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Cocinillas
HAMBURGUESAS
El otro día, en un momento de apuro en el que me tocó hacer la compra casi a la hora de
comer, acabé sucumbiendo ante unas hamburguesas premium del supermercado que salieron
conmigo por la puerta del establecimiento. Aún es hoy y me estoy arrepintiendo. Y no es que
estuvieran malas, que lo que es el sabor no era malo, el problema es que no existía, eran
completamente insípidas. Muy aparentes, eso sí, pero a la hora de la verdad, como comer
cartón.
Que ojo, con esto no quiero decir que no haya hamburguesas de carnicería de gran calidad y
de hecho, cuando vivía en Madrid había un par de sitios en los que me gustaban mucho, pero
desde luego lo que me encuentro ahora deja bastante que desear. Así que mejor hechas en
casa y ya de paso os cuento unos cuantos trucos para conseguir la hamburguesa perfecta
siempre que os apetezca una.
Pero una hamburguesa, para que sea hamburguesa y nos quede perfecta como si fuera de
restaurante bueno, necesita un poco de grasa, según Gordon Ramsay, la proporción para la
hamburguesa perfecta es 80% de carne magra y 20% de grasa. Para conseguirlo, hay que
pedirle al carnicero -sí, lo siento, pero la hamburguesa perfecta nunca sale de las bandejas de
carne picada ya preparadas del supermercado- que nos pase por la picadora la aguja de
ternera y un trocito de panceta fresca o, si es posible, papada de cerdo en la proporción que
dice Ramsay (es decir, si queremos medio kilo, 400 g de ternera y 100 g de cerdo con su
grasilla).
Hamburguesa perfecta
A no ser que nuestra intención sea hacer una hamburguesa finísima, no basta con sazonarla
por fuera, hay que sazonar toda la carne y amasarla ligeramente. A mí me gustan con sal,
pimienta, perejil, un poco de salsa de soja, orégano y un poco de aceite de oliva virgen extra,
pero hay mil combinaciones e incluso se pueden incorporar ingredientes como parmesano
rallado, jamón serrano picado muy fino, bacon, cebolla caramelizada -la cebolla cruda a mí no
me entusiasma-,miguitas de chorizo, ajo, …
hamburguesa perfecta
Entendéis lo que os quiero decir, ¿verdad? Eso sí, hay que tener en mente el tamaño del pan
en el que las vamos a meter, que ni se tiene que perder la hamburguesa en el pan ni quedar
media hamburguesa fuera de él. Como al cocinarla va a encoger un poco, lo óptimo es que en
crudo la hamburguesa tenga aproximadamente 1 centímetro más de diámetro que el pan.
Y hablando de pan, si no es casero, por lo menos uno que sea rico y que esté a la altura.
Conviene tostarlo ligeramente por dentro para que esté calentito y no nos enfríe la
hamburguesa nada más meterla dentro.
Y así como para hacer un filete, es mejor que esté a temperatura ambiente, la hamburguesa
debe estar de la nevera para que la grasa no se funda inmediatamente en contacto con el calor
y por cuestión de seguridad alimentaria.
Para cocinar nuestra hamburguesa perfecta, en vez de engrasar la plancha, un truco muy
bueno que creo recordar que se lo vi al chef Juan Pozuelo, es pincelar la hamburguesa con
aceite de oliva y ponerla sobre la plancha muy muy caliente. El tiempo de cocción total
depende del grosor de la carne y del punto que nos guste. En mi caso, para unos 2 centímetros
de altura, están perfectas con 3 minutos por cada lado. Y nunca marearlas dando vueltas y más
vueltas.
Lo que sí que no lleva a ninguna parte es recalentar una hamburguesa que se ha quedado fría.
Y ahora hamburgueseros del mundo, ¿tenéis algún otro truco infalible para hacer vuestra
hamburguesa perfecta.