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Guba, E., lincoln, ¥, {2002}. Paradigmas en competencia en tc Investigacion cualitativa. Compilacién de Denman. C., y Haro, J. A., Por fos fincones, Antologia de métodos cualitatives en la 113 Investigacion social, p. 113-145, Sonora: Colegio de Sonora, Paradigmas en competencia en la investigaciOn cualitativa Egon G. Guba e Yonna S. Lincoln En este capitulo analizamos cuatro paradigmas que han estado compitiendo regularmente, al menos hasta tiempos muy recien- tes, para ser aceptados como el paradigma que se seleccione no solamente como guia pura elaborar informes, sino también como el marco que conduzca todo proceso de investigacién, especial- mente en las investigaciones que utilizan un enfoque cualitativo, aunque también en ojras que aqui analizaremos: positivismo y sus versiones postpositivistas, teorfa critica y posturas ideolégi- cas relacionadas y, finalmente, el constructivismo. El lector debe considerar nuestro propio compromiso con el constructivismo (que antes denomingbaios “indagaci6n naturalista”!; Lincoln ya staticuiv oven Guba, 1985) y tomar en cuenta este hecho al juzgar lo apropiado ea y itil de nuestro analisis, xpresiones Pat Aunque el titulo del volumen en el que se incluyé original- itr Tecra tt mente el presente capitulo, Manual de investigacion cualitativa, ee sugiere que el término cualitativo es un concepto “sombrilla” que aparece el teenie 6s abarca més que el de. paradigma (de hecho, esta forma de uso hen suele ser comin), nuestra opinién es que se trata de un término cuyo uso debe limitarse a la descripcién de tipos de métodos. Desde nuestra perspectiva, el uso de métodos tanto cualitativos como cuantitativos puede ser apropiado para cualquier paradigma de investigacién, De hecho, las cuestiones de método son secun- darias frente a las de paradigma, que definimos como el sistema basico de creencias o visiGn del mundo que gufa al investigador, ya no s6lo al elegir los. métodos, sino en formas que son ontol6- gica y epistemolégicaniente fundarnentales. Araiz de la creciente insatisfaccién por el patente abuso y ex- cesivo énfasis en los métodos cuantitativos, el interés por los pa- radigmas alternativos se ha visto estimulado, A medida que se hicieron muchos esfucizos por renovar el interés en los enfoques 14 od fidad de replte pevbable deb rogue? cambrante de alias ED ve. Ctr ¥ Lancotn y sro he POR LOS RINCONES. ANTOLOGIA DE METODOS CHiAbITATIVOS cualitativos, fue haciéndose cada vez mis evidente que las supo- siciones meta ibyacentes a los paradigmas convenciona- les, especialmente la comtin o dominante (que aqui Iamamos “perspectiva heredada”), deben ser sometidas a un profundo cuestionamiento. Por esto, en el presente capitulo el énfasis estri bard en los paradigmas y en las suposiciones e implicaciones que tienen para una serie de cuestiones o problemas relativos a la in Vestigacidn social, y no tanto en exponer la utilidad de los méto- dos cualitatives cuando se comparan con los cuantitativos. Dado que, durante gran parte de la tltima década, las discusiones so- bre paradigmas/métodos han partido de los problemas asociados a la sobrecuantificacion, nosotros comenzaremos también por aqui, para ocupamos posteriormente de nuestro interés predomi- nante La distincion cuantitativa / cualitativa Histéricamente, la ciencia ha puesto un pran énfasis en la cuanti ficacién. Las matematicas han sido consideradas como la “reina de las ciencias”, y aquellas ciencias, como la fisica y la quimi que se prestan particularmente para 1a cuantificacién, han sido generalmente reconocidas como “ciencias duras”. En contraste. disciplinas menos cuantificables, como la biologfa (aunque ha es- tado cambiando muy répida y recientemente) y particularmente las ciencias sociales, son combnmente referidas como “ciencias blandas”, aunque no tanto en un sentido peyorativo, sino para se ‘talar su imprecision (supuesta) y falta de confiabilidad.? Se cree comtnmente que la madurez cientifica surge seguin aumente el grado de cuantificacién dentro de un campo dado. Esto no es muy sorprendente. La perspectiva heredada de la ciencia (el positivismo, transformado en el curso de este siglo en postpositivismo; ver més adelante) se concentra en los esfuerzos para verificar (positivismo) © comprobar la falsedad (postpositi vismo) de hipstesis que son planteadas a priori y que son mas litiles cuando cobran la forma de una proposicién matemética (cuantitativa) 0 de proposiciones que sea facil convertir en for- mulas mateméticas precisas para expresur relacie” +s funciona les. La precision formulaica es de una enorme utiligad cuando el Gupa / LixcoLn objetivo de la ciencia es la prediccidn y el control de los fend- menos naturales, Ademis, existe de hecho una gran variedad de modelos mateméticos y estadisticos. Finalmente, existe la con- viccién muy extendida de que s6l0 los datos cuantitativos son validos en tiltima instanvia, o los Gnicos que poseen alta calidad (Sechrest, 1992). Se dice que fue John Stuart Mill (1843-1906) el primero en exhortar a los cientificos sociales # que emularan a sus primos més antiguos y “duros”, con Ja promesa de que si seguian su con- sejo, estos campos madurarian rapidamente y se emanciparian de los limites filosGficos y teolégicos que los restringian. Los cien- tificos sociales se tormaron muy en serio este consejo (a un grado que probablemente sorprenderia al mismo Mill si viviera hoy en dia) también por otras rzones. Eran los “nuevos muchachos del barrio”; si la cuantificacién podia llevarlos a la culminacién que prometié Mill, vendrfa acompaiiada de un estatus y un poder po- litico que rendirfan grandes beneficios a los nuevos practicantes. Asi pues, la imitaci6n podria llevar tanto a tener una mayor acep- tacién como a un conocimiento mas valido. Critics a la perspectiva heredada Sin embargo, en afios recientes han surgido fuertes contracorrien- tes oponiéndose a la cuantificacién. Se han dado principalmente dos formas de critica, una interna al paradigma convencional (es, decir, en los mismos términos de aquellas suposiciones metafisi cas que definen la naturaleza de la investigacién positivista) y una extema (es decir, en los términos de aquellas suposiciones que definen a los paradigmas alternativos), que parecen exigir no solo una reconsideracién de la utilidad de los datos cualitativos, sino que ademds ponen cn entredicho a las mismas suposiciones en las que se ha basado la superioridad supuesta de la cuantifica- cién.

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