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Para comprender a cabalidad la dinámica de los instrumentos financieros y la operatividad del Mercado
de Capitales, es fundamental conocer qué se entiende por Riesgo.
Hemos visto hasta ahora que dentro de los parámetros de aceptación de uno u otro instrumento de
inversión, evaluamos cada uno de ellos (entre otros factores), en función del Riesgo y su Rentabilidad.
A continuación mostraremos la definición y los principios que rigen en la Administración del Riesgo para
luego abocarnos a los conceptos de Rentabilidad y las teorías de los Portafolios.
Riesgo e Incertidumbre
En particular, cuando se habla de riesgo e incertidumbre se confunden los términos, tal vez porque existe
un conocimiento previo de lo que es la incertidumbre. Para muchos, la incertidumbre es el
desconocimiento del futuro; en este contexto se considera que el riesgo y la incertidumbre se producen
por la variabilidad de los hechos futuros y por su desconocimiento. En publicaciones relacionadas a estos
temas, a veces se usa indistintamente. Algunos hablan de riesgo e incertidumbre como si fueran iguales,
pero veremos a continuación sus diferencias.
Existirá Incertidumbre siempre que no se sabe con seguridad lo que ocurrirá en el futuro y Riesgo,
es la incertidumbre “que importa”, porque incide en el Bienestar de la gente. De este modo la
incertidumbre es una condición presente, pero no suficiente del riesgo. En otras palabras, toda situación
riesgosa es incierta, pero puede haber incertidumbre sin riesgo.
Un enfoque más matemático desarrolla que el concepto de incertidumbre implica que no se asignan
distribuciones de probabilidad (definidas en términos de sus parámetros, tales como la media y la
desviación estándar) y que el riesgo, por el contrario, implica que sí se le puede asignar algún tipo de
distribución de probabilidad, por tanto, el término incertidumbre se utiliza para indicar una situación de
desconocimiento del futuro y lo impredecible de los hechos.
Luego, cuando hablamos de situaciones riesgosas, los resultados posibles, suelen clasificarse como
pérdidas o ganancias en una forma directa y simple.
Bajo este punto, los individuos, de acuerdo a sus características, tratarán de aminorar la exposición al
riesgo, evaluando entre los costos y beneficios de reducir el riesgo acerca de una determinada situación.
Es aquí donde nace el concepto de administración del riesgo, proceso en el cual se trata formular y
evaluar los beneficios de eliminar el riesgo versus el costo de reducirlo y de escoger la opción
más adecuada (que puede incluir también la decisión de no hacer nada al respecto)
Cabe destacar que por definición, las decisiones de administración del riesgo se toman en condiciones de
incertidumbre; de ahí que puedan surgir resultados múltiples. Estas decisiones se deben evaluar bajo
dicho contexto, es decir, cuando sólo se disponía de cierta información al momento de adoptarla. No es
posible juzgar las decisiones, luego que los acontecimientos ocurrieron, es decir, cuando ya existe el
100% de la información y el evento ya tuvo un resultado específico.
Ejemplo: Si Usted, antes de salir, decide llevar consigo su paraguas, porque pensó que posiblemente
llovería. Si no llueve, no es factible lamentarse por haber tomado esta decisión equivocada, ya que, “la
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Escuela de Administración y Negocios
conveniencia o no de una decisión referente a la administración del riesgo, debe juzgarse a la luz de la
información disponible en el momento de adoptarla”.
4) Implementación
5) Repaso
1.- Identificación del Riesgo: Consiste en determinar cuáles son las exposiciones más importantes al
riesgo en la unidad de análisis (familia, empresa, organización social, etc.).
Ejemplo: El impacto que tiene sobre una empresa importadora las fluctuaciones del tipo de cambio
2.- Evaluación del Riesgo: Es la cuantificación de los costos asociados a riesgos que han sido
identificados anteriormente. Normalmente se relaciona a los estudios que pueden realizar expertos en
cada área que recopilan y analizan los datos y estiman después las probabilidades asociadas.
Ejemplo: En materia de inversiones, las personas normalmente acuden a gente especializada en el área
(asesores financieros) para evaluar su exposición al riesgo y cuantificar en función de las ventajas de
invertir en variados instrumentos financieros como son las acciones, bonos, fondos mutuos, etc.
3.- Selección de los Métodos de Administración del Riesgo: Hay cuatro métodos fundamentales con
los cuales se puede reducir el riesgo:
c) Retención del riesgo: consiste en absorber el riesgo y cubrir las pérdidas con los propios
recursos. Esto ocurre aun cuando se ignore que existan riesgos o se elija conscientemente
ignorarlos. Ejemplo: cuando se opta por cubrir con recursos propios alguna enfermedad en vez
de adquirir un seguro contra enfermedades catastróficas.
d) Transferencia del Riesgo: Consiste en trasladar el riesgo a otros, es decir, recurrir a otros para
cubrir las pérdidas. Hay tres formas básicas de transferir el riesgo: protección, aseguramiento y la
diversificación. Más adelante se profundiza este tema.
4.- Implementación: Una vez tomada la decisión sobre cómo administrar los riesgos que han
sido identificados, corresponde aplicar los métodos seleccionados, para lo cual rige el principio de
reducir al mínimo los costos involucrados. Ejemplo: En el caso de que se opte por algún seguro
de enfermedades catastróficas se deberá cotizar en el mercado y elegir aquella compañía que
ofrezca el más barato en función de la póliza ofrecida.
5.- Repaso: Como todo proceso dinámico, requiere que las decisiones que han sido tomadas
sean evaluadas y revisadas periódicamente, ya que a medida que pasa el tiempo, las
condiciones de mercado, laborales, personales, etc., van cambiando y puede estarse expuesto a
nuevos riesgos o tener acceso a más información que haga cambiar alguna de nuestras
decisiones anteriores.
Ejemplo: al manejar una cartera de activos financieros, es probable que con el transcurso de los
años se cambie la proporción o componentes de la cartera elegida al comienzo de la inversión
A) Protección: Se dice que uno se “protege” contra un riesgo, cuando la acción tendiente a
reducir la exposición a una pérdida lo obliga también a renunciar a la posibilidad de
una ganancia. Por ejemplo: cuando los agricultores antes de recoger su cosecha, la
venden a un determinado precio (contrato a futuro), están eliminando el riesgo de que al
momento de efectuar la cosecha, accedan a un precio inferior del que están pactando,
pero también están renunciando a la posibilidad de obtener una mayor utilidad si los
precios aumentasen en la época de cosecha.
El ejemplo clásico es el seguro de vehículos, donde por una prima mensual (ejemplo de 2
U.F.) se está asegurando durante un período de tiempo determinado las pérdidas
potenciales de un robo, de un accidente con pérdida total, daños a terceros, etc.
Cabe destacar que una diferencia fundamental entre protección y aseguramiento, es que
con la protección se está eliminando el riesgo renunciando a una ganancia posible a diferencia
del aseguramiento en el cual se está cancelando una prima para eliminar el riesgo, sin renunciar
por ello a la ganancia posible. (Revisar las características de los instrumentos derivados)
Como habíamos mencionado la meta o “reto” fundamental dentro la construcción y administración de los
portafolios es: “La mejor rentabilidad con un adecuado riesgo”.
El concepto del Riesgo ya fue explicado en los párrafos anteriores, pero en la práctica, ¿a qué clases de
riesgos nos enfrentamos en la construcción del Portafolio? Entre otros, podemos encontrar los
siguientes:
Jurídico: Pérdida derivada de situaciones de orden legal que puedan afectar la titularidad de las
inversiones o la efectiva recuperación de su valor.
Solvencia: Posibilidad de pérdida causada por el deterioro en la estructura financiera del emisor o
garante de un título.
De mercado: exposición a la tasa de interés. Mide los cambios en el VPN (valor presente neto) de los
títulos debido a cambios en la tasa de interés.