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LA PREOCUPACION POR EL HOMBRE (periodo antropolégico) No debemos creer que los primeros filésofos no se interesaran por la realidad del hombre, o que la hubiesen relegado a un segundo plano. Si tal hubiese ocurrido no habia sido filosofia la que ells hicieron. Més bien se trata de una indistincidn entre la realidad osmica y la humana, Para los fil6sofos ‘eosmol6gicos’ —preocupados de la Unidad, de la sintonfa’— lo que se deta del Cosmos se deca también indistintamente del hombre. Pero, la vida ciudadana se fue complicando en el siglo v: prosperidad, crecimiento de las ciudades, mayor democratizacién de la vida, surgimiento de nuevas insttucio- nes y actividades, etc. ‘Surge, por una parte, la necesidad de comprender la vida humana, tanto cn si misma, en sus relaciones con Dios (la religiosidad tradicional est en crisis) y en las relaciones de unos con los otros, en un mundo en que los hombres se han acercado repentinamente. Y en esta biisqueda nos encontramos con Sécrates. Por otra parte surge la necesidad de preparar (tesvicay prcicamente) a las nuevas ‘generaciones para enftentar exitosamente un nucvo tipo de vida (la vida en las Asambleas, en los Tribunales,etc.). Y en esta preparacidn encontramos a los “maes- tos de sabiduria’, a los sofistas. ‘Seha acusado a los sofistas duramente — todos, en bloque—de muchos defectos reales e imaginarios: bésqueda exclusiva del interés pecuniario, superficialidad, verba- lismo, subjetivismo y eseepticismo generalizados, afén de discutir no para alcanzar la verdad, sino para vencer al contrincante (arte erfstica) ‘Sin embargo, habria que decir también que en muchos aspectos los sofistas fueron los hombres modernos de la época y que en no pocas de sus obras hubo talento y profundidad, Es posible que pecaran, en general, de verbalismo, Pero, mientras se divertian en juegos y paradojas verhales, casi sin darse cuenta iban forjando esa poderosisima herramienta de andlisis con la que el pensamiento se controls a si mismo: ‘i andlisis légico y gramatical. Respecto del escepticismo, parece ser, como veremos, una consecuenela de Ia general aceptacion, incluso en el siglo v, de la teorfa del flujo universal, de Herielito, “ ‘Ast Giorgias, levando a extremos inauditos 1a tesis del maestro hace tres famosas ‘afirmaciones: a) Nada es (apenas es, deja de ser lo que era). b) Si algo fuese, no podria Ser conocido. c) Si algo Mlegase a ser conocido, no podria ser comunicado. Y en el caso }), porque lo que es, es dstinto del pensamiento; yenel caso), porque el pensamiento cs algo distinto de 1a palabra rotégoras —uno de los sofstas més renombrados— desarrollar la tesis relaivista (y tambign subjesivista) de que el hombre —cada hombre— es la medida de todas las cosas. Finalmente, acerca de la avaricia proverbial de los sofistas (avidez.por el dinero), es cierto que se hacian pagar por sus lecciones de légica, de gramatica, de retérica, de jurisprudencia, ete, y que se hacfan pagar bien, sobre todo les més afamados SOCRATES Y LA SABIDURIA En un hermoso estudio del fildsofo alemén Max Scheler, “El Santo, el genio y el hérce”, se dice apropésito de sabio: “Son sus virtudes: ordo amoris', justia, equidad_ y captacién de lo Uno, Aparece,ademd, como modelo personal de un modo de vivir, sr condicién de juez.Tegislador, educador del més alt estilo... ;Quées la sabiduria? Conocimiento directo de los valores en_cada caso conereo". A estas virtdes, Sefatadas por Scheler, agregabamos una que fos parece esencial declara el sablo que harecibide misteriosamente su saber de un poder sobrehumano que lo ha privilegiado, Tlimese este poder ‘Dios’, ‘Naturaleza’, logos, te. Y hemos dicho también que més, que un saber de datos, de informaciones, el sabio recibe el seereto de un saber eMtentarse en el mundo, un saber réctico para discemir lo bueno de lo mal c inti, lo Justo de lo injusto (saber de salvaci6n). Yes justamente por el uso de ese diseerimlen- {o prictico que el stbio es modelo de vida, fuente viva de ensefanza para sus conciudadanos. Socrates hizo del didlogo la més importante actividad de su cxistencia, al deteners suis vonciudadanos dia a dia para inferrogarlos sobre sus propias actividades y sobre el ventido de sus actos, hizo del dislogo Ia actividad més importante de Atenas. De tal hod que Socrates no s6l0 fue el tdbano de los atenienses, como él mismo se apodara, Fn Soerates tuvieron su conciencia y encontraron su propia lucidez. Jamis en la historia de Atenas, los stenienses se habfan encontrado con un hombre aque les saliera dia‘ dia a crearles problemas, alli donde todos parecfan concordes ¥ satisfechos [La actividad de Sécrates era algo que tiene que haberies resultado extrafo iE eee Ucatas_ofioso: el eerccio de un pensamientoertic, provocativo, que x pretend legara ls tims fundamentos de cada acto humano y de cua conviceiOn aeieret a a iloxoia se estaba volviendo una verdadera provoraciin public. Yodo amoris: debe entenderse como “escaln de valores’ las priordades que establecemos en Ia Inisqueda de bienes JMax Seber fl suber y la cura, ‘Todos los hombres que creen saber algo y saberlo bien, o todos aquellos que al menos estén conformes simplemente con vivir tal como viven, todos, se sientenafectados por este hombre que levanta jucio intelectual contra el pretendido saber de unos y contr a inconsciencia de los otros. {Bs Sécrates un sabio? Es importante verle por un momento desde la perspectiva de un contemporéneo suyo. Platén pone en boca de un personaje tal vez puramente lterario, Caliles, orador, las siguientes palabras a ea verdad y poe comencete on chant reac a ls flares Sree el arcane nape ere eee Sa ates oye ade eee era eee oa Fae eee ice ef ae eee aire ee eee eee ee (ue permanence carta uants cts prec conte para lear rane de bien y considerado. - ahsy ieee paral ee ida: eral epee hb at dems no xine every pts naa mb Ue pcs) pete, En foes prs Sonocnite de hombre tate Por cle cand mid no piso Frhads aceque arene cat ccuriaclorhones dc Esa at le ‘por su parte, en yuestras ridiculas conversaciones y diseursos. : ie i toa ag cea sa i aoe as 4 es muse ue pean dare rpc de one pradte:abandona oo ea Dice gt eee hana peer ee ee eet ture cl9 toma por odd, no eve deers deg si aos Ronde ue fan sid ocr oa oat yo vena pose Queda claro que para este maestro de retonica, Socrates representa justamente 10 ‘opuesto al modelo de hombre prudente y sabio. Y las razones que hace ver, de ser ‘exactas, no dejan de tener cierta fuerza persuasiva. Un anciano que en vez de participar ‘con su experiencia en la vida de la ciudad, prefiere pasarse la vida en juegos pueriles de palabras, pidiendo definiciones de todo, discutiendo, pero no dando un saber definido, ‘concreto’ a nadie; un hombre que ha perdido asi su vida, no puede ser sabio. Mas bien ‘merece reprensién y létigos’ como termina por decir el mismo Calicles. Por eso es importante que nos acerquemos ahora a ese “juego” de Sécrates para ver n qué consiste, Como ya lo hemos adelantado consiste esencialmente en preguntar a Jos hombres mas representativos de la ciudad acerca de lo que éstos estiman como la verdad mis sélida y bien ganada por ellos. Les pregunta, asf, acerea de sus propias sctividades, acerca del ‘sentido’ que éstas tienen y sobre qué saber cierto estén Jurdadas. En una palabra, pide que se le defina la realidad mis proxima con que tiene {que vérselas cada cual: el campo propio de su actividad o profesin, Y mediante sguntas cada vez mas implacables, van cayendo uno a uno los prejuicios, las falsas seguridades; hasta que, de repente, ef interrogado queda reducido a 1a vergtienza de Pind, Didtogos, Gong elles Lettres’, Pars as tener que confesar ante un circulo de oyentes, que los versos que componia, que la facci6n militar que dirigia, que la actividad politica que desarrollaba, que la piedad que predicaba, etc, eran actividades cuyo objeto y sentido cada cual habia creido conocer hhasta ese momento, pero que, ante la arremetida de Sdcrates, tal conocimiento se revela ahora como error, prejuicio o meras impresiones, débiles y contradictorias Lo cuenta el mismo Sécrates en aquel célebre proceso que lo lleva a la muerte: formado por tn amigo de la revelacién del Oréculo de Delfos en el sentido de que ‘Sécrates es el hombre mAs sabio entre los griegos” decidié averiguar qué sentido ‘oculto encerraba el lenguaje del Dios Apolo, puesto que “mi sabidurfa —dice Sécra- tes— tal vez.no sea sino puramente humana, mientras que la de otros es muchfsimo mas”, Y con la perplejidad propia de quien ha sido informado de poser una virtud que ni siquiera se imaginaba poseer —y sobre todo si el informante es el mismo Dios— cempez6 a visitar a aquellos hombres tan admirados por su prudencia, por su sabiduria o por su arte “Fuimea casa de uno de nuestros ciudadanos que pasa por sabio, en a certeca de que allé ‘mejor que en ninguna otra parte podria verificar la falsedad del Ordculo y decirle: “Ta has declarado que soy el mds sabio de los hombres y, sin embargo, éste lo es mds que Yo..." Pero, examinando a ese hombre —era un politico— y conversando con él, enconiré que pasaba por sabio alos ojos de casi tados los hombres, y sobremanera a los suyos propios, y ‘que no lo era, Me esforcé, en seguida, por mostrarle que se crefa sabio, pero que se ‘engatiaba.. ¥ después de separarme de él, razoné dentro de mi de esta manera: yo soy mds sabio que este hombre, aunque es posible que ninguno de los dos sepa nada de bello ni de bueno, pero, leree saber algo. Paréceme, entonces, que yo soy algo mas sabio, cuando menos en esto: en ‘que yo no creo saber lo que no sé" ¥ prosigue: “Luego de visitar a otros prsonajestenidosigualmente por sabios me dirigta los poetas que hacen tragedias y ditirambos y auna los otros, seguro de coger in flagrant mai ‘ignorancia respecto de ellos. Ast, pues, tomé de sus poestas las que me parecieron trabaja- das con mayor esmero,y les preguité qué era lo que hablan querido decir, pues; deseaba instruirme, jMe da vergdenza, atenienses, deciros la verdad, aungue no tengo otro reme: diol: de todos lor all presentes ni siquiera uno fue capa: de dar cuenta de sus propias obras. Reconoci, entonces, que noes la ran la que dirige a poeta sino una inspiracién natural, un centusiasmo semejante al que transporta a los adivinos ya los que predicen el porvenir. Y estos poetas dicen cosas muy bellas, pero no comprenden nada de lo que dicen..." Al cabo de mucho ir y venir, Sécrates Hega, finalmente, a comprender *...que ‘Apolo no ha querido decir en absoluto que yo soy sabio. Simplemente se ha servido de ‘mi nombre para citarlo como ejemplo, como si hubiese dicho: Mortales, el mds sabio de vosotras es aquel que, como Socrates, reconoce que no tiene saber alguno” A partir del texto citado podriamos fijar tres grados de ignorancia: a) la del que no ‘Paton, Didlogos, 1 Apologia, Ed. Dionysos, Santiago de Chile 2Platén, op. cit: “Ibidem, 36 sabe, Iynorancia absoluta la que los latinos Hamaban “nesciensia (no elemeln) W) Ia ‘del que no sabe que no sabe, pero cree que sabe. Esta ignorancia, la mas peligross, es la ‘ns diffi de eradicar, puesto que, confiada como esta de s{ misma, seniega a prestar ‘fos ta verdad: c) la ignorancia que sabe que no sabe y que humildemente aspira ah suber. Esta es ia ignorancia que define a la sabidurta puramente humana, « \afilosofla hi Méropo socrAtico oda la obra practica de Socrates va a reducirse a convertir a sus conciudadanos a ese feslado de honrado reconocimiento de ignorancia en que cada uno se encuentra. Pero, {al reconocimiento no se da sin resistencia, Es preciso, entonces, encontrar la forma de veneer la resistencia a la verdad. En el fondo se trata de una forma de purificacién (catarsis). Para ello Sécrates inventa un método que consiste en halagar la ignorancia a {al punto que ésta se muestra y no pueda menos que hacerse visible, incluso ante los ‘ojos de su propia victima, Y aesto se llega mediante un aparente pregiintarinafensive- JI Gran Juez, que juzgas alos ciudadanos, ateniéndote siempre a lo justo, solamente i podrés ensefiamos qué es la Justicia... a nosotros, que estamos impacientes por ‘conocerla y practicarla... ;Oh Capitan! que tantas hermosas victorias has ofrecido a fsa ciudad, dinos, para poder alabar con més raz6n a ti y al eército ateniense, gqué es ln valentia?" ete... Y entonces, el Juez ol Capitan de ejército, se ergufan satisfechos, ngolaban la voz,y se disparaban por cualquier lado y con las ms peregrinas respuestas sin lograr siquiera comprender a lo que Sécrates querfa conducirlos, es decir, a una efinicion real" de la Justicia, de la Valentia, ete Vamos a trascribir un famoso ejemplo del método socritico, tal como nos lo refiere Platon en uno de sus Didlogos. A propésito de la activided principal de los sofistas, la wefanza, se discute si Ia virtud es algo que puede ser enseftado. Sécrates pone fentonces la exigencia sin la cual la discusién se perderfa en vaguedades. Lo primero debemos saber es {Qué es la virtud? Lo primero es dar una definicién real de ella, Una vez que sepamos qué es, podremos saber si puede ser ensefiada, que es lo que \nteresa al joven Menén, interlocutor de Séerates: Sideraves: ..cqué afirmas que es la virtud? Dimelo y no me lorehises, para que mi error resulte el mis feliz de los errores, si se demuestra que ti y Gorgias lo sabéis, hhabiendo dicho que yo no he conocido nunca a nadie que lo suplese. Mendn: Pues no es dificil de decir, Sécrates. En primer lugar, si quieres la virtud del hombre, es cil: a virtud del hombre consiste en ser capac de administrar los fasuntos del estado y administrdndolos hacer bien a. los amigos, mal a los enemigos y culdarse de que a él no le pase nada de eso. Si lo que quieres es la virtud de la mujer, noes dificil explicar que es necesario que ellaadministre bien la casa conservando cuanto contieneysiendo sumisa a su marido. Distinta es la virtud det mii ya sea hembra ovarén, yladel hombre viejo, squires, libre, ysi 'Para deiniign real, ver Elemento de Logica ¢ inroduccién a la Teoria de las Clencias de José Montesino, 37

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