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Noción de Persona
Introducimos este trabajo con la noción de Persona, en dos tipológicas básica, una
que la llamamos “sustancialista” y una segunda, “funcionalista” o “empirista”.
Ética personalista
De los datos esenciales sobre la formación del cigoto o embrión unicelular y sobre
el paso desde embrión unicelular a embrión de dos células, resulta con toda evidencia que,
en la fusión de los gametos, comienza a ponerse en marcha como una unidad una nueva
célula humana, dotada de una nueva y exclusiva estructura de información que constituye la
base de su desarrollo posterior. Esta información es la base de la pertenencia del cigoto a la
especie humana y de su singularidad individual o identidad, y contiene un programa
codificado completo, que le proporciona enormes potencialidades morfogenéticas, que se
realizan de modo autónomo y gradual durante el proceso epigenético rigurosamente
orientado8.
Estos datos, en los que se ha omitido la sólida fundamentación científica que los
sustenta, ya serían suficientes para afirmar que el cigoto es un individuo de la especie
humana. Se ponen en evidencia que es un proceso dotado de los caracteres de coordinación,
continuidad y gradualidad. Para nosotros es especialmente importante el carácter de
continuidad, por el que, desde la singamia en adelante, siempre es el mismo individuo
humano, que se construye autónomamente siguiendo un plan rigurosamente definido, a
pesar de pasar a través de estados que van siendo cualitativamente más complejos9.
Resulta claro que, ante una consideración desapasionada, las tres propiedades
recordadas satisfacen perfectamente los criterios esenciales establecidos por una reflexión
metabiológica para la definición de un individuo y por tanto, el embrión desde el momento
de la fusión de los gametos es un individuo humano real, no un potencial individuo
humano10.
Las funciones son “de la persona”, no son “la” persona de la posesión de algunas
cualidades o de la manifestación de ciertas funciones no se “induce” la presencia de la
persona, sino que, al contrario, la persona es la condición real de la posibilidad de la
existencia y actuación de determinadas funciones. La consecuencia es que el cigoto, el
embrión, el feto, lo mismo que el recién nacido o el menor, son “ya” personas.
11
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Cuestiones del aborto, sobre el aborto procurado (18 noviembre
1974) n. 12 ss, en «EnchiridiumVaticanum» 5, n. 673 ss.
12
Cf. L. PALLAZINI, Los significados de los conceptos… en Pontificia Academia pro Vida, pp 73 ss. De la
misma autora: Es el concepto de una persona entre la bioética y el derecho, Giapichelli, Turín, 1996; El ser
humano o persona que sea posible? Algunas notas sobre un libro reciente de P. Prini y un vistazo al debate
en la bioética, en “Revista Internacional de Filosofía del Derecho” 1992, 446-471.
13
M. COZOLLI, El Embrión humano: aspecto ético y normativo, en Pontificia Academia pro Vita (o. c.), p.
242.
derechos, no deberes. Son los demás los que tienen deberes hacia el embrión, empezando
por el respeto a sus derechos.
El primero de esos derechos es, como para todo ser humano, el derecho a la vida,
pero con algunos aspectos particulares, es decir, no solo el derecho a la protección y
conservación de su vida, sino también a su desarrollo integral y esto en las condiciones y
modalidades adecuadas a su dignidad de persona. Por tanto, resulta éticamente inadmisible
no solo el aborto, cualquiera que sea el modo en que se ha provocado, sino también exponer
a graves peligros la vida o la integridad del embrión, como sucede, entre otras cosas, con el
congelamiento de los embriones conseguidos en la fecundación in vitro, la experimentación
sobre embriones con la finalidad de estudio o investigación y, más en general, cualquier
instrumentalización del embrión.
a) El estatuto Jurídico
La tutela jurídica de la vida humana en su fase inicial ha sido, desde siempre y hasta
un pasado muy reciente, pensada poniendo atención solo en lo que constituía la única
amenaza probable contra ella, el aborto. Únicamente desde hace algunos decenios, debido a
los progresos de las ciencias biológicas, el ámbito de intervención sobre el embrión ha
conocido una ampliación enorme, no solo dirigida a su supresión, sino también por la
defensa de su vida y el cuidado de su salud.
14
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Cuestiones del aborto, (1974) n. 15.
15
JUAN PABLO II, Encíclica Evangelium vitae sobre el valor y la inviolabilidad de la vida humana (25 marzo 1995), n.
60.
totalmente confiado al mundo de los adultos, a la sociedad humana en la que está insertado
y que tiene como estatuto original la solidaridad hacia todos sus miembros.
El hombre protege a seres o cosas con mayor o menor severidad según los propios
intereses humanos, ya sean económicos, políticos, culturales, religiosos, morales, etcétera.
El «pre-embrión» puede ser protegido, pero dicho cuidado puede ceder ante necesidades
científicas destinadas a la investigación para el descubrimiento de elementos beneficiosos
para la salud humana, como también frente a las necesidades materiales de la fecundación
artificial, destinada a satisfacer el interés humano en la procreación, o, por el contrario, el
interés humano en la no-procreación, permitiendo su destrucción. El «pre-embrión» puede
ser congelado, almacenado, manipulado, destruido, siempre que exista un fin
suficientemente fuerte que lo justifique. El «pre-embrión» es un objeto, no un sujeto, y, por
tanto, es instrumental con respecto a los fines definidos por el hombre como de una
jerarquía superior con respecto a un «algo» que, si bien se encuentra destinado a devenir en
humano, no es humano.
Con respecto a los Estados Unidos, hay que añadir el hecho desconcertante que la
Corte Suprema ha establecido que el término “persona”, presente en la Enmienda 14 a la
Constitución, no se aplica al niño aún no nacido. Hay leyes en países que establecen que,
durante el parto, el niño se convierte en persona ante la ley solo cuando ha salido
totalmente del organismo materno y da signos, aunque sean leves, de estar vivo. Solo en ese
caso, quitarle la vida constituye un homicidio, no antes. Sobre estas peculiares
16
Convención que los Estados Unidos no han firmado.
concepciones se basa la desconcertante confirmación de la legitimidad del “aborto de
nacimiento parcial”17.
Podemos empezar con una primera indicación de carácter general, dictada por el
hecho, que ya se ha hecho notar, de que el embrión es una persona radicalmente incapaz de
proveer para sí mismo ni siquiera la menor tutela de sus derechos. Teniendo la vista en otras
categorías de personas que se encuentran en una situación análoga, pero que ya gozan de
tutela jurídica, se puede afirmar que “hay que extender al embrión humano las protecciones
ya reconocidas a los niños y a los enfermos, a los disminuidos físicos y mentales”. No se
trata de configurar un derecho especial, sino de adecuar el derecho común a un caso
particular. Por lo tanto, de modo análogo a lo que vale para el hombre ya nacido, deberán
ser aprobados ante todo el derecho del hombre que va a nacer a la vida y a la salud y la
prohibición que debe poseer calificación penal de cualquier intervención sobre el embrión
17
Cf. J. SUAUDEAU, La vida humana y el aborto en la gestión del caos en “El suplemento”, pp 163-169
que no sea realizada por un beneficio en su conjunto del embrión mismo. Lo mismo que en
el hombre ya nacido, la vida del embrión humano debe ser reconocida como inviolable y no
instrumentalizable para ningún fin externo, ni siquiera la investigación experimental
científica o médica, ni para proporcionar células o tejidos para finalidades farmacológicas o
de trasplante, ni para la producción (donación) de otros seres humanos.
¿Qué es el aborto?
Se entiende por aborto toda expulsión del “feto”, natural o provocada, esto durante
el proceso de su vida en el vientre materno. Si esa expulsión se da en período considerado
pero antes de que el embarazo termine, se le llama parto prematuro, tanto si el feto
sobrevive como si muere. Más coloquialmente dicho, aborto es la muerte del feto por su
expulsión espontánea o provocada, mientras este se encuentre en el vientre19.
Estatutos jurídicos
La legislación en nuestro país respecto a esto nos da las siguientes normas, esto es
tomado del código penal en el Distrito Federal, puesto que no en todos los estados la
18
Cf. Centro de Bioética de la Universidad católica del Sagrado Corazón, Identidad y estatuto del embrión humano,
suplemento n 4. de 1989, de “Medicina y moral” p. 9ss.
19
http://www.aciprensa.com/aborto/index.html, el 09/12/13 a las 5:43 p.m.
cuestión del aborto está legalizada. En nuestro país, hay siete circunstancias en las que no
se considera al aborto como delito (en los estados donde está legalizado cabe aclarar),
cuando:
Incluso se está luchando porque se den mejores atenciones a la mujer que aborta
para así bajar un poco el alto índice de mortandad que esta práctica arroja.
Una de las causales que nos presenta la ley es el “aborto terapéutico”, el cual se
realiza cuando peligra la vida de la madre, y tratando de resguardarla se le puede practicar
un aborto, este “aborto terapéutico” es un aborto directo, puesto que mata directamente al
no nacido como un medio para salvar a la mujer. Los defensores de los derechos humanos
dicen de este aborto que es un hecho completamente inmoral, puesto que concluye en la
destrucción de un ser humano inocente21.
20
Código Penal del DF, capítulo V, artículo 144
21
JUAN PABLO II, Carta Gratisssimam sane, 17
22
www.culturadelamuerte.com, 09/12/12 a las 6:14 p.m.
Otro caso que se tiene es el “aborto eugenésico”, aquellos que defiende la postura de
que solo los niños sanos deben nacer, puesto que un bebe con problemas desde el vientre
materno “está destinado a toda una vida de sufrimiento”, por tanto, hay que evitarle todo
ese sufrimiento antes de que sea tarde. Pero con esta premisa ¿acaso también se nos estaría
permitido matar a los minusválidos ya nacidos?23
Hay muchísimas más causales que incluso la Organización de las Naciones Unidas
están promoviendo, como el derecho que tiene la mujer a decidir sobre su propio cuerpo, la
legalidad del aborto abogando el hecho de que todo niño debe de ser deseado, las bondades
que arrojaría que esta práctica saliera de la clandestinidad, por ejemplo la baja de tasa de
mortandad en las mujeres.
Otros dice, sí, que se interrumpa el embarazo, pero solo en cierto punto del proceso
de desarrollo. Amparándose en que el desarrollo del feto se da por fases, así pues el
cigoto o el embrión no son sujetos de derecho, el feto lo es, pero hasta un punto
específico de su desarrollo26.
Finalmente están los que dicen que no se interrumpa el proceso del ser por nacer.
Punto basado en el entendido de que los que se está gestando es una vida humana;
por tal razón, la madre no tiene ningún derecho de interrumpir una vida ajena a sí
misma, aunque se geste en su vientre.
Conclusiones
El móvil de la ley y del derecho es hacer al hombre plenamente lo que es, hombre,
si esto lo aleja de ese fin como ya antes lo mencione, es una ley corrompida, un derecho
falso. Esta problemática no es un asunto de libre elección de la mujer, el estado deberá de
reconocer al concebido también como sujeto de derechos. Y el derecho más fundamental
que tiene todo hombre es el derecho a la vida. A veces el pensamiento moderno nos puede
confundir diciéndonos que el concebido no es persona por su falta de racionalidad, pero
realmente la noción de persona va mucho más allá, tienen miedo a reconocer al concebido
25
Artículo el derecho al aborto, Alicja Grzeskowiak
26
Además, el derecho a la interrupción del embarazo de la embarazada se puede ampliar dependiendo de circunstancias
adicionales, como la malformación del feto, violación o peligro para la vida de la madre.
como persona, puesto que haciéndolo se revelara la verdadera identidad de este pecado: el
aborto se verá tal cual es, un asesinato.
La ley debe de tener como finalidad el bien del hombre, de todos los hombres. Si falta
en la ley la afirmación del hombre y sus derechos naturales, el derecho deja de ser derecho
y se convierte en corruptio legis. La ley es la garantía de la protección y no destrucción del
hombre. El derecho al aborto tiene como finalidad la destrucción del hombre al comienzo
de su vida, del hombre más débil, que depende para existir de la persona más cercana, de su
madre. Los derechos de las mujeres no deben causar desorden moral en los derechos
humanos. No deben de negar el derecho más importante, el derecho a la vida. No existe
democracia cuando no se protege al hombre. Un estado deja de ser democrático cuando
piensa solo en el derecho de la madre y no en el del hijo, el más débil de hecho. El aborto
es ilícito en sí mismo27.
27
Artículo el derecho al aborto, Alicja Grzeskowiak
BIBLIOGRAFÍA
-LIBROS -
H. T. ENGELHARDT JR., Manual de bioética, Mondadori, Milán 1991
A. SERRA - R. COLOMBO, Identidad y estatuto del embrión humano: la contribución de
la biología
- MAGISTERIO -
Congregación para la Doctrina de la Fe, Declaración Cuestiones del aborto, sobre el aborto
procurado (18 noviembre 1974)
JUAN PABLO II, Carta Evangelium vitae
JUAN PABLO II, Carta Gratisssimam sane
- REVISTAS –
L. PALLAZINI, Los significados de los conceptos… en Pontificia Academia pro Vita
M. COZOLLI, El Embrión humano: aspecto ético y normativo, en Pontificia Academia pro
Vita
J. SUAUDEAU, La vida humana y el aborto en la gestión del caos en “El suplemento”,
-INTERNET-
www.culturadelamuerte.com
www.catholic.net
-OTROS-
Código Penal del DF, capítulo V, artículo 144
Artículo el derecho al aborto, Alicja Grzeskowiak