Professional Documents
Culture Documents
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
ACTUALIZACIÓN
PUNTOS CLAVE
Concepto
En sentido estricto, el término cefalea se aplica a todas aque-
llas sensaciones molestas localizadas en la parte superior de
la cabeza, desde la región suboccipital hasta la zona orbitaria.
En un sentido más amplio se pueden incluir también las al-
gias de localización facial o cervical, como punto de partida, Cefalea: se aplica este término al dolor de cabeza, inde-
que pueden irradiarse o repercutir en el resto de la cabeza. pendientemente de su tipo u origen.
La diferencia de criterio utilizada para denominar la moles- Cefalea primaria: dolor de cabeza ocasionado por diferen-
tia cefálica que padece el paciente hace que se genere confu- tes síndromes en los que no hay una lesión estructural en su
sión en la utilización de los diferentes términos, por lo cual origen. Este término engloba a la migraña o jaqueca, cefalea
puede ser útil recordar los principales: tensional, cefalea en racimos y otras cefaleas paroxísticas.
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Cefalea secundaria: es aquella que tiene su causa en una le- cos ha sido la migraña; no obstante, como no existe un mar-
sión estructural o en un trastorno funcional que provoca de- cador biológico, su diagnóstico y el diagnóstico diferencial
sestructuración, tracción o inflamación de los elementos con otros tipos de cefalea primaria y secundaria se basa en
anatómicos sensibles al dolor en la cabeza. criterios clínicos. La publicación de la clasificación de cefa-
Neuralgia: dolor originado en un nervio y que caracterís- leas de la IHS1 marcó el inicio de la era moderna de la in-
ticamente sigue su trayectoria anatómica. En el dolor cefáli- vestigación epidemiológica de la migraña.
co, el paradigma lo constituyen las neuralgias de los pares Para estudiar la incidencia de la migraña se requiere la
craneales (trigémino, glosofaríngeo, etc.). identificación de los sujetos que no tienen migraña en la
población general y después hacer el seguimiento de esta po-
blación para determinar la aparición de nuevos casos en el
Clasificación tiempo. El estudio de Breslau et al4 siguió a 848 sujetos en-
tre 21 y 30 años de edad durante más de cinco años, obte-
Tradicionalmente los distintos procesos que cursan con ce- niendo una incidencia de 17 por 1.000 personas y año.
falea se denominaron por síndromes o entidades clínicas sin Las encuestas transversales aportan también estimacio-
un método determinado. Este proceder hacía que existiera nes de incidencia. En un estudio danés fue de 370 por
una importante falta de uniformidad en el diagnóstico de los 100.000 personas/año5. Los resultados han mostrado estima-
pacientes y por tanto en su tratamiento; así como una difi- ciones similares en otros países del mundo. En general, se
cultad añadida en el diseño y realización de estudios de in- puede decir que la incidencia de migraña es de dos a tres ve-
vestigación. ces mayor en las mujeres que en los varones; con un inicio de
En 1988 la Sociedad Internacional de Cefalea (conocida la migraña con aura de 5-9 años de edad en los varones y
por sus siglas en inglés IHS) estableció una clasificación in- 12-13 años en las mujeres. En cuanto a la migraña sin aura,
ternacional1, con lo que se dispuso de una terminología co- los datos fueron de 10-11 años en varones y 14-17 años en
mún sobre qué tipos de entidades de diagnóstico se deben las mujeres.
reconocer tanto en el campo clínico como en la investiga- En la estimación de la prevalencia hay factores distorsio-
ción. nadores como su frecuencia en poblaciones especiales; por
En esta clasificación de 1988 los cuatro primeros aparta- ejemplo en las cohortes de las consultas de Atención Prima-
dos se dedicaron a las cefaleas primarias, del quinto al undé- ria o en los pacientes de las consultas de Neurología; lo que
cimo a las cefaleas secundarias, el duodécimo a las neuralgias induce una sobreestimación de la verdadera prevalencia de la
craneales, dolores por desaferentización o lesión de troncos enfermedad debido a los sesgos inherentes. Así la frecuencia
craneales y el decimotercero a las cefaleas no clasificables. A de migraña es casi del 30% en las consultas de Atención Pri-
pesar de ser un importante avance, sin embargo, no estaba maria, pero más del 70% entre los expertos en cefaleas. An-
exenta de imprecisiones que fueron puestas de relieve en di- tes de 1988 las estimaciones poblacionales de prevalencia de
ferentes publicaciones2. migraña oscilaban entre el 3 y el 35%. La aplicación de los
La IHS ha publicado en el año 2004 una segunda edición criterios de la IHS indujo a la aparición de datos más consis-
de su clasificación3 como referencia común para cualquier tentes y permitió una mejor evaluación de las influencias
uso tanto clínico como de investigación. Según reza en su in- demográficas (raza, nivel socioeconómico, sexo, localización
troducción “ningún estudio que no se adhiera a esta clasifi- geográfica, etc.). Aplicando los criterios IHS se ha encontra-
cación tiene probabilidad de ser publicado en cualquier pu- do una prevalencia de migraña en los países industrializa-
blicación internacional”3. Al igual que en la primera edición, dos del 10 al 12%. Se han descrito tasas más bajas en Asia y
sigue una organización jerárquica y usa cuatro dígitos para África6,7.
codificar todas las variedades de cefalea. Los grupos del 1 al Varios estudios de población han confirmado que la mi-
4 siguen correspondiendo a las cefaleas primarias; del 5 al 12 graña tiene una mayor prevalencia en las mujeres que en los
a las cefaleas secundarias; el 13 a las neuralgias y el dolor fa- varones mayores de 12 años, con una relación de un varón
cial y el 14 a cefaleas no especificadas o no clasificables en los por cada 2-3 mujeres8. Es probable que la preponderancia de
epígrafes previos. la migraña en las mujeres sea producto de la influencia hor-
Con respecto a la anterior clasificación, las novedades monal en este sexo, por lo que su prevalencia aumenta en la
son el grupo 10: cefalea atribuida a trastorno de la homeos- menarquía y durante la menstruación y mejora en el emba-
tasis, el grupo 12: cefalea atribuida a trastorno psiquiátrico y razo y después de la menopausia. La prevalencia de la mi-
el grupo 14: cefalea no especificada o no clasificable en el graña sigue una curva en U invertida a medida que avanza la
resto de los epígrafes. Se ofrece un desarrollo de esta nueva edad, más pronunciada en las mujeres que en los hombres.
clasificación en la tabla 1. La prevalencia máxima de la migraña se encuentra en la
cuarta-quinta década de la vida, tanto en varones como en
mujeres, y disminuye sustancialmente después.
Epidemiología La prevalencia de la migraña varía también con la raza, es
mayor en los sujetos blancos norteamericanos (20,4% en
Se ha definido a la epidemiología como el estudio de la dis- mujeres y 8,6% en varones) que en los afroamericanos
tribución y de los determinantes de frecuencia de la enfer- (16,2% en mujeres y 7,2% en hombres)9. La migraña es más
medad en una población humana. El tipo de cefalea que ha frecuente en niveles socioeconómicos y educativos bajos;
sido objeto de un mayor número de estudios epidemiológi- pero si se analizan los datos de utilización de servicios sani-
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
CEFALEA
TABLA 1
Clasificación de la cefalea según la Sociedad Internacional de Cefalea (2004) (En procesos seleccionados se ofrece solamente el primer o segundo nivel de
clasificación)
2.2. Cefalea tensional episódica frecuente 6.1.1. Cefalea atribuida a infarto isquémico cerebral
2.2.1. Cefalea tensional episódica frecuente asociada a hipersensibilidad de la 6.1.2. Cefalea atribuida a isquemia cerebral transitoria
musculatura pericraneal 6.2. Cefalea atribuida a hemorragia cerebral no traumática
2.2.2. Cefalea tensional episódica frecuente no asociada a hipersensibilidad 6.2.1. Cefalea atribuida a hemorragia intracerebral
de la musculatura pericraneal
6.2.2. Cefalea atribuida a hemorragia subaracnoidea
2.3. Cefalea tensional crónica
6.3. Cefalea atribuida a malformación vascular no rota
2.3.1. Cefalea tensional crónica asociada a hipersensibilidad de la musculatura
pericraneal 6.3.1. Cefalea atribuida a aneurisma sacular
2.3.2. Cefalea tensional crónica no asociada a hipersensibilidad de la musculatura 6.3.2. Cefalea atribuida a malformación arteriovenosa
pericraneal 6.3.3. Cefalea atribuida a fístula arteriovenosa dural
2.4. Cefalea tensional probable 6.3.4. Cefalea atribuida a angioma venoso
2.4.1. Cefalea tensional episódica poco frecuente probable 6.3.5. Cefalea atribuida a angiomatosis encefalotrigeminal o leptomeníngea (Sturge-
2.4.2. Cefalea tensional episódica frecuente probable Weber)
2.4.3. Cefalea tensional crónica probable 6.4. Cefalea atribuida a arteritis
6.4.1. Cefalea atribuida a arteritis de células gigantes
3. Cefalea en racimos y otras cefaleas trigémino-autosómicas
6.4.2. Cefalea atribuida a angeítis primaria del sistema nervioso central
3.1. Cefalea en racimos
6.4.3. Cefalea atribuida a angeítis secundaria del sistema nervioso central
3.1.1. Cefalea en racimos episódica
6.5. Dolor originado en la arteria carótida o vertebral
3.1.1. Cefalea en racimos crónica
6.5.1. Cefalea o dolor facial o cervical atribuido a disección arterial
3.2. Hemicránea paroxística
6.5.2. Cefalea postendarterectomía
3.2.1. Hemicránea paroxística episódica
6.5.3. Cefalea tras angioplastia carotídea
3.2.2. Hemicránea paroxística crónica
6.5.4. Cefalea por angiografía
3.3. Cefalea neuralgiforme unilateral de breve duración con inyección conjuntival
y lagrimeo (SUNCT) 6.6. Cefalea atribuida a trombosis venosa cerebral
3.4. Cefalea trigémino-autosómica probable 6.7. Cefalea atribuida a otras alteraciones vasculares intracraneales
3.4.1. Cefalea en racimos probable 6.7.1. CADASIL
3.4.2. Hemicránea paroxística probable 6.7.2. MELAS
3.4.3. SUNCT probable 6.7.3. Cefalea atribuida a angiopatía benigna del sistema nervioso central
6.7.4. Cefalea atribuida a apoplejía pituitaria
4. Otras cefaleas primarias
4.1. Cefalea primaria punzante
(Continúa en pág. siguiente)
4.2. Cefalea primaria de la tos
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
TABLA 1
Clasificación de la cefalea según la Sociedad Internacional de Cefalea (2004) (En procesos seleccionados se ofrece solamente el primer o segundo nivel de
clasificación) (continuación)
7. Cefalea atribuida a trastorno intracraneal de origen no vascular 10.5. Cefalea atribuida al ayuno
7.1. Cefalea atribuida a aumento de la presión del líquido cefalorraquídeo 10.6. Cefalea cardíaca
7.2. Cefalea atribuida a disminución de la presión del líquido cefalorraquídeo 10.7. Cefalea atribuida a otro trastorno de la homeostasis
7.2.1. Cefalea postpunción lumbar
11. Cefalea o dolor facial atribuido a trastornos del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz,
7.2.2. Cefalea por fístula de líquido cefalorraquídeo senos, dientes, boca u otra estructura facial o craneal
7.2.3. Cefalea por hipotensión de líquido cefalorraquídeo idiopática 11.1. Cefalea atribuida a trastornos de los huesos del cráneo
7.3. Cefalea atribuida a enfermedad inflamatoria no infecciosa 11.2. Cefalea atribuida a trastornos del cuello
7.3.1. Cefalea atribuida a neurosarcoidosis 11.2.1. Cefalea cervicógena
7.3.2. Cefalea atribuida a meningitis aséptica 11.2.2. Cefalea por disfonía craneocervical
7.4. Cefalea atribuida a neoplasia intracraneal 11.3. Cefalea atribuida a trastornos oculares
7.5. Cefalea atribuida a inyección intratecal 11.4. Cefalea atribuida a trastornos del oído
7.6. Cefalea atribuida a crisis epiléptica 11.5. Cefalea atribuida a rinosinusitis
7.6.1. Hemicránea epiléptica 11.6. Cefalea atribuida a trastornos de los dientes, mandíbula o estructuras relacionadas
7.6.2. Cefalea postcrisis 11.7. Cefalea o dolor facial atribuido a trastornos de la articulación temporomandibular
7.7. Cefalea atribuida a malformación de Chiari tipo I 11.8. Cefalea atribuida a otros trastornos del cráneo, cuello, ojos, oídos, nariz, senos,
dientes, boca u otra estructura facial o craneal
7.8. Síndrome de cefalea transitoria y déficit neurológico transitorio con linfocitosis
del líquido cefalorraquídeo
12. Cefalea atribuida a trastorno psiquiátrico
7.9. Cefalea atribuida a otros trastornos intracraneales no vasculares
12.1. Cefalea atribuida a trastorno de somatización
8. Cefalea atribuida a ingesta de una sustancia o su supresión 12.2. Cefalea atribuida a trastorno psiquiátrico (codificar para la etiología específica)
8.1. Cefalea provocada por uso o exposición aguda a una sustancia
13. Neuralgias craneales y dolor facial de origen central
8.1.1. Cefalea provocada por sustancias generadoras de óxido nítrico
13.1. Neuralgia del trigémino
8.1.2. Cefalea provocada por inhibidores de la fosfodiesterasa
13.2. Neuralgia del glosofaríngeo
8.1.3. Cefalea provocada por monóxido de carbono
13.3. Neuralgia del nervio intermediario
8.1.4. Cefalea provocada por el alcohol
13.4. Neuralgia del laríngeo superior
8.1.5. Cefalea provocada por componentes o aditivos alimenticios
13.5. Neuralgia del nasociliar
8.1.6. Cefalea provocada por cocaína
13.6. Neuralgia del supraorbitario
8.1.7. Cefalea provocada por cannabis
13.7. Neuralgia de otras ramas terminales
8.1.8. Cefalea provocada por histaína
13.8. Neuralgia occipital
8.1.9. Cefalea provocada por el péptido relacionado con el gen de la calcitonina
13.9. Síndrome lengua-cuello
8.2. Cefalea provocada por abuso de fármacos
13.10. Cefalea por compresión extrínseca
8.3. Cefalea por efecto adverso atribuido al uso crónico de fármacos
13.11. Cefalea por estímulo frío
8.4. Cefalea atribuida a la supresión de sustancias
13.12. Dolor constante causado por lesiones estructurales que producen compresión,
irritación o distorsión de los nervios craneales o de las raíces cervicales superiores
9. Cefalea atribuida a infección
13.13. Neuritis óptica
9.1. Cefalea atribuida a infección intracraneal
13.14. Neuropatía ocular diabética
9.2. Cefalea atribuida a infección sistémica
13.15. Dolor craneal o facial atribuido al herpes-zóster
9.3. Cefalea atribuida a VIH/sida
13.16. Síndrome de Tolosa-Hunt
9.4. Cefalea crónica post-infección
13.17. Migraña oftalmopléjica
9.4.1. Cefalea crónica postmeningitis bacteriana
13.18. Causas centrales de dolor facial
10. Cefalea atribuida a trastorno de la homeostasis 13.19. Otras neuralgias craneales o dolores faciales mediados en el sistema nervioso
10.1. Cefalea atribuida a hipoxia y/o hipercapnia central
10.2. Cefalea por diálisis 14. Otras cefaleas, neuralgias craneales, dolores faciales centrales o primarios
10.3. Cefalea atribuida a hipertensión arterial 14.1. Cefalea no clasificada en otra parte
10.4. Cefalea atribuida a hipotiroidismo 14.2. Cefalea no especificada
VIH: virus de la inmunodeficiencia humana.
tarios indican, sin embargo, que las personas que tienen mi- falea tensional y aproximadamente un 2% para la migraña
graña proceden de un nivel socioeconómico y de educación transformada.
más alto y con mayor probabilidad buscan asistencia médica.
En la cefalea tensional y en la cefalea crónica diaria los
datos son más difíciles de obtener en la población general. Anamnesis
Las cifras provienen en la mayor parte de los casos de estu-
dios realizados en centros de referencia donde pueden llegar Del total de las consultas por cefalea, el mayor porcentaje
a representar más del 30% de los pacientes, con un porcen- corresponde a las cefaleas primarias más prevalentes (migra-
taje de abuso de analgésicos que excede el 50%. ña y cefalea tensional), pero algunos pacientes presentarán
En general, la cefalea crónica diaria tiene una prevalen- cefaleas secundarias a otro problema médico. El adecuado
cia aproximada del 5% de la población con un 3% para la ce- abordaje terapéutico dependerá de un diagnóstico correcto.
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
CEFALEA
En las cefaleas primarias el dolor de cabeza es la enfer- ne dolor bilateral. Puede variar de lado en diferentes ata-
medad y el diagnóstico se sustenta, fundamentalmente, en la ques. También son posibles las localizaciones occipitales o
descripción que el paciente hace de su cefalea, que se ajusta- nucales. En la cefalea tensional el dolor es característica-
rá a su vez a los criterios diagnósticos oficialmente reconoci- mente bilateral tipo “cinta” o “en casco”. En la cefalea en
dos (clasificación IHS). En las cefaleas secundarias la cefalea racimos, el síndrome SUNCT y la hemicránea paroxística el
es un síntoma y el diagnóstico será el de la enfermedad de dolor es exclusivamente unilateral e invariablemente res-
base que provoca la cefalea y que tendrá una relación tem- tringido al mismo lado; confinado a la región orbitaria y
poral clara con la misma. temporal.
Una anamnesis cuidadosa es, por tanto, la herramienta En cuanto a la irradiación, podemos ver, por ejemplo, en
diagnóstica principal10. La gran mayoría de las cefaleas se un ataque de migraña que desde un origen occipital el dolor
diagnostican con una historia clínica adecuada; ésta no debe- se irradia anteriormente hasta hacerse hemicráneo. En la ce-
ría nunca ser sustituida por una batería de pruebas comple- falea cervicógena el dolor irradia asimismo desde la unión
mentarias, que en las cefaleas primarias serán sistemática- cérvico-occipital hacia delante a las regiones temporal y pa-
mente normales y no ayudarán a centrar clínicamente un rietal e incluso fronto-orbitaria.
caso concreto y llevarán a la postre a un fracaso terapéutico11.
Se debe prestar especial interés a datos como:
Modo de inicio
Antecedentes personales y familiares Puede ser insidioso, agudo o explosivo. Las cefaleas que se
inician abruptamente (thunderclap) con un pico de intensidad
La historia familiar de cefalea es importante. Especialmente en segundos sugieren un mecanismo vascular; por ejemplo
en la migraña donde, con respecto a la población general, una hemorragia subaracnoidea, una trombosis de senos ve-
hay un riesgo cuatro veces mayor en familiares de primer nosos o una disección arterial vertebral o carotídea. Hay una
grado en migraña con aura y dos veces en migraña sin aura. modalidad de cefalea “en trueno” benigna provocada por la
La historia familiar debe también reflejar la presencia de pa- tos o Valsalva, pero debe practicarse el estudio oportuno
tologías comórbidas con la cefalea como la epilepsia, alergia, para descartar causas secundarias. En las neuralgias el modo
depresión o trastorno de ansiedad. de inicio también es explosivo y su presentación paroxística.
Otros antecedentes como diabetes, obesidad, enfermeda- También es muy agudo en la cefalea en racimos, el SUNCT
des vasculares, alergia a fármacos son importantes de cara a ele- o la cefalea en punzadas primaria. Por el contrario, en los tu-
gir el tratamiento preventivo o sintomático para el paciente, mores u otros procesos que causan hipertensión intracraneal
evitando aquellos que estén contraindicados en cada paciente. el comienzo es insidioso, siguiendo posteriormente un curso
gravativo.
Edad de inicio
Intensidad
La migraña se puede encontrar en todas las edades de la vida,
pero en la mayor parte de los casos comienza en la infancia o Puede ser leve, moderada o incapacitante. El dolor de la ce-
la adolescencia. Las otras cefaleas primarias como la cefalea falea tensional generalmente es leve-moderado y no impide
tensional o la cefalea en racimos comienzan más frecuente- al paciente seguir realizando sus tareas habituales. El dolor
mente en la tercera o cuarta década de la vida. Las cefaleas de la migraña puede variar de leve a incapacitante, de mane-
que aparecen en edades avanzadas deben hacer pensar, de ra que en algunos episodios el paciente tiene que suspender
inicio, en una cefalea secundaria. sus tareas para guardar reposo. El dolor de la cefalea en raci-
mos y las neuralgias es excruciante y altamente incapacitan-
te durante el tiempo que dura el episodio.
Carácter o cualidad del dolor
El dolor puede ser punzante, opresivo, pulsátil, etc. El más Perfil temporal
característico de la cefalea migrañosa es el de cualidad pulsá-
til, mientras que en la cefalea tensional es más frecuente un Puede ser aislado, recurrente o crónico. Las cefaleas prima-
dolor opresivo continuo. En la cefalea en racimos el dolor es rias de corta duración, como la cefalea en racimos, se pueden
referido por el paciente como opresivo-punzante. En las presentar de forma recurrente en un mismo día, con un pro-
neuralgias de pares craneales el dolor es paroxístico tipo “ca- medio de uno a tres ataques al día, pudiendo tener hasta
lambre eléctrico”. ocho. En la hemicránea paroxística crónica se pueden tener
hasta varias decenas por día. En la migraña la frecuencia es
variable con un episodio esporádicamente o bien uno o va-
Localización e irradiación rios episodios por semana. En las cefaleas tensionales el do-
lor es continuo y diario durante semanas o meses. En las ce-
En la migraña es característica su localización unilateral faleas orgánicas el dolor generalmente es continuo desde su
fronto-temporal, aunque hasta un 40% de los pacientes tie- inicio.
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
CEFALEA
TABLA 2 TABLA 3
Síntomas o signos indicativos de una posible cefalea secundaria Criterios para solicitar una prueba de neuroimagen en una cefalea
(criterios de alarma) Grupo de estudio de cefaleas de la Sociedad
Española de Neurología La historia clínica es atípica de una cefalea primaria
Hay datos en la anamnesis y/o la exploración que sugieren una cefalea secundaria
Cefalea intensa de comienzo súbito
Existen datos clínicos de alarma
Empeoramiento reciente de una cefalea crónica
Curso clínico atípico para el estándar de una cefalea primaria
Cefalea de frecuencia y/o intensidad creciente
Localización unilateral estricta (salvo cefalea en racimos, neuralgias craneales)
Manifestaciones acompañantes:
Trastornos de conducta o del comportamiento
Estrés
Crisis epilépticas
Déficit neurológico focal Es quizá el factor reconocido con mayor frecuencia. Tiene re-
Fiebre lación directa con la personalidad de base del paciente que le
Edema de papila hace menos tolerante a situaciones estresantes. De esta forma
Signos meníngeos tenemos como situaciones habituales el desencadenamiento de
Cefalea precipitada por esfuerzos físicos, tos o cambios posturales una crisis de migraña tras una situación de tensión emocional,
o bien el estrés de anticipación ante un compromiso social o un
viaje, con desencadenamiento de la crisis de migraña previa al
no se produce respuesta terapéutica a un tratamiento médico mismo y que provoca su cancelación. Se debe mencionar tam-
en principio correcto, en estos casos estamos ante un simple bién la posibilidad de desarrollar una crisis “post-estrés” como
fracaso terapéutico o bien ante un error diagnóstico o, en ter- ocurre por ejemplo en la llamada “cefalea del fin de semana”.
cer lugar, ante una cefalea secundaria que simula una cefalea
primaria y n) aura migrañosa con déficit neurológico prolon-
gado, lo que hace sospechar un infarto migrañoso. Alteración en el ritmo de sueño
De todos los procesos que pueden producir una cefalea
secundaria destacan dos en los cuales un error diagnóstico Hasta un tercio de los pacientes reconocen que sus crisis se
puede provocar daños irreparables y por esto merecen espe- provocan tanto por la falta de sueño como por su exceso. Al-
cial mención; éstos son la hemorragia subaracnoidea y la me- gunos autores lo refieren a los niveles plasmáticos de seroto-
ningitis bacteriana aguda. Cuando el cuadro clínico es el tí- nina en las fases III, IV y REM de sueño.
pico, es lo suficientemente evocador para evitar incurrir en
error; pero esto no ocurre siempre así. Por ejemplo, en las
hemorragias subaracnoideas puede haber microrroturas de Factores alimentarios
aneurismas que provocan cefalea leve interpretados como
cuadros banales en los días previos a una hemorragia franca. Se han relacionado gran cantidad de alimentos: a) ricos en tira-
Lo mismo ocurre con las meningitis, donde puede haber mina: queso, yogur, judías, nueces; b) ricos en feniletilamina:
cuadros subagudos con cefalea inespecífica, ausencia de sig- chocolate; c) ricos en glutamato sódico: “síndrome del restau-
nos meníngeos e incluso ausencia de fiebre; preferentemen- rante chino”; d) alcohol: especialmente vino tinto y cerveza. En
te en situaciones concretas (ancianos, neonatos y lactantes, el caso del vino tinto contribuye su contenido en sustancias va-
inmunodeprimidos). sodilatadoras que actúan por una vía mediada por óxido nítrico.
Todo lo comentado anteriormente demuestra que no En este desencadenante es difícil diferenciar el efecto del
debe ser pasado por alto ningún dato clínico atípico para una propio alimento como desencadenante del síntoma prodró-
cefalea primaria; en este caso se debe completar el estudio mico de migraña de ansia por cierto alimento12.
inicialmente con una prueba de neuroimagen (tabla 3). También la hipoglucemia por ayuno prolongado puede
actuar como desencadenante.
Identificación de factores
desencadenantes Influencia hormonal
Es un dato que no debe faltar en la anamnesis de una cefalea, El inicio de la menstruación se asocia con crisis de migraña
especialmente en la migraña, y es el primer punto a tener en en algunas mujeres, e incluso en algunos casos los ataques se
cuenta para una adecuada planificación terapéutica. El pa- inician con la menarquía13. El embarazo puede aminorar e
ciente debe saber identificar los agentes que provocan sus incluso hacer desaparecer los ataques, al igual que ocurre con
crisis de migraña y aprender a evitarlos como parte del trata- la menopausia. En cuanto a los efectos de los anticoncepti-
miento preventivo de sus crisis. A lo largo de los años se han vos, los datos son contradictorios, algunas pacientes empeo-
descrito en la literatura una gran cantidad de factores, aun- ran, otras mejoran y otras no sufren variaciones14. Con rela-
que algunos autores opinan que hay pocos datos que vincu- ción a éstos y el riesgo de accidente cerebrovascular asociado
len de forma concluyente la mayoría de ellos con el inicio de a su uso en pacientes con migraña; no hay una contraindica-
la crisis de migraña. ción a priori, pero están desaconsejados en pacientes que aso-
De entre los posibles factores desencadenantes mencio- cian otro factor de riesgo vascular, padecen migraña con aura
nados clásicamente en la literatura destacan por su frecuencia: de inicio reciente o migraña con aura prolongada15,16.
Documento descargado de http://www.doyma.es el 02/06/2007. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato.
Luces brillantes y estimulación luminosa sorders, cranial neuralgias and facial pain. Cephalalgia. 1988;8(7):
1-96.
intermitente ✔
2. Liaño Martínez H. Mascías Cadavid J. Comentario crítico a la clasifica-
ción de las cefaleas. Rev Clin Esp. 1995;195(2):8-15.
✔
3. •• Headache Classification Committee of the International Hea-
dache Society. The International Clasification of Headache Disor-
Al igual que ocurre en la epilepsia fotosensible, algunos pa- ders: 2nd ed. Cephalalgia 2004;24(Supl1):9-160.
cientes sufren cefaleas minutos u horas después de ser esti- ✔
4. Breslau N, Chilcoat HD, Andreski P. Further evidence on the link bet-
ween migrañine and neuroticism. Neurology. 1996;47:663-7.
mulados visualmente con luces brillantes o intermitentes.
✔
5. Rasmussen BK. Epidemiology of headache. Cephalalgia 2001; 21:
774-777.
✔
6. Lipton RB, Scher Al, Kolodner K, Liberman J, Steiner TJ, Stewart WF.
Migraine in the United States: epidemiology and patterns of health care
Factores atmosféricos use. Neurology. 2002;58:885-94.
✔7. Lipton RB, Stewart WF, Scer Al. Epidemiology and economic impact of
migraine. Curr Med Res Opin. 2001;17:s4-12.
Algunos pacientes sufren ataques en los días que preceden a
la aparición de bajas presiones atmosféricas.
✔8. •• Breslau N, Rasmussen BK. The impact of migraine. Epidemio-
logy, risk factors and co-morbidities. Neurology. 2001;56:S4-12.
✔9. Stewart WF, Lipton RB, Liberman J. Variation in migraine prevalence
by race. Neurology. 1996;47:52-9.
✔
10. •• Silberstein SD, Lipton RB, Dalessio DJ. Overview, diagnosis
and classification of headache. Wolff’s headache and other heas
Ejercicio físico pain. 7th ed. Oxford: Oxford University Press. 2001. p. 6-26.
✔
11. • Sempere AP, Porta-Etessam J, Medrano V, García-Morales I, Con-
cepción L, Ramos, et al. Neuroimaging in the evaluation of patients with
Se ha relacionado con la vasodilatación provocada por el in- non-acute headache. Cephalalgia. 2005;25:30-5.
cremento de la demanda de oxígeno y por la potencial hipo- ✔
12. Blau JN. Adult migraine: thepatien observed. En: Blau JN, editor. Mi-
graine: clinical therapeutic, conceptual and research aspects. New York:
glucemia que comporta. Chapman & Hall. 1887. p. 3-30.
✔
13. • Johanes CE, Linet MS, Stewart WF, Celentano DD, Lipton RB,
Szklo M. Relationship of headache to phase of the menstrual cycle
Bibliografía among young womwn: a dayly diary study. Neurology. 1995;45:
1076-82.