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LO INCREIBLE ES LA VERDAD ee eA ala a0 Guillermo Menai editor Tomés Doreste director Luiz Chaver Peén realizacion artistica Rad Mendoza direcetén de arte Dr, Serge Aguirre ia Aragon Federica Campbell Eduardo Lizalde deime Reyes ‘Arturo Rosenblueth invostigacion corresponsales Alejandro Vignatsi Eduardo Azcuy EOPARA: ‘Eugenio Danyans Antonia Ribera ‘Arthur Wheet René Fouseé Reproducciones Finas, S. A. fotomecinica Dist. Sayrols de Publicaciones istribueion forénes Enrique Gomez Corchado distribucién D.F. Alo 2, Nimero 27. Enero 1972 UDA. Reviata publeada por tora, Fade, Sh, Yavenlls 00, 4a. Pea, Monica $i, D. f. Tellone’ 5255-65, aes tia We taucacién ables, mere 205-15918 expel et 25 de Nev, oo 1970. Olrccién Caner det Derecho. de tor mimere 16471 libre abgtimo fe "6 del 8 de mare de 1371. We ture en is Direc Conwral do Co Ivve de México, et inite. eno Clara Maclonal de elfen dtr, Imprsign: Edina Sal, 3. A. Lage choca 158 Mice 17, D.'. Tal. 5164564. Prdibide le reproduccin acinl del contenido de eta re vu. "rece $2.00, (MLN) Wimeren (evradon $4.00 (HN) editorial Hay seres nacjdes con el sello de ja desdicha, que irradian en torno suyo Ja influencia de su infortunio. Asf de- bié suceder con Tutankamen (tatbien llamado ‘Tutankamon), hijo del faraén hereje Akhenaton, ei cual abandoné el Gulto a Anén para adoptar al dios solar Aton, Este gesto le granje6 el odio de los sacerdotes egipeios, que se venga - ron en el joven Tutankaton cuando se convirtié én monarea a la muerte de su padre, se vio obligado a cambiar su nombre por el de Tucankamon y a resta - blecer el viejo culto uNo habria en esta venganza de los sacerdotes una explicacién de la maldi- ei6n que miles de afios mas tarde se ma- nifestarfa en contra de los arquedlogos que abrieron la tumba? Sabemos que Akhenaton, deseoso de perpetuar su dinastia, casé a Tutanka - Ton, hijo habido con una esclava, con su propia hermanastra, De este egpanto- 50 incesto dindstico, {no result6 acaso fal stnsacién de horror en el joven que sus consecuencias repercutieron en todo lo que le rode5, incluso en su Gltima morada? Cuando conocemos la vida de Tutan- kamen no nos extrafia que las piecras y los objetes que lo rodearon en su tumba fueran susceptibles de captar toda la amargura de su frustrada existencia, y proyectara ou destino, sin pretenderlo, bn los intrusos que una mafiana de febre- ro de 1923 irrumpieron en cu tumba. or Guillermo MendizSbal Lizalde, Editor.

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