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EL MARAVILLOSO DON DE LA

GRACIA DE DIOS

CAPITULO 1

El concepto de gracia en la Sagrada Escritura y en el


Catecismo de la Iglesia.

En el A.T. el concepto de gracia se expresa con la


palabra hebrea “Jesed” traducido como
“misericordia” (Sal 17,7; 40,11; Is 63,7; Jr 16,15).
Adán y Eva recibieron una promesa de salvación
(Gn 3,15).
Noé fue salvado del diluvio (Gn 6,8; 7,1).
Abraham fue elegido como padre del Pueblo de Dios
(Gn 12,1).
Moisés fue preparado para conducir y enseñar al
Pueblo (Ex 3,10).
Israel fue elegido “pueblo de Dios”.
Los profetas anunciaron el amor de Dios y su
fidelidad a un pueblo infiel y desobediente (Is 54,10;
Jr 9,22).

Al N.T. le toca desarrollar y proclamar la plenitud de


la “gracia divina”.
“La Ley vino por Moisés, la gracia y la verdad por
medio de Jesucristo. (Jn 1,17).

El Catecismo:
n°1996 Nuestra justificación es obra de la gracia de
Dios. La gracia es el favor, el auxilio gratuito que
Dios nos da, parar llegar a ser hijos de Dios
(Jn 1,12-18).

1
Nos hace participar de la naturaleza divina. Se nos
regala la Vida Eterna ( Jn 17,3; 2Pe 1,3-4).
La Palabra gracia aparece 160 veces en la S.E. de
estos, 128 se encuentran en el N.T.
La Gracia es una “ayuda, una fortaleza divina” que
proviene del amor misericordioso de Dios.
La Gracia nos llega a través de Jesucristo.
Nosotros necesitamos la gracia de Dios y tener que
pedirla nos hace hombres humildes (Fil 2,13).
La Palabra gracia, tiene varios significados:
-que gracia tiene esta persona, tiene encanto.
-agradecimiento, gratitud, favor gratuito.
-es la actitud de Dios, un don de salvación. (Ef 2,8)

Dios se manifiesta como “el Dios de toda gracia”


(1Pe 5,10).

Jesucristo es presentado como “lleno de gracia”


(Jn 1,14).

El Espíritu Santo es llamado “el Espíritu de Gracia”


(Hb 10,29).

El ángel Gabriel llama a la Virgen María “llena de


gracia” (Lc 1,28).

El amor de Dios desciende a nosotros como gracia a


través de Jesucristo.

La gracia de Dios nos llega a través de Jesucristo “No


hay comparación entre el delito y el don. Si por el
delito de uno solo todos murieron, mucho más por la
gracia de Dios, hecho don gratuito en otro hombre
Jesucristo. (Ro 5,15-21).

2
Bendiciones a través de la gracia

Salvación: Tito 2, 11-13


Justificación: Ro 5, 1
Puedo entrar a la presencia de Dios Hb 4,14-16

Ef 1,7; 1Jn 3,16 = Esto es gracia

La gracia es la participación de la vida de Dios.


Es la ayuda que Dios nos da para responder a su
llamado.

La gracia es fundamental en la teología.

Entendemos por gracia el efecto personal de la


salvación que causa la renovación interior del
hombre, lo convierte en hijo y amigo de Dios y
establece con El un vínculo interior, una alianza.

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 2

La Salvación Integral del Hombre

El Dios salvador (la salvación)


La redención
El perdón y la limpieza de pecados
La justificación
La reconciliación
La regeneración
La santificación
La transformación
La configuración
La glorificación
La unción, sello
La misión: proclamar a Cristo; El evangelio de la
Buena Noticia.
El misterio de la gracia es la obra integral de la
salvación de Dios.
Dios efectúa esta obra maravillosa a través de la
redención hecha por nuestro Señor Jesucristo.
La salvación es un regalo de la gracia de Dios.
Todo lo bueno que hay en nosotros es el resultado de
la gracia de Dios. La gracia de Dios es un misterio
del corazón de Dios. La gracia de Dios es un
despliegue de amor, misericordia y perdón
(Ef 2,1-10). La gracia de Dios nos salva, nos hace
justos nos santifica, nos transforma, nos regala la
vida de Dios que es eterna, nos perfecciona y nos
capacita (Tito 2, 11-15).
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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 3

La Gracia del Perdón y limpieza de Pecados

Dios perdona nuestros pecados por medio de la


sangre de su Hijo (Ef 1,7).
El perdón de nuestros pecados es la redención
efectuada por la muerte de Cristo. La redención fue
realizada por Cristo en la cruz al derramar su sangre.
Pero en nosotros esta redención no se hace efectiva
hasta que creemos en Él, y arrepentidos confesamos
nuestros pecados. Entonces se hace efectiva en
nosotros la redención que Cristo nos regalo en la
cruz. La redención es un hecho realizado y se efectúa
en nosotros a través del perdón de los pecados.
¿Cuál es la diferencia entre perdón y limpieza?
El pecado es un delito. Es como que si nuestra hoja
de vida quedara manchada (1Jn 1,9) “Si reconocemos
nuestros pecados, Dios que es justo y fiel, perdonará
nuestros pecados y nos purificará, nos limpiará de
toda maldad”. Se perdona el delito y se limpia la
mancha.
Lecturas bíblicas
 Jr 31, 31-34
 Zac 13, 1-2
 Mt 26, 28
 Hb 9, 11-14
 1Jn 1, 7-9
 Ap 1, 5

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 4(A)

Justificación y Gracia

Los números son del Catecismo de la Iglesia Católica

La Justificación

1987 La Gracia del Espíritu Santo tiene el poder de


santificarnos, es decir, de lavarnos de nuestros
pecados y comunicarnos “la justicia de Dios
por la fe en Jesucristo” Ro 3,22; 6,3-4;
Ro 6, 8-11.

1988 Por el poder del Espíritu Santo participamos


en la pasión de Cristo muriendo al pecado y en
su resurrección, naciendo a la vida nueva,
somos miembros de su cuerpo- la Iglesia-
1Cor 12, sarmientos unidos a la vid que es él
mismo. Jn 15, 1-4

Por el Espíritu Santo participamos de Dios.


El Espíritu Santo nos hace partícipe de la vida divina,
de la naturaleza divina….Por eso, aquellos en quienes
habita el Espíritu están divinizados.
S. Atanasio.

6
1989 La primera obra de la gracia del Espíritu Santo
es la “conversión”, que es obra de la
justificación. Según el anuncio de Jesús al
comienzo del Evangelio: “Convertíos y creed
en el Evangelio” Mc 1,15.
Movido por la gracia, el hombre se vuelve a
Dios y se aparta del pecado, acogiendo así el
perdón y la justicia de lo alto. La justificación
entraña el perdón de pecados la santificación y
la renovación del hombre interior.

1990 La justificación arranca al hombre del pecado,


purifica su corazón. Reconcilia al hombre con
Dios, libera de la servidumbre del pecado y
sana la libertad.

1991 La justificación es, al mismo tiempo: acogida


de la justicia de Dios, por la fe en Jesucristo.
Con la justificación entra en nuestro corazón,
la fe, la esperanza, la caridad.

1992 La justificación nos fue merecida por la pasión


de Cristo que se ofreció en la cruz como hostia
viva, santa y agradable a Dios, cuya sangre fue
el instrumento de propiciación por los pecados
de todos los hombres. La justificación nos
hace interiormente justos por el poder de su
misericordia. Tiene por fin: La gloria de Dios
y de Cristo y el don de la vida eterna.

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Somos justificados por el don de la gracia Ro 3, 21-26

1993 La justificación establece la colaboración entre


la gracia de Dios y la libertad del hombre.
Por parte del hombre cree en la Palabra de
Dios que lo invita a la conversión.

Cuando Dios toca el corazón del hombre


mediante la iluminación del Espíritu Santo,
el hombre no está sin hacer nada al recibir
esta inspiración que por otra parte puede
rechazar; sin embargo, sin la gracia de Dios,
tampoco puede dirigirse, por su voluntad
libre, hacia la justicia de Dios delante de Él.

1994 La justificación es la obra más excelente del


amor de Dios, manifestada en Cristo Jesús y
concedida por el Espíritu Santo.
San Agustín afirma que: “la justificación del
impío es una obra más grande que la creación
del cielo y de la tierra; porque el cielo y la
tierra pasarán, mientras la salvación y la
justificación de los pecadores supera a la
creación de los ángeles en la justicia porque
manifiesta una misericordia mayor”.

1995 El Espíritu Santo es el maestro interior.


Hace nacer de nuevo al “hombre interior”
(Ro 7,22; Ef 3,16). La justificación implica la
santificación de todo el ser: (Ro 6,19-22)

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 4(B)

Justificación y Gracia
Los números son del Catecismo de la Iglesia Católica

La Gracia
1996 Nuestra justificación es obra de la gracia de
Dios.
La gracia es el favor, el auxilio gratuito que
Dios nos da para responder a su llamado.
 Llegar a ser hijos de Dios Jn 1, 12-18
 Hijos adoptados Ro 8, 14-17
 Participes de la naturaleza divina 2Pe 1, 3-4
 De la vida eterna Jn 17,3
1997 La gracia es una participación de la vida de
Dios.
Nos introduce en la vida trinitaria.
Por el bautismo -nuevo nacimiento-
participamos de la gracia de Cristo, cabeza del
cuerpo. Como “hijo adoptivo” puedo llamar
padre a Dios, en unión con Jesús el Hijo
único.
Recibe la vida del Espíritu que le infunde
caridad y que forma la Iglesia.

9
1999 La gracia de Cristo es el don gratuito que Dios
nos hace de su vida infundida por el Espíritu
Santo en nuestra alma para sanarla del pecado
y santificarla: Es la gracia santificadora o
divinizadora, recibida en el Bautismo.
Es la fuente de la obra de la santificación
(Jn 4,14; 7, 38-39).
2000 La Gracia Santificante es un don habitual, una
disposición estable y sobrenatural que
perfecciona al alma para hacerla capaz de vivir
con Dios, de obrar por su amor. Se debe
distinguir entre la gracia habitual, disposición
plenamente para vivir y obrar según la
vocación divina, y las gracias actuales, que
designan las intervenciones divinas que están
en el origen de la conversión o en el curso de
la obra de la santificación.
2001 La preparación del hombre para acoger la
gracia ya es obra de la gracia.
Dios completa en nosotros lo que él mismo
comenzó el comienza haciendo que nosotros
queramos y termina cooperando con nuestra
voluntad dispuesta. San Agustín
San Agustín
Ciertamente nosotros trabajamos también pero
trabajamos con Dios que trabaja. Porque su
misericordia se nos adelantó para que fuésemos
curados; nos sigue todavía para que, una vez
sanados, seamos purificados, se nos adelanta para
que seamos llamados, nos sigue para que seamos
glorificados, se nos adelanta para que vivamos según
su piedad, nos sigue para que vivamos, siempre con
Dios, pues sin él no podemos hacer nada.

10
2002 La libre iniciativa de Dios exige la respuesta
libre del hombre.
Dios creó al hombre a su imagen
concediéndole, con la libertad, el poder de
conocerle y amarle.
2003 La gracia es ante todo y principalmente, el don
del Espíritu que nos justifica y santifica.
La gracia comprende también los dones del
Espíritu Santo (1Cor 12).

2004 La gracia contempla “gracias especiales” y


gracias de estado (Ro 12, 6-8).

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 4(C)

Justificación y Gracia

Los números son del Catecismo de la Iglesia Católica

El Mérito
“Manifiesta tu obra en la asamblea de los Santos, y,
al coronar tus meritos, coronas tu propia obra.
San Agustín.
El término mérito, designa la retribución debida de
parte de una comunidad o una sociedad a la acción
de cada uno de sus miembros, considerada como
obra buena u obra mala, digna de recompensa o de
sanción.
El merito corresponde a la virtud de la justicia
conforme al principio de igualdad que le rige.
Frente a Dios no hay, en el sentido de un derecho
estricto, mérito por parte del hombre. Entre él y
nosotros la desigualdad no tiene medida, nosotros lo
hemos recibido todo de él, nuestro creador.
“La gracia ha precedido: ahora se da lo que es
debido…..los méritos son dones de Dios
(San Agustín, Sermón 298, 4-5)
2010 La iniciativa es de Dios, nadie puede merecer
la gracia primera, la conversión, el perdón, la
justificación.

12
2011 La caridad de Cristo es en nosotros, la fuente
de todos nuestros méritos ante Dios.
Los Santos han tenido siempre una conciencia
viva de que sus méritos eran pura gracia.

Santa Teresita
Tras el destierro espero gozar de ti en
la Patria, pero no quiero amontonar méritos para el
cielo, quiero trabajar sólo por vuestro amor….
En el atardecer de esta vida compareceré ante ti con
las manos vacías, Señor, porque no te pido que
cuentes mis obras. Todas nuestras justicias tienen
manchas a tus ojos. Por eso, quiero revestirme de tu
propia justicia y recibir de tu amor la posesión eterna
de ti mismo.
La Santidad Cristiana
2012 Sabemos que en todas las cosas interviene
Dios para bien de los que le aman… a los que
de antemano conoció, también los predestinó
a reproducir la imagen de su Hijo, para que
fuera él, el primogénito entre muchos
humanos.
Y a los que predestinó.
A esos también los llamó. Y a los que llamó.
A esos los justificó. A los que justificó
A esos también los glorificó Ro 8, 28-30
2014 El progreso espiritual tiende a la unión cada
vez más íntima con Cristo. Esta unión se
llama “mística” porque participa del misterio
de Cristo mediante los “sacramentos”.

13
Dios nos llama a todos a esta unión íntima con
él, aunque las gracias especiales o los signos
extraordinarios de esta vida mística sean
concedidos solamente a algunos para
manifestar así el don gratuito hecho a todos.
2015 El camino de la perfección pasa por la cruz.
No hay santidad sin renuncia y sin combate
espiritual (2Tm 4).

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 5

Dios y su creación: El hombre

El hombre es según la Escritura: “Imagen de Dios”


Es su tú; Dios lo ha creado para establecer con él un
diálogo histórico-salvífico, un intercambio vital en el
seno de una relación interpersonal.

El diálogo interpersonal es, pues un diálogo de


libertades. Dios, es supremamente libre; la persona
humana, imagen de Dios, es también un ser libre.

El hombre es libre frente al hermano; darse o


rehusarse, acoger o rechazar.
Puede ordenar su vida en una u otra dirección.
Esa es su responsabilidad, el tener que responder de
sí ante otro.

El “sí” a la gracia, un acto de libertad

La Iglesia, que había defendido la gracia frente al


naturalismo optimista de los “pelagianos”, tendrá
que hacer frente y salir por los fueros de la libertad,
frente al pesimismo existencial de los “luteranos”.
Y lo hará con el axioma de San Agustín: “Ni la gracia
sola, ni la libertad sola”.
El hombre está frente a Dios como un sujeto
responsable, es persona, no cosa. El trato que Dios le
dispensará respetará siempre esta estructura básica
de la condición humana.

15
Del sistema luterano la iglesia rechaza dos cosas.
- La idea de un pecado de tal fuerza
devastadora que es capaz de corromper
incurablemente la creación de Dios.
- La idea de una soberanía de Dios, que aniquila
al hombre, su criatura.

¿Qué es la gracia?

Gracia, hay que entender la realidad del amor


infinito de Dios, dándose a la indigencia del hombre,
colmándole de amor divino.

Gracia, no es una cosa, es una relación en la forma


de encuentro e intercambio, vital entre dos seres
personales.

La gracia supone la ruptura del pensamiento griego:


El hombre abajo
Dios arriba
El hombre no puede subir.
Y Dios no puede bajar.

Gracia, quiere decir que Dios se ha abajado, ha


condescendido con el hombre, el hombre ha
transcendido hacia Dios.
La frontera entre lo divino y lo humano no es
impenetrable, es permeable.

Todo esto acontece gratuitamente, el don que Dios


hace al hombre, no es otro que El mismo.

16
La gracia es, ante todo, “gracia” (don) increado.
Respuesta: Jn 3,16 “tanto amó Dios al mundo…”
Ro 8, 31 “Así pues, el Padre se nos ha
dado dándonos al Hijo”.
Mt 20,28 “Dar su vida en rescate”

Participe de su propia vida. Gál 2,20


Esta entrega la hace el Espíritu Santo, por quien
podemos dirigirnos a Dios, llamándole “Abba”
Ro 8,15.

Resumiendo:La gracia es gracia de Cristo


La gracia de Cristo, es Cristo mismo
dándonos su vida.
Conformándonos con él
Haciéndonos “hijos en el Hijo”.

Capacitándonos para vivir, sentir, pensar y actuar


como él, según Pablo y San Juan.

(Ef 5,2; Fil 2,5; 1Cor 2, 16; Jn 13,34; 15,12; 1Jn 3,16)

*El don de Dios (la gracia increada) transforma real e


interiormente al ser humano.
Ante el don, el hombre agradecido es capaz de actos y
actitudes que antes le eran imposibles.

Cuando esta “gracia increada” transforma al hombre


se llama “gracia creada” = el hombre nuevo
moldeado y creado a imagen de Jesucristo por la
infusión de su propia vida.

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 6

Libertad y Gracia

Nos ayudará a entender la más primaria de las


relaciones humanas: la relación madre – hijo.
El mismo despierta a la conciencia por la presencia y
el amor de la madre que le ha dado su ser.
El hecho de haberlo recibido todo de ella -y de seguir
recibiendo- no anula su respuesta, sino que la
posibilita y la provoca.
El amor con que el niño es amado por la madre
genera el amor amante, el tu maternal, suscita el yo
filial. En esta relación se establece una forma de
dependencia que confiere autonomía.

En Jesús está la salvación

Hch 4,12 “No hay bajo el cielo otro nombre dado a


los hombres por el que nosotros
somos salvados”.
En una sociedad teocrática -como la judía- el término
-pecador- no es una simple descripción del interior
ético de la persona; es una clasificación sociológica.
- Publicanos (colaboran con el imperio)
- Las prostitutas
- Los leprosos (eran impuros)
- Los ignorantes (no conocen la ley)
(si desconocen la ley no pueden salvarse)

18
- Los enfermos Jn 9,2
- Los que piden ser curados en sábado.
- Los gentiles.

“Pecadores” aquí no son sólo los que cometen


pecados, sino los marginados de la sociedad, los
humillados y ofendidos.

Jesús advierte que la riqueza es un obstáculo para la


salvación.
Lc 6,20
Mc 10,17-31
Lc 16,19-31

La salvación se ofrece a los desolados, insatisfechos,


fracasados.
La salvación que anuncia Jesús es amor gratuito para
ello los des-graciados son:
-desprovistos
-despojados
Ellos son los “agraciados”.

Para Dios: los más amados son los menos amables.

Esto sublevó a la religiosidad judía. Para ellos la


salvación: Si el hombre hace esto, Dios tendrá que
hacer aquello, un trueque comercial. Para Jesús la
oferta de la salvación, es una salvación entendida
como agradecimiento de los des-graciados.

(Mt 18, 1-5) “De los que son como niños…”


No los que asumen la psicología infantil, los
inmaduros.

19
- En la indigencia de quien tiene que esperarlo
todo porque no puede nada, y se sitúan ante
Dios, con la misma confianza y abandono con
que el niño pequeño se sitúa ante su Padre.

El amor de Dios manifestado en Jesús por su


proclamación y su acción es una salvación atípica,
insólita…
Un amor en que la justicia suprema no es el
ajusticiamiento del reo, sino del juez.
- Justificación:
Un amor que regenera, endereza, sana y
libera.

Por eso Jesús desencadenó hostilidades.


El enfrentamiento era inevitable, lo condujo a la
muerte.

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EL MARAVILLOSO DON DE LA
GRACIA DE DIOS

CAPITULO 7

Libertad y Gracia

La Muerte de Jesús

La muerte

Jesús no sólo nos ha dado salvación muriendo, sino


viviendo.
Toda la existencia de Jesús ha sido salvación, pues su
muerte no es un hecho aislado, sino la culminación
de un proceso vital y coherente más que una acción
sacrificial ritual, Jesús ha ofrecido un sacrificio
existencial.

Asumió
Su solidaridad con los marginados, los
despreciados y los fuera de la ley, lo llevó a la
marginación, a la disposición, al ajusticiamiento por
la ley.
Asumió: la humanidad pobre, desdeñada, pecadora,
el integra en su vida las situaciones límite
necesitadas de salvación,
“nadie tiene amor mayor, que el que da la vida por
sus amigos”. No nos salvan el poder y la fuerza, sino
la impotencia y la debilidad, cuando el amor los
nutre y los sostiene.

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Resurrección

“Dios ha constituido Señor y Cristo a este Jesús a


quien vosotros habéis crucificado”: (Hch 2,36) Lo
que Jesús pretendió con la entrega de su vida era
darnos vida.
*La gracia de Dios, es gracia de Cristo, la gracia de
Cristo, es Cristo mismo, su vida resucitada que se nos
comunica en la efusión de su Espíritu.

*La salvación tiene lugar, no por decreto


administrativo, no por indulto, sino asumiendo la
condición humana. Sólo el amor puede redimir esa
condición al encararla, la transfigura, la redime,
sanándola y vivificándole.

Jesús es la salvación
Jesús es Dios en persona
Es el Hijo de Dios

La salvación del hombre es su humanización


Filp 2,6-11

Dios y el hombre están hechos el uno para el otro


porque ambos se han encontrado en Jesucristo. El
Dios salvador del hombre.

Cuando el hombre piensa en su felicidad. Piensa en


una plenitud al abrigo de toda contingencia.

La salvación de Jesucristo

Jesús es un Dios que muere por que lo matan


No muere accidentalmente
No muere en un atentado

22
Sino mediante la solemnidad jurídica de un proceso
público en el que lo declaran reo de delitos religiosos
y políticos. Lo condenan por blasfemo.
El Dios cristiano es Jesucristo, un Dios que muere
ajusticiado por un proceso legal.

- Ni la cruz sola, ni la resurrección sola

La salvación es: derrota y victoria


cruz y resurrección
Una salvación que no ignora el dolor, lo asume,
lo sufre, lo vence.

Participar de la vida de Jesús es compartir:


- La muerte de los desventurados
- Oponerse al poder que oprime
- Denunciar el mal

Participar de la vida de Jesús es anunciar y vivir:


- El Reino de la fraternidad
- El Reino de la libertad
- El Reino de la justicia

Pues hacer un mundo nuevo, no surge


espontáneamente de la entraña de lo humano.
Lo que fluye del hombre es: “No hago el bien que
quiero, sino obro el mal que no quiero”.

Tenemos que acoger y agradecer como puro don:


- La gracia
- La justificación
- La filiación divina
- La participación en la naturaleza divina
- La inhabitación del Espíritu.

23
El cristiano sabe que para poder dar, hay que
aprender a recibir.
Sólo quien ha llegado a la suprema humanidad de
entender la propia vida como don recibido, puede
vivirlo como auto-donación.
Así vivió Jesús, comprendió su existencia, como don
del Padre y así pudo darla a los hermanos.

¿Qué ocurriría en el mundo, donde nadie quisiera


dar nada gratis, ni asumir el dolor ajeno,
ni solidarizarse? lisa y llanamente el infierno.

Jesús creó una corriente de gracia donde sólo había


desgracia crea fraternidad donde reina la enemistad,
reúne y congrega al que está perdido.

La solidaridad, la compasión, el amor son gracia de


Cristo.

¿Seremos capaces los creyentes de ser testigos


esperanzados de la salvación en tiempo de
desesperanza?

Holtmon (teólogo)
“Jamás ha habido en las sociedades ricas de este
mundo tanto desorientación, resignación, cinismo,
auto-aborrecimiento.
Los creyentes somos hombres de esperanza por la
condición de testigos del evangelio, es nuestro
honroso deber. (Ro 15,13)

El Dios de la esperanza os colma de todo gozo y paz


en vuestra fe, hasta rebosar de esperanza por la
fuerza del Espíritu.

24
Quien hace la posible, tiene derecho a esperar lo
imposible (lo que sólo Dios puede hacer)
(Mc 10,27)
Solo hay auténtica esperanza donde hay auténtica
apertura a la trascendencia por eso que en cristiano
llamamos, sencillamente salvación.

Quién se sabe amado infinitamente


¿Cómo no va a contemplar el futuro con esperanza?
- Amor, esperanza y fe nos une.

No se puede creer en Dios sin abandonarse


confiadamente a su amor.
Sólo me puedo entregar en quien confío y sólo puedo
confiar en aquel a quien se ama.

¡Existencia Agradecida!

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