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CORTE SUPERIOR DE JUSTICIA DE JUNIN

Sala Mixta Descentralizada de Tarma


Jirón Lima Nº 510 teléfono (064) 323326
http://smdtarma.blogspot.com/

Ss.
Corrales Melgarejo
Proaño Cueva
Cristoval De la Cruz

SENTENCIA DE VISTA N° - 2009

EXP. Nº 274-2008
LIBRO 6 III - Pág. 97

APELANTE : MÁXIMA ESPINOZA VDA. DE ORTEGA


PROVIENE : 1° JUZGADO MIXTO DE LA OROYA
DEMANDANTE : MÁXIMA ESPINOZA VDA. DE ORTEGA
DEMANDADO : LUIS RICARDO AGUILAR GUTIERREZ
MATERIA : INDEMNIZACIÓN POR DAÑOS Y PERJUICIOS
NATURALEZA : PROCESO ABREVIADO
GRADO : SENTENCIA APELADA
PONENTE : Ricardo CORRALES MELGAREJO

RESOLUCIÓN Nº 34

Tarma, 28 de Diciembre
De dos mil nueve.-

I. AUTOS:

Materia del Grado.


I.1.- Viene en grado de apelación la Sentencia contenida en la Resolución Nº
24 del 30 de Junio del dos mil nueve, folio 160 y siguientes, que resuelve
declarar infundada la demanda.
Fundamentos de la Pretensión Impugnatoria.
I.2.- La mencionada resolución, es apelada a folio 167 y siguientes, cuyos
agravios se resumen en indicar que, la recurrida comete el error al señalar que
el causante conducía su triciclo por el carril izquierdo de la Carretera Central,
cuando según el atesado policial se indica por el carril derecho, lo que se
confirma con la declaración del demandado, además la responsabilidad del
demandado debe analizarse según el artículo 1970 del Código Civil 1.

II. CONSIDERANDO

TEMA DE DECISIÓN:
II.1.- Determinar si le alcanza o no responsabilidad objetiva al emplazado, y si
así fuera establecer el monto indemnizatorio.

FUNDAMENTOS:
II.2.- En principio, el Código Civil ha colocado el principio de responsabilidad
objetiva, consagrado en su Art. 1970, al lado del principio de la responsabilidad
subjetiva, previsto en su Art. 1969 2, de esta manera para el legislador, la
responsabilidad extracontractual se encuentra dividida en dos grandes esferas
que se rigen por dos centrales principios, que conforman sus ejes, a saber: los
daños producidos mediante actividades o cosas riesgosas, están sometidos a
responsabilidad objetiva; los demás casos de daños, están regulados por la
responsabilidad subjetiva.

II.3.- Entonces, según el Art. 1970, si se produce un daño causado por una
actividades o cosa riesgosa, exista o no dolo, exista o no culpa, el causante
responde por el perjuicio causado, indemnizando a la víctima o a sus
herederos. Al respecto, nos ilustra el Tratadista Fernando de Trazegnies, a
saber: “Veamos, por ejemplo, la situación de los accidentes rutinarios de

1
Artículo 1970.- Responsabilidad por riesgo
Aquel que mediante un bien riesgoso o peligroso, o por el ejercicio de una actividad riesgosa o
peligrosa, causa un daño a otro, está obligado a repararlo.
2
Artículo 1969.- Indemnización por daño moroso y culposo
Aquel que por dolo o culpa causa un daño a otro está obligado a indemnizarlo. El descargo por
falta de dolo o culpa corresponde a su autor.

2
tránsito. Si no existiera el artículo 1970, sólo podría exigirse su reparación al
causante cuando hubiera mediado culpa. En cambio, aplicando el artículo 1970
podemos decir que conducir automóvil es una actividad “riesgosa o peligrosa”
porque genera riesgos derivados del uso de una máquina peligrosa. Es
perfectamente sabido que, a pesar de que se maneje con cuidado y prudencia
“razonables”, existen múltiples errores menores en la conducción que no se
pueden evitar todos y todo el tiempo, ni aun por el chofer más experimentado.
La mayor parte de estos errores no tienen consecuencias; pero si el azar nos
coloca enfrente otro vehículo o un peatón en ese preciso instante, podemos
causar un daño de consecuencias gravísimas dada la peligrosidad del
automóvil que se deriva de su masa y velocidad. Ahora bien, si sabemos que la
conducción de un automóvil puede producir daños graves y que a pesar de la
diligencia razonable no se puede evitar totalmente este riesgo. ¿no estamos,
entonces, frente a una actividad que genera situaciones de gran proximidad al
daño? Si la respuesta es afirmativa – y eso lo decidirá la jurisprudencia – todos
los accidentes de automóvil estarían sujetos al principio de la responsabilidad
objetiva.”; en efecto, “En general, la jurisprudencia peruana ha intentado
configurar como responsabilidad objetiva todos los daños derivados de poner
en marcha una máquina de locomoción a motor, aún para fines privados y no
de lucro.”3

II.4.- Al respecto, cabe citar la Cas. N° 583-95, a saber: “El artículo 1973 del
Código Civil está referido a la reducción de la indemnización por imprudencia
concurrente, resultando aplicable cuando existen factores contributivos al
evento. En consecuencia, cuando se ha establecido que la imprudencia de
quien ha padecido el daño ha contribuido en su producción, no resulta aplicable
en forma excluyente la norma contenida en el artículo 1969 del Código Civil,
sino que debe concordarse con lo establecido por el artículo 1973 del acotado,
que establece la reducción prudencial de la indemnización” 4. Aún cuando esta
casación se relaciona con la responsabilidad subjetiva, ello no obsta para
observar sus criterios en cuanto a la responsabilidad objetiva.

3
Fernando de Tranzegnies: “La Responsabilidad Extracontractual”. Biblioteca Para Leer el
Código Civil Vol. IV. PUC. 1988. T. I, Págs. 149,159, 160 y 169.
4
Ediciones Legales: Código Civil, concordancias jurisprudencia. Ed. Agosto 2004, Pág. 278.

3
II.5 Así también, resulta pertinente citar la Cas. 630-2004 CAJAMARCA
Publicado 30-09-05 en la página 14781 del diario oficial El Peruano, que en sus
partes pertinentes dice:

"...el recurrente sustenta su denuncia casatoria en la interpretación errónea del


art. 29 de la Ley General de Transporte Terrestre y Tránsito Terrestre. La norma
material en referencia establece: ‘La responsabilidad civil derivada de los
accidentes de tránsito causados por vehículos automotores es objetiva, de
conformidad con lo establecido en el C C. El conductor, el propietario del
vehículo y, de ser el caso el prestador del servicio de transporte terrestre son
solidariamente responsables por los daños y perjuicios causados...’

"...las diferencias se resuelven, -no atendiendo a la culpa o dolo del conductor,


como lo señala el recurrente-, sino, que debe aplicarse el Principio general de
responsabilidad objetiva que se funda en el riesgo creado, previsto en el art. 29
-Ley General de Transporte y Tránsito Terrestre, concordante con el art. 1970 C
C; en virtud, a que los hechos sucedieron como consecuencia de haberse
puesto en actividad dos vehículos automotores, el transporte terrestre y el
camión volquete, que al ser puestos en marcha constituyen bienes riesgosos y
en tal caso, los resultados se miden objetivamente por el daño causado,
independientemente de la conducta de la víctima, cuya concurrencia en la
producción del daño sólo sirve para graduar equitativamente el monto
reparador, tal como lo establece el art. 1973 del C C, normatividad que ha sido
tenida en cuenta por las instancias de mérito para la reducción del monto
indemnizatorio..."

II.6.- En el presente caso, la apelada razona que es la víctima la que causó el


evento dañoso, por tanto, por su negligencia debe atenerse a lo dispuesto por
el artículo 1972 del Código Civil 5, sin embargo, la interpretación y aplicación de
este precepto normativo no ha sido debidamente relacionado con la
responsabilidad objetiva que alude el Art. 1970 del Código Civil, toda vez que

5
Artículo 1972.- Irresponsabilidad por caso fortuito o fuerza mayor
En los casos del artículo 1970, el autor no está obligado a la reparación cuando el daño fue
consecuencia de caso fortuito o fuerza mayor, de hecho determinante de tercero o de la
imprudencia de quien padece el daño.

4
participó en el evento dañoso como conductor del vehículo motorizado, con el
cual atropelló a la víctima causándole la muerte; pues, aún si fuere cierto su
afirmación respecto a que conducía a una velocidad normal, y no tuviera la
culpa en el atropello de la víctima, basta que la concausa del accidente haya
sido ocasionado por un bien riesgoso, como lo fue con su vehículo, para que le
alcance la responsabilidad de indemnizar a los herederos de la víctima.

II.7.- Naturalmente, que la contribución de la víctima en el accidente, cuando


se ha establecido que la imprudencia de quien ha padecido el daño ha
contribuido en su producción, no resulta aplicable en forma excluyente la norma
contenida en el artículo 1970 del Código Civil, sino que debe concordarse con
lo establecido por el artículo 1973 del acotado 6, que establece la reducción
prudencial de la indemnización.

II.8.- Ahora bien, analizando las pruebas, si nos remitimos al numeral 4 del
acápite IV del Atestado Policial de folio 5 del Exp. Penal N° 2006-45, que corre
como acompañado al presente proceso, se establece que el lugar del accidente
es en el Km. 1.520 de la Carretera Central, en el lugar denominado paradero
“lava ropa”, vale decir, aún dentro del área poblada de la ciudad de La Oroya, y
no en una carretera abierta; por otro lado, en la novena considerativa de la
apelada, se alude que la víctima conducía de modo temerario su triciclo ya que
lo hacía a su izquierda cuando las normas de tránsito expresamente prohíben
que se maneje en ese sentido, lo que no es cierto, ya que en el referido
croquis, que obra a folio 34 del expediente acompañado, no se indica la
dirección que tomaba el triciclo, por el contrario, en el atestado policial de folio
5, se indica que ambos vehículos, el del demandado y de la víctima iban en
dirección de sur a norte, de manera que, éste si conducía su triciclo por el carril
correcto.

II.9.- Por lo demás, de acuerdo a las reglas de la experiencia en la conducción


de los vehículos motorizados, si uno divisa un objeto obstructivo en parte de su
carril, más aún, si en sentido contrario viene otro vehículo motorizado, en un
6
Artículo 1973.- Reducción judicial de la indemnización
Si la imprudencia sólo hubiere concurrido en la producción del daño, la indemnización será
reducida por el juez, según las circunstancias.

5
lugar donde no había alumbrado público y la vía presentaba una curva, lo
aconsejable es bajar la velocidad para evitar la colisión, empero, para
esclarecer este punto, el demandado no prestó su declaración en autos, debido
a su inasistencia, tal como se corrobora en la audiencia de actuación de
pruebas de folio 87, motivo por el cual, debemos remitirnos a su declaración
instructiva prestada en el proceso penal acompañado, folio 71, en el cual
señala lo siguiente: “…en esa fecha no había alumbrado público,…”; “…
sucedió en la semicurva”; asimismo, en su manifestación policial de folio 9, y
que debemos considerarlo como declaración asimilada 7, reconoce que: “…en
esas circunstancias diviso un bulto en la oscuridad, y que al seguir mi recorrido
un vehículo no identificado que circulaba en sentido contrario, invadió mi carril
de circulación con las luces en alta, por lo que al acercarme al bulto y quedar
momentáneamente vislumbrado por las luces altas y al salir dicho vehículo de
mi carril, es en estas circunstancias que cae un cuerpo en el parabrisas
delantero…”; apréciese que el demandado en ningún momento narra que ante
tal “bulto” bajó la velocidad, es decir, temerariamente continuó su marcha en
velocidad constante, no obstante que, se evidenciaba cierto peligro, con el
referido obstáculo en la vía; de manera que, queda claro que el demandado
contribuyó con su actuar negligente, al no disminuir la velocidad de su vehículo,
en la realización del accidente.

II.10.- Sin embargo, la víctima también colaboró en que se produzca el evento


dañoso, ya que no tenía luces de peligro, tal como se indica en el numeral 8 del
acápite IV del Atestado Policial, folio 6, y de la Revisión Técnica Mecánica de
folio 16 del expediente penal acompañado; no obstante que, conducía su
triciclo de noche, y transportaba una carga pesada que hacia lenta su marcha y
que le restaba movilidad para sortear situaciones de peligro,

II.11.- En consecuencia, se concluye que al demandado le alcanza


responsabilidad objetiva por conducir un vehículo motorizado y de modo
negligente no disminuyó la velocidad, a fin de evitar el impacto con la víctima,

7
Código Procesal Civil: Artículo 221.- Declaración asimilada.-
Las afirmaciones contenidas en actuaciones judiciales o escritos de las partes, se tienen como
declaración de éstas, aunque el proceso sea declarado nulo, siempre que la razón del vicio no
las afecte de manera directa.

6
la misma que también contribuyo con su actuar negligente, al no tener luces de
peligro su triciclo, por lo que en observancia del artículo 1973 del Código Civil
citado, tal imprudencia en la concausa del daño, motivará la reducción de la
indemnización demandada.

II.12.- Entonces, corresponde fijar la indemnización pretendida, al respecto, la


demandante pide por indemnización por daños y perjuicios S/. 30,000.00, por
daño emergente S/. 35,000.00 y lucro cesante S/. 35,000.00, en total S/.
100,000.00.

II.13.- Empero, debemos recordar que, según el Artículo 1985 del Código Civil,
la indemnización comprende las consecuencias que deriven de la acción u
omisión generadora del daño, incluyendo el lucro cesante, el daño a la persona
y el daño moral, debiendo existir una relación de causalidad adecuada entre el
hecho y el daño producido. El monto de la indemnización devenga intereses
legales desde la fecha en que se produjo el daño. Cabe agregar, el daño
emergente.

II.14.- Empero, la demandante no precisa a que daño se refiere al pedir,


genéricamente: “por INDEMNIZACIÓN por daños y perjuicios la suma de S/.
30,000.00, razón por la cual, debemos de desestimar esta parte de la
pretensión por imprecisa.

II.15.- Con relación al daño emergente, la demandante solicita la suma de S/.


35,000.00, como se sabe, se entiende por este daño, el empobrecimiento real y
efectivo del patrimonio de quién ha sufrido el daño, en este aspecto si bien es
cierto que, en la Revisión Técnica Mecánica de folio 16 del expediente penal
acompañado, se alude que el sistema de dirección del triciclo quedo con
defectos por el accidente, la demandada no ha acreditado el costo que
conllevaría su reparación, por lo que en este aspecto la pretensión deviene en
infundada por improbada, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 200
del Código Procesal Civil8.
8
Artículo 200.- Improbanza de la pretensión.-
Si no se prueban los hechos que sustentan la pretensión, la demanda será declarada
infundada.

7
II.16.- En lo relativo al lucro cesante demandado, esto es, la utilidad que en
virtud del daño ha dejado de percibir la sociedad conyugal que formaba parte la
demandante, según partida de matrimonio de folio 2, como consecuencia de la
muerte de su cónyuge, si ha quedado debidamente acreditado que éste
percibía una pensión de jubilación según la Resolución de la ONP de folio 13,
y actualizada según boleta de folio 15, percibía un neto a cobrar mensualmente
de S/. 1,310.00, asimismo, era beneficiario de una renta vitalicia según boleta
de folio 15, que ascendía a un ingreso neto mensual de S/. 220.00, en total S/.
1,530.00, y a partir de su fallecimiento, sólo le correspondería a la demandante
un 50% de dicho monto, tal como lo disponen los artículo 54 del Decreto Ley
199909, y de igual modo dicho monto reducido de la pensión lo prevé el
Decreto Ley 18846.

II.17.- Pues bien, si la víctima al momento del accidente tenía 68 años de edad,
según su fecha de nacimiento que aparece en su DNI de folio 11, y la fecha en
que se produjo el accidente, el 31 de mayo de 2006, y atendiendo que la
esperanza de vida urbana promedio de los peruanos es de 74 años de edad 10,
la sociedad conyugal de la demandante, ha dejado de percibir la suma de
(1530:2) S/. 765.00, desde el mes de Junio de 2006, proyectado al 24 de junio
del año 2012, en la que el occiso habría cumplido 74 años, lo que asciende a
73 meses x 765) S/. 55,845.00, empero, teniendo en cuenta que parte de dicha
suma ha sido cubierto por el SOAT, conforme de advierte del informe de folio
95, y la víctima contribuyó al desenlace del accidente, como se ha analizado
precedentemente, prudencialmente debemos reducir el lucro cesante a la suma
de S/. 20,000.00, y que el demandado está en condiciones económicas de
pagarlo según el informe de su empleadora de folio 91.

II.18.- Por estos fundamentos, debemos revocar la apelada.


9
Artículo 54.- El monto máximo de la pensión de viudez (*) es igual al cincuenta por ciento de
la pensión de invalidez o jubilación que percibía o hubiera tenido derecho a percibir el
causante.
(*) Frase "de viudez" declarada inconstitucional por el inciso D) del Resolutivo N° 2 de la
Sentencia del Tribunal Consitucional Expediente N° 050-2004-AI-TC, publicada el 12 Junio
2005.
10
Según Fondo de Población de las Naciones Unidas en la dirección electrónica siguiente:
http://www.unfpa.org.pe/infosd/esperanza_vida/esp_vida_04.htm

8
III. DECISIÓN

REVOCAR la Sentencia contenida en la Resolución Nº 24 del 30 de Junio del


dos mil nueve, folio 160 y siguientes, que resuelve declarar infundada la
demanda. REFORMÁNDOLA la declararon fundada en la parte que pretende
indemnización por lucro cesante, e infundada en los demás extremos.
FIJARON la indemnización por lucro cesante que deberá pagar don Luis
Ricardo Aguilar Gutierrez a favor de doña Maxima Espinoza de Ortega, la suma
de Veinte Mil y 00/100 Nuevo Soles (S/. 20,000.00), más intereses, costas y
costos procesales, que se liquidarán en ejecución de sentencia. NOTIFÍQUESE
y DEVUÉLVASE.

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