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INSTITUTO SALESIANO DE FORMACIÓN DOCENTE PÍO X

PROFESORADO EN FILOSOFÍA
FILOSOFÍA ARGENTINA Y LATINOAMERICANA

INSTANCIA EVALUATIVA FINAL INTEGRADORA


La analéctica como camino a la liberación en Juan Carlos Scannone.

DOCENTE: DR. FRANCISCO GUEVARA


MORENO ROLE, MAURO EZEQUIEL

CICLO LECTIVO 2017.


Consignas de trabajo

1. Preparar una exposición, de unas 10 páginas o 2700 palabras.

2. Preparar un abstract.

3. Puede ser a modo de ensayo, citando rigurosamente los textos empleados, pero con
libertad de expresión.

4. Podría ser un análisis más exhaustivo de un autor o tema.

5. Recordar los criterios fundamentales de la Filosofía Latinoamericana: sujeto colectivo,


situación concreta a la que responde, categorías diversas, podría tenerse en cuenta el criterio
de Scannone (lo latinoamericano acontece en el entrecruce de tradiciones).

6. La conclusión debe estar hecha en lenguaje popular, de modo que sea fácilmente
entendible.

7. Fecha de entrega: 1 de noviembre.

8. Presentación oral del trabajo: 15 de noviembre.

RESUMEN.

En la trayectoria intelectual del filósofo argentino Juan Carlos Scannone, la etapa de la filosofía
de la liberación se caracteriza por la relevancia que adquiere la situación de dominación en la
cual se ve inmerso nuestro continente latinoamericano, así como la necesidad de emprender
procesos de liberación en perspectivas a restaurar la dignidad quitada a una enorme cantidad
de hombres y mujeres sumidos en situación de pobreza y exclusión. En la propuesta de la
analéctica como camino que conduce A la liberación por medio de la toma de conciencia de la
situación de opresión se puede observar con claridad la influencia que el filósofo Emmanuel
Levinas ejerció en este pensador.

En el presente trabajo se analiza de modo específico la analéctica propuesta por Scannone en


su etapa de la filosofía de la liberación y, al reconocer el influjo que la filosofía de Levinas tuvo
en el pensador argentino así como también aquellos puntos donde Scannone se distancia del
lituano, se reconocen las características concretas que deberían asumir los procesos liberadores
latinoamericanos así como también el modo de entender el sujeto por parte de Scannone.

ABSTRACT.

In the intellectual trajectory of the Argentinean philosopher Juan Carlos Scannone, the stage of
the philosophy of liberation is characterized by the relevance that acquires the situation of
domination in which is immersed our Latin American continent, as well as the the need to
undertake liberation processes in perspectives to restore dignity taken away from a huge
number of men and women who are mired in poverty and exclusion. In the proposal of the
analectis as a path that leads to liberation through the awareness of the situation of oppression
can be clearly observed the influence that the philosopher Emmanuel Levinas exerted in this
thinker.

In the present study is analyzed in a specific way the analectis proposed by Scannone in his stage
of the philosophy of liberation and, recognizing the influence that the philosophy of Levinas had
in the Argentine thinker as well as those points where Scannone is distance from the Lithuanian,
we recognize the specific characteristics that should be assumed by the liberating processes of
Latin America as well as the way of understanding the subject on the part of Scannone.

EXPOSICIÓN.

La filosofía de la liberación es, sin lugar a dudas, una de las corrientes más significativas dentro
del pensamiento latinoamericano. Las matrices culturales que facilitaron su gestación –la
búsqueda de una mirada cristiana de liberación, la teoría socio-económica de la dependencia y
la necesidad de unir la teoría con la praxis- (Beorlegui, 1997), parecen adquirir una vigencia
inusitada ante el feroz retorno del neoliberalismo en nuestro continente. Es por eso que el
pensamiento liberador (la filosofía, la teología, la pedagogía) suscitan un renovado interés de
conocimiento. En este contexto y movidos por estas intenciones es que se ha elegido a Juan
Carlos Scannone como objeto de estudio del presente trabajo.

En la trayectoria intelectual de Juan Carlos Scannone se advierten, de acuerdo a lo manifestado


por Seibold (2013), cuatro etapas características de su itinerario filosófico: una de formación,
entre los años 1949 y 1967; la de la filosofía de la liberación, entre 1967 y 1976; el intento de ir
más allá de la filosofía de la liberación por medio de la elaboración de la filosofía de la cultura,
entre 1976 y 1981 y finalmente la etapa de la filosofía inculturada, a partir de 1976.

En esta investigación nos centraremos en el análisis de la etapa de la filosofía de la liberación en


el pensamiento de Scannone, específicamente en la analéctica como camino concreto hacia la
liberación y en la noción de sujeto que deviene de la estructura dialéctica que caracteriza a la
analéctica. Para emprender esta labor profundizaremos de modo particular en la influencia que
el filósofo lituano Emmanuel Levinas ejerció sobre este pensador, ya que el mencionado análisis
nos permitirá reconocer con mayor claridad las características propias del proceso liberador en
la propuesta de Scannone. En última instancia se ofrecerán algunas conclusiones personales que
responden a lo solicitado en el espacio curricular para el presente informe final.

El influjo levinasiano en la propuesta de Scannone.

La propuesta filosófica de Juan Carlos Scannone, y en general la construcción de la filosofía de


la liberación, estuvo influenciada de modo determinante por la propuesta de Emmanuel Levinas.
Acerca las razones fundamentales que justifican esta notoria influencia, Seibold (2013) sostiene
que radica en la posibilidad de comprensión de la alteridad que inaugura la propuesta
levinasiana, “que irrumpía con la primacía del “rostro del Otro” en su obra Totalité et Infini” (p.
44). Respecto de este tema, Beorlegui (2010) opina que la razón fundamental se encuentra en
que la filosofía de Levinas “les aportaba una solución y fundamentación teórica a la problemática
filosófico-práctica en la que se hallaba inmerso un sector importante de pensadores
latinoamericanos que van a ir configurando su pensamiento alrededor de la Filosofía de la
Liberación” (p. 707). Sin embargo, esta última interpretación goza de menos consenso entre los
estudiosos del jesuita argentino, dado el evidente influjo de Cerutti Guldberg –férreo crítico de
la propuesta de Scannone- en la obra de Beorlegui.
Uno de los puntos clave que el filósofo lituano aportó a la mirada de Scannone es una base
netamente filosófica que argumentaba la denominada opción por los pobres propia de las
corrientes de pensamiento latinoamericano asociadas a la liberación (teología, pedagogía,
filosofía). La crítica al intelectualismo filosófico occidental, la responsabilidad ética que despierta
el encuentro cara a cara con el rostro del otro y la legitimación filosófica de las llamadas de la
Escritura para el cuidado del vulnerable son los aportes fundamentales que hace la filosofía de
Levinas a la construcción de la filosofía de la liberación.

Este cuestionamiento que el lituano hace a la filosofía occidental es una de las influencias más
significativas que recibe esta corriente filosófica. Levinas considera que esta filosofía se
“comporta como dogmática, dominadora y no respetuosa de la alteridad de los pueblos”
(Beorlegui, 2010, p. 708). En contrapartida, el lituano propone una metafísica de la alteridad y
la exterioridad que impide la conceptualización del Otro desde la propia mismidad. La filosofía
de Scannone considera que ese es el tratamiento que ha recibido Latinoamérica desde la
conquista europea: nuestro continente fue siempre un otro analizado desde la mismidad
europea. Por eso el mismo Beorlegui (2010) dice que “la orientación levinasiana de la
exterioridad al nivel interindividual la extienden los filósofos de la liberación al ámbito socio-
cultural y político” (p. 708).

El último núcleo fundamental de influencia pone su acento en la cuestión del vínculo con Dios.
Scannone tomará la afirmación levinasiana de que en el encuentro cara a cara con el rostro del
sufriente accedemos también a reconocer la huella de Dios. En esta temática, Levinas realiza
una lectura filosófica del Talmud desde la cual presenta una disimetría característica en el
vínculo de responsabilidad con el Otro. Levinas parte desde la expresión del profeta Isaías
“Heme Aquí, envíame”. Esta relación asimétrica, entonces, es respuesta de una llamada previa
que Dios realiza al hombre. Todo aquel que la escuche no puede sino comprometerse con la vida
del otro, hasta convertirse incluso en su propio “rehén”. Dirá Chalier (1993), comentando a
Levinas, que a partir del Heme Aquí se sienta el “uno-por-Otro cómo la estructura del sujeto
humano” (p. 76). Esta realidad de opresión del pueblo de la Alianza a la que hace referencia
Levinas es comprendida de modo analógico por Scannone –y en general por los filósofos de la
liberación- respecto de la opresión de los pueblos latinoamericanos y el llamado a la liberación.

En consecuencia, según Scannone la relación ética incluye “la presencia del Dios trascendente,
el cual no sólo respeta sino que funda la irreductible trascendencia ética de cada persona en
cuanto ella es otro de los otros (…) y funda también su comunidad y comunión” (1987, p. 432).
Si bien es evidente que hay una reinterpretación cristiana de esta cuestión, no se puede negar
que la propuesta de Levinas funciona como punto de partida.

La analéctica como camino a la liberación.

La etapa de la filosofía de la liberación de Scannone está orientada fundamentalmente hacia el


reconocimiento de una dominación hacia el pueblo latinoamericano y la generación de una
propuesta filosófica encaminada hacia la liberación de dicha situación, la cual será llamada por
Scannone método analéctico y en la cual el sujeto es su protagonista por excelencia. La
analéctica no implica sólo negarse a las miradas totalizantes y opresoras, sino también a la
negación de la negación e incluso “a la negación de la relación misma de negación, superando
así no sólo a los términos de la relación en su carácter de opresores, sino también a la relación
misma en cuanto totalidad dialéctica opresora” (Scannone, 1972, p. 121).
La cuestión del método analéctico nos interesa porque sus consecuencias nos ayudan a
comprender con mayor profundidad la propuesta del filósofo argentino en esta etapa de su
trayectoria intelectual. La analéctica se estructura en el respeto a la alteridad del otro,
fundamentalmente del pobre, cuyo rostro nos revela el paso del sufrimiento por su vida a causa
de la opresión. Para Scannone (1972) los pobres “son como el signo donde la alteridad de la
persona se muestra más en su desnudez” (p. 122). El sujeto, en consecuencia, pasa a ocupar un
rol central en el proceso liberador analéctico.

Ahora bien, si a partir de la negación de la relación misma de la negación, la tarea práxica ya no


pasa por invertir la relación de opresión sino por romperla completamente, ¿Cómo puede
realizarse esta ruptura? ¿Es una posibilidad al alcance del sujeto? Para responder a esta
pregunta el argentino introduce una categoría que es la que le otorga al sujeto la mencionada
responsabilidad en este trabajo por la liberación: el tercero.

Es evidente que ni el oprimido en situación de oprimido ni el opresor en su propia condición


pueden ser los sujetos que rompan el vínculo de dominación de uno hacia el otro. Entonces,
¿quién puede constituirse como tercero? Paradójicamente pueden hacerlo tanto el opresor
como el oprimido. ¿Cómo pueden hacerlo? A través de la toma de conciencia. El tercero “no es
el opresor en cuanto opresor ni el oprimido en cuanto oprimido” (Scannone, 1972, p. 123). Es
necesaria la concientización acerca de la situación de dominación.

Ese tercero puede ser cualquiera de los dos (opresor u oprimido) que, tomando conciencia de la
naturaleza de la relación, se ponga en marcha para intentar romperla y superarla “desde la
instancia de una nueva relación ético-política de igualdad y de respeto” (Beorlegui, 2010, p. 715).
La dialéctica entonces pasa a estar configurada por un vínculo entre hombres en la que el
contexto político, social e histórico tiene un rol fundamental.

¿Cuál es la función de ese tercero? Ser un mediador. Sin embargo la noción de mediador no es
aquella que circula tradicionalmente cómo quién interviene o busca una instancia de
conciliación por fuera de la relación conflictiva. El tercero opera desde su abrupta toma de
conciencia y desde dentro de la relación orientando su praxis a la liberación; liberación que, al
plantearse desde la negación de la relación, busca que se quite el yugo tanto del oprimido como
del mismísimo opresor. Es decir, la búsqueda de la liberación engloba a todos los sujetos que
participan de la misma.

Ahora bien, ¿qué posición ocupa el tercero en ese vínculo? Scannone definirá que asume el lugar
del entre. En sus propias palabras: “encarna el “entre que se da entre quien pretende serlo todo
(el opresor) y aquel a quién se intenta reducir a nada (el oprimido), a saber, entre el ente en y
como totalidad (todo ente) y la nada” (Scannone, 1972, p. 124). En la dimensión socio-política,
el entre implica el abandono del yo para el reemplazo por el nosotros incluso en la dimensión
estructural de la sociedad.

Los momentos dialécticos del proceso liberador.

Este título se corresponde con el tercer punto del texto “La liberación latinoamericana.
Ontología del proceso auténticamente liberador” de Juan Carlos Scannone (1972). En este
apartado, el pensador argentino distingue los distintos momentos que forman parte del
proceso, los cuales conforman una triple mediación mutua. Estos tres momentos “no se dan
siempre en sucesión temporal: se trata de tres momentos de la estructura ontológica de una
única mediación tridimensional” (Scannone, 1972, 130).

La primera relación dialéctica se da entre el oprimido y el tercero en ambos sentidos y es


fundamentalmente educativa. Se trata de un primer momento donde el tercero asume la
relación ética con el rostro del pobre que suscita un cuestionamiento acerca de su situación.
Simultáneamente, el tercero ayuda a la toma de conciencia del que se configura como oprimido.

La segunda incluye tanto al tercero cómo al opresor. Es obligación del tercero ejercer una
denuncia, que en términos bíblicos se caracteriza como profética, ante la realidad de la
dominación que ejerce sobre el oprimido. Dirá Scannone que “la mediación del tercero se hace
desenmascaradora y liberadora solamente si lleva al opresor a la situación límite” (1972, p. 142).
Es probable que la respuesta por parte de los opresores incluya la represión y el ejercicio de la
violencia contra los intentos liberadores y concientizadores del tercero.

El último momento de la estructura dialéctica incluye a los dos sujetos que la originaron: el
oprimido y el opresor. El oprimido abandona su pasividad característica de la dominación y
comienza, gracias al auxilio del tercero, a ser sujeto de su propia liberación. Sin embargo y
teniendo en cuenta el método analéctico, la lucha por la propia liberación se extiende hacia
todos, ya que no se trata de invertir la relación opresora. Dirá el mismo Scannone (1972) que
“se tratará de una verdadera liberación y no de la opresión del antiguo opresor por el antiguo
oprimido si ambos han pasado por la mediación liberadora del tercero” (p. 145).

En consecuencia, el sujeto se estructura fundamentalmente como aquel capaz de romper y


superar la situación de dominación propia de Latinoamérica. Por lo tanto se trata de un sujeto
situado, cuya función se inserta en la dinámica de la historia del continente y está orientada
hacia la liberación del mismo. Es un sujeto contextualizado, mediado por el mundo en el que
vive y sobre el cual tiene que responder, posicionado como sujeto ético-político e incluso
histórico. Sin embargo, esta característica de situacionalidad no cierra su posibilidad universal:
“la analéctica permitirá así una apertura de la verdad a la novedad de la historia, a la vez que
posibilitará el planteo de un pensamiento especulativo, ético y político de validez universal
aunque situado, sin caer ni el universalismo abstracto ni en el relativismo cultural” (Fresia, 2013,
p. 65).

De este modo, la irrupción del pobre y el oprimido pasa a configurar un modo de hacer filosofía
qué, en palabras de Oliva “otorga no solamente el qué (contenido) sino también un nuevo desde
dónde (lugar hermenéutico) (…) e incluso un para qué del filosofar, ya que puede emplazarse
como servicio teórico en favor de los menos favorecidos” (2010 p. 129) en el contexto de la
situacionalidad latinoamericana.

Las distancias con Levinas que nos revelan su modo de entender la liberación.

La extensión del campo de la ética al mundo de lo socio-político es una de las primeras


diferencias que podemos advertir entre Levinas y el filósofo argentino. Los fenómenos de la
pobreza, la opresión y la exclusión no son considerados desde la ética sino que son interpretados
estructuralmente desde una mirada social y política.

En consecuencia, ya no se puede interpretar la relación ética en términos de yo-tú que propone


Levinas, sino que debe ser ampliada: hablar de muchos, de pobres, de pueblos oprimidos, de
opresores. El mismo filósofo afirma que una verdadera comprensión del hombre es “al mismo
tiempo personalista y comunitaria, puede fundar un humanismo del nosotros […] se trata del
nosotros como comunidad ético-histórica repensada desde la ética de la alteridad” (Scannone,
1987, p. 432). El sujeto de Scannone es estrictamente comunitario. En la siguiente etapa de su
trayectoria intelectual, la filosofía inculturada, ampliará este concepto al referirse al sujeto como
un nosotros-pueblo. Sin embargo, ya se intuye en la filosofía de la liberación la necesidad del
sujeto comunitario.

Todo lo anterior nos lleva a redimensionar las características que configuran la relación entre
los sujetos. La configuración propia de América Latina en este contexto histórico hace más que
necesario que la praxis liberadora llegue al nivel político. Desde ahí que la estructura de la
relación ya no puede ser ética, sino también “intrínsecamente política, práctica e histórica”
(Scannone, 2000, p. 38). Los hombres se relacionan entre sí y transforman el mundo a través de
prácticas socio-políticas pensadas en clave estructural.

En el mismo sentido afirma Seibold que Levinas le da un “nuevo nombre y sabor latinoamericano
a la “alteridad” levinasiana al interpretar el “rostro del pobre” no sólo en su perspectiva ética e
interpersonal, sino aún más como interpelación social y política” (2013, p. 45). La realidad
latinoamericana impone la necesidad de una transformación radical que toque todas las
estructuras: políticas, económicas, culturales, religiosas, pedagógicas y sociales. Ello sólo puede
darse luego de la negación de la negación de la opresión y el trabajo por la liberación a cargo de
los sujetos.

Conclusiones.

Luego de haber cursado este año el espacio de “Filosofía Argentina y Latinoamericana”


y de haber realizado este trabajo final, intentaré poner en palabras algunas de las conclusiones
a las que creo haber llegado, teniendo en cuenta el criterio establecido para este punto.

En primer lugar, me parece muy importante poder comprender nuestra historia.


Entender nuestro pasado nos ayuda a entender lo que nos está pasando hoy. La pobreza y la
miseria que genera estar dependiendo de los grandes grupos de poder es una situación que se
repite en la historia de nuestro país y de nuestro continente. Que nos avivemos de ello
seguramente podrá ayudarnos a no comprar los espejitos de colores que nos venden los
poderosos para seguir manteniéndose en su comodidad a costa del sufrimiento de la gente.
Ojalá que podamos aprender del pasado para no repetir situaciones que nos trajeron mucho
dolor.

¿No vemos cuantos hermanos nuestros sufren todos los días por culpa del sistema en el
que vivimos? ¿No vemos a la gente morirse de hambre? ¿No vemos a niños, niñas y adolescentes
que no pueden ir a la escuela, que no tienen un hospital donde atenderse, que no tienen un
plato de comida para cenar? ¿No son pocos los que tienen mucho y muchos los que tienen poco?
¿Nos parece justo? ¿No nos dice nada el sufrimiento y el dolor del otro? ¿Podemos permanecer
como si no pasara nada? La invitación que nos hacen estos pensadores es a no quedarnos
quietos ante el sufrimiento del otro. Somos responsables de la vida del otro y tenemos que
hacernos cargo de construir un mundo mejor para calmar ese dolor.

Es necesario que podamos entender cómo funcionan los grandes poderes políticos y
económicos y de las consecuencias negativas que trae para la mayor parte de los hombres y de
las mujeres. De esto habla Scannone cuando invita a tomar conciencia de la situación de
opresión. Esta frase es una invitación a darse cuenta de lo que pasa, a darse cuenta de cómo los
dueños del mundo, del país y del continente siguen engordando sus billeteras y manteniendo
su poder explotando a la mayor parte de la población. Pero la tarea no termina ahí: una vez que
nosotros nos damos cuenta, tenemos que tratar de que otros también puedan hacerlo y que
cada vez seamos más los que entendamos lo que nos pasa.

En este camino, no podemos andar solo. Luchar contra los que nos dominan no es tarea
fácil, no podemos mandarnos solos como si fueramos francotiradores. Requiere de un gran
compromiso, de mucho trabajo, pero sobre todo de que podamos hacerlo juntos. La esperanza
de poder cambiar las cosas se hace más grande cuando podemos unirnos y trabajar todos para
la misma causa, sobre todo cuando esta causa tiene que ver con que más hermanos puedan vivir
dignamente. Por eso decimos que Scannone habla de un sujeto colectivo y contextualizado:
estamos llamados a trabajar unidos para cambiar la situación de dominación actual (es decir,
nuestro contexto).

Por último, creo que necesitamos volver a confiar en la política. Es cierto que hace 15
años estábamos gritando “que se vayan todos”. Es cierto que la actitud actual de nuestros
políticos –de casi todas las banderas- nos lleva a no confiar ni un poquito en la política. Es cierto
que estamos en una grieta de la que parece muy difícil salir. Pero la política es uno de los pocos
espacios donde podemos hacer el bien no sólo en grupos pequeños, sino a la sociedad en
general. La política está sucia, es cierto, pero si nosotros nos metemos en ella y trabajamos para
construir un país mejor, estoy seguro que podemos limpiarla.

La filosofía de Scannone –y también la de Levinas, quién lo influenció mucho- puede


darnos algunas pistas para salir de la grieta de la que hablábamos recién. Ambos nos invitan a
no creernos dueños de la verdad, a no pensar que lo único que vale es lo que decimos nosotros.
Ambos nos invitan a darnos cuenta de que hay otro, que es distinto y que por más que no piense
como yo es valioso y tengo que respetarlo igual y construir con él un lugar donde todos podamos
vivir felices. Si podemos crecer en esto, podemos querernos y respetarnos a pesar de nuestras
diferencias, seguramente podremos construir un país y un continente mejor.

Referencias.

• Beorlegui, C. (1997). La influencia de Levinas en la Filosofía de la Liberación de J.C.


Scannone y de E. Dussel. Revista Realidad (UCA de El Salvador) 57 (243-273).

• Beorlegui, C. (2010). Historia del pensamiento filosófico latinoamericano: una búsqueda


incesante de la realidad. Bilbao: Universidad de Deusto.

• Chalier, C. (1993). Levinas: la utopía de lo humano. Barcelona: Ríopiedras.

• Fresia, A. (2013). Teología y Filosofía desde la praxis y la cultura popular


latinoamericanas. En Cantó, J & Figueroa, P. (eds.) Teología y filosofía en diálogo desde América
Latina. Homenaje a Juan Carlos Scannone SJ en sus 80 años (pp. 41-52). Córdoba: EDUCC.

• Oliva, M. (2010). Pensar el sujeto desde Foucault y Scanonne. En Jugo Beltrán, C; Allione,
O & Mateo, F. (comp.) (2010). Derechos humanos y sujetos colectivos emergentes. Córdoba:
U.N.C.

• Scannone, J. (1972). La liberación latinoamericana. Ontología del proceso


auténticamente liberador. Stromata XXVIII (119-167)
• Scannone, J. (1987). Hacia una antropología del nosotros. Revista del Centro de
Investigación y acción Social del CIAS. 366 (429-432).

• Scannone, J. (2000). Dios desde las víctimas. La cuestión de dios replanteada a partir del
"nuevo pensamiento" en Europa y en América Latina. Stromata LXV (27-47).

• Seibold, J. (2013). Perfil filosófico de Juan Carlos Scannone, SJ. En Cantó, J & Figueroa, P.
(eds.) Teología y filosofía en diálogo desde América Latina. Homenaje a Juan Carlos Scannone SJ
en sus 80 años (pp. 41-52). Córdoba: EDUCC.

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