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Siguiendo huellas pág.

161 Santa Teresa de Lisieux


23. Cualquiera que sea la ocupación que Dios exija de mí, 31. Jesús me guía y me inspira “en cada instante” lo que debo de
cualquiera que sea el trabajo a que su Voluntad me llama, aunque hacer o decir. Justamente en el “momento” en que las necesito, me
fuera la ocupación más vulgar y el trabajo más grosero, Dios está hallo en posesión de luces cuya existencia ni siquiera había
allí porque allí está su voluntad; está allí mismo transparentándose sospechado.
detrás de ese ligero velo. El alma de vista torpe no lo ve; sólo
percibe el velo de la obligación material que la tiene ocupada y en Santa Teresa de Lisieux
el cual retiene sus miradas; y cuando siente deseos de encontrar a 32. La doctrina de la santificación del “momento presente” por el
Dios se vuelve hacia otro lado para ver si lo encuentra en los cumplimiento del deber, ha sido enseñada por los santos y autores
ejercicios de devoción; y aquí no lo encuentra porque no está aquí ascéticos y místicos, como el modo más sencillo de santificarse y
su Voluntad: su Voluntad está únicamente en la obligación “del de llegar a la perfección por el cumplimiento de la voluntad de
momento”. Dios. P. E. Serra
P. J. Tissot 33. Tocante a nosotros, a nuestra vida individual, la expresión de
24. Hay que ceñir toda la vida y toda la actividad al “momento la Voluntad divina se encierra en “el deber de cada momento” por
presente”; porque si el momento actual es el que ha de insignificante que parezca. María Santísima vivió unida a Dios
santificarnos, no busquemos en otra parte la santidad. P. F. Marti cumpliendo por “momento” la Voluntad divina manifestada en las
Fernández obligaciones cotidianas de su vida tan sencilla y vulgar en
apariencia como la de las demás mujeres de su condición. P.
25. ¿Por qué gemir por un pasado que ya no existe o preocuparnos Garrigou Lagrange
por un futuro que sólo pertenece a Dios? Santa Teresa del Niño
Jesús se encerraba sin reserva “en el momento presente” sin querer 34. La devoción especial de cada uno, lo mismo si la conoce que
mirar ni al pasado ni al porvenir. Actitud dominadora de todas las si la ignora, va cumpliéndose “a cada instante” del correr de su
contingencias de este mundo, simple corolario práctico de su vida vida. La mejor obra que podemos hacer, para alcanzar nuestra
de abandono, que condujo a su alma hasta aquel método tan perfección y santificación, es “aprovechar la gracia del momento
inculcado por los grandes varones espirituales: la santificación del presente” que Dios nos concede de continuo. P. E. Serra
“momento presente” P. Philipon 35. La “gracia del momento presente” es la señal más infalible de
26. El cumplimiento “momento a momento”, de la Voluntad de la voluntad de Dios. Es una revelación divina que lleva casi
siempre su auténtica interpretación.
Dios es la exacta idea teológica del tiempo y su duración. Si nos
apartamos de esa realidad, caemos fuera de Dios, en F. W. Faber
36. La voluntad de Dios no nos viene toda a la vez, en un “block”, la nada, en la inquietud, en la inquietud, en el puro no poder. Von
sino más bien a trozos y generalmente en fracciones muy Balthasar (Hans Urs)
pequeñas. Nuestro trabajo consiste en reunir estos diversos
fragmentos y hacer con ellos una vida y vocación determinada. F. 27. La entrega del corazón la exige siempre; porque es lo único
W. Faber que podemos dar, y negárselo arguye mala voluntad… Sin otros
cuidados ni trabajos, sólo con secundar la acción de Dios y ser
37. Toda alma religiosa es mi santuario, porque la profesión fieles a su gracia, siguiendo sus inspiraciones o impulsos en “cada
religiosa es una consagración; pero esto no basta todavía: es momento” veremos cómo insensiblemente vamos avanzando
preciso que el amor renueve esta consagración “cada día y cada hacia la santidad… P. V. Osende
momento” Sor Benigna Consolata
28. Si a la voluntad de Dios le oponemos la propia voluntad, ya no
38. Como una linterna en la noche, la gracia nos da la luz que nos queda garantía alguna de que permanecemos en la verdad…
ilumina nuestros pasos en un círculo suficiente para prevenir Santa Teresa del Niño Jesús, que recibió para los demás tantos
accidentes; pero conviene que dirijamos la vista a los pies, de otro dones de conocimiento de las almas, de presentimiento e
modo caeríamos, a pesar de la linterna. F. W. Faber iluminación, no tiene para sí misma más brújula que “el momento
presente”. Este es el que le permite alcanzar la medida máxima en
la entrega confiada. Ella se prohíbe incluso toda intervención en
39. Sufro “momento a momento” lo que Jesús quiere. Si uno se la verdad de su destino, es decir, en la voluntad de Dios sobre
descorazona y desespera es porque piensa en el pasado o en el ella… Verdadero para ella es sólo aquello que se asienta en el
porvenir. Santa Teresa de Lisieux “ahora” del cumplimiento de la voluntad de Dios.

40. Las “horas son como esclavos” que uno tras otro van trayendo Von Balthasar (Hans Urs)
leña para mantener el fuego. “Cada hora” nos llega con el pequeño 29. La fórmula práctica del total abandono es la santificación del
haz de voluntades divinas al hombro. Si amamos nuestra gracia “momento presente”. P. Philipón
“del momento presente” tal cual es, es la señal de que empezamos
a comprender los designios de Dios. P.W. Faber 30. He observado con frecuencia que Jesús no quiere darme
muchas provisiones duraderas. Me alimenta “instante por
41. El Buen Dios no me hace presentir una muerte próxima, sino
sufrimientos mucho mayores… No obstante no me atormento, no instante” con un manjar recién hecho. Lo encuentro en mí sin
quiero pensar más que en el “momento presente”. Santa Teresa de saber cómo ni de dónde viene. Creo sencillamente que es Jesús
Lisieux mismo, escondido en el fondo de mi pobre corazón que obra en
mí, dándome a entender “en cada momento” lo que quiere que yo
haga.
42. Nos basta con permanecer en la gracia santificante, con dirigir 51. La gracia actual se me da para “el deber del momento
hacia Dios todo y buscar su gloria con intención pura; y después presente” y lo que frecuentemente me impide corresponder es mi
vivir como hombres en el sitio en que la Provincia nos ha funesta costumbre de vivir en el pasado con recuerdos frívolos o
colocado, cumpliendo la voluntad divina llenando los deberes del nocivos y en el porvenir con proyectos y sueños que Vos no
“momento presente”. D. Columba Marmion aprobáis. Rara vez me doy del todo a la acción del “momento
presente” para santificarla. S. J. Batiste
43. ¿Tendréis que desechar, como un desperdicio, fuera de la
influencia sobrenatural de la gracia todas vuestras ocupaciones 52. Me dais el tiempo gota a gota para conllevar mi debilidad, me
materiales? No; es precisamente eso lo que debe santificaros, “eso hacéis conocer sucesivamente cada una de vuestras voluntades
y ahora”. No dejéis la presa por la sombra. Desde el sitio donde para cada deber, para cada ocasión de virtud que se presenta y yo
estáis con vuestras tareas monótonas o variadas, aburridas o gasto mis energías escrutando el porvenir con inquietas
agradables, podéis empezar, desde este “mismo instante” la previsiones. S. J. Baptiste
ascensión a la montaña del amor. S. J. Baptiste
XII
44. Una vida espiritual que se arreglase sin contar con las
circunstancias exteriores y que se construyese al lado del deber de LA HUMILDAD
estado, en vez de cogerlo como base y fuera del alcance del Mientras no aprendas la lección de la humildad, no sigas adelante,
“momento presente” sería sencillamente una ciudadela de porque caminas pasos extraviados y pierdes el tiempo.
ilusiones. P. W. Faber
Te costará volver sobre tus huellas, y a veces… desde muy lejos.
45. ¡Fuera, pues, los ensueños y las lamentaciones inútiles! Para
llegar en toda seguridad a la perfección debo ante todo establecer Ten cuidado si no has comprendido lo que significa “ser
un justo equilibrio entre mi ideal y mis “posibilidades actuales”. humildes” sufrirás escándalos y desviaciones, porque eres un
Dios no me pide el sobrepasarme o sublimarme, sino más bien el ciego voluntario.
adaptarme en “cada momento” a su divina voluntad acerca de mí.
Solamente el colirio de la humildad puede devolverte la luz
S. J. Baptiste espiritual por un toque de la mano divina.

46. ¿Por qué aceptamos con tanta dificultad esta forma de Aprende a pensar en “humildad” y verás qué gran hoguera
perfección que consiste en dejarse moldear por la divina voluntad enciendes en las lobregueces de tu alma.
a merced de los acontecimientos providenciales aceptando las
No es lección que se aprende pronto, ya se lo indicó Jesús en el
pruebas de la vida cotidiana y los más pequeños deberes “del
lavatorio de los pies a los apóstoles.
momento presente”?
Pero Él se pone como ejemplar: “Aprended de Mí, que soy manso S. J. Baptiste
y humilde de corazón”.
47. Ciertamente, Dios no quiere que tengamos que sufrir penas
1. El que se conoce a fondo a sí mismo, ése es el verdadero indecibles en el Purgatorio. Nuestro programa de vida está fijado
humilde de corazón. San Pablo de la Cruz. de tal modo que podamos llegar al término de nuestra carrera
maduros del todo, radicalmente transformados para ser admitidos
2. La humildad es una cadena de oro que lleva consigo todas las en seguida en el paraíso. Con una condición, sin embargo: que nos
virtudes. San Pablo de la Cruz dejemos guiar por Dios, como ciegos, que digamos Amén “a cada
3. La humildad es el fundamento de la misma fe, porque, el que instante” y que adelantemos “paso” sin preocupaciones
no es humilde, vacila y pierde la fe. Santo Tomás de Aquino exageradas, conducidos por su mano paternal. P. Graaf

4. La soberbia hace su propia voluntad, la humildad hace la 48. El ajustarse continuamente a la voluntad divina contradice en
voluntad de Dios. San Agustín nosotros toda independencia, toda emancipación; arruinar
nuestros planes y nos obliga a aceptar lo que Dios mismo
5. Los corazones humildes son las delicias de Dios. determina para nosotros y nos presenta “en cada momento” S. J.
Baptiste
San Pablo de la Cruz
49. ¡Oh!, qué bueno es sentirse así en las manos de Dios, unidos a
6. Por más que os humilléis y por más que os estiméis menos de
su corazón, colaborando en su obra inmensa y secreta. La
lo que en realidad sois , no hay en eso peligro ninguno; pero
humildad de la tarea es una dulzura más. Mirad, Señor, yo levanto
levantaros un poco más de lo debido y preferiros en vuestro
una paja por vuestro amor; yo sé que un día la veré brillar en el
corazón a uno solo , que os parece igual o inferior es un muy
templo invisible. Gloria a los pequeños acontecimientos si nos
grande y terrible peligro.
hacen nadar en la corriente de la Providencia, sin una desviación
San Bernardo adoptando la forma de ola. P. Sertillanges
7. Las afrentas e irrisiones que padecemos son la piedra de toque 50. De esta manera todas nuestras acciones están catalogadas hasta
que descubre de qué carácter es la humildad que cada uno tiene en el detalle, de forma que “a cada instante” del día pueden saber sin
su corazón. San Gregorio necesidad de largas reflexiones lo que Dios les pide. El alma
religiosa fiel a su regla puede, por lo tanto, decirse a cada
8. Así cualquier abatimiento ante vuestro prójimo no os puede momento: Yo hago la voluntad de Dios, estoy donde El desea,
dañar antes os servirá de provecho ; pero el menor ocupada en lo que quiere de mí y, por consiguiente, segura de
encumbramiento puede ser de ruina, por eso no quieras, ¡oh, agradarle. S. J. Batiste
hombre, cualquiera que seas!, compararte a los mayores,
tampoco a los menores, ni a unos pocos ni aun a uno solo, sino 21. El que quiera que Dios se sirva de él para cosas grandes,
someterse a todos y tenerte por el peor. San Bernardo procure ser el más humilde de todos.
9. Creo y tengo por cierto que sí Dios hubiera hecho al más infame San José de Calasanz
del mundo las misericordias que ha hecho conmigo, le hubiera
servido más fielmente a sus divinos ojos. Estoy también 22. Está más en camino de salvación un pecador humilde que un
persuadido de que si Dios retirase de mí su santa mano, caería en alma virginal que es soberbia; porque la humildad irá acercando
las enormidades en que nadie se ha precipitado. San Francisco de al primero a Dios, en cambio el orgullo irá alejando de El la
Asís segunda. San Bernardo

10. La humillación es camino que lleva a la humildad como la 23. La humildad lleva al religioso, primeramente, a la perfección;
paciencia es el camino que conduce a la paz y el estudio a las después, al paraíso, como la soberbia le lleva primero a la
ciencias. Si deseas la humildad no te apartes del camino de las relajación y después al infierno.
humillaciones; porque si no pudieres humillarte, tampoco podrás San José de Calasanz
llegar al logro de la verdadera humildad. San Bernardo
24. La humildad es la medida de la obediencia y la obediencia es
11. Cuanto más nos acercamos a Dios más descubrimos nuestras la medida de la humildad.
miserias y nuestra nada, y he aquí por qué cuando uno es más santo
es más humilde. Santa Catalina de Sena

San Pedro Julián Eymard 25. Cuando tropiezo con un alma presuntuosa, que se tiene por
más prudente, más instruida, más virtuosa que las demás, me
12. Hemos de aceptar que las flores de nuestros deseos y de estremezco; creo hallarme ante un demonio en carne mortal. San
nuestra buena voluntad caigan en tierra sin producir nada aquí Alfonso María de Ligorio
abajo, en este mundo. Esto es muy provechoso para nuestra
humildad. Santa Teresa de Lisieux 26. Como la santa humildad es señal de predestinación, así la
soberbia y amor propio son señales de reprobación, que no
13. Pongámonos humildemente en la fila de los imperfectos; deberían existir en los religiosos; porque Dios se aleja de ellos y
tengámonos por almas pequeñas. Pero al mismo tiempo hemos de caen después en odios y murmuraciones, que son pecados muy
pensar que si entra en sus designios sabrá Dios levantarnos, hasta graves. San José de Calasanz
hacernos héroes de santidad. Santa Teresa de Lisieux
27. El que practica muchas virtudes sin la humildad, es como el
14. La vida religiosa es una vida oculta, en donde el que que arroja el polvo al viento que al punto se lo lleva. San
desaparece más, da mayores frutos. Nada oculta mejor a un Gregorio
28. El demonio nos engaña, haciéndonos entender mal la alma que la vida común. Ella la sustrae, no solamente a los ojos
humildad, procurando que nos parezca soberbia tener grandes de otros, sino también a sus propios ojos. El alma no sé nada, cree
deseos y querer imitar a los santos y desear ser mártires. Santa no hacer nada y, al contrario, ella hace mucho más que si hiciera
Teresa de Jesús cosas extraordinarias.
29. Todos deberán procurar, en santa emulación, quién será el más Sor Benigna Consolata
humilde; en efecto, el que en esto aventaje a los demás será en la
presencia de Dios el más santo. 15. Procure vivir alegre; porque si junta al mismo tiempo la
paciencia con la alegría, hará obras de grandísimo mérito. San José
San José de Calasanz de Calasanz
30. Delante de la sabiduría infinita vale más un poco de estudio de 16. Es imposible que un alma conozca a Dios de verás y que no
humildad y un acto de ella, que toda la ciencia del mundo. Santa sea humilde. Santa Teresa de Jesús
Teresa de Jesús
17. Si quieres ser santo, sé humilde; si quieres ser santo, sé más
31. Será mejor haber sido criado del cocinero con humildad que humilde; si quieres ser muy santo, sé muy humilde. San José de
sacerdote con amor propio y soberbia. San José de Calasanz Calasanz
32. ¿De qué os servirán las penitencias, los cilicios, los ayunos a 18. Por muy grandes que sean los deseos de amarme que tenga un
pan y agua, los estudios y las peregrinaciones sin el alma, si no entra en el camino recto de la humildad, tropieza sin
convencimiento íntimo de vuestra nada? Un año pasado en este cesar. El hombre está lleno de soberbia…, y yo no tengo nada que
aniquilamiento vale más que cincuenta de una vida religiosa hacer con los soberbios. Sólo los humildes me agradan: Yo los
disipada y hecha estéril con la ignorancia de sí mismo. Beato ensalzo y les descubro todos mis secretos.
Enrique Susón
Beata Ana María Taigi
33. El principal medio para alcanzar la devoción es una profunda
19. La humildad es la moneda única y verdadera que circula en la
humildad y conocimiento de la propia miseria, con grandísima
casa de Dios. San José de Calasanz
confianza en la divina misericordia, para que del conocimiento
de lo uno y otro procedan siempre continuas lágrimas y 20. ¿Qué es lo que se necesita para ser sabio? Amar a Dios; ¿y
oraciones, con las cuales entrando el hombre por la puerta de la para amar a Dios? “¡Ah!, humildad, humildad; nuestro orgullo es
la cadena del rosario de los vicios, y la humildad es la cadena del
humildad, alcance lo que desea con humildad, y lo conserve con
rosario de las virtudes”.
humildad y lo agradezca con humildad. San Pedro de Alcántara
Santo Cura de Ars
XIII alguno, mas mi alma rebosa de Él y es ardentísima la sed que tiene
de derramarlo en el mundo de las almas. ¡Oh, Dios! Si el sacrificio
LA CARIDAD, AMOR A DIOS Y AMOR AL PROJIMO de mi vida tan miserable puede servir para propagar este “secreto
Como invaden las tinieblas cuando se marcha el flúido y queda de amor” tomadlo y suscitad almas que puedan comprenderlo y
cortada la corriente, así en el alma queda paralizada toda actividad alimentarse de él.
espiritual cuando la caridad, flúido divino, desaparece del alma. M. Deluil-Martiny Pag.181
Para que haya luz, para que haya calor, los filamentos tienen que
estar incandescentes.
Rama.yoma.yona@gmail.com
Si quieres irradiar a Cristo, tienes que estar fusionado con El, al
rojo vivo por la caridad, que abraza.
Porque a Dios no le puedes dar nada que no posea; quiere que se
lo des al prójimo en su nombre.
El sale fiador a la hora de la paga, y con razón podrás decir que se
ha hecho nuestro “deudor”.
Persigue al Señor en cualquier acto de amor, ya que ha puesto en
tus manos el hallazgo de la piedra filosofal, todo se convierte en
oro de caridad.
1. Cuidemos mucho de no hablar mal de nadie, ni de dentro ni de
fuera, porque el enemigo pone anteojos dobles y expedita la
lengua para hacer perder la paz y la unión. Sta. Micaela del Stmo.
Sacramento
2. Tengo hecha ante Jesús la firme resolución de no cometer jamás
pecado alguno, ni grave ni leve. Morir mil veces antes que
rendirme al pecado mortal; la muerte también mil veces primero
que consentir en el venial. Santa Gema Galgani
3. Si el amor que en el corazón me guardas es sincero, quiero que
lo demuestres llevando esculpida en tu persona
mi propia imagen. Mírame y me verás herido mofado de todos y
muerto en la cruz. Pues bien, en la misma cruz te convido a morir
al lado mío.
Ntro. Señor a Santa Gema Galgani
4. ¡Mira! Unas almas sufren para dar fuerza a otras y evitar que
caigan en el mal. Si estas dos almas que te recomendé ayer,
hubieran caído en el pecado, se habrían perdido para siempre. Lo
que por ellas habéis hecho y sufrido, les ha dado fuerzas para
resistir.
Ntro. Señor a Sor Josefa Menéndez.
5. Ofrecerse como víctima al Amor no es, en verdad, para gustar
dulzuras y experimentar consuelos, sino para abrazarse con todas
las angustias y apurar todas las amarguras, porque el amor no vive
más que de sacrificios… Cuanto más quiera uno entregarse al
Amor, tanto más debe someterse al sufrimiento. Santa Teresa de
Lisieux
6. ¡Quiera el cielo que sólo por gozar de Cristo, yo goce de las
fieras! Soy trigo de Cristo y es preciso que sea molido por los
dientes de las fieras para que me convierta en pan puro y santo.
San Ignacio de Antioquía
7. ¿Qué es lo que necesita un alma reparadora? Necesita un
corazón en el que Nuestro Señor tenga el primer lugar y que sea
todo para El; un amor sumamente generoso, que no rehúse
padecimientos ni sacrificios… Una entrega total de sí misma al
beneplácito de Dios y una continua renuncia de todas las
inclinaciones de la naturaleza. M. Emilia d´Oultremont
8. Mi corazón está completamente lleno de estas tres grandes
cosas: oblación, inmolación y comunión. Yo no tengo mérito

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