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PROFESORADO EN FILOSOFÍA
FILOSOFÍA ARGENTINA Y LATINOAMERICANA
2. Preparar un abstract.
3. Puede ser a modo de ensayo, citando rigurosamente los textos empleados, pero con
libertad de expresión.
6. La conclusión debe estar hecha en lenguaje popular, de modo que sea fácilmente
entendible.
RESUMEN.
En la trayectoria intelectual del filósofo argentino Juan Carlos Scannone, la etapa de la filosofía
de la liberación se caracteriza por la relevancia que adquiere la situación de dominación en la
cual se ve inmerso nuestro continente latinoamericano, así como la necesidad de emprender
procesos de liberación en perspectivas a restaurar la dignidad quitada a una enorme cantidad
de hombres y mujeres sumidos en situación de pobreza y exclusión. En la propuesta de la
analéctica como camino que conduce A la liberación por medio de la toma de conciencia de la
situación de opresión se puede observar con claridad la influencia que el filósofo Emmanuel
Levinas ejerció en este pensador.
ABSTRACT.
In the intellectual trajectory of the Argentinean philosopher Juan Carlos Scannone, the stage of
the philosophy of liberation is characterized by the relevance that acquires the situation of
domination in which is immersed our Latin American continent, as well as the the need to
undertake liberation processes in perspectives to restore dignity taken away from a huge
number of men and women who are mired in poverty and exclusion. In the proposal of the
analectis as a path that leads to liberation through the awareness of the situation of oppression
can be clearly observed the influence that the philosopher Emmanuel Levinas exerted in this
thinker.
In the present study is analyzed in a specific way the analectis proposed by Scannone in his stage
of the philosophy of liberation and, recognizing the influence that the philosophy of Levinas had
in the Argentine thinker as well as those points where Scannone is distance from the Lithuanian,
we recognize the specific characteristics that should be assumed by the liberating processes of
Latin America as well as the way of understanding the subject on the part of Scannone.
EXPOSICIÓN.
La filosofía de la liberación es, sin lugar a dudas, una de las corrientes más significativas dentro
del pensamiento latinoamericano. Las matrices culturales que facilitaron su gestación –la
búsqueda de una mirada cristiana de liberación, la teoría socio-económica de la dependencia y
la necesidad de unir la teoría con la praxis- (Beorlegui, 1997), parecen adquirir una vigencia
inusitada ante el feroz retorno del neoliberalismo en nuestro continente. Es por eso que el
pensamiento liberador (la filosofía, la teología, la pedagogía) suscitan un renovado interés de
conocimiento. En este contexto y movidos por estas intenciones es que se ha elegido a Juan
Carlos Scannone como objeto de estudio del presente trabajo.
Este cuestionamiento que el lituano hace a la filosofía occidental es una de las influencias más
significativas que recibe esta corriente filosófica. Levinas considera que esta filosofía se
“comporta como dogmática, dominadora y no respetuosa de la alteridad de los pueblos”
(Beorlegui, 2010, p. 708). En contrapartida, el lituano propone una metafísica de la alteridad y
la exterioridad que impide la conceptualización del Otro desde la propia mismidad. La filosofía
de Scannone considera que ese es el tratamiento que ha recibido Latinoamérica desde la
conquista europea: nuestro continente fue siempre un otro analizado desde la mismidad
europea. Por eso el mismo Beorlegui (2010) dice que “la orientación levinasiana de la
exterioridad al nivel interindividual la extienden los filósofos de la liberación al ámbito socio-
cultural y político” (p. 708).
El último núcleo fundamental de influencia pone su acento en la cuestión del vínculo con Dios.
Scannone tomará la afirmación levinasiana de que en el encuentro cara a cara con el rostro del
sufriente accedemos también a reconocer la huella de Dios. En esta temática, Levinas realiza
una lectura filosófica del Talmud desde la cual presenta una disimetría característica en el
vínculo de responsabilidad con el Otro. Levinas parte desde la expresión del profeta Isaías
“Heme Aquí, envíame”. Esta relación asimétrica, entonces, es respuesta de una llamada previa
que Dios realiza al hombre. Todo aquel que la escuche no puede sino comprometerse con la vida
del otro, hasta convertirse incluso en su propio “rehén”. Dirá Chalier (1993), comentando a
Levinas, que a partir del Heme Aquí se sienta el “uno-por-Otro cómo la estructura del sujeto
humano” (p. 76). Esta realidad de opresión del pueblo de la Alianza a la que hace referencia
Levinas es comprendida de modo analógico por Scannone –y en general por los filósofos de la
liberación- respecto de la opresión de los pueblos latinoamericanos y el llamado a la liberación.
En consecuencia, según Scannone la relación ética incluye “la presencia del Dios trascendente,
el cual no sólo respeta sino que funda la irreductible trascendencia ética de cada persona en
cuanto ella es otro de los otros (…) y funda también su comunidad y comunión” (1987, p. 432).
Si bien es evidente que hay una reinterpretación cristiana de esta cuestión, no se puede negar
que la propuesta de Levinas funciona como punto de partida.
Ese tercero puede ser cualquiera de los dos (opresor u oprimido) que, tomando conciencia de la
naturaleza de la relación, se ponga en marcha para intentar romperla y superarla “desde la
instancia de una nueva relación ético-política de igualdad y de respeto” (Beorlegui, 2010, p. 715).
La dialéctica entonces pasa a estar configurada por un vínculo entre hombres en la que el
contexto político, social e histórico tiene un rol fundamental.
¿Cuál es la función de ese tercero? Ser un mediador. Sin embargo la noción de mediador no es
aquella que circula tradicionalmente cómo quién interviene o busca una instancia de
conciliación por fuera de la relación conflictiva. El tercero opera desde su abrupta toma de
conciencia y desde dentro de la relación orientando su praxis a la liberación; liberación que, al
plantearse desde la negación de la relación, busca que se quite el yugo tanto del oprimido como
del mismísimo opresor. Es decir, la búsqueda de la liberación engloba a todos los sujetos que
participan de la misma.
Ahora bien, ¿qué posición ocupa el tercero en ese vínculo? Scannone definirá que asume el lugar
del entre. En sus propias palabras: “encarna el “entre que se da entre quien pretende serlo todo
(el opresor) y aquel a quién se intenta reducir a nada (el oprimido), a saber, entre el ente en y
como totalidad (todo ente) y la nada” (Scannone, 1972, p. 124). En la dimensión socio-política,
el entre implica el abandono del yo para el reemplazo por el nosotros incluso en la dimensión
estructural de la sociedad.
Este título se corresponde con el tercer punto del texto “La liberación latinoamericana.
Ontología del proceso auténticamente liberador” de Juan Carlos Scannone (1972). En este
apartado, el pensador argentino distingue los distintos momentos que forman parte del
proceso, los cuales conforman una triple mediación mutua. Estos tres momentos “no se dan
siempre en sucesión temporal: se trata de tres momentos de la estructura ontológica de una
única mediación tridimensional” (Scannone, 1972, 130).
La segunda incluye tanto al tercero cómo al opresor. Es obligación del tercero ejercer una
denuncia, que en términos bíblicos se caracteriza como profética, ante la realidad de la
dominación que ejerce sobre el oprimido. Dirá Scannone que “la mediación del tercero se hace
desenmascaradora y liberadora solamente si lleva al opresor a la situación límite” (1972, p. 142).
Es probable que la respuesta por parte de los opresores incluya la represión y el ejercicio de la
violencia contra los intentos liberadores y concientizadores del tercero.
El último momento de la estructura dialéctica incluye a los dos sujetos que la originaron: el
oprimido y el opresor. El oprimido abandona su pasividad característica de la dominación y
comienza, gracias al auxilio del tercero, a ser sujeto de su propia liberación. Sin embargo y
teniendo en cuenta el método analéctico, la lucha por la propia liberación se extiende hacia
todos, ya que no se trata de invertir la relación opresora. Dirá el mismo Scannone (1972) que
“se tratará de una verdadera liberación y no de la opresión del antiguo opresor por el antiguo
oprimido si ambos han pasado por la mediación liberadora del tercero” (p. 145).
De este modo, la irrupción del pobre y el oprimido pasa a configurar un modo de hacer filosofía
qué, en palabras de Oliva “otorga no solamente el qué (contenido) sino también un nuevo desde
dónde (lugar hermenéutico) (…) e incluso un para qué del filosofar, ya que puede emplazarse
como servicio teórico en favor de los menos favorecidos” (2010 p. 129) en el contexto de la
situacionalidad latinoamericana.
Las distancias con Levinas que nos revelan su modo de entender la liberación.
Todo lo anterior nos lleva a redimensionar las características que configuran la relación entre
los sujetos. La configuración propia de América Latina en este contexto histórico hace más que
necesario que la praxis liberadora llegue al nivel político. Desde ahí que la estructura de la
relación ya no puede ser ética, sino también “intrínsecamente política, práctica e histórica”
(Scannone, 2000, p. 38). Los hombres se relacionan entre sí y transforman el mundo a través de
prácticas socio-políticas pensadas en clave estructural.
En el mismo sentido afirma Seibold que Levinas le da un “nuevo nombre y sabor latinoamericano
a la “alteridad” levinasiana al interpretar el “rostro del pobre” no sólo en su perspectiva ética e
interpersonal, sino aún más como interpelación social y política” (2013, p. 45). La realidad
latinoamericana impone la necesidad de una transformación radical que toque todas las
estructuras: políticas, económicas, culturales, religiosas, pedagógicas y sociales. Ello sólo puede
darse luego de la negación de la negación de la opresión y el trabajo por la liberación a cargo de
los sujetos.
Conclusiones.
¿No vemos cuantos hermanos nuestros sufren todos los días por culpa del sistema en el
que vivimos? ¿No vemos a la gente morirse de hambre? ¿No vemos a niños, niñas y adolescentes
que no pueden ir a la escuela, que no tienen un hospital donde atenderse, que no tienen un
plato de comida para cenar? ¿No son pocos los que tienen mucho y muchos los que tienen poco?
¿Nos parece justo? ¿No nos dice nada el sufrimiento y el dolor del otro? ¿Podemos permanecer
como si no pasara nada? La invitación que nos hacen estos pensadores es a no quedarnos
quietos ante el sufrimiento del otro. Somos responsables de la vida del otro y tenemos que
hacernos cargo de construir un mundo mejor para calmar ese dolor.
Es necesario que podamos entender cómo funcionan los grandes poderes políticos y
económicos y de las consecuencias negativas que trae para la mayor parte de los hombres y de
las mujeres. De esto habla Scannone cuando invita a tomar conciencia de la situación de
opresión. Esta frase es una invitación a darse cuenta de lo que pasa, a darse cuenta de cómo los
dueños del mundo, del país y del continente siguen engordando sus billeteras y manteniendo
su poder explotando a la mayor parte de la población. Pero la tarea no termina ahí: una vez que
nosotros nos damos cuenta, tenemos que tratar de que otros también puedan hacerlo y que
cada vez seamos más los que entendamos lo que nos pasa.
En este camino, no podemos andar solo. Luchar contra los que nos dominan no es tarea
fácil, no podemos mandarnos solos como si fueramos francotiradores. Requiere de un gran
compromiso, de mucho trabajo, pero sobre todo de que podamos hacerlo juntos. La esperanza
de poder cambiar las cosas se hace más grande cuando podemos unirnos y trabajar todos para
la misma causa, sobre todo cuando esta causa tiene que ver con que más hermanos puedan vivir
dignamente. Por eso decimos que Scannone habla de un sujeto colectivo y contextualizado:
estamos llamados a trabajar unidos para cambiar la situación de dominación actual (es decir,
nuestro contexto).
Por último, creo que necesitamos volver a confiar en la política. Es cierto que hace 15
años estábamos gritando “que se vayan todos”. Es cierto que la actitud actual de nuestros
políticos –de casi todas las banderas- nos lleva a no confiar ni un poquito en la política. Es cierto
que estamos en una grieta de la que parece muy difícil salir. Pero la política es uno de los pocos
espacios donde podemos hacer el bien no sólo en grupos pequeños, sino a la sociedad en
general. La política está sucia, es cierto, pero si nosotros nos metemos en ella y trabajamos para
construir un país mejor, estoy seguro que podemos limpiarla.
Referencias.
• Oliva, M. (2010). Pensar el sujeto desde Foucault y Scanonne. En Jugo Beltrán, C; Allione,
O & Mateo, F. (comp.) (2010). Derechos humanos y sujetos colectivos emergentes. Córdoba:
U.N.C.
• Scannone, J. (2000). Dios desde las víctimas. La cuestión de dios replanteada a partir del
"nuevo pensamiento" en Europa y en América Latina. Stromata LXV (27-47).
• Seibold, J. (2013). Perfil filosófico de Juan Carlos Scannone, SJ. En Cantó, J & Figueroa, P.
(eds.) Teología y filosofía en diálogo desde América Latina. Homenaje a Juan Carlos Scannone SJ
en sus 80 años (pp. 41-52). Córdoba: EDUCC.