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El accidente de trabajo debe considerarse, por lo tanto, como una advertencia de que algo
no ando bien dentro del proceso industrial; aquello que no anda bien puede estar en el
equipo o elemento de trabajo, en los métodos y procedimiento, en la organización y
planificación o en factor personal.
La función de seguridad es buscar, encontrar y corregir estas anomalías a fin de eliminar los
accidentes y con ellos, poner fin tanto al mal que aqueja a la producción y al elemento
humano
Las recomendaciones siguientes se aplican a todos los trabajos sobre líneas eléctricas.
Un cable cortado de toda fuente de corriente conserva una carga estática que puede ser
peligrosa. Es necesario, antes de la puesta en cortocircuito y a la tierra definitiva del cable,
de descargarlo completamente efectuando varias puestas a la tierra, sucesivas, sobre todos
los conductores y en todas las extremidades, durante el tiempo del orden de un minuto; de
tal forma de descargar las corrientes residuales susceptibles de reaparecer en ciertos cables.
Una línea eléctrica puede ser sometida a tensiones inducidas peligrosas; sea por fenómenos
atmosféricos, sea por una línea cercan que permanece bajo tensión.
Normas generales;
Nunca deben efectuarse trabajos sobre zonas eléctricas sin haber tenido autorización del
superintendente o del jefe de planta
Los operadores de una planta eléctrica, antes de iniciar su propio oficio, deben informarse
de cómo está la disposición de los circuitos y de las líneas que están conectadas a la misma
planta, y cuáles son los trabajos que se están llevando a cabo, o que se van a iniciar y que
pueden de cualquier forma interesar a la misma planta.
Al cumplirse cada uno de los trabajos, el encargado, antes de poner la “zona” nuevamente
tensión, debe asegurarse y en todo caso después de haber obtenido autorización de su jefe,
que todo el personal trabajador se encuentre alejado de la misma, para que la tensión pueda
ser conectada otra vez.
Está prohibido efectuar trabajos sobre elementos en tensión superior a 400 voltios y en las
inmediatas cercanías de los mismos elementos, si antes no se le ha dado cumplimiento a las
siguientes disposiciones:
Quitar la tensión
Colocar sobre todos los sitios de maniobra y de mando, del mencionado circuito un afiche o
“tarjeta roja” con la indicación; “SE ESTAN HACIENDO TRABAJOS, NO EFECTUAR
MANIOBRAS”.
Definir la zona de trabajo con adecuadas obstrucciones (protecciones, vallas. Cuerdas, etc.)
y letreros de aviso, con referencia a otras zonas que queden en tensión.
Para efectuar trabajos en zonas de tensión igual o inferior a 400 voltios, se necesita:
Exponer en todos los lugares de maniobra y de mando del circuito el afiche o “tarjeta roja”
con la indicación: “SE ESTAN EFECTUANDO TRABAJOS, NO HACER
MANIOBRAS”.
Está permitido trabajar en zonas de tensión, solo por tensiones nominales en corrientes
alternas y corriente continua no superiores a 400 voltios, con tal que:
Sean adoptadas medidas necesarias para preservar la seguridad de los trabajadores (se
usaran guantes, mantas aislantes, herramientas, anteojos o mascaras de protección, etc.)
Al manejar instrumentos o materiales, en particular tubos, perfiles, etc. En la proximidad de
circuitos eléctricos, se debe tener mucho cuidado.
Las puertas de los tableros deben estar siempre cerradas con llave; cuando sea necesario
tener abiertas temporalmente tales puertas, por ejemplos para trabajos, el peligro y la
consiguiente prohibición de acceso, a personas extrañas, deber ser obstaculizada y vigilada.
La electricidad cuando se utiliza adecuadamente es uno de los más seguros servidores del
hombre, pero, cuando el equipo o las instalaciones eléctricas son mal diseñados o
impropiamente instaladas, cuando son mal mantenidos o usados impropiamente; presentan
dos riesgos principales: El de electrocución y el de incendio
En este estudio pretendemos de manera somera, interpretar las causas, los efectos y los
medios de prevenir estos riesgos.
Se ha establecido que el inadecuado uso de la electricidad es la causa principal que crea los
riesgos que se han hecho referencia
Las corrientes eléctricas tienen efectos fisiológicos bien determinados en los humanos, los
cuales dependen del tipo de corriente, su magnitud y el paso de ella por el cuerpo.
Cada uno de los factores que entran en juego cuando el cuerpo humano actúa como
conductor de la electricidad tienen un papel definido en el fenómeno de la lesión por la
corriente eléctrica: La intensidad de corriente, el voltaje o tensión. La resistencia del cuerpo
humano, el calor generado y la duración del contacto son factores que deben estudiarse en
cada caso de accidente de origen eléctrico.
1. Electrocución.
2. Incendio.
1. Peligros de electrocución
Los peligros de electrocución pueden ser de dos clases:
a) Peligro por contacto directo, es decir, por contacto con un objeto conductor que se
encuentra normalmente bajo tensión
b) Peligros por contacto indirecto, es decir, por contacto con un objeto conductor que pueda
encontrarse accidentalmente bajo tensión.
Antes de entrar en los aspectos tecnicos del problema, vamos en esta primera parte, algunos
de los efectos fisiológicos de las corrientes eléctricas.
Desde el punto de vista de los efectos fisiológicos de las corrientes eléctricas, podemos
distinguir las siguientes:
Corriente continúa.
En realidad, cada uno de los diferentes elementos que constituyen el circuito que forma un
individuo cuando se pone en contacto directo e indirecto con una parte que este en tensión,
son susceptibles de tener una influencia sobre el fenómeno de electrocución
Teoría Bulbar, mantenida por D Arsonval en 1887; atribuye la muerte por electrocución a
una inhibición de los centros bulbares cuyo principal efecto es la detención de respiración,
proviniendo entonces la asfixia, no obstante de la teoría se desprende el axioma terapéutico
de que un electrocutado debe ser tratado como un ahogado y debe dársele la respiración
artificial.
Teoría cardiaca, que se basa en los descubrimientos de varios científicos quienes ensayaron
sobre perros, esta teoría fue comprobada por una comisión oficial francesa en el laboratorio
central de electricidad en los años 1910 y 1911. Sus defensores sostienen que la muerte
proviene de la corriente sobre el corazón, acción que se manifiesta por la sustitución del
movimiento rítmico del corazón normal por movimientos arrítmicos no coordinado de sus
fibras musculares, estos movimientos constituyen lo que se llama las tremulaciones
fibrilares.
Se han establecido con precisión los umbrales de intensidad de corriente, o sean los valores
de corrientes capaces de producir un efecto determinado en el cuerpo humano en caso de
accidente eléctrico. Estos umbrales son:
Percepción de la corriente
A partir de una intensidad de 1,1 mA, en corriente alterna, el 90% de los individuos sientes
una sensación de hormigueo por el paso de la corriente eléctrica.
Contractura
Por encima de los 9 mA, en corriente alterna, se produce una contracción muscular,
corriendo el individuo el riesgo de quedarse “pegado” al conductor. Se puede decir que por
encima de este valor, el riesgo aparece.
Corrientes peligrosas
De las discusiones anteriores podemos darnos cuenta que el elemento determinante del
fenómenos de electrocución es la intensidad de la corriente.
Corriente continúa
El umbral peligros se establece entonces para la corriente continua entre 50 y 100 mA. Es
necesario mencionar que la corriente continua puede causar en el organismo probablemente
por electrolisis, perjuicios importantes susceptibles de acarrear graves enfermedades, cuyos
resultados en ciertos casos son fatales.
De acuerdo a estos tres factores anteriores expuestos, la resistencia eléctrica del cuerpo
humano es susceptible de variaciones considerables según las circunstancias en que se
encuentra la víctima en el momento del accidente, (manos húmedas, gran superficie de
contacto con el conductor, parado sobre superficies muy conductoras, etc.)
Por otra parte, la resistencia del cuerpo humano bajo una tensión dada, no es constante a
través de toda duración del contacto, ella disminuye si el contacto se prolonga; de la misma
manera podemos decir que si la resistencia eléctrica del cuerpo humano se mide en relación
a una tensión dada, dicha resistencia es diferente si el organismo está sometido a una
contacto eléctrico bajo una tensión diferente, y la resistencia eléctrica del cuerpo se hace
más débil a medida que la tensión es más elevada.
Existen condiciones excepcionales donde la resistencia del cuerpo puede descender hasta
500 ohm e inclusive por debajo de este valor; estas condiciones se logran en tensiones
superiores a 1500 voltios, manos húmedas, zapatos de suelas delgadas y húmedas sobre un
suelo muy conductor.
Hemos dicho y repetido varias veces que la intensidad de corriente juega un papel decisivo
en el fenómeno de electrocución, no obstante la importancia de la tensión es considerable
porque la intensidad es una consecuencia de esta.
Luego vemos que el umbral peligroso, para las tensiones es de 25 volts, en corriente alterna
entre fase y tierra con el neutro puesto directamente a tierra y 50 volts, entre conductores en
corriente continua.
Por lo general la tensión de utilización en los hogares y la industria es 115 volts, a una
resistencia del cuerpo humano de 5000 ohms corresponde una corriente de 23 mA que para
un individuo normal no representa peligro mortal a condición de que el no permanezca
“pegado” durante un tiempo prolongado a la instalación, por lo contrario, esta tensión de
115 volts, puede provocar la electrocución en el caso de que la resistencia del cuerpo
humano alcance inclusive, un valor de 2000 ohms.
El caso más peligroso es aquel de una persona que esta introducida dentro de una bañera
llena de agua y que toca con una de sus manos un conductor bajo tensión, en estas
condiciones la resistencia del cuerpo se encuentra grandemente reducida; la tensión de 115
volts, trae como consecuencia la inevitable electrocución.
Entre los casos igualmente clásicos, menos peligrosos que este último pero que también
acarrean frecuentes electrocuciones en 115 volts, se presentan los siguientes:
Individuos que tengan contacto franco o casi franco con un suelo conductor, tales como
obreros que trabajan dentro de recipientes metálicos (calderas, tuberías) sobre placas
metálicas obreros de industrias químicas, etc.
Cuando un individuo en estas condiciones toca con suficiente presión una parte conductora
accidentalmente puesta en tensión (el mango portátil de una herramienta portátil), él es
fatalmente electrocutado, inclusive bajo una tensión de 115 volts.
En todos los otros casos de contacto accidental, sin presión ni superficies de contacto
importantes, mientras que los pies reposan sobre un suelo seco, o bien cuando los pies están
suficientemente aislados del suelo, la tensión inclusive de 220 volts, provoca sino una
sacudida insignificante.
Papel de la duración del tiempo de contacto
El estudio de la duración del tiempo de contacto de una individuo con la corriente eléctrica
ha demostrado que para cortas duraciones de contacto, el tiempo interviene de manera
similar a la intensidad para producir un efecto bien determinado, en particular estas
constataciones ha sido hechas hace algún tiempo para el estudio del umbral de la
sensibilidad o del umbral de contractura.
Para corto tiempo de contacto cuando se hace actuar durante un tiempo “T” una corriente
continua de intensidad “I”, el efecto depende principalmente de la cantidad de electricidad
“I” X “T”.
Por otra parte, la producción de calor al nivel del cuerpo es igualmente función del tiempo
y trae como consecuencia quemaduras superficiales o internas que tienen mayor extensión a
medida que el contacto tiene mayor duración.
Con respecto a la intervención del factor tiempo ya más arriba lo hemos explicado.
Los accidentes debidos a corrientes de baja tensión donde los riesgos de accidente mortal
inmediato son grandes y las complicaciones secundarias poco importantes.
Los accidentes debidos a las corrientes de alta tensión, donde la muerte inmediata, si ella es
posible, es menos frecuente, pero las lesiones y las complicaciones secundarias en
particular las quemaduras son a menudo graves.
El contacto directo con conductores bajo tensión puede determinar otro tipo de
quemaduras, propiamente eléctricas, que dependen de la cantidad de calor dentro del
organismo, en la parte por donde pasa la corriente (en realidad se trata más de necrosis que
de quemaduras propiamente dichas).
Fuera de los aspectos inmediatos, se deben conocer también las complicaciones secundarias
provenientes de un accidente eléctrico, un caso particular es la obstrucción de los riñones;
como consecuencia de un accidente por contacto con un conductor de alta tensión, es
debido a esta complicación secundaria a la que se debe la muerte de individuos que
aparentemente han salido indemnes en la semana que sigue al accidente.
El síntoma de la obstrucción de los riñones por efecto de quemaduras internas, causadas por
contactos con la alta tensión, es que las orinas son de color marrón negruzcas que según las
investigaciones de Fisher y Franklincher, se deben a la mioglobina librada a causa de estas
quemadura internas.
Se prescribe a las personas encargadas de socorrer a víctimas por contacto con la alta
tensión, hacer beber a estas inmediatamente después del accidente, una solución
bicarbonatada y repetir esta actuación varias horas después.
Se prescribe igualmente a los individuos que prestan los primeros auxilios al recoger las
orinas y enviarlas al médico, que atenderá a la víctima.
Ya hemos hablado de los riesgos de electrocución, ahora vamos a decir algunas palabras
sobre los medios generales de prevenir estos riesgos.
Respecto el mantenimiento de una buena aislación, esta condición es imperativa en una red
que no tenga su neutro puesto en tierra.
En el caso en que una red eléctrica de baja tensión tenga el punto neutro conectado a tierra,
que es en general lo más común, por cuanto debemos proteger esta instalación contra
posibles contactos con la alta tensión, debemos considerar lo siguiente:
La puesta a tierra del neutro no descarta el riesgo de electrocución porque un individuo que
toque al mismo tiempo un hilo y el suelo, soportar la tensión simple de la red, y es por lo
tanto recogido por una corriente igual al cociente entre la tensión y la resistencia total
(resistencia del individuo más la resistencia del neutro).
El aislamiento de las personas se logra, bien sea por la utilización del piso aislante o el uso
de protecciones individuales.
Para la aislación de las personas deberán usarse cada vez que sea necesario trabajar en
corriente viva, los dispositivos de protección individual: guantes aislantes, zapatos
aislantes, taburetes con patas aislantes, etc.
En los siguientes casos se impone una limitación de la tensión a 24 volts, entre fase y tierra
(muy baja tensión) a menos que se tomen las precauciones necesarias para mantener una
buena aislación de las personas y las instalaciones.
1. Utilización de aparatos eléctricos portátiles dentro de locales especialmente conductores.
3. Para lámparas de extensión cuando ellas son utilizadas en sitios muy conductoras (sobre
placas metálicas, dentro de recipientes conductores).
2. Puede permitir provocar la puesta fuera del circuito de la parte de la instalación donde se
encuentra la falla.
Debemos considerar que, solo por el hecho de que exista una puesta a tierra, no debe
significarnos que ella cumpla el papel que se le ha encomendado, es decir, la protección
contra una descarga, es necesario por lo menos que con ella se logre el primer requisito,
sino que ella es ilusoria y peligros.
No obstante, es bueno señalar que la disposición de efectuar las puestas a tierra de las
masas metálicas debe efectuarse de acuerdo al tipo de red eléctrica que se tenga, donde
podemos distinguir dos casos:
Para realizar una tierra de resistencia óhmica baja, el mejor método consiste en utilizar un
conjunto de conductores de agua colocados dentro del suelo, de esta manera se logran
“tierras” de una resistencia de 0.5 a 0,2 ohms. En nuestros días, este método con capas
aislantes para protegerlos de la corrosión resultante por este hecho, que los conductores no
tienen contacto con la tierra.
Debe prohibirse que los conductores de gas sean utilizados como tomas de tierra.
Una línea o aparato supuestamente sin voltaje puede llegar a energizarse por muchas
causas:
2. Por inducción de líneas paralelas, cerca o lejos del sitio en que se quiera efectuar un
trabajo.
4. Por alimentación en baja tensión desde los servicios que normalmente alimenta la línea,
ya que en estos servicios puede haber autogeneración,
Luego, para evitar accidentes es necesario que los trabajos en líneas desenergizadas deban
realizarse aplicando las normas que para el caso estén contempladas. Un conjunto de
normas que garantiza el ejecutante de estos trabajos, la máxima seguridad es el relativo a
las puestas a tierra de las instalaciones desenergizadas: estas normas quedan remitidas así:
a) No deben probarse los detectores en voltajes más elevados que los especificados por el
fabricante y recomendados por la compañía.
b) Los detectores deben probarse en circuitos conocidos de alto voltaje antes de usarlos
para circuitos energizados o no de acuerdo al punto anterior.
II) En líneas de doble alimentación o red mallada, ambos lados del trabajo (líneas
subterráneas).
III) La distancia máxima entre dos dispositivos de puesta a tierra, no deben exceder de un
kilometro
a) El caporal o responsable del trabajo, debe asegurarse que todas las herramientas y
equipos se hayan retirado del sitio procediendo luego a dar el aviso correspondiente al
despacho de carga o centro de operación, para quitar la conexión a tierra.
b) Para proceder a quitar los dispositivos de conexión a tierra, deben quitarse primero los
extremos colocados en las fases empezando por la fase más alejada, y por último, el
extremos conectado a tierra.
Peligro de incendio
Otro de los grandes peligros presentados por las corrientes eléctricas es el de incendio.
Entre las causas que pueden originar esta elevación de temperatura, tenemos los
cortocircuitos imperfectos y las faltas de aislación.
Los cortocircuitos imperfectos, muchos más frecuentes que los cortocircuitos francos e
inmensamente más peligrosos, porque en general ellos provocan como en estos últimos, la
fusión de los dos fusibles. Consisten en el paso de la corriente entre dos conductores, uno
de los cuales es a menudo el neutro conectado a tierra a través de materias semiconductoras
como la madera o papel que pierde sus cualidades aislantes cuando ellas están húmedas.
La corriente de falla que por este cortocircuito se logra, es a menudo de una intensidad
insuficiente para hacer actuar los fusibles o dispositivos de protección, pero es suficiente
para desarrollar, en todo tiempo de actuación, el calor necesario para carbonizar e incluso,
inflamar los cuerpos atravesados.
La corriente puede circular por tuberías de gas, de agua, etc. Pudiendo provocar incendios
por establecimiento de un arco entre tubos de gases y otros, causando la inflamación de
fugas de gases a distancias a menudo alejadas de donde sucedió la falla inicial.