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Romero Vazquez Andrés Ética 2

Ética de la virtud en Aristóteles

Para comenzar a hablar acerca de las virtudes de Aristóteles en su libro ética a Nicómaco, es
necesario definir las acciones, es lo primeo que el Estagirita nos enseñara, para así tener una
vida feliz. Tanto en las artes, ciencias y oficios tienen como fin el bien, y están se subordinan
a otras. Para evitar seguir esto al infinitito Aristóteles plantea la idea del supremo bien, este
bien a diferencia de su maestro Platón, no es una idea abstracta independiente de nosotros,
contrariamente el supremo bien es del hombre y para el hombre. Las acciones de los hombres
tienen que tener virtud, esto se refiere a que sean dirigidas hacia el supremo bien, ya que eso
les dará una buena vida o la felicidad. Esta buena vida o felicidad se va desarrollando en un
entorno tanto personal (cultiva miento de la virtud) y político, el último se refiere a que las
acciones que hace el individuo tienen que ser lo mejor posible, esto se verá reflejado en como
desempeña su papel en la polis, ya sea en una actividad racional, como un estratega, o una
práctica, como un zapatero. Teniendo estos parámetros puede surgir la pregunta ¿Cómo se
que acciones benefician a la polis y me llevan a una vida feliz? Las acciones que mejor
realices, y te lleven a la felicidad sea el bien supremo, son aquellas que se deben practicar.
Se dice que en algo que se es bueno es por que es virtuoso en ello y tiene como obligación
seguir haciéndolo constantemente, Aristóteles advierte: “Pero incluso esta se muestra un
tanto incompleta pues, según parece, puede uno mantenerse dormido o inactivo a lo largo
de la vida poseyendo la virtud, y, además, sufrir desgracias y sufrir los mayores
infortunios”.1 De ahí viene la experiencia y por ende la vida feliz, la virtud humana, como el
bien supremo es común a todos, existen distintos caminos en los cuales los hombres pueden
llegar a este estado de felicidad en tanto a lo que hacen, es una cualidad del alma y no del
cuerpo, y si se dirige hacia lo bueno, se dirigirá hacia lo bello y por lo tanto a lo verdadero.
La ética de los individuos, en tanto a sus acciones sería complicado que se vean mal versadas,
para la mayoría será apremiante el buen actuar, para el buen funcionamiento de la polis y de
su propia vida. No basta con ser virtuoso una sola vez, sino que se tiene que seguir haciendo
hasta que se alcance esa vida de felicidad, donde por experiencia y las acciones correctas el
hombre sea bueno referente siempre al alcanzable supremo bien.

1
Ética a Nicómaco, II, 1096a. Trad., y notas., J. Luis Calvo Martínez., Alianza Editorial, Madri, 2016.

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