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A jad LA COSMOVISION ISABELINA por BMW. TILLYARD ‘Teaduecida de Joan Jost Urmata sep FONDO DE CULTURA ECON MEXICO Primera edicién en inglés, 1943 Primera edicién en espafiol, 1984. '\ ‘Titulo original The Elizabethan World Picture © 1943, Stephen Tillyard Publicado por Chatto & Windus Ltd, Londres ISBN 0-7011-1149.6 D.R. © 1984, Founo pe Court Ecoticnica ‘Av. de ls Universidad 975503100 Mévicn, D. ISBN 968-16-1561-1 Impreso en México &i PREFACIO Este pequefio libro ha surgido del intento de escribir otro, més grande, sobre las obrat histéricas de Shake- speare, Al estudiarlas; conclu que las escenas de guerra civil oresentan no tiene gin significado si no se las ve ante un fondo de questa allf para jungarlas. En mi prime® capitulo, mié"propuke Geicrbir es fEndo; pero, habiéndolo ter- minado, descubrf que se aplicaba a las obras hiséricas de Shakespeare tanto como al resto de su obrz 0, en realidad, ala literatura isabelina en general, También encontré que el orden que estaba describiendo era mucho més que un orden politico, o que, cuando era politico, siempre era también parte de un mayor mito, Descubri, ademés, que los isabelinos velaii été Grden Unico bajo tres aspectos: Una c: un conjiinte "de corredpandendias efCORTE pues, anEE UT EE solo capitulo de un libro més especializado. ante un tema que exigfa que se le tratara poi separado. Ahora bien, esta idea de un orden césmico fi de Tas len. a. ¥ tales ideas, como nuestros moda- les cotidianos, son las menos disputadas y las méfos ostentosamente exhibidas en la literatura de creacin de la Epoca, Los victorianos crefan en la virtud de ayudarse a sf mismos, y sin embargo nosotros no aso- ciamos los poemas de Lord Tennyson o las novelas de George Eliot con tal creencia; ya la daban por sentada, Desde luego, si leemos estas obras pensanda en tal sreen 1 8 PREFACIO cia, encontraremos abundantes indicios, E ignorarla nos har& menos capaces de enieniler a estos dos auso- res. El Ambito de este libro esta formado por algu- nos de Jos concepros acerca dei mundo y del hombre gue Jos isabelines culos daben por sentados; tos lugs res comunet demasiads femiliares para que log portas hicleran uso detallado de ellos, salvo en pasajes explicitamente did&cticos, pero esenciales como supo: siciones basicas, ¢ inapreciables en momentos de gran pasidn, Shakespeare echa una mirada a uno de estos lugares comunes esenciales cuando, en fullo César, hace que Bruto compare el ests z reina pequaiio. aracign del hombre con el estado o “cuerpo politico” era tan Rindamental a Jos isabelines como fa creencia en ayedarse a of mismo Jo era para los victorianos, jel hombre con un at Ast, mi objeto es poner de manifiesto tas creencias! .. mas ordinarids acerca de la const nati inundo tal ‘Gonis cirewlaban en la Epoca isabelina, y mediante esta exposiciém ayudar al lector no especializado 3 comprender y apreciar # los grandes eecritores de tal época, Al jntentar esto, incidentalmente he unido buen ndimero de piesas de sabidurfa popular elemen- tat que no he encontrado juntas en ninguna parte. Este libre puede ser, en realidad, un til conveniente para Ia interpretacién de algunas partes de Spenser, Donne o Milton. Aunque bfsicamedte me he limitado a exponer, también a veces he sacado conclusiones y he ilustrado cémo una creencia pasé 2 fa literatura de su tlempo. Conv no me dirijo al lector especialixado, para tal itustracidn me he valido delos exeritores mas conocides. PREFACIO 8 Por otra parte, cuando estoy exponiendounaverdadera doctrina, no he evitado el Bustrarta con autores poco conocides. Siempre ha side imposible discinguir entre estos dos tipos de Hasracién, y el lector no deberé sorprendeise si encuentra un trozw de Shakespeare 0 de Milton utilizado al mismo tiempo para plantear una sectrina y para ejemplificar el uso que puede darle ia poesfa. Debo advertir a los lectores que algunos de los hhechos solamente son aproximados. Hubo muchas yariaciones de opinién acerca de cémo estaba consti- taido ¢} universo que son imposibles de registrar en un Nbro breve. Me he estorzado por presentat siempre la opinién ins difundida. Espero que, sb algan espe- clalisea en a®tpoca Jee este fibra, pueda convenir con- migo en que las doctrinas que he expuesto son todas suficientemente comunes, ¥ encuentre que no se me han escapade mds temas de los que podia esperarse, Es lamentable que los hechos 2 los que debo enfrentar- me, auague todos ellos igualmente familiares a wn isa- belino, no lo sean también a un hombre moderna. Una parte, come Jos cuatro hutmores, sf nos es farniliar ‘hana el cansancio; pero otra parte, come el concepte de la “gran cadena del ser”, resultaré nueva pasa el lector coréin. Coma en un breve relate Ja proporcién Jo es todo, no puedo permitir que los grados de fami- liaridad determinen el espacio o la importancia que asigne a los diversos temas, Lo primero ser lo prime- ro. Y si hablo de cosas raricias como s' adn fueran fres- cas y dé cosas oscuras como si fuesen conocidas, lo hago para conservar las proporcionies en que imagino que los isabelinos las vieron.

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