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‘©MABSON, 8A Fotcoplr an ulotzaelén ox un do Capitulo El consumo de bebidas alcohélicas es uno delos prin- cipales factores relacionados con el estado de salud de los individuos y de las poblaciones. En la actualidad eonsti- tuye un enorme problema de salud piblica en la mayorfa de los patses desarrollados por los efectos nocivos que produce; sus consecuencias de orden fisico, mental y s0- Gial tienen un gran impacto sociosanitario, a lo que hay que unir los enormes costes sociales y econémicos deri- vados tanto de la utilizacién de los Servicios sanitarios como de los problemas laborales que ocasiona por los a= cidentes, el absentismo y el bajo rendimiento. Espafia es uno de los pafses donde el consumo de be- bidas aleohélicas y los problemas relacionados con dicho consumo adquieren una gran importancia, no sélo por el alto nivel de produccién de algunos tipos de bebidas al- cohélicas, sino también por la elevada prevalencia de su consumo, el amplio arraigo social que este hébito tiene en la poblacién y la presencia del alcohol, o al menos ciertos tipos de bebidas aleohdlicas, dentro del modelo alimenta- tio y dietético de la sociedad. CONSUMO PER CAPITA DE ALCOHOL El consumo per epita de alcohol es un indicador di- recto del consumo de bebidas alcohélicas en una pobla- ién. Aunque la mejor forma de aproximarse al consumo de alcohol en una poblacién es mediante encuestas por entrevista, el consumo per cépita tiene una serie de ven- tajas, entre las que destacan Ia enorme disponibilidad de datos en diferentes pafses, lo que permite realizar compa raciones internacionales, llevar a cabo estudios ecolégicos y estudiar largas series temporales. Para el célculo del consumo per cépita de alcohol ab- soluto se utiliza el médelo disponibilidad-utilizacién, que Alcohol y salud publica ce eee ees asume que el alcohol disponible en una poblacién es consumido por esa poblacién en un perfodo de tiempo concreto, generalmente un aft. Se obtiene Ja produccién de alcohol a la que se suman las importaciontes y se res- tan las exportaciones realizadas. A los datos de produc~ ccién habria que restarle el alcohol no destinado al con- sumo humano, aquel destinado al uso industeial y las pérdidas durante el proceso de comercializacién y pro- duceién. En la préctica, debido a la ausencia de fuentes de informacién sobre usos diferentes al consumo humano, el modelo se limita a la produceién y el comercio exte- rior. De esta manera, se obtiene el total del alcohol dis- ponible (convertido en alcohol puro, asumifendo unas gra- duaciones medias para cada tipo de bebida) para estimar 1 nvimero de litros de alcohol absoluto consumidos por persona y ai. El consumo de alcohol absoluto por persona y afto se jddera un indicador vélido para la vigilancia y la mo- del consumo de alcohol en la poblacién, de- ido @ que se asocia al patrén de consumo de bebidas al- ccohélicas en eada comunidad. En concreto, el consumo per eépita de alcohol absoluto esté relacionado con el por- ccentaje de bebedores excesivos de una poblacién, segéin el modelo descrito por Lederman hace mas de treinta aos. Por ello, el seguimiento de la tendencia temporal del consumo per eépita de alcohol absoluto es una herra- rienta dil para conocer la proporcién de bebedores de riesgo en la poblacién. Espafia se encuentra en una posicién intermedia en re- lacién con los paises de la Unién Europea en-cuanto al consumo per eépita de alcohol (tabla 79-1). Coneretamen- te, en 1996 se consumieron en Espafia 9,3 litros de aleo- hhol absoluto por persona. Luxemburgo, Portugal y Francia son los pafses con mayor consumo, mientras que Suecia y Finlandia son los pafses con un consumo de alcohol abso- Iuto por persona més bajo. Tanto en Espafa como en el ‘onjunto de la Unién Europea la tendencia en el consumo de alcohol en los tiltimos veinte aflos es descendente (fi- gura 79-1), Las causas del descenso del consumo per ci pita de alcohol no han sido bien estudiadas en ningtin pais, aungue se han postulado varias hipétesis: el aumen- to de la poblacién anciana, que consume mucho menos al- Estilo de vida y salud Parte V TABLA 79- Tendencia en el consumo de alcohol puro (i/persona/afio) en paises de la Uni ‘Alemania Austria Belgica 890 Dinamarcs 6.80 Esperia 12:10 Finlandia 4340 Francia 16.20 Grecia olanda 5.60 lianda 590 tala 13,70 Lixemburgo 10.00 Portugal 9,90 Reino Unido 5,30 Suscie 5.80 Unién Europea 10,38 — Sin datos De Heath fr Al Data base WHO/EURO. FIGURA 79-1 Evolucién del consumo per cépita de alcohol absoluto en la Unién Europea y en Espafia (1975-1996) ‘cohol que la poblacién adulta de mediana edad; la menor disponibilidad de bebidas alcohdlicas en la poblacién, de- ido al aumento de precio, o la posible influencia que so- bre el consumo de alcohol haya tenido la disminucién ob- servada en la prevalencia de tabaquismo. CARACTERIZACION DEL CONSUMO DE ALCOHOL La mejor forma de aproximarse al patron de consumo de bebidas alcohdlicas en una comunidad es mediante la Unién Europes > Espatia 1995 1996 realizacion de encuestas por entrevista de base pobla- ional. De esta forma es posible caracterizar ampliamen- te el problema, detectando aquellos grupos de poblacién mds afectados. Ademés, levadas a cabo de forma perié- dica, son indispensables para la evaluacién de la efica- cia de las politicas de salud ejecutadas. Existen dos mé& todos para obtener informacién sobre el consumo de al- cohol mediante encuestas por entrevista. En uno se soli- cita a los individuos informacién sobre las caracteristi~ cas de su consumo habitual y en otro se les pide que de- claren el consumo diario durante un perfodo de tiempo reciente. En el primero se pregunta al encuestado la fre= ia de su consumo y la cantidad de alcohol que in- Jen una ocasién tipica, mientras que en el segundo vencuestados deben ir declarando diariamente el con- mo que han realizado durante un periodo de tiempo inado. fin la Encuesta Nacional de Salud de 1997, el % de la poblacién adulta espaftola declara consumir ente cierta cantidad de alcohol. Es importante ar que 1 7 % de los individuos son bebedores de ya que declararon un consumo habitual de alcohol to 0 excesivo. Si se comparan estos datos con los obte- dos en la Encuesta Nacional de Salud de 1987, se ob- resultados similares a los obtenidos con el consu- per edpita, esto es, una disminucién en el consumo de ohol en la poblacién espafiola. Los hombres consumen ebidas aleohdlicas en mayor proporcién que las mujeres: 1997 el 77,4 % de los hombres declaré consumir aleo- de forma habitual frente al 47,4 % de las mujeres (ta- 79-2). En cuanto a la edad, es el grupo de 25 a 44 “aiios el que consume alcohol de manera habitual con ma- ‘yor frecuencia, disminuyendo ésta en las edades avanza~ ‘as. La frecuencia de bebedores de una cantidad excesi- ‘va de alcohol también es més baja en las mujeres y en los, ‘mayores de 65 atios (tabla 79-3). Al igual que en el con- ‘sumo habitual. el porcentaje de bebedores de una canti “dad excesiva de aleohol disminuyé entre 1987 y 1997, pax “sando de 3,9 0 2,5 %. "Se han sefialado razones biolégicas y culturales para ‘explicar la diferencia en la frecuencia de consumo de al- ‘cohol entre sexos. Algunos autores han indicado que el | TABLA 79-2 Porcentaje do Espafia, en 1987 y 1997 Total 1624 amos © 803 7B 2544 afos = 78.3729 4564 afos 63.2 60.1 268 afios 45 404 ividuos que consumen habitualmente alguna cantided de alcohol segin la edad y ef sexo er mayor contenido acuoso de la masa corporal de los hom- bres favorecerfa un mayor consumo en éstos, como conse~ ceuencia de su mayor tolerancia y de los menores niveles de aleoholemia aleanzados tras una administracién estin- dar de etanol. Por su parte, algunos estudios acerca de las actitudes y conocimientos sobre el alcohol en la poblacién cespaiiola muestran hechos diferenciales en el consumo de ‘uno y otro sexo, que reflejan una menor aceptacién social del consumo del alcohol en la mujer. Asf, se ha observa- do que las mujeres suelen consumir aleohol de forma ef clica y compulsiva, frecuentemente en solitario yen el do- micilio, a diferencia del consumo en el hombre, que esté relacionado, fundamentalmente; con motivos sociales. En cuanto a la disminucién del consumo de alcohol con la edad, parece deberse a tina reduccién en la canti- dad de alcohol consumida eada vez, més que a una dis- minucién de la frecuencia del consumo. Las diferencias «que existen en la composicién de la masa corporal de in- dividuos de distintos edades no explican el cambio de con- sumo, como se ha sugerido al sefialar las diferencias por sexo. La mayor influencia que tiene la cantidad de alco- hol respecto a la frecuencia observada a mayor edad pa- rece indiear més bien causas relacionadas con la actitud y el comportamiento de los individuos frente al alcohol ‘Asi, con el incremento de Ia edad podria ir-aumentando al mismo tiempo la sensibilizacién frente al consumo, lo que resultarfa en consumos mas hajos. En este sentido, se ha comprobado que la actitud de la poblacién frente al consumo de alcohol es mucho més permisiva con los in- Aividuos jovenes. De Ragidor y Gutéree Fise, 1998, = ‘TABLA 79-3 Espafia, en 1987 y 1997 Total ~3.9 25 16:24 afos 35 18 25-44 afos 48 33 45.64 anos 42 34 268 afios 15 12 Porcentaje de individuos que consumen habitualmente una cantidad excesiva* de alcohol segtin edad y sexo en Ta 47 06 59 19 1 00 as- 59 o7 oa ar 63 03 Os 3 25 03 02 Dp Residor y Guterer Fie, 1990 ~ Babedor excesivo: indo que declos baber més de 100 mide alcoho absolut a dl Capitule 79 Alcohol y salud publica

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