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CaPiTULo 6 EL TIEMPO (LOS ACONTECIMIENTOS) Y EL ESPACIO Acontecimientos: los nombres, caracteristicas, tipologia En el vocabulario corriente, Ja palabra acontecimiento ha adqui- rido diferentes acepciones y se utiliza en miuiltiples sentidos. ¥ en los diccionarios filoséficos, lo que aqui estamos considerando como acon- tecimiento aparece, también, con otros nombres. Cada autor cualifica el vocablo en el interior de su sistema de ideas. Allf donde Lefebvre escribe la palabra momento, Bachelard ha- bla de instante y Whitehead de ocasidén. Para Russell (1948, 1966, p. 289), un hecho resulta de una serie de instantes.! Aunque la sinoni- mia no sea exacta, la construccién de una teorfa geografica del aconte- cimiento puede utilizar tales vocablos casi indiferentemente. Es pre- ciso, sin embargo, que la teorfa geografica sea enteramente coherente y, de ese modo, atribuya un valor propio a dichos términos. En palabras de Lefebvre (1958, p. 348), el momento es la tentativa con vistas a la realizacién total de una posibilidad. Esta posibilidad «se da», «se descubre», y puede ser vivida como una totalidad, lo que sig- nifica realizarla y agotarla2 1. eDeseartamos definir “instante” de tat modo que cada acontecimiento existiese en una serie continua y lineal de instantes [..} No debemnos ver los instantes como algo independiente de los aconte~ cimientos y que puedan ser ocupados por éstos como los sombreros ocupan los percheros. Estamos pues obligados a buscar una definicién que haga del instante wna estructura compuesta de una selec~ cién adecuada de acontecimtentos, Cada acontecimiento seré parte integrante de muchas de esas es- tructuras, que serén instantes durante los cuales él existe: 6] existe “en” cada instante, que es una es- tructura de la cual el acontecimiento forma parte.» Bertrand Russell (1948, 1966, p. 287). 2. «La posibilidad se oftece; se descubre; es determinada, consecuentemente limitada y par- cial. Querer vivirla como totalidad significa, de hecho, agotarla y completarla al mismo tiempo. El mo- mento se pretende libremente ‘otal, se agota cuando se vive. Toda reatizacién como totalidad implica ‘und acci6n constitutiva, un acto inaugural. Ese acto simultaneamente crea un sentido y lo libera. Sobre el fondo incierto y transitorio de la cotidianeidad, él impone une estructuracién. Ast, la cotidianeidad ‘que aparecta como “real” (s6lida y cierta) se revela incierta y transitoria.» Lefebvre, 1958, p. 348. 122 LA NATURALEZA DEL ESPACIO Si consideramos el mundo come un conjunto de posibilidades, el acontecimiento es el vehiculo de una 0 alguna de esas posibilidades existentes en el mundo, Pero el acontecimiento también puede ser el vector de las posibilidades existentes en una formacién social, es decir, en un pais, en una region, o en un lugar, considerados ese pafs, esa re- gion, ese lugar como un conjunto circunscrito y més limitado que el mundo. E] lugar es el depositario final, obligatorio, del acontecimiento. Segin Eddington, un acontecimiento es «un instante del tiempo y un punto del espacio», En realidad se trata de un instante del tiempo que se da en un punto del espacio. Eddington (1968, p. 186) diserta sobre el punto-acontecimiento como el concepto mas elemental en una teo- rfa de la naturaleza que tenga en cuenta la relatividad. Un aconteci- miento, para Eddington (p. 45), es exactamente «un punto en ese espa- cio-tiempo», «un instante dado en un lugar dado».3 E] principio de la diferenciacién deriva de la combinacién de un orden temporal y de un orden espacial. Los acontecimientos son, todos, Presente. Suceden en un instante dado, una fraccién de tiempo que ellos cualifican. Son simultdnea- mente la matriz de] tiempo y del espacio. En su libro A Philosophy of Future, Ernest Bloch (1963, 1970, p. 124) escribe que «el tiempo sola- mente es porque algo ocurre, y donde algo ocurre el tiempo esta». El autor subrayé la palabra es, nosotros subrayarfamos también la pala- bra donde. Los acontecimientos crean el] tiempo como portadores de la ac- cién presente (G. Schaltenbrand, 1973, p, 39). O, como asevera H. Fo- cillon (1949, 1981, p. 99), el acontecimiento es una nocién que com- pleta la nocién de momento. Cuando hablamos de un acontecimiento pasado, es de su presencia anterior en un punto dado de la flecha del tiempo, de un «presente pasatlo» de lo que estamos hablando. Y, segtin Milo Capek (1968, p. 461), «el tiempo de un acontecimiento distante es indefinido». Cuando hablamos de un acontecimiento futuro, es de una suposicién de lo que estamos hablando, Ja suposicién de que se reali- zara en un presente futuro. Como escribe Whitehead (1919, p. 61), «los 3, «Bn ia teorfa de la relatividad de la naturaleza, el concepto més elemental es el de punto- acontecimiento. En lenguaje comin, un pwito-acontecintiento es un instante de tiempo en un determi- nado punto del espacio; pero eso representa solo un aspecto de la cuestion y no puede ser tomado como definici6n [..]. El aglomerado de todos los puntos-acontecimientos se denomina universo.» Eddington (1968, p. 186). J combinando la ordenacién temporal y la ordenacién espacial de los acontecimientos de la naturaleza en un Gnico orden de cuatro dimensiones, no slo obteniemos una mayor simplicidad para fenémenos en los cuales la separacién entre tiempo y espacio es irrelevante, sino que entendemos me- Jor ia naturaleza de Ja diferenciacion cuando ésta es relcvanter. Eddington (1968, p. 45). LA PRODUCCION DE LAS FORMAS-CONTENIDO, 123 acontecimientos son, esencialmente, elementos de actualidad». Por lo tanto, cuando se dan, agotan sus posibilidades. En ese sentido que Whitehead dice que «ellos pasan». Los acontecimientos no se repiten (B. Russell, 1940, 1968, p. 287) y su «cardcter principal» es el hecho de «poder situarse con precisién en las coordenadas del espacio y del tiempo» (A. Bosi, 1993), Las cir- cunstancias no son las mismas dos veces, recuerda sir Lewis Namier (citado por Freeman, 1961, p. 77). Cada acto difiere del precedente y del siguiente (G. Kubler, 1973, p. 105). Es su singularidad (E. Morin, 1972, pp. 6-20). Los acontecimientos son, pues, todos nuevos. Cuando surgen, también estan proponiendo una nueva historia. No hay escapatoria. En ese sentido Lefebvre (1958, pp. 346-347), aludiendo al «momento» y Bachelard (1932, pp. 30-31), refiriéndose al «instante», los consideran como un absoluio. De ahi su eficacia y su irreversibilidad. Esa irreversi- bilidad es lo que da a cada hombre el «sentimiento de aventura», dice Sartre en La nausée (1938, p. 85), cuando tenemos la certeza de que ningtin momento se repite, ni regresa, y entonces decidimos actuar dentro de esas «estrechas mallas». Esa presencia absoluta fundamenta la eficacia del aconteci- miento. All{ donde éste se instala, hay cambio, pues el acontecimiento es una brutalidad eficaz, recuerda Focillon (1949, 1981, p. 99). Segtin P. Nora (1976, p. 191), no existe diferencia de naturaleza entre un acontecimiento y una crisis, que considera como un complejo de acon- tecimientos. Por ello, en cada nueva evolucién, las cosas preexistentes cambian su contenido y también cambian su significacién. No es tanto Ia novedad que demanda una explicacién, dice S. Alexander (1936, 1963, p. 16), sino mucho mas la repeticién, la regularidad, la uniformi- dad. La repeticion seria la excepcidn, el desvio, la anormalidad. La no- vedad es la esencia de la historia, dice Whitehead. En realidad, los acontecimientos cambian las cosas, transforman los objetos, dandoles, alli donde estan, nuevas caracterfsticas. El pro- blema ya habja sido expuesto por Jean Brunhes, en su Geografia hu- mana (citado por Fischer et al., p. 229), cuando se referia a una nueva especie de complicacién, resultante de diferentes fenémenos que se su- ceden en el curso del tiempo en el mismo espacio. E] escenario geogra- fico, afiade Brunhes, «permanece inmutable, pero los hombres que en él habitan pasan por necesidades crecientes, cambiantes y cada vez més complejas». Hay aquf una cierta confusién entre lo «geografico» y lo «material», pero lo que cuenta es la idea inspiradora del texto. Fal- taba también, como por otra parte contintia faltando en geografia hu- mana, la referencia explicita al acontecimiento como una categoria de andlisis.

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