FRIC BENTLEY{Me estoy retiriendo ahora al melodrama en general, 0 solo
Ajvmelodrama vulgar de los teatros vielorianos? No es féeil
trazar una linea divisoria entre uno y otro, asi como es difieul~
oso trazaria también entre el melodrama y la tragedia. La
realidad no parece ester formada de compartimientos estances
pa cate respecto, $e presenta como una gradacién continua
in uno de cuyos extremos se halla cl melodrama més erudo ¥,
fn el otro, Ia tragedia en su expresin mas clevads. En la tra-
fedia no se transgrede cl principio de realidad; no es uno
fismo la iiniea realidad que debe ser acatada; nucstra culpa
bilidad es axiomatica; las otras gentes pueden representar 0
hho amenazas, pueden ser 0 no monstruos, y el final es, por 10
general, desgraciado.
‘Aunque la idea de semejante gradactén puede indueir a error.
Si'deja entrever que la tragedia es radicalmente distinta del
relodrama. Hay tun melodrama en toda tragedia, asi como en
todo adulto se conserva el nifio. No es el teatro tragico, sino
ci naturalist, ol que trata de excluir los elementos infantiles
} melodrematicos. William Archer2, de extraccién naturalista,
etinia el melodrama como “una tragedia ilégica y, a veces
ireacional”. La premisa os clara: Ta tragedia, por 1o contrary
fe logiea y racional, Al buscar en la tragedia la cordura y
Tgiea de todos los dias, Archer Hegaba, sin ningin esert
‘ia conclusion de que la tragedia del pasado era, en su may
parte, inferior al teatro de salén de la clase media que se lad
Gn Londres hacia 1910. De haber sido consecuente, Hl
Sebido incluir's Shakerpeare en on dictamen.
Pero no puede decirse que la tragedia sea igua! al melodr
menos la demencis, Mas bien es equivalente al melodrama
tra coss. ;Qué es esa otra cose?
Proseguiremos con esta cuestign més adelante, luego de
capitulo dedicado a la farse, ese otro género “subalterno”
Gea la comedia lo que el melodrama es a la tragedia,
2 Archer, William: About the Theatre. Londres, Allen & Unwin,
208
‘Violeneta
Me he reterida nasta ahora 2 Ia violencia propia del melo
drama. La fares, tal vez, muestra una predileccién aun mas
hotoria por las imdgenes violentas. Y puesto que ‘a violencia
fie la farsa y del melodrama no esté excluida de la comedia
ni de Ta tragedia, bien podriamos plantear los siguientes inte-
Frogantes: ;Qué papel cumple la violencia en el arte? CuAl
(su significado? He aqui la exposicién elisiea del tem:
SSabes muy bien quo, endo eseuchamos# slain héroe (en
Homero 0] on fu arionestrxicen gemir y cantar sus afi
clones en larger tiradas, 0-8 los personajes del coro gol~
fears el pecho mientras contan sos lamentos, sun ios me-
fc de te naectees dinfrs te entnagiat teleoaneam
nccion con avida simpatia,.. Creo que poco sn expects
de refflexionar que el hecho de que nos snternemos en 10s
Sentimientos de otra persona debe eeeer agin efecto $0
tre nuestros propios entimientos: Tas emociores de com-
dusion que nuestra simpatin ha reforzago mo han de. ser
Ficites de contener cuando nosotros mismor estamos si
friendos. @¥ no se aplica at humor et mismo principio
{ue vale para To patétice? Estis obrando del mismo modo
alee ue obraofien 0 aida amin
bisfonerias que sentirias vergienza de que saliesen de tu
bes, te alvertes con ellas desaforadamente, on Kigar de
Sontrte diagustado por oan groserias, Hay en tin ime
puso a dar ronda fvelta ala reg, que Mantenas repe
tide por tn sent femor de pasar por fen; pero aoe,
Seeder a cee impul y alentar aquellas procacidades et
Sl este, ex posible que inconslentemente te Sees aras~
{var a hacer el papel de comediante en tu vids privadaIelicidad de
mantengan 5
50m Jos mismos
erucldad desme
ico sensible como
seduccién det inover
Joncia en as
‘Agu,
buen doctor Werte
serio, dado que a
ho puede Negar
Te aeeeetit Por 10s personajes malos, comprendenos
wradamente on esa tradiciS
somo tal, y cuyo iniciador fie Paton
Piers azgeto de Platin: ese aspecto del gran fidscte ft?
Hern arrojado a los poetas de su repablier ine
lis persectciones y aun mas
Hiplica alli tos movimientos
Wonte cuyo vigor sobrepase 1
jbler las columnas de los faroles con i
Pavlo que los desquites del “hombre pequestoe
wreionales a 1a provocacién (como en ol coro
fy, de Brecht),
In cabeza del vil za dentro de ls
fampana de un farol de la calle con el gan ange
iis violencia abstracta es otro si
ie un rast