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  • Un Lector en El Bosque Del Espejo. A. Manguel. PDF

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    Rosa Esther Molina
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    i Mangel, Alberto (eu) ectras seine. atte ol Oarcalona, Oceaho Un lector en el Bosque del Espejo "ln egw evapo a Go Maen iter Mar aso (Cunxpo ranta ocuo o wus sSos,en una cs que Yano cexste alguien me regalo una copia de Alice en el Pde as Maras y A ts del epejo. Como tantes otros letores, sempre he sentido que a edicin ena que leo un ibxo por primera vers valve, pars toda mi vidas origin. La mia, sracias alas estes estaba entiquecida con ls iasraciones de John Tenniel impresi en un papel gruesoy eremaso ‘qve miseriosamente oi leRa quemada Hulbo mucho que no entendi ea mai primers letra de Alicia, peo es0 no pareid importar Aprendi a may ‘temprans edad que a menos que esti leyendo gor alin ‘motivo dstneo al pheer (Como a todos nos roca a veces por netros pecados,e bastane seguro saltarselr to laderosdificltosos, tomar atjos ee as ela intrinca ss, brineatse los prams slemne yaburrdos,y simple His donde recuerdo mi primera impresién de las ventura fie In de wn vgje ico en el qve yo mismo ne converts en compafero de pobre Alicia. Caer porla m= Arigueray azavesar el espejo eran mero puntor de par da, tan eivilesy marvosos como suze aun autobis, Peo el vise! Cuando tenia ocho © nueve aos, no ex tanto que mi incrdaliddestvien suspendida como que ‘ain no nacia,¥ 4 veces la fcc se senta mis teal que Jos hechos cotistans. No «que yo pentira que un lugar ‘como el Pals dels Maris de verdad exstier,sino que yo sbia que esuba hecho de le misma materia que mi asa ym calls ladilosrojos que eran mi escuela. Un libro se converte en un libro disingo cada vez que lo Teemos. EI Alice de la primers infancia fue como un vigje, como Le Oilsea 0 Pinoco,y siempre he sentido {que soy um mejor Alicia que un Ulies © un mutieco de ‘madera. Luego vino la Alicia adolescent, y entendi per fectamente lo que ells tuvo que soportar cuando la Libre cde Marzo le ofreci6 vino y no babia vino en la mesa, o cunndo la Orugs guerfa que Alicia le dijera eactamente aquién era y qué queria decir con esa. La advertenca de ‘Tweedledee y Tweedledum de que Alicia no era més que el sueio del Rey Rojo me perseguia en suefos,y mis horas de vigila se wen atormeniadst por eximenes de imacstns que erin como fa Reina Rojs y preguntiban cosas como:"Quitale un hueto a un pero, qué queds?” Después, en mis veint, enconté el juicio de la Sota de Corazones en la Anthaloge de humour noir de And Bre ton, y me di cuenta que obviamente Alicia ers hermana de los sureaises tras una comveraciin com el esertor tbano Severo Sarduy en atime de des que Humpry Dumpcy le debia mucho a ls doctrinases- tmucturlas en Changey Tel QueLY ain después cuando sme fui a vivir a Canad, zeémo no ibaa reconocer que Caballero Blanco ("Pero yo ideaba emo / terme los bigotes de verde, / y ego usar an gran abanico / par. ‘que nadie los vise”) habia comeguida teabajo entre los -mumerosos buréertas que correttan por los corredores de cada dependencia pica de mi pais? En todos mis aos de lee yreleer Alcs, me he topa- do con muchas lecturasdifrentes © interesantes de sat bro, pero no puedo decir que ninguna se haya vucko, en ningén sentido profindo, propia, at lets de ottot influencian, desde luego, mi lectira personal, ofecen ruevos puntos de vist ¢ iuminan certos pases, pero en su mayor son como el mosquito que le dice «Alicia al oldo:"Podrias hacer un chste con eso". Me reno; soy un lector celoso y no wy 2 permite a nadie el ius rimae noc con los bros que leo. La sensi ita de atentesco establecida hace tantotafos con mi piziera Alicia no se ha debiliado; cada vex que Ia vuelvo a les, ge vinculo se foralece de manerst may prada ¢ ines. _ Prtadas. Me fotos pedacios de memozia. Mis hijs (mi Iija mayor, porsupueso seam Alii) me dicen que me calle cuando me arranco, por enésima vez, con los lst ‘meros acondes de “La Morsay el Carpintero™ ¥ casi pot cada nueva experiencia, encueneo un eco premoniorio ‘© mostilgico en sus pginas, que me dice ota vez!"Esto es To que teexpers"o "Ya hat etado aq". No es que alguna aventura entre auch descrba para tina experiencia particular que ha tenido que puc- més vaso, una experiencia 0 ae rine no rests niuy sgandiloctent) una floss de vids, Sucede al final del ‘apiulo TIT de A srs del ey. Después de atravesar eficjo y sdentrrse ene pals de aber de sjeckez que hay desrs Alicia leg sun bosque oscro donde (han cho) as coms no tienen nombre "Buena, de cntlquiee modo et nls bien parece tocar algo tan gran alvio" die valent, “derpués de pasar tanto clog, owe shoca en el. en a... ex equ Peplea por na poder pensar en pabbr, Alii intents recordar. "Quiero Alec entrar bajo el. bajo el. bj et sabes! —aijo osiando a mano en el tonco del bol —. Me pregunto cbmo se Iams, Crea que no tiene nombre. ;Clar, por supueso que nolo tien!” Al acc de records l palabea que describe el lugar donde est scontumbrads 2 poner en palabras su expeicnca de Ia relia, Alicia de promto eacubre que de hecho nda ene nome: gue hasa que cla misma pods nombrat algo, esa cosa estar sin nom ‘re, prsente pero en silencio, ntngible como un fatsams, Dobe corde ens nombres alvidades?:O debe iaventar ‘nuevos? El syo cs un aniguo diem. Después deformara Ada “dl palvo dela terr"y po- nerd en un huerto en Edén al oriente (como nos dice et segundo capitulo del Genes), Dios forme a “eda bestia del campo y toda ave de Ios cclos, ls exo a Adin pita aque vietecémo hs haba de Damar;y todo lo que Adin Tan alos animales vivientes, se es nombre”. Durante siglo los eaudioss se han cuestionado robe este eoso lncercambio, Se encontraba Adin en un Ingar (como el ‘Bosque det Espejo) donde mada tenia nombre, yl acaba 2 inveneade nombre a toda as cosa y criatuas que vein? 20 acaso las bstas¥ aves que Dios habia creado read wenan un nombre, que Adin debia conocer y (que habria de promuncia como un nifio que ve un pero la luna por primers ver? 2Y a qué nos referimos con “nombre”? Esta pregunts, uns forma deexa pregunta, se plantea en A tds del ‘epee. Uaoscapirulos después de atrveat el bosque sin sombre, Alicia se topa con Ia melanélica figura del Cae baller Blanco, quien,con al elo atortario de os ada tos, le dice que le vas cantar una cancién para sma, "El nombre de la cancién", dice el Caballero, “se Lama jes de baal” Ah, gas que ees el nombre dela cancibn? —

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