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ADEMAS DE:
Estar amparadas con un comprobante fiscal (cfdi) y
Que los pagos cuyo monto exceda de $2,000.00 se efectúen mediante:
En México circulan cerca de 25 millones de tarjetas de crédito, por lo que a partir del 2014
se convirtió en uno de los nuevos instrumentos de la autoridad fiscal para supervisar que las
personas cumplan con sus obligaciones tributarias. Cabe mencionar que de acuerdo con el
banco Central, en un año se realizan cerca de 570 millones de transacciones con este instrumento.
Recordemos que las personas físicas podrían ser objeto del procedimiento de discrepancia fiscal
cuando la autoridad fiscal compruebe que las erogaciones efectuadas por un contribuyente fueron
superiores a sus ingresos declarados en el mismo ejercicio fiscal. Por ejemplo, cuando una persona
física declare ingresos por $120 y tenga gastos por la cantidad de $200.
Por lo anterior, en caso de que la autoridad compruebe que existe una diferencia entre el monto
declarado y las erogaciones efectuadas, esa diferencia se consideraría como “ingresos
omitidos”, en el ejemplo citado, el importe de $80.
1. Notificar al contribuyente la diferencia entre sus ingresos declarados al fisco y sus gastos,
haciendo de su conocimiento los medios por los cuales llegó a dicha diferencia.
2. Una vez notificado, el contribuyente cuenta con un plazo de 20 días hábiles para aclarar su
situación fiscal.
3. Después de recibir la aclaración del contribuyente, las autoridades fiscales podrán, por una
sola vez, requerirle información o documentación adicional, quien deberá proporcionarla en
el plazo de 15 días hábiles.
4. En caso de que se demuestre que existe una discrepancia fiscal, el SAT considerará la
diferencia como ingreso gravable, y emitirá la resolución determinante del crédito fiscal.
5. En caso de que el contribuyente no se encuentre inscrito en el Registro Federal de
Contribuyentes, la autoridad procederá a inscribirlo en el régimen de personas físicas con
actividades empresariales y profesionales.
No obstante que la figura de discrepancia fiscal no es nueva, es importante que las personas
físicas establezcan una serie de medidas que permitirán tener un mejor control de sus
operaciones, entre otras, las siguientes:
Informar la totalidad de los ingresos que obtenga el contribuyente, tanto de pago de
impuestos como de índole informativo, cuando se esté obligado a ello (préstamos, premios,
donativos, viáticos cobrados, ingresos por enajenación de casa habitación, herencias o
legados) mediante declaraciones que deban presentar a las autoridades fiscales.
Llevar un control de sus operaciones y contar con el soporte documental de las operaciones
o transacciones que realiza; es decir, conservar la totalidad de sus estados de cuenta
bancarios y de tarjetas de crédito.
Manejar adecuadamente sus tarjetas de crédito, incluyendo tarjetas departamentales, dado
que califican como tarjetas de crédito.
Documentar los traspasos efectuados entre familiares, los cuales podrían estar calificando
como “donativos”, considerando sus respectivas consecuencias fiscales.
Tenga sus documentos ordenados, y guarde tickets, vouchers y cualquier comprobante de
pagos a su tarjeta de crédito.
No prestar tus tarjetas bancarias a familiares y amigos, porque aunque ellos te den el dinero
para pagar, para el SAT formaría parte de tus ingresos.
Lo anterior, con el fin de contar con elementos sólidos para desvirtuar alguna discrepancia fiscal
que la autoridad fiscal pudiera notificar a las personas físicas.
En resumen, considero que la modificación del esquema de discrepancia fiscal representa un paso
importante para reforzar las medidas contra la informalidad, que actualmente representa un
60% de la población, por lo que las tarjetas de créditos podría ser una herramienta para
combatirla.
Adicionalmente, y como quedó de manifiesto, el tema de discrepancia fiscal es muy delicado para
todas las personas físicas, por lo que se recomienda llevar un control o registro del origen
de todos los depósitos en sus cuentas bancarias y además generar y conservar la
documentación comprobatoria de las operaciones, a efecto de no dejar a la memoria la
explicación del origen de los depósitos, en el caso de futuras revisiones por parte de las autoridades
fiscales.