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Ilustración de portada:
“La tierra de San Lucas”, autor Arturo R. Bustamante G.
Ilustraciones Interiores: Arturo R. Bustamante G.
Impreso en México.
A los fundadores del ejido: Camilo Guzmán, Tiburcio Gómez,
Agustín García y Pablo Rosales.
y en especial al profesor José Cruz Rosales Navarro que dijo:
Presentación.....................................................................................................5
Introducción......................................................................................................7
Erección a pueblo y vida virreinal.................................................................12
Los oficios........................................................................................................19
Tierra, agua y piedra azul: Ejes del desarrollo histórico
de San Lucas Evangelista..............................................................................24
Del reconocimiento a la necesidad de tierras..............................................34
El devenir en San Lucas Evangelista.............................................................42
Dotación de ejido a San Lucas Evangelista..................................................45
Primera ampliación de ejido..........................................................................56
Segunda ampliación de ejido.........................................................................59
Tercera ampliación de ejido...........................................................................62
Artesanos por naturaleza e ingenio.............................................................70
El latir de San Lucas........................................................................................79
Autores............................................................................................................89
Fuentes consultadas.......................................................................................91
San Lucas Evangelista
PRESENTACIÓN
San Lucas: una joya incrustada al borde del Cerro Viejo y mojada por la la-
guna; lugar de gran valor que motiva a una larga disputa para establecer a
su legítimo poseedor. El antiguo dueño de esta joya conocedor del valor de
ella, decide cuidarla y protegerla dentro de un estuche llamado hacienda. Y
al final, es a su gente a quien le pertenece este tesoro y toda la luz que de
él emana.
Luminosidad que proviene del nombre Lucas, que comparte con el evan-
gelista, luz de la cual somos testigos, en sus tradiciones y en sus artesanías.
El evangelista es simbolizado en el tetramorfo con un toro, animal también
ligado al trabajo del pueblo de San Lucas como parte de la ganadería y fuer-
za de la yunta para labrar la tierra.
¡Cómo no ligar este poblado y su gente con la acción de labrar!, ya que
no solo han labrado estas tierras para sembrar desde tiempos antiguos, sino
que también labran la piedra de basalto, piedra de origen volcánico que con-
trasta su color frio con el rojo de la lava. En esta piedra dan forma a uten-
silios muy mexicanos como lo son el metate y el molcajete, y esto ha sido
generación tras generación. Actualmente encontramos este gran trabajo
artesanal en maravillosos artículos decorativos, y con todo esto, también
labran el futuro de su comunidad y de Tlajomulco.
Su templo, orgulloso miembro de la Ruta Franciscana, cuya fachada invi-
ta a contemplar y a hacerse parte de la espiritualidad enigmática del lugar,
que junto a su cementerio realza este gran sentimiento, envuelto en los to-
nos morados y azules del misticismo
5
San Lucas Evangelista
Arturo R. Bustamante.
Artista plástico de Tlajomulco
6
San Lucas Evangelista
INTRODUCCIÓN
7
San Lucas Evangelista
8
San Lucas Evangelista
9
San Lucas Evangelista
10
San Lucas Evangelista
la en 1997. Ya sin tratados con el hacendado después del abandono del pre-
dio, desde la mitad del siglo XX, el uso de la piedra de basalto fue liberado,
mezclando esta libertad con las innovaciones en el labrado y propiciando la
mayor difusión, y consiguiente reconocimiento a gran escala.
11
San Lucas Evangelista
1
Alcántar Gutiérrez, José Alfredo et al., Arquitectura religiosa de la feligresía franciscana del convento de
Tlajomulco, México, Quartupi, 2017, p.33. Disponible en: http://www.cuaad.udg.mx/sites/default/
files/libro-arquitectura_religiosa.pdf Consultado el 10 de julio de 2018.
2
Guevara Rubio, J. Octavio (coord.), Pueblos Antiguos de Tlajomulco, Tlajomulco de Zúñiga, Editorial
Edhalca, 2018, p.15; 43.
12
San Lucas Evangelista
3
atiño, José Alejandro, Mapa topográfico del curato del pueblo de Tlajomulco y sucinta historial relación,
P
1778, México, El Colegio de Jalisco-INAH, 1993, p.16.
4
Ibídem, p.17.
13
San Lucas Evangelista
5
Cuyutlán (7) se muda a su sitio actual, San Miguel Cuyutlán (8) previo a 1569, de donde se desprendió
San Lucas Evangelista (9) entre 1569 y 1600. Alcántar Gutiérrez, et al., op. cit., p.40.
6
Archivo Histórico de la Arquidiócesis de Guadalajara (en adelante AHAG), Sección: Gobierno, Serie:
Padrones, 1689, caja 67, exp.5, f. s/n.
14
San Lucas Evangelista
En nueve días del mes de enero de mil y seiscientos y setenta y dos años,
parecieron el mayordomo y prioste de la Cofradía de Nuestra Señora de la
Purificación del pueblo de San Lucas, de esta feligresía, y se les ajustaron sus
cuentas en forma y a sus antecesores, y en su libro quedan los decretos que
parecieron convenientes.8
7
Ídem.
8
éxico, Jalisco, Registros de la Iglesia Católica 1590-1979. Imágenes de Familysearch (https://www.
M
familysearch.org: acceso 14 de julio 2018), Tlajomulco, San Antonio de Padua Tlajomulco, Bautismos
de hijos legítimos, 1665-1676, imagen 275 de 538.
15
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9
Rubín, Ramón, Lago Cajititlán, Jalisco en el Arte, Guadalajara, Planeación y Promoción, 1960, p.33.
10
Ibídem, p. s/n.
16
San Lucas Evangelista
En poco más de 150 años, partiendo de finales del siglo XVII, la feligresía
establecida en San Lucas Evangelista había crecido hasta cinco veces su ta-
maño. Los padrones dan cuenta de la magnitud de esta población a nivel
jurisdiccional en el curato de Tlajomulco, pero con un conteo inexacto de
población total. En mayo de 1687, se contaron 2,485 cristianos de ‘‘con-
fesión’’ y ‘‘confesión y comunión’’, de los cuales el 3.2997% residía en el
pueblo de San Lucas Evangelista, que contaba con 56 indios casados (23
matrimonios), 2 viudos, 4 viudas, 12 muchachos y 8 muchachas, 82 en to-
tal.11 Para entonces, no contaba con un vecindario de castas (españoles,
mestizos, mulatos, etc.), aunque, en años previos al registro, se mencionaba
la capacidad de la población para seguir diversos trámites instruidos en la
lengua castellana. Este es uno de los padrones más antiguos y conservados
que hacen referencia a la población de San Lucas Evangelista.
Un volumen relativo a padrones de la Parroquia contiene una foja donde
se asentó la ‘‘Razón General de indios, vecinos y demás’’, con un registro de
‘‘visita’’ en marzo de 1767. La feligresía registraba un total de 4,467 almas,
de las cuales 234 radicaban en San Lucas Evangelista, el 5% de la feligresía
registrada. En el mismo volumen, para 1797, el pueblo contaba con 428
indios, 4 españoles, 10 mulatos y 5 mestizos, dando un total de 447 habi-
tantes de todas las edades.12 Una década y media más tarde, en 1813, solo
se mencionan 457 individuos.13
11
AHAG, Sección: Gobierno, Serie: Padrones, 1687, caja 67, exp.4, fs.23-23v.
12
Iglesia Católica, Parroquia de San Antonio de Padua, Tlajomulco. Imágenes de Familysearch (https://
www.familysearch.org: acceso 14 de julio 2018), Documentos eclesiásticos, Padrones 1778-1813,
imágenes 81-82, 115-119 de 280.
13
Ibídem, imágenes 233-237 de 280.
17
San Lucas Evangelista
14
González Navarro, Moisés, México: el capitalismo nacionalista, México, Universidad de Guadalajara,
2003, p.433.
18
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LOS OFICIOS
15
atiño, José Alejandro, Mapa topográfico del curato del pueblo de Tlajomulco y sucinta historial relación,
P
1778, México, El Colegio de Jalisco-INAH, 1993, pp.24-25.
16
AHJ, Libros de Gobierno, vol.2, 1675, f.346.
19
San Lucas Evangelista
17
Rubín, Ramón, Lago Cajititlán, Jalisco en el Arte, Guadalajara, Planeación y Promoción, 1960, p.37.
18
Los Libros de Gobierno, del AHJ, son fuentes primarias en el tema de ‘‘repartimientos de indios’’, licen-
cias, etc. Para el caso de Pedro de Rosas véase el correspondiente al año 1751’’.
20
“Su templo, cuya fachada invita a
contemplar, y a hacerse parte de la
espiritualidad enigmática del lugar, que,
junto a su cementerio realzan este gran
sentimiento” Acuarela “El templo”.
19
Iglesia Católica, Parroquia de San Antonio de Padua, Tlajomulco. Imágenes de Familysearch (https://
www.familysearch.org: acceso 14 de julio 2018), Tlajomulco, San Antonio de Padua Tlajomulco, Infor-
mación matrimonial, 1704-1801, imágenes 15-16 de 492.
20
Patiño, op. cit., pp.16-17.
23
San Lucas Evangelista
21
Patiño, José Alejandro, Mapa topográfico del curato del pueblo de Tlajomulco y sucinta historial relación,
1778, México, El Colegio de Jalisco-INAH, 1993, p.18.
24
San Lucas Evangelista
timiento (en particulares, con fines agrícolas) y el ejido (para usos comunes
en cuanto al aprovechamiento de los recursos naturales).22 Desafortunada-
mente, algunos pueblos carecían de títulos de fundación, como fue el caso
de San Lucas Evangelista, que se erigió al oriente de San Miguel Cuyutlán y
se adentró en propiedad de la hacienda de San Lucas, predio que rodeaba la
población; sin contar con dichos títulos para poderse defender, viviendo del
reconocimiento por derecho de antigüedad.
Durante la década de 1770 se perciben constantes diligencias, por moti-
vos variados, en algunas haciendas y ranchos de la jurisdicción de Tlajomul-
co; se habían denunciado realengos y solicitado la ‘‘Composición de tierras’’,
esto es, el denuncio de tierras pertenecientes a ningún propietario, más que
al rey, y posterior apropiación mediante el pago determinado por ejecutar el
trámite, integrándose el realengo a la propiedad, aunque muchas veces esta
ya lo disfrutaba durante años.23 Casi por entonces, algunos pueblos cerca-
nos también tuvieron conflictos agrarios, como fue el caso de San Agustín,
Santa Anita y San Sebastián, contra el pueblo de Santa Ana Tepetitlán por
el usufructo del cerro de San Miguel, que dotaba de un recurso natural im-
portante: la madera.24
Lo mismo sucedió con la hacienda de San Lucas. El 22 de mayo de 1773,
un decreto atendía la petición de Pedro Guido, por parte de Miguel De la
Joya, sobre la averiguación y denuncio de una posible tierra perteneciente al
22
Gómez Santana, Laura Guillermina, ‘‘De la resistencia a la adaptación. El pueblo de Santa Ana Tepetitlán,
Jalisco, siglo XIX’’, en Espiral, Guadalajara, vol. XII, núm. 35, enero-abril 2006, p.98. Disponible en: http://
www.redalyc.org/articulo.oa?id=13803504. Consultado el 14 de julio 2018. .
23
Consúltese según el índice del AHJ, Tierras y Aguas, 2ª Colección.
24
Gómez Santana, op. cit., pp. 98-99.
25
San Lucas Evangelista
Real Patrimonio (un realengo), entre su hacienda de San Lucas y los pueblos
de San Lucas y San Juan. Se comisionó a Nicolás Guerrero llevar a cabo la
medida de todos los colindantes conforme a sus títulos de propietarios, para
determinar las tierras realengas y colocación de definitivos linderos.25 Inme-
diatamente, los naturales del pueblo de San Lucas solicitaron el amparo de
sus tierras, verificadas en 1695 por Manuel Tenorio, para evitar afectacio-
nes sobre su propiedad al ejecutarse las medidas solicitadas por De la Joya,
negándose a entregar sus documentos a Nicolás Guerrero para efectuar su
misión.
Miguel De la Joya entregó sus títulos, entre ellos la merced que dio inicio
a su hacienda y con la cual habrían de efectuarse las medidas:
Que es hecha por los señores Oidores, Alcaldes mayores, de la Audiencia Real
de la ciudad de Guadalajara, a doña Ángela Caballón, de un sitio de estancia
para ganado menor y dos caballerías de tierra, entre el pueblo de Cuyutlán y
la estancia de San Juan (sujeta al pueblo de Cajititlán) a la falda de un cerro
grande, en un nacimiento de agua que sale de dicho cerro, una legua de la
dicha estancia de San Juan y media del dicho pueblo de Cuyutlán, que corra
desde la abra y arroyo hacia la laguna y hacia el dicho puesto, tomando las
dichas caballerías por lo llano y desde ellas corra la dicha estancia, del dicho
puesto y estancia de San Juan; su fecha en la ciudad de Guadalajara a diez y
siete días del mes de mayo de mil quinientos y sesenta y nueve años.26
25
Se inicia a partir de este expediente, debido a la inconformidad que causaron las medidas y que desató
un litigio de 4 años. AHJ, Tierras y Aguas, 2ª Colección, legajo 40, vol.169, exp.9.
26
Ibídem, fs.42-42v.
26
San Lucas Evangelista
de San Lucas, que hoy se halla fundado e internado en la tierra que queda
al oriente’’.27 Sobre esto mismo, el problema era muy serio para el pueblo;
las conclusiones que el comisario citado envió al Juez Privativo de Tierras
menciona:
Procedí a la medida de un sitio de ganado menor y dos caballerías de tierra que debe
tener la hacienda nombrada San Lucas, en jurisdicción de Cajititlán, con arreglo a su
título, y en la práctica de medida hallé que un pueblo, nombrado también San Lucas,
se halla fundado dentro de las tierras de dicha hacienda, al que encierran del todo
las señas de la merced, siendo su población en lo más pingüe y principal de la tierra
apropósito para labores de trigo y maíz, sin que los naturales que lo habitan hubiesen
exhibido documento origen de su población en tierra mercenada’’.28
27
Ibídem, fs.42v-43.
28
Ibídem, f.53.
27
San Lucas Evangelista
29
Ibídem, f.48.
30
Hay dos fechas señaladas en la merced: 14 de mayo de 1569 y 1° de marzo de 1569. Esta última se
28
San Lucas Evangelista
ejemplos en esta Real Audiencia recientes: está el pueblo de San Martín, in-
troducido en la hacienda del Bachiller Don Antonio Caras; el del nombrado
Apozol, a quien se le quitaron las tierras que tenía de la hacienda de Don
Agustín Muñana; otro en la Tierradentro se mandó extinguir, y con mérito a
la verdad, pues semejantes congregaciones tienen origen de indios fugitivos
de otros pueblos o reducciones y se forman para vivir a costa de lo ajeno.32
encuentra en un expediente que contiene el remate de la hacienda de San Lucas a Francisco de Oroz-
co. AHJ, Tierras y Aguas, 2ª Colección, legajo 12, exp.2.
31
AHJ, Tierras y Aguas, 2ª Colección, legajo 12, exp.3, f.33.
32
Ídem.
29
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33
Ibídem, fs.35-36v.
34
Ibídem, fs.47; 49.
30
San Lucas Evangelista
los indios en posesión del norte y De la Joya por el sur. Las tierras litigiosas
eran las que llegaban hasta los ojos de agua del sur. Esto fue de suma im-
portancia, pues se ordenaba que el propietario de la hacienda, aunque fuese
dueño de ese territorio, les permitiera el uso de ellos y ‘‘que han de usar los
indios de las metateras que quedan a la parte poniente de la barranca, del
ojo de agua que posee’’.35 Este trato pudo ser ventajoso para el pueblo de
San Lucas Evangelista, ya que con toda legalidad podrían explotar las ‘‘mi-
nas de piedra’’ de basalto y aprovechar el agua cercana, sin necesidad de
crear acuerdos con el hacendado.
Inconformes todavía, los naturales no asistían a arreglar el convenio ante-
rior. En julio de 1776, se amparó la tierra de la hacienda de San Lucas y, en
consecuencia, se prohibió cualquier introducción de los naturales en ella, tras
haber ignorado los citatorios que constantemente les hacían llegar. Omitiendo
la jurisdicción de la Nueva Galicia, la parte del pueblo dirigió escritos al virrey
Antonio de Bucareli, mencionando que ‘‘Miguel De la Joya, nos cogió para sí un
triángulo de tierra, con dos ojos de agua y unas minas de piedras de metates, en
que trabajan los hijos para mantener sus familias y para pagar los reales tributos
de Su Majestad’’; esta acción les habría valido un castigo: además de ignorar
los citatorios, se dirigieron a la mayor autoridad del Virreinato sin necesidad,
condenándolos ‘‘por un mes a la obra del Real Palacio’’, aunque solamente se
resolvió que habrían de quedarse en sus límites de forma pacífica.36
No quedando alternativa, en 1777, el pueblo cedió a lo establecido por la
Real Audiencia de su respectiva jurisdicción, en cuanto a poseer el norte del
35
Ibídem, fs. s/n.
36
Ibídem, fs.87;91v.
31
San Lucas Evangelista
predio en litigio y don Miguel De la Joya, el sur. A partir de ese año y hasta
el siglo XX, no obstante las enemistades pasadas, habrían de estrechar rela-
ciones de beneficio mutuo el pueblo de San Lucas Evangelista y la hacienda
de San Lucas, por medio de un trato que propusieron los indios a su Procu-
rador, quien declaró:
habiendo quedado mis partes sin poder usar de las metateras, que por la parte
del río caen al pueblo de Cuyutlán, ni del ojo de agua que nace en los saucillos,
por haberse reconocido ser pertenecientes a la hacienda de San Lucas, propia
de don Miguel de Joya; ocurrieron al susodicho en solicitud de que les permita
sacar piedras para hacer metates y usar de dicho ojo de agua, todo el tiempo
que dicho don Miguel no lo necesite para el riego de sus labores de trigo y aún
en tiempo de esta necesidad, un día a la semana que lo sea el domingo desde
las seis de la mañana, hasta las seis de la tarde, ofreciéndole que, por este
beneficio, ocurrirán a trabajarle un día cada un año cinco peones de dicho
pueblo […] que en ningún tiempo quiera el pueblo alegar derecho, dominio
o posesión, ni, menos, propiedad a las referidas metateras y ojo de agua’’.37
37
Ibídem, f.93.
32
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ste argumento era mencionado por el propio defensor de los indios, durante el seguimiento del litigio
E
contra Miguel De la Joya.
39
apa remitido por Nicolás Guerrero, que acompaña al Plan del curato de Tlajomulco, en cumplimien-
M
to de la Real Cédula de 21 de enero de 1772, que ordenaba el levantamiento de un plan general de
curatos a los virreyes; la descripción de las poblaciones es complementaria con el mapa levantado por
Fray José Alejandro Patiño, no así en descripciones generales. Puede observarse el asentamiento de
San Lucas (5) y la hacienda homónima (6) en la parte sur de la laguna, rematando en el Cerro Viejo o
de Cuyutlán (como a veces era conocido). Archivo General de Indias (AGI), MP-México, 339, 1777.
Disponible en: http://pares.mcu.es/ParesBusquedas/servlets/Control_servlet?accion=3&txt_id_
desc_ud=21207&fromagenda=N. Consultado el 20 de julio de 2018.
33
San Lucas Evangelista
40
Cfr. González Navarro, Moisés, México: el capitalismo nacionalista, México, Universidad de Guadala-
jara, 2003, p.15.
41
Gómez Santana, Laura Guillermina, ‘‘De la resistencia a la adaptación. El pueblo de Santa Ana Tepetit-
lán, Jalisco, siglo XIX’’, en Espiral, Guadalajara, vol. XII, núm. 35, enero-abril 2006, p.96. Disponible en:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=13803504. Consultado el 14 de julio 2018. .
34
“El evangelista es simbolizado en el
tetramorfo con un toro, animal también
ligado al trabajo del pueblo de San Lucas
como parte de la ganadería y fuerza de la
yunta para labrar la tierra”. Acuarela “El
toro”.
42
González Navaro, op. cit., p.262.
43
Ibídem, p.523.
44
Ibídem, p.51.
45
nowlton, Robert, ‘‘La individualización de la propiedad corporativa civil en el siglo XIX- Notas sobre
K
Jalisco’’, en Historia Mexicana, El Colegio de México, vol.28, número 1, jul-sept 1978, p.25. Disponible
en: http://repositorio.colmex.mx/downloads/8g84mp146. Consultado el 10 de julio de 2018.
37
San Lucas Evangelista
taba con 277 hombres y 271 mujeres (548 en total), lo que representaba el
5.4338% de la feligresía registrada.46 San Lucas Evangelista no había deja-
do de mantener el mismo porcentaje de la población en la feligresía, como
tampoco había perdido la dedicación a labrar la piedra de basalto, actividad
que no se vería afectada durante la vida convulsiva del País. Un censo de
esta población, fechado en 29 de abril de 1836, menciona un total de 501
habitantes (251 hombres y 250 mujeres), 129 de ellos se dedicaban a di-
versos oficios: 65 metateros, 28 leñeros, 14 labradores, 9 petateros, 4 car-
pinteros, 4 jornaleros, 2 tratantes, 1 obrajero, 1 herrero y 1 maderero. 47 Con
lo anterior, se puede confirmar lo que Fr. José Alejandro Patiño mencionaba
sobre los pobladores, en 1778, y que seguía vigente en 1836.
Otros padrones del siglo XIX no dejan de mencionar esa actividad labo-
ral ni las descripciones sobre el entonces Partido de Tlajomulco, durante la
misma centuria: San Lucas contaba con 617 pobladores, dedicándose a la
agricultura y al labrado de metates, ‘‘que es un utensilio de piedra heredado
de los indios, muy usado en el país para moler el maíz. Es pueblo que corres-
ponde a la parroquia de Tlajomulco, y que tiene un juez de paz’’.48 Su débil
economía trastocó el ámbito educativo y lo hizo dependiente de la estabili-
dad en los trabajos agrícolas. Por entonces, el Juez de Paz suplente del pue-
blo hacía mención del estado deplorable que guardaba la escuela del lugar,
debido a la situación económica de las familias ‘‘al grado que la necesidad
46
AHAG, Sección: Gobierno, Serie: Padrones, 1831, caja 67, exp. 10, f. s/n.
47
Archivo Histórico Municipal de Tlajomulco (en adelante AHMT), caja 111, 1836, exp.11.
48
B
oletín de la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, Tomo V, México, Imprenta de Vicente G.
Torres, 1857, p.297. Disponible en: https://babel.hathitrust.org/cgi/pt?id=uc1.b2941314;view=1u-
p;seq=5. Consultado el 15 de julio 2018.
38
San Lucas Evangelista
los hace que en este tiempo se retiran a las haciendas a pepenar, para dicha
subsistencia, como también a feriar sus frutas de guamúchiles y zapotes’’ y
debido a ello se pedía ‘‘que cese la escuela por la temporada de las aguas’’.49
Jalisco había actuado, desde los primeros años posteriores a la Indepen-
dencia, legislando sobre la tierra, antecediendo a la Ley Lerdo desde mucho
antes: la Diputación Provisional de Guadalajara apoyó la división de las tierras
comunales, posteriormente los decretos ordenaban el entero dominio parti-
cular y protección al mismo; el Congreso del Estado de Jalisco, el 12 de febrero
de 1825, se adelantó al prohibir la propiedad corporativa civil y eclesiástica de
los bienes raíces, dejándose a salvo el ejido y no así el fundo legal, mismo que
había de ser repartido entre los habitantes de la población.50
Durante la década de 1830, se repartieron grandes cantidades de tierras
entre los pueblos de la jurisdicción de Tlajomulco y otras en épocas poste-
riores, respondiendo estas fechas variadas a la inestabilidad del gobierno de
corte liberal; el Archivo Histórico Municipal de Tlajomulco resguarda impor-
tantes documentos respecto a este tema y al reconocimiento de las propie-
dades. Durante el porfiriato se efectuaron similares medidas de repartición
para el fortalecimiento de la pequeña propiedad, aunque según los informes
emitidos en 1878:
Los terrenos del nombre de este pueblo, con el título de comunidad, nom-
brados cerro que tiene entre los de Cuyutlán y la hacienda de la Joya, fueron
repartidos en el mes de julio de 1834, por la Junta [Repartidora] de Cajititlán,
[ilegible] 56 agraciados la parte de arriba, y la de abajo entre 50.51
49
AHMT, caja 127, 1841, exp. 4, f. s/n.
50
Gómez Santana, op. cit., pp.103-104.
51
AHMT, caja 253, 1873, exp.5, f.1.
39
San Lucas Evangelista
[…] pagaban […] al hacendado de la Joya un metate al mes para tener permi-
so de extraer la piedra para realizar su trabajo […] se empezó a experimentar
con diseños que convierten el simple molcajete en verdaderas piezas de es-
cultura, así como una serie de artículos de ornato, principalmente para deco-
ración de espacios exteriores y jardines, ya que el basalto tiene la cualidad de
no enlamarse: fuentes, platones, ceniceros, bancas, fruteros, etc.52
¿Qué hacían los campesinos que no tenían tierras, por haberlas perdido en
manos del propietario de la hacienda de La Joya mediante la compra legal?
Previo a la dotación de ejidos, en conformidad con la Ley de 6 de enero de
1915, los pobladores se dirigieron a las autoridades por escrito, mencionan-
do que:
52
González Huezo, Arabella (ed. y coord.), Ruta franciscana en la guardianía de Tlaxomulco, Guadalaja-
ra, Gobierno del Estado de Jalisco-Secretaría de Cultura de Jalisco, 2008, p.81.
40
San Lucas Evangelista
53
AHMT, caja s/n, 1918, exp.15, f.1.
54
González Navarro, op. cit., p.711.
55
Ibídem, p.710.
41
San Lucas Evangelista
56
AHMT, caja 434, exp. 37.
57
AHMT, caja 127, exp.4 y caja 400, exp. 43.
58
AHMT, caja 520, exp.20; 485, exp. 89 y 452, exp.32.
42
San Lucas Evangelista
Gran parte del periodo virreinal, así como en el siglo XIX y parte del XX
algunos habitantes dedicados a la agricultura, como peones o medieros tra-
bajaron para la hacienda de La Joya, llamada así debido al apellido de su
propietario y perduró aun después de éste, cuando fue adquirida por Lino
Romero en 1836.59 Dicha finca no fue de las más grandes o importantes en-
tre todas las que se encontraban en Nueva Galicia y posteriormente Jalisco,
pero fue significativa para los habitantes de San Lucas y dio hogar a cuando
menos 50 personas que formaron en ella parte de su identidad.60
La hacienda de La Joya, con un valor único de $11,000.00 y símbolo de la
gran propiedad,61 asistencia y abuso para la comunidad de San Lucas, formó
parte de las propiedades de Manuel Rivera Basauri a partir de la segunda
mitad del siglo XIX, junto con la hacienda de La Concepción y Santa Cruz
en el área valle del municipio; él mismo envió a las autoridades municipales
la lista de individuos de dichas fincas que formarían parte de la Guardia Na-
cional, por lo que podríamos decir sin duda que los habitantes de San Lucas
contribuyeron de alguna forma.62
Una vez que Porfirio Díaz se convirtió en Presidente de México, se implemen-
taron entonces las comisiones repartidoras de terrenos indígenas, con el objeto
de defender los intereses de las comunidades en reparto agrario previsto por la
ley de desamortización;63 sin embargo, aunque buscó aplicarse efectivamente en
59
AHMT, caja 109, exp. 13.
60
AHMT, caja 186, exp. 13.
61
AHMT, caja 291, exp. 37.
62
AHMT, caja 220, exp.13.
63
ldana Rendón, Mario, El campo jalisciense durante el porfiriato, México, Universidad de Guadalajara,
A
1986, p.36.
43
San Lucas Evangelista
64
González Navarro, Moisés, Cristeros y agraristas en Jalisco, Tomo I, México, El Colegio de México, 2000,
p. 288.
65
AHMT, caja s/n, 1918, exp.15.
66
AHMT, caja s/n, 1914, exp. 57 y 62.
44
San Lucas Evangelista
67
aldonado Aguirre, Serafín, De Tejeda a Cárdenas. El movimiento agrarista de la Revolución Mexicana
M
1920-1934, México, Universidad de Guadalajara, 1992, p.9.
45
San Lucas Evangelista
68
Navarro González, Moisés, México: el capitalismo nacionalista, México, Universidad de Guadalajara,
2003, p.381.
69
Aldana Rendón, Mario, El gallinero de la Revolución. Jalisco: una sociedad entre la tradición y el cambio
(1900-1919), México, Universidad de Guadalajara, 2014, p.239.
70
González Navarro, op. cit., p.381; cfr. Maldonado Aguirre, op. cit., pp.22-23.
46
San Lucas Evangelista
71
Maldonado Aguirre, op. cit., p.23.
72
Ibídem, p.25.
73
uriá, José María (Dir.), ‘‘El Agrarismo y su problemática’’, en Historia de Jalisco, Tomo IV, Guadalajara
M
1981, p.442.
74
Ídem.
47
San Lucas Evangelista
candidato oficial, que parecía satisfacer las exigencias de las clases altas y
medias de los jaliscienses y a ayudar a calmar los ánimos. No en vano el lema
de su campaña: “Si tiene usted amor a la libertad, si quiere cuidar sus intere-
ses y si necesita ejercer sus derechos vote por el C. Luis Castellanos Tapia”.
Además, contaba con la venia de Carranza, pues respondía justamente al
esquema de gobierno que éste se había trazado, tendente a desplazar a los
prestigiados jefes militares y detener el proceso de reformas sociales que
nunca fue de su completo agrado.75
Aunque parezca contradictorio, el principal freno al reparto provenía de
los mismos dirigentes, quienes no veían fruto en la acción e incluso pre-
tendían frenar a partidarios del reparto, como Adalberto Tejeda o Lázaro
Cárdenas. No obstante, las reformas agrarias venían ampliando a los be-
neficiarios, considerando luego con derecho a la propiedad a los peones de
haciendas. Un motivo para frenar el reparto de las tierras fueron las indem-
nizaciones que el Gobierno debía otorgar a los propietarios de las fincas
afectables, esa medida determinó la cantidad de tierras repartidas en los
periodos de gobierno.76
Una vez publicada la Ley de 6 de enero de 1915, en fechas inmediatas,
algunos pueblos de la Municipalidad de Tlajomulco, que fue del Séptimo
Cantón del Estado de Jalisco, solicitaron la restitución de sus tierras con ape-
go a la mencionada Ley; según el Diario Oficial de la Federación en las pu-
blicaciones de las resoluciones sobre las solicitudes de restitución de tierras
75
Muriá, José María, Sumario histórico de Jalisco, Guadalajara, Editorial Gráfica Nueva, 1996, p. 446.
76
Para hacer un balance, Cárdenas (partidario del agrarismo) repartió 18 millones de hectáreas durante
su sexenio, en cambio, Calles (no simpatizante del agrarismo) repartió 3 millones de hectáreas en sus
cuatro años de gobierno. Maldonado Aguirre, op. cit., pp. 160-161.
48
“[...] El antiguo dueño de esta joya
conocedor del valor de ella, decide cuidarla
y protegerla dentro de un estuche llamado
hacienda”. Acuarela “El hacendado”.
77
Rosales Navarro, José Cruz, Crónica sobre el nacimiento del ejido de San Lucas en 1918, edición del
autor, 1968, p.1. ’’.
51
San Lucas Evangelista
cía, Marcial García, Claro Navarro, Basilio Navarro, Agustín Inclán, Francisco
Salguero, Reyes Navarro, Juan Pulido, Pedro Urzúa, Pablo Guapo, Manuel De
la Cruz, José Camarena, Alberto Guapo, Frumencio Salguero, Tinioteo Gar-
cía, Marcial Garcia, Melesio Zamora, Tirso Navarro, Claro Navarro, Basilio Na-
varro, Antonio Barboza, Esteban Beltrán, Leoncio Castro, Nicolas Sánchez,
Serapio Rodríguez, Francisco García. 78
78
Ibídem, pp s/n.
79
‘‘El Magistrado Ponente, Lic. Rodolfo Veloz Bañuelos, y Secretario de Estudios y Cuenta, Magdalena
Elia Castillo Arias, entregaron copias de expedientes del Archivo General Agrario, que se resguardan
en la Casa Ejidal de San Lucas Evangelista.
52
San Lucas Evangelista
El 7 de mayo de 1918, sin resolverse nada todavía, los pobladores del lugar
manifestaban la urgente necesidad de tierras y cómo es que trabajaban al
perder sus propiedades en la hacienda de La Joya, además del actual conflic-
to que tenían con la misma, por escrito al Presidente de la Comisión Local
Agraria:
80
Rosales Navarro, op. cit., p.3.
81
AHMT, caja s/n, 1918, exp.15, f.1.
53
San Lucas Evangelista
54
San Lucas Evangelista
La gran labor del profesor José Cruz Rosales Navarro con su Crónica so-
bre el nacimiento del Ejido de San Lucas, publicada en conmemoración a los
primeros 50 años del mismo, en 1968, que se vendió con Lorena Mora a ma-
nera de folleto, como edición del autor; rescata los testimonios de algunos
de los que estuvieron presentes en la dotación de 1918, incluido su padre,
Pablo Rosales, quien hizo las veces de secretario o escribano, y se convierte
en el principal testimonio de lo que él llamó “Descripción de la dotación”:
Fueron líneas paralelas de las cercas de piedra a la línea de la cerca para entrar al po-
trero del salitre. Del arroyito que está al oriente del pueblo empezó una línea recta
hasta llegar a la cerca donde se encuentra otro, al occidente de San Lucas aproxi-
madamente son 1, 300 metros, luego midió 1, 860 metros también en línea recta
paralela del Camino Real que está al sur a lindar con la laguna que está al norte.
Ahí se formaron cuatro potreros chicos: El Zapotillo, El Satélite, El Pato y par-
te de La Reserva. De ese terreno el ingeniero hizo más de treinta parcelas y
las entregó a los primeros ejidatarios de San Lucas principalmente a los que
habían cooperado y a la directiva la tomaron por elección a los que habían ido
a las oficinas durante más de un año.
Vino el temporal y no se sembraron algunas por falta de dinero que los ricos no
les proporcionaron, pero la mayoría sí trabajaron y recibieron buenas cosechas.
Todavía les dejaron las parcelas a los que no sembraron pero viendo que nos las
sembraban la Junta se las recogió y se las concedió a los que sí las trabajaban.
Hubo algunas que sembraban dos o tres parcelas porque tenían dinero y otros lo fi-
nanciaban algunos señores de Cuyutlán con créditos muy alto; hubo algunos, como
Don Pablo, que iban 4 días a la siembra de cultivo y tres a cerro a los metates.
Esos pronto progresaron a los dos o tres años; ya eran doce años [...] y de
estos ejidatarios hubo muchos.
Los que no tenían ánimo de progreso siempre vivieron pobres y explotados
por los prestamistas y algunos mejor no sembraban, por último el gobierno
les regaló arados de tierra y les prestó dinero, o sea que puso el Banco Agríco-
la y algunos señores de San Lucas ni así quisieron sembrar.82
82
Rosales Navarro, op. cit., pp.4-5.
55
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83
Diario Oficial de la Federación, Segunda Sección, Secretaría de Agricultura y Fomento, viernes 7 de
septiembre de 1928, p.1.
56
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84
Ídem.
85
Ibídem, p.2.
86
Ibídem, p.3.
57
San Lucas Evangelista
personas atendiendo lo mismo […] Por fin, vino un ingeniero que también
necesitó caballo por no haber transporte con motor ni caminos ampliados
[…] Y entregó La Reserva y El Tanque, pero los de San Lucas no se fijaron que
en el plano no se puso La Reserva, que hoy es de Cuyutlán, que el ingeniero
les dijo que esa quedaba pendiente […] Los de Cuyutlán, la solicitaron y les
fue concedida.
El ingeniero hizo el plan, el acta de entrega y lo llevaron en la misma forma
como lo trajeron […] Dicen que era presidente ejidal en ese tiempo Camilo
Guzmán y le tocó repartir las parcelas por medio de la democracia, la mayoría
mandaba y así, de ese modo, se repartieron las parcelas […] Si el solicitante
era de respeto por su comportamiento ante la sociedad, se le concedió […]
porque no querían tener malas con él; o si era carismático o había contribui-
do en los gastos respectivos, lo que pasó es que unos agarraron las tierras
grandes, porque productivas todas eran, de buena calidad, se trataban de La
Reserva y El Tanque […] a Pablo [Rosales] le quedó esa esquinita al poniente
por 40 metros, al sur 100 metros […] quedaba la ladera de la zanja de Severo,
de oriente a poniente […] hoy es la parcela del Tanque, su dueño es Apolina-
rio y ahí se hizo el pozo de riego. 87
87
Rosales Navarro, op. cit., pp. 6-7
58
San Lucas Evangelista
88
iario Oficial de la Federación, Sección Segunda, Departamento Agrario, Lunes 29 de noviembre de
D
1937, p.15.
59
San Lucas Evangelista
de amparo a las propiedades, con fines de evadir las Leyes Agrarias. Tomás
Orozco, dueño también de la hacienda de La Concepción del Valle, según el
expediente de primera ampliación al poblado del mismo nombre, publicado
en el mismo medio oficial el 16 de diciembre de 1937; en 1932, dividió la
mencionada en 12 fracciones entre hijas y allegados, reservando la propia,
hecho reconocido en una Resolución Presidencial donde se declararon 3 pe-
queñas propiedades; sin embargo, no fue aceptado por la Comisión Agraria
Mixta ‘‘en virtud de haberse comprobado que la administración de la citada
hacienda la tiene una sola persona’’.
La hacienda de La Joya para entonces tenía 1,278 Has. (la extensión
exacta variaba), entre 996 Has. 40 As. de tierras cerriles, 7 Has. de tempo-
ral, 72 Has. 60 As. de cerril con 9 Has. de labor y 209 Hs. 16 As. de terrenos
cerriles, ‘‘que corresponden a las fracciones 5, 6, 8, 10, 25, 26, 27, 28, 29,
32, 33, 41, 42 y 43 de la parte que antiguamente pertenecía al poblado y
que la hacienda adquirió por compra que hizo a cada uno de los propietarios
de dichas fracciones’’.89 Este argumento demostraba el origen ‘‘legal’’ so-
bre cómo la hacienda había extendido su propiedad sobre las tierras de San
Lucas Evangelista, no habiéndose mencionado en expedientes anteriores.
Por Resolución Presidencial de 27 de octubre de 1937, se otorgaron 346
hectáreas 76 áreas por concepto de segunda ampliación, de las cuales 9
Has. de temporal pasarían a conformar la parcela escolar y el resto, de agos-
tadero cerril, para uso colectivo del poblado. No obstante el resultado favo-
rable, se resolvió:
89 Ídem.
60
San Lucas Evangelista
Se dejan a salvo los derechos de los 90 vecinos del poblado de San Lucas
Evangelista, que no se les concedieron tierras de labor en el presente fallo,
por no disponerse de ellas, a fin de que cuando lo estimen conveniente solici-
ten, de acuerdo con las leyes agrarias en vigor, la creación de un nuevo centro
de población agrícola.90
Por su parte Rosales Navarro, sostiene que de esta ampliación son los po-
treros de:
La Planada […] [al] lienzo de piedra, que servía de lindero con el casco de la
hacienda; los cerritos de Las Barajas, más 6 hectáreas que están del Camino
Real al lado norte, que linda con La Reserva y El Tanque […] La Tierra Panda,
La Presita, hasta el Camino Real al lado norte […] El Sabino […] La Nopalera,
donde hicieron sus parcelas Don Sotero Ocampo, Cosme Pérez y Frumencio
Salguero […] más las parcelas que están pasando el arroyo, lado poniente […]
El Aguazarca y El Copalito, más algo de La Huizachera, porque no quisieron
los de San Lucas toda La Huizachera que llega pasando el arroyito de Las
Tortugas.
El Potrero Nuevo también fue de la segunda ampliación y limita la cerca de
piedra del cerro [por el] lado sur, ahí están las tierras llamadas: Los Corrales,
Las Gateras de terreno plano, Las Minitas [de] terreno casi plano, Los Fierros,
Las 2 Joyas, La Mesita y El Tesca la me [sic], El Agua Caliente y tierras que
están junto al arroyo del Corta pilo [sic] y el arroyo grande de San Lucas, que
baja a la laguna; y en esta segunda ampliación entra El Zaus [sic], la ladera
norte de la barranca de La Colmena y las tierras de yunta del Chirimoyo91
90
Ibídem, p.16.
91
Rosales Navarro, op. cit., p.8.
61
San Lucas Evangelista
92
Diario Oficial de la Federación, Departamento Agrario, viernes 18 de julio de 1945, p.8.
93
Ibídem, pp.8-9.
62
San Lucas Evangelista
Una cosa agradable: recuerdo que los señores que no tenían parcelas porque
no quisieron, se dedicaron a sembrar el filo de la loma, donde hoy tiene ma-
guey Don Salvador, […] sembraron calabazón como 12 hectáreas. Después
aumentó el número de desmonteros y sembraron las barranquitas, que baja
de la mina del Tule a Las Cebaditas […] [que] son terrenos planos y son como
4 hectáreas y se sembraron con yuntas, en 1939 […] hubo azadoneros que
unos años sembraron los linderos más cercanos al pueblo y es que el maíz
no se vendió todo: una parte era para el gasto porque las mujeres ponían
nixtamal y hacían las tortillas […] En 1942, en una junta los ganaderos, que
[entonces] ya eran muchos, […] [se dijo que] no se sembrara nada porque
el cerro servirá de agostadero y se aprobó […] el que quiera sembrar hacia
arriba de la cerca que se circuló, [podía hacerlo] […] un señor sembró con ese
riesgo, pero se circuló [la parcela] bien y ahí tiene su siembra. 94
94
Rosales Navarro, op. cit., p.9-10.
95
iario Oficial de la Federación, Segunda Sección, Tribunal Superior Agrario, miércoles 29 de abril de
D
1998, p.34.
96
Ibídem, p.35.
63
San Lucas Evangelista
[…] Que por lo que respecta a la superficie que actualmente detentan que
corresponden a la dotación que fue de 125-00-00 Has., la primera amplia-
ción con 300-00-00 Has., la segunda ampliación que fue de 346-76-00 Has.,
que hacen un total de 771-76-00 Has., forman una sola unidad topográfica,
inclusive con los terrenos que conforman desde el tiempo de su fundación el
fundo legal del poblado y los terrenos de pequeñas propiedades particulares
de origen comunal, lo que aumenta considerablemente el área de posesión y
aclara las 678-04-51 Has., que aparecen en el plano del radio legal de afecta-
ción que se menciona en el oficio de comisión.97
97
Ídem.
64
“Y al final, es su gente a quien le pertenece
este tesoro y toda la luz que de él emana”
Acuarela “El ejido”.
98
stas resoluciones se publicaban de forma extraoficial en el mismo Diario Oficial de la Federación:
E
publicación de ‘‘Dotación de ejido’’ a San Juan Evangelista: 18 de marzo de 1930; publicación de ‘‘am-
pliación’’ al mismo: 25 de enero de 1938; publicación de ‘‘Dotación de ejido’’ a San Miguel Cuyutlán:
27 de mayo de 1921. Ibídem, pp. 35-36.
99
Ibídem, p.37.
67
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100
Ibídem, pp.37-39.
68
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69
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1
Patiño, José Alejandro, Mapa topográfico del curato del pueblo de Tlajomulco y sucinta relación historial,
1778, México, El Colegio de Jalisco-INAH, 1993, p.16.
70
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2
Ídem.
71
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3
Véase el capítulo ‘‘Tierra, agua y piedra azul: ejes del desarrollo histórico de San Lucas Evangelista’’,
en esta obra.
72
“[...] piedra de origen volcánico en la que
dan forma a utensilios muy mexicanos
como los son el metate y el molcajete”.
Acuarela “Piedra de basalto”.
75
San Lucas Evangelista
4
Rubín, Ramón, Lago Cajititlán, Jalisco en el arte, Guadalajara, Planeación y promoción, 1960, p.51.
5
AHTZ, caja s/n, 1963, exp. s/n., f. s/n.
76
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6
Ibídem, f. s/n.
77
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7
La familia Cocula Navarro ha destacado en grandes obras, encaminadas al reconocimiento a gran es-
cala. Paredes, Alejandra, ‘‘Molcajete listo para Récord Guinness’’, Milenio, 21 de febrero de 2015. Dis-
ponible en: http://www.milenio.com/cultura/molcajete-listo-para-record-guinness. Consultado el 10
de julio de 2018.
78
San Lucas Evangelista
“Lago de paz que incita a amar, en tus riberas lindas praderas, en donde haremos un
lindo hogar; me subo al cerro a contemplarte, como una garza echada estás, que linda
eres mi linda garza, tu pico apunta pa´ Cuyutlán, en su ribera se dan maizales, dicen
las gracias al temporal. Mi Dios eterno cuida la milpa para que puedamos cosechar. Los
pescadores tienden sus redes, los esquiadores van a gozar, de la belleza de la laguna del
siempre hermoso Cajititlán.
Es muy alegre mi Cuexco, también San Lucas y mi San Juan donde ven sus molcajetes y sus
petates, también las sogas de Cuyutlán, escucha alegre el mariachi con su tambora en el
carnaval, que linda es esta laguna desde San Diego a Cajititlán. ¡Lago de amor para soñar!
1
Medina Ascencio, Luis. Revista trimestral Estudios Históricos no. 21. Articulo “Origen y evolución del
Mariachi”, mismo que se había publicado ya, no hacía mucho tiempo, en el periódico El Informador.
Guadalajara. 1982. Página 10.
79
San Lucas Evangelista
El maestro José Cruz Rosales era un maestro que recorrió gran parte del
Estado de Jalisco, ejerciendo su profesión y es precisamente en ese peregri-
nar cuando en una ocasión le tocó ir a trabajar a un rancho llamado Santa
Teresa, en el municipio de Cocula, aproximadamente en 1949. Estando ahí
se dio cuenta por boca de los ancianos oriundos de algunos antecedentes
del origen del mariachi en la localidad:
2
Rosales Navarro, Jose Cruz. El Mariachi, su origen y evolución. La vihuela y el guitarrón son la esencia del
mariachi, edición del autor, México, 2002, p. 48.
80
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diaban la música del mariachi con gran entusiasmo. Después en cada rancho,
que yo iba a trabajar como maestro, formaba un grupo de mariachis.3
3
Idem.
4
Ibídem, P. 49.
81
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Cuando crecieron mis hijos, todos estudiaron en la universidad por tres años y
recibieron su título de maestro de música, pero solo tocaron en mariachis y en
la actualidad trabajan tocando en los mejores grupos de Guadalajara; uno de
ellos tocó en el Mariachi Juvenil Azteca y recorrió varios países del mundo. 5
5
Ibídem, P.49.
82
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83
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85
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Poco a poco lo estamos dando a conocer no solo por sus artesanías, también
por sus músicos que en su mayoría somos mariacheros y en la actualidad ya no
solo es la familia Rosales, ahora distintos apellidos se encuentran dentro de este
87
San Lucas Evangelista
“Nací y crecí de una descendencia, que hasta el día de hoy lleva cuatro gene-
raciones de mariachis en mi familia; pertenezco a la tercera generación y mis
hijos que ya trabajan en esto son la cuarta generación.
Actualmente cuento con mi propio grupo, donde sus integrantes son todos
descendientes de mi familia, la herencia Rosales continúa con mis hermanos,
hijos y sobrinos”.
88
San Lucas Evangelista
AUTORES
Jalisco A.C. (desde 2010). Miembro del Consejo de la Crónica de Tlajomulco (desde 2008),
Jefe de Crónica del Municipio de Tlajomulco (desde 2017). Fundador de la Hemeroteca del
Publicaciones: Articulo “El Dios que vivo”, dentro del libro “La idea de Dios en Guadala-
jara”, de la autoría de la Dra. Celina Vázquez Parada y Wolfgang Vogt. (2011). Artículo “400
Francisco Sánchez Flores), en la revista del Cronista Municipal (2016). Artículo “Terruños
de Tlajomulco”, en la revista del Cronista Municipal (2017). Coautor del libro “Las Maravillas
de Tlajomuco” (2017), coautor del libro “Páginas de mis pueblos” (2018). Coordinador de
89
San Lucas Evangelista
Entre los proyectos que mantiene en pie se encuentra su tesis, que aportará a la historia del
valle de Toluquilla (hoy conocido como Zona Valles) y su configuración territorial a partir del
siglo XVII. Algunas investigaciones, con fines académicas, han tenido como objeto de estudio
tendencia a presentar la historia de los pueblos de Tlajomulco desde la historia agraria, por
exposición temporal ‘‘La Cofradía. Pueblo de Tlaxomulco’’, en diciembre del año en mención,
coordinada por el Mtro. José Octavio Guevara Rubio. También, de noviembre de 2017 a julio
2018, colaboró en ‘‘Terruños de Tlajomulco’’, proyecto del mismo coordinador, que se ca-
La Verdad de Tlajomulco y en redes del Instituto de Cultura Tlajomulco. Es coautor del libro
90
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Juvenil 2013. Así como sustentar el cargo de Alumno Consejero en H. Consejo del Centro
FUENTES CONSULTADAS
Archivos
Gobierno, padrones
Crónicas
Rosales Navarro, José Cruz, CRÓNICA sobre el nacimiento del ejido de San Lucas en 1918,
91
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Portales
Familysearch (https://familysearch.org)
Bibliografía
Aldana Rendón, Mario, El gallinero de la Revolución. Jalisco: una sociedad entre la tradición y el
168p.
Muriá, José María (Dir.), ‘‘El Agrarismo y su problemática’’, en Historia de Jalisco, Tomo IV,
---, Sumario histórico de Jalisco, Guadalajara, Editorial Gráfica Nueva, 1996, 537p.
92
“Y es San Lucas que como un gran corazón
late fuerte y con ritmo, alternando los
sonidos del cincel en la piedra y la música del
mariachi”. Obra “El mariachi de San Lucas”.
‘‘Patiño, José Alejandro, Mapa topográfico del curato del pueblo de Tlajomulco y sucinta histo-
Rubín, Ramón, Lago Cajititlán, Jalisco en el arte, Guadalajara, Planeación y Promoción, 1960,
61p.
Documentación electrónica
‘‘Alcántar Gutiérrez, José Alfredo et al., Arquitectura religiosa de la feligresía franciscana del
2018’’.
Gómez Santana, Laura Guillermina, ‘‘De la resistencia a la adaptación. El pueblo de Santa Ana
Tepetitlán, Jalisco, siglo XIX’’, en Espiral, Guadalajara, vol. XII, núm.35, enero-abril 2006,
Notas sobre Jalisco’’, en Historia Mexicana, El Colegio de México, vol.28, núm. 1, jul-sept
Hemeroteca
95
Se terminó de imprimir en los talleres gráficos de Prometeo Editores S.A. de