Professional Documents
Culture Documents
1
Para Salovey y Mayer, la IE es concebida como una inteligencia
genuina basada en el uso adaptativo de las emociones de manera que
el individuo pueda solucionar problemas y adaptarse de forma eficaz
al medio.
Desde esta perspectiva teórica, la IE se plantea como “la capacidad
para percibir, valorar y expresar las emociones con exactitud; la
capacidad para acceder y generar sentimientos que faciliten el
pensamiento; la capacidad para entender la emoción y el conocimiento
emocional; y la capacidad para regular las emociones y promover el
crecimiento emocional e intelectual”.
Se trata de un modelo jerárquico en el que para llegar a las
habilidades de mayor complejidad como el manejo emocional son
necesarias cada una de las habilidades previas más elementales.
INTELIGENCIA
EMOCIONAL
2
Esta habilidad hace referencia a los eventos emocionales que ayudan
al procesamiento intelectual, es decir, a cómo las emociones actúan
sobre nuestro pensamiento y nuestra forma de procesar la información.
Las emociones van a determinar y mejorar el pensamiento porque
dirigen la atención de los individuos hacia la información importante.
Las variaciones emocionales nos van a permitir adoptar diferentes
puntos de vista y múltiples perspectivas de los problemas.
3
El MSCEIT es una escala de rendimiento, es decir, mide cómo de bien
rinden las personas en las tareas y resuelven problemas emocionales en
lugar de limitarse a preguntar cuál es su estimación personal sobre sus
capacidades emocionales como hacen otros test de autoinforme con las
desventajas y limitaciones que esto supone.
4
médicos. Ambos aspectos a su vez suelen estar relacionados en un
circuito que se retroalimenta.
Como indican los estudios con médicos en formación, estos profesionales
sufren con frecuencia síntomas de depresión y burnout que afectan de
forma drástica a su rendimiento profesional. A su vez, los médicos con
más emociones positivas y más felices son más empáticos con sus
pacientes y cometen menos errores.
Estos dos primeros puntos nos llevan como conclusión a la necesidad
inevitable de replantearnos los requisitos y competencias mínimas para
ser un médico eficaz en el siglo XXI. Diferentes universidades en Estados
Unidos están ya incluyendo en los procesos de selección la evaluación
explícita de la IE de los médicos en formación para garantizar sus
habilidades de comunicación clínica antes de finalizar sus estudios.
Esto a su vez supone que los médicos en formación son entrenados en
estas competencias antes de su incorporación al mundo laboral para
evitar o disminuir las consecuencias nefastas previamente resaltadas
tanto en los pacientes como en ellos mismos.
5
habilidad para percibir, comprender, regular y utilizar las emociones
de manera adaptativa para la propia persona y en su relación con los
demás. Posteriormente en un segundo tiempo incluyeron la habilidad
básica de percibir, valorar con exactitud la emoción: la habilidad para
comprender la emoción y el conocimiento emocional, y la habilidad
para regular las emociones que promuevan el crecimiento emocional e
intelectual (Mayer y Salovey, 1997; Salanova, 2009).
Las habilidades fundamentales de la inteligencia emocional se
representan en cuatro ramas desde las más básicas a las más elevadas.
La primera de ellas concierne a la habilidad básica de “percibir,
valorar y expresar emociones”, consiste en identificar los estados
emocionales propios y de los demás. Contiene todos los elementos
necesarios para la identificación de emociones en uno mismo,
reconociendo sus manifestaciones y expresiones.
Sus principales elementos son:
a) Percepción, valoración y expresión de la emoción.
b) Identificación de emociones en los estados físicos, sentimientos y
pensamientos de uno.
c) Identificación de emociones en otros, en bocetos, a través de
lenguaje, sonido, apariencia y conducta.
d) Habilidad para expresar emociones adecuadamente y
expresar las necesidades relacionadas con estos sentimientos.
e) Habilidad para discriminar entre expresiones precisas o
imprecisas u honestas frente a honestas, de las emociones; y
finalmente la atención y discriminación de los mensajes
emocionales (expresión verbal, tono de voz, etc.).
En un segundo nivel de complejidad, se sitúa en “facilitación emocional
del pensamiento” y hace referencia a la acción de la emoción sobre la
inteligencia. Las emociones se incorporan a los procesos cognitivos ya
que pueden redirigir la atención a informaciones relevantes, facilitar la
toma de decisiones y el análisis de diferentes puntos de vista. También
puede ser la base de propuestas creativas e innovadoras.
De esta manera, las emociones positivas hacen que las personas
afronten los problemas desde múltiples perspectivas, analizándolos con
optimismo y perseverancia. Las emociones priorizan el pensamiento al
6
dirigir la atención a la información importante, de manera que las
emociones facilitan el juicio y la toma de decisiones.
El tercer nivel se refiere a “comprender y analizarlas emociones
empleando el conocimiento emocional”, lo que supone el conocimiento
exacto de las diferentes emociones, en este nivel es fundamental el
lenguaje, ya que se asocia la emoción con la palabra que la identifica,
la persona inteligente emocionalmente sabe reconocer las emociones y
nombrarlas.
En esta área se tiene la habilidad para identificar las emociones y las
relaciones entre ellas, se interpretan los significados de las emociones,
se comprenden los estados emocionales complejos basados en la
interacción y relación de emociones. Asimismo, se tiene la habilidad
para reconocer el proceso de transición entre emociones diferentes.
Por último, el cuarto paso en nivel de complejidad es “regulación
reflexiva de las emociones”, que supone el manejo consiente de las
emociones propias y de las demás. Esto implica que se han
desarrollado estrategias para controlar los comportamientos
relacionados con las diferentes emociones y adquirir la habilidad de
seleccionar aquella que sea adecuada a cada momento. Al mismo
tiempo son capaces de aprovechar al máximo las ventajas de las
emociones positivas.
Existe apertura a sentimientos placenteros como displacenteros, se tiene
la habilidad para atraer o distanciarse de una emoción, monitorizar
reflexivamente las emociones en relación a uno mismo y a otros, y
finalmente la habilidad para regular las emociones en uno mismo y en
otros, mitigando las emociones negativas e identificando las
placenteras.
7
Bar-On utiliza el término “inteligencia emocional y social” para
denominar un tipo específico de inteligencia que difiere de la
inteligencia cognitiva. El autor opina que los componentes factoriales de
la inteligencia no cognitiva se asemejan a los factores de la
personalidad, pero a diferencia de ellos, la inteligencia emocional y
social puede modificarse a través de la vida, y define a la inteligencia
emocional como un conjunto de habilidades personales, emocionales,
sociales y de destrezas que influyen en nuestra habilidad para
adaptarnos y enfrentar las demandas y presiones del medio. Como tal,
nuestra inteligencia no cognitiva es un factor importante en la
determinación de tener éxito en la vida, influyendo directamente en el
bienestar general y en la salud emocional.
8
- Resolución de problemas de naturaleza personal y social, de
forma eficaz y positiva.
Facilitadores:
- Autoactualización: ser consciente de las propias capacidades y
utilizarlas.
- Independencia: autonomía emocional, autodirección y
autocontrol.
- Responsabilidad social: para comportarse en las relaciones
grupales y sociales con los demás y con el entorno.
- Optimismo: para mantener actitudes positivas, incluso en la
adversidad.
- Felicidad: sentimientos de bienestar subjetivo con la propia vida.
9
- Reconocimiento de emociones ajenas y control de ellas:
reconocer y saber interpretar las señales emocionales que los
demás emiten en las relaciones interpersonales.
- Control de las relaciones interpersonales (habilidades sociales):
habilidades para relacionarse exitosamente con los demás
independientes de su posición, estatus y circunstancias.
Este autor desarrolló estos componentes básicos en 20 competencias
agrupadas en cuatro habilidades generales de la inteligencia
emocional (Goleman, 2001), dos de ellas personales y las otras dos
sociales:
10
necesario, sobre todo en las áreas de la salud, ya que mide la
capacidad del individuo de sentir, entender y controlar los estados
anímicos propios y de las personas que le rodean.
11
en percibir, sentir y vivenciar un estado afectivo sin ser abrumado o
llevado por él, y ser capaz de dominarlo. Si estamos conscientes de que
emoción y pensamiento se encuentran sólidamente unidos, la enseñanza
del manejo de las emociones les permitirá a los alumnos utilizar las
emociones al servicio del pensamiento, esto les ayudara a razonar de
forma más inteligente y tomar mejores decisiones.
12
Ante la experiencia del duelo por la pérdida de un ser querido, el ser
humano experimenta diferentes emociones, como puede ser el dolor
entre otras muchas otras, al sentir perdido lo que ama y tener que
aprender a resolver ese vacío que deja el ser amado a su partida,
provocándole aflicción por la privación o perdida, algo que fue y
ahora ya no es, así como el luto, que es la respuesta social ante la
pérdida y la pena.
Como sabemos, las emociones son versátiles, son sentimientos que nos
hacen sentir de diferentes formas como puede ser: irritados, alegres,
etcétera, o de igual manera, sentimos que nos modifican la energía
para adaptarnos a cualquier situación que se presente; la emoción se
puede sentir como un movimiento hacia fuera, un impulso que nace del
interior de la persona y brota al exterior.
13
momento ante dicha perdida, que tiene que ver con la duración y la
profundidad el impacto, lo que suele estar en relación con lo
inesperado o complicado de la perdida, pero también está relacionado
con las capacidades emocionales y cognitivas del ser humano, siendo
éstas de gran utilidad para la preparación de todo este sentimiento
que está por llegar debido al deceso del ser amado .
14
Desafortunadamente nadie no enseña que el dolor y el sufrimiento
están presentes y mucho menos nos enseñan qué hacer con ellos; el ser
humano es el único ser capaz de darse cuenta de éstos sentires, por
tanto, es el único que puede direccionar su sufrimiento y encontrarle un
sentido a dicho sufrimiento.
En este contexto podemos mencionar que:
- Sólo se puede enfrentar el sufrimiento, si sufro por un algo o un
alguien.
- El sufrimiento no puede ser un fin en sí mismo.
- Sólo tiene sentido cuando se padece “por causa de”.
- Apunta siempre más allá de sí mismo.
El sufrimiento con plenitud de sentido es el sacrificio. Es decir, “a la hora
de la muerte el hombre trata de convertir su sufrimiento y su muerte en
un sacrificio. Sólo se puede enfrentar si sufro por algo u alguien”
(Castro, 2008).
El sufrimiento puede dar sentido a la misma muerte, mientras que el
instinto de conservación es incapaz de dar sentido a la vida.
Hemos visto que el duelo es un proceso paulatino mediante el cual se va
tratando de adaptar a una serie de mecanismos ante la pérdida. Sin
embargo, todos estos recursos son irreversibles ante momentos de
angustia y pena para el que lo sufre; así, es aquí en donde se
involucran las reacciones de tipo físico, mental, emocional, familiar,
conductual, sociales, que se presentan ante respuesta a este
evento. Frente a ello, existen alternativas que permiten asimilar el
dolor, como la intervención en crisis, psicoterapia, contención en
momentos de ansiedad o angustia (control sobre un sentimiento o
impulso para moderar su intensidad), con lo que se busca retomar el
equilibrio emocional y del propio entorno.
No obstante, nos damos cuenta que los seres humanos presentan ciertas
conductas en común, que a través de los años siguen siendo las mismas,
para enfrentar la pérdida de un ser querido. Así, entre una gran
cantidad de personas que sufren una reacción aguda de duelo,
encontramos algunos o todos los fenómenos siguientes, que entran
dentro de la descripción de duelo normal (William, 2006).
15
- Sentimiento: Tristeza, enfado, culpa o auto reproche, ansiedad,
soledad, fatiga, impotencia, shock, anhelo, emancipación (alivio),
insensibilidad.
- Sensaciones físicas: Vacío en el estomago, opresión en el pecho,
opresión en la garganta, hipersensibilidad al ruido, sensación de
despersonalización (camino calle abajo y nada me parece real,
ni siquiera yo), falta de aire, debilidad muscular, falta de
energía, sequedad de boca.
- Cogniciones: Incredulidad, confusión, preocupación, sentido de
presencia, alucinaciones.
- Conductas: Trastornos de sueño y alimentarios, conductas
distraídas, aislamiento social, soñar con el fallecido, evitar
recordatorios del fallecido, buscar y llamar en voz alta, suspirar,
hiperactividad desosegada, llorar, visitar lugares, atesorar
objetos que pertenecieron al fallecido.
Observando estos síntomas, podemos darnos cuenta de que cuando
enfrentamos algún tipo de perdida (ser querido, movilidad, amputación,
divorcio, infidelidad, trabajo, etc.), nos sentimos extraviados, aislados
con todos los sentimientos encontrados, no sabemos cómo actuar, cómo
sanar ese dolor tan profundo que sentimos, no sabemos en qué
momento eso que está pasando sanará. El no saber qué hacer con ese
dolor tan profundo no permite vivir el presente, se cuestiona todo, sin
respuesta alguna; las personas cercanas no saben qué hacer para
ayudar, y en esos momentos se necesita apoyo para poder entender
que nos está pasando. ¿Cómo poder superar este tramo tan amargo?.
Todos aprendemos de todos y asimilamos de los diferentes puntos de
vista. Así, “la importancia de poder expresar nuestros sentimientos
negativos, nunca nos cansaremos de repetir que la propia existencia es
la gran escuela donde vamos fraguando nuestra personalidad. Así, de
cómo hayamos exteriorizando nuestros sentimientos de niños, lo
podremos hacer o no de adulto” (Bermejo, 2007).
Lo cierto es que para crecer psicológicamente debemos permitirnos
tomar conciencia de nuestros propios sentimientos: agresividad, amor
envidia, rencor, solidaridad, etc. Lo que sería negativo es no sentir sino
pasar a la acción ese sentimiento negativo. Por esto, apoyamos a la
libertad de sentir, que no es lo mismo que la libertad de actuar.
16
En el caso del duelo, a veces nos encontramos con personas que son
incapaces de sentir bien, pues no pueden sacar fuera todo el odio,
agresividad y sentimientos que tienen acumulados contra la persona
fallecida.
17
BIBLIOGRAFÍA
- Personalidad en el duelo.
https://personalidadenduelo.wordpress.com/discusion-
teorica/sobre-duelo/principales-emociones-del-duelo/
- Castro G, C; (2007) Tanatología la Inteligencia Emocional y el
Proceso de Duelo, 2° edición, Edit. Trillas.
- Tizón L, G; (2007). Psicoanálisis, Procesos de Duelo y Psicosis,
Edit. Heder.
- Castro G, M; (2008) TeratologíaLa Familiaante la enfermedad
yla Muerte, Edit. Trillas.
- Worden J, W; (2006) El tratamiento del Duelo: Asesoramiento
Psicológico y Terapia, Paidos.
- Bermejo J, C; (2007) La muerte enseña a vivir, vivir sanamente
el duelo, San Pablo.
- Escamilla, M., Rodríguez, I. Y González, G. El estrés como
amenaza y como reto: un análisis de su relación. Ciencia y
Trabajo, 32, 96-101. 2009.
- Glare P, Christakis N. Predicting survival in patients with
advanced disease. In: Doyle D, Hanks G, Chreney N, Calman K,
editors. Oxford Textbook of Palliative Medicine. Third ed.
Oxford: Oxford University Press; 2004.
Photo credit:
http://caminocalvo.blogspot.com.es/2013/08/vulnerabilidad-
e-inteligencia-emocional.html
18