Los pequeños agricultores tienen la solución

Bióloga Gissell Salazar García

La revolución verde no es un tema nuevo, se inició en la década de los 50 con el único fin
de aumentar la tasa de productividad de cultivos tradicionales para lograr convertirlos en
competidores de cultivos a gran escala y que utiliza tecnología nueva. Pero en los años 90,
la revolución verde modifico su orientación y la unión entre la genética y la biotecnología
lograron transformar significativamente la productividad de la agricultura en el mundo.
Sin embargo, no son lo mismo, la primera revolución conseguía realizar la selección genética
de las mejores variedades, pero estaba asociada, en la mayoría de los casos, al uso excesivo
de productos químicos y maquinaria pesada que generaban un daño incalculable al suelo.
La segunda revolución tiene como principal fin la creación de organismos modificados
genéticamente (OGM) conocidos como transgénicos, de esta forma es posible crear
combinaciones entre animales, plantas, bacterias, hongos etc. Esta última revolución
consiguió solucionar parcialmente los problemas alimentarios, sin embargo, el consumo de
agua y el uso de suelo fue mucho mayor, además los costos de producción a largo plazo
aumentaros dejando prácticamente por fuera a los pequeños productores.
Aunque en principio ambas revoluciones tenían como fin luchar contra el hambre, hoy se
sabe que el aumento de la producción no implica que los alimentos sean distribuidos
alrededor del globo y muchas veces resulta en pérdidas.
Ahora el reto de la revolución verde es mayor. Los procesos biotecnológicos deben ser
desarrollados e implementados como herramientas eficaces en la lucha contra los
problemas que enfrentan as sociedades del siglo XXI, sin afectar de forma negativa el
ambiente, pues es responsabilidad nuestra usar con precaución los recursos que las
generaciones futuras han dado en fidecomiso a la nuestra y los procesos tradicionales
pueden ser la clave durante el proceso.
Los pequeños agricultores son los mas productivos, pues son los responsables de
suministrar la mitad de los alimentos en los centros poblados a partir de porciones
pequeñas de tierra, que administran de manera eficiente y sostenible. Su sistema de
agricultura combina las practicas de cultivo, el manejo adecuado del suelo y los recursos
hídricos y la reducción o suspensión de agroquímicos potencialmente peligrosos para el
ambiente o la salud humana.
El reto de la agricultura es la sostenibilidad. Se debe asegurar un mejor manejo de los recursos, la
rotación de los cultivos y reducir el uso de agroquímicos, para así aumentar el rendimiento de las
parcelas. El uso de mano de obra local y tradicional contribuye con la justicia social y la construcción
de país.