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10.1 INTRODUCCION
La geología (del griego γεια, geo "Tierra" y λογος, logos "Estudio") es la ciencia que estudia la
composición y estructura interna de la Tierra, y los procesos por los cuales ha ido evolucionando a
lo largo del tiempo geológico.
Las fuentes de energía son elaboraciones naturales más o menos complejas de las que el ser
humano puede extraer energía para realizar un determinado trabajo u obtener alguna utilidad. Por
ejemplo el viento, el agua, el sol, entre otros.
Desde la prehistoria, cuando la humanidad descubrió el fuego para calentarse y asar los alimentos,
pasando por la Edad Media en la que construía molinos de viento para moler el trigo, hasta la
época moderna en la que se puede obtener energía eléctrica fisionando el átomo, el hombre ha
buscado incesantemente fuentes de energía de las que sacar algún provecho para nuestros días,
que han sido los combustibles fósiles; por un lado el carbón para alimentar las máquinas de
vapor industriales y de tracción ferrocarril así como los hogares, y por otro, el petróleo y sus
derivados en la industria y el transporte (principalmente el automóvil), si bien éstas convivieron con
aprovechamientos a menor escala de la energía eólica, hidráulica y la biomasa. Dicho modelo de
desarrollo, sin embargo, está abocado al agotamiento de los recursos fósiles, sin posible
reposición, pues serían necesarios períodos de millones de años para su formación.
A finales del siglo XX se comenzó a cuestionar el modelo energético imperante por dos motivos:
Los problemas medioambientales suscitados por la combustión de combustibles fósiles, como
los episodios de smog de grandes urbes como Londres o Los Ángeles, o el calentamiento
global del planeta.
La energía solar, el sol produce luz y calor. Todos los seres vivos necesitan luz solar para vivir.
Y en la actualidad se utiliza la luz y el calor del sol para producir energía eléctrica, sobre todo
en las viviendas.
La energía eólica, antiguamente se usaba para mover los objetos, por ejemplo, los barcos de
vela. Actualmente lo utilizamos para producir electricidad. En las centrales eólicas el viento
mueve las aspas de los molinos y este movimiento se transforma en electricidad.
Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica
Los mares y océanos: energía mareomotriz
El calor de la Tierra : energía geotérmica
La energía del núcleo de los átomos radioactivos: energía nuclear
La materia orgánica: biomasa
Los combustibles: energía química, los combustibles son materiales que pueden arder. La
leña, el carbón y el gas natural son combustibles. Estos poseen energía química: cuando arden
se desprenden energía luminosa y calorífica. Esta energía puede transformarse en movimiento
cuando los combustibles se utilizan por el funcionamiento de un motor.
Todas ellas renovables, excepto la energía nuclear, por ser su combustible principal, el uranio, un
mineral.
Con respecto a las llamadas energías alternativas (eólica, solar, hidráulica, biomasa, mareomotriz
y geotérmica), cabe señalar que su explotación a escala industrial, es fuertemente contestada
incluso por grupos ecologistas, dado que los impactos medioambientales de estas instalaciones y
las líneas de distribución de energía eléctrica que precisan pueden llegar a ser importantes,
especialmente, si como ocurre con frecuencia (caso de la energía eólica) se ocupan espacios
naturales que habían permanecido ajenos al hombre.
Las fuentes de energía pueden ser renovables y no renovables. Las renovables, como el Sol,
permiten una explotación ilimitada, ya que la naturaleza las renueva constantemente. Las no
renovables como el carbón, aprovechan recursos naturales cuyas reservas disminuyen con la
explotación, lo que las convierte en fuentes de energía con poco futuro, ya que sus reservas se
están viendo reducidas drásticamente.
Renovables: Pueden utilizarse de manera continuada para producir energía, bien porque
Se regeneran fácilmente (biomasa) o porque son una fuente inagotable (solar)
No renovables: Una vez utilizadas tardan muchísimo tiempo en regenerarse.
Este tipo de clasificación tiene como base el ritmo de consumo de energía que el ser humano
requiere para poder vivir. Se denomina renovable al tipo de energía que cumple con la demanda
energética requerida por el ser humano pero al mismo tiempo es una fuente que se regenera más
rápido de lo que se consume.
Caso contrario ocurre con la energía no renovable, que si bien cumple con la demanda energética
en este momento, su demanda aumentará y su oferta disminuirá ya que se consume más rápido
de lo que se regenera.
Conceptos básicos Cuando hablamos de Yacimientos Minerales, hay una serie de conceptos que
tienen una gran importancia, ya sea en los aspectos geológicos-geoquímicos, o en los económicos.
Los más importantes son los siguientes:
Mena: Es el mineral cuya explotación presenta interés. En general, es un término que se refiere a
minerales metálicos y que designa al mineral del que se extrae el elemento químico de interés (Cu
de la calcopirita, Hg del cinabrio, Sn de la casiterita, entre muchos ejemplos posibles). En este caso
de los minerales metálicos, se requiere un tratamiento de la mena, que en general comprende dos
etapas: el tratamiento mineralúrgico y el metalúrgico (ver más abajo).
Ganga: Comprende a los minerales que acompañan a la mena, pero que no presentan interés
minero en el momento de la explotación. Ejemplos frecuentes en minería metálica son el cuarzo y
la calcita. Conviene resaltar que minerales considerados como ganga en determinados momentos
se han transformado en menas al conocerse alguna aplicación nueva para los mismos.
Ley de corte o cut-off: Es la concentración mínima que debe tener un elemento en un yacimiento
para ser explotable, es decir, la concentración que hace posible pagar los costes de su extracción,
tratamiento y comercialización. Es un factor que depende a su vez de otros factores, que pueden
no tener nada que ver con la naturaleza del yacimiento, como por ejemplo pueden ser su
proximidad o lejanía a vías de transporte, avances tecnológicos en la extracción, etc.
Así, por ejemplo, el oro se encuentra en las rocas de la corteza en una proporción media o clark de
0.004 ppm, mientras que en los yacimientos de la cuenca de Witwatersrand (RSA) su ley de corte
es de 7 g/t (1.750 veces mayor). La figura muestra los factores de concentración de una serie de
elementos, y se aprecia como para elementos escasos este valor es mucho más alto que para los
elementos más comunes, más abundantes en el conjunto de la corteza.
Todo uno: Mezcla de ganga y mena que extrae de la mina o cantera, con un contenido o ley
determinado, que hay que saber previamente (investigación de pre-explotación) y confirmar tras la
explotación.
Todo uno marginal: Aquel producto de la explotación que tiene contenidos ligeramente por
debajo de la ley de corte, y que no se suele acumular conjuntamente con el estéril, o bien para
procesar mediante tratamientos de bajo coste, o en previsión de que los precios del producto
suban y puedan aprovecharse como reservas.
Estéril: Corresponde a las rocas que no contienen mineral o lo contienen en cantidades muy por
debajo de la ley de corte. No suele corresponder con la ganga, que como se indica antes, son los
minerales acompañantes de la mena.
Subproductos (o by-products): Suelen ser minerales de interés económico, pero que no son el
objeto principal de la explotación, si bien aumentan el valor económico de la producción: por
ejemplo, el Cd o el Hg contenido en yacimientos de sulfuros con altos contenidos en esfalerita, o el
manganeso contenido en los pórfidos cupríferos.
Otros procesos post-mineros: El producto minero, tal como sale de cantera o de la planta
de mineralurgia, si no es de carácter metálico, a menudo necesita otros tratamientos antes de ser
aprovechable: por ejemplo el petróleo necesita el refino; las rocas industriales necesitan corte y
tratamientos superficiales de la superficie de corte; expansión térmica de perlita o vermiculita para
obtener áridos ligeros, calcinación de la caliza para obtener cal (CaCO3 + calor -> CaO + CO2),
entre muchos otros.
El origen de los yacimientos minerales puede ser tan variado como lo son los procesos geológicos,
y prácticamente cualquier proceso geológico puede dar origen a yacimientos minerales.
En un estudio más restrictivo, hay que considerar dos grandes grupos de yacimientos:
Procesos ígneos:
Plutonismo: produce rocas industriales (los granitos en sentido amplio), y minerales metálicos e
industriales (los denominado yacimientos ortomagmáticos, producto de la acumulación de
minerales en cámaras magmáticas).
Volcanismo: produce rocas industriales (algunas variedades "graníticas", áridos, puzolanas), y
minerales metálicos (a menudo, en conjunción con procesos sedimentarios: yacimientos de tipo
"sedex" o volcano-sedimentarios).
Procesos pegmatíticos: pueden producir yacimientos de minerales metálicos (p.e., casiterita) e
industriales: micas, cuarzo.
Procesos neumatolíticos e hidrotermales: suelen dar origen a yacimientos de minerales
metálicos muy variados, y de algunos minerales de interés industrial.
La erosión es el proceso por el cual las rocas de la superficie de la Tierra, en contacto con la
atmósfera y la hidrosfera, se rompen en fragmentos y sufren transformaciones físicas y químicas,
que dan origen a fragmentos o clastos, y a sales, fundamentalmente. Las trasformaciones que
implica la erosión pueden dar lugar a yacimientos, que reciben el nombre de yacimientos
residuales.
El transporte de los clastos por las aguas y el viento, y de las sales por el agua, modifica la
composición química tanto del área que sufre la erosión como del área a la que van a parar estos
productos. Además, durante el propio transporte se producen procesos de cambio físicos y
químicos, nuevas erosiones, depósito de parte de la carga transportada, etc.
La sedimentación detrítica da origen a rocas como las areniscas, y a minerales que podemos
encontrar concentrados en éstas, en los yacimientos denominados de tipo placer: oro, casiterita,
gemas.
La sedimentación química da origen a rocas de interés industrial, como las calizas, y a minerales
industriales, como el yeso o las sales, fundamentalmente.
Procesos metamórficos:
La ecología (del griego «οίκος» oikos="casa", y «λóγος» logos=" conocimiento") es la ciencia que
estudia a los seres vivos, su ambiente, la distribución, abundancia y cómo esas propiedades son
afectadas por la interacción entre los organismos y su ambiente: «la biología de
los ecosistemas» (Margalef, 1998, p. 2). En el ambiente se incluyen las propiedades físicas que
pueden ser descritas como la suma de factores abióticos locales, como el clima y la geología, y los
demás organismos que comparten ese hábitat (factores bióticos).
La visión integradora de la ecología plantea que es el estudio científico de los procesos que
influencian la distribución y abundancia de los organismos, así como las interacciones entre los
organismos y la transformación de los flujos de energía y materia.
La ecología es la rama de la Biología que estudia las interacciones de los seres vivos con su
medio. Esto incluye factores abióticos, esto es, condiciones ambientales tales
como: climatológicas, edáficas, etc.; pero también incluye factores bióticos, esto es, condiciones
derivadas de las relaciones que se establecen con otros seres vivos. Mientras que otras ramas se
ocupan de niveles de organización inferiores (desde la bioquímica y la biología molecular pasando
por la biología celular, la histología y la fisiología hasta la sistemática), la ecología se ocupa del
nivel superior a éstas, ocupándose de las poblaciones, las comunidades, los ecosistemas y
la biosfera. Por esta razón, y por ocuparse de las interacciones entre los individuos y su ambiente,
la ecología es una ciencia multidisciplinaria que utiliza herramientas de otras ramas de la ciencia,
especialmente Geología, Meteorología, Geografía, Física, Química y Matemática.