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Melisa Inca
Nivel 3, Grupo 4
20 de marzo del 2012
“Cada ser humano tiene un camino propio que recorrer para encontrarse y reconocerse
en su sí mismo”1, todos los seres humanos desde el momento de su nacimiento
comienzan a formar su camino, es decir su vida, pero a medida que pasan los años
aparecen inconvenientes, obstáculos, apuros, el seguir por el camino se torna mas
difícil, pero son esas dificultades las que permiten conocerse a si mismo, buscando
superar esas limitaciones o simplemente deteniéndose ante ellas, sin sobrellevar los
problemas por el resto de camino que resta, es ahí donde el psicólogo aparece para
mostrar lo que en realidad sucede y como focalizar con claridad los problemas.
Como se decía anteriormente cada individuo tiene su propio camino con conflictos, y
los psicólogos no son la excepción solo porque ellos acompañan estos procesos
difíciles, ellos como seres humanos también poseen sus propios problemas, lo cual a
veces hace que guíen a las personas que acuden a ellos, desde sus vivencias para evitar
esto existe el propio proceso, que consiste en un análisis propio.
Para Jung la psicoterapia es una labor difícil en la que cooperan dos personalidades
totales: la del terapeuta y la del paciente, porque a diferencia de Freud, el considera que
en la terapia se encuentra los inconscientes de ambas personas, que lo que en realidad
pasa es una conversación entre inconscientes, por eso el prefiere que la consulta sea cara
a cara, ya que le lleva a ser más partícipe del proceso y a observar transformaciones
negativas como positivas, también se habla de la interacción terapéutica, que consiste en
la intervención tanto del terapeuta como del paciente a lo largo de toda la terapia.
Jung resaltaba mucho la actitud abierta y comprometida que el terapeuta debía tener, él
decía que “para poder ofrecer la mayor ayuda posible a otra persona, el terapeuta debe
darse por completo, sin mayores resguardos técnicos.”2
Dado que el estudiante de psicología es una persona antes que alguien formándose
como profesional, es primordial conocer lo que en su vida esta pasando, lo que a lo
largo de su formación como psicólogo lo esta perturbando, debido a que si él no puede
discernir su propias angustias, transformarse para llevar su vida equilibradamente,
entendiendo lo que en realidad acontece, es difícil que pueda analizar al paciente, y
hacerle entender lo que el aun no entiende, la importancia del proceso para una
adecuada recuperación y adaptación al medio.
“Jung consideraba que en el tiempo restante, el paciente debía aprender a caminar por sí
mismo, con la guía del terapeuta, ya que veía que el análisis era realmente un proceso
que se debía enseñar, para que los pacientes lo aprendieran y lo pudieran continuar por
sus propios medios”7, es decir que el terapeuta solo da algunas pautas de cómo el
individuo debe llevar su vida, pero no hacer que este depende de ellas, sino
conjuntamente hacerle ver como debe actuar frente a las situaciones, hacerle reconocer
que le hace perder el control, y entonces él pueda enfrentar la situación controlándose
con una actitud adecuada sin ayuda.
3 Jung, 1983
4 Jung, 1935
5 http://www.adepac.org/P01-1.htm
6 Hochheimer, 1968
7 http://www.adepac.org/P01-1.htm
Jung fomentaba la idea de que el paciente haga un compromiso personal de su propia
recuperación y de impedir el alejamiento de la vida cotidiana, además el siempre
buscaba la autonomía del paciente, y así aparecía rápidamente la independencia del
paciente con el terapeuta y en su vida cotidiana.
Jung además enfatizando que lo importante no es el título del profesional sino sus
capacidades humanas, y que lo más importante de las terapias no son el resultado, lo
conseguido, sino el proceso, como se consiguió ese resultado.
El estudiante de psicología que se incline por la corriente jungiana, debe tener siempre
en cuenta como es la relación entre terapeuta y paciente que propone Jung, respetando
la importancia que le da a la entrega completa (incluyendo su inconsciente) del
terapeuta en cada cita, observando todo los movimientos que este hace en cada dialogo,
interactuando acertadamente. Además es indispensable que cumpla el requisito del
“análisis didáctico”, en la asociación jungiana para ser considerado un terapeuta
jungiano es necesario cumplir 250 horas de análisis didáctico y además 150 horas
supervisión, para así poder conseguir que el individuo vuelva a los problemas de la
cotidianidad logrando enfrentarse consigo mismo sin ayuda.