You are on page 1of 25

“Y reunió Moshéh a toda la congregación de los hijos de Yisraél y les dijo:

Estas son las palabras que mandó Yahweh para que Hagan” Shm (Ex) 37:9
Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim

Medellín 5046747 , (+57) 300 5416694


kehilanetzer@hotmail.com kehilanetzer@gmail.com
www.youtube.com/user/Yoshuaben
https://qehilayahudinetzer.wixsite.com/qehilayahudinetzer
Shelosh Esréh 2 del 6018 / 9 Marzo del 2019

1 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


Parashat # 23
Pequdéi Cuentas
Lectura de la Toráh
Shemót (Ex) 38:21-40:38
▪ Kohén (pastor) 38:21-31
▪ Leví 39:1-10
▪ Sh’lishi (tercero) 39:11-21
▪ Reví (cuarto) 39:22-31
▪ Jamishí (quinto) 39:32-43
▪ Shishí (sexto) 40:1-11
▪ Shevií (séptimo) 40:12-23
▪ Maftir (ultimo en leer) 40:24-38

Lectura de la Haftarah
1 Mlk 7:13-26; 40-50
Lectura de la Brit Ha Dasháh
Yaaqób (Stg) 1:16-18
Efesiyím (Ef) 1:3-14
Yq 1:16 Hermanos estimados, no desvíen vuestro aliento.
17 Todo presente bueno y todo obsequio completo desciende de lo alto, de parte del
Padre de las lumbreras, a quien no le pasa ni sombra de cambio.
18 Y él, por el deseo de su aliento, nos dio a luz por la palabra de su verdad, siendo
para él como las primicias de su cosecha en medio de las criaturas.
Ef 1:3 Bendito sea Elohím y padre de nuestro soberano Yashua el Mashíaj, quien
nos bendijo desde shamáyim su morada, con toda bendición de sí mismo, en
Mashíaj.
4 Según nos escogió en él antes de que fundase la tierra, para ser apartados y
perfectos delante de él,
5 y por su amor nos designó de antemano para ser hijos de él, por orden de Yashua
el Mashíaj, según la buena voluntad de su corazón,
6 para ornato del poder de su bondad, el cual recompensa bien sobre nosotros por
el amado,
7 porque en él se encontró el rescate y perdón de nuestras fallas por su sangre que
derramó, según las riquezas de su bondad,
8 quien por nosotros hizo abundar en toda sabiduría e inteligencia,
9 y nos manifestó el consejo de su voluntad, según su buen plan, de antemano el
plan de su corazón,
10 para reunir en Mashíaj, al completar el tiempo del cuidado de todos los que
están en shamáyim, y todos los que están en la tierra y primero los que están en él.
2 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
11 Y también por su mano se restablecerá la herencia, según fuimos elegidos para
ella en el pasado, de parte de él, el hacer todo según el plan de su voluntad,
12 a causa de esto mostró a nosotros la majestad de su esplendor, siendo los
primeros que confiamos en Mashíaj.
13 Y también en él confiáis vosotros, después de que oísteis la palabra de verdad, la
palabra de la buena noticia para vuestra liberación, y como creísteis en él, así
también vosotros estáis sellados por el Rúaj Ha Qodésh según lo que les hable,
14 que es la prenda de nuestra herencia hasta que redima y sea para nosotros por
heredad, para alabanza del nombre de su esplendor.

“Estas son las cuentas del Mishkán, el Mishkán del testimonio, que reunió
por orden de Moshéh, trabajo de leviím por mano Itamar hijo de Aharón el
kohén.
Shemót (Ex) 38:21

Pequdéi, rendir cuentas


Paqad (‫פָּ קַ ד‬, H6485), contar, enumerar, visitar, preocuparse de, cuidar, buscar,
castigar. Este vocablo semítico muy antiguo se encuentra en acádico y ugarítico
mucho antes de que apareciera en hebreo. En el Tanák se usa más de 285 veces,
comenzando con Br 21:1, con el sentido singular de intervenir a favor de. Es
demostrar la intervención de Elohím en la vida cotidiana con el fin de cumplir con
el propósito, a menudo por medios milagrosos.

El verbo se usa en una expresión que aparece únicamente en hebreo con un


significado intenso. Encontramos un ejemplo de esto en Shm 3:16 á, donde la frase
se repite en dos formas gramaticales diferentes para destacar la intensidad de la
acción. Literalmente, el texto reza: Cuidando, te he cuidado. El pasaje se refiere a la
intervención de Dios al rescatar a los hijos de Israel de la esclavitud en Egipto. El
mismo verbo, expresado en forma similar, se puede usar para significar la
intervención divina con el fin de castigar: ¿No los he de castigar por estas cosas? Yr
9:9.

En hebreo se puede usar el modo reflexivo donde la acción se revierte al sujeto en


forma casi pasiva. En 1 Shm 25:7 el reflexivo de paqad tiene el significado de hacer
falta: Ni les ha faltado nada.

No obstante, el uso más común de este verbo en el Antiguo Testamento es en el


sentido de ordenar, enrolar o enumerar para el combate Shm 30:12. Algunas de las
versiones más recientes traducen el vocablo como hacer un censo, pero esta
equivalencia parece abarcar solo una parte de su significado. Esta connotación se
halla 100 veces en los libros históricos.

3 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


El vocablo tiene, en realidad, una gama tan amplia de acepciones que la
Septuaginta griega y la Vulgata latina usan un número de términos para traducir
solo esta palabra hebraica. El uso en las versiones en castellano es también muy
variado, como se podrá comprobar, cuando el lector hispanoamericano tenga a su
disposición los instrumentos de análisis en todas las traducciones.

Rendir cuentas es nuestra responsabilidad frente a la obligación con Yahweh


y con el pueblo.
Responsabilidad es rendir cuentas para hacer o desarrollar lo que se
encarga.
1. El que rinde cuantas sobre sus actos es responsable.
2. El que no rinde cuentas sobre sus actos es quitado de su cargo “Elí de
ser kohén”
3. rendir cuentas no solo es decir que fracaso o simplemente decir que no
pudo es hacer como Yahweh lo ha mandado Shm (Ex) 39:1, 5, 7, 21,
26, 29, 31.
4. Rendir cuentas no es renunciar es enfrentar su error o equivocación y
terminar lo mandado (cobardes no entraran en el reino)
5. Rendir cuentas es desarrollar el talento, don, Matanáh que el eterno te
dio, aunque en el proceso por no hacer como está escrito (caigas, te
equivoques etc.)

Cuatro cualidades de la responsabilidad


Vulnerabilidad: Capaz de sentirse herido, cuando le muestran que ha hecho
mal, hasta admitirlo antes de ser confrontado. 2 Shm 16:5-13 Shimeí; 2 Shm
12:1, 13-25
Docilidad: Disposición para aprender, listo para oír, y responder a la
reprensión, abierto para recibir consejo. Mishleí 1:23
Disponibilidad: Accesible, que se deja tocar, se deja interrumpir. Ysh 6:8
Sinceridad: Comprometido con la verdad no importa lo difícil o humillante
que sea la admisión. Th 101:6, 7
Detestar todo lo que sea artificial o falsificado, al descaro.

RENDIR CUENTAS

7 “Entonces Natán le dijo: ¡Tú eres ese hombre! Por tanto, dice Yahweh el
Eloheí de Yisraél: Yo te ungí por rey sobre Yisraél, y te libré del poder de
Shaúl; 8 te di la casa de tú soberano y las señoras de tu soberano en tu seno,
y di a ti la casa de Yisraél reino de Israel y Yahudáh. Y si esto fuera poco, te
habría añadido muchas cosas más. 9 ¿Por qué despreciaste la palabra de
Yahweh, e hiciste lo malo a ojos de Uriyáh Jitií hiriéndolo con espada y

4 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


tomando su señora para ti por esposa y a él golpeaste con la espada de los
hijos de Amón? 10 ahora nunca se apartará la espada de tu casa por cuanto
me despreciaste y tomaste a la esposa de Uriyáh el Jitií tomando para ti a la
esposa. 11 así dice Yahweh: He aquí levantare mal sobre ti de entre tu casa
y tomaran tus esposas a tus ojos y traeré tu prójimo y se acostara con tus
esposas esto a ojos del sol. 12 por cuanto tú lo hiciste en secreto; yo hare
esta palabra frente de toda Yisraél y frente del sol. 2 Shm 12:7-12

Érase una vez un gran y noble rey cuya tierra estaba aterrorizada por un
malvado dragón. Como si fuera una gigantesca ave de presa, la horrible bestia
se deleitaba destruyendo las aldeas con su fiero aliento. Las desesperadas
víctimas huían de sus casas quemadas tan solo para ser heridos por las
mandíbulas o el aguijón del dragón. Aquellos que eran devorados
instantáneamente eran considerados como más dichosos que los pobres que
eran llevados al foso del dragón donde serían devorados cuando a él le
placiere. El rey había despachado a sus hijos y caballeros a luchar en muchas
valientes batallas contra la serpiente.
Cabalgando solo en el bosque, uno de los hijos del rey escuchó su nombre
pronunciado de una forma suave y baja. Entre las sombras de los árboles y de
las gigantescas piedras yacía el dragón. Los grandes y pesados ojos de la
criatura se posaron sobre el príncipe, y su boca de reptil se estiró con una
sonrisa amigable.

No te alarmes, dijo el dragón, mientras unas ligeras columnas de humo gris


salían de los orificios de su nariz. “No soy lo que tu padre piensa”

“Qué eres entonces” preguntó el príncipe, mientras blandía su espada y trataba


de controlar con las riendas el caballo que deseaba huir.

“Soy el placer,” dijo el dragón. “Monta en mi espalda y experimentarás más


de lo que nunca has llegado a imaginar. Ven ahora. Mis intenciones no son
dañinas. Busco un amigo, alguien con quien compartir mis vuelos. ¿No has
deseado alguna vez volar? ¿Nunca has añorado remontarte por sobre las
nubes?”

Visiones de remontarse en lo alto por encima de las arboladas colinas hicieron


que el príncipe se moviera dudoso en su caballo. El dragón movió una de sus
alas de tal manera que se convirtiera en una rampa de acceso a su espalda.
Entre las espinosas escamas de su espalda el príncipe encontró un asiento
seguro. Entonces la criatura movió sus poderosas alas dos veces y los lanzó a
5 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
ambos hacia el cielo. La desconfianza del príncipe se fundió entre
sentimientos de asombro y excitación.

Desde entonces se encontró a menudo con el dragón, pero siempre en secreto


porque ¿Cómo podía decirle a su padre, hermanos o los caballeros que se
había hecho amigo del enemigo? El príncipe se sentía alejado de todos ellos.
Sus preocupaciones ya no fueron las de ellos. Incluso, cuando no estaba con el
dragón, pasaba más tiempo a solas y menos con aquellos que había amado.

La piel de las piernas del príncipe se encallecieron como consecuencia de


cabalgar la áspera espalda del dragón, también sus manos se volvieron más
duras y ásperas. Comenzó a ponerse guantes para ocultar la enfermedad. Tras
muchas noches de cabalgar, descubrió que le crecían escamas tanto en su
espalda como en sus manos. Horrorizado se dio cuenta cuál sería su destino si
continuaba, así pues, decidió no volver nunca más al dragón.

Pero, quince jornadas después, habiendo sufrido la tortura del deseo, de nuevo
fue en busca del dragón. Así sucedió muchas veces más. No importaba cuán
determinado estuviera, el príncipe se encontraba a sí mismo atraído una y otra
vez, como si fuera arrastrado por las cuerdas de una red invisible.
Silenciosamente, pacientemente, el dragón siempre esperaba.

Una fría noche sin luna su excursión se convirtió en un ataque contra una
durmiente aldea. Incendiando los techos de paja con poderosas llamas que
salían de sus narices, el dragón rugía con placer cuando las horrorizadas
víctimas huían de sus ardientes casas. Lanzándose sobre ellos lanzó fuertes
llamaradas que rodearon a un grupo de aldeanos que gritaban. El príncipe
cerró fuertemente sus ojos en un intento de acabar con aquella carnicería.

En las horas previas al amanecer, cuando el príncipe volvía de sus viajes


solitarios con el dragón, la carretera que conducía al castillo de su padre
normalmente permanecía vacía. Pero no aquella noche. Aterrorizados
refugiados fluían hacia los protectores muros del castillo. El príncipe intentó
escabullirse entre la multitud para encerrarse en sus aposentos, pero algunos
de los supervivientes lo miraron y le señalaron.

“Estaba allí” gritó una señora, “lo vi en la espalda del dragón” otros movían
sus cabezas en señal de amarga confirmación. Horrorizado, el príncipe vio que
su padre, el rey, estaba en el patio de armas sujetando entre sus manos un niño
que sangraba. La cara del rey era un espejo de la agonía de su pueblo cuando
6 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
sus ojos se encontraron con los del príncipe. El hijo huyo esperando poder
escapar en la noche, pero los guardas lo apresaron como si fuera un simple
ladrón. Lo llevaron al gran salón donde su padre se sentó solemnemente en el
trono. A cada lado, la gente gritaba contra el príncipe.

“Desterradlo” oyó como enfadado gritaba uno de sus hermanos.

“Quemadlo vivo” gritaron otras voces.

Al levantarse de su trono, manchas de sangre de los heridos ensombrecían sus


vestiduras reales. La multitud guardó silencio expectante ante su decreto. El
príncipe, que no podía soportar mirar en el rostro de su padre, tenía la mirada
perdida en el empedrado del suelo.

“Quítate tus guantes y tu túnica” ordenó el rey. El príncipe lentamente


obedeció, temeroso de tener que ver su metamorfosis revelada ante todo el
pueblo. ¿No era ya suficientemente grande su vergüenza? Había esperado una
muerte rápida sin más humillaciones. Voces de repulsión recorrieron la
multitud a la luz de la escamosa, áspera piel del príncipe y las espinas
creciendo en su columna vertebral.
El príncipe se dirigió hacia su hijo, éste se puso tenso, esperando un guantazo
de su padre, a pesar de que nunca había sido golpeado por su padre.

Contrariamente, el padre lo abrazó y lloró mientras lo sostenía fuertemente.


Abrumado e incrédulo el hijo enterró su cara contra el hombro de su padre.

“¿Quieres liberarte del dragón, hijo mío?

El príncipe respondió desesperado, “lo he deseado muchas veces, pero no hay


esperanza para mí”

“No solo” dijo el rey “no puedes vencer a la serpiente tú solo”

“Padre, ya no soy tu hijo. Soy una medio bestia,” dijo el príncipe.

Pero su padre replicó, “mi sangre corre por tus venas. Mi nobleza siempre ha
estado profundamente marcada en tu aliento”

Con su cara todavía llorosamente escondida en el abrazo de su padre, el


príncipe oyó cómo el rey instruía a la multitud, “El dragón es sagaz. Algunos
7 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
sucumben a su violencia y otros a su voluntad. Habrá compasión para aquellos
que quieren ser liberados. ¿Quién más entre vosotros ha cabalgado al dragón?
El príncipe levantó su cabeza para ver como alguien emergía entre la multitud.
Para su sorpresa, reconoció a uno de sus hermanos mayores, uno que había
sido loado a través de todo el reino por sus continuas campañas militares
contra el dragón y sus numerosas buenas obras. Otros vinieron, algunos
llorando, otros sujetando con vergüenza sus caras.

El rey los abrazó a todos.

“Esta es nuestra arma más poderosa contra el dragón,” anunció “La verdad, no
más vuelos a escondidas. Solos no podemos enfrentarlo”

El pecado es una realidad en mi vida. No me gusta, no deseo errar contra


Elohim, pero no puedo ser tan necio como para ignorar o no querer admitir
que es una realidad.

Es una realidad en la experiencia de todos los hombres. En más de 20 años de


conocer la toráh no he conocido ni uno sólo que no sea sensible y vulnerable a
fallar.

Estoy incluye a los líderes, o tal vez, sería más justo decir que los líderes son
mucho más vulnerables que el común de los mortales. Tal vez una de las
razones es porque somos más estratégicos, nuestra caída puede traer más
beneficios para el adversario que la de cualquier otro talmidím. También es
cierto que sufrimos más presiones.

Me preocupa enormemente que hayamos desarrollado un tipo de vida que nos


niega a las personas el derecho a ser seres humanos. El fallar es una realidad,
desgraciadamente es una realidad que se vive en solitario, igual que los paseos
con el dragón del protagonista de nuestra historia.

Hemos creado un tipo de vida en que no se nos permite ser honestos,


genuinos, transparentes, auténticos. Un siervo de Yahweh debe ser perfecto,
apartado, sin tentaciones, sin inclinaciones hacia el errar y, naturalmente, sin
fallas en su vida. Esta es la imagen distorsionada que se espera de nosotros y,
tristemente esta es la mentira que nos hemos creído, hemos asumido y
pretendemos, en vano, mantener y hacer creer a los demás ¡MENTIRA!
Mentira porque seguimos siendo atraídos por el pecado, vulnerables a él,
sometidos a tentaciones y deseos, pero no podemos reconocerlos y debemos
8 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
vivirlos en soledad. Se lucha en solitario porque no se puede reconocer en
público que somos seres humanos como los demás con nuestras
inconsistencias, pruebas y tentaciones.

Por todo ello hemos de luchar en solitario y la soledad es el mejor aliado del
adversario en su lucha y combate contra nosotros.

Es verdad que hay ciertos aspectos de nuestras vidas que no podemos


compartir con aquellos que nos siguen, a los que estamos liderando y guiando.
Para ellos sería una carga demasiado grande para soportar, podríamos ser
piedra de tropiezo, puede ser que carezcan de la madurez necesaria para poder
entender que también somos humanos como ellos.

Sin embargo, como siervos, dada nuestra condición humana y dada nuestra
situación de vulnerabilidad, necesitamos personas con quienes podamos vivir
la verdad. Personas que nos permitan ser nosotros mismos. Personas que no se
van a escandalizar si abrimos nuestro corazón y les contamos nuestras
tentaciones, nuestras luchas con los errores, nuestro miedo a caer. En
definitiva, personas que nos oirán sin juzgarnos, que nos aceptarán
incondicionalmente y en las que podremos encontrar el apoyo, la oración, la
exhortación, el ánimo y la compañía por el Rúaj para luchar contra el errar.

Yaaqób (Santiago) afirma que, nos confesemos nuestros pecados unos a otros
para que seamos sanados. Hay debilidad en la lucha en solitario contra el
errar. Hay fuerza en la lucha con otros contra el fallar.

Es la situación real de muchos siervos que han caído, y con ellos el servicio,
debido a que tuvieron que vivir sus luchas en solitario. No querían o no podían
compartir con nadie su situación y fueron vencidos por fuerzas superiores a
ellos. Creyeron la necia idea de que un líder no puede dar ninguna señal de
debilidad o vulnerabilidad y no se abrieron al apoyo, ayuda y supervisión de
otros líderes. El problema estalló porque nadie les supervisó en los primeros
pasos del mismo.

Como líder necesito personas con quien pueda ser yo mismo. Necesito
compañeros con los que pueda admitir mi realidad como ser humano. Necesito
esa gente con quien pueda ser genuino, transparente, honesto, abierto, humano
y todo ello sin miedo a ser rechazado, juzgado, etiquetado, criticado o
destruido.

9 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


Agradezco a Elohim por poder tener esas personas. Agradezco al Señor por
tener gente a la que he concedido la autoridad de cuestionar mi vida, de
intervenir si me ven coqueteando con el errar, de hacerme las preguntas
difíciles con relación a mi pureza personal, mis finanzas, mi familia, mis
motivaciones, etc. Gente que tiene el derecho y la autoridad de confrontarme
en amor.

Rendir cuentas es una necesidad vital de todo hombre de Elohim y más de


todo siervo. Ninguna de nosotros puede permitirse el lujo de luchar en
solitario contra los dragones.

TU REFLEXIÓN

1. ¿Te sientes identificado con la historia del dragón? ¿Refleja en parte tu


realidad?
2. ¿Por qué afrontas en soledad tus errores? ¿No hay nadie que te ayude en tu
lucha?
3. ¿Puedes contar con personas con las cuales puedes ser totalmente honesto,
transparente, genuino acerca de tus luchas contra la tentación y el fallar?
4. ¿Quién en tu contexto personal podría ser ese tipo de persona que sea capaz
de aceptarte incondicionalmente y con quien puedas compartir tus cargas,
tentaciones, y errores?

EL PERSONAJE

Tal vez la historia de David y Batshéva no habría sido escrita si David


hubiera tenido una buena estructura de rendir cuentas. Si David hubiera
contado a su alrededor con personas a las cuales hubiera podido compartir
su deseo, su tentación, su lujuria y estas le hubieran podido ayudar a
enfrentarla para no fallar.

O David no contó con este tipo de apoyo del kohén o, si lo tuvo no supo usarlo
para beneficio propio. Lo cierto es que enfrentó su error en solitario y cayó
en sus redes. Las consecuencias fueron catastróficas, tanto para él, como
para su futura esposa, el esposo de Batshéva y el futuro bebé.

Benignamente Natán fue y confrontó al rey con su realidad y su falla y esto


permitió a David poder reconocer su realidad y afrontarla.
10 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
El rey David descubrió esta dolorosa verdad. Falló con Batshéva después de
abandonar sus responsabilidades y aislarse de colaboradores que podrían
haberlo ayudado a mantenerse en el camino correcto.

Pero a pesar de que hizo teshuváh después de la reprensión de Natán, las


consecuencias lo siguieron durante el resto de su vida 2 Shm 12:1-14.

La tragedia de lo que pasó al rey David con Batshéva es una muestra de lo que
puede suceder cuando NO NOS RODEAMOS de personas a quienes tenemos
que rendir cuentas sino de aquellos que nos “permiten pecar” sin
amonestarnos. Es decir, aquellos amigos que no quieren “poner en riesgo la
amistad” y nos dejan seguir camino a nuestra autodestrucción.

Veamos su historia relatada en 2 Sh´muel perék 11 y 12…

David se quedó en Yerushaláyim en el tiempo en que los reyes iban a la


guerra. David envió a Yoáb junto con sus hombres y con todo el ejército de
pueblo de Yisraél. Y nadie le dijo: David, ¿Por qué te quedas aquí, tu
lugar es con tu ejercito en el campo de batalla?

La historia continua diciendo que una tarde David se levantó de su lecho y


caminó por la azotea del palacio. Y nadie le dijo: David, porque duermes en
la claridad cuando deberías estar trabajando en lugar de pereceando en
tu lecho.

Al caminar por la azotea del palacio desde allí vio a Batshéva que se estaba
bañando. La señora era muy hermosa y David envió a alguien para averiguar
quién era ella. Alguien le dijo que esa era Batshéva, la hija de Eliam, esposa
de Uriyáh Jitií. Y nadie le dijo: Pero David, no se supone que debas estar
mirando a una señora bañándose, eso es algo inmundo, impuro y estas
errando contra la toráh y contra Elohim. Ni siquiera tendrías que
interesarte por quien es ella.

Luego David envió mensajeros para traerla. Y nadie le dijo: David no iremos
a traerla, no participaremos de tu errar. Lo que estas a punto de cometer
David, es un error llamado adulterio. Estas traicionando primero a
Elohim y luego a uno de tus mejores hombres.

Ella vino a él, y el durmió con ella. Y nadie le dijo: David saca a esa señora
de allí, ella no es tu esposa. Es adulterio lo que estás cometiendo. Nadie
11 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
tocó a su puerta para evitar que cometiera ese gran pecado. Nadie hizo
nada, nadie dijo nada. Fueron amigos pasivos.

Luego ella se purificó de su inmundicia y se volvió a su casa. Luego ella


concibió y envió a decir a David, diciendo que estaba encinta. Más adelante
David inicia una conspiración para matar a Uriyáh Jitií y una vez muerto, se
casó con Batshéva.

Es un grave error NO RODEARNOS de personas a quienes tenemos que dar


cuentas. Es un error demasiado caro y una falla contra nosotros mismos y
contra nuestra vida misma. Es a mí mismo a quien me hago daño no teniendo
estas personas alrededor de mí.

Para este momento David tenía alrededor de 50 años, ya había reinado por 20
años, fue un músico talentoso, poderoso guerrero y líder capaz. El disfrutó de
su caminar con Elohim íntimamente, de tener una familia saludable, de una
estable situación política y de una serie de victorias militares. David era el rey
que lo tenía todo. Lo único que no tenía era a Batshéva. Y eso era lo que él
quería.

Un trágico error que a menudo se deja de ver era que Uriyáh no era una cara
desconocida para David. No era un soldado mas, sino uno de los valientes de
David 2 Sh´muel 23:39

David no se levantó un Yom pensando: Hoy voy a cometer adulterio. El


empezó su ruta de descenso en su vida del Rúaj tomando “pequeñas malas
decisiones”. Como por ejemplo tomando una esposa adicional y luego otra y
otra y otra. Eventualmente llegó a tener siete esposas, pero aun así no le fue
suficiente, así que llegó a tener un harem. Empezó poco a poco a estar fuera
de control. Pero todo esto sucedió porque no se rodeó de personas que le
marcaran su error, que le mostraran sus fallas en su cara. Realmente el único
que luego llegó a marcarle su falta y enfrentarlo cara a cara fue el Nevií Natán.
Oh, si tan solo todos los amigos de David hubieran sido como Natán. Si sus
amigos hubieran sido lo suficientemente valientes para enfrentar a David en
sus faltas, David no hubiera llegado a cometer los errores que cometió.

Debemos ser intencionales en cuanto a invitar a personas como Natán a


nuestra vida y darles permiso de meterse con libertad y profundamente para
corregir, amonestar, reprender, advertir, aconsejar, exhortar, prevenir.

12 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


¿Qué quieres para ti fracaso o la bendición de tener un Nevií como Natán? Eso
dependerá de si eres o no una persona que rinde cuentas y de a qué tipo de
personas rindes cuentas.
Ysh (Is) 1:18 Venid luego, dice Yahweh, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la
grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como
blanca lana.

Mt 12:36 Y yo digo a vosotros que sobre todo susurro desabrido que hablen los hijos del hombre,
darán cuenta en el tiempo del juicio.

Rm 14:12 Por tanto, cada uno responderá por sí mismo con la palabra a Elohím.

1 Ke 4:5 los que están dispuestos ponen pleito y darán cuenta delante del que está preparado para
venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

LA RESPONSABILIDAD

• A. La responsabilidad: condiciones y tipos.


• B. ¿Es bueno ser responsable?
• C. ¿Cómo mejorar la responsabilidad?

A. LA RESPONSABILIDAD: CONDICIONES Y TIPOS.

1. ¿Qué es la responsabilidad? Una persona responsable toma decisiones


conscientemente y acepta las consecuencias de sus actos, dispuesto a rendir
cuenta de ellos. La responsabilidad es la virtud o disposición constante de asumir
las consecuencias de las propias decisiones, respondiendo de ellas ante alguien.
Responsabilidad es la capacidad de dar respuesta de los propios actos.

Es TODO LO CONTRARIO a vivir la vida independientemente sin querer ser


responsable ante nadie de mi conducta y decisiones.

Es estar rodeado de las personas correctas y darles a ellas la libertad de entrar en


mi vida y amonestar, advertir, aconsejar, exhortar, prevenir, reprender y corregir
cualquier cosa que no esté de acuerdo a la Palabra de Elohim en mi vida.

Es estar expuesto, no a todo el mundo, ni a cualquier persona, sino a la persona


correcta para que me corrija y amoneste: una persona que es hijo de Elohim, del
rúaj, cuyo corazón está en la Toráh y que me va a hablar con la Toráh y que no va
a andar por ahí chismeando mis intimidades.

13 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


Los sabios siempre tienen personas correctas a quienes rinden cuentas. Estas
personas correctas son un escudo protector contra el fracaso. En cambio los
necios y fracasados se han aislado a sí mismos sin permitir a nadie entrar en sus
vidas para reprenderles, para corregirles. Los necios se molestan si otra persona
les reprende o amonesta. Para ellos es una gran ofensa que alguien se haya
atrevido a entrar en su vida y amonestarles con la Escritura. A sus propios ojos
son casi perfectos, siempre listos para excusarse, para auto justificarse. Siempre
tienen a la mano una frase como “lo hice porque” en lugar de responder diciendo
“no tengo excusa, tienes razón”.

2. Condiciones para que exista responsabilidad.- Para que pueda darse alguna
responsabilidad son necesarios dos requisitos:

o libertad. - Para que exista responsabilidad, las acciones han de ser


realizadas libremente. En este sentido, ni los animales, ni los locos, ni los
niños pequeños son responsables de sus actos pues carecen de uso de razón
(y el uso de razón es imprescindible para la libertad).
o Toráh (instrucción). - Debe existir una norma desde la que se puedan
juzgar los hechos realizados. La responsabilidad implica rendir cuenta de
los propios actos ante alguien que ha regulado un comportamiento.

3. ¿Responsabilidad ante quién? El hombre responde de sus actos ante quien es


capaz de dictarle normas, y esto pueden hacerlo Elohim (responsabilidad moral),
uno mismo (juicio de conciencia) y otros hombres. A su vez, la responsabilidad
ante los demás puede ser de varios tipos: responsabilidad jurídica (ante las leyes
civiles), familiar-doméstica (ante la familia), laboral, etc.

B. ¿ES BUENO SER RESPONSABLE?

1. ¿Cómo disminuye la responsabilidad? Disminuye la responsabilidad lo que


disminuye la libertad, es decir, lo que entorpece la voluntad y el entendimiento,
que son las facultades necesarias para realizar acciones libres. Por ejemplo, la
violencia, la ignorancia y el miedo.

2. ¿Es mejor ser poco responsable? No, no. Es preferible ser hombres libres,
dueños de sus actos, capaces de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias.

3. ¿Por qué suena mal la responsabilidad? La palabra responsabilidad trae malos

14 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


recuerdos a la imaginación por varios motivos:

o Normalmente sólo se relaciona con errores o castigos, pues cuando la


consecuencia de una acción es un premio no suele hablarse de
responsabilidad sino de mérito. (En realidad el mérito exige una
responsabilidad previa).
o Responder ante otros parece ir contra la propia libertad. (Pero ambas cosas
van unidas: Sin libertad no hay responsabilidad, sólo quien es dueño de sus
actos puede responder de ellos).
o Responder ante uno mismo es contrario a los propios gustos o
comodidades. (Pero ser esclavo de los gustos conduce al egoísmo).
o La responsabilidad se ve como opuesta a la diversión. (En realidad sólo se
opone al tipo de diversión desenfrenada o sin medida; pues una persona
responsable sabe divertirse en los momentos y modos prudentes).

4. ¿Qué excusas hay para evitar responsabilidades? Como la responsabilidad


suena mal, es frecuente inventarse razonamientos que eviten rendir cuentas.
Podemos agruparlos en tres tipos:

o Para evitar responsabilidades ante los demás, es frecuente echar las culpas
a otro, o bien decir "soy libre y hago lo que me da la gana"; queriendo
expresar que no rindo cuentas de mi comportamiento ante nadie.
(Obviamente la libertad humana no es así).
o Para quitarse responsabilidad ante la propia conciencia, un recurso habitual
es evitar reflexionar: Aturdir la cabeza hasta que no pueda pensar. Otro
sistema es decir "yo paso de todo", o "ningún asunto me importa". (Pero la
conciencia intenta protestar ante esta flojedad).
o Y las excusas para evitar responsabilidades ante Elohim son abundantes.
Desde decir que no existe, hasta afirmar que Elohim es tan bueno que todo
le parecerá bien. (Pero la verdadera bondad desea el bien verdadero).

C. COMO MEJORAR LA RESPONSABILIDAD

1. ¿Cómo ser más responsables? El camino más rápido para mejorar en


responsabilidad es apreciar claramente que de nuestro comportamiento dependen
cosas grandes. Los hombres con ideales y metas elevadas se responsabilizan
enseguida de sus decisiones.

2. ¿Qué cualidades ayudan a la responsabilidad? Hay varias virtudes que se

15 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


relacionan mutuamente con la responsabilidad. Digamos tres:

o Valentía.- Para dar cuenta de los propios actos hace falta un valor capaz de
superar el temor al castigo. (Responsabilidad ante los demás).
o Humildad.- El orgullo dificulta pedir perdón; mientras que la persona
humilde reconoce sus fallos. (Responsabilidad ante uno mismo).
o Piedad basada procedente de Elohim.- Quien aprecia el gran don de ser
hijo de Elohim procura que su comportamiento agrade a su Padre.
(Responsabilidad ante Elohim).

3. ¿La responsabilidad mejora con la edad? Con la edad suelen tomarse


decisiones más importantes, y normalmente la responsabilidad aumenta. Pero no
mejora por el simple paso de los años, sino por las costumbres que se adquieren.
Rendir cuenta no es un tema del que a la gente le gusta hablar. Valoramos
nuestra independencia y la libertad de hacer lo que queremos a nuestra
manera. Después de todo,
¿A quiénes de nosotros nos gustaría que otros se metieran en
nuestra vida privada?
Sin embargo, responsabilizarnos por nuestras
acciones es la única manera de proteger nuestra
libertad. Una mala comprensión de la libertad
conduce a la pérdida de los derechos y, al final, el
resultado es la esclavitud.
Esto es lo que el Sh’liaj Shaúl estaba tratando de
advertir a los creyentes en Galatya 5:1 Por tanto,
estemos firmes, alerta en la libertad que hizo a
nosotros Ha-Mashíaj y no seamos sorprendidos
todavía en yugo de la esclavitud. Los que viven la
toráh y creen en Yashua han sido liberados del
poder del errar. Por tanto, pueden escoger obedecer los impulsos del Rúaj Ha
Qodésh, en vez de ser esclavos del errar. Tolerar el errar en nuestras vidas es
un uso indebido de nuestros privilegios, como nos lo advierte el pesúk 13:
Porque a libertad fuiste llamados a vosotros mis hermanos, solamente no
uséis la libertad para inducir el errar a vuestra carne, sino que trabajéis
mutuamente en amor,
La libertad en Mashíaj es un gran privilegio. Sin embargo, acarrea
responsabilidad, ya que nuestras acciones, palabras y actitudes nos afectan,
16 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
tanto a nosotros como a los demás. Rendir cuentas requiere responsabilidad, y
por tanto nos motiva a vivir de acuerdo a nuestro llamamiento. Elohim nos
dio este regalo para protegernos de las decisiones impías que acarrean
consecuencias dolorosas.

Un origen antiguo

El principio de rendir cuenta ha existido desde la creación del mundo. En el


jardín del Edén, Elohim dio al primer hombre y a la primera hembra tres
simples mandamientos: Cultivar el jardín, cuidarlo y abstenerse de comer del
árbol del conocimiento del bien y del mal Br (Gn) 2:15-17. Después de decidir
comer el fruto del árbol prohibido, Adám y Javáh tuvieron miedo. Se
escondieron de Yahweh Br (Gn) 3:10 para no tener que dar explicaciones
sobre su desobediencia. Pero, aun cuando fue confrontado por Elohim, Adán
trató de eludir su responsabilidad culpando a Javáh, y ésta, a su vez, acusó a la
serpiente.
La humanidad ha estado repitiendo este mismo patrón a lo largo de la historia.
Nos resistimos a responder por nuestras acciones, porque no queremos
enfrentarnos a la humillación de reconocer que fallamos. El orgullo nos
motiva a tratar de escondernos de los demás y de Elohim nuestras faltas,
mientras que el miedo a las consecuencias nos lleva a ocultar los hechos y a
culpar a otros.
El primer rey de Yisraél, por ejemplo, trató de justificar su desobediencia 1 S
15. Cuando el Nevií Sh´muel confrontó a Shaúl por no haber obedecido las
instrucciones de Elohim, mintió, diciendo: "Yo he cumplido la palabra de
Yahweh" pesúk 13. Cuando Sh´muel sacó a la luz su evidente inconsistencia,
Shaúl presentó excusas. Al negarse a hacer teshuváh y hacerse responsable
ante el Nevií de Elohim, perdió su trono y el reino pesúk 26.

Creado para nuestra protección

Muchas veces salimos perdiendo por no escuchar las advertencias, e ignorar a


Elohim. Un amigo mío era un excelente pastor fundamentado. Pero alguien lo
convenció de que la libertad significaba poder hacer casi cualquier cosa que él
quisiera. Yo le advertí varias veces que si seguía por ese camino resbalaría y
su pastoreo se vendría abajo. Pero no quiso escuchar, y como resultado perdió
su puesto y otro lo ocupo.
Quienquiera que se niegue a rendir cuenta está caminando por un terreno
peligroso. El adversario de nuestros alientos trabaja en la claridad y en la
noche para devorar a los que conocen la toráh, arruinando sus vidas y
17 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
testimonio. Las tentaciones están al acecho en todas partes, prometiendo
placeres, que al final llevan a la desdicha y al pesar.
Si queremos evitar el engaño del enemigo, tenemos que buscar relaciones con
las que seamos mutuamente responsables. Esto requiere el compromiso de
asumir responsabilidad por nuestras acciones, y la disposición de ser abiertos,
honestos y vulnerables al compartir nuestras vidas con otros siervos. Puesto
que esto incluye reconocer las faltas y hacer las correcciones necesarias con
humildad.
Aunque la responsabilidad en ocasiones implica confrontar el errar, su
objetivo principal es alentar y fortalecernos mutuamente para vivir la toráh.
Saber que alguien se preocupa por nosotros, y se toma el tiempo para orar por
nuestras luchas, pueden motivarnos a perseverar.
Todos necesitamos esta clase de estímulo de las personas en nuestras vidas.
En realidad, a todos les beneficiaría tener un pequeño grupo de amigos que se
comprometan a tener una relación abierta y honesta. Pero piense con cuidado
a quienes incluye en su círculo. La confidencialidad es esencial, así que nunca
escoja a un chismoso, o encontrará que sus secretos los sabrá todo el mundo.
Y para evitar cualquier tentación, los hombres deben reunirse con hombres, y
las señoras con señoras.

¿Quién responde a quién?

Aunque el principio de rendir cuenta se aplica en todos los ámbitos de la


sociedad, esto comienza en el hogar. Primero, los esposos y las esposas son
responsables mutuamente. Segundo, a los hijos se les debe enseñar a
responder a sus padres, así como también a sus maestros y a otras figuras de
autoridad en sus vidas; de lo contrario, se convertirán en adultos
irresponsables.
Mi madre sabía exactamente cómo mantenerme bajo control cuando yo era un
muchacho. A veces me preguntaba directamente "¿Dónde estabas?" Pero en
otras ocasiones tenía esa tranquila y amorosa manera de conseguir
directamente la verdad. Me decía: "Dime lo que quieres que yo sepa". Mamá
sacaba de mí lo que deseaba saber, porque me motivaba a decirle la verdad.
Piense en la importancia de rendir cuenta en su trabajo. Yo no quisiera pasar
sobre un puente con mi auto cuyos constructores no tengan que dar cuenta a
nadie. Toda empresa necesita empleados confiables que lleguen a tiempo, se
dediquen honestamente a cumplir sus horas de trabajo, y den lo mejor de sí
mismos, aunque nadie los esté observando.

18 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


El gobierno también está basado en la idea de que no podemos simplemente
hacer lo que nos venga en gana, sino que debemos responder a la autoridad.
Por ejemplo, hay que obedecer las leyes; y nos guste o no, hay que pagar los
impuestos. Si es una nación democrática, los ciudadanos tienen entonces el
privilegio adicional y el deber de votar a favor de legisladores que los
representen. Además, Elohim llama a los creyentes a vivir de manera que
fortalezcan a su país, no que lo destruyan.
Por último, todos somos responsables ante Elohim. Toda la humanidad estará
delante de Él en el juicio final Jz (Ap) 20:11-15. Somos responsables ante
Yahweh por la forma en que vivimos, y un Yom estaremos ante el tribunal
para rendir cuenta de nosotros mismos Rm 14:10-12.
El tiempo de prepararse para este encuentro es ahora mismo. Tenemos el
privilegio de dar cuenta a Yahweh cada Yom. No se trata de un momento de
humillación ante un Elohim tiránico, sino de una oportunidad para pedirle
cada mañana lo que Él quiere que hagamos. Él es nuestro Padre que está en
shamáyim, que nos ha dado preceptos para vivir, cuyo resultado serán la paz,
el gozo y el contentamiento. Yahweh se propone hacer algo bueno en la vida
de sus hijos, y tenemos que dar cuenta a Él cada Yom para asegurarnos de que
estamos andando en sus caminos.
Por eso, cada noche antes de dormir, repasemos nuestro Yom con Él.
Imaginemos a Yahweh sentado evaluando las actividades del Yom.
Presentémosle lo que hicimos, lo que no, nuestros éxitos y fracasos, y luego
dejamos que Él nos apruebe, aliente o corrija. Aprendamos a ver nuestras
actividades, actitudes y palabras a través de sus ojos, y apartemos tiempo para
regocijarnos incluso por los más pequeños actos de obediencia.
Yashua enseñó en Mt 25:14-30 una comparación acerca de nuestra
responsabilidad ante Elohim. Se refirió a un amo que confió sus bienes a tres
de sus siervos antes de hacer un largo viaje. Cada uno recibió una cantidad de
dinero conforme a su capacidad particular. Cuando el amo regresó, llamó a sus
siervos para que dieran cuenta de cómo habían utilizado lo que les había dado.
Igualmente, cuando Yashua ascendió a Shamáyim dejó a sus siervos en la
tierra para que hicieran el trabajo de su reino. A cada uno de nosotros nos ha
confiado sus recursos, y seremos llamados a rendir cuenta cuando Él regrese.
A pesar de que los talentos en esta historia eran dinero, tenemos que pensar
mucho más ampliamente en la aplicación que les demos. Todo lo que tenemos
viene de Elohim: dinero, tiempo, habilidades, etc. Cuando estemos delante de
él, seremos responsables de la manera como usamos lo que Él puso en
nuestras manos. Los elogios del amo se basaron en la fidelidad de sus siervos,
19 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
no en lo mucho que ganaron Mt 25:20-23. De la misma manera, Mashíaj
Yashua juzgará a cada persona individualmente. Para los que conocen su toráh
será por su mayordomía. Puesto que Mashíaj llevó el castigo por nuestros
errores, éstos han sido perdonados y olvidados. El juicio que recibamos es
muy duro y es sobre recompensas o pérdida de ellas 1 Qr 3:10-15.
Cada Yom ofrece oportunidades para ser buenos mayordomos de lo que
Elohim nos ha confiado. Nuestro objetivo debe ser vivir de tal manera que
podamos estar un Yom delante de Mashíaj Yashua, y escucharle decir: "Bien,
buen siervo y fiel" Mt 25:21.

Rendir cuentas, una muestra de madurez


Dos hombres estaban pescando en un arroyo cuando se dieron cuenta que el
puente cercano se estaba derrumbando poco a poco. Cada vez que un auto
pasaba sobre él una pieza del puente caía al agua y el puente entero temblaba
se debilitaba peligrosamente. Finalmente, después que un gran camión paso
sobre él, la parte del medio del puente se derrumbó tras él, justo en la mitad.
Si un auto entraba de nuevo al puente le sería imposible ver el lugar del
derrumbe. Los dos pescadores se percataron del peligro y sabían que si un
auto entraba al puente por cualquiera de los dos extremos no iba a poder ver el
peligro sino hasta que fuera demasiado tarde, el puente entero colapsaría y el
auto se precipitaría al río. Era una situación con riesgo de muerte o heridas
serias. Uno de los pescadores le dijo a su amigo: ¡Tenemos que hacer algo!
¿Qué seria aquella cosa que un cristiano haría? pregunto. Su amigo hizo
silencio por un momento y luego de pensarlo respondió: ¿Construir un
hospital?

Yo se que te puede sonar ridícula su respuesta. Pero la triste realidad es que la


mayoría reaccionamos así. Preferimos la medicina correctiva antes que la
preventiva. Preferimos construir el hospital después de la catástrofe antes que
poner un par de letreros de advertencia diciendo que el puente está caído al
medio.

Algunos son como niños, en el mejor de los casos están prontos a recibir el
consejo una vez que ya es tarde y ya no hay remedio, en lugar de recibir la
reprensión y prevención cuando todavía había tiempo, cuando la mala
decisión no había sido ejecutada. Otros no desean el consejo y corrección ni
siquiera después que han metido la pata. Son como piedras, no les entra nada.

No estamos acostumbrados a Rendir Cuentas ni a que nos las rindan. A


menudo algunos permitimos que una persona venga y nos aconseje cuando
20 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
estoy en una situación bien mala después que tome malas decisiones. Pero no
estoy dispuesto a permitir que alguien se meta con libertad en mi vida para
prevenir situaciones como estas y amonestarme desde antes. Es decir no
Rindo Cuentas. Rendir Cuentas es un signo de madurez en una vida del rúaj.

En la Tanák Elohim dijo a Yirmiyáhu: 9 “Engañoso es el corazón más que


todo, y él es débil. ¿Quién lo conocerá? 10 yo Yahweh, que escudriño el
corazón, y pruebo las entrañas, para dar al hombre según su camino, según el
fruto de sus obras. Yr (Jr) 17:9-10”
Puesto que mi corazón es engañoso, yo necesito alguien a quien Rendir
Cuentas. Alguien que me hable de parte de Elohim y me haga ver la
insensatez de mi corazón.
Yo necesito alguien que me hable de parte de Elohim y no alguien que me
hable según su humano razonamiento cuyo corazón también es engañoso
igual que el mío. He aquí la importancia de que la persona a quien rindo
cuentas me hable con la Toráh.
Nosotros somos muy hábiles para escondernos detrás de un impenetrable
escudo de racionalización, auto justificación, excusas y negación.
Alguien dijo una vez: “Nosotros negamos, suprimimos, minimizamos lo que
sabemos que es verdad. Afirmamos, adornamos y elevamos lo que sabemos
que es falso. Nosotros embellecemos feas realidades y nos vendemos a
nosotros mismos esas versiones embellecidas”. Muchas veces estamos
demasiado ciegos para poder ver lo que el rúaj quiere tal cual somos. Por eso
necesitamos rendir cuentas. Necesitamos alguien que nos enfrente con la
verdad sin adornos.
Los sabios y exitosos tienen personas bajo ellos, sobre ellos y alrededor de
ellos a quienes voluntariamente se someten para dar cuentas. Realmente
cualquier cosa que una persona haga que está sujeta a riesgo de error requiere
la presencia de otra persona a quien dar cuentas. Eso nos involucra a todos,
nadie queda exento.

I ¿Habla la Toráh sobre Rendir Cuentas?

El primero en inventar el Rendir Cuentas fue Elohim.


“De manera que cada uno responderá por su aliento con la palabra de
Elohim”. Rm 14:12

Elohim es la persona suprema a quien, queramos o no queramos tendremos


que rendir cuentas. Algunos, los salvos en el Tribunal de Mashíaj Yashua y
otros los no salvos en el Juicio del Gran Trono Blanco.

21 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


Ciertamente si decidiéramos hoy rendir cuentas a personas correctas, cuando
estemos rindiendo cuentas delante de Elohim nos iría mejor.

“No reprendas al escarnecedor, para que no te aborrezca. Corrige al sabio, y te


amará. Da al sabio y será más sabio. Enseña al justo y aumentará su saber.”
Msh (Pr) 9:8-9

El sabio es una persona que ama el rendir cuentas, ama el ser corregido. En
cambio, el necio aborrece a quien le amonesta y reprende. La elección es tuya:
¿Qué tipo de persona quieres ser tu un sabio o un necio? Si quieres ser sabio
no tienes que tener temor de ser reprendido, de dejar que alguien entre con
libertad a tu vida y te marque lo que no está de acuerdo a la Palabra de
Elohim. Son los necios los que se molestan, los que no quieren que nadie se
meta, los que no aman la corrección.

II ¿A quién rendir cuentas?

1. Debemos rendir cuentas solo a los que conocen la toráh es decir, hijos
de Elohim, miembros del cuerpo de Mashíaj Yashua.

1 Corintios 12 nos habla del concepto de Rendir Cuentas ilustrándolo con un


excelente ejemplo: Somos un cuerpo en Mashíaj Yashua.

“…para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos
se preocupen los unos por los otros. De manera que, si un miembro padece,
todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los
miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Mashíaj Yashua,
y miembros cada uno en particular…” 1 Qr 12:25-27

Una primera cosa que tenemos que entender en cuanto a Rendir Cuentas es
que las personas a quienes rendimos cuentas deben ser parte del cuerpo. No
podemos pensar en rendir cuentas a un no creyente por mas amigo que sea de
ti. De hecho, tus amigos más cercanos deberían ser tus Roí (pastores o
maestros).

Es vital que un hijo de Elohim tenga a quien rendir cuentas, una persona en
quien confié, ore con él, le aconseje, le escuche, le anime, pero también que
SIN MIEDO le exhorte, reprenda, amoneste y corrija en amor. Una persona
que no siempre me diga lo que “yo quiero oír” o lo que resulta suave a mi
oído, sino que a veces me diga lo que “me duele escuchar” pero es verdad.

22 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


Muchas veces tenemos “amigos” pero estos no están dispuestos a decir la
verdad en la cara, que es la que necesito oír. No están dispuestos a poner en
riesgo la amistad con tal de hacerme bien haciéndome ver mis errores. Por no
ofenderme me dejan seguir mi camino hacia la destrucción. El problema es
que este tipo de amigos que no reprende, que no dice cosas incomodas, que no
me confronta, es el tipo de amigos que casi siempre nos gusta tener, los
preferimos y buscamos. Preferimos a la gente que nos dice lo que queremos
oír antes de aquellos que por amor nos corrigen usando la Palabra de Elohim.

2. Debemos rendir cuentas ante hombres del Rúaj.

Gl 6:1-2 dice: Mis hermanos, si alguno de vosotros es sorprendido y procede


como uno de estos, que no obran como vosotros hombres del Rúaj, levantadlo,
estableciéndolo en humildad del Rúaj y recordad para que no sean
conquistados en prueba también vosotros.
2 levantad sobre vosotros cada uno la carga del prójimo y en esto guardarás
la Toráh de Ha-Mashíaj.

Aquí vemos otro principio importante: la persona a quien tenemos que dar
cuentas debe ser un hombre del Rúaj. ¿Cómo podríamos definir qué es ser
un hombre del rúaj? La misma toráh nos dice en:

Rm 8:5 porque el caminar de acuerdo a la carne es musitar en palabras de la


carne, y el caminar de acuerdo al Rúaj es en palabras del Rúaj.

Una persona que es del Rúaj piensa con la toráh. Tiene la toráh en su
corazón y habla de la toráh. No es sabio en su propia opinión sino busca la
sabiduría de la toráh. Te aconseja con la Toráh, te muestra tus errores en la
Toráh. Por tanto, debe ser una persona que conozca la Toráh. Se preparará
con la Toráh para hablarte. Es una persona que orará por un tiempo antes de
darte algún consejo o antes de ir a corregir algo en tu vida. Es más
seguramente algunas veces cuando tu busques su consejo te dirá: “déjame orar
antes de darte un consejo”. Es una persona que querrá depender de Elohim en
todo cuanto te diga.

Si buscas rendir cuentas a alguien que te hablara de su propia filosofía, de su


propio razonamiento y no de la Palabra de Elohim, estarás tanto o más en
riesgo de error como si no buscaras consejo de nadie.

Aquí es donde de nuevo muchas veces erramos escogiendo a quienes tenemos


que dar cuentas. Muchas veces escogemos por amistad, por simpatía, por
23 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
afinidad y no por sentimientos y conocimiento. Sería como buscar que te
opere un médico cirujano que tiene buena apariencia física y que parece un
artista de cine, en lugar de buscar un medico que tiene suficientes estudios,
años de experiencia y un historial de buenos resultados para operarte.

Aquí hay otros pesukím que apoyan el rendir cuentas:

Ib (He) 10:24 dice: “Y considerémonos unos a otros para estimularnos al


amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen
por costumbre, sino exhortándonos, y tanto más, cuando veis que aquel
tiempo se acerca”

1 Ts 5:11 dice: “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros,
así como lo hacéis”

Qh (Ec) 4:9-10 “Mejores son dos que uno, porque tienen mejor paga de su
trabajo. Porque si cayeren, el uno levantara a su compañero, pero ¡Ay del
solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
¿Eres tú una persona que da cuentas o un solitario?
¿A quién escoges para rendir cuentas? ¿Al amigo que te dice cosas placenteras
y suaves o al que usando la Palabra de Elohim te dirá la verdad en la cara?
¿Qué tan profundo puede llegar aquel a quien tú das cuentas?
¿Le das completa libertad de entrar a cualquier área de tu vida y amonestarte?
¿Eres tú de los que se molestan cuando alguien se mete en tu vida y trata de
corregir aquello en lo cual no andas de acuerdo a la Palabra de Elohim?
Si quieres ser exitoso debes permitir que los hombres del Rúaj entren a tu vida
y te corrijan. Si tú eres de los que se molestan, o de los que se auto justifican
teniendo siempre una excusa, entonces estas construyendo ladrillo a ladrillo tu
propia prisión de fracaso. Estas construyendo barrote a barrote tu celda.
Preguntas para más estudio

1. ¿Cuáles son los beneficios de rendir cuentas a otras personas Qh (Ec)


4:9-12?
2. ¿Por qué las personas tienen la tendencia natural a evitar esa
transparencia Yhj (Jn) 3:19-21? ¿Qué sucede cuando nos negamos a
dejar que la luz brille en los lugares oscuros de nuestra vida Lq 11:34-
36? ¿Cuáles diferencias hay entre vivir en tinieblas y vivir en la luz Ef
5:1-10?
3. ¿Cómo podemos ayudarnos a rendir cuenta unos a otros Gl 6:1-2; Ib
(He) 3:12, 13; 10:23-25; Ya (Stg) 5:16?

24 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim


4. Todos los hombres comparecerán ante el tribunal de Mashíaj Yashua.
¿Sobre qué base juzgará 1 Qr 3:10-15? Teniendo en cuenta los pesukím
que siguen, ¿qué obras cree usted que están representadas por el oro,
plata y las piedras preciosas Lq 12:29-34; Yhj (Jn) 15:1-12; Gl 5:22, 23,
2 Tm 4:5-8?
5. ¿Qué hará Mashíaj Yashua en el juicio 1 Qr 4:5? ¿Cómo presenta
Matityáh 25:19-21 una imagen más positiva? ¿Qué anhela darle
Yahweh? ¿El saber esto lo motiva a vivir una vida digna de ser alabada
por Él?

Yahweh, te agradezco por poner en vida personas a las que tengo que rendir
cuentas. Te agradezco esa gente que tiene el derecho y la autoridad para
cuestionar mi vida, mis motivaciones, mis actitudes y mis conductas, pero que
lo hace en amor, aceptándome, juzgando mis malas acciones y que son una
ayuda inestimable en mi lucha contra el errar en mí caminar.

Te agradezco porque me conoces. Contigo no tengo que pretender ser lo que


no soy, ante ti puedo ser totalmente transparente, genuino, en definitiva, ante ti
puedo ser humano, pero ayudado por tu Rúaj para ser guardado de la horade la
prueba.

Ayúdame a ser siempre sensible a aquellas personas que has puesto a mí


alrededor a las que tengo que rendir cuentas. Dame la humildad y la sabiduría
para saber apreciar el privilegio de tenerlas y ser enseñable a sus consejos.

Sh´liaj
Yoshua Ben Efrayim

25 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim

You might also like