Fernando Lalana
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El secreto
| de la arboleda‘Colecctn digita por Marinella Tera
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1, Un verano estupendo
Los VERANOS estan muy bien.
Bueno, no, los veranos estin bien, a
secas.
‘No, tampoco, los veranos estén bien si
te marchas a la playa, a la montafia oa
‘otro sitio, y conoces amigos nuevos, y
puedes bafiarte y tomar helados y polos
y cocacolas.
‘También estén bien los veranos si has
aprobado todas y no tienes que estudiar,
y puedes leer libros de aventuras en lu-
gar de libros de lenguaje y de matemé-
tices,
Por desgracia, lo que os qulero contar
hora no sucedié en uno de esos veranos
majos y chulos a la orilla del mar o junto
aun rio de montafia.Qué vat Esta historia se desarrolla en
mi ciudad porque aquel afio, al legar las
notas de junio, me encontré con que me
habian cafdo cuatro horribles insuficien-
tes. {Cuatro cates, nada menos!
2Podéis imaginar la cara de mi papé al
verlos? Seguro que st:
Primero, se puso todo rojo, rojo.
Iuego, empez6 a echar chispas.
Por fin, me cogié del brazo, me lev a
‘mi cnarto, me sent6 delante del libro de
Sociales y, dando unos gritos que se ofan
en todo el vecindario, me dijo que no me
levantase de la silla hasta el mes de sep-
tiembre.
10 sea, que equel verano, ni playa, ni
‘montafia, ni piscina, ni nada de nada...
Asi que mis amigos se fueron mar-
chando uno tras otro a sitios estupendos,
donde estarian todo el dia baixindose y
tomando helados, polos y cocacolas, y yo
‘me quedé més solo que el café solo y més
aburrido que una ostra aburrida.
Y entonces fue cuando me di cuenta
de que aquél iba a ser un verano horri-
ble. iDe lo més horrible!
6
Pero, mira por dénde, no fue asi. No,
sefior. Todo lo contrario. Fue estupendo,
0s lo aseguro. Estupendo, estupendo, es-
tupendo. Tan estupendo que quiero con-
taroslo; porque cuando las cosas estu-
pendas se convierten en realmente muy
estupendas es cuando las cuentas a los
amigos,