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De un vistazo
La teoría del procesamiento de la información compara el cerebro con una
computadora.
Después hay que responder a esa información. Esa respuesta es llamada “salida”.
La salida es lo que un niño escribe, dice o hace como respuesta a la entrada.
Quizás quiera que su hijo sea evaluado para determinar si alguna de esas
dificultades podría estar obstaculizando su aprendizaje. Una evaluación completa
debería incluir pruebas que analicen las habilidades de procesamiento. La
evaluación puede ofrecer información valiosa que lo ayude a usted y a los
maestros de su hijo a desarrollar un plan para apoyar su aprendizaje.
Puntos clave
Los niños que tienen dificultades con el procesamiento de la información
pueden tener problemas para darle sentido a la información visual o auditiva.
Revisado por
Ellen Braaten, Ph.D.,es la directora del programa Learning and Emotional
Assessment y codirectora de Clay Center for Young Healthy Minds, ambos en
Massachusetts General Hospital.
https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-
disabilities/information-processing-issues/information-processing-issues-what-you-need-to-know
Velocidad de procesamiento: Lo que
necesita saber
Por Kate Kelly
De un vistazo
La velocidad de procesamiento lenta no es una dificultad de aprendizaje o de
atención por sí misma.
¿Su hijo se pasa dos horas haciendo la tarea de matemáticas cuando a los demás
chicos tardan 20 minutos? ¿Le va mal en los exámenes, incluso cuando conoce el
material? ¿Le cuesta seguir las instrucciones de varios pasos, especialmente
cuando no hay mucho tiempo para terminar la tarea?
Tener una velocidad de procesamiento lenta no tiene nada que ver con cuán
inteligentes sean los chicos, sino con la rapidez en la que captan la información y
la usan. A los chicos que tienen problemas con la velocidad de procesamiento
puede que tarden más tiempo en realizar las tareas que los otros, tanto las
escolares como las cotidianas.
Por ejemplo, cuando un niño con velocidad de procesamiento lenta mira las letras
que forman la palabra “casa”, podría no saber de inmediato lo que dice. Tiene que
averiguar qué estrategia usar para entender el significado del grupo de letras que
tiene enfrente. No es que no sepa leer, es que tarda más tiempo y requiere más
esfuerzo en este proceso que suele ser rápido y automático para otros niños de su
edad.
“Tener una velocidad de procesamiento lenta no tiene nada que ver con la
inteligencia de un chico, solo con la rapidez con la que puede rcaptar y usar la
información”.
Decir demasiadas cosas al mismo tiempo también puede representar un reto. Si
usted da indicaciones de varios pasos: “cuando bajes, trae tu cuaderno. ¿Y
puedes también bajar los vasos sucios y ponerlos en el lavaplatos? Un chico con
velocidad de procesamiento lenta podría no ser capaz de seguir todos los pasos.
Tener una velocidad de procesamiento lenta dificulta digerir toda la información lo
suficientemente rápido como para terminar la tarea.
Puntos clave
La velocidad de procesamiento lenta puede afectar la habilidad para tomar
decisiones con rapidez.
Los problemas con la velocidad de procesamiento pueden afectar el
funcionamiento ejecutivo del chico.
Una evaluación puede revelar problemas con la velocidad de procesamiento.
Revisado por
https://www.understood.org/es-mx/learning-attention-issues/child-learning-
disabilities/information-processing-issues/processing-speed-what-you-need-to-know
¿Qué ocurre en el cerebro de una persona con
dislexia?
En el cerebro de un disléxico
El Pais Digital
Una investigación demuestra que los afectados por el trastorno tienen menos
conectados los módulos lingüísticos de la mente
El hallazgo cambia la forma de entender y abordar la patología
Un diagnóstico difícil
La dislexia es cualquier cosa menos un trastorno raro: se estima que afecta al 10%
de la población, o 700 millones de personas en el mundo. Décadas de
investigaciones psicológicas han localizado el problema en las representaciones
fonéticas del cerebro, que estarían distorsionadas en los disléxicos. Un estudio de
imagen cerebral con 22 voluntarios sin este trastorno y 23 disléxicos demuestra
ahora que las representaciones fonéticas en el cerebro están completamente
intactas, y que la verdadera razón de la dislexia es un déficit en su conexión con las
otras 13 áreas cerebrales implicadas en el procesamiento de alto nivel del lenguaje.
Las terapias del futuro deberán basarse, proponen los autores, en mejorar esa
conectividad.
Radiografía de la dislexia
Estas técnicas de alta resolución biológica les han permitido ver lo que pasa en las
partes relevantes del cerebro mientras los disléxicos y los controles procesan el
lenguaje. Como casi toda facultad mental, la representación de los fonemas ocupa
un lugar concreto e identificable en el córtex cerebral: por una vez donde cabría
esperar, cerca de las orejas, y llamado córtex auditivo primario y secundario. La
actividad cerebral allí se ha revelado tan robusta y precisa en los disléxicos como
en los controles. Hasta aquí la resonancia magnética funcional.
Pero los mapas de conectividad han revelado una diferencia consistente entre los
dos grupos de voluntarios. Los mapas de fonemas (el córtex auditivo primario y
secundario) se conectan normalmente con fuerza a las áreas lingüísticas de alto
nivel, situadas en otra estructura distinta, el giro frontal inferior, cerca de la sien.
Aquí se cuecen los análisis sintácticos y las asignaciones semánticas que se
estudian en la escuela, y que son las que dan sentido al lenguaje. Es la conexión
del córtex auditivo con estos procesadores de alto nivel la que está debilitada en las
personas disléxicas.
Los afectados tienen problemas para aprender a leer y para hablar
Pero otros expertos sí parecen más impresionados por el nuevo trabajo, como el
científico cognitivo Franck Ramus, de la École Normale Supérieure de París: “Es el
estudio más concluyente que he visto en el campo en los últimos cinco años; los
resultados, de ser ciertos, modifican nuestro entendimiento de la dislexia de manera
notable”. Ramus ve implicaciones para los programas de entrenamiento auditivo
que se usan actualmente contra la dislexia.
“En las sociedades alfabetizadas actuales”, dice Boets, el primer autor del estudio,
“las dificultades para leer y escribir no solo afectan a la educación y el desarrollo
cognitivo, sino que también tienen un gran impacto en el bienestar socio-emocional,
las oportunidades de trabajo y otros aspectos”.
El
Mundo.es
La
dislexia puede suponer un gran obstáculo en el aprendizaje si no se diagnostica
Un estudio identifica qué ocurre en el cerebro de las personas con este problema
CRISTINA G. LUCIO
“En algunos casos se tomaban el diagnóstico como si les hubiese dicho que tenía
anginas”, señala Torres. “Al final, conseguí que en clase de inglés o de catalán los
exámenes fueran orales y no escritos, pero me costó que algunos profesores
entendieran por qué para mí la ortografía es una cuestión tan complicada”, remarca
esta joven que, derribando muchas barreras, se diplomó en Educación Social.
“La realidad está cambiando, pero parte del profesorado, sobre todo en
Secundaria, no está dispuesto o no sabe cómo adaptarse a las necesidades
especiales de algunos alumnos“, confirma la pedagoga terapéutica Marta García.
Según este trabajo, liderado por Bart Boets, especialista en Psicología del
Desarrollo de la Universidad de Lovaina (Bélgica), las raíces cerebrales de la
dislexia podrían ser distintas a las que se pensaban, lo que supone todo un cambio
de paradigma.
Las personas con dislexia tienen dificultades para procesar el lenguaje, leer y,
en definitiva, para aprender a través de determinadas vías. Esto se debe a un
fallo en el proceso a través del cual el lenguaje hablado se transforma en fonemas
en el cerebro. Hasta ahora, se pensaba que los disléxicos no hacían una
correcta representación mental de los sonidos que escuchaban. Sin embargo, esta
nueva investigación apunta a que, en realidad, el problema podría estar en
el acceso a estas representaciones que es clave, por ejemplo, a la hora de leer y
escribir.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Boert realizó pruebas de imagen -
como resonancias magnéticas funcionales- a 23 individuos adultos con dislexia
mientras procesaban distintas palabras. Luego, comparó los resultados con los de
otras 22 personas sin el trastorno del neurodesarrollo.
“Las conclusiones de esta investigación son muy interesantes porque desde hace
décadas se pensaba que las personas con dislexia no podían construir bien esas
representaciones. En cambio, este trabajo señala que lo que ocurre es que las
estructuras encargadas de la codificación de las representaciones fonológicas no
se comunican bien o lo hacen de una forma más débil con las estructuras
encargadas de acceder a ellas o manipularlas. Era una hipótesis que ya se había
señalado, pero que era muy difícil de probar a nivel conductual. Las pruebas de
imagen han permitido ahora ver lo que sucede en el cerebro“, apunta Marie
Lallier, investigadora especialista en ciencias cognitivas del Centro Vasco de
Cognición, Cerebro y Lenguaje (BCBL).
Con todo, esta experta recuerda que antes de sacar conclusiones definitivas sobre
el tema es necesario “replicar estos resultados” y ver si la misma desconexión
cerebral ocurre también en el caso de los niños. “Esto es importante porque
muchos adultos acaban desarrollando estrategias de compensación que podrían
haber influido en los resultados”, subraya.
“De momento, el diagnóstico del problema sigue siendo funcional, con pruebas
neuropsicológicas. En un futuro, quizá se encuentre un marcador biológico, una
prueba que como sugiere este estudio, permita detectar el problema con mayor
exactitud, pero no será algo a corto plazo”, concluye.
Un problema local
de ABC.es
R. IBARRA / MADRID
Información clave
Las actuales terapias dirigidas para la dislexia está diseñadas para mejorar la
calidad de estas representaciones, comenta otro de los investigadores, Hans Op de
Beeck. «La buena noticia es que dichas intervenciones también deben mejorar esta
calidad de acceso. Pero además –añade-, con el conocimiento actual podríamos en
el futuro diseñar intervenciones más focalizadas y efectivas que se dirijan
específicamente a mejorar la conexión entre las regiones frontales y
temporales del lenguaje». En este sentido, Boets considera que algunas técnicas
innovadoras no invasivas de estimulación cerebral, como la estimulación magnética
transcraneal, podrían ser utilizadas.
Además, los resultados del trabajo que se publica en Science también pueden
arrojar algo de luz sobre el aprendizaje en general. Así, afirma Pol Ghesquière,
«estamos explorando los inicios del aprendizaje de la lectura y las diferentes etapas
durante su desarrollo de la lectura en un grupo de niños de 5 años de edad con
riesgo hereditario de dislexia». Esto, explica, podría conducir a la detección de
marcadores tempranos de la dislexia, y por lo tanto a intervenciones preventivas.
Discapacidad
https://www.madridconladislexia.org/que-ocurre-en-el-cerebro-de-una-persona-con-dislexia/
3JUL 2017
DISLEXIA Y DESCODIFICACIÓN
BIOLÓGICA
AutorÁngeles Wolder
Las personas con dislexia tienen dificultades para pronunciar el alfabeto, denominar letras,
realizar rimas simples y analizar o clasificar los sonidos. Además, la lectura se caracteriza
por las omisiones, sustituciones, distorsiones, inversiones o adicciones, lentitud,
vacilaciones, problemas de seguimiento visual y déficit en la comprensión, pero afecta
también a la memoria a corto plazo, a la lateralidad y al desorden espacio-temporal. En
ocasiones, puede provocar dificultad en las relaciones, el aprendizaje y la comunicación.
Los niños y niñas con dislexia suelen cansarse más por el esfuerzo que supone realizar las
tareas de lectoescritura, con la consiguiente frustración que deriva de los resultados, por
ello se distraen con mayor facilidad y a menudo rechazan hacer las actividades
escolares. Frecuentemente, familias y profesorado creen que se trata de niños desinteresados
o vagos, cuando, en realidad, hay sufrimiento e incomprensión hasta que llega el
diagnóstico.
El DSM-IV-TR (APA, 2000) engloba la dislexia dentro de los trastornos del aprendizaje
con el nombre de trastorno de la lectura y establece que “la característica esencial de la
dislexia es un rendimiento en lectura, (precisión, velocidad o comprensión), que se sitúa
sustancialmente por debajo del nivel esperado en función de la edad cronológica, del
cociente intelectual y de la escolarización propia de la edad del individuo”.
En el ámbito educativo se habla de dislexia del desarrollo o de dislexia
evolutiva. También puede adquirirse después de una lesión cerebral en las áreas encargadas
del procesamiento lectoescritor.
Curiosamente, la incidencia de la dislexia
aumenta en las poblaciones cuya lengua
se aleja más entre lo escrito y lo
hablado, es decir, que hay menos fidelidad
de transcripción entre lenguaje hablado y el
escrito, como sucede en el inglés, el alemán
o lenguas nórdicas, mientras que las tasas
más bajas se dan en lenguas más fidedignas
entre lo que se escribe y se pronuncia, como
el español o el italiano.
Algunos estudios de base genética indican
que en el caso de que uno de los
progenitores sea disléxico, las posibilidades de que un hijo/a lo herede se multiplican por
ocho. (Gilger, Pennington y DeFries, 1991).
Si la dislexia es la dificultad para la lectura de palabras, nos podemos preguntar qué circuitos
neurológicos participan en el proceso y qué alteraciones pueden presentarse entre los
procesos cognitivos intermedios de recepción de la información y elaboración del
significado.
Un buen número de investigadores han
buscado la base neurológica mediante
autopsias o estudios de neuro-imagen. En
estudios necrópsicos se han observado
alteraciones en la zona del Planun
Temporale, frontal izquierda y zona
presilviana por cambios circulatorios o de
migraciones neuronales en etapa
intrauterina. Recomiendo ver la
información en este artículo.
Los estudios de neuroimagen muestran la
habitual asimetría interhemisférica del Planun Temporale mayor en el hemisferio izquierdo
que en el derecho, cambios en zona occipital, parietal y región frontal inferior así como
anomalías en el cerebelo y en el cuerpo calloso.
Imagen de FilmAffinity
La dislexia vista desde la Descodificación Biológica Original
Para leer se necesitan numerosos circuitos neurológicos que pueden verse alterados;
en Descodificación Biológica Original decimos que es por una actividad conflictual. Para
leer tenemos que, por un lado, ver; por lo que uno de los conflictos es en la corteza visual o
conflicto de ver, no ver, ser visto o no ser visto, además de miedo o temor. Por otro lado,
tenemos que oír, por lo que los conflictos pueden ser de oír, no oír, ser oído o no ser oído.
Si también se ve afectada la palabra emitida, que implicaría el área de Broca y la zona de la
laringe, los conflictos son de expresión: no poder decir o sentir miedo ante la expresión lo
que retroalimenta el conflicto. Si está implicada la corteza sensorial, que se asocia a los
procesos de memoria (hay ausencias, despistes, pérdida de memoria), el conflicto podría ser
por separación.
Reconocer la dificultad y entender cómo funciona puede ayudar a los niños y niñas afectados
por dislexia a superar sus conflictos; la comprensión es el primer paso para descodificar el
síntoma, que puede manifestarse anulando las relaciones, en forma de tristeza y de pérdida
de sentido en lo que se hace, todo ello sumado al dolor de la incomprensión.
Ángeles Wolder
Directora de la Escuela de Descodificación Biológica Original. Autora del Libro “El
Arte de Escuchar el Cuerpo”. Docente y Terapeuta en Descodificación Biológica
Original.