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Verthelyi, R.F. Temas de Evaluacién Psicolégica. Apéndice A PSICODIAGNOSTICO | Unidades 4,8 y 6 Penske Froule & Veethely: Temas on Gralwedsy Peielogne> APENDICE A Ejemplos de informes de las areas clinica, educacional y forense EJEMPLO N? 1 Caso presentado por L'Abate (Psicologia clini- ca, op. cit. pag. 237), quien en la discusién fi- nal dice: Elinforme de este caso se presenta por tres razones: primero, porque muestra que inclu- soel nifio mentalmente débil tiene una perso- nalidad, es decir, jerarquia de percepciones, estilo de vida y esifuctura defensiva que lo ca- racterizan como individuo distinto. Segundo, éste es un ejemplo de un problema de dificil diagnéstico diferencial. La interrelacién entre elnivel intelectual débil, la lesién cerebral y la psicopatologia hace que la distincion entre ca- daumo de los posibles factores etlolégicos me- rezca suma atencién. Tercero, los cuatro nive- Jes de funcionamiento de la personalidad son identificables: su fachada de pseudomadurez, sesitiia en elnivelde autopresentaci6n: su de- bilidad mental, en el nivel fenotipico: sua posi- ble lesion cerebral y sentimientos de inade- cuacién, en el genotipico, y los determinantes biclogicos y exégenos, tanto como Ja carencia materna, en el nivel histérico. Nifia débil mentat Edad: 6 afios. Tests administrados: Dibujo de una persona, Bender-Gestalt. Escala de Inteligencia para niflos de Wechsler (WISC). TAT. Rorschach. Diana es una nifia no muy atractiva, mo- destamente vestida, a quien vi cuatro veces. Sus ojos ligeramente desviados, su dentadu- ra defectuosa y su cabello lacio, le daban as- pecto de nifia sin hogar, como si nadie se pre- Scupara ni por su apariencia ni por ella mis- ma. Atraia Ja atencién a través de su vivaz lo- cuacldad y su hipermovilidad Inquisitiva. Sin embargo, la sonrisa constante desurostroha- cia pensar en la Diana real. gQuiénesellay c6- mose siente realmente? Son sulocuacidad y su sonrisa esfuerzos para desviar la atencién desu fisico poco atractivo? {Qué trata de ocul- tar? Estas son las preguntas que me asedia- ron durante mi primer encuentro con ella. Diana se confié a mi enseguida, como siyo hu- biera sido su amigo desde tiempo atrés. Me miraba con una mezcla de desamparada de- pendencia infantil ¢ independiente seguridad en si misma. Comenz6 a hablar incesante- mente, mostrandome tna larga serie de dibu- Josy describiéndolos y luego me pidié que le le~ yera un Ubro que habia llevado. 113 Apenas iniciado nuestro primer encuentro fue evidente que Diana seria dificil de manejar y controlar. Se mantenia en lo que deseaba que yo hiciera por ella, y prestaba poca aten- ciéna lo queella podia hacer por mi. De hecho, invirlié practicamente nuestros papeles. In- tenté asumir el control de los tests, y actuar como si ella fuera el examinador. Me dijo lo que yo tenia que hacer: “escriba”, o lo que no tenia que hacer: “no garabatee”. Diana no per- dia oportunidad de senialar mis errores: “Por qué garabatea?” o “usted no entiende”. Sus criticas, sin embargo, iban unidas a sus fallas, en la ejecucién y en la terminacién de una ta- rea dada. Hacia el final de la hora me era muy dificil determinar quién habia tomado tests a quien: Ademas, Diana trataba de disminuir la dificullad de la tarea que se le presentaba: “eso es facil’. Se realirmaba acerca de su ca- pacidad para realizarla, “lo puedo hacer”, pe- To siempre que percibia sus fallas y su inadle- cuacién exteriorizaba la consiguiente rabla y frustraci6n. Me converti en el blanco mas pré- xdmo de dichas reacciones. Sila dificultad pa- ra eecutar una tarea era insuperable, se des- viaba rapidamente hacia otra actividad: "va~ mos a jugar a otra cosa”. Felizmente, mis du- das y femores iniciales se calmaron en las se- siones siguientes. Diana se volvié mucho mas manejable e incluso mas agradable. Su [alta de atractivo desapareci6, y cobré el aspecto de una nina sensible, vibrantey lena de interés. En la epoca en que dejé el tratamiento respon- dia a mis preguntas con un minima de mani- pulacién y critica. Yo sentia que cuanto mas aprendia a comprenderla y aceptarla tal cual era, mas me aceptaba ella ami y accedia a mis pedidos. La caracteristica principal de Diana es su funcionamiento cognoscitivo retrasado. Aun- que su comprensién y su vocabulario alcan- zan —cuanto mucho— la frontera del débil mental, en su desenvolvimiento total es pare- jay consistentemente retrasada (CI completo: 58). Su informacion esta limitada a tres temas elementales. No puede contar mas de 3.04 ob- Jetos, mientras que su percepcién de las simi- Iitudes entre éstosy las situaciones es marca- damente Insuficiente. Aun bajo épumas con- diciones de aprendizaje, es incapaz de mejorar la efecucion, aunque se le presente repetidas. vecesla mismay simple tarea. Su Clverbal,de 66, ligeramenté mas alto que su CI de ejecu- clén, que alcanza a 57, indica su capacicad para manejarse con las palabras que usa co- tmocortina de humo. Es dificil darse cuenta de que su conversacién forma parte de una apa- tiencia de pseudomadurez bien organizada. Superficialmente, se expresa como una nifia de 6 afios de nivel medio, pero tras un examen atento se descubre que repite ¢imita muy bien Jas palabras, pero que es incapaz de caplar su significado completo. Usa entonces palabras engafiosamente apropiadas y posee suficien- te equilibrio en su desenvolvimiento social co- mo para pasar, ante adultos, por una nifia ‘Diana no est, sin embargo, retrasada so- Jo intelectualmente. La fragmentacién de su percepcién y de su expresidn de Ia realidad plantea la posibilidad de un deterioro organi- co. No presenta, en realidad, groseras distor- siones en la percepeién. Su comprobacién de Ja realidad es exacta, pero no concreta. Su ‘capacidad para copiar simples figuras geomé tricas, para reconstruir rompecabezas [éciles, y la presencia de persistentes procesos tl6gi- cos del pensamiento, sugicren tal posibilidad. Por ejemplo: una mancha de Uinta es descrip- tarepetidamente como “un Arbol de Navidad”, porque “no tiene plernas”. Por lo tanto, es di- ficil para Diana comprenderyafrontar una re- alidad que se presenta en forma lan fragmen- taria, donde no existe una clara relacion de causa y efecto entre los sucesos. Se conforma y acepta lo que “se supone” que tiene que ha- cer, Para evitar cometer errores, se adhiere a un modo de solucién rigido y restringido. La seguridad se encuentra en Io que se le ha dl- cho que haga. ‘Muchas de las maniobras de Diana pueden ser interpretadas como defensas para mante- ner intacto en lo posible su yo. Siente doloro- samente la diserepancia entre lo que es y lo que la gente piensa que es: “la gente piensa que soy ionta”. Tres modalidads principales de defensa se abren ante ella. La mas acepta- ble socialmente es su pseudomadurez. A tra~ vés de su desenvoltura social, se controla ¢ imita la conducta aduilia. A través de su pan- talla de palabras aparenta ser normal. Usa es- tas defensas cuando entra en una situacin nueva, como en nuestro primer encuentro. Cuando esta fachada no funciona y es pene- trada por la confrontacién directa con proble- mas insolubles, surge una defensa interme- dia: la negacién. A través de su sonriente des- valorizacién delas dificultades se reafirma, di- ciéndose que no hay nada que no pueda resol- ver. Detras de esta defensa, el mundo se vuel- ve una realidad rosada y no alemorizante. En estas condiciones puede acomodarse a las si- tuacones provocadoras de ansiedad. Su ter- 114 cera linea de defensa, es decir, la externaliza- cién, se presenta como lamenos ceptable so- cfalmente. La frustraciény la rabia que siguen a sus fallas reconocidas son expresadas indi- rectamente, como sus crilicas a mi escritura, o directamente a través de una abierta y vin” dicativa agresién contra el blanco mas cerca- no. Debida a esto, Diana se ve privada de su estabilidad pseudomadura e, impedida la ne- gacién, €s acosada por la directa confronta- cion con sus inadecuaciones. No le queda na- da sino devolver el golpe y mantener a suyo li- bre de tensién adicional. En otros terminos, su estabilidad le permite tratar con los adul- tos, su negacion le permite adaptarla realidad a una medida manejable, y ella externaliza sus sentimientos de inadecuacién personal ‘A través de tales maniobras, Diana se de- fiende activa ya veces exitosamente contra un sentimientocreciente de depresiony de inade- cuacin. Detris de su constante sonrisa se encuentra una considerable carencia oral. y tabla, Necesila gralificacién oral dependiente: “necestio azticar, leche, pan y café’, y la falta de gratificacion la hace sentir mas y mas de- samparada, inadecuada y dependiente. Es una suerte que la rabia subsiguiente sea ex- ternalizada y no dirigida contra si misma. Su sentimiento de desamparo est también rela- cionado con la figura materna. La madre es su fuente de ejemplo e idenLificacton, sin que im- porte cuan hostil puede volverse su interac- cién. Diana debe, obediente y pasivamente, depender de las tigidas y definidas expectati- vas maternas, por lemor a ser golpeada y des- truida, Por ejemplo: una ilustracion en que se ve a ura madre y a una nifia que tiene en bra~ zos una mufeca, es descripla como sigue: *Ni- ha, madre, muebles y sofa... estan pensando enlamuieca para Navidad, lamadrelaha vis- to. (Qué ocurre?) Comlenvan a pelear. (gQuién?) La nifia y la madre. (Por qué?) Por- que ella necesita un cinturén y un azote... la nifia se va a acostar. (gPor qué?) Ella golped a su madre”. La mejoria en su relacién conmigo, su pa- rejoy consistente funcionamiento intelectual retrasado, la falta de percepciones muy palo- Jogicas, pero la posibilidad de deterioro orga- nico y su estructura defensiva, son todos fac- tores que deben ser (enidos en cuenta, tal vez para ubicar a Diana en un medio que evile la tensién, junto con nifios similarmente atrasa- dos. En condiciones que no amenacen sus li- milados recursos intelectuales, (al vez legue areforzar sus defensas soclalmentemasacep- tables. Luciano L'Abate. a Ee $

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