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El universo de

las perdidas.
Un universo.
De un hijo.
El aborto.
Muertes subitas.
Traumas .
Sindrome post-traumaticos.
El sentido de las perdidas.
Perdida de un hijo

En un grupo de papás que una vez me toco acompañar,


comente que cuando una persona pierde a sus padres se
llama HUERFANO, cuando una persona pierde a su esposo
se llama VIUDO, cuando una persona pierde un hijo, NO
HAY NOMBRE, y recuerdo que Mario, un papá desbastado
por este dolor me dijo…”Sí Sandra, tiene nombre y es des-
graciado, yo perdí la gracia para siempre…”
Hablar del valor de un hijo, en la vida de un padre,
ciertamente es algo de por sí SAGRADO.
Es la parte humana de la existencia que nos lleva al
camino de la auto-trascendencia, y a desarrollar los
valores de experiencia
Ciertamente un hijo representa el valor de la
continuidad de la vida, sea este biológico o adoptivo,
y la responsabilidad de “estar a cargo de….un ser que
nos observa, aprende de nosotros, nos hacer ser
mejores personas”.
El hecho de que tu hijo o hija haya sido parte de tu
existencia, en el tiempo que ha tenido para vivir, YA
ES UNA GANANCIA, o sea ha tenido SENTIDO.
Culturalmente, la muerte no existe, solamente existe la
vida, pero una de las realidades de todo lo viviente, por
tanto no solamente del hombre, sino del animal y de la
planta, es eso, la finitud, el tener que terminar; la
permanencia termina, la muerte llega. Y esta es la
CONCIENCIA DEL LIMITE.
La muerte de un hijo
trae, además, otras
reflexiones y vivencias.
Acarrea situaciones
complementarias y una
de ellas es: la culpa
Donde hay culpa hay apego.
Y apego ¿qué significa? Vivir consciente o
inconscientemente, casi siempre inconscientemente,
negando que eso a lo cual yo me apego tiene fin.
La culpa en el fondo es una ilusión de perpetuidad,
todo aquello que a mí me atrae y me causa placer
tiene que durar para siempre y esto, en el fondo,
constituye la razón fundamental de la culpa
El hecho de perder un hijo enturbia, oscurece el sentido
de vida, PERO NO LO ANULA.
Si tu vida perdió sentido… ¿no será que aún cuando tu
hijo estaba vivo, ya sentías que tu vida no tenía sentido?
¿No será que había ya una sensación de vacío en ti?
Tus hijos no son tus hijos

Tus hijos no son tus hijos, son hijos e hijas de la vida deseosa de si
misma.

No vienen de ti, sino a través de ti y aunque estén contigo no te


pertenecen.

Puedes darles tu amor, pero no tus pensamientos, pues, ellos tienen


sus propios pensamientos.

Puedes abrigar sus cuerpos, pero no sus almas, porque ellas, viven en
la casa del mañana, que no puedes visitar ni siquiera en sueños.

Puedes esforzarte en ser como ellos, pero no procures hacerlos


semejantes a ti porque la vida no retrocede, ni se detiene en el
ayer.

Tú eres el arco, del cual, tus hijos como flechas vivas son lanzados.
Deja que la inclinación en tu mano de arquero sea para la felicidad.

(Kahlil Gibran)
El aborto
Espontáneo.
Inducido.
En las dos circunstancias se debe acompañar a
elaborar el duelo.
En el aborto espontaneo, se vive desde lo
adverso, lo incierto, lo que puede venir ..
En el aborto inducido a esto se le suma la
culpa.
El aborto inducido llega a un nivel de trauma
La mujer siente que no puede llevar adelante esa
situación por distintos motivos.
No es el rechazo a la vida muchas veces, si no el miedo
a la situación que originara la llegada de un hijo.
Innumerables NO PUEDO…
Otras muertes.

Subitas.
Por catastrofes.
Sindome post-traumaticos
La definición psiquiátrica de "trauma" es "un evento ajeno
a la experiencia normal humana".
Un trauma generalmente lo deja a uno sintiéndose
impotente, indefenso, paralizado.
Tiende a ser repentino y aplastante; le "posee" a uno. No
se puede pensar claramente durante y después de un
trauma grave; al mismo tiempo, le obliga a uno a enfocar
su conciencia hacia el intento de manejarlo.
Algunos casos de traumas únicos
desastres naturales (terremoto, inundación,
huracán, etc.)
violación
asalto
atraco
robo
accidentes (coche, avión, tren, etc.)
incendio
Traumas prolongados.
abuso físico o sexual como niño o cónyuge
guerra
vida en un campamento para prisioneros
vida como refugiado
situaciones como rehén
vida en un campo de concentración
vida en algunos cultos religiosos
Efectos.
Emocionales
Shock, lo cual incluye emociones aletargadas,
cuestionamiento de las percepciones, perturbaciones de
la memoria
Negación, la cual ayuda a reducir el terror, la
impotencia, y el miedo de morir o ser abandonado, a
niveles manejables
Confusión y desorientacion
Aletargamiento
o Pánico
o Llanto
o Ansiedad e inseguridad extremas
o Inflexibilidad
o Disociación, sentimientos de irrealidad
Cognoscitivos
Incredulidad, otro mecanismo de protección
Desorientación y confusión
Dificultad para pensar y concentrarse
Pensamientos no deseados - los recuerdos
traumáticos pueden entrometerse en la vida diaria y
en los sueños, haciendo que se sienta uno fuera de
control.
Problemas de percepción
El mundo puede parecer inseguro, inestable,
impredecible, e injusto
Recuerdos traumáticos - imágenes intensas, claras,
vívidas
Tendencia al olvido
Hiperexcitabilidad
Trastornos del sueño
Problemas de concentración
Aumento en el estado de vigilancia
Respuestas exageradas de sobresalto
Mantenerse cauteloso
Lágrimas o cólera o pánico repentinos
Estado de alerta y ansiedad intensificados
La inevitable revisión
Los sobrevivientes a traumas pasan mucho tiempo
pensando en lo que pudieron haber hecho diferente.
La verdad es que no pudieron haberlo hecho de
manera distinta - el cuerpo lo asume. Y lo importante
no es lo que se haya hecho - sino que se haya
sobrevivido
El recuerdo y el duelo implican lamentar tanto las
realidades como los potenciales que se perdieron; la
reconexión es el tiempo de "Sé que me tengo a mí
mismo" – es el tiempo para ver los cambios positivos
que trajeron los traumas, celebrando al sobreviviente
que hay en sí mismo, y reconectando/profundizando
la intimidad con otros en formas que antes no habían
sido posibles.
El sentido de la perdida
este camino por el que deberás transitar es único y
personal, como tú mismo, y además otro aspecto
importante: es solitario.
Podremos tener a muchas personas a nuestro alrededor,
pero el dolor nos lleva a ensimismarnos, a la posición del
feto, nos estremece y acurruca; quizás, no hay
abrazo, palabra o gesto que nos alivie, es una soledad -
casi diría - necesaria.
“Nos sale aquí al paso un fenómeno
humano que yo considero
fundamental desde el punto de vista
antropológico: la autotrascendencia
de la existencia humana.
Quiero describir con esta expresión el hecho de
que en todo momento el ser humano apunta, por
encima de sí mismo, hacia algo que no es él
mismo, hacia algo o hacia un sentido que hay que
cumplir, o hacia otro ser humano, a cuyo
encuentro vamos con amor. En el servicio a una
causa o en el amor a una persona, se realiza el
hombre a sí mismo.
Cuanto más sale al encuentro de su tarea, cuanto
más se entrega al otro, tanto más es él mismo
hombre, y tanto más es sí mismo. Así pues,
propiamente hablando sólo puede realizarse a sí
mismo en la medida en que se olvida a sí mismo,
en que se pasa por alto a sí mismo.
¿No ocurre lo mismo con el ojo, cuya capacidad
visiva depende de que no se ve a sí mismo? ¿Cuándo
ve el ojo algo de sí? Sólo cuando está enfermo.
Cuando padezco glaucoma, veo una nube, y
entonces es cuando advierto la opacidad del
cristalino. Cuando tengo un glaucoma, veo un halo
de colores del arco iris en torno a las fuentes
luminosas, lo que no es sino el glaucoma. Pero en
esta misma medida disminuye la capacidad de mi
ojo para percibir el entorno.
El sentido no puede darse, sino que debe
descubrirse” (Víktor Frankl)
Llegó el momento de SALIR, salir de uno mismo
para abrazar el sentido y poder darle a esta
pérdida la categoría de aprendizaje. Más allá de
todo, y sobre todo en este recorrido por cada
etapa vivida, hubo amargura extrema, llanto,
culpa, rabia, angustia, tristeza, depresión.
La CONCIENCIA es una capacidad que nos
permite descubrir el sentido único escondido
en cada situación. El hombre debe ser fiel a su
conciencia a pesar de que cabe la posibilidad
de que ésta lo desvíe. Pero la posibilidad de
error no exime de la necesidad de intentar.
No siempre las situaciones se presentan con
claridad. La responsabilidad nos hace ser
constructores de nuestro propio futuro, pero
también nos pone en estado de permanente
conflicto de valores, de búsqueda angustiosa. "La
conciencia será buena en la medida en que el
hombre, olvidándose de sí, comience a actuar por
amor a una causa o a alguien"
La conciencia nos hace pensar en una
trascendencia; la conciencia es algo más que mi
yo, detrás de ella hay una instancia no humana, si
bien personal.
Pero quedémonos con la idea de que es la
conciencia la que nos permite descubrir qué
valores estamos llamados a vivir ante cada
situación de nuestra vida.
Esta pérdida es una situación límite, pero no una
situación final.
En la medida en que tanto la libertad como la
responsabilidad son fenómenos que tienen su
origen en la dimensión espiritual del hombre,
podemos aventurar que el «destino» no es otra
cosa que un «llamado» al espíritu humano.
La cruz, la prueba, el obstáculo, es parte de la
existencia, de lo que te tocará vivir. Ahora estás
despierto, sabiendo que en el PARA QUE, se encuentra
la respuesta…
“Siempre que hay un para qué, se encuentra un cómo”
(Friedrich Nietzsche)
Por ello, a partir de esa revelación de la pérdida, uno
se rebela, pero con "b". Hace su rebelión interna, que
es el primer estadio necesario e imprescindible para la
salud de nuestra mente, de nuestro corazón, de
nuestro espíritu.
Aquel que no se rebela frente a las pérdidas,
entonces tiene un problema y quizás mucho más serio
que la misma pérdida.
Algunas nuevas situaciones o
“para qués…”

La vida se mira diferente, ya no te seducirán las cosas


“vacías o sin sentido”.
Ahora te atraerá todo aquello que sea significativo, que
le aporte un valor a tu vida.
Estarás donde quieras y en lo que elijas hacer.
Disfrutarás de las cosas más simples y sencillas de la
vida.
Ya no estarás en posición de “espectador”. Ahora, serás
el protagonista.
No perderás el tiempo.
Buscarás no competir, no ganar, no llegar a una meta, sólo
por llegar, le darás valor al recorrido, al camino que te
conduce hasta lo que quieres lograr.
Empezarás a buscar llegar a los demás, dando tu buena
nueva…aparecerá el nuevo PROYECTO.
Te darás cuenta de aquellos que están sumidos en el dolor,
como tú alguna vez estuviste y te acercarás a ellos …tu
mundo de sensibilidad será más amplio.
Incorporarás a tu vida, la vivencia de „lo transitorio”, de
que todo aquello que tienes puede desaparecer de tu
vida, y desde esa posición puedes empezar a disfrutar lo
que si hay, hoy, en tu existencia.
Aprenderás a reformular, tus vínculos, tus relaciones con
las cosas y con las personas, ya no te quedaras en la
posición de observador, si no que ahora ya sabes que la
vida, requiere de tu presencia, de tu actitud.
Sabrás que hay que hay que ser sembradores de
buenas acciones, para que se transformen en actos
llenos de sentido, que te cobijen y te den fortaleza
cuando aparezca el límite. Un pasado lleno de
sentido, es un presente que sostiene frente a las
pérdidas, y un futuro con esperanza..
Podrás ver que, lo que tuviste alguna vez y hoy ya no
está: un hijo, una madre, un padre, una esposa, un
trabajo, una parte de tu cuerpo, etc., el tiempo que
duró a tu lado, fue el que tenía que ser, y por eso ya
tuvo sentido, y esa ya es una ganancia,. Que lo que
amaste no muere, ni desaparece, se queda en ti ahora
y siempre…contigo

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