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Antecedentes
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune, crónica, sistémica, lentamente
progresiva la cual evoluciona hacia el daño articular e incapacidad si no es diagnosticada y
tratada oportunamente. Esta patología se caracteriza por ser poliarticular, simétrica y seguir
un patrón de afección predominante en las articulaciones periféricas, suele respetar las
articulaciones proximales (aunque en algunos casos el compromiso de estas no excluye el
diagnóstico). Su incidencia es de 0.6% a 1%, perjudica a todos los grupos étnicos y se
identifica más frecuentemente en el sexo femenino entre la 4ta y 6ta década de la vida, aunque
en edades avanzadas la diferencia de prevalencia entre ambos sexos disminuye. En décadas
anteriores la AR se consideraba una enfermedad benigna, sin embargo, hoy día se sabe que
esta patología presenta un aumento en la tasa de mortalidad debido a todas complicaciones
con las que coexiste. Los descubrimientos terapéuticos en la AR han evolucionado y se
intenta controlar el progreso de la enfermedad para evitar la lesión articular y la discapacidad
a la que puede llevar esta patología, sin embargo, la AR continúa siendo un tema de gran
interés médico debido a que al desconocer su etiología con exactitud cada día surgen nuevas
interrogantes acerca del abordaje óptimo que se le debe ofrecer al paciente para mejorar su
calidad de vida.
Una vez se desencadena, las células del sistema inmunitario migran a las articulaciones,
donde producen grandes cantidades de mediadores del sistema inmunitario (citocinas y
quimiocinas), provocando la activación y el reclutamiento de más células al tejido diana.
Ocurre entonces una hiperplasia de la membrana sinovial, así como una acumulación de
fluido en la articulación, causando una hinzachón de la misma y una disminución de la
movilidad. La inflamación puede variar en severidad entre pacientes, pero siempre presenta
carácter crónico y progresivo, llevando a daño articular y erosión ósea.
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inmunitaria mediante fármacos. Actualmente no existe cura, pero puede conseguirse una
remisión satisfactoria en un buen número de pacientes. Se emplea una estrategia escalonada
con diferentes agentes, desde antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) a los fármacos anti-
reumáticos modificadores de la enfermedad (FAMEs), hasta finalmente el bloqueo
específico de determinados mediadores pro-inflamatorios mediante el uso de fármacos
biológicos.
Tras su activación, los linfocitos T se multiplican y liberan sustancias químicas que activan,
a su vez, otras células del sistema inmune. Finalmente, este proceso estimula la liberación de
sustancias que atacan las articulaciones, causándoles inflamación y destruyéndolas.
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Estudios de Laboratorio
Análisis de Sangre
Esta prueba tiende a medir la cantidad de inflamación presente, una tasa de sedimentación
alta significa mucha inflamación. Puede ayudar al doctor a distinguir entre un
padecimiento inflamatorio de uno que no lo es.
Los niveles de PCR responden más rápidamente a los cambios en la actividad inflamatoria
que la velocidad de eritrosedimentación.
La PCR probablemente sea una medición precoz de la inflamación más sensible que la
velocidad de eritrosedimentación.
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Mientras que sólo se necesita una hora y muy poco equipo para realizar el análisis de la
velocidad de eritrosedimentación, la determinación de la proteína C reactiva lleva un día
y exige más equipo.
El FR en algunos casos puede resultar negativo aunque la persona tenga AR, a esto se le
llama AR seronegativa.
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Si el resultado AAN es negativo, el diagnóstico de lupus es improbable. PRECAUCIÓN:
estas pruebas a veces se sobre interpretan y causan consternación innecesaria. Un
resultado positivo puede deberse a fármacos o a la edad, también puede sugerir una
enfermedad autoinmune, pero se requieren más pruebas específicas para ayudar a hacer
un diagnóstico definitivo.
Cerca del 95% de las personas con lupus tienen un resultado de AAN positivo. Si un
paciente presenta síntomas de lupus, como artritis, salpullido, trombocitopenia
autoinmune (bajas cantidades de plaquetas en la sangre), quizá tenga lupus.
Un resultado de AAN positivo también significa que el paciente tiene lupus inducido por
medicamentos. Este trastorno se asocia al desarrollo de autoanticuerpos contra histonas.
La prueba anti-histonas puede ayudar a hacer el diagnóstico de lupus inducido por
medicamentos.
Otros trastornos que pueden dar un resultado de AAN positivo son: síndrome de
Sjogren, escleroderma, fenómeno de Raynaud, artritis crónica juvenil o síndrome de
anticuerpos antifosfolípidos.
Anticuerpos anti-péptido cíclico citrulinado (anti-CCP)
Esta prueba que sirve para confirmar el diagnóstico de artritis reumatoide. El anticuerpo
anti-péptido cíclico citrulinado (Anti-CCP) frecuentemete se analiza en combinación con
el factor reumatoide mediante una muestra de sangre.
Los resultados negativos no descartan la artritis, pero puede ser que tenga otro tipo de
enfermedad reumática similar a la AR.
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Bibliografias
http://espanol.arthritis.org/espanol/la-artritis/tengo-artritis/pruebas-laboratorio/tengo-
artritis-pruebas-analisis-sangre/
http://www.cenetec.salud.gob.mx/descargas/gpc/CatalogoMaestro/195_ARTRITIS_REUM
ATOIDE/Artritis_reumatoidE_EVR_CENETEC.pdf
http://www.bms.com.mx/news/Documents/pdf/El_papel_de_los_linfocitos_%20T_en_%20
la_artritis_reumatoide.pdf
http://inmunologia.eu/disfunciones-inmunitarias/artritis-reumatoide