EL LIBRO
COMPLETO
DE LA
BRUJERIA
DE BUCKLAND
Raymond
irae uiceLECCION 1
LA HISTORIA Y FILOSOF{A DE LA BRUJERIA
Antes de iniciar un estudio de lo que es la brujeria seria conveniente examinar
lo que era, 0 dicho de otro modo, investigar su historia. Los brujos deben estar
conscientes de sus origenes: deben saber cémo y por qué fueron perseguidos y
también por qué han vuelto a cobrar su antigua fuerza. El pasado nos puede ense-
far mucho, ya que aunque ciertos aspectos de la historia nos parecen dridos y
carentes de interés, éste dista en mucho de ser el caso de la brujeria. Hoy en
dia la brujeria esta de nuevo triunfante y mas viva que nunca.
Se ha escrito un sinfin de libros sobre la brujeria, parciales la mayoria, tal y
como veremos a continuacion, y objetivos unos pocos de los publicados reciente-
mente. La difunta Dra. Margaret Murray siguié las huellas del movimiento hasta
la edad paleolitica de hace unos 25.000 afios. Ella considera que la brujeria ha per-
durado, de un modo u otro, hasta el presente, siendo ademés una religion bien
organizada en toda la Europa occidental siglos antes de la era cristiana. En los
tiltimos afios, varios expertos han puesto en duda mucho de lo afirmado por ella.
Sin embargo, ella presenté mucha evidencia palpable y gran cantidad de materia
interesante y sus teorfas sobre la magia utilizada para fines religiosos siguen toda-
via en pie.
Hace veinticinco mil aos el hombre paleolitico cazaba para sobrevivir. Unica-
mente una buena caza le proporcionaba comida, pieles para abrigarse y huesos
destinados a convertirse en herramientas y armas. El hombre de aquellos tiem-
Pos creia en una multitud de dioses. Ante la fuerza arrolladora de la naturaleza
atribufa un espiritu, una divinidad a cada uno de sus elementos. Denominamos ani-
mismo a esta creencia ya que segtin el hombre primitivo era un dios que controla-
ba el viento, un dios que controlaba el cielo, un dios que controlaba las aguas pero,
principalmente, un dios que controlaba lo mds importante, la caza... un Dios de
la Caza.
Puesto que la mayoria de los animales levaban cuernos, era légico que se re-
presentara también con cuernos al Dios de la Caza.
Era entonces que la magia se entrelazaba con la todavia pristina religion, sien-
do probablemente su forma original la de la magia simpética. Existia la creencia
en la atraccién mutua. Por ejemplo, si se iniciara una caza después de construir,20 Raymond Buckland
en tamafo natural, el modelo de un bisonte, atacando y «matandolo» a continua-
cidn, el éxito estarfa garantizado. Los ritos magicos/religiosos tuvieron su origen
en la costumbre de vestirse uno de los cavernicolas con la piel y cuernos de un
animal, asumiendo de este modo el papel del Dios de la Caza y dirigiendo el ata-
que. Todavia se pueden contemplar pinturas rupestres de tales ritos, junto con
los modelos de arcilla, agujereados con lanzas, que representan el oso y el bison-
te. Es interesante observar la persistencia, hasta relativamente tiempos moder-
nos, de esta forma de la magia simpatica. Hace menos de cien afios los indios Pe-
nobscot portaban mascaras y cuernos de ciervo al ejecutar sus ritos para los fines
arriba descritos, y la danza del buifalo de los indios Mandan servia para el mismo
propésito.
‘También de suma importancia era une diosa, ignorandose si ella existia prime-
ro 0 si Se evolucionaba conjuntamente con el Dios de la Caza. La perduracién de
la caza dependia de la fertilidad de los animales. Si la tribu iba a sobrevivir —y
pocas personas alcanzaban la madurez en aquellos tiempos— era menester ase-
gurar la fecundidad de las bestias salvajes. Aqui también Ja magia simpatica de-
‘semperiaba un papel estelar. Tras construir con arcilla modelos de animales copu-
Jando, los miembros de la tribu procedian a hacer lo mismo en un ritual
correspondiente.
Existen muchos modelos tanto en madera como en arcilla de la diosa de la fer-
tilidad, Se las conocen generalmente por las figurillas de «Venus», siendo la mas
conocida la Venus de Willendorf. Otros ejemplos son la Venus de Laussel y la de
Sireuil, Todas se asemejan en la desproporcin y exageracién de sus atributos,