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HISTORIA del CRISTIANISMO ~ ‘TOMO I | POR KENNETH SCOTT LATOURETTE Traduccién por Jaime C. Quarles y Lemuel C. Quarles \ 1958 CASA BAUTISTA DE PUBLICACIONES \ El Paso, Texas, E.U.A. Junta Bautista de Publicaciones Editorial “El Lucero” Buenos Aires, Argentina Santiago, Chile , El original de este libro fue editado por Harper & Brothers y es propiedad de esa casa publicadora. La versién cas- tellana es publicada con su permiso. 3M 1258 IV. VI. VII. VI. IX, ‘ CONTENIDO PREFACIO 11 EL CURSO DE LA HUMANIDAD ANTES DE CRISTO . Ubicacién General del Cristianismo en la Historia... 31 . El Fondo del Gristianismo: El Judaismo.....0000... 39 Ill. El Fondo del Cristianismo: E] Mundo Grecorromano 51 JESUS Y EL EVANGELIO Jestis y Los Evangelios El Fundamento del Cris- tianismo ............. a 65 LOS PRIMEROS QUINIENTOS ANOS: EL CRISTIANISMO CONQUISTA EL IMPERIO ROMANO Y SE DESARROLLA FORMAL- MENTE . La Extensi6n del Cristianismo a, Través del Mundo Grecorromano 101 El Cristianismo Toma Forma en la Organizacién y la Doctrina 155 El Ingreso, el Culto y la Disciplina en la Comunidad Cristiana’ «0... wn. 245 La Crecida del Monaguismo aesseceutseesaseesnscesasecesceceene 275 “Vasos de Barro... La Alteza del Poder”............ 291 XV. XVI, XVII. “XVII. XIX, XX, XXI, XXII, XXIII. XXIV, XXV. . Las Causas del Gran: Retroces: XI. XI. XIII. XIV. LAS HORAS MAS OBSCURAS: EL GRAN RE- TROCESO, 500 a 950 d. de J.C. La Continuacién Bizantina - Las Menores Iglesias Orientales La Corriente en la Europa Occidental... Una Mirada hacia atras y hacia Adelante ............ CUATRO SIGLOS DE RESURGIMIENTO Y PROGRESO, 950 a 1350 d, de J. C. Los Rasgos Principales y yk Ja Ubicaci6n Mundial del Cristianismo .. a Progreso Renovado y Continuado en la | Extension del Cristiamismo 220... ccee cece ceneeeeeeeneiceeneeeeee Expansién por medio de las Cruzadas Avivamiento por medio de las Ordenes Monasticas: El Rico y Variado Desarrollo del Ideal Mondstico en la Europa Occidental Movimientos Populares Religiosos: Movimientos Ademas del Monastico a Favor de la Practica Com- pleta de la Vida Cristiana tanto dentro de la Iglesia como fuera de ella ....... eecseeccceceneesteee cece Los Esfuerzos hechos por Purificar a la Iglesia Inter~ na, Especialmente por medio del Papado.............-..-- El Pensamiento Creador en la Iglesia Occidental... La Vida Parroquial, el Culto Pablico, la Disciplina y el Culto y Devocién Privados de la j= Europa ¢ Oc- cidental .......... veces ees - soso La Formacién de la is Europa Occidental... ao ecco Las Iglesias Orientales desde 950 hasta 1350 des- pués de Cristo .. Una Mirada al Pasado y otra al Futuro...-.........- 329 339 385 395 447 457 463 489 497 531 545 585 617 643 663 XXVI- XXVII. XXVIII. XXIX, PERDIDA EN EXTENSION GEOGRAFICA Y LASITUD INTERNA, CONFUSION Y CO- RRUPCION, EN PARTE CONTRARRESTA- DAS POR LA VIDA VIGOROSA, 1350 a 1500 d. de-J.C, , Las Circunstancias de la Segunda Retirada.... El Cristianismo en el Oriente Afios de Cristo 1350- 1500 ne ee cece cece La Europa Occidental: Decadencia y Vitalidad... El Pasado y el Porvenir en Compendio.........-....------ 703 713 731 795 " INDICE DE MAPAS Mapa para Ilustrar la Historia- del Cristianismo en la Europa Central y Occidental: 50-1500 d. de J. Cue cece 328 Mapa para Ilustrar la Historia del Cristianismo en Asia, Eu- ropa Oriental, y Nordeste de Africa: 500-1500 d. de J. C. 456 Europa: 1500-1750 d. de Jo Co esssessscssecsteneeectecee - PREFACIO Aqui tenemos una historia que es vieja y al mismo tiempo nue- va. Es vieja, porque repetidas veces a través de los diez y nueve si- glos y medio transcurridos desde su origen, ha sido contada y re- contada. Bajo uno u otro aspecto, esta historia ha inspirado una literatura voluminosa y sdlida. Esto es como deberia ser. Pues el cristianismo ha Iegado a ser la mas extendida de todas las creencias religiosas. No es de ninguna manera predominante en el mundo, asi como nunca deja de ser de- safiada por alguna corriente contraria. Ha habido épocas cuando parecia que el cristianismo estaba decayendo. En nuestros dias se han Ilevado a-cabo contra la fe cristiana algunos de los ataques mas poderosos. Los altos ideales cristianos nunca han sido completa- mente alcanzados. En verdad, es por lo menos discutible si dichos ideales podran ser del todo alcanzados dentro de los limites de la historia, pues son sumamente elevados, y tan superiores a todo 16 actual, ya sea en la vida colectiva del hombre, ya en pequefios grupos, o aun en la vida de los individuos. La nica vida en la cual aquellos ideales fueron incorporados, Ilegé hasta una cruz, por ser ellos tan contrarios a las practicas corrientes en la religion y en el estado, Sin embargo, medido por sus efectos, el cristianismo ha ve- nido a ser la fuerza individual mas potente en la vida de la huma- nidad, Ademas, por su misma naturaleza, el cristianismo es asunto de interés para el historiador. Si la fe cristiana es verdadera, ella debe- ria ser céntrica o por lo menos sinceramente tenida como el marco © punto de referencia para toda la obra del historiador. Tuvo su ori- gen en acontecimientos y en una vida que forman parte’ de la ates- tacién histérica. Desde la primera generacién de los cristianos, ha habido algunos que creian que la solucién para el confuso y paradé- jico drama humano, ha de hallarse en Cristo, que todo el universo creado esta en dolores esperando la manifestacién de los hijos de Dios, de los cuales Cristo es el primogénito, y que es el propésito de Dios reunir todas las cosas en Cristo, tanto en los cielos como so- bre la tierra, y sujetar “todas las cosas bajo sus pies’. Si esta con- viccion tiene su origen en hechos positivos, para ser visto en su verdadera perspectiva, todo el curso de la humanidad sobre este planeta tiene que ser contemplado con referencia a Cristo, desde su encarnacién en Nazaret asi como al través de sus ensefianzas, 12 PREFACIO sus obras, su vida y resurrecci6n, y que no es por accidente sino de la misma esencia de la historia que nuestra cronologia determi- na los afios como a, de J, C, —antes de Jesucristo— y d. de J. C., Anno Domini, el afio del Sefior, de los hombres y de la historia. No nos sorprende que, los cristianos eruditos provistos de este discernimiento, repetidas veces durante los siglos, se hayan dedica- do a la historia de su fe, y que a la luz de la historia hayan trata~ do de entender la naturaleza del hombre y el curso de la peregrina- cién de la humanidad. Ejemplos de ello pueden citarse desde el primer siglo hasta el vigésimo. La historia del cristianismo no es sélo vieja: es también siem- pre nueva, En cada generacién tiene que ser contada de nuevo. Es- to no es solamente porque en cada época un nuevo capitulo es afiadido por la corriente- siempre en aumento de los acontecimien- tos; sino porque en cada etapa de la marcha de la humanidad, se logra una perspectiva ntieva. Cada generacién de historiadores pue- de decir de sus antepasados: ‘‘Sin nosotros ellos no pueden ser hechos perfectos."” Esto es en parte por la razon de que todo his- toriador puede utilizar el trabajo de aquellos de su oficio que han pasado antes de él. Es también porque desde el punto de vista de un nuevo dia y en el nuevo marco de su tiempo, el historiador puede interpretar de nuevo el camino que la raza humana ha tra- zado hasta este punto. Ningtin historiador podra esperar el relato final y definitivo del curso del cxistianismo. Los que vienen después de él, suponemos, tendran las mismas ventajas que él poseia sobre los que antes habian emprendido la tarea, En cada generacién tie- ne que haber los que trataran de analizar para sus compafieros el pergamino, como éste ha sido desenrollado hasta ahi. Ciertos rasgos prominentes a mediados del siglo vigésimo, ha- cen necesaria una tentativa de examinar de nuevo el curso del cris- tianismo, Estos rasgos no pueden ser expresados en orden légico, porque no hay claridad acerca de si estan relacionados entre si en forma légica. Uno de ellos, probablemente el mas pronunciado a primera vista, es el hecho de que la raza humana esta unida, en el aspecto fisico, mas estrechamente que nunca antes, Década tras dé- cada, afio tras afio, los rapidos medios de transportacién y comu- nicacién, reducen el tamafio de nuestra esfera terraquea en el sen- tido de “distancia-tiempo” y hacen vecinos entre si a los pueblos . gue solamente ayer se hallaban alejados por grandes distancias. Estrechamente unida con el empeguefiecimiento de nuestro plane- ta, esta la aparicién de lo que, en algunos aspectos, es una cultura mundial, La civilizacién en todas partes esta Ilegando a tener ras- gos comunes. Estos incluyen las maquinas, el nacionalismo, las tendencias hacia el socialismo y la democracia, en una u otra de sus diferentes formas, y la demanda de una educacién primaria PREFACIO 13 universal. Es significativo ‘que en el Occidente han de hallarse las fuentes inmediatas de los movimientos que han traido a toda la hu- manidad a tan estrechas relaciones entre si, como también las fuen- tes de los rasgos prominentes de la ‘naciente cultura mundial, han de hallarse en el Occidente; y que el Occidente desde largo tiempo ha sido el baluarte principal del cristianismo, y de la mayor parte de lo que tradicionalmente se llama la Cristiandad. No nos extrafia, pues, que mano a mano con la extensién de los demas rasgos de la cultura del Occidente, fuese ampliamente diseminado el cristianismo, Esta diseminacién no ha venido auto- maticamente. En su mayor parte, se ha logrado por medio de una minoria de cristianos que han tenido profundamente arraigada Ja fe cristiana. Es verdad que mucho se ha conseguido por la emi- gracién desde Europa de Jos que han sido cristianos por herencia, pero aun de éstos la gran mayoria han sido cristianos sélo de nom- bre y en el nuevo ambiente ellos han tenido la tendencia de irse con la corriente, alejandose :de las normas religiosas de sus antepasa- dos. Han sido los cristianos fervorosos que han emigrado con sus familias, y a veces los misioneros venidos de sus respectivas patrias, los que han mantenido viva la fe en los emigrantes cuando éstos se trasladaban a sitios nuevos. El extendimiento del cristianismo entre los pueblos no occidentales ha sido frecuentemente realizado por comerciantes y oficiales de gobiernos de paises de Occidente, pero mas frecuentemente atin, ha sido Ilevado a cabo por medio de los hombres y mujeres que han ocupado todo su tiempo como mi- sioneros y por medio de los convertidos de estos misioneros. Sea por el proceso gue fuere, el cristianismo hoy se halla mas amplia- mente distribuido en el sentido geografico y mas profundamente arraigado en mayor ntimero de pueblos que cualquiera otra fe. Por un extrafio y sorprendente contraste, el cristianismo nunca ha sido tan extensamente desafiado como en el actual siglo veinte. No sélo han continuado oponiéndole resistencia los rivales tradi- cionales como el islamismo, el hinduismo y el budismo, sino que también, dentro de la “cristiandad” ha habido grandes defeccio- nes y rivales nuevos, nacidos en los paises reconocidos. como cris- tianos, siendo el principal de ellos el comunismo, el cual esta ex- tendiéndose por la tierra, amenazando todas las religiones histéri- cas, especialmente el cristianismo mismo, pareciendo a veces que de su propio seno han estado saliendo las fuerzas para su destruc~ cién, Es desde este ventajoso punto de vista que nos proporciona el siglo presente, que trataremos de mirar hacia atras y relatar de nuevo la historia del cristianismo desde su comienzo hasta este dia nuestro. Toda historia del cristianismo, si ha de ser comprensiva, tiene 14 PREFACIO que tratar de analizar el curso de los muchos rasgos del relato hu- ‘aano que puedan deber su origen en todo o aun en parte a Cristo. Tenemos que esforzarnos por entender la nianera en que los im- pulsos inspirados por Cristo hari modificado la corriente de la vida humana. . ’ La mayor parte de esto tendra que ver con lo que generalmente Iamamos el cristianismo, Esta‘es una religion y como tal es una de muchas religiones. Su caracter distintivo, asi como lo da a en- tender su nombre, es que tiene’a Jesucristo en su mismo coraz6n. Sin embargo, el cristianismo es una sintesis de lo que el cristiano considera el evangelio, aquel don de Dios dado al hombre en Cris- to, y de la respuesta humana al evangelio. El cristianismo se con~ centra en derredor de Cristo, pero esta compuesto de la fe, el ju- daismo, del cual Jestis .provino, y el cual preparé el camino para él; de Jesiis mismo, su nacimiento, vida, ensefianzas, obras, muerte y resurreccién; de la fe de sus mas allegados discipulos en él, y de los diferentes aspectos de los variados ambientes en los cuales el cristianismo se ha movido. Obviamente, un relato bien acabado de la historia del cristianis- mo, incluiré la historia de su expansién geografica, tomando nota de las formas de la fe que se extendia, las razones de su expansién asi como los métodos, agentes y agencias por medio de los cuales se realizé dicha expansién. Mucho de la historia del cristianismo ten~ dra que ver con la iglesia visible, el compafierismo “institucionali- zado”, 0, mas bien, el conjunto de instituciones que se han levan- tado a causa de Cristo. Tendra que relatar algo del caracter, la vida y obra de los mas destacados creadores y directores de estas instituciones. Tiene que contar la historia de las divisiones dentro de la comunidad cristiana y de los esfuerzos por subsanar estas divisiones asi como por realizar aquella unidad en amor que es de la misma esencia del evangelio cristiano. Tiene que abarcar el des- arrollo del pensamiento cristiano, especialmente de lo que se Ilama doctrina, las tentativas de los cristianos de dar una formulacién intelectual a su fe. Semejante perspectiva tiene que constar tam~- bién del desarrollo del culto tanto piblico como privado. Tiene que hablar de los medios que han usado los cristianos en su esfuerzo por vivir plenamente los ideales de su fe y por alentar a otros a hacer lo mismo. Para este fin tendra que tomar conocimiento de los métodos y formas de instruccién en la fe cristiana, del curso del ascetismo y misticismo cristianos, tanto dentro de los movimientos monasticos como fuera de ellos, y de las normas y procesos de Ja disciplina aplicada a sus miembros, por las iglesias, Tendrd que haber informacién acerca de algunos de los cristianos prominentes, especialmente de aquellos que han sido considerados por sus com~ pafieros como préximos al ideal cristiano y de los que han sido am~ PREFACIO 15 pliamente influyentes, sea dentro del compafierismo cristiano, o fuera de él, Una bien balanceada narracién del curso del cristia~ nismo tiene que tratar de revelar qué ha: significado la fe para la gran mayoria de los que Ilevan el nombre de cristianos y de aque- Tlos que, ajenos a la fama, en poblaciones pequefias y oscuras, han sido centros irradiantes de la fe. Una historia inclusiva debe decir algo acerca del efecto del cristianismo sobre el ambiente que lo ro- ded, y no sélo sobre los individuos, aunque éstos son la me~ ta y la piedra de toque del evangelio cristiano, sino también sobre las muchas instituciones sociales y politicas, sobre los movimientos y costumbres, y sobre las corrientes intelectuales y emocionales que dan forma a los individuos. Hay que dar espacio para tratar el efecto que el ambiente ejerce sobre el cristianismo, porque los dos obran reciprocamente: el cristianismo moldea y hasta cierto grado es moldeado por el ambiente en el cual opera. Si no ha de ser falseada la historia del cristianismo, tiene que comprender todas las variedades de la fe. Tiene que incluir no sélo aguellas formas que han tenido numeroso séquito, sino también los grupos menores, Debe mencionar no solamente las numerosas igle- sias y movimientos que han sido caracteristicas de la escena co- rriente en todas partes del mundo donde se hallan establecidos, sino también aquellas ramas del cristianismo que han desaparecido. Desde su comienzo, el curso del cristianismo tiene gue ser con~ templado contra el fondo del cuadro, que es la raza humana entera. Debe ser obvia la necesidad de esta perspectiva, aunque frecuente- mente tal necesidad es desconocida, En vista de que alegan que Cristo es esencial para una comprensién del significado de la his- toria, que la perspectiva del cristianismo es universal en su alcan~ ce, y que desde el principio ha sido puesto ante los seguidores de Jests el ideal de ganar a todos los hombres para su discipulado, el historiador tiene que preguntar hasta dénde han sido realizados aquella comprensién y aquel suefio. Su escenario mundial pues, tie ne que ser toda la humanidad desde el principio hasta el presente. En toda etapa principal de su relato, el que quisiera analizar la historia del cristianismo, tendra que esforzarse por contemplarla en su marco mundial, Esto quiere decir, por ejemplo, que en aquellos capitulos donde estamos contando la historia de los cinco primeros siglos del cris- tianismo, cuando esta fe estaba ganando la fidelidad de los pueblos del Imperio Romano y estaba desarrollando sus instituciones, nor- mas de pensamiento y formas de culto, que han sido usuales para la mayoria de los cristianos desde aquel tiempo hasta el presente, tenemos que hacer claro el hecho de que la mayor parte de Ja raza humana, tanto la civilizada como la no civilizada, no estaba si- quiera tocada por el evangelio ni conocia atin el nombre de Jesu-

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