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Una Biblioteca para la locura y el mal. El viaje del Loco Tafur y \os universos plutonianos de Mario Mendoza José Manuel Camacho Delgado’ Universidad de Sevilla Prinéra verstn'reetbida: ¢ de enero de 2005; versién final acoptade:5-e abril de 2005 (Eis,) ‘Resumen: El viaje del Loco Tafur, la terera noveladel eslombiano Mari, “Mendoza, es una tritogia sobre Ia locra y rl en la sociedad modeme en aque Mendoza reflexione tcerea del lado oscuro del sér humano sigue {do textos eldsicos del género, tales como "Wakefield de Nathaniel How. thome, “Berenice” y “William Wilson” de E. A. Poey £1 sine! de Emesto ‘Stato, Este artculo da una mirada 2 In importancia de las perversiones, la Tocura, Ia urgeneia de destrueciéa del hombre modemo, la importancin de In ciudad, vista como el hogar de Satands, como una supertcién del reali mo migico: Deseriptores: Mario Mendoza, El viaje del Loco Tafur, Hayahome; Poe; ‘Stevenson; Sabato; Bibliotecas; Locura; Violen, Ciudad Satanés, “Abstracts El vigle del Loco Tafur (The Journey of Tafur the Crazy, the third novel by the Colombian Writer Mario Mendoza is naratve trilogy ‘boul madness and evil in modern society. The suthor exposes how Mendoza ‘mediates on man’s dak side following classi texts by Nathaniel Hawthorne Wakefield"; EA. Poe “Berenice” and "William Wilson"; Robert Louis Stevenson (The Strange Case of Doctor Jey and Ar. Hyde) and Emesto ‘Sibato (EL ained) (The Tunnel) This. article approaches topies like the “importance of perversions, madness, the destructive uige of moder man... the importance of the city (seen as Satan's dwelling), and all of it as an ‘overcoming of rpagica realism. \Key words: Mendoza, Matio; EI vigje del Loco afer; Hawthome; Pos; ‘Stevenson; Sibato; Library; Madness; Violence; Damned city; Saten. ‘Profesor Titular de Literatur resultado de la investigacin del autor sobre la Novela urbana colombiona. Estudios de Literatura Colombiana 'No. 16, enera-junio, 2005 ispanoamericana (jearacho@)siff.us.e). Este articulo es Una Biblioteca para ta locura y el mal José Manuel Camacho Delgado Para Cristinita, tibando siempre en la miel de tas palabras “Todo texto tiene como origen un acto violento” (2004, 125). Estas pala- bras, pronunciadas por Mario Mendoza en el encuentro de escritores lati- noamericanos celebrado en La Cartyja' sitiian su produccién literaria en un contexto donde las formas complejas de la violencia trazan los diferen- tes vectores de la vida colombiana en uno de los momentos criticos en la historia reciente del pais caribe, Pero ademis, todo texto, como sabemos, tiene su origen en un texto anterior. En ese sentido, ei narrador colombiano hha dejado constancia a lo largo de toda su produccidn novelistica de aque- las obras y autores que de alguna manera estén presentes en su imaginario literario. No en vano, Mendoza, ademds de un agudo lector, ha sido profe- sor de literatura durante una década en diferentes universidades de Colom- bia y Estados Unidos, lo que le ha dado un conocimiento directo y pedagé- gico de algunos de los textos mas emblematicos de la literatura universal. En este sentido, habla de dos vias: Los Iatinoamericanos hemos escrito libros atravesados por fuerzas cen- tripetas, libros que tienden a ser un testimonio de muestra cruda e injus- ta realidad histérica, libros que estin dominados por el deseo de foto- ‘grafiar, de detenet cl instante para ver sus deformaciones y sus horro- res, libros de hiperrealismo que buscan atenerse a un centro fijo, y he~ ‘mos escrito libros atravesados por fuerzas centrifugas, libros que via~ jan en el tiempo y en el espacio para conectar con realidades que estén ‘mis alld dela inmediatez histérica, libros que producen redes con otras cculturas, libros para los cuales el concepto de ‘Latinoamérica’ (con- cepto que se presenta como oposicién a otro centro dominante: ‘Euro- pa’) no es el eje de ningiin imaginario natrativo, libros que auscuitan ‘quizés con mayor propiedad en un inconsciente colectivo que en uno individual (2004, 127). Por edad y circunstancias sociopoliticas, Mario Mendoza pertenece a Jaiiltima generaci6n de narradores colombianos, con edades que frisan los. 1 LaCartuja es un pequenio islote, rodesdo por el rio Guadalquivir, Sevilla. Ali se celebré det 25 al 28 de junio de 2003 el encuentro de jovenes narradores hispancamericanos, Estuvieron Jorge Franco, Mario Mendoza, Santiago Gamboa, Paz Soldn, Cristina Rivera Garza, Fernando Iwasaki y Roberto Bolafio quien presidié el grupo justo antes de marir. Lo he llamado el Grupo de la Cartyja y el nombre ha tendo bastante scepticién. 36 Estudios de Literatura Colombiana ‘No. 16, enero-junio de 2005 cuarenta afios, y cuya obra narrative queda ya lejos de los oropeles del tealismo mégico, lo que supone “Ia superacién del macondismo” (Fajardo ‘Valenzuela, 2002, 176). En los nuevos eseritotes, entre los que destacan Santiago Gamboa, Jorge Franco, Héctor Abad Faciolince o Efrain Medina Reyes, han desaparecido de forma definitiva todos los elementos que ca racterizaron la estética magicorrealista con su bateria de motivos fantasti- cos, miticos y sobrenaturales, para adentrarse en el retrato de una realidad mareada por el narcotrafico, la corrupcién politica, Ja desestructuracién social, la crisis familiar, la pérdida de identidad del hombre modemo y la percepeidn de la ciudad; no ‘conio espacio de desarrollo y progreso, sino como lugar donde concurren las fuerzas del mal (Giraldo, 2000). ‘A co- mienzos de la década de los aiios ochenta, la novelista Helena Araujo ya sefialaba la importancia creciente que la urbe modema iba acaparando en la nueva narrativa colombiana: En la tiltima década, sin embargo, esta visién un tanto onirica de la realidad, con. su simbologia popular y su tradicién oral, va cediendo Ingar a una novelistica allegada 2 lo cotidiano, en la cual se pretende sobre todo interpretar los fenémenos de la vida urbana, Asi la ciudad llega a ser materia de tratamiento estético, brindando al mismo tiempo tuna posibilidad de comprensién de la historia (Araijo, 1980, 160). se proceso de urbanizacién ha sido paralelo a la creciente modemiza- cidn de la novela (Valverde, 856); Sélo ast puede entenderse el retrato que hacen de Medellin escritores como Jorge Franco y su:Rosario Tijeras 0 Femando Vallejo con La Virgen de las sicarios, 0 1a imagen que Mario ‘Mendoza ha dibujado.de Bogota’a lo largo de toda su obra. Esta iltima generacién se caracteriza en cierto sentido por una actitud en comiin ante la tradicién narrativa. Frente a la tensién parricida que po- Griamos suponer, estos nuevos novelistas no se consideran herederos di- rectos de las grandes figuras del boom y, por tanto, no necesitan plantear ninguna ruptura formal 6 tematica. Nacidos la mayoria de ellos en la déca- 4a dé los altos 60, no se consideran descendientes directos de los grandes maestros de la narrativa hispanoamericana, sino patientes més.o menos préximos, y asumen en lineas generales el peso de la tradicién sin ningin tipo de complejos. Comienzan a publicar en tos afios noventa y, en ese sentido, las caracteristicas de sus obras coinciden con las de los escritores ya consagrados, Como recuerda Femando Ainsa: 37

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