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Estas son las palabras que mandó Yahweh para que Hagan” Shm (Ex) 37:9
Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
Lectura de la Haftarah
1 Mlk 7:13-26; 40-50
Lectura de la Brit Ha Dasháh
Yaaqób (Stg) 1:16-18
Efesiyím (Ef) 1:3-14
Yq 1:16 Hermanos estimados, no desvíen vuestro aliento.
17 Todo presente bueno y todo obsequio completo desciende de lo alto, de parte del
Padre de las lumbreras, a quien no le pasa ni sombra de cambio.
18 Y él, por el deseo de su aliento, nos dio a luz por la palabra de su verdad, siendo
para él como las primicias de su cosecha en medio de las criaturas.
Ef 1:3 Bendito sea Elohím y padre de nuestro soberano Yashua el Mashíaj, quien
nos bendijo desde shamáyim su morada, con toda bendición de sí mismo, en
Mashíaj.
4 Según nos escogió en él antes de que fundase la tierra, para ser apartados y
perfectos delante de él,
5 y por su amor nos designó de antemano para ser hijos de él, por orden de Yashua
el Mashíaj, según la buena voluntad de su corazón,
6 para ornato del poder de su bondad, el cual recompensa bien sobre nosotros por
el amado,
7 porque en él se encontró el rescate y perdón de nuestras fallas por su sangre que
derramó, según las riquezas de su bondad,
8 quien por nosotros hizo abundar en toda sabiduría e inteligencia,
9 y nos manifestó el consejo de su voluntad, según su buen plan, de antemano el
plan de su corazón,
10 para reunir en Mashíaj, al completar el tiempo del cuidado de todos los que
están en shamáyim, y todos los que están en la tierra y primero los que están en él.
2 Sh´liaj Yoshua Ben Efrayim
11 Y también por su mano se restablecerá la herencia, según fuimos elegidos para
ella en el pasado, de parte de él, el hacer todo según el plan de su voluntad,
12 a causa de esto mostró a nosotros la majestad de su esplendor, siendo los
primeros que confiamos en Mashíaj.
13 Y también en él confiáis vosotros, después de que oísteis la palabra de verdad, la
palabra de la buena noticia para vuestra liberación, y como creísteis en él, así
también vosotros estáis sellados por el Rúaj Ha Qodésh según lo que les hable,
14 que es la prenda de nuestra herencia hasta que redima y sea para nosotros por
heredad, para alabanza del nombre de su esplendor.
“Estas son las cuentas del Mishkán, el Mishkán del testimonio, que reunió
por orden de Moshéh, trabajo de leviím por mano Itamar hijo de Aharón el
kohén.
Shemót (Ex) 38:21
RENDIR CUENTAS
7 “Entonces Natán le dijo: ¡Tú eres ese hombre! Por tanto, dice Yahweh el
Eloheí de Yisraél: Yo te ungí por rey sobre Yisraél, y te libré del poder de
Shaúl; 8 te di la casa de tú soberano y las señoras de tu soberano en tu seno,
y di a ti la casa de Yisraél reino de Israel y Yahudáh. Y si esto fuera poco, te
habría añadido muchas cosas más. 9 ¿Por qué despreciaste la palabra de
Yahweh, e hiciste lo malo a ojos de Uriyáh Jitií hiriéndolo con espada y
Érase una vez un gran y noble rey cuya tierra estaba aterrorizada por un
malvado dragón. Como si fuera una gigantesca ave de presa, la horrible bestia
se deleitaba destruyendo las aldeas con su fiero aliento. Las desesperadas
víctimas huían de sus casas quemadas tan solo para ser heridos por las
mandíbulas o el aguijón del dragón. Aquellos que eran devorados
instantáneamente eran considerados como más dichosos que los pobres que
eran llevados al foso del dragón donde serían devorados cuando a él le
placiere. El rey había despachado a sus hijos y caballeros a luchar en muchas
valientes batallas contra la serpiente.
Cabalgando solo en el bosque, uno de los hijos del rey escuchó su nombre
pronunciado de una forma suave y baja. Entre las sombras de los árboles y de
las gigantescas piedras yacía el dragón. Los grandes y pesados ojos de la
criatura se posaron sobre el príncipe, y su boca de reptil se estiró con una
sonrisa amigable.
Pero, quince jornadas después, habiendo sufrido la tortura del deseo, de nuevo
fue en busca del dragón. Así sucedió muchas veces más. No importaba cuán
determinado estuviera, el príncipe se encontraba a sí mismo atraído una y otra
vez, como si fuera arrastrado por las cuerdas de una red invisible.
Silenciosamente, pacientemente, el dragón siempre esperaba.
Una fría noche sin luna su excursión se convirtió en un ataque contra una
durmiente aldea. Incendiando los techos de paja con poderosas llamas que
salían de sus narices, el dragón rugía con placer cuando las horrorizadas
víctimas huían de sus ardientes casas. Lanzándose sobre ellos lanzó fuertes
llamaradas que rodearon a un grupo de aldeanos que gritaban. El príncipe
cerró fuertemente sus ojos en un intento de acabar con aquella carnicería.
“Estaba allí” gritó una señora, “lo vi en la espalda del dragón” otros movían
sus cabezas en señal de amarga confirmación. Horrorizado, el príncipe vio que
su padre, el rey, estaba en el patio de armas sujetando entre sus manos un niño
que sangraba. La cara del rey era un espejo de la agonía de su pueblo cuando
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sus ojos se encontraron con los del príncipe. El hijo huyo esperando poder
escapar en la noche, pero los guardas lo apresaron como si fuera un simple
ladrón. Lo llevaron al gran salón donde su padre se sentó solemnemente en el
trono. A cada lado, la gente gritaba contra el príncipe.
Pero su padre replicó, “mi sangre corre por tus venas. Mi nobleza siempre ha
estado profundamente marcada en tu aliento”
“Esta es nuestra arma más poderosa contra el dragón,” anunció “La verdad, no
más vuelos a escondidas. Solos no podemos enfrentarlo”
Estoy incluye a los líderes, o tal vez, sería más justo decir que los líderes son
mucho más vulnerables que el común de los mortales. Tal vez una de las
razones es porque somos más estratégicos, nuestra caída puede traer más
beneficios para el adversario que la de cualquier otro talmidím. También es
cierto que sufrimos más presiones.
Por todo ello hemos de luchar en solitario y la soledad es el mejor aliado del
adversario en su lucha y combate contra nosotros.
Sin embargo, como siervos, dada nuestra condición humana y dada nuestra
situación de vulnerabilidad, necesitamos personas con quienes podamos vivir
la verdad. Personas que nos permitan ser nosotros mismos. Personas que no se
van a escandalizar si abrimos nuestro corazón y les contamos nuestras
tentaciones, nuestras luchas con los errores, nuestro miedo a caer. En
definitiva, personas que nos oirán sin juzgarnos, que nos aceptarán
incondicionalmente y en las que podremos encontrar el apoyo, la oración, la
exhortación, el ánimo y la compañía por el Rúaj para luchar contra el errar.
Yaaqób (Santiago) afirma que, nos confesemos nuestros pecados unos a otros
para que seamos sanados. Hay debilidad en la lucha en solitario contra el
errar. Hay fuerza en la lucha con otros contra el fallar.
Es la situación real de muchos siervos que han caído, y con ellos el servicio,
debido a que tuvieron que vivir sus luchas en solitario. No querían o no podían
compartir con nadie su situación y fueron vencidos por fuerzas superiores a
ellos. Creyeron la necia idea de que un líder no puede dar ninguna señal de
debilidad o vulnerabilidad y no se abrieron al apoyo, ayuda y supervisión de
otros líderes. El problema estalló porque nadie les supervisó en los primeros
pasos del mismo.
Como líder necesito personas con quien pueda ser yo mismo. Necesito
compañeros con los que pueda admitir mi realidad como ser humano. Necesito
esa gente con quien pueda ser genuino, transparente, honesto, abierto, humano
y todo ello sin miedo a ser rechazado, juzgado, etiquetado, criticado o
destruido.
TU REFLEXIÓN
EL PERSONAJE
O David no contó con este tipo de apoyo del kohén o, si lo tuvo no supo usarlo
para beneficio propio. Lo cierto es que enfrentó su error en solitario y cayó
en sus redes. Las consecuencias fueron catastróficas, tanto para él, como
para su futura esposa, el esposo de Batshéva y el futuro bebé.
La tragedia de lo que pasó al rey David con Batshéva es una muestra de lo que
puede suceder cuando NO NOS RODEAMOS de personas a quienes tenemos
que rendir cuentas sino de aquellos que nos “permiten pecar” sin
amonestarnos. Es decir, aquellos amigos que no quieren “poner en riesgo la
amistad” y nos dejan seguir camino a nuestra autodestrucción.
Al caminar por la azotea del palacio desde allí vio a Batshéva que se estaba
bañando. La señora era muy hermosa y David envió a alguien para averiguar
quién era ella. Alguien le dijo que esa era Batshéva, la hija de Eliam, esposa
de Uriyáh Jitií. Y nadie le dijo: Pero David, no se supone que debas estar
mirando a una señora bañándose, eso es algo inmundo, impuro y estas
errando contra la toráh y contra Elohim. Ni siquiera tendrías que
interesarte por quien es ella.
Luego David envió mensajeros para traerla. Y nadie le dijo: David no iremos
a traerla, no participaremos de tu errar. Lo que estas a punto de cometer
David, es un error llamado adulterio. Estas traicionando primero a
Elohim y luego a uno de tus mejores hombres.
Ella vino a él, y el durmió con ella. Y nadie le dijo: David saca a esa señora
de allí, ella no es tu esposa. Es adulterio lo que estás cometiendo. Nadie
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tocó a su puerta para evitar que cometiera ese gran pecado. Nadie hizo
nada, nadie dijo nada. Fueron amigos pasivos.
Para este momento David tenía alrededor de 50 años, ya había reinado por 20
años, fue un músico talentoso, poderoso guerrero y líder capaz. El disfrutó de
su caminar con Elohim íntimamente, de tener una familia saludable, de una
estable situación política y de una serie de victorias militares. David era el rey
que lo tenía todo. Lo único que no tenía era a Batshéva. Y eso era lo que él
quería.
Un trágico error que a menudo se deja de ver era que Uriyáh no era una cara
desconocida para David. No era un soldado mas, sino uno de los valientes de
David 2 Sh´muel 23:39
Mt 12:36 Y yo digo a vosotros que sobre todo susurro desabrido que hablen los hijos del hombre,
darán cuenta en el tiempo del juicio.
Rm 14:12 Por tanto, cada uno responderá por sí mismo con la palabra a Elohím.
1 Ke 4:5 los que están dispuestos ponen pleito y darán cuenta delante del que está preparado para
venir a juzgar a los vivos y a los muertos.
LA RESPONSABILIDAD
2. Condiciones para que exista responsabilidad.- Para que pueda darse alguna
responsabilidad son necesarios dos requisitos:
2. ¿Es mejor ser poco responsable? No, no. Es preferible ser hombres libres,
dueños de sus actos, capaces de tomar decisiones y de asumir sus consecuencias.
o Para evitar responsabilidades ante los demás, es frecuente echar las culpas
a otro, o bien decir "soy libre y hago lo que me da la gana"; queriendo
expresar que no rindo cuentas de mi comportamiento ante nadie.
(Obviamente la libertad humana no es así).
o Para quitarse responsabilidad ante la propia conciencia, un recurso habitual
es evitar reflexionar: Aturdir la cabeza hasta que no pueda pensar. Otro
sistema es decir "yo paso de todo", o "ningún asunto me importa". (Pero la
conciencia intenta protestar ante esta flojedad).
o Y las excusas para evitar responsabilidades ante Elohim son abundantes.
Desde decir que no existe, hasta afirmar que Elohim es tan bueno que todo
le parecerá bien. (Pero la verdadera bondad desea el bien verdadero).
o Valentía.- Para dar cuenta de los propios actos hace falta un valor capaz de
superar el temor al castigo. (Responsabilidad ante los demás).
o Humildad.- El orgullo dificulta pedir perdón; mientras que la persona
humilde reconoce sus fallos. (Responsabilidad ante uno mismo).
o Piedad basada procedente de Elohim.- Quien aprecia el gran don de ser
hijo de Elohim procura que su comportamiento agrade a su Padre.
(Responsabilidad ante Elohim).
Un origen antiguo
Algunos son como niños, en el mejor de los casos están prontos a recibir el
consejo una vez que ya es tarde y ya no hay remedio, en lugar de recibir la
reprensión y prevención cuando todavía había tiempo, cuando la mala
decisión no había sido ejecutada. Otros no desean el consejo y corrección ni
siquiera después que han metido la pata. Son como piedras, no les entra nada.
El sabio es una persona que ama el rendir cuentas, ama el ser corregido. En
cambio, el necio aborrece a quien le amonesta y reprende. La elección es tuya:
¿Qué tipo de persona quieres ser tu un sabio o un necio? Si quieres ser sabio
no tienes que tener temor de ser reprendido, de dejar que alguien entre con
libertad a tu vida y te marque lo que no está de acuerdo a la Palabra de
Elohim. Son los necios los que se molestan, los que no quieren que nadie se
meta, los que no aman la corrección.
1. Debemos rendir cuentas solo a los que conocen la toráh es decir, hijos
de Elohim, miembros del cuerpo de Mashíaj Yashua.
“…para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos
se preocupen los unos por los otros. De manera que, si un miembro padece,
todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los
miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Mashíaj Yashua,
y miembros cada uno en particular…” 1 Qr 12:25-27
Una primera cosa que tenemos que entender en cuanto a Rendir Cuentas es
que las personas a quienes rendimos cuentas deben ser parte del cuerpo. No
podemos pensar en rendir cuentas a un no creyente por mas amigo que sea de
ti. De hecho, tus amigos más cercanos deberían ser tus Roí (pastores o
maestros).
Es vital que un hijo de Elohim tenga a quien rendir cuentas, una persona en
quien confié, ore con él, le aconseje, le escuche, le anime, pero también que
SIN MIEDO le exhorte, reprenda, amoneste y corrija en amor. Una persona
que no siempre me diga lo que “yo quiero oír” o lo que resulta suave a mi
oído, sino que a veces me diga lo que “me duele escuchar” pero es verdad.
Aquí vemos otro principio importante: la persona a quien tenemos que dar
cuentas debe ser un hombre del Rúaj. ¿Cómo podríamos definir qué es ser
un hombre del rúaj? La misma toráh nos dice en:
Una persona que es del Rúaj piensa con la toráh. Tiene la toráh en su
corazón y habla de la toráh. No es sabio en su propia opinión sino busca la
sabiduría de la toráh. Te aconseja con la Toráh, te muestra tus errores en la
Toráh. Por tanto, debe ser una persona que conozca la Toráh. Se preparará
con la Toráh para hablarte. Es una persona que orará por un tiempo antes de
darte algún consejo o antes de ir a corregir algo en tu vida. Es más
seguramente algunas veces cuando tu busques su consejo te dirá: “déjame orar
antes de darte un consejo”. Es una persona que querrá depender de Elohim en
todo cuanto te diga.
1 Ts 5:11 dice: “Por lo cual, animaos unos a otros, y edificaos unos a otros,
así como lo hacéis”
Qh (Ec) 4:9-10 “Mejores son dos que uno, porque tienen mejor paga de su
trabajo. Porque si cayeren, el uno levantara a su compañero, pero ¡Ay del
solo! Que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante”
¿Eres tú una persona que da cuentas o un solitario?
¿A quién escoges para rendir cuentas? ¿Al amigo que te dice cosas placenteras
y suaves o al que usando la Palabra de Elohim te dirá la verdad en la cara?
¿Qué tan profundo puede llegar aquel a quien tú das cuentas?
¿Le das completa libertad de entrar a cualquier área de tu vida y amonestarte?
¿Eres tú de los que se molestan cuando alguien se mete en tu vida y trata de
corregir aquello en lo cual no andas de acuerdo a la Palabra de Elohim?
Si quieres ser exitoso debes permitir que los hombres del Rúaj entren a tu vida
y te corrijan. Si tú eres de los que se molestan, o de los que se auto justifican
teniendo siempre una excusa, entonces estas construyendo ladrillo a ladrillo tu
propia prisión de fracaso. Estas construyendo barrote a barrote tu celda.
Preguntas para más estudio
Yahweh, te agradezco por poner en vida personas a las que tengo que rendir
cuentas. Te agradezco esa gente que tiene el derecho y la autoridad para
cuestionar mi vida, mis motivaciones, mis actitudes y mis conductas, pero que
lo hace en amor, aceptándome, juzgando mis malas acciones y que son una
ayuda inestimable en mi lucha contra el errar en mí caminar.
Sh´liaj
Yoshua Ben Efrayim