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En el presente escrito se pretende desde una postura subjetiva, argumentada con los
Yolanda Reyes, narrar cómo vivencié la dinamización del lenguaje oral y escrito en la
primera infancia. Soy Stephania Garcés Jaramillo, al presente años 2018, soy estudiante del
Los recuerdos son aquellos momentos que marcan como un sello éste libro que cada uno
Su perfecta voluntad nos permite alcanzar esa vida eterna para la cual sembramos en la vida
terrenal.
agradezco por haberlo hecho, le doy gracias por haberse empeñado en alcanzar una meta
para nada fácil ni sencilla; Como lo explica la autora Yolanda Reyes: “la interacción madre
– hijo construye las bases de la comunicación con el mundo y con la cultura, incide en el
desarrollo afectivo del niño y le ofrece el sustrato básico de nutrición emocional para
descifrarse y relacionarse con los otros” (Reyes, 2005, P. 11). Como maestra en formación
considero que los vínculos principales, que deben ser iniciativa de la madre para la
formación y desarrollo de los niños y niñas, son el punto de partida para la construcción de
las bases que permitirán al sujeto crecer consciente de sus potencialidades, pero al mismo
tiempo capaz de establecer relaciones en los diferentes contextos sociales, para su
aprendizaje están definidas en gran medida por lo que se haya hecho o dejado de hacer.
bendición de tener una gran maestra, llamada Stella, siempre tenía su sonrisa radiante con la
que transmitía una plena tranquilidad y felicidad tan sólo con su disposición gestual y
corporal.
Allí viví experiencias muy enriquecedoras cero planas, pero en cambio sí una riqueza de
Poco a poco cursé los niveles obligatorios y llegué al grado primero en el colegio llamado:
de mi infancia que recuerdo con mucho amor y aprecio, en éste momento lo podría
hecho todo ese proceso iba muy enlazado a la disciplina, un término que prima bastante
cuando buscamos alcanzar metas y objetivos durante nuestra vida, recuerdo que a
Todo el proceso de formalización de lectura, escritura y oralidad fue un proceso ameno que
recuerdo con gusto y agrado, por las personas que estuvieron, tal vez un poco tradicional y
verificación de la realización de las tareas de los niños y niñas, a la maestra titular le dieron
un regalo: “sellos”, para calificar a los niños, pero personalmente no lo veo como una
calificación sino como una motivación (según lo que pude observar en la gestualidad de los
niños); pues a los niños les encanta ver los sellos en sus libros o cuadernos, los cuales
tienen mensajes como: ¡lo lograste!, ¡buen trabajo!, ¡excelente!.... que los entusiasma, pues
aunque parezca absurdo ,son niños de 6 a 8 años que ya se han adaptado a recibir una nota
que incluso reclaman cuando no les califican. Realicé la práctica con el grado 1-2 de los 3
grupos del nivel de primero con los que cuenta el colegio pío XII de la ciudad de Cali,
durante tres meses aproximadamente, pude observar que la dinamización del lenguaje
escrito en el aula en educación inicial, se lleva mediante un proceso de desarrollo que deja
a los niños sin ganas de escribir, en el grupo conocí a una niña llamada: Sofía Penagos, ella
fue bastante inquietante y preocupante escuchar como una niña de 6 años siente
En el grado de primero la intencionalidad pedagógica (de acuerdo con los pedidos en ésta
educativa), prioritaria es lograr que los niños escriban y lean adecuadamente, que tengan
“Encarar el proceso de acercamiento a la lengua escrita, supone tener en cuenta las diversas
etapas que atraviesa el niño, desde el garabateo inicial con un sentido hasta la progresiva
aparición de los signos alfabéticos” (Reyes, 2005, P. 25). De las maestras específicamente
las de primera infancia y educación inicial depende que los niñas y niños continúen su
escolaridad con el gusto por aprender, motivados, convencidos y confiados en lo que saben
y situarse como sujetos participativos, reflexivos y críticos frente a su mundo. Desde una
perspectiva personal, considero que el proceso de dinamización del lenguaje escrito tiene
un desarrollo propio que debe de respetarse, del cual las maestras en primera infancia y
educación inicial deben ser conocedoras para no atropellar los procesos de los niños, sino
estrategias pedagógicas existentes y planteadas, como por ejemplo: los proyectos de aula,
una alternativa pedagógica que articula de manera sistemática las opiniones, los ritmos de
desarrollo que cada niño tiene, que les permite situarse como sujetos de voluntad, que
piensan, que eligen, que construyen, que crean: “las maestras son responsables de potenciar
habilidades para leer-se, leer el mundo y expresarse” (Reyes, 2005, P. 11). Como lo que
son, niños y niñas seres asombrosos, creativos e innovadores por naturaleza. ¿Qué nos pasa
entonces como sociedad?, que no da el lugar que tan merecido tiene la infancia, la vida
adulta está llena de carreras y responsabilidades, por supuesto que nos forma como seres
humanos, pero, porqué apresurar el crecimiento de los niños y niñas, por qué la sociedad, el
sistema educativo no les permite desarrollarse de manera feliz, sin presiones, descubriendo
pregunto como ciudadana, como mujer, como profesional y maestra en formación, por qué
el afán de que crezcan, por qué seguir bajo el tradicionalismo que no nos ha dejado ser, sino
por el contrario nos ha enseñado a responder si, sin razones, a ser sumisos y a aceptar lo
que otros consideran que es lo correcto. ¿Ésta sociedad es la que se merecen los niños y
niñas de Colombia?, hacen falta maestros y maestras que estudien por vocación, porque
realmente anhelen con su corazón dejar una huella en el mundo, en la sociedad que les
permita a los niños y niñas vivir sus propios procesos, que sueñen e imaginen y construyan
esas experiencias de las que son maestros; y que los adultos en contrariedad nos hemos
La autora Yolanda: “señala cómo las experiencias no estimulantes y pobres del medio
cómo se reconocen a sí mismos, desde esa identidad dentro de una nación, en donde
Las maestras por vocación estamos llamadas a vencer las barreras del facilismo, y a
confrontarnos constantemente con retos, con riesgos, con innovaciones, con la diversidad, a
cosas que jamás hayamos hecho pero que puede tener un impacto y afectar positivamente el
proceso de desarrollo escritural, oral y lector, personal y humano en los niños y niñas. La
una motivación perdurable que impulsa a los niños a amar la lectura y a querer seguir
El conformismo no existe para una maestra que ama su profesión, por qué limitarnos a
enseñar de la manera que nos parece más fácil, se trata de procesos que se sientan, que se
vivan, que se puedan experimentar, que los niños gocen y disfruten, que los impulse para
escritura.
Las letras, la escritura son una de las mejores formas en las que podemos cambiar el
mundo, cuando las letras y la persona se vuelven uno, aprendemos a escuchar al otro, a
persona, dado el caso de los niños y niñas; “la lectura y la escritura se constituyen en
las ideas, el desarrollo del pensamiento y la formación del criterio” (Reyes, 2005, P. 8).
Aquello fue lo que intenté rescatar en ésta práctica el gusto por la escritura por parte de los
escribir sin líneas, sin cuadros, sin doble líneas sino en una hoja blanca sin limitaciones, sin
barreras que les permita expresarse desde lo que son, desde lo que sienten, escribiendo
sobre ellos y no sobre algo repetitivo que hace que nos distanciemos de tan hermoso
lenguaje.
Dado que la lectura comienza desde el nacimiento –o desde el periodo de gestación–, es necesario
afectivos madre–hijo, como precursores básicos del proceso lector y ofreciendo, por
consiguiente, una formación que se inicie desde el momento del embarazo. Se requiere, por
lo tanto, articular el tema de la lectura, en este amplio sentido, a los programas y a las
instancias que atienden a las familias desde la gestación, tanto en el ámbito nacional como
en los niveles de gestión local. Al partir de la premisa de que la madre y toda la familia se
constituyen en textos de lectura por excelencia durante la primera etapa (Reyes, 2005,
P.26).
educación infantil no está limitado al trabajo en el aula, las maestras también están
capacitadas para realizar movilizaciones de carácter familiar como plantea la autora, las
niñas en los que están involucrados como principal responsable, la familia y por
La lectura en la primera infancia no se limita, por lo tanto, a ser simplemente una herramienta para
adulta, pues su máximo potencial está ligado al desarrollo emocional y a los vínculos
relacionales profundos que se establecen entre madre e hijo y que se extienden a todo el
Finalmente se puede concluir que los procesos de adquisición del lenguaje oral y escrito en
la educación inicial están mediados por factores familiares, sociales y ambientales. Pero se
hace necesario que la teoría sea socializada con la población en general, para que realmente
se puedan evidenciar cambios en toda la sociedad, para que así cada persona pueda ser
posterior del niño que va creciendo y se convierte en un adulto capaz de generar impacto
social, de acuerdo a las experiencias que haya podido vivenciar en los primeros años de
vida.