sin estabilidad, pero ello debe encuadrarse en el
siguiente marco: a) tratarse de tareas inusuales o excepcionales por sus caracteres o por exceso de
trabajo y, por b) el carácter transitorio o temporal del contrato.
No hay estabilidad tampoco para la planta transitoria ni para el personal de gabinete. Es razonable
porque se trata de asesores temporales de los funcionarios políticos, seleccionados con criterios de
informalidad, agilidad, confianza, y formación multidisciplinaria, que naturalmente deben cesar
con aquellos.
La corte no reconoció al personal contratado derecho a la estabilidad ni a la indemnización en caso
de despido.
En nuestro país hay un déficit de planificación en cuanto a la cantidad de agentes que debe
incorporar el Estado según las funciones y objetivos propuestos.
El ingreso puede hacerse por un lado, mediante el sistema de selección de los postulantes de
conformidad con el mérito y en el marco del régimen general de estabilidad, por el Sistema
Nacional de Empleo Público. Por otro lado por designaciones directas o contrataciones, sin
convocatorias ni selección pero méritos y antecedentes. Un ejemplo de esto último es el régimen
de contrataciones, por tiempo determinado en los términos del artículo 9 de la ley 25.164.
Es necesario que el Estado siga un trámite de concursos públicos que garantice el acceso y ascenso
por razones de idoneidad y condiciones igualitarias. Los principios de publicidad, capacidad, mérito
e igualdad deben necesariamente respetarse en cualquier proceso de selección y ascenso de los
agentes.
Hay inconvenientes como ser el congelamiento de las vacantes que impiden designar miles de
agentes de plantas permanentes. Los agentes son nombrados actualmente en plantas transitorias
o simplemente contratados por el Estado.
El artículo 9 de la ley 25.164 dice: El régimen de contrataciones de personal por tiempo
determinado comprende exclusivamente la prestación de servicios de carácter transitorio, o
estacionales, no incluidos en las funciones propias del régimen de carrera y que no puedan ser
cubiertos por personal de planta permanente.
La ley dice que pasantía educativa es el conjunto de actividades formativas que realicen los
estudiantes en empresas y organismos públicos, o empresas privadas con personería jurídica,
sustantivamente relacionado con la propuesta curricular de los estudios cursados en unidades
educativas, que se reconoce como experiencia de alto valor pedagógicos, son carácter obligatorio.
El inconveniente de las mismas es que son utilizadas excediendo el marco legal y especialmente su
sentido. Los contratos tienen por objeto tareas habituales y se extienden en el tiempo sin solución
de continuidad. Así sustituyen indebidamente cargos permanentes.
En el trámite general puede participar todo el personal de planta permanente y transitoria y en
ciertos casos, los agentes contratados.
En el modelo abierto puede participar todo postulante que se desempeñe en el ámbito público o
privado siempre que acredite idoneidad y las otras condiciones exigidas.
El SINEP prevé el encasillamiento del personal en cuatro agrupamientos, general, científico técnico,
especializado y profesional.
El nomenclador de funciones y puestos establece el detalle de éstos según el nivel del escalafón. El
personal puede promover dentro del nivel del escalafón en el que fue seleccionado a uno de los
siguientes tramos: general, intermedio y avanzado.
Respecto de la promoción de grado se debe cumplir con los requisitos que establece el SINEP en
materia de evaluación del desempeño laboral y de cumplimiento de actividades de capacitación o
desarrollo profesional, técnico o laboral.
En las responsabilidades penales, el agente es responsable por sí mismo y personalmente respecto
de terceros y ante el propio Estado. El Estado no es responsable en términos penales. El
responsable penal es el agente por los delitos cometidos en el ejercicio de su cargo. Si el
responsable es un agente público entonces éste es un hecho agravante respecto de las penas a
aplicar.
El ámbito de la responsabilidad administrativa es semejante al campo penal en tanto es un caso de
responsabilidad personal del agente y no del Estado. El agente sólo es responsable respecto del
Estado y no de terceros porque el objeto protegido es el interés del propio Estado.
En lo civil es más complejo. En el caso de daños sobre terceros, los responsables son el Estado y el
agente. Es posible que el agente cause daños al Estado, u es evidente que en tal caso debe
responder patrimonialmente.
Estas responsabilidades son concurrentes, el agente puede ser responsabilizado en sede civil,
penal u administrativa por el mismo hecho.
Las relaciones de trabajo puede estar dentro del marco del derecho público o del derecho privado.
La principal diferencia radica en que en el derecho público los trabajadores pueden gozar de
estabilidad propia o impropia.
Se discute si el vínculo entre el Estado y los agentes es de tipo contractual o no. Para Balbín y la
CSJN es de tipo contractual.
El derecho a la estabilidad está en el derecho público y en el privado. Sobre esto tratan los fallos
Modorran, Sánchez, Ramos.
La responsabilidad de los agentes puede ser de tipo: administrativa, civil o penal.
El reglamento interno está vinculado con la administración interna y no puede afectar derechos de
personas.
El PEN en principio no puede limitar derechos, la excepción a esto son los DNU y los decretos
delegados. El PLN tiene poder de policía.
El empleo público se da en el marco del Estado. La relación se da entre el agente y el Estado, el
agente como un tercero frente al Estado. Esto es regulado por la Ley marco del empleo público
(25.164) y en algunos supuestos se regula por la LCT, por los contratos de locación de servicios del
código civil. El agente presta sus servicios y recibe una remuneración. La persona jurídica pública es
el empleador, es decir el Estado. El carácter del servicio prestado por parte del agente es el
ejercicio de las prerrogativas del estado.
Al ser un vínculo de tipo contractual se ven sus elementos, es un acuerdo de voluntades entre el
sujeto y el Estado, y tiene la nota característica del consentimiento.
En caso de que fuese una relación de tipo reglamentaria, la relación nacería por voluntad estatal.
Esto es, a través de un reglamento de alcance general, en el cual no hay voluntades acordadas, es
modificado y redactado por el Estado.
El criterio actual es que es de tipo contractual, pero hay cuestiones que se ponen por reglamento.
Para Balbín es de tipo contractual porque requiere del consentimiento.
El decreto 1023, habla de ámbito de aplicación. Es un contrato que celebra el Estado, el contrato
de empleo público. De esta manera reconoce que la relación es de tipo contractual.
La estabilidad propia es la que se ve en el marco del empleo público, con los empleados de planta
permanente, los cuales no pueden ser despedidos sin justa causa. El resto de los empleados, igual
que aquellos que trabajan en el ámbito privado, gozan de estabilidad impropia, que implica que
pueden ser despedidos cuando quiera el empleado o el Estado con el pago de una indemnización.
Los empleado de planta permanente, como hemos dicho no pueden ser despedidos sin justa
causa, debido a la estabilidad propia. Esto es que la justa causa debe ser demostrada mediante un
sumario administrativo, por el debido proceso adjetivo que garantiza el derecho a la defensa. La
resolución que se da luego de eso puede traer aparejadas sanciones, que se aplican a través de un
acto administrativo, que puede ser un recurso administrativo o un recurso por vía directa a cámara.

La estabilidad es reglamentada por el artículo 14 bis de la Constitución Nacional.


El fallo Madorran habla de la estabilidad propia e impropia, reconoce la estabilidad propia, y
reincorpora al trabajador.
La responsabilidad civil, se da cuando hay un daño por parte de un órgano del Estado. El agente
actúa en representación del órgano, en el ejercicio aparente de sus funciones, actúa como el
órgano mismo. En caso de no es estar actuando en el ejercicio aparente de sus funciones el agente
será responsable y no el Estado.
La responsabilidad administrativa se da cuando el agente daña al Estado, y debe responder frente
al Estado.
La responsabilidad penal tiene como responsable al agente ya que el Estado no es penalmente
responsable. El agente responde por los delitos en los que incurriere en el ejercicio de sus
funciones.
La ley 25.164 es la ley marco de empleo público en su artículo 1 prevé que los derechos y garantías
que establece la ley deben ser considerados mínimos que no pueden perturbarse a la hora de las
negociaciones colectivas. Los gremios para pactar convenios colectivos de trabajo deben estipular
mejorar, tomando como base lo que establece la ley.
En el artículo 3 de la ley se habla del ámbito de aplicación de la misma, que se compone por los
empleados de la administración pública central y descentral, con la exclusión de determinados
funcionarios. (ya está más arriba los agentes excluidos).
En el artículo 4 se establecen los requisitos para el ingreso a la administración pública, que son: 1)
ser argentino; 2) reunir condiciones de conducta, moral, técnica y de idoneidad para el cargo; y 3)
aptitud psicofísica. Esta normativa es reglamentaria del artículo 16 de la CN que exige idoneidad.
El artículo 5 establece los impedimentos para el ingreso.
El artículo 7 dice que hay cuatro tipos de situaciones de revista: 1) sujetos a régimen de
estabilidad; 2) sujetos a régimen de contratación; 3) personal de gabinete de autoridades
superiores; 4) personal con carácter aduanero.
Hay casos en los cuales se puede aplicar la LCT. El artículo 3 en su último párrafo dice que la ley de
empleo público no aplica a relaciones que están bajo el régimen de la LCT. El artículo 2 de la LCT
dice que se aplica a las relaciones con el Estado en caso de que el acto lo disponga expresamente.
El artículo 8 dice: El régimen de estabilidad comprende al personal que ingrese por los mecanismos
de selección que se establezcan, a cargos pertenecientes al régimen de carrera cuya financiación
será prevista para cada jurisdicción u organismos descentralizados en la Ley de Presupuesto. Los
cargos tienen una vacante financiada, que está prevista en el presupuesto para el pago del sueldo.
La financiación se hace previamente en la ley de presupuesto.
Los principios son publicidad, transparencia, mérito (y otro que está más arriba).
El derecho a conservar el empleo implica el cargo, el nivel y la carrera. La estabilidad no implica
estabilidad en la función. La función es temporal. Se le puede añadir función de conducción.
Para la adquisición de la estabilidad es necesario: 1) reunir condiciones de idoneidad, prestar
servicios por 6 meses a prueba. 2) Acreditar condiciones psicofísicas mediante certificado.
La ratificación en el cargo es tácita, a las 12 meses de confirma la estabilidad.
El artículo 9 de la ley dice: El régimen de contrataciones de personal por tiempo determinado
comprenderá exclusivamente la prestación de servicios de carácter transitorio o estacionales, no
incluidos en las funciones propias del régimen de carrera, y que no puedan ser cubiertos por
personal de planta permanente. No pueden realizar tareas de empleados de carrera.
El artículo 18 dice: El personal tiene derecho igualdad de oportunidades en el desarrollo de carrera
administrativa, a través de los mecanismos que se determinen. Las promociones a cargos vacantes
sólo procederán mediante sistemas de selección de antecedentes, méritos y aptitudes. El Convenio
Colectivo de Trabajo deberá prever los mecanismos de participación y de control que permitan a
las asociaciones sindicales verificar el cumplimiento de los criterios indicados.
El régimen disciplinario está contemplado en los artículos 26 y 27, se aplica a los empleados de
planta permanente, y nadie puede ser privado de su empleo.
Las sanciones pueden ser: 1) Apercibimiento. 2) Cesantía: a partir de 2 años. 3) Exoneración: a
partir de 4 años baja de la administración pública. 4) Suspensión.
Tanto la exoneración como la cesantía son segregativas.
El régimen de empleo público tiene a su ley marco.
La teoría del órgano es una teoría de la imputación donde el funcionario del Estado actúa frente a
terceros y frente a estos es el Estado.
En la relación interna no son el Estado, sino que hay un vínculo jurídico y son la contraparte. Están
vinculados a través de un contrato.
La responsabilidad contractual prescribe a los 5 años, y la extracontractual prescribe a los 3 años.
El empleo público no es uniforme, sino que hay una ley marco que no abarca todo, conviven varios
regímenes diferentes.
Los regímenes que coexisten son: 1) ley marco que es la forma regular; 2) leyes y convenios
especiales: los empleados del PJN, del PLN, las universidades, el personal militar, las fuerzas de
seguridad, tiene sus propios convenios; 3) Personal superior o funcionarios superiores del PEN:
presidente, vice, secretarios, personal de conducción de entes; personal jerárquico. Es el personal
político; 4) LCT: empresas y sociedades del Estado, y los entes reguladores de servicios públicos
como el ENRE; 5) Contrato de Locación de Servicios: no hay una relación de dependencia, son los
contratados; 6) Pasantías.
Dentro de la ley de empleo público hay 3 regímenes: 1) Planta permanente: es un contrato de
tiempo indeterminado, tienen estabilidad propia; 2) Planta transitoria: son empleados que la ley
habilita al Estado a contratar por tiempo determinado. No tienen estabilidad, y son contratados
para tareas excepcionales y temporales; 3) Empleados de gabinete: son la planta política.
Comienza su función cuando comienza la del funcionario que asume, y termina cuando ese
funcionario se va del cargo. Estos son los secretarios y los asesores.
La principal diferencia entre los empleados de planta permanente y los de planta transitoria radica
en la duración del contrato.
Las leyes y convenios establecen derechos y obligaciones. El más importante es el derecho a la
estabilidad.
La estabilidad propia es la principal diferencia entre el empleo público y el privado. En caso de un
despido con causa, el empleador decide hacerlo por una falta del trabajador. En el caso del despido
sin causa debe indemnizarlo. El Estado sólo puede despedir con causa a los empleados de planta
permanente.
Las características de la estabilidad laboral son: propia: no hay posibilidad de despedir sin causa;
impropia: puede ser despedido sin causa con indemnización.
Con esto se busca preservar a los empleados de los cambios de gobierno. La planta permanente es
un valor para la estabilidad del funcionamiento del Estado, lo cual es de interés colectivo, ya que a
toda la sociedad le interesa que el Estado funciones bien.
El artículo 14 bis de la Constitución Nacional, establece la estabilidad del empleo público.
La estabilidad propia la da solamente la ley marco y los convenios especiales que sean de planta
permanente. La Corte no reconoce la reincorporación (estabilidad propia) a nadie salvo que sea de
planta permanente de inicio, sino indemniza solamente.
La indemnización es la del artículo 11: 1 mes por año trabajado.
La disponibilidad es una excepción a la estabilidad propia. Cuando hay un cambio traslado al
trabajador, y si nadie lo necesita está un año en disponibilidad para ver si se libera algo y lo pasan.
Si en ese plazo no se lo necesita, entonces lo pueden despedir.
La Corte no castiga el hecho de contratarlo sino el hecho de contratarlo en violación de otra
norma.
La estabilidad propia se adquiere luego de 1 año de prueba en planta permanente y no al ingresar.
El Estado en caso de despedir durante el período de prueba (el año desde que ingresa hasta que se
lo ratifica) debe dar alguna razón, de no ser así es arbitrario y el Estado no puede despedir
arbitrariamente.

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