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CUALIFICACIÓN ESPECIAL?
SUMARIO:
PALABRAS CLAVE:
RESUMEN
La prioridad del presente trabajo es exponer algunas ideas sobre el concepto delitos de
infracción de deber, todo lo acontecido con respecto al cómplice el antes y después de su
modificación, en esa misma lógica también abordaremos la unidad y ruptura del título de
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Bachiller en Derecho y Ciencias Políticas por la Universidad Peruana los Andes de Huancayo, Miembro
Asociado del Taller de Investigación del Sistema Penal y Políticas Anticorrupción de la Universidad
Nacional Mayor de San Marcos, Ex Miembro de la Asociación Civil Inquisitio Essentia Ius en el Área Penal
y Procesal Penal de la Universidad Nacional de Trujillo, Tercer Lugar en el Concurso de Ponencias
Estudiantiles. Pre-Conede Huánuco 2017, Tercer lugar en el Pre-Conadepc, Ciudad del Lago Puno-2018 en
la Categoría Post Grado, Secigrista en la Primera Sala Penal Liquidadora de la Corte Superior de Junín-
2016, Actualmente se desempeña como Asistente legal en la Firma de Abogados: Cañari & Defensa Penal,
Autor del Artículo Jurídico intitulado: “Lo que se dijo y aun no se dijo sobre el extraneus”, publicado en
Legis.Pe Pasión por el Derecho. “Dedico este articulo a mi familia, en especial a mis Padres Estanislao
Nicolas Mayta Zegarra, que desde el cielo me ilumina y mi Madre Elsa Dionisia Peña Poves. que sin su
apoyo incondicional ello no hubiera sido posible”.
imputación, la instigación, realidad problemática, comentarios a las sentencias del
tribunal supremo español, conclusiones y finalmente otorgaremos una posible alternativa
de solución acompañada del principio de legalidad en el afán de sancionar la conducta
del extraneus instigador.
I. INTRODUCCION
La aplicación del principio de legalidad en el artículo 24 del Código Penal, para poder
otorgar cuotas de punibilidad hacia la conducta del instigador, en los delitos especiales
de infracción de deber, es indudablemente una tarea aún pendiente por nuestra Corte
Suprema.
Hoy en día ya no tienen asidero a nivel de los delitos contra la administración pública,
seguir argumentando la conducta del cómplice primario o secundario, ello a raíz de la
modificación que sufrió el artículo 25 del Código Penal, mediante el Decreto Legislativo
1351, que de ahora en adelante regula la intervención del cómplice extraneus.
Desde luego es importante remarcar, que los delitos especiales de infracción de deber, se
han visto manipulados por la doctrina que presentan algunos Juristas como Sánchez-
Vera, Silva Sánchez, entre otros, que a fin de cuentas, la Corte Suprema, ya ha marcado
posición jurisprudencial, sobre cada uno de estos lineamientos doctrinarios, sin embargo
esto ha causado confusión en el operador jurídico, que muchas veces no sabe si lo ideal
es absolver o condenar, siendo así considero que frente a esta clase de delitos en lo que
se refiere a la posición que se debe sostener en cuanto al extraneus, es un error que
anteriormente se haya venido operando con la teoría del dominio del hecho, sin embargo
ahora en la actualidad, contamos con la ruptura y unidad del título de imputación, que
definitivamente son la razón de ser de la teoría de infracción del deber, pero lo que viene
marcando la pauta en estos momentos es la unidad del título de imputación, otorgando
punibilidad hacia el extraneus, contrario a lo que establece la ruptura del título de
imputación, ofreciendo así una doble calificación jurídica, que lastimosamente es el
retrato de la impunidad, siendo lo restante todo en cuanto a la instigación, que según la
opinión de diferentes juristas consideran, que existen tipos penales, que no regulan la
intervención de terceros, lo cual es sumamente contradictorio considerando que la
doctrina ha venido demostrando que podemos permitir la aplicación de terceros, siendo
lo único determinante el principio de legalidad, “artículo 2 inciso 24 literal d” de nuestra
Constitución Política del Perú, donde se sostiene necesariamente que toda conducta debe
estar regulada en nuestra normativa de manera expresa e inequívoca, como ya se viene
aplicando en cuanto a la complicidad sobre todo el aparato denominado participación
accesoria, las diversas sentencias del tribunal supremo español, han demostrado a través
de su variada jurisprudencia, que ahora es posible, que el extraneus instigador no requiere
ninguna cualificación especial, y es lo que se pretende sostener con la unidad del título
de imputación penal.
Según Percy García Cavero, (2008 )“la infracción del deber conllevaría sustentar
una imputación así como reducción del radio de acción de la autoría, en este sentido
la autoría le corresponde aquella persona que encontrándose institucionalmente
obligada a cumplir un deber positivo específico, lo incumple”( p.90).
Cabe precisar que los argumentos mencionados líneas arriba denota en primer lugar
la no necesidad de que un funcionario público inicie actos de ejecución o
apropiación de ser el caso necesariamente, en otras palabras por simplemente tener
la insignia de funcionario o servidor público, automáticamente se le puede atribuir
la responsabilidad penal alguna, pero no en grado de cómplice o instigador, pese a
que la conducta que desempeño fue de aportar sugerir, aconsejar, si no que al
contrario responderá como autor es decir intraneus, lo cual efectivamente ocasiona
una reconducción de lo expresado en el artículo 24 y 25 hacia lo que se conoce
como autoría y participación en el artículo 23 de nuestro código penal.
Ante las críticas efectuadas a la teoría de infracción de deber desde la postura del
funcionalismo radical SANCHEZ-VERA ha ensayado una posición interesante
pero no necesaria. Sostiene que dentro de esta categoría no hay sitio para una
diferenciación entre delitos de infracción de deberes propios e impropios (delitos
especiales propios y delitos especiales impropios, en la terminología tradicional).
La punibilidad se fundamenta en la infracción del deber positivo, si además el autor
posee el dominio del hecho, sobre el suceso, ello es irrelevante para la
fundamentación de su punibilidad como autor de un delito de infracción del deber
(Salinas Siccha, 2016, p.40)
En este sentido, desde luego se comparte los lineamientos del profesor Pariona
Arana pero solo en el extremo de cuando se suscite una lesión del bien jurídico
protegido, pero no en el caso de la sola puesta en peligro, porque en lo que se ha
convertido el Derecho Penal, en estos momentos es en un Derecho Penal Simbólico,
que actúa bajo un nivel abstracto, que no requiere necesariamente la lesión de un
bien jurídico protegido, vale decir actúa bajo los efectos del delito de peligro
abstracto, el derecho penal sustantivo material, si bien es cierto fue diseñado bajo
el principio de exclusiva protección de bienes jurídicos, pero oh sorpresa,
finalmente nos hemos sumergido en un derecho penal netamente preventivo que no
espera la lesión del bien jurídico protegido.
No cabe entender, pues como hasta ahora la Corte Suprema busca hacer prevalecer,
semejante doctrina, es el caso del delito de negociación incompatible, Casación
841-2015- Ayacucho,” la no intervención de terceros”, porque se estaría
configurando el delito de cohecho o colusión, en contraposición a lo señalado por
el Acuerdo Plenario 2-2011/CJ-116, que habilito tal posibilidad, de forma genérica
hacia todos los delitos de infracción de deber, sin marcar excepción ninguna pero
tiempo después una vez más termina contradiciéndose, es el caso del delito de
enriquecimiento ilícito pertenecientes a esa misma gama de delitos especiales de
infracción de deber en sentido estricto, o llamado también delitos especiales propios
como por ejemplo: delito de negociación incompatible, abuso de autoridad, y otros,
entonces si se trata de marcar excepciones lo que urge frente a esta clase de delitos
de infracción de deber es la unificación de criterios y ya no estar adoptando
diferentes pronunciamientos frente a un mismo hecho, definitivamente se debe
denegar de manera radical la doble calificación jurídica, es decir la ruptura del
título de imputación penal, cuya consecuencia es la mala praxis jurisprudencial, que
viene suscitándose, no existiendo las garantías necesarias de que no se vuelva a
emitir otro pronunciamiento bajo los lineamientos propios de la Casación 841-2015
Ayacucho.
Si de impunidad se trata, pues creo que es la base teórica idónea, se tiene que
ostentar el grado de funcionario o servidor público, que no siendo así pues sería
imposible que el radio punitivo de la norma alcance al tercero interviniente, su única
virtud es en cuanto a delitos especiales impropios o sea que tengan correlación con
delitos comunes, bajo una doble calificación jurídica; donde por lo menos trata de
aparentar algo de punibilidad. Su principal defecto, es el caso de los delitos
especiales propios, cuya carencia es el delito común subyacente, y que
lastimosamente frente a un caso concreto su única alternativa, por no decir el
principal problema es la impunidad hacia el extraneus, prueba de ello es la aún
vigente consagrada Doctrina Jurisprudencial Vinculante “Casación 782-2015-del
Santa, Caso de Enriquecimiento Ilícito.
IV. La Instigación
La instigación puede ser definida como la determinación dolosa aun tercero para
que cometa la acción típica. El instigado no es un intermediario, pues se instiga
siempre a una persona imputable, no se exige una relación personal inmediata del
instigador con el autor, sino que la acción de aquel se encamine directamente a
lograr que el autor resuelva cometer el delito (Pérez López, 2016, p.76).
V. Realidad Problemática.
VII. CONCLUSIONES
VIII. RECOMENDACIONES
Articulo 24.-Instigacion
El, que dolosamente, determina a otro el hecho punible será reprimido con la pena
que corresponde al autor.
Jurisprudencia:
“El artículo 24 del Código Penal se adhiere a la Unidad del título de imputación
penal. Por lo tanto, bajo los fundamentos de la STS N°52/93, del 18 de enero de
1984, el no cualificado (extraneus) puede ser participe en el delito del cualificado
(intraneus)".
X. Referencias.