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IV, LA LIBERTAD CONTRA EL PODER Low secanissos constitucionales que caracterizan Al entado de derecho tienen el proptnito de defen- ler al individuo de los abusos de poder. Dicho de ‘otro modo: son garantias de libertad, de Ia llamada libertad negativa, entendida como la esfera de accién fn la que el individuo no esti constreiido por quien dletenta el poder coactivo a hacer lo que no quiere y a Ia vez no es obstaculizado para hacer lo que (quiere, Hay una acepcién de libertad, y es la acep- cién preponderante en Ia tradicién liberal, de acuer- ido con la cual “libertad” y “poder” son dos términos tintitéticos que denotan dos realidades contrastantes entre ellas y por tanto incompatibles: en las rela- tones entre dos personas, cuando se extiende el poder (se entiende el poder de mandar o impedir) de una disminuye Ia libertad en sentido negative de Ja otra, y viceversa, cuando Ia segunda amplia su csfera de libertad disminuye el poder de Ia primera Fs necesario agregar que para el pensamiento liberal 1a libertad individual esti garantizada, no sélo por Jos mecanismos constitucionales del estado de dere- cho, sino también porque al Estado se Ie reconocen funciones limitadas en el mantenimiento del orden piiblico interno e internacional. En el pensamiento Tiberal, Ja teoria del control del poder y la teoria de la limitacién de las funciones de! Estado caminan 2 2 LIBERTAD CONTRA PODER paralelamente: incluso se puede decir que la segun- da es la conditio sine qua non de la primera, en el sentido de que el control de los abusos de poder es més viable en cuanto es més restringido el ambito en el que el Estado puede ampliar su intervencién, ‘© més sencillamente, el estado minimo es mAs con- trolable que el estado méximo, Desde el punto de vista del individuo, desde el que lo ve el liberalismo, el Estado es concebido como un mal necesario: pre- cisamente en cuanto es un mal, aunque sea necesario (y en esto el liberalismo se distingue del anarquis- mo), el Estado debe entremeterse lo menos posible fen Ia esfera de accién de los individuos. Poco antes de la revolucién norteamericana, Thomas Paine (1737-1809), autor de un ensayo en defensa de los derechos de! hombre, expresa con gran claridad este pensamiento: La sociedad es producto de nuestras necesidades y el sobiemo de nuestra maldad; Ia primera promucre esta felicidad positioamente uniendo al mismo tem po nuestros afecias, el segundo negatioamente teniendo 4 raya nuestros vicios. Una alienta las relaione, el otro crea las distinciones. La primera protege, el se- ‘gundo castiga. La sociedad es, bajo cualquier con- diciéo, una bendicién; el gobiemo, aun bajo sx mejor foray no ems que un mal nec, en Ia peor = insoportable! Una vez definida la libertad en el sentido prepon- derante de la doctrina liberal como libertad frente al 1 Th. Paine, Common sense (1776) (tr, it, en Th. Paine, I diritti delfuomo, a cargo de T. Magi, Editori Riunit, 1978, p. 65). LIBERTAD CONTRA PODER 23 Ertado, el proceso de formacién del Estado liberal puede hacerse coincidir con el crecimiento progre- tivo de la esfera de Ia libertad del individuo, con ruspecto a los poderes piblicos (para usar los tér- minot de Paine), con la emancipacién gradual de la tocledad o de la sociedad civil, en el sentido hege- Usno © marxista, del Estado, Las dos esferas princi- pales en las que acontece esta emancipacién son la (fern religiosa 0 en general espiritual, y la esfe- 1m econémica 0 de los intereses materiales. Segiin la conoelda tesis weberiana sobre las relaciones entre In ética protestante y el espiritu del capitalismo, los dos procesos estin estrechamente relacionados. Pero aparte de esta discutida conexién, es un hecho que In historia del Estado liberal coincide, por un lado, ‘on Ie terminacién de los Estados confesionales y con Ia formacin de los Estados neutrales 0 agnésticos on respecto a las creencias religiosas de sus ciudada- ‘Nos; por otto, con Ia finalizacién de los privilegios y de los vinculos feudales y con la exigencia de la lsporicién libre de los bienes y de la libertad de in- tercambio, que sefiala el nacimiento y el desarrollo de In sociedad mereantil burguesa. Bajo este aspecto, la concepcién liberal del Estado 4 contrapone a las diversas formas de paternalismo, de acuerdo con las cuales el Estado debe cuidar a tus nibditos como el padre a sus hijos, cuidado justi- fHeado por el hecho de que los sibditos siempre ton contiderados como menores de edad. Uno de los fines que se propone Locke con sus Dos ensayas sobre Al gobierno civil es demostrar que el poder civil, na- eldo para garantizar Ia libertad y Ia propiedad de 4 LIBERTAD CONTRA PODER los individuos que se asocian para autogobernarse, es diferente del gobierno paternal y con mayor razén del patronal. Asf pues, el paternalismo es uno de los blancos que més sefiala y golpea Kant (1724- 1804), para quien lun gobiemo basado en el principio de la benevo- lencia hacia el pueblo, como el gobiemo de un padre sobre los hijos, es decir, un gobierno patemalista iperium faternale), en'el que lor sibditos, como hhijos menores de edad que no pueden distinguir Io que les es itil o dafioso, son constreiidos a compor- larse tan s6lo pasivamente, para esperar que el jefe de Estado juzgue la manera en que ellos deben ser felices, y a esperar que por su bondad él lo quiera, fe el peor despotismo que pueda imaginarse ? Kant se preocupa sobre todo por la libertad mo- ral de los individuos. Igualmente clara y neta es la preocupacién de Adam Smith por los aspectos de la libertad econémica o de la mejor manera de ver por los propios intereses materiales. Para Smith, “de acuerdo con el sistema de Ja libertad natural”, el soberano s6lo tiene tres deberes de gran impor- tancia. Pstos son: la defensa de la sociedad contra los enemigos externos, la proteccién del individuo contra las ofensas de otros individuos y el ver por las obras piblicas que no podrian ser efectuadas si $5, Kay he dm Gonihehy Des Sap x rhe MSc: Basa i ds Fer ep eee i Prk (08) race iy mens ate ad ao ge faite Bet fe x Hate Soa LIBERTAD CONTRA PODER 28 futsen confiadas a la ganancia privada. Tanto en Kant como en Smith, por cuanto puedan ser lejanos ut puntos de partida, la doctrina de los limites de las funciones del Estado se basa en Ia primacia de la Iiberind del individuo frente al poder soberano y en ‘goruecuencia en la subordinacién de los deberes del sebarano a los derechos o intereses del individuo. A finales del siglo de las Declaraciones de los de~ rechos, de Kant y de Smith, Wilhelm von Humboldt (1767-1835) escribe la sintesis mas perfecta del ideal liberal del Estado con las Ideas para un ensayo de detarminar los limites de la actividad det Estado (1792), Para hacer entender el objetivo del autor, Al no bastase el titulo, nos ayudaria el sentido dado al primer capitulo, tomado de Mirabeu padre: 1 diffe er promulgar solamente las eyes necesaras Y pormanecer siempre fel a estos principios verdade Famente consicionales de la sociedad, de cuidarse dot furor de goberoar, la més terible enfermedad de Jon gobiermos ‘moderns. El pensamiento de Humboldt es muy firme en el ppunto de partida del individuo en su inefable singu- laridad y variedad; sefiala que el verdadero objetivo dal hombre es el desarrollo amplio de sus facultades. La méxima fundamental que debe guiar al Estado Ideal en el logro de este fin es la siguiente: Bl hombre verdaderamente razonable no puede desear otro Estado més que aquel en el cual, no slo cada Individuo pueda gorar de la libertad més irrestricta para desarrollarse en su singularidad_ inconfundible, Alno también aquel en el que la naturalesa fisica no

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