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La Guacamaya Verde
Alejandro del Mazo, subprocurador de la Profepa, según declaraciones dadas al diario
mexicano Milenio, el crimen organizado se encuentra involucrado en el tráfico ilegal de
especies, señalando que existe una ruta, principalmente de extracción de madera
proveniente de Honduras, que hace escala en Guatemala, llega a México y se comercializa
en el mercado negro hacia China.
Honduras, por su parte reporta un tráfico desmedido y sin cuantificar de reptiles y destaca el
comercio ilegal de tortugas marinas. En cuanto a las aves, la Asociación Hondureña
Protectora de Animales y su Ambiente (AHPRA), denunció extracción de tucanes,
guacamayas rojas; así como tigrillos y mono araña.
“Haciendo un resumen, desde 1995 a 2015, hace 20 años, los decomisos de especies han
bajado, pero no es que el tráfico haya descendido, es porque los puestos de control que no
hay, y si existen, no revisan lo suficiente”, agregó Martínez.
En este sentido, Aura Marina López, fiscal del Ministerio Público de Delitos contra el Medio
Ambiente, destacó que la cantidad de elementos de la Diprona no son suficientes para
abarcar todo el país, “son menos de 400. No se dan abasto”.
Según la Diprona, existen 381 agentes que se movilizan en todo el país cuya especialidad es
evitar que se realicen delitos contra el medio ambiente. Estos, operan principalmente en las
rutas más transitadas donde se tiene sospecha de tráfico de maderas preciosas. En cada
puesto de registro, por estrategia se encuentran unidades de la Policía Nacional Civil junto
con miembros de la Diprona y la cantidad de personal varía entre cinco y diez.
Además, la fiscal explicó que poseen una gran cantidad de casos y de procesos de
investigación abiertos en contra de redes criminales que se dedican al tráfico de animales.
“Tenemos identificadas varias redes internacionales que se encuentran dentro del país. Es
todo lo que puedo decir al respecto”, señaló.
Biología
Historia de la vida
Es una especie con un patrón de crecimiento altricio de las crías, como el resto de los
psitácidos. Las crías nacen con los ojos cerrados y desprovistas de plumaje, requieren de
cuidado parental y sus tasas de crecimiento son lentas. Esta especie, como la mayoría de
guacamayas del género Ara, tienen estrategias reproductivas conservadoras. Es decir, de la
población en edad reproductiva, sólo un porcentaje reducido de la especie se reproduce cada
temporada de anidación (entre 10 y 20%) (Munn, 1992). La especie parece alcanzar la
madurez sexual alrededor de los cinco años de edad en vida libre (Iñigo, 2000). Las parejas
parecen formarse de manera permanente y las crías permanecen con los padres por algún
tiempo después de abandonar el nido, conducta observada en otras especies de
guacamayas y este patrón parece ser muy consistente para todas las especies dentro del
género (Munn, 1992).
Descripción
Al igual que las demás especies del género Ara, comparte una característica externa
conspícua, la ausencia de plumas en la región del rostro, o bien puede presentar bandas de
pequeñas plumas. La especie presenta algunas plumas a manera de 5 a 6 bandas de color
rojo carmesí y la piel del rostro es de color rosado claro.
Es un ave grande, mide entre 675 y 750 mm (Peterson y Chalif, 1998) lo que la hace ocupar
el sexto lugar en tamaño dentro del género Ara. Presenta color verde, tono mate en la nuca,
cuello y corona. Las plumas cobertoras y secundarias de las alas presentan un color verde
olivo oscuro; frente y mejillas color rojo carmesí, la rabadilla y coberteras de la cola presentan
color azul turquesa. El pico es negro mate y el iris es color amarillo, patas y dedos color gris
oscuro. Los juveniles son similares, excepto por las plumas escapulares o cobertoras del ala
con borde distal color verde pálido y las plumas de la garganta con tono café, el iris va de
color amarillo pálido a café claro (Forshaw, 1978).
Ara militaris: presenta las características ya descritas, mide hasta 700 mm y tiene
envergadura promedio en machos de 360 mm y en hembras de 356 mm. Se localiza en
Colombia en Santa Marta y a lo largo de las vertientes sur y oeste de los Andes en
Bucaramanga, a lo largo de las vertientes este y norte de los Andes centrales en la mitad del
Valle del Cauca, en la vertiente este del Valle alto de Magdalena y en las montañas
Macarena. La subespecie también ocurre ocasionalmente en el valle Dagua; Noroeste de
Venezuela, este de Ecuador y en provincias de Lambayeque y Cajamarca en el norte de
Perú (Snyder, et al., 1990; Forshaw, 1978).
Ara militaris mexicana: Es la subespecie más grande, llegando a medir hasta 800 mm y con
una envergadura promedio en machos de 375 mm y en hembras de 369 mm, la coloración
verde y roja es más tenue que en la subespecie Ara militaris militaris.
Ara militaris boliviana: difiere de A.m. militaris en que la garganta es color café rojizo, las
plumas que cubren los oídos tienen la base rojiza, azul oscuro en las plumas de vuelo y en la
punta de la cola. Es un poco más grande, llega a medir 700 mm, pero la envergadura
promedio mide 369 mm en machos y 358 mm en hembras. Se encuentra en el suroeste de
Bolivia y las partes más norteñas de Argentina en provincias de Salta y Jujuy.
Distribución actual
En el 2000, la CONABIO (Arriaga, et al., 2000) reporta la presencia de la guacamaya verde
en 10 regiones terrestres prioritarias (San Juan de Camarones RTP 23, Barranca Sinforosa
RTP 27, Yécora -El Reparo RTP36, Bavispe-El tigre RTP 44, Manantlán-Volcán de Colima
RTP 64, El Cielo RTP 90, Sierra Gorda- Río Moctezuma RTP 101, Sierra de Coalcomán RTP
115 y Sierras de Taxco-Huahutla RTP 120, Valle de Tehuacán-Cuicatlán RTP 121).
Macroclima
En México, los tipos de vegetación donde se localiza la especie presentan amplia distribución
y variedad climática. La temperatura promedio anual va de 20°C a 29°C, sin que las
temperaturas medias bajen a 0°C. Las selvas medianas subcaducifolias se encuentran de 0
a 1500 msnm, pero las selvas subhúmedas pueden desarrollarse a mayores altitudes (hasta
2000 msnm), la precipitación pluvial va desde los 300 mm, en las regiones más secas, hasta
1800 mm en las más húmedas. La especie se presenta en áreas de marcada estacionalidad,
con épocas de sequía y lluvias bien definidas (al menos 4 meses de lluvia en promedio). En
las zonas de distribución de la especie los climas que predominan son (del más húmedo al
más seco) Am, Aw, Cw, Bs y Bw (Rzedowski, 1978; Challenger, 1998).
Uso de hábitat
De acuerdo a los estudios llevados a cabo por Rubio-Rocha en Cósala, Sinaloa (2000), la
guacamaya verde tiende a seleccionar espacios conservados con mayor riqueza de
especies, identifica también al bosque tropical subcaducifolio como de vital importancia para
la especie pues en él se localizan los recursos alimenticios, de reproducción y refugio
necesarios en esa localidad para la especie. Las guacamayas en general son selectivas en
los hábitats que utilizan, especialmente en sitios de reproducción y sitios de alimentación. En
estudios reportados por Renton (2002), tres especies de guacamayas del género Ara
mostraron marcada estacionalidad y abundancia relativa para algunos hábitats, presentando
mayores abundancias relativas en época de lluvia que en época de sequía. La especie
parece ser muy selectiva en los sitios para anidación, aunque utiliza diferentes hábitats para
alimentarse, que van desde selvas subperenifolias en tierras a baja elevación hasta bosques
de pino-encino, las principales zonas de anidación todavía existentes parecen ocurrir en
zonas muy heterogéneas en términos topográficos y de tipos de vegetación presentes
(Salazar-Torres, 2001; Carreón, 1997; Forshaw, 1978).
Estrategia trófica
La dieta consiste en varios tipos de frutas, vainas, semillas y nuevos brotes de hojas y flores.
Los estudios recientes de Loza (1997) en Jalisco señalan que en la selva mediana
caducifolia se alimenta casi a lo largo de todo el año de frutos y vainas de tres especies de
árboles: Hura polyandra, Brosimum alicastrum y Ficus sp. También se ha identificado a Melia
azedarach y Hura crepitans como importantes componentes de la dieta de los cuales se
alimenta la especie (INE-SEMARNAP, 2000) Para la reserva de la Biósfera de Tehuacán-
Cuicatlan se reporta el consumo de Ceiba petandra, diferentes copales Bursera sp. Jatropha
dioica y Annona palmieri (Salazar-Torres, 2001).
Biología de poblaciones
Tamaño poblacional
No existen estimaciones numéricas precisas para la especie en México. Sin embargo existen
estimaciones para algunas poblaciones a nivel local. Por ejemplo se estima que la población
residente en el "Sótano del Barro" en la Reserva de la Biósfera de Sierra Gorda es de entre
60 y 80 organismos (Pedraza, et al., 1999). Estimaciones realizadas para otras especies de
guacamayas en hábitats bien conservados y con disponibilidad de recursos alimenticios más
constantes como las selvas altas en Perú, indican densidades máximas entre 1.6 a 2.3
guacamayas por km2 (Munn, 1992). Si consideramos que las selvas estacionales del
Pacífico Mexicano son menos diversas y productivas en recursos alimenticios para las aves
que las selvas amazónicas, es de esperarse que aún las regiones mejor conservadas del
rango actual de distribución de Ara militaris en México, presente densidades poblacionales
menores que las densidades estimadas para la Amazonia Peruana.
Reclutamiento
No existen estimaciones numéricas de los niveles de reclutamiento, sin embargo al ser una
especie longeva y presentar patrones de vida de "estrategas K", similar a otras guacamayas,
se considera que el reclutamiento anual en la especie es bajo. Solo entre 10 y 20% de la
población reproductiva anidando cada año. Además, las guacamayas por lo general
presentan de manera natural bajas densidades y bajas tasas reproductivas (Munn 1992).
Estos aspectos demográficos hacen de Ara militaris una especie vulnerable a la presión de
tráfico ilegal de sus pollos y la destrucción de su hábitat.
Comportamiento
Se puede encontrar en parejas, grupos familiares de 3 a 4 individuos (Álvarez del Toro, 1952)
y parvadas de 8 a 40 individuos en época no reproductiva, en ocasiones forma dormideros
grupales (Snyder, et al., 2000). Es un ave muy conspicua cuando vuela debido a sus fuertes
vocalizaciones y la resonancia producida por el eco de los hábitats en cañones y peñascos
que frecuenta (Lamb, 1910; Stager, 1954). Cuando percha, prefiere las ramas más altas y los
elementos emergentes de la vegetación. Por la mañana es una especie muy activa, suele
desplazarse grandes distancias de su sitio de descanso al sitio de forrajeo. Al caer el
crepúsculo, inicia el retorno hacia su dormidero. Este comportamiento varía de acuerdo a la
región y al tipo de hábitat, pues en zonas menos cálidas, como en partes de la Sierra
Tarahumara, la especie se mantiene activa a lo largo del día, mientras en las zonas más
cálidas al nivel del mar, la actividad se concentra en las horas de menor temperatura (Iñigo,
2000). La especie parece desplazarse nomádicamente en la época no reproductiva a nivel
regional en función de la disponibilidad de alimento (Forshaw, 1978).
Ámbito hogareño
Durante la época reproductiva, las especies se ven limitadas en el radio de movimiento en
torno al nido, especialmente en las etapas tempranas de crecimiento de los pollos, tiempo
durante el cual los adultos realizan frecuentes viajes de los sitios de alimentación al nido. El
radio del ámbito hogareño reportado en algunas guacamayas es de aproximadamente 6 a 7
km. (Munn, 1992). Sin embargo, en el caso de Ara militaris en México, el ámbito hogareño
podría ser mayor al ser más estacionales los recursos alimenticios en las selvas del Pacífico
de México que las selvas sudamericanas.
Reproducción
En México, la guacamaya anidaba históricamente tanto en cavidades de árboles emergentes
como en riscos o acantilados. Crónicas de pobladores de la región de la costa de Michoacán
y Guerrero (Monterrubio T. obs. per.) describen la anidación de la guacamaya en cavidades
de árboles e incluso palmeras, sitios de donde se capturaban pollos e incluso adultos hace
50 años. Anidación histórica en cavidades de árboles es reportada en pinos en Durango e
incluso en Sicomoros (Platanus sp.) (Forshaw, 1978). En Cajón de Peñas, Jalisco, las
guacamayas verdes anidaron en cavidades de árboles vivos (74%) o muertos (26%) de
Enterolobium cyclocarpum, Bursera simaruba, Tabebuia rosea, Sideroxylon capiri, Brosimum
alicastrum, y Hura polyandra (Carreón, 1997). En medidas de los nidos, Carreón (1997)
determinó que tuvieron una altura promedio de 16 m (8.5 - 24.5 m), con dimensiones de la
entrada de 18 x 29 cm y una profundidad promedia de 1.7 m (0.3 - 3.8 m).
Stager (1954) reportó posible anidación de la especie sobre barrancas a 1,000 msnm en la
Barranca de Cobre durante el mes de mayo. Cuando anidan en peñascos, riscos o
acantilados, los nidos están formados por arena o grava del lugar (Iñigo, 2000). Actualmente
la mayoría de los sitios donde persiste anidación de guacamaya verde en el país, es en
riscos y acantilados como en el Sótano del Barro en Querétaro (Arizmendi y Valdelamar,
2000).
Fecundidad
La nidada es de 2 a 3 huevos y ocasionalmente 4 huevos, con una nidada promedio de 3
huevos registrado en Cajón de Peñas, Jalisco (Carreón, 1997). En Sonora existen reportes
históricos de 3 huevos (Forshaw, 1978). Estos son de forma elíptica y color blanco, con un
peso de 32 gr. y dimensiones de 52.2 x 35.7 mm (Carreón, 1997). La especie presenta alta
eclosión de los huevos, superior al 80% como ocurre en otras especies de psitácidos. En
Cajón de Peñas, Jalisco, las guacamayas presentaron una productividad promedia de 1
volantón/pareja reproductiva, con una depredación natural de 35% de los pollos, y un saqueo
ilegal de 32% de los pollos (Carreón, 1997).
Proporción sexual
Se estima cercano al 50/50, basado en las observaciones realizadas en México sobre la
especie (Ridgely en Forshaw, 1978) y en la Amazonía Peruana sobre otras especies del
género, donde se observa a los adultos volando en forma de parejas incluso cuando forman
parvadas, también en observaciones sobre la actividad desde los terrarios utilizados por las
guacamayas en el Manú, donde se puede observar a la especie formar grupos familiares
integrados por las parejas y sus crías o por parvadas formadas de parejas, rara vez
registrando aves solas (Munn, 1992). Otra especie de psitácido que muestran una proporción
sexual cercana al 50% es Rhynchopsitta pachyrhyncha (Snyder, et al., 1999).
Estado de conservación
NOM-059-SEMARNAT-2001
P en peligro de extinción
NOM-059-SEMARNAT-2010
P en peligro de extinción
Conservación
La especie está protegida por las principales normas nacionales e internacionales en materia
de biodiversidad (Snyder, et al., 2000; D.O.F., 2002 y CITES (CITES, 2002) algunas
poblaciones se encuentran dentro de 9 Regiones Terrestres Prioritarias (Arriaga, et al.,
2000), en algunas Áreas Naturales Protegidas como la Reserva el Cielo en Tamaulipas, la
Sierra Gorda en Querétaro y la Reserva de la Biósfera Sierra de Manantlán en Jalisco y
Colima, y la Reserva de la Biósfera de Tehuacán-Cuicatlán, donde los cañones de anidación
forman parte de la zona núcleo (Salazar-Torres, 2001). Además, en 17 AICAS, (Áreas de
Importancia para la Conservación de las Aves) se reporta la presencia de la guacamaya
verde.
Amenazas
Factores de riesgo
Sumado a la creciente fragmentación y reducción del hábitat disponible, la especie se
encuentra bajo fuertes presiones provenientes del mercado de mascotas, a diferencia de
otras especies de psitácidos, no solo se extraen pollos de las poblaciones, sino que también
los adultos y juveniles son capturados (Monterrubio T. obs. per.). Esta situación hace del
tráfico y comercio sobre la especie, en el principal factor que amenaza la sobrevivencia de la
guacamaya verde en el País. Además, la especie empieza a enfrentar la escasez de sitios
para anidar tanto en riscos como en árboles, ya que estos son los principales sitios donde los
traficantes capturan las crías. Ara militaris, como el resto de las guacamayas presenta tasas
de reclutamiento anuales relativamente bajas, por lo que la captura de pollos y las limitantes
de sitios de anidación hacen a la guacamaya verde una de las aves en mayor riesgo de
desaparecer en el medio silvestre de México en los próximos años.
El gorrión costero es originario de Florida. Vivía en la costa desde Texas a New Jersey, en
marismas naturales. Fue especialmente abundante en las salinas de la isla de Merrit, y a lo
largo del río San Juan. El hábitat adecuado para el desarrollo para el desarrollo de esta sólo
puede encontrarse entre 10 y 15 pies sobre el nivel del mar. Sus opciones en cuanto a
adaptarse al medio para poder substituir se veían limitadas por su alta dependencia a los
entornos húmedos, un requisito natural que empujó al gorrión costero oscuro a aislarse de
todos los demás gorriones de playa.
La causa de su extinción es la que con más frecuencia afecta a todos los habitantes del
planeta: la destrucción del hábitat. Dependía de la Spartina, Bakerii, una planta herbácea en
la que asentaba sus nidos. Su desaparición comenzó en 1940, cuando el DDT se pulverizó
sobre las marismas para el control de los mosquitos que causaban problemas en el área del
pantano adyacente al Centro Espacial Kennedy. Por un lado, el pesticida entró en la cadena
alimenticia de las aves, lo que redujo la población de 2,000 a 600 parejas reproductoras. Y,
por otro, ya en 1963, se ejecutó un nuevo programa de control de mosquitos que llevó a
inundar el pantano, sin que se hiciera ningún esfuerzo por reducir los efectos nocivos de la
inundación en la vida silvestre que dependía de ese hábitat.
En un intento por salvar la especie, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre compró el área de
una reserva localizada en otro pantano que se destinaría a proteger la ya mermada población
de gorriones costeros, pero no tuvo éxito, porque a través del pantano se construyó una
carretera para conectar el Centro Espacial Kennedy con Disney World. Los pantanos se
drenaron, anulando así cualquier posibilidad de que el gorrión costero tuviera un lugar para
vivir. Se quiso poner solución a mediados de la década de los años 70, intentando restaurar
el flujo natural del agua en una de las zonas. La vegetación nativa regresó poco a poco, pero
ya era demasiado tarde para el gorrión.
El último gorrión costero oscuro fue protagonista de un artículo para el New York Times
publicado en abril de 1986. Se le describe como un pequeño pájaro de edad avanzada y
ciego de un ojo, el último de su especie, que intenta sobrevivir a través de la cría con una
subespecie denominada gorrión marítimo de Scott, su pariente más cercano y con el que
comparte la coloración gris oscura de su plumaje. Pero aquel ser solitario que permanecía
cautivo en un parque zoológico no sobrevivió. Los cuidadores le llamaban Orange Band,
debido al color del anillo de identificación colocado alrededor de una de sus patas.
Esta triste historia inspiró una canción country titulada One lonely sparrow y compuesta por
Ron Vaughn. La vida de esta ave parece el guión de una película, con banda sonora incluida,
y con un final desalentador. Aunque, como en toda historia, quizás el final sea abierto y haya
una segunda parte. De aquel primer programa de cría surgió otro individuo al que se le llamó
Green Band, visto por última vez en 1980. Fue uno de los gorriones que escaparon, y no se
supo más de él. Quién sabe si algún día el gorrión costero oscuro pueda resurgir de nuevo.
Oso Mexicano
Nombre Científico: Ursus arctos nelsoni.
Reino: Animalia. Filio: Chordata. Clase: Mammalia. Orden: Carnivora. Familia: Ursidae.
Esta subespecie del oso pardo era uno de los más pesados y grandes mamíferos de México.
Habitaba en las zonas de pastizales y los territorios montañosos poblados de pinos en la
parte suroeste de los Estados Unidos y del norte de México. En el siglo XIX comenzaron a
expandirse las poblaciones humanas en ambas regiones, ocupando gran parte de las áreas
habituales de este animal. Los ataques ocasionales al ganado que los humanos trajeron
consigo, lo pusieron en el punto de mira y comenzaron a cazarlo y a envenenarlo. Hacia los
años 30 ya había desaparecido de los Estados Unidos y su rango quedaba reducido a tres
montañas aisladas de México: Cerro de las Campanas, Santa Clara y Sierra del Nido. En
1960 solo contaban con 30 ejemplares porque, a pesar de su condición de protegido, se
continuó con la caza. En aquel entonces los ganaderos decidieron exterminar a los pocos
que quedaban.
Los nativos lo denominaban Oso Plateado, por las características bandas de color plata que
destacaban sobre su cara, patas y algunas partes del cuerpo; el resto del pelaje era de color
marrón rojizo. Podían medir hasta1,83 m y su peso rondaba los 318 Kg. Su dieta principal
consistía en plantas, frutas e insectos aunque en ocasiones también se alimentaba de
pequeños mamíferos y carroña. Tenía una camada de uno a tres cachorros cada tres años.
En inglés se le llama Mexican Grizzli Bear aunque hay que tener presente si se refieren con
este nombre a esta subespecie en concreto o a alguna otra.
BIBLIOGRAFÍA
Alexis Batres. (2005). Una mirada al tráfico de vida silvestre en Guatemala. 27/02/2019, de In
Sight Crime Sitio web: https://es.insightcrime.org/noticias/analisis/mirada-trafico-vida-
silvestre-guatemala/
Artimalia. (2007). 1990 Gorrión Costero Oscuro. 28/02/2019, de Artimalia, Org. Sitio web:
http://www.artimalia.org/1990-gorrion-costero-oscuro/
Artimalia. (2007). 1964 Oso Mexicano. 28/02/2019, de Artimalia, Org. Sitio web:
http://www.artimalia.org/oso-mexicano/