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DUCTILIDAD. –
La ductilidad es una propiedad que presentan algunos materiales, como
las aleaciones metálicas o materiales asfálticos, los cuales bajo la acción de una fuerza,
pueden deformarse plásticamente de manera sostenible sin romperse permitiendo
obtener alambres o hilos de dicho material.
Los materiales que presentan esta propiedad se les denomina dúctiles. Los materiales no
dúctiles se califican como frágiles. Aunque los materiales dúctiles también pueden llegar a
romperse bajo el esfuerzo adecuado, esta rotura sólo sucede tras producirse grandes
deformaciones.
En otros términos, un material es dúctil cuando la relación entre el alargamiento longitudinal
producido por una tracción y la disminución de la sección transversal es muy elevada.
En el ámbito de la metalurgia se entiende por metal dúctil aquel que sufre grandes
deformaciones antes de romperse, siendo el opuesto al metal frágil, que se rompe sin apenas
deformación.
MATERIAL ISOTRÓPICO
Un material es isotrópico si sus propiedades mecánicas y térmicas son las mismas en todas
las direcciones. Los materiales isotrópicos pueden tener estructuras microscópicas
homogéneas o no homogéneas.
Acero A36.
Es un acero estructural al carbono, utilizado en construcción de estructuras metálicas,
puentes, torres de energía, torres para comunicación y edificaciones remachadas,
atornilladas o soldadas, herrajes eléctricos y señalización.
Composición química.
Desventajas. -
Corrosión: Este sería el principal inconveniente del acero, y es que cuando se encuentra a
la intemperie este se corroe con facilidad, por esto simple se trata de proveerle con un
recubrimiento, ya sea de un espesor de hormigón o de algún material dedicado para esto.
Endotérmico: Las estructuras en acero o con partes en acero, propagan fácilmente el calor
debido a las propiedades físicas de este material, y en caso de incendio las altas temperaturas
se propagarán fácilmente por la estructura haciendo que falle más rápido.
- recubrimientos metálicos:
RESONANCIA EN ACEROS. –
Cada estructura cuenta con un periodo natural (o frecuencia natural). Al entrar la estructura
en un estado de excitación externa de vibración (por ejemplo: un movimiento sísmico, la
fuerza del viento, mesa vibradora, un motor sobre una estructura que la soporte, etc.), éste
generalmente hace que la estructura adopte un movimiento oscilatorio con una frecuencia
determinada. Cuanto más se acerque el valor de la frecuencia generada por la excitación
(variable) a la frecuencia natural de la estructura (fija), mayor será la intensidad con que se
visualizará el fenómeno de resonancia, el cual se expresaría como movimientos oscilatorios
con amplitudes máximas (grandes desplazamientos) en la estructura.
Por ello, este fenómeno de resonancia es sumamente perjudicial, ya que exige demasiada
ductilidad a la estructura, mucha más que la que ésta puede proveer, con lo que la estructura,
naturalmente, buscará la forma de liberar la energía de un modo generalmente destructivo.
Como ejemplo podríamos citar al concreto armado (material muy usado en la industria de la
construcción): liberaría energía fisurándose éste, aplastándose, fluyendo el acero en tracción,
dejando como resultado una estructura dañada severamente que probablemente quedaría
irreparable.