SEGUNDA PARTE (COMO SE ESPERABA QUE LA EXPANSION ECONOMICA MEJORARA EL ORDEN POL{TICO‘AL Paaxcns, el argumento en favor de que se disse tienda sueltay aliento a las actividades edquistvas privadas fue 2 la ver el resultado de una larga linea de pensamiento Occidental Yun ingrediente importante del clima inceleccual de los silos Xvit y Xvih, Sila "tess de Jos intereses feate las pasiones” fs sin embargo muy poco conocida, ello se debe en pare all hecho de que fue susttuida y oreurecida por la publiacién sraacendentsl en 1776, de Le riquece de las naciones, Por ra ones que eximinaremes mis adelante, Adar Smith abandons la disincidn existente entre los ineeeses y las pasiones al for~ ‘malar sa argumento en favor de la bisqueda irrestiea de ta ‘ganancia privada; opts por destacar los beneficios econémi- es que derivarian de esta bisqueda, antes que los peligros y Aesastres politicos que evitaia ‘tra razén de que la ess sex poco conocila puede inferirse de Ia forma laboriosa en que hubo de armarse en las paginas precedentes, a partir de fragmentos diversos de pruebas inte- Tectuales, Al recurit a un gran conjunto de fuentss, he tra alo de demostrar que a teisformaba parte de lo que Michael Polanyi ha lsmado "Ia dimeasidn vices", es decie, proposi- cones opiniones comparidas por un grupo y tan obvias para el que nunca se arrculan en forma plena o sistemivica. Un as ecto caractetstico de esta situacién es el hecho de que varios ‘utores importantes —incluio el propio Adam Smith, 1o que resulta ineresante— claboraran aplicaciones o variantes espe- ciales de Ia teria bisica inaticulada. Una variance particular- ‘mente importante consiuye el tema de las piginassiguienes. ‘Como antes vimos, los origenes de Is tesit se encuentran ce In preocupacién por el arte de gobemnar. Las pasiones que mis deben reftenarse son las de los poderosos, que se encuet ‘an en posicidn de hacer dano en gran escala y se considera bun paticularmente bien dotados de pasiones por companicin con hombres menos imporcantss. En consecuencia, las apica8 ME;ORANDO HL cRDEN POLITICO Giones mis imersnes deta eis demuesan cio el ap tho, el destroo deve de gloria yen prea ls exes spsiondor de los pesos fcten por lo ners lo prope y sd ss sbos os principales represents de ea foun de pera ene Salo x Feron Monterquies en Francia St James Scar to Exoci, Sur es bss Futon eniqeias po Joh ME les, oo mem promincre de we gro notable de sof, morales y cnc sos Hamad veces Ta teaciin econ Loy src y Adam Sith compatan alguns dels premas y preaopacones de Mosque 7 Setuar pro sr slacionsTacon muy diferentes Cala oo Ge exes pentdores set extmindo por spud, 2 excep ‘in dels fra, que se exintin coo el pro do tia frente eid ge en eld consteeon io que me ree gues pase ss sos uno fan reiido gran atencin 0 extn, srt nes rele Gina exon passes co el resto dem ba. Slo ene for owls clenene usa perspective elspa 9 le impor fica de las conepings gue sotin prensa ELEMENTOS DE UNA DOCTRINA. 1. Monresquiew Mowresguisw vio muchas vittudes en el cometco, y ya he ‘mos mencionado [a relaciin que afiems entre Ia expansion del comerco y la difusiin de la uebanidad (douceur). Para Mon: resquieu, Ia influencia culraral del comercio va de la mano om se incidencia politica: en la parte policia central, la Patte Uno de Ed esprit de las leyes, Montesquieu sostiene primero, segin lincamientos republicanos clisics, que una democracis puede sobrevivi de ordinasio sélo cusndo la riqueza n0 es de mmasiado abundante ni esta distibsida en forma demasiado des ‘gual, pero luego procede a conceder una excepcién importa te eat regla en el caso de “ana democracia basada en el co- smetcio”. Dice, en efecto EL xpccn del comers ese contigo el epcte de a fugsid, do br econo de Is madera, del abso, de a sbidaria, 8 te eeu dl onden y de e regia. Ea esa forma, mien ttas prevalence ee espirin, a riqueza que cv a0 tene ning eco pemicioss! (Casinos sentimos tentados a pasar por alto esta alabanza del comerco por ser tan extravagance. Pero mis adelante formula Montesquieu un argumento mucho més detallado y razosado ‘con mayor cuidado sobre los efeccos politicos favorables del ‘comercio, Este argumento ha sido poco comentado, y ahora 1o fesefaré con algin delle, Dsbe advertrae que el argument, por oposicién al antes citado, no sélo no se restinge a los feces del comercio sobre una democracia sino que se aplica con vigor particular a las oras dos formas de gobierno que ‘Montesquieu extmina a lo largo de toda su obra y con las {que estaba fntimamente familarizado y preocupado: Ia mo- rarguia y el despotismo. Fn la Parte Cuarta de E? espiritw de las leyes, Montesquiew examina el comercio (Libros XX y XXD, e! dinero (Libro XXII), y la pobleciin (Libro XXII. En el Libro XX ex presa su opiniéa sobre una gran divecsidad de temas gener: Jes desde “el espirtu del comeecio” hasta Ia conveniencia de permit que la noblera pasticpe en actividades comerciales. Ea fambio, en el Libco XXT se ocupa Montesquieu de un solo tema, la historia de la navegacién y del comerco, y ademis 6 mis empirico que munca. Resales entonces muy sorprea: dente que de pronto formule un principio general en el capi-