CAPÍTULO 1 1
DlSMENORREA. SÍNDROME
PREMENSTRUAL. DlSPAREUNIA
J. Ausín Ulízar
DlSMENORREA
La dismenorrea se define como la aparición de
dolor abdominal o pélvico inmediatamente antes
de la menstruación o coincidiendo con ella.
Hablamos de dismenorrea primaria o esencial
cuando no se encuentra ninguna patología pélvica
de origen orgánico.
En la dismenorrea secundaria u orgánica, el dolorNo se conoce con exactitud la causa. Analizamos a
es producido por una patología orgánica pélvica
o, por lo menos, se asocia a dicha patología. Las
causas más frecuentes que producen o se asocian
a la dismenorrea secundaria son: a) endometriosis;
b) procesos infecciosos; c) adenomiosis; d) esteno­
sis cervicales; e) síndrome de congestión pelviana,
y j) dispositivos intrauterinos.
INCIDENCIA
A nivel mundial, del 50 al 90% de las mujeres
en edad reproductiva tienen dolor con la mens­
truación. La mayoría de estas mujeres son jóvenes
y tienen dismenorrea primaria. Se estima que es
la causa que produce mayor cantidad de pérdida
de horas de asistencia a la escuela y al trabajo en
las mujeres jóvenes (1,2).
La dismenorrea primaria suele aparecer en mu­
jeres por debajo de los 25 años e incluso por debajo
de los 20. Es más frecuente en las nulíparas, y la
208
incidencia desciende después del parto y a medida
que avanza la edad. Parece existir una predisposi­
ción familiar (3).
ETIOLOGÍA
continuación los diversos factores que se han pos­
tulado como causantes de la dismenorrea primaria.
• Factores psicológicos. Actualmente se con­
cede poco valor a los factores psicológicos
como causa fundamental de la dismenorrea.
Sin embargo, en algunas estadísticas se señala
la influencia que tiene el medio familiar; así,
cuando la madre no padece dismenorrea,
el 67% de las hijas tampoco la padecen; en
cambio, si la madre tiene dismenorrea, el
30% de las hijas también la tienen (1).
• Factores hormonales. Desde hace tiem­
po se sabe que la dismenorrea primaria se
asocia siempre con ciclos ovulatorios. Este
hecho hizo pensar que la progesterona podría
desempeñar algún papel en la génesis de la
dismenorrea, y se ha sugerido que podría es­
timular la producción de prostaglandinas (4).
Se ha demostrado (5) que los niveles de vaso-
presina en el plasma están aumentados en las
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 11 Dismenorrea. Síndrome premenstrual. Dispareunia 209
mujeres con dismenorrea en el primer día de
la regla, en comparación con los controles,
y que existe un aumento de contracciones
disrítmicas. En algunos estudios (6) se ha
encontrado relación entre la producción de
p-endorfinas y la dismenorrea. Se ha descrito
también hiperprolactinemia asociada a dis­
menorrea grave, que cedía con tratamiento
con bromocriptina (7). Estas alteraciones
hormonales deben enjuiciarse con cautela,
ya que pueden ser la consecuencia y no la
causa de la dismenorrea.
• Factores cervicales. La estenosis del cuello
uterino con retención de la regla, como causa
de la dismenorrea primaria, fue defendida
apoyándose, fundamentalmente, en la me­
joría clínica que experimentan estas mujeres
después del parto. En la actualidad se acepta
que no hay ninguna prueba sólida que per­
mita mantener esta teoría (8).
• Aumento de la sensibilidad de las ter­
minaciones nerviosas del útero. Se ha
señalado una disminución del umbral de las
terminaciones nerviosas del útero a diferen­
tes estímulos y, por ello, serían estimuladas
más fácilmente por las prostaglandinas y sus
intermediarios (9).
• Prostaglandinas. La liberación de pros­
taglandinas del descamado endometrial al
comienzo de la menstruación juega un im­
Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
portante papel en la inducción de contraccio­
nes. Estas contracciones, que son arrítmicas
o descoordinadas, tienen una frecuencia alta
(más de 4 o 5 cada 10 min), suelen comenzar
desde un tono basal alto (más de 10 mm Hg)
y producen una elevada presión intrauterina
(frecuentemente de 150 a 180 mm Hg) (10).
Cuando la presión intrauterina es superior a
la presión arterial, se desarrolla una isquemia
uterina y se acumulan metabolitos anaeró-
bicos que estimulan las neuronas del dolor
tipo C, dando lugar a la dismenorrea. Esta
hipótesis se apoya en los siguientes hallazgos:
• Las concentraciones endometriales de
prostaglandinas E2 y F2o están elevadas en
la dismenorrea primaria y se relacionan
con la importancia del dolor (11).
• La administración exógena de prosta­
glandinas reproduce los síntomas (con­
tracciones uterinas, náuseas, vómitos,
diarrea, dolor de cabeza, dolor de es­
palda) asociados con la dismenorrea
primaria.
• Estudios con Doppler muestran que las
mujeres con dismenorrea primaria tienen
índices Doppler de arteria uterina altos
(p. ej., resistencia más elevada al flujo san­
guíneo en las arterias uterinas) durante la
menstruación, comparado con las mujeres
sin dismenorrea (12,13).
• Mujeres con dismenorrea primaria tra­
tadas con inhibidores de la síntesis de
prostaglandinas notan una mejoría en los
síntomas, paralelamente al descenso de la
presión/contractilidad intrauterinas y a
los niveles de prostaglandinas en el flujo
menstrual (11,14).
SINTOMATOLOGÍA Y DIAGNÓSTICO
La dismenorrea primaria suele empezar durante
la adolescencia, después de establecerse los ciclos
ovulatorios.
El dolor se inicia 1 o 2 días antes o con el co­
mienzo de la menstruación, y gradualmente dis­
minuye en 12 a 72 h.
Aunque el dolor es, por lo general, más fuerte
en la línea media por encima de la sínfisis púbica,
algunas mujeres también presentan importante
dolor en la espalda y/o en el muslo.
Náuseas, diarrea, cansancio, dolor de cabeza y
una sensación de malestar general acompañan a
menudo al dolor.
El diagnóstico se hace por la anamnesis y la
exploración ginecológica, que será completamente
negativa. De igual modo, la dismenorrea primaria
no se asocia con hallazgos anormales de labora­
torio ni en los estudios de imagen. Sin embargo,
hay que destacar que, a medida que se ha ido uti­
lizando la laparoscopia con más profusión, han
aumentado los diagnósticos de endometriosis en
muchas jóvenes diagnosticadas de dismenorrea
primaria.
TRATAMIENTO
La finalidad del tratamiento es aliviar el dolor.
Contamos actualmente con los siguientes recursos
terapéuticos:
210 Ginecología
• Cuidados generales. En primer lugar, el
médico informará a la paciente sobre los
fenómenos naturales propios de la mens­
truación. En algunos casos basta con esta
simple medida para que la mujer mejore.
• Calor. La aplicación de calor en la parte baja
del abdomen ha sido efectiva para aliviar la
dismenorrea (15).
• Ejercicio. Hay evidencia de que el ejercicio
disminuye la frecuencia de la dismenorrea
y/o mejora la sintomatología (16).
• Dieta y vitaminas. Hay estudios, con cier­
tas limitaciones, sobre los beneficios de la
dieta vegetariana, la ingesta de lácteos y de
vitaminas E, Bj, B6, y Ds en la mejoría de la
dismenorrea primaria (17-19).
• Tocolíticos. Teóricamente, los agentes que
bloquean la contractilidad uterina pueden ser
efectivos. Sin embargo, no se han obtenido
con ellos resultados satisfactorios. Además,
producen importantes efectos secundarios,
por lo que puede decirse que no se utilizan
en este tratamiento (20).
• Acupuntura. No hay estudios suficientes
para poder recomendarla (21).
• Estimulación eléctrica transcutánea. Ha de­
mostrado ser más efectiva que el placebo. Sería
una alternativa para las mujeres que no pueden
o prefieren no tomar medicamentos (10).
• Cirugía. No hay suficiente evidencia con
el uso de técnicas de resección nerviosa, in­
cluyendo la neurectomia presacra, como para
recomendar este tratamiento (22).
Los anticonceptivos hormonales y los inhi­
bidores de la síntesis de prostaglandinas son los
principales tratamientos.
Tratamiento hormonal
Los anticonceptivos hormonales orales, tipo
combinado, constituyen el tratamiento de elec­
ción, particularmente cuando la mujer desea
evitar el embarazo. El mecanismo de la acción
curativa de los anticonceptivos tiene lugar, pro­
bablemente, por la disminución del contenido
de prostaglandinas. Este tratamiento produce
una significativa mejoría de la dismenorrea. Di­
ferentes dosis de estrógenos y progesterona son
eficaces en el tratamiento, e incluso con dosis
muy bajas de estrógenos según los estudios ac­
tuales. En conjunto, los hallazgos sugieren que
cualquier anticonceptivo oral es efectivo (23,24).
Los parches transdérmicos y el anillo vaginal
son relativamente nuevos, por lo que hay pocos
estudios, pero los efectos sobre el endometrio
son similares, así que la vía de administración no
afectaría significativamente a su eficacia (25). Los
implantes también producen una reducción de la
dismenorrea (26), y en cuanto a los mecanismos
de contracepción intrauterina, tanto la experien­
cia clínica como los estudios informan de una
mejoría de la dismenorrea asociada a su uso (27).
Inhibidores de la síntesis
de prostaglandinas
Cuando han fracasado los anticonceptivos hor­
monales, o también cuando la paciente no desea
realizar ninguna anticoncepción, están indicados
los inhibidores de la síntesis de prostaglandinas.
Existen cinco grupos fundamentales de inhibido­
res de las prostaglandinas, clasificación que se basa
en su estructura química.
1. Derivados del ácido benzoico (aspirina).
2. Butirofenonas (fenilbutazona, antipirina)
3. Derivados del ácido indolacético (indometa-
cina).
4. Fenamatos o antranílicos (ácidos mefená-
mico, flufenámico, tolfenámico, nifiúmico y
meclofenámico.
5. Derivados del ácido arilpropiónico (ibupro-
feno, naproxeno, fiurbiprofeno, ketoprofeno,
naproxeno sódico, suprofeno y ácido tiapro-
fénico).
La experiencia clínica y diversos estudios han
demostrado que los preparados más activos son
los del grupo cuarto (fenamatos) y los del quinto
(derivados del ácido arilpropiónico) (28).
Los del tercer grupo (indometacina) también
son efectivos, pero tienen un alto porcentaje de
producción de trastornos gastrointestinales.
Se ha observado que la administración de estos
preparados en la dismenorrea primaria hace dis­
minuir la producción endometrial de prostaglan­
dinas (29,30).
Estos preparados se administran solamente du­
rante los 3 primeros días de la menstruación, lo
que supone una ventaja sobre los anticonceptivos,
los cuales deben administrarse durante todo el
ciclo.
 11 Dismenorrea. Síndrome premenstrual. Dispareunia 211
Las dosis aconsejables para el tratamiento de la
dismenorrea primaria son:
• Indometacina: 25 mg, 3 a 6 veces al día.
• Acido mefenámico: 250-500 mg, 3 o 4 veces
al día.
• Ácido fhifenámico: 100-200 mg, 3 veces al
día.
• Ácido tolfenámico: 133 mg, 3 veces al día.
• Ibuprofeno: 400 mg, 4 veces al día.
• Naproxeno sódico: 275 mg, 4 veces al día.
• Ketoprofeno: 50 mg, 3 veces al día.
En general, como la toma se reduce a 3 días,
estos preparados son bien tolerados.
Resumen
Podemos concluir diciendo que los anticoncepti­
vos hormonales y los inhibidores de la síntesis de
prostaglandinas son los tratamientos principales.
Si la mujer desea anticoncepción, se prescribirá
un anticonceptivo hormonal, que mantendrá hasta
que desee. En caso de que no desee anticoncep­
ción, se recurrirá a los inhibidores de síntesis de
prostaglandinas.
Si el tratamiento con uno de estos agentes falla
después de 2-3 meses, se sugiere cambiar al otro.
También puede ser efectivo combinar los dos en
mujeres sintomáticas con uno solo.
Además, la reevaluación del diagnóstico origi­
nal está siempre indicada cuando la terapia no da
Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
el nivel de respuesta esperado.
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SÍNDROME PREMENSTRUAL
CONCEPTO. FRECUENCIA
El síndrome de tensión premenstrual se caracte­
riza por la aparición premenstrual de los siguien­
tes síntomas: hinchazón (localizada fundamen­
talmente en el bajo abdomen y en las mamas),
aumento de peso, dolorimiento de las mamas,
inestabilidad emocional (irritabilidad o depre­
sión), cefaleas (particularmente en las mujeres
afectas de migraña), fatiga, acné, estreñimiento,
sed, hambre, sofocos, escalofríos y dificultad de
concentración (1).
Estos síntomas aparecen con mayor o menor
intensidad y de forma más o menos completa.
Suelen iniciarse de 3 a 7 días antes de la mens­
truación, pero a veces lo hacen 10 a 14 días antes
de esta y, generalmente, desaparecen al cabo de
24-48 h de su inicio.
La Asociación Americana de Psiquiatría ha
creado el término de trastorno disfórico premens­
trual para designar una forma grave del síndrome
premenstrual (1,2).
El síndrome premenstrual leve es frecuente,
y afecta a más del 75% de las mujeres con ciclos
regulares, independientemente de la raza y de las
características socioeconómicas y culturales. El
trastorno disfórico premenstrual afecta al 3-8%.
En el 2-10% de las mujeres repercute desfavora­
blemente sobre su calidad de vida (2-4).
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ETIOLOGÍA
No se conocen las causas que producen el sín­
drome premenstrual.
Durante algún tiempo se postuló que el sín­
drome premenstrual se produciría por alteraciones
de los niveles de estrógenos, progesterona o de
ambos. Sin embargo, se ha comprobado que los
niveles de estrógenos y progesterona son similares
en mujeres con y sin este síndrome. Tampoco ha
podido evidenciarse la existencia de un trastorno
en el eje hipotálamo-hipofisario ni en las supra­
rrenales ni en la tiroides (5).
Se pensó igualmente que podría existir un factor
central responsable del síndrome, una disfunción
de los neurotransmisores. Primero se involucró a
los opiáceos endógenos (6) y se afirmó que el sín­
drome premenstrual se produciría por una caída
de los opiáceos endógenos en una mujer sensible.
Sin embargo, no hay estudios que evidencien es­
ta hipótesis. Posteriormente se ha defendido el
papel central de la disfunción serotoninérgica en
la etiología del trastorno disfórico premenstrual,
señalando que esta desempeña un papel superior a
la disfunción noradrenérgica o dopaminérgica (7).
También existe un importante componente
psicógeno, ya que las mujeres con gran carga
emocional son más susceptibles de desarrollar el
síndrome.
 11 Dismenorrea. Síndrome premenstrual. Dispareunia 213
Otros posibles mecanismos de producción del
síndrome, como la deficiencia de vitamina B6,
la hipoglucemia, la alergia hormonal endógena y la
hiperglucemia, carecen de base para su defensa (8).
DIAGNÓSTICO
Se basa en la clínica que presenta los signos y sín­
tomas que hemos mencionado anteriormente. Es­
te síndrome se resuelve después de la menopausia
y transitoriamente durante el embarazo (3,9).
La exploración no presenta ningún cambio es­
pecífico. Tampoco hay alteraciones bioquímicas,
y las concentraciones séricas diarias de gonado­
tropinas y hormonas esteroideas no son diferentes
en mujeres con y sin síndrome premenstrual (10).
En algunas ocasiones se plantea el diagnós­
tico diferencial con brotes premenstruales de una
alteración psiquiátrica subyacente importante,
enfermedades tiroideas y estados depresivos.
TRATAMIENTO
Son importantes las medidas generales de higiene:
dieta adecuada, descanso, ejercicio y posibilidades
de relajación tanto mental como emocional.
• Dieta. La dieta debe ser pobre en sal. Es
aconsejable hacer 4-5 comidas diarias poco
abundantes y evitar la cola, el café, el alcohol,
Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
el chocolate, los dulces y las conservas. Por el
contrario, se aconsejan los vegetales crudos,
frutas, leche desnatada, hidratos de carbono,
alimentos con alto contenido en fibra y carne
poco grasa. Los suplementos de vitaminas B6,
E, calcio y magnesio pueden tener alguna
eficacia (8).
• Medicamentos. Se han propuesto los siguien­
tes fármacos en el tratamiento del síndrome
premenstrual. Los análogos de la GnRH pue­
den suprimir la ovulación y mejorar el síndro­
me, pero su administración no es aconsejable
durante un tiempo superior a 6 meses por el
riesgo de inducir una osteopenia acusada. Para
evitar estos riesgos, se ha aconsejado asociar los
análogos con una combinación de estrógenos y
progesterona. Esta combinación parece resul­
tar eficaz, al no disminuir el efecto terapéutico
y permitir prolongar el tratamiento durante
largo tiempo (11,12).
• El danazol, en dosis bajas de 200 mg/día,
puede ser de utilidad (13), pero si se utiliza
en la fase lútea no ha resultado eficaz, salvo
para mejorar la mastalgia (14).
• Los anticonceptivos hormonales parecen
efectivos si tienen como gestágeno la dros-
pirenona (15).
• Los antagonistas de los opiáceos, como
la naltrexona administrada por vía oral,
son eficaces en el tratamiento de este sín­
drome (16). Los diuréticos están indicados
cuando existe aumento de peso por edema,
aunque, con frecuencia, su efectividad es
dudosa.
• Los antagonistas de las prostaglandinas
pueden ser eficaces cuando el síndrome
premenstrual se asocia con dismenorrea.
• La bromocriptina se ha recomendado en
casos de dolor mamario.
• En cuanto a los antidepresivos, hay mu­
chos estudios que concluyen que estos
fármacos son efectivos (17). Se ha demos­
trado la utilidad de la fiuoxetina en dosis
de 20 mg/día, y se sugiere que el efecto
beneficioso se mantiene durante años.
Las razones para no continuar el trata­
miento son los efectos secundarios: dolor
de cabeza, ansiedad y náuseas (18-20).
Otros antidepresivos, como sertralina,
paroxetina, citalopram, clomipramina y
nefazodona, también han demostrado ser
efectivos (21). Si el tratamiento se hace
solo durante la fase lútea, tiene menos
efectos secundarios y es efectivo algunas
veces (22). De todas formas, según los
últimos estudios, el tratamiento intermi­
tente (durante la fase lútea) tiene un efecto
menor que el tratamiento continuo (23).
Se sugiere que el alprazolam puede ser
solo efectivo para síntomas depresivos
del síndrome premenstrual. Se considera,
por lo general, tratamiento de segunda
línea, particularmente por su potencial
adictivo, si su uso no se limita a la fase
lútea (21).
• Cirugía. Solo se considera en casos resisten­
tes a la medicación con síntomas muy graves.
En estos casos, algún estudio ha demostrado
que es efectiva la ovariectomía bilateral, ha­
bitualmente con histerectomía (24).
214 Ginecología
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DISPAREUNIA
Definimos la dispareunia como las relaciones
sexuales dolorosas o difíciles de completar. Este
dolor puede producirse antes, durante o después
de las relaciones, y localizarse en la vulva, en la
vagina o en la parte inferior del abdomen (1).
La prevalencia de coitos dolorosos es del 8 al
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ETIOLOGÍA
• Factores anatómicos. Se deben a estenosis
del introito o de la luz vaginal debido a ano­
malías congénitas, como un himen rígido o
existencia de tabiques vaginales, y también a
alteraciones adquiridas que son secundarias a
 11 Dismenorrea. Síndrome premenstrual. Dispareunia 215
tratamientos quirúrgicos, como puede ser la
reparación de una episiotomía o unas plastias
perineales. La atrofia menopáusica puede ser
una causa anatómica importante de dispareu­
nia en este grupo de mujeres. Puede aparecer
la dispareunia, sobre todo en la penetración
profunda del pene, cuando hay una gran re­
troversion uterina (3,4).
• Trastornos locales. Las dificultades en el
introito son debidas generalmente a infec­
ciones vulvares o vaginales: tricomoniasis,
candidiasis, etc., así como también bartoli-
nitis y lesiones dermatológicas. Los dolores
a la penetración más profunda se localizan
en los fondos de saco vaginales. En estos
casos, la enfermedad inflamatoria pélvica y
la endometriosis son causas frecuentes (3,4).
• Factores psicógenos. Se asocian los si­
guientes: depresión, ansiedad, fobia, miedo
al embarazo, creencias culturales o religiosas,
y antecedentes de traumatismos y abusos se­
xuales. También puede influir la ignorancia de
la mecánica del acto sexual, con el intento
de penetración sin haber conseguido una lu­
bricación adecuada (3,4).
DIAGNÓSTICO
Es clínico y se basa en lo que refiere la mujer sobre
el dolor relacionado con la actividad sexual.
Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.
Se practicará una exploración pélvica con es­
tudio del periné y de la región perianal, y una
exploración con espéculo para una adecuada va­
loración de la vagina y del cérvix. Con el tacto
bimanual y rectovaginal podremos apreciar si exis­ Tratamiento
ten retroversion uterina, masas de útero o anejos,
fijación de órganos pélvicos, etc.
TRATAMIENTO
Cuando existe una causa orgánica que explica la
dispareunia, el tratamiento es el indicado para ca­
da caso, bien médico (p. ej., infecciones vaginales) El control lo puede hacer la misma mujer inser­
o bien quirúrgico (p. ej., tabique vaginal).
Otros tratamientos son la utilización de cremas tamaño, controlando la musculatura del introito.
o geles en caso de sequedad vaginal o de lesión
dermatológica.
La fisioterapia es recomendable en algunas
situaciones para relajar los músculos que rodean
la vagina.
También es posible conseguir algunas curaciones
mediante la conversación y exposición de toda la
problemática del acto sexual conjuntamente con
la pareja.
Cuando los problemas psicógenos son más pro­
fundos, es necesario recurrir a la ayuda del psiquiatra.
VAGINISMO
Se refiere a una contracción involuntaria de los
músculos que rodean el orificio vaginal, lo que
impide la inserción de un objeto (pene, tampón,
dedo, instrumento médico). El vaginismo prima­
rio se relaciona con problemas psicológicos, mien­
tras que el secundario representa una respuesta
dolorosa a una causa física (5).
Su prevalencia se estima en el 0,4% (6).
Aunque el espasmo se ha considerado la carac­
terística que define el vaginismo desde siempre,
esta definición es controvertida. La evidencia de
los estudios electromiográficos no apoya la teoría
del espasmo muscular. Es más, ni los estudiosos del
suelo pélvico pueden diagnosticar con seguridad
el espasmo muscular vaginal (7).
Algunos expertos han propuesto que los diag­
nósticos de dispareunia y vaginismo sean una en­
tidad única llamada dolor genitopélvico/dificultad
de penetración (8).
Para el diagnóstico no hay ninguna prueba es­
pecífica. Se basa en el dolor producido al intro­
ducir algo en la vagina. Durante la exploración se
aprecia la contracción de los músculos, aunque no
siempre es técnicamente reproducible (9).
Hay que demostrar, en primer lugar, a la pareja la
existencia de dicha contracción vaginal y descartar
cualquier causa orgánica de dispareunia.
Para el tratamiento del vaginismo se aplican
técnicas que den a la mujer control sobre la con­
tracción y relajación muscular. Entre estas se inclu­
yen los ejercicios de Kegel y el uso de dilatadores.
tándose los dilatadores, gradualmente de mayor
Otros tratamientos incluyen anestésicos tópi­
cos, ejercicios de relajación muscular y consulta
al sexólogo (10). También se han utilizado inyec­
ciones de bótox desde que fuera descrita la técnica
en 1997 (11).
 11 Dismenorrea. Síndrome premenstrual. Dispareunia 216.e1

AUTOEVALUACIÓN

CAPÍTULO 11: DISMENORREA. SÍNDROME c. Dispareunia.

d. Vaginismo.
PREMENSTRUAL. DISPAREUNIA
e. Dismenorrea primaria.
Correcta: e. Una de las razones que apoya la teoría
1. Se asocia siempre con ciclos ovulatorios: de las prostaglandinas como causa de la dismeno­
a. Dispareunia.
rrea primaria es que su administración reproduce los
b. Vaginismo. síntomas.
c. Dismenorrea primaria.
d. Síndrome premenstrual.
e. Dismenorrea secundaria. 6. El dolor de la dismenorrea primaria en relación con
Correcta: c. Entre los factores hormonales como cau­ la menstruación se inicia:
sa de la dismenorrea primaria destaca que se asocia a. Antes.
siempre con ciclos ovulatorios. b. Al comienzo.
c. Después.
2. Para una mujer con dismenorrea que no desea anti­ d. ayb.
concepción, en principio, el tratamiento será con: e. b y c.
a. Acupuntura. Correcta: d. La dismenorrea se define como la apari­
b. Tocolíticos. ción de dolor antes de la menstruación o coincidiendo
c. Estimulación eléctrica transcutánea. con ella.
d. Inhibidores de la síntesis de prostaglandinas.
e. Ingesta de lácteos y vitamina E. 7. El trastorno disfórico premenstrual es una forma
Correcta: d. Los anticonceptivos hormonales y los grave de:
inhibidores de la síntesis de prostaglandinas son a. Dispareunia.
los tratamientos principales de la dismenorrea. Cuan­ b. Niveles altos de progesterona.
do la mujer no desea anticoncepción, se recurrirá a los c. Dismenorrea.
inhibidores de la síntesis de prostaglandinas. d. Síndrome premenstrual.
e. Niveles altos de estrógenos.
3. Parece existir una predisposición familiar para padecer: Correcta: d. La Asociación Americana de Psiquiatría
a. Vaginismo. ha creado el término «trastorno disfórico premens­
b. Dismenorrea primaria. trual» para designar una forma grave del síndrome
c. Trastorno disfórico premenstrual. premenstrual.
d. Síndrome premenstrual.
Elsevier. Es una publicación MASSON. Fotocopiar sin autorización es un delito.

e. Dispareunia. 8. ¿Cuál de los siguientes inhibidores de la síntesis de

Correcta: b. Cuando la madre no padece dismenorrea,
el 67% de las hijas tampoco la padecen. En cambio,
si la madre tiene dismenorrea, el 30% de las hijas
también la tienen.
4. ¿Con qué síndrome se nos plantea, en ocasiones, el
diagnóstico diferencial con enfermedades tiroideas?
a. Síndrome premenstrual.
b. Dismenorrea primaria.
c. Vaginismo.
d. Dismenorrea secundaria.
e. Dispareunia.
Correcta: a. En algunos casos de síndrome premens­
trual se plantea el diagnóstico diferencial con brotes
premenstruales de una alteración psiquiátrica subya­
cente importante, enfermedades tiroideas y estados
depresivos.
5. La administración exógena de prostaglandinas re­
produce los síntomas de:
a. Adenomiosis.
b. Síndrome premenstrual.
prostaglandinas se considera más activo?
a. Butiferonas.
b. Fenamatos.
c. Derivados del ácido benzoico.
d. Derivados del ácido indolacético.
e. Los cuatro son iguales.
Correcta: b. La experiencia clínica y diversos estudios
han demostrado que entre los preparados más activos
para el tratamiento de la dismenorrea están los deri­
vados de los fenamatos.
9. ¿Cuál de las siguientes vías de aplicación de los an­
ticonceptivos hormonales se considera efectiva en el
tratamiento de la dismenorrea?
a. Transdérmica.
b. Vaginal.
c. Implante.
d. Oral.
e. Todas.
Correcta: e. Los hallazgos sugieren que los anticon­
ceptivos son efectivos y que la vía de administración
no afectaría significativamente a su eficacia.
216.e2 Ginecología

10. Si decimos que sucede con una frecuencia del 50-90%, Correcta: e. Se han utilizado inyecciones de bótox
estamos hablando de: para el tratamiento del vaginismo desde que fuera
a. Dismenorrea. descrita la técnica en 1997.
b. Síndrome premenstrual
c. Dispareunia. 12. A medida que avanza la edad, desciende la inciden­
d. Vaginismo. cia de:
e. Ninguna de ellas. a. Trastorno disfórico premenstrual.
Correcta: a. A nivel mundial, del 50 al 90% de las b. Dispareunia.
mujeres en edad reproductiva tienen dolor con la c. Dismenorrea primaria.
menstruación. d. Vaginismo.
e. Síndrome premenstrual.
11. Se ha utilizado como tratamiento del vaginismo: Correcta: c. La incidencia de la dismenorrea primaria
a. Neurectomia presacra. es más frecuente en nulíparas y desciende después del
b. Ovariectomía bilateral. parto y a medida que avanza la edad.
c. Dilatación del cérvix.
d. Histerectomía.
e. Inyecciones de bótox.