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Tema 29: SACRAMENTOS DE INICIACION CRISTIANA:

BAUTISMO Y CONFIRMACIÓN

29.1 Naturaleza, Efectos, necesidad, Sujeto y Ministro del


Bautismo

A. Naturaleza

"Baptismus est sacramentum regenerationis per aquam in verbo" (Cat.


Rom., II, 2, 5). El Bautismo es un sacramento de la Nueva Ley instituído
por Cristo para la regeneración mediante el lavado por el agua en la
palabra.

El término latino "baptismus", que viene del griego, significa: sumergir,


lavar, limpiar.

Este sacramento ya estaba prefigurado en el AT: circuncisión, paso del


Mar Rojo, diluvio, etc. Fue anunciado por San Juan Bautista, cuyo
bautismo era una preparación para el Bautismo de Cristo señalando las
disposiciones necesarias para recibirlo. También fue anunciado por el
Señor mismo en su conversación con Nicodemo (Jn 3,5).

En cuanto a la institución del Bautismo el Concilio de Trento afirma que


hay dos momentos: institución y mandato de administrarlo. El Catecismo
de la Iglesia Católica afirma que "en su Pascua Cristo abrió a todos los
hombres las puertas de su Bautismo."

En general, hay consenso en que Cristo instituyó el Bautismo aunque


hay diferencias sobre en qué momento y de qué manera. Un buen
número de teólogos considera que fue instituído en el momento del
bautismo de Cristo en el Jordán porque allí el Señor da al agua la virtud
de santificar y porque allí se hace patente que la fuente de la
regeneración bautismal es la Santísima Trinidad, que nos hace hijos de
Dios y herederos del Cielo.

La promulgación de su obligatoriedad universal tuvo lugar después de


la Resurrección: "Id y enseñad a todas las naciones, bautizándolas en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo" (Mt 28,19).

La materia remota del Bautismo es el agua verdadera y natural, y para


que la celebración sea lícita debe estar bendecida.

La materia próxima es la ablución. Hay dos ritos que la Iglesia ha


aceptado: infusión e inmersión.
La forma de este sacramento son las palabras: "Yo te bautizo en el
nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo".

B. Efectos

a. Efectos santificadores:

- El Bautismo es un nacimiento espiritual que nos incorpora a Cristo y


conlleva una participación de la naturaleza divina por la que somos
hechos hijos de Dios en Cristo.

- Imprime carácter, con el que el bautizado queda constituído en la


condición de fiel cristiano y recibe, y es capaz de oir, la llamada a la
santidad. Hace partícipe al hombre del oficio sacerdotal, profético y real
de Jesucristo.

- Nos infunde la gracia santificante, las virtudes y los dones del Espíritu
Santo. Nos concede, asimismo, una gracia sacramental específica.

b. Efectos purificadores:

- Perdona todos los pecados, tanto el original como los actuales.

- Remite todas las penas, tanto las temporales como las eternas, debidas
a los pecados.

C. Necesidad

El Bautismo es necesario, con necesidad de medio, para la salvación


eterna (Jn 3,5; Conc. Florencia; Conc. Trento, s. VI). También hay una
necesidad de precepto, cuando Jesús dice: "Id y enseñad a todas las
gentes y el que crea y se bautice se salvará" (Mc 16, 16). Sin embargo,
el Bautismo de agua puede suplirse en cuanto a su principal efecto, es
decir, en cuanto a la gracia santificante: a) por el bautismo de sangre en
los adultos y niños; b) por el bautismo de deseo, en los adultos.

El bautismo de deseo es el anhelo explícito o implícito de recibir el


Bautismo, deseo que debe ir acompañado de una contrición perfecta.
Obra "ex opere operantis" y confiere la gracia santificante, a la que va
unida la remisión del pecado original y de los pecados actuales y la pena
eterna debida por ellos.
El bautismo de sangre se refiere a la muerte soportada con caridad por
defender la fe o alguna virtud cristiana. Obra "ex opere operato".

D. Ministro

El ministro del Bautismo es el sacerdote, a quien de oficio compete


bautizar; también el diácono puede administrar el Bautismo solemne
(como ministro ordinario). Pero en caso de peligro de muerte, cualquier
persona puede bautizar, con tal que guarde la forma establecida por la
Iglesia y tenga intención de hacer lo que hace la Iglesia (actuaría como
ministro extraordinario).

E. Sujeto

Toda persona viva, adulto o niño, que no haya sido bautizado antes
válidamente, es sujeto capaz de recibir el Bautismo.

En el caso de los niños, la fe, necesaria para la licitud del Bautismo, es


prestada por la Iglesia a través de los padres y padrinos.

En el caso de los adultos, se requiere la intención - al menos habitual -


para recibirlo válidamente; y la fe y el rechazo expreso de todo afecto al
pecado con propósito de no voverlo a cometer, para su licitud.

29.2 El Carácter Cristiano como Participación en el Sacerdocio


de Cristo

Es dogma de fe que los sacramentos del Bautismo, Cofirmación y Orden


Sacerdotal no solo confieren la gracia, sino también imprimen carácter
en el alma, es decir, un cierto signo espiritual e indeleble en virtud del
cual el cristiano se distingue del que no lo es, queda habilitado para el
culto e incorporado a Cristo y a la Iglesia. Por razón del carácter estos
sacramentos no se pueden repetir. (Concilios de Florencia y de Trento)

El carácter es distinto de la gracia, pero dispone a recibirla. A diferencia


de la gracia, el carácter nunca se pierde por el pecado. Son separables,
pero no independientes, pues para realizar dignamente las acciones
para las que habilita el carácter, se requiere la gracia. Por eso, el
carácter es una disposición para la gracia. Cuando se pierde la gracia, el
carácter permite recuperarla y urge esa recuperación.

Santo Tomás afirma que el carácter es una cualidad (que adviene a un


ser constituído y, por lo tanto, no puede ser una sustancia) y, dentro de
que es una cualidad, dice que es una potencia porque es una capacidad
para algo. Cuando Dios nos imprime el carácter lo que hace es
regalarnos una capacidad (potencia, poder) que nos permite realizar
actos que otros no pueden; en concreto, para realizar el culto que
agrada a Dios.

Como el carácter capacita para el culto y el culto cristiano deriva del


sacerdocio de Cristo, el carácter es una participación, en mayor o menor
grado, de ese sacerdocio. Esto tiene como consecuencia que el carácter
sea indeleble ya que el sacerdocio de Cristo no pasa.

¿Qué naturaleza metafísica tiene el carácter?

- Es un accidente estable (pues inhiere en el alma y no la transforma y


no se pierde).

-Es un accidente principio de operaciones y no solo una simple relación


(nos da una relación más perfecta con Cristo, y nos capacita para
determinadas operaciones).

Los hábitos y las potencias son los únicos accidentes que cumplen las
dos anteriores cualidades; el carácter es una potencia, pues es un
principio operativo, pero no de realizar algo bien o mal (que es lo que
caracteriza al hábito), pues del carácter se puede abusar (vgr. celebrar
indignamente el Santo Sacrificio). Además, esa potencia es de carácter
espiritual e instrumental, pues obra no en virtud propia, sino como
instrumento de Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote.

29.2 Naturaleza, ministro, Sujeto y Efectos de la Confirmación

A. Naturaleza

Es el sacramento por el cual se confiere el Espíritu Santo a los


bautizados por la unción del crisma en la frente, que se hace con la
imposición de la mano mediante la pronunciación de ciertas palabras
sagradas, con el fin de que confiesen su fe con fortaleza
constantemente.
B. Institución

Según Santo Tomás, Cristo instituyó este sacramento no usándolo sino


prometiéndolo: prometiendo a sus Apóstoles la plenitud del
Espíritu Santo.

Prefigurado en el AT (Is 11,2), en el NT fue prometido por Jesucristo en


varias ocasiones: Ultima Cena; Jn 7,38-39; Act 1,8. Esa promesa se
cumple en Pentecostés.

En diversos pasajes del NT (Act 2,15-21; Act 19,2.5-6) se comprueba la


administración de este sacramento por parte de los Apóstoles.

(cfr. PABLO VI, Divinae consortium naturae, 1971)

En cuanto a la materia remota de la Confirmación: Es el crisma


consagrado por el Obispo en la fiesta del Jueves Santo. El crisma es una
mezcla de aceite y bálsamo. El aceite debe ser de oliva o, "pro
opportunitate", otro aceite vegetal.

La materia próxima es: La unción del crisma en la frente, que se hace


con la imposición de la mano.

La forma es: "Recibe por esta señal el don del Espíritu Santo."

C. Efectos

- La Confirmación confiere la plenitud del Espíritu Santo.

- Fortalece para actuar defendiendo, como por oficio, la fe en Cristo;


fortalece, además, para el combate espiritual y la extensión del Reino de
Cristo.

- Aumenta la gracia santificante.

- Confiere la gracia sacramental.

- Imprime carácter: Hay una nueva y mayor configuración con Cristo y


una vinculación mayor a la Iglesia.

D. Ministro
Ordinario: el Obispo.

Extraordinario: el presbítero dotado de facultad, bien por derecho común


o por concesión peculiar de la autoridad competente.

E. Sujeto

Todo bautizado que no esté confirmado y tenga la intención de recibirlo.

Condiciones de licitud: estar en estado de gracia y poseer la suficiente


instrucción.

F. Simbolo
a) Agua
b) Misterio (ante bautismo)
°Rito de Renuncia y adhesión a Cristo
unción prebautismal (Lucha(
°Rito del “Effeta”.
°Vestidura en Blanco
°Simbolo del Cirio
°Uncion con el Crisma
°Acogida por la comunidad (Padre Nuestro)

Dimensión CRISTOLOGICA
 Morir y resucitar en Cristo
 Presencia del Misterio de Cristo
 Asocia al misterio
DIMENSION ECLESIOLOGICA
 La iglesia sujeto integral

 Madre

Prefiguración:
Diluvio
Lieracion de Israel
Paso por el mar rojo
Bautismo de Juan el Bautista.

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