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...Parece que somos una generación que vive el desgarro de ver la creciente disolución
de los anclajes de la modernidad y sus instituciones, y al mismo tiempo, de tener bajo
nuestra responsabilidad la construcción de nuestra subjetividad, ahora envuelta en miles
de ofertas de sentido, que suelen ser fugaces, no duraderas...esto nos produce
ansiedad y el desasosiego de no saber para dónde vamos y cómo -a donde sea que
vamos- podemos construir algo juntos.
¿Por qué pensar el cuerpo en el contexto de las cibercultura y vinculado con la escuela?
Este interrogante ha sido el motivo y el pre-texto de mi ruta a través de la palabra viva en el
seminario, allí y por estas razones me he expuesto, me he leído y me han leído, he sido
conversada, interpelada, contestada. Intentaré responder a él para dar apertura a este
escrito. Memorias digitales y encarnadas es el segundo momento, en tanto el prefijo “ciber”
al que aludo, refiere, entre otras cosas, la capacidad y el modo particular de almacenar y
procesar la información y aquí hay un asunto definitivo cuando se mira esta acción en un
entorno inorgánico y en uno biológico. Introducir la escuela desde las inteligencias digitales,
el tercer momento, pretende, abrir la “posibilidad” para desentrañar condiciones de
posibilidad de lo que está por venir, así, y para ser consecuente con la intención, fue
necesario invitar al maestro y mirar su valor de uso, en tanto usuario versátil de
competencias portátiles, lo que va a elaborar derivas como la identidad fugaz, las
resistencias y las fugas o modos de resistir, que constituyen los otros momentos discursivos
en el escrito que presento. Por último es importante aclarar que algunas de las citas,
específicamente acotadas, obedecen a la invitación al texto de otras voces en el seminario.
y como motivo, pues es este momento en la vida de las personas y no otro, el propicio para
instalar y naturalizar prácticas a través de las cuales se expresan las diferentes instancias
en las que se va a desarrollar su vida futura:
“la infancia supone mayor capacidad para aprender porque nada hay todavía aprendido.
Terreno monopolítico de la simplicidad, los primeros años en la vida de un hombre son
determinantes en la serie de aprendizajes a lograr ya que no hay aprendizajes aun.
Ámbito privativo del adquirir, la niñez no puede ser otra cosa que el inicio y por ende la
base para el logro de metas superiores. El recorrido posee un final pretendido
constituido por la completitud, por lo que se infiere que, seguramente halla un único
inicio posible: la falta, y recíprocamente, la capacidad” (Narodowski, 1999:48).
Sin embargo, la tesis de Stiegler es que lo descrito por Sócrates en Fedro, es decir, la
exteriorización de la memoria como una pérdida de memoria y de conocimiento, es la
materia de nuestra experiencia diaria, dado que las actuales tecnologías capturan
nuestra atención y percepción desde formas de producción industrial y de mercado a un
ritmo y velocidad que sobrepasa la conciencia reflexiva. De esta manera, el riesgo de
que la hipomnesis, o memoria exterior, termine debilitando a la memoria viva interior, la
mnesis, reaparece para Stiegler, no por su oposición, sino por la apropiación y
monopolio que del conocimiento pueden hacer las industrias de medios, junto con una
lógica de mercado que configura un tipo de memoria planetaria: la que se ajusta a sus
fines de rentabilidad. (Rueda, 2012:47)
Es necesario por ello reconocer además del saber, un saber sobre ese saber como capital
cultural/simbólico y como formalización científica y filosófica, que pre-existe al sujeto y que lo
pone en posición y disposición de conocer. Los saberes, son saberes históricos situados
(son de una época), y fechados (existen en un tiempo). No siempre se ha hablado de la
misma manera ni se ha dicho lo mismo, ni se han entendido a partir de las mismas palabras,
las mismas cosas, ni ellas han tenido efectos similares y determinado acciones parecidas y
2 Entrevista a Paul Virilio por Heinz-Norbert Jocks, Frankfurter Rundschau, 11 de diciembre de 1999.
Traducción del alemán de Breno Onetto.
3 Pierre Lévy (2007), señala que “nos enfrentamos a una mutación técnica donde la inteligencia adquiere un
carácter participativo, socializante, abierto y emancipador, a través de las nuevas tecnologías de la información y
la comunicación. Esta inteligencia colectiva es veneno y remedio de la cibercultura [...] sería el remedio contra el
ritmo desestabilizador, a veces excluyente, de la mutación técnica. Pero con el mismo movimiento, la inteligencia
colectiva trabaja activamente en la aceleración de esa mutación”,(pp. 15). Aquí se palpa su condición de veneno.
sin embargo se refieren a objetos de discurso que pueden admitirse dentro de un mismo
estatuto, este es el peligro o la trampa, se cree estar hablando de algo que se sabe y se
está siendo objeto de un bombardeo informático que fragua la impostura de un discurso
entronizado en lógicas que llegamos a sentir familiares -por lo abundantes y
sobreexpuestas- pero que están calculadas para transformar la semantización del discurso y
sus funciones de concepción, producción y consumo, al punto de naturalizar una memoria
que se sirve de un saber adoptado globalmente, como el que tenemos flotando en la red.
El tiempo que la información puede permanecer en la memoria humana de trabajo - MT5 para
ser elaborada, es de alrededor de 15 segundos, y el número de unidades de información que
es capaz de albergar en un mismo período de tiempo es de 7 + o – 2 unidades de información
(entre 5 y 9 datos). En el proyecto La articulación de la dimensión motora y la dimensión
6
cognitiva en donde se trabajó con adultos mayores, se pudo observar que si bien hoy,
autores y estudios7 apoyan la idea de que el deterioro de la memoria, no es una condición
natural del envejecimiento, pues hay múltiples circunstancias y patologías que causan
desgaste y pérdida de facultades mentales que no tienen relación con el paso del tiempo, sino
con eventos específicos que pueden darse inclusive en personas jóvenes o adultos maduros,
la mielinización - el recubrimiento de las conexiones neuronales con una membrana
especializada para lograr una adecuada transmisión de los impulsos nerviosos - si se ve
afectada por la disminución de la eficiencia orgánica. El efecto funcional de la pérdida de
mielinización que se pudo observar, fue la disminución en la velocidad del procesamiento de la
información.
5 MT: se entiende como la capacidad para mantener activa la información y disponer de ella.
6 Bajo mi dirección, desarrollado con personas mayores y con niños para intentar hacer una comprensión del
andamiaje cognitivo en los 2 “extremos” de la configuración mental humana.
7 Me refiero entre otros al texto de Roger A Dixon (2004), una propuesta muy esperanzadora.
memoria externa a la interna, disminuyendo casi totalmente el riesgo de hipomnesia. Cabe la
posibilidad del sujeto individuo, del sujeto encarnado.
Por el contrario,
(…) la sincronización del ritmo productivo con el flujo de las conciencias (especialmente
a través de la expansión tecnológica de industrias que producen programas y memoria)
implica una fuerte reducción del “retraso” de la conciencia, aquella fundamental para
efectos de la reflexión y la crítica. (Rueda, 2012:48)
Aún más, desaparecen las fronteras entre lo privado y lo público, pues nos enfrentamos a
dispositivos maquínicos que van tras la huella de las preferencias personales para ponerlas
al servicio de las instancias productivas (software inteligente), almacenando información
sobre especificidades subjetivas de los usuarios en la Red, y distribuyéndolas entre los
accionistas del mercadeo y la comercialización. Estas técnicas de acción a distancia, de las
que hablan algunos autores, fracturan totalmente la posibilidad. Se configura una memoria
de trabajo, a corto plazo pero permanente, valga el oxímoron, una memoria planetaria
omnipresente, en donde el flujo de información sucede a tal velocidad y con tal fruición, que
el colectivo humano asiste a una desaparición del tiempo-espacio, vía un bombardeo
informático personalizado,8 diseñado para colectivizar, que crea la ilusión de un estar
siendo, el nicho de otros modos de dar sentido: el capital cibercultural. La velocidad supera
la fisiología de la memoria humana, ¿estaremos abocados a prescindir de una memoria a
largo plazo, de una bio-grafía, de una huella? Más aún, ¿esta situación como interpela a la
escuela?
Marc Prensky (2001) en su artículo “Digital natives, digital inmigrants”, desarrolla -y a su vez
cita otras voces, refiriéndose a las nuevas tecnologías y a las relaciones que establecen
estudiantes y maestros con ellas-, ideas tan sugerentes, como las que se presentan a
continuación:
Está claro ahora que como resultado de este ambiente omnipresente y la grandeza de
su interacción con esta, los alumnos de hoy piensan y procesan la información de forma
absolutamente diferente a como lo hicieron sus antecesores. Estas diferencias van
mucho más allá y son más profundas de lo que la mayoría de los educadores sospecha
o reconoce. “Diferentes tipos de experiencias llevan a diferentes estructuras cerebrales”,
dice el Dr. Bruce D. Berry de la Escuela de Medicina de Baylor (…) es muy probable que
los cerebros de nuestros estudiantes hayan cambiado físicamente – y que sean
diferentes a los nuestros – debido a cómo fueron criados. Pero aunque esto no sea
literalmente verdadero, podemos decir con seguridad que sus patrones de pensamiento
han cambiado. (Prensky, 2001:1)
8 Recordemos a Foucault cuando habla de la biopolítica como estrategia para regular la vida al servicio de los
dispositivos productivos del capitalismo impaciente. Este último apelativo es de Richard Sennett. Esta regulación
se da al nivel de la singularidad pero produce la colectivización en tanto hay homogenización como resultado del
dispositivo (efecto veneno) en una aparente aplicación personalizada (efecto remedio).
Aquí es probablemente en donde está la posibilidad. Los jóvenes y los niños son sujetos
alfabetizados digitales9, se mueven naturalmente en las lógicas de las nuevas escrituras y
serán, casi con toda seguridad, los artífices de procesos de individuación psíquica y
colectiva, como lo que está ocurriendo, por ejemplo, con las redes sociales.
Francisco Mora (2007) dice que el hombre y todo cuanto ha sido su obra a lo largo de los
siglos es producto del cerebro humano. Si profundizar en el humanismo es conocer con
mayor profundidad al hombre, el nuevo humanismo debe estar fundado en el conocimiento
del cerebro. Tiene que ver un poco con no entrar en posturas apocalípticas sino más bien
tratar de interpretar la época, con no sucumbir a la nostalgia por lo que fue, o entrar en
pánico por lo que está siendo. Es importante escuchar las voces de autores y analistas,
porque hay que partir de un principio de realidad, pero para habitar el mundo de manera
inteligente es necesario mirar el presente como lo que es, lo presente, no la deformación de
lo que solía ser.
De algún modo es una idea antigua. Hablo de la idea de que las formas que usamos
para representar lo que pensamos, lenguaje literal, imágenes visuales, número, poesía
impacta cómo pensamos y sobre qué pensamos. Si diferentes formas de representación
desempeñan funciones cognoscitivas idénticas no habría necesidad de bailar, computar
o dibujar. ¿Por qué íbamos a desear escribir poesía, historia, literatura, e informes de
hechos de lo que hemos experimentado? Sin embargo, esta idea aparentemente obvia
no ha sido considerada en forma destacada al establecer los programas curriculares en
los colegios de América o al dar forma a políticas educacionales.(Eisner, 1998: 1)
Uno se ve tentado a preguntarse más bien cuál es el mundo que se está configurando, más
allá de si se parece o no al que teníamos y por qué es que no nos hemos preguntado estas
cosas obvias. Las modalidades de procesamiento de la información que ofrecen las nuevas
tecnologías, indudablemente están creando otras mentes, ni mejores ni peores, diferentes y
esto es a mi manera de ver lo relevante, de otra manera vamos a vernos abocados a una
gestión del conocimiento miope y analfabeta.
9Vale la pena pensar en que tenemos en el mundo una gran cantidad de jóvenes y niños que no acceden a
estas tecnologías, pero, tal vez, podríamos poner nuestra esperanza en aquellos que si lo hacen…
separado de él, sino como interfaz con el mundo, en una zona de intersección que funge
como vínculo, entramado en donde se daría la posibilidad. Cada interfaz es una potencia
disponible para crear el futurible: futuro posible.
Por lo tanto, el sujeto de los entornos virtuales no sería un sujeto incorpóreo libre de ser
y de moverse de un modo angélico, sino un sujeto dotado de una corporeidad que le
hace culturalmente reconocible para sí y ante el grupo, aunque ésta sea en Internet
mucho más flexible y fluida que la tradicional y mucho más susceptible de ser
transformada según los parámetros específicos de los cambiantes entornos
comunicacionales (Carrillo, 2004: 123)
El saber se reduce a un producto que debe ser elaborado en muy poco tiempo y con el
menor trabajo posible, por eso sus propiedades materiales hacen de él una “mercancía
portátil”: pequeña, manejable, sencilla y fácil de comercializar.
Nos vendemos como mercancía y a su vez enseñamos a los estudiantes a ser parte de
esta lógica capital, uno de los ejemplos de este hecho es la ley de emprendimiento (ley
114 de 2006) por la cual “en los niveles de educación preescolar, educación básica,
educación secundaria y media, se introduce la “cátedra empresarial””en el currículo
mediante “módulos específicos” que constituyan un soporte fundamental de los
programas en estos niveles”.
La única mercancía que es capaz de crear valor, dice Marx, es la fuerza de trabajo. Pero,
¿de qué valor estamos hablando y de que fuerza de trabajo?
¿Cómo hacer convivir el imperativo del nuevo capitalismo con la necesidad intrínseca de
saber, propia de lo humano en la escuela? El compromiso desinteresado del individuo por el
saber parece no coincidir con lo que puede ser públicamente reconocido, es decir, con
aquello que le demanda su condición de sujeto productivo, con una corporalidad que se ve
expuesta a una multiplicidad de oficios que lo sitúan a la deriva y a la disposición de oferta
y demanda de empleo. La escuela en su condición de empresa educativa le juega al capital
impaciente, ella misma sabe que puede derivar de esta coyuntura, riqueza y mano de obra
barata. Indudablemente es necesario renunciar a mucho de lo que ha sido nuestro
planteamiento de mundo, y encarar modos de tramitar la vida, el oficio, el trabajo y la
educación, más inteligentes. A esto llamo la identidad fugaz, no acaba uno de ser para
responder a la demanda del entorno y ya “se dejo atrás”, se volvió obsoleto, su propia
identidad es mutante y así mismo, la policorporalidad se va haciendo portátil, es necesario
andar con sus múltiples encarnaciones a la mano, transmutar, devenir “avatares” de uno
mismo a disposición de lo que surja.
El ethos en torno al conocimiento, a su vez, tiene que ver con la forma en que se
comprende lo que es el conocimiento. No es sólo si se trata al conocimiento como
patrimonio común o como mercancía; es si se entiende al conocimiento como sustancia
o como proceso; como algo generado socialmente o intracraneanamente. Y, sobre todo,
sobre si se le entiende como bien de "suma cero" o como bien de "suma positiva". Me
explico, hay bienes cuyo disfrute por parte de un agente implica el que otros no lo
10 Esta pregunta me la regaló la maestra Rocío, siempre preocupada por invitarnos a pensar estos asuntos.
puedan disfrutar (si yo como pollo, no queda pollo para tí). Hay otros en los que el
disfrute por parte de uno no excluye el disfrute por parte de otro, o inclusive lo requiere.
Si entrara a un salón de clase con un balde de pollo y lo repartiera, no quedaría pollo
para mí; por el contrario si en una clase me esfuerzo por dar mi conocimiento, no sólo
salgo más bruto del salón sino más inteligente. Repartir el conocimiento lo multiplica, no
lo divide.
Tendremos que aprender a entender la temporalidad sin historia, al saber sin experiencia y
al cuerpo como reminiscencia de una carnalidad narrada, cuyo relato ya no tendremos
tiempo de escuchar…¿Y la escuela, qué va a ser de la escuela sin tiempo?
La universidad entra en las lógicas de la elitización de los niveles y modalidades del sistema
educativo, se prioriza la educación pos gradual para la cognitocracia y se pone a oferta la
educación universitaria global, que atiende de manera continuada y en regímenes paralelos
formación/trabajo, en un campus planetario a través de franquicias internacionales. Así
también, en el marco del capitalismo cognitivo, se mantiene la figura del cognitariado: la
creatividad del trabajo inmaterial concentrado en el Norte global se apoya en el zócalo del
trabajo pauperizado del Sur planetario [elaboración de microchips, ensamblaje de consolas,
extracción del coltán, producción de software y hardware] (Rodríguez y Sánchez, 2004: 55)
11 GNU (sistema operativo libre, no gratuito) / GPL (licencia general pública) / Free Software Foundation /
Hackers [amantes de la programación y la inteligencia pícara vs. invasores de la propiedad como han sido
llamados] / copy- left / Linux / piratería, emuladores / sabotaje digital / redes de warez (productos sin derechos de
autor / ciberactivismo.
denominan ellas mismas; y en el “general intellect” como inteligencia de la abundancia en
oposición a la “masa” como lucha contra la escasez.
¿Qué hay de común entre todas las diferencias, entre todas las singularidades, como sería
esto del pro-común y cómo volver al sujeto encarnado?
Quiero esbozar algunos rasgos de la corporalidad de la que he venido hablando, para llegar al
concierto. Cuerpo colectivo, concierto, sugiere que cada cuerpo debe estar absolutamente
afinado (conocimiento del sí mismo), debe poder tocar a dúo porque reconoce en él mismo la
necesidad de la voz del otro como preámbulo para apostarle al colectivo, es decir, debe poder
re-sonar con otros en consonancia o en disonancia pero haciendo eco, y por último debe estar
en capacidad de producir sus propias melodías en pentagramas de lo no habitual, de la
incertidumbre, del desafío: a) encarnar-se: viaje hacia sí mismo para reconocerse en su
historia personal y luego situarse en consonancia, desde sus resonancias, haciendo visibles
las maneras propias de incorporar-se para enunciar, hacer eco desde la propia voz; b) incluir-
se: dialogicidad, acoplamiento, intercorporalidad, divergencia y convergencia, la inclusión de lo
diferente desde la certeza de la propia incompletud, incompletud no como carencia, sino como
habitancia amorosa del otro en mi; c) alzar-se: vincular-se desde la posibilidad de la
conjugación mundo/hombre, mundo compartido que desafía la voluntad de situar la humana
condición en el plano de lo existencial en donde todos verificamos un proyecto vital
12 Tomado de una conferencia vía web de Tomás Herreros, economista y sociólogo de la Universidad de
Barcelona y miembro activo de la Universidad Nómada. Jornada sobre Procomún e instituciones montruo
realizada el 13 de diciembre de 2011 en colaboración entre el Aula de Debate, ASEFI, el Centro de Estudios 15M
y Anabad-Murcia.
http://www.um.es/atica/contenidos/streaming/FLASH/player2.php?formato=169&video=519%2F1980.mp4
compartido, allí donde somos ciudadanos planetarios; y, d) desplegar-se: poiesis, construcción
de nuevos órdenes que sitúan la perspectiva de lo no convencional, lo habitual deviene
alterativo, gesta de mundos posibles, futuribles – futuros posibles (Mallarino, 2010: 93 y 94)
Herreros (2011) refiere un commonfare, un hacer común, o más bien un hacer en lo común
que produce un efecto –si vamos a Foucault, el poder no estaría en la jurídica que
materializa la ley sino en el efecto que tienen estas acciones, el poder del saber no está en
la enunciación de un saber por una voz autorizada, esta puede no tener ninguna
trascendencia, sino en el efecto que produce dicha enunciación-. Este efecto, dice Herreros
solo se da si se hace desde la multiplicidad y la diferencia y desde la multitud heterogénea,
por un lado, es decir, si hay concierto, variedad de voces, polifonía; si es transnacional, en
tanto el planteamiento de mundo hoy es el mundo-globo, el mundo-planeta; y si no es
nostálgico, por el otro. Debe ser capaz de plantear los derechos emergentes, re-inventar los
comunes y discutir cómo queremos ser gobernados en un mundo por construir.
Los movimientos estudiantiles han sido a partir de los 50’s del pasado siglo, una fuerza
imponderable en la gesta de transformaciones –el mayo francés, la contracultura,
Woodstock, las luchas estudiantiles en Latinoamérica, el rock and roll, el hipismo- pero hay
otras voces,
Una metodología más precisa de estudio debe atender también a las señales más
silenciosas e imperceptibles, a lo subterráneo, a lo que acontece fuera de los focos.
(J.K. Gibson-Graham, 2012: 160)
En la escuela y la universidad debe primar ese paso reflexivo y crítico por cómo nos
vemos como sujetos, por como actuamos y tratamos a los demás, para poder descubrir
lo posible como estudiantes, maestros e investigadores.
Referencias
Dixon, Roger A y otros. (2004). New Frontiers in Cognitive Aging. Oxford University Press,
J.K. Gibson-Graham (2011). Una política poscapitalista. Siglo del Hombre Editores.
Pontificia Universidad Javeriana. Facultad de Psicología. Instituto Pensar. Colección
Estudios Culturales.
Prensky, Mark (2001). Digital natives, digital inmigrants. En: On the Horizon. MCB University
Press. Vol. 9, No 5. http://www.marcprensky.com/writing/prensky%20-
%20digital%20natives,%20digital%20immigrants%20-%20part1.pdf
Sennett, R. (2000). La corrosión del carácter. Las consecuencias personales del trabajo en
el nuevo capitalismo. Barcelona: Editorial Anagrama.