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NÚM.

14, JUNY, 06

Í N D E X
PAG.

ARTICLES

Antropología en Marruecos:
el poder y la construcción de un campo científico
MARÍA JESÚS BERLANGA ADELL 7/26

Els orígens de la sociologia global


GIL-MANUEL HERNÀNDEZ MARTÍ 27/41

Actitudes políticas e intención de voto.


Una aplicación del análisis discriminante
RAMÓN LLOPIS GOIG 43/58

Usos y representaciones del espacio público en Calcuta, India


SANDRA C.S. MARQUES 59/72

La teoría del capital social.


Una crítica en perspectiva latinoamericana
ADRIANA MARRERO 73/90

Tijuana becoming rather than being: representando representaciones


FIAMMA MONTEZEMOLO 91/110

Realismo medioambiental: de la apología a la sustancia


RAYMOND MURPHY 111/137

La incidència de l’Estatut del Treballador autònom


en la prevenció de riscs laborals
JAVIER NAVARRO APARICIO 139/144

Una teoría de estructura: dualidad, agencia y transformación


WILLIAM H. SEWELL JR 145/176

1
RECENSIONS

PINAZO HERNANDIS, Sacramento y Mariano SÁNCHEZ MARTÍNEZ (dirs.):


Gerontología. Actualización, innovación y propuestas.
Madrid, Pearson Prentice Hall, 2005
por JOSÉ BELTRÁN LLAVADOR 179/182

BERTHOLET, Denis (2005): Claude Lévi-Strauss, València;


Publicacions de la Universitat de València
por ALBERT MONCUSÍ FERRÉ 183/186

ABSTRACTS 187/190

NOTES BIOGRÀFIQUES 191/193

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NORMES PER A COL·LABORACIONS

1. Els treballs s’enviaran a la redacció de la revista Arxius (veure adreça al final


d’aquesta pàgina). Hauran de ser inèdits i no estar aprovats per a la seva pu-
blicació en altra revista.

2. Els originals es presentaran en paper i en arxiu informàtic Word 98 o equiva-


lent, en interliniat doble i amb lletra Times New Roman 12, en text corregut
(sense negretes, cursives, vinyetes ni altres elements de format especial) i amb
una extensió màxima de 40.000 caràcters (espais inclosos).

3. El treball ha d’anar acompanyat de dos resums (un en la llengua en què està


escrit i altre en anglès) d’un màxim de 10 línies cadascun, i una breu nota
biogràfica de l’autor.

4. Els títols hauran de ser en negreta i sense majúscules. En cas que hi hagi sub-
apartats, seran en cursiva i sense majúscula ni negreta.

5. La bibliografia haurà de presentar-se de la següent forma:


LAMO DE ESPINOSA, E. (1987): “El estatuto teórico de la sociología del
conocimiento”, REIS, 40:7-44.
GARCÍA FERRANDO, M. (1986): “La encuesta”, en M. García Ferrando, J.
Ibáñez y F. Elvira (comp), El análisis de la realidad social. Madrid, Alianza;
pp.141-170.
BELTRÁN, M. (1990), La realidad social. Madrid, Tecnos.

6. Dins del text, les cites es faran de la forma següent: (Picó 1990:15).

7. Els autors rebran gratuïtament les separates i un exemplar del número de la


revista on es publique l’article.

8. El Consell de Redacció decidirà la publicació o no dels treballs i ho comuni-


carà als autors en un termini màxim de 12 mesos (a partir de la seva recepció
en la Revista), indicant el número en què serà editat.

ENVIAR ORIGINALS A:
REVISTA ARXIUS, DEPARTAMENT DE SOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL, FACULTAT DE CIÈNCIES SOCIALS
(Universitat de València), Edifici Oriental, Avda. dels Tarongers, s/n. 46022, VALÈNCIA

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LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

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LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

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ANTROPOLOGÍA
EN MARRUECOS:
EL PODER Y LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

MARÍA JESÚS BERLANGA ADELL


DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA Y ANTROPOLOGÍA SOCIAL
UNIVERSIDAD DE VALENCIA

R E S U M E N

EN ESTE ARTÍCULO TRATAMOS DE MOSTRAR CÓMO HA EVOLUCIONADO LA ANTROPO-


LOGÍA RELACIONADA CON MARRUECOS, DESDE EL PERÍODO COLONIAL HASTA NUES-
TROS DÍAS.CON ESTE FIN HEMOS RECUPERADO LAS PRINCIPALES APORTACIONES DE LOS
AUTORES EXTRANJEROS SOBRE MARRUECOS, ASÍ COMO LOS TRABAJOS DE LOS AUTO-
RES MARROQUÍES SOBRE SU PROPIO PAÍS. TAMBIÉN HEMOS ANALIZADO CÓMO UNOS
Y OTROS HAN CONTRIBUIDO A CONSTRUIR UN NUEVO CAMPO CIENTÍFICO QUE HABI-
TUALMENTE HA MANTENIDO RELACIONES CONFLICTIVAS CON EL PODER POLÍTICO, PERO
QUE TAMBIÉN HA PODIDO SERVIR AL MISMO EN DETERMINADOS MOMENTOS.

Introducción Marruecos se iniciaron en la época del


En líneas generales Marruecos no protectorado franco-español, dado que
ha constituido una prioridad de estu- surgieron ante la necesidad de conocer
dio para la antropología española, pese el territorio que se iba a gobernar. De este
a su cercanía geográfica y a los intere- modo la antropología nacería —como
ses que España ha mantenido en el país en muchos otros lugares— unida a los
en determinadas épocas, como lo fue la intereses coloniales. Los primeros estu-
etapa del protectorado. Sin embargo, en dios etnográficos fueron llevados a cabo
los últimos años han aparecido jóvenes por militares que integraban los destaca-
hornadas de antropólogos españoles in- mentos de Francia y España en territo-
teresados en los estudios que desde esta rio marroquí. Todo ello, como veremos,
disciplina se han centrado en la realidad condicionó los temas y los modos de
marroquí. La mayor parte de los acerca- acercamiento a la realidad a estudiar, y
mientos antropológicos a la realidad de terminó derivando en el surgimiento de
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una actitud de rechazo y desconfianza de los primeros trabajos etnográficos


hacia esta disciplina entre la clase gober- sobre las distintas tribus que habitaban
nante marroquí. En este artículo tratamos el país y sus formas de organización so-
de mostrar las contribuciones de la antro- cio-política1. Estos iniciales estudios de
pología al conocimiento de la realidad la sociedad marroquí fueron llevados a
de Marruecos, al mismo tiempo que las cabo, en la mayoría de los casos, por
implicaciones del proceso de construc- los propios interventores que formaban
ción del campo de la disciplina en este parte de los destacamentos militares que
país. Para ello, por una parte presenta- Francia y España habían desplegado en
mos una breve evolución de los temas sus respectivos territorios de ocupación
por los que la antropología se interesó en (fundamentalmente España en la región
cada momento histórico, y por otra rea- norte del país y Francia en el resto). Por
lizamos un repaso de los principales au- tanto, los trabajos etnográficos corres-
tores que han trabajado sobre diferentes pondientes a esta etapa se hallaban li-
aspectos de la realidad marroquí. gados a los intereses de dominio de las
potencias extranjeras, siendo el produc-
Antropología, ciencia y poder en Ma- to de una relación social de poder y no
rruecos una mera representación de la realidad
El desarrollo de la antropología en (Mateo Dieste 2002: 113). Una cuestión
Marruecos ha estado supeditado a cada que habría conllevado el rechazo de
momento histórico y a su correspon- esta disciplina desde un amplio sector
diente estadio socio-político. Asimismo de la sociedad marroquí, al interpretar
en cada etapa ha mantenido unas deter- que estaba al servicio del colonialismo
minadas relaciones con el poder marro- (González Alcantud 2001: 6).
quí, amistosas o no, que han marcado Estos estudios iniciales también fue-
el carácter de la misma. Ello ha con- ron desprestigiados y acusados en mu-
ducido a que esta disciplina concentre chos casos de realizar una “observación
abundantes críticas que han venido a exógena exotizante” (González Alcan-
deteriorar su prestigio. tud 2001:6). Además, el conocimiento
Una de las principales objeciones de los colonizadores acerca de la vida
que se han realizado a la antropolo- rural marroquí simplificaba demasiado
gía es que durante medio siglo ésta la realidad estudiada y estaba plagado
se convirtió en una extensión de la de errores empíricos y de prejuicios. Re-
práctica colonial (González Alcantud sultaba frecuente que estos informes ad-
2001:6). Y es que no podemos olvidar ministrativos confundiesen los nombres
que fue durante la etapa de la coloni- de las personas y las tribus o los transcri-
zación franco-española de Marruecos bieran incorrectamente, o que incluso
cuando aparecieron una buena parte su propio contenido fuera copiado del

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La ocupación franco-española se prolongó desde 1912 hasta 1956.

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de otros informes, encajaran o no en la en ella una forma de espionaje que las


realidad estudiada. Igualmente, estos in- potencias europeas empleaban para el
formes silenciaban a los sujetos estudia- control y colonización de su territorio2,
dos, homogeneizándolos con etiquetas salvo cuando esta disciplina ha sido uti-
etnocéntricas y clasificándolos según su lizada por el mismo Estado para legiti-
actitud política respecto a las colonias mar determinadas políticas o acciones.
(Mateo Dieste 2002: 113-122). Pues también han existido antropólogos
El resultado fue que hasta la década post-coloniales en Marruecos que han
de los años setenta se asimiló el impacto trabajado ligados a los intereses del Esta-
destructivo de las políticas coloniales con do, que igualmente los habría utilizado
el papel que la etnología había desempe- en beneficio de un mayor control de la
ñado para desvelar los mecanismos in- población. Como cuando, por ejemplo,
ternos de funcionamiento y de reproduc- la realeza buscó el apoyo de los intelec-
ción social de los grupos a colonizar, y en tuales a la Marcha Verde de 1975, in-
consecuencia se considerara la disciplina cluidos los propios antropólogos (Gon-
como “una herramienta para el cambio zález Alcantud 2001: 7-8).
social forzado” (Provansal 2002: 172). Pese a esta línea frecuentemente
Del mismo modo, la situación descri- ambivalente, el poder gubernamental
ta derivó en que durante largos años los marroquí ha desconfiado en general de
trabajos realizados durante la época del la antropología y los antropólogos. Una
Protectorado fueran silenciados (como lo de las principales razones es que la pre-
estuvieron los de Berque, Montagne, Le sencia de la antropología en Marruecos
Tourneau o Terrasse), al estar bajo sospe- (autóctona, extranjera o colonial) supo-
cha por sus vínculos con la administra- ne el ejercicio de la función crítica, y
ción colonial (a pesar de que los textos de ésta se dirige directamente al poder. A
Berque, sobre todo, estaban construidos este respecto González Alcantud des-
en oposición a las verdades y políticas taca que “hoy suele oírse que la antro-
oficiales) (Leveau 2002: 59). pología no fue bien vista en Marruecos
Este rol desempeñado en su mo- porque con su sola existencia alumbra-
mento por la antropología al servicio ba el problema marroquí de fondo: la
del colonialismo ha generado poste- naturaleza segmentaria del poder políti-
riormente desconfianza en los pode- co frente al Islam instrumental y centra-
res marroquíes, viendo muchas veces lizado del Makhzen3. Y que éste, y no
2
Ya desde principios del siglo XIX se hicieron frecuentes los viajes de enviados de las poten-
cias europeas para reconocer los territorios susceptibles de colonización, tales como el desarrollado
por Alí Bey a través de Marruecos, que en realidad se llamaba Doménech Badía y que no era más
que un espía catalán al servicio del ministro Godoy, a quien había presentado un plan de viajes a
África con objetivos políticos y científicos.
3
Palabra con que se designa al gobierno central del Estado. Etimológicamente quiere decir “al-
macén”. Indica una institución hecha ante todo para constituir una reserva permanente de dinero,
de armas y de municiones, de víveres y de provisiones de toda clase.

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el colonialismo, es el argumento defi- antropólogos titulados de nacionalidad


nitivo para explicar su rechazo” (Gon- marroquí se hayan formado en univer-
zález Alcantud 2001: 9). sidades extranjeras, al no existir todavía
En este sentido tampoco podemos hoy en día la posibilidad de cursar estos
olvidar que la antropología en Marrue- estudios en Marruecos.
cos ha centrado sus intereses especial- El resultado de la desconfianza ge-
mente en las sociedades tribales bere- nerada por la antropología en el poder
beres, realidades que el propio Estado marroquí, son las dificultades relatadas
ha tratado de silenciar constantemente por numerosos autores en sus trabajos
en favor de un Estado arabófono, cen- de campo, quienes hacen referencia
tralizado y homogéneo. Y como dice a las limitaciones administrativas, tra-
Eickelman tratando de explicar la cons- bas burocráticas y presiones recibidas
trucción de la memoria, el poder or- —véase las dificultades que el mismo
ganiza el olvido, pudiendo inventarse David Hart mencionaba respecto a las
acontecimientos que nunca ocurrieron autorizaciones que se le exigían para
o suprimiéndose explicaciones alternati- poder trabajar en Marruecos (Hart 2002:
vas a estos acontecimientos (Eickelman 85), o las que encontró también el pro-
2002: 64). Por ello, la mayor parte de pio Paul Bowles4—.
antropólogos que han trabajado en Ma- Pese a todo, en los últimos tiempos,
rruecos sobre las sociedades bereberes ha habido algunos gestos e intentos por
han sido personas venidas del extranje- parte del Estado de mejorar sus relacio-
ro, europeos o norteamericanos, y por nes con los antropólogos y su disciplina,
tanto no vinculadas con los intereses como sería el hecho de que en mayo
del Estado. A este respecto, podría re- del año 2000, al poco de llegar al po-
sultar significativo el hecho de que los der el rey Mohamed VI, se organizara

4
Paul Bowles relata de la siguiente manera las dificultades que las autoridades marroquíes le
imponen para poder trabajar: “La embajada estadounidense en Rabat decidió ayudarme en mis
esfuerzos para localizar a un funcionario que tuviese autoridad para concederme el permiso nece-
sario, porque yo necesitaba garantías de que me dejarían moverme libremente por zonas del país
por las que no se suele viajar (...). Nos dirigimos a varios ministerios y algunos de ellos afirmaron
tener autoridad para conceder el permiso, pero ninguno estaba dispuesto a dar una aprobación
formal al proyecto. Probablemente no había precedentes de este tipo de empresa y nadie quería
cargar con la responsabilidad de ser el primero. Desesperado, a través de contactos personales,
conseguí elaborar un documento en el que iba grapada una fotografía mía, con sellos y firmas
oficiales; este papel me permitió empezar a trabajar. Para entonces era ya comienzos de julio. En
octubre, cuando llevaba trabajando más de tres meses, recibí una nota del Ministerio de Asuntos
Exteriores en la que se me comunicaba que al haber presentado mi proyecto fuera de plazo, no
se me permitía llevarlo a cabo. La embajada de los Estados Unidos me recomendó que siguiera
adelante. En diciembre el gobierno de Marruecos se dio cuenta de lo que estaba sucediendo y me
informó sumariamente de que no se podían realizar grabaciones en Marruecos salvo con un per-
miso especial del Ministerio del Interior (...). A partir de aquel momento ya no fue posible realizar
más grabaciones” (Bowles 1997: 107-108).

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un coloquio internacional de antropólo- Pero durante el siglo XIX se pro-


gos (González Alcantud 2001: 11). Así, dujo la expansión imperialista de Eu-
la incipiente democratización marroquí ropa, que había estado precedida por
con la llegada del nuevo monarca al po- el triunfo del orientalismo. Ello supuso
der, habría significado una mayor aper- el dominio de los europeos de buena
tura hacia una disciplina que constituye parte de los pueblos de África y Asia
un reto para los regímenes autoritarios, durante todo un siglo, y llevó a la ocu-
y que el antropólogo Luc de Heusch pación intensiva de tierras musulmanas
liga directamente con la democracia: por primera vez. Surgió así una imagen
“La antropología es por excelencia el de Oriente cargada de exotismo5. De
lenguaje de la democracia, el discurso modo que durante el dominio colonial
libre, caprichoso, del hombre sobre él se avanzó en el conocimiento que te-
mismo. Un discurso jamás cerrado ni nían los europeos sobre los musulma-
encerrado en el dogma de una certi- nes, pero fue un conocimiento cargado
dumbre absoluta” (citado en González de prejuicios, lo que redundó en detri-
Alcantud 2001: 12). mento de su imagen que ya era de por
sí muy negativa (Martín Corrales 2002:
Evolución de los estudios antropológicos 24-25). Asimismo resulta significativo
en Marruecos que, desde el siglo XIX, el conocimiento
En el siglo XVIII, el Siglo de las Lu- de las áreas árabo-musulmanas estuvie-
ces, el deseo de avanzar en el conoci- ra guiado, en muchos casos, por unos
miento del hombre y de las sociedades Estados que buscaban nuevas fuentes de
favoreció el nacimiento de la antropo- riqueza en el Magreb, y nuevas vías más
logía (aunque aún tardaría un siglo en cortas y seguras para el comercio. Con
tomar cuerpo como ciencia moderna). éste y otros fines se inició la coloniza-
Como consecuencia de ello, prolifera- ción norteafricana: Argelia en 1830, Tú-
ron los viajes por todo el planeta a la nez en 1881, Libia en 1911, Marruecos
búsqueda de un conocimiento etnográ- en 1912, Sahara Occidental en 1912,
fico. Pero este conocimiento no se ex- Egipto en 1914, y Mauritania en 1920.
tendió de la misma forma por las tie- De esta forma, a lo largo del siglo XIX
rras del Islam, vedadas en buena parte y principios del XX diversos viajeros
a la observación de los europeos. Por llegaron al Magreb. Entre ellos desta-
lo que a comienzos del siglo XIX el co- caron los españoles Doménech Badia
nocimiento de las tierras musulmanas (Alí Bey el-Abbasí), Estébanez Calderón,
era todavía bien escaso (Martín Corra- Joaquín Gatell, Cristóbal Benítez, o Enri-
les 2002: 24). que D’Almonte. Estos primeros trabajos
5
A este respecto resulta relevante el libro de Cristina Morató (2005) Las damas de Oriente.
Grandes viajeras por los países árabes, publicado en Plaza & Janés, que narra las aventuras de al-
gunas mujeres que se embarcan en peligrosos viajes para conocer un Oriente mitificado plagado
de exotismo.

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reflejaban aspectos geográficos, históri- dominaba entre los europeos un plan-


cos, sociales y culturales de los países teamiento evolucionista de la historia y
visitados, haciendo referencias que po- de la cultura, pues ésta equivalía para
dían interesar tanto a políticos como a ellos a “civilización”.
militares, por lo que se les ha definido Con todo ello se cultivó la etnogra-
como “agentes colonialistas pioneros” fía colonial que, tras sus datos exóticos,
(Aixelá 2000: 46). permitía contemplar a los “primitivos”
Ya en las primeras décadas del si- con una cierta mirada de superioridad.
glo XX se iniciaba una nueva etapa de Esta estratagema cultural servía además
la antropología que se basaría más en de “bálsamo para la mala conciencia”,
la recolección de datos de un modo di- ya que enmascaraba de una “piedad
recto, a través del trabajo de campo y sociológica” muy europea la transfor-
de la observación participante (Kaplan mación brutal de otras culturas, cuando
y Manners 1975: 57). De este modo, no su simple aniquilamiento (Clifford y
los primeros años de colonización de Marcus 1991: 10).
Marruecos (e incluso el período inme- La demanda de un conocimiento
diatamente anterior) marcarían la pri- sobre la tribu por parte de la adminis-
mera etapa de la etnología en el país, tración colonial tenía varios precedentes
tal como afirma Provansal6 (Provansal en África. Lyautey, en Marruecos, reivin-
2002: 173). Ésta fue una época de des- dicaba la necesidad del conocimiento
cubrimiento, un momento caracteriza- etnológico para facilitar el gobierno in-
do por la fascinación ante un universo directo sobre los notables locales. Al
cultural distante del propio, cuya com- conjunto de informes que elaboraron
plejidad social desconcertaba a los co- los interventores se les ha denominado
lonizadores. El etnógrafo de aquel en- como paraetnografía militar
militar, en el senti-
tonces era a la vez geógrafo, historia- do de que sus autores fueron casi todos
dor, jurista o costumbrista, además de militares, sin una formación etnográfica
ejercer una función institucional. A esta básica. Estos informes elaborados a lo
época corresponderían los trabajos de largo del Protectorado se deben distin-
autores como Charles de Foucauld, Au- guir de los trabajos efectuados por al-
guste Muliéras, Georges Salmon, Édo- gunos interventores que se interesaron
uard Michaux-Bellaire, o Edmond Do- profundamente por el conocimiento
utté (Provansal 2002: 173-174). A ello de la sociedad marroquí (Mateo Dieste
debemos añadir que en la época pre- 2022: 117-118)7.

6
La segunda etapa se daría a partir de la década de los años treinta, que analizamos más
adelante.
7
El ligamen que uniría la antropología a la administración colonial de la época ha centrado
buena parte de las críticas hacia esta disciplina. Así se ha argumentado repetidamente que la an-
tropología está ligada históricamente a la expansión imperialista de la Europa Occidental. El an-
tropólogo solía llevar a cabo su trabajo en un asentamiento colonial. Los críticos de la disciplina

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Hart destaca los trabajos etnográfi- esquemas jerárquicos y evolucionistas,


cos que desarrollaron los oficiales fran- pero al mismo tiempo compartían el
ceses de la Oficina de Asuntos Indíge- discurso africanista del “fondo racial
nas (Hart 2002: 79). A esta etnología común” y la existencia de unas afini-
francesa (que luego sería imitada por dades hispano-marroquíes. La coloniza-
los españoles) se le critica que pecaba ción española quedaba justificada por la
de simplificar demasiado la realidad, cercanía de España con Marruecos en
fundamentalmente en tres sentidos (Ma- términos geográficos y raciales. Se con-
teo Dieste 2002: 116): en primer lugar, sideraba que los españoles eran quienes
resaltaba la dualización de lo étnico, podían entender mejor la mentalidad de
destacando las diferencias entre árabes los marroquíes, pudiendo ayudarles así
y bereberes; en segundo térnino, res- a salir de su estadio evolutivo inferior
pecto a la organización política hacía (Mateo Dieste 2002: 114).
corresponder el Estado con los árabes, Según los españoles, el retraso de
y el territorio de desobediencia con los Marruecos se podía observar por me-
bereberes; por último, en el ámbito re- dio de una serie de indicadores natu-
ligioso identificaba a los árabes con el rales, “inherentes a la psicología del
Islam ortodoxo y a los bereberes con el marroquí”, entre otros, la posición in-
Islam marabútico. ferior de la mujer, unas prácticas mé-
Al mismo tiempo, algunos autores dicas atrasadas y el fatalismo religioso.
han coincidido en apuntar que esta po- En la mayoría de los casos, cuando los
lítica de estudio de las sociedades colo- interventores que estudiaban la realidad
nizadas impulsada por Lyautey no obe- hallaban prácticas “antiguas o primiti-
decía a una “operación de envergadura vas”, interpretaban que era un signo de
de genocidio cultural”, bajo el pretexto su estadio poco evolucionado. De esta
de modernizar el país, sino más bien al forma, el conocimiento estaba condi-
contrario, a la voluntad de conservar cionado por un sesgo de prejuicios que
las instituciones tradicionales (Provan- los interventores compartían en su ma-
sal 2002: 172-174). yoría. Durante el Protectorado su forma-
Respecto a los colonizadores espa- ción fue una materia pendiente, como
ñoles diremos que tendían a definir a quedaba patente en las carencias bási-
la población marroquí a partir de unos cas de tipo lingüístico (sólo una mino-

defienden que aunque el antropólogo pudiera haber sentido y expresado un sentimiento de simpa-
tía por la condición de la gente que estudiaba, esta simpatía no solía traducirse en un análisis del
sistema económico y político de mayor tamaño que era el responsable de las malas condiciones
observables. Y se le acusa de haber ignorado las desigualdades sociales, políticas y económicas.
Además el hecho de que los antropólogos necesitaran autorizaciones para poder trabajar, o el que
a menudo sus investigaciones estuvieran financiadas por la misma administración colonial, aumen-
ta las críticas sobre su dependencia hacia la misma, pues ello podía limitar gravemente su labor si
sus temas podían hacer peligrar sus intereses (Kaplan y Manners 1975: 61-63).

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ría hablaba el árabe marroquí) (Mateo población. Además, la Oficina imponía


Dieste 2002: 115-116). una serie de actos administrativos esta-
Durante la época del Protectorado dísticos desconocidos hasta entonces.
la elaboración de los informes etnográ- De este modo, la administración colo-
ficos pasó por dos fases (Mateo Dieste nial intentaba cuadricular la estructura
2002: 119-120). En el primer período, social y controlar la vida local.
llamado de la pacificación (fase mili- Respecto al método de elaboración
tar entre 1909 y 1926), los informes se de las etnografías, no podemos olvidar
centraban en dos objetivos: estudiar las que los interventores obtenían sus da-
tribus “sometidas” para controlarlas y tos a través de las relaciones de poder
conocer la naturaleza de la resistencia con los “protegidos”, y especialmente
antiespañola para intentar neutralizarla. con los llamados “moros amigos” que
Por ello se dedicaban más esfuerzos a trabajaban para ellos como informan-
la orografía y a cuestiones estratégicas. tes. Y es que el propio interventor difí-
La información sociológica se limitaba cilmente podía obtener informaciones
a una enumeración de las fracciones y u ofrecer una visión neutral de la rea-
a la jema’a8, a la jerarquía de autorida- lidad, por su condición de autoridad y
des gubernativas y judiciales, al papel sus dificultades con el idioma (Mateo
de los principales zocos y espacios re- Dieste 2002:121).
ligiosos y a las costumbres. También se El objetivo central de la administra-
introducían datos “étnicos”, clasifican- ción colonial no fue tanto evitar que
do a la población en árabes o berebe- la estructura de las sociedades tribales
res, emitiendo descripciones raciales cambiara como mostrar que no cambia-
esencialistas. En el segundo período, ba. Para ello resulta muy útil la obser-
centrado en la administración del terri- vación de Paul Pascon sobre la volun-
torio, las necesidades derivaron hacia tad de los administradores coloniales de
otros intereses con la instalación del buscar las permanencias, a causa de su
control militar, como vigilar la acción interés en fijar unas estructuras sociales,
de las autoridades, recoger nuevos im- para identificarlas, controlarlas o mante-
puestos, demarcar la organización de la nerlas (Mateo Dieste 2002: 123-124).
propiedad, fichar a la población mas- Una de las dificultades que se po-
culina adulta... etc. La Oficina de In- dían encontrar los interventores a la
tervención se convirtió en agente que hora de elaborar sus informes era la
ejercía un gobierno directo, a pesar de misma definición colonial de tribu, lo
que el caid (autoridad nombrada por el que se prestaba a todo tipo de confu-
Estado que ejerce sus funciones a nivel siones por parte de los autores. A todo
local) mantenía el poder formal ante la ello habría que añadir que muchos es-

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Asamblea tradicional bereber, que reúne a un representante de cada linaje, para tomar deci-
siones que afectan a la comunidad.

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tudios coloniales estaban dominados Tras la Segunda Guerra Mundial


por una visión excesivamente jurídica llega la independencia de las colonias,
y normativa de la vida social, lo que pero tal como expresa Martín Corrales
podría interpretarse como un intento de no mejora la imagen del otro. Al otro se
compensar el desconcierto y la insegu- le ve más como una amenaza que hay
ridad intelectual que proporcionaba la que atajar que como mundos que hay
enorme variedad de tradiciones y de in- que descubrir y civilizar. De esta forma
terpretaciones locales de las costumbres “en Europa sigue imperando la descon-
(Provansal 2002: 176-177). fianza, el recelo y el desconcierto res-
En la década de los años treinta co- pecto a nuestros vecinos musulmanes”
menzaría lo que Provansal ha denomi- (Martín Corrales 2002: 25).
nado como la segunda fase de la etno- Con la llegada de la Independencia
logía en el Magreb. Los temas aborda- de Marruecos en 1956, la mayor parte
dos son muy similares a los del período de los antropólogos e interventores fran-
anterior, pero tratados con una mayor ceses y españoles abandonaron el país,
familiaridad, pues se había ido forman- dejando paso a los antropólogos norte-
do un saber acumulativo e institucional americanos y británicos. Sin embargo,
sobre las sociedades del Magreb. Do- Laraoui afirma que así como la histo-
minan en este período las monografías riografía del Magreb de la época colo-
sobre un grupo tribal en particular o nial ha sido ampliamente desarrollada,
fracciones tribales que comparten un algo muy diferente ocurre respecto a las
mismo territorio. Algunos siguen refle- épocas de la Independencia de los años
jando claros objetivos coloniales, pero cincuenta y sesenta, pues según él este
contienen abundante información so- tiempo se ha caracterizado por “un va-
bre grupos todavía poco conocidos. Las cío intelectual” en el que se enfatizaba
descripciones etnográficas desvelan as- el nacionalismo, en detrimento de otras
pectos culturales o sociales que todavía vías posibles que pudieran dar cuenta
habían sido poco afectados por la co- de qué es lo que pasa en la historia (ci-
lonización, como elementos de la vida tado en Eickelmam 2002: 64).
cotidiana, el derecho consuetudinario o Eickelman habla brevemente de la
las manifestaciones religiosas populares. antropología que se desarrolló en Ma-
Sin embargo, lo más destacable de este rruecos a finales de los años sesenta y
período es que se intenta hacer inteligi- primeros setenta, explicando que duran-
ble la estructura social y el sistema de te este período hubo una ausencia casi
regulación política. Y en la mayor par- total de etnografías, y que en esta mis-
te de casos los estudios se centran en ma época la corriente “interpretativista”
el mundo rural. Robert Montagne y Ja- de esta disciplina tendió a minusvalo-
cques Berque han sido algunas de las rar la significación de las estrategias y
figuras dominantes de este período (Pro- prácticas de la autoridad, el grupo y la
vansal 2002: 173-175). comunidad en los diferentes momentos
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ANTROPOLOGÍA EN MARRUECOS: EL PODER Y
LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

culturales e históricos. Explica asimis- y prácticas rituales llamadas populares.


mo que a mediados de los años setenta En este sentido deberemos citar el tra-
Marruecos se convierte en un área clá- bajo desarrollado por el sueco-finlandés
sica de estudio para los antropólogos, Edward Westermarck
Westermarck, quien fue el pri-
y que a partir de finales de esta década mer antropólogo sociocultural que tra-
se multiplican de nuevo en Marruecos bajó en Marruecos. Así en sus estudios
las etnografías locales y regionales que hay muchos datos sobre ceremonias de
habían escaseado en la década anterior bodas y sobre rituales en Marruecos,
(Eickelman 2002: 65-66). además de su último artículo sobre el
homicidio. Este autor trabajó en la épo-
Los temas de la etnografía y la antro- ca inmediatamente anterior al estable-
pología en Marruecos y sus principa- cimiento del Protectorado franco-espa-
les autores ñol en 1912. Éste fue un etnógrafo que
Como ya hemos apuntado, fue la condujo toda su obra en árabe marro-
época colonial el momento de mayor quí, habiendo ejecutado su trabajo entre
florecimiento de estudios etnográficos 1898 y 1908 (Hart 2002: 78).
en Marruecos, muchos de los cuales Los oficiales franceses de la Oficina
fueron utilizados para conocer en pro- de Asuntos Indígenas en general reali-
fundidad a los grupos dominados y así zaron monografías sobre zonas árabes
poder ejercer un mayor control de las rurales de la llanura occidental atlántica.
tribus estudiadas y sometidas. De la Entre ellos destaca la figura de Michaux-
etnografía desarrollada en este perío- Bellaire, autor de varias monografías
do cabe decir que se dan una serie de tribales, entre ellas una sobre las tribus
ejes temáticos, los cuales se repiten y Yebala del Habt y otra sobre la ciudad
dotan de particularidad a los trabajos de Alcazarquivir, antes de convertirse en
realizados por los diversos autores del editor de la serie Villes et tribus du Ma-
momento, como analizaremos en los roc en once tomos, entre 1914 y 1932,
párrafos siguientes. donde analizaría algunas de las tribus
De esta forma, diremos que en esta bereberes del Anti-Atlas y del Valle del
época se consideraba que el aprendi- Dra (Hart 2002: 79).
zaje de las lenguas y sus dialectos per- El estudio de los grupos berebe-
mitiría aproximarse con más precisión res fue otro de los ejes temáticos que
y con una mirada menos deformada a centraron la atención de las etnogra-
la vida cotidiana de los grupos estudia- fías realizadas en la época, a los que
dos, razón por la que se realizaron nu- frecuentemente se presentaba en opo-
merosos trabajos lingüísticos (Provansal sición a los grupos árabes. Éste sería el
2002: 172-174). caso de numerosos autores tales como
Otro de los ejes temáticos que ha Robert Montagne, Jacques Berque, Er-
dominado la etnología colonial del Ma- nst Gellner, David Montgomery Hart,
greb sería el del estudio de las creencias Paul Rabinow, Clifford Geertz o Paul
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LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

Bowles, entre otros. Además durante la cos en 1918, como oficial de la marina.
época colonial tendían a tratar a cada Durante su estancia en el país trabajó
uno de los grupos sobre los que traba- estrechamente con el general Lyautey,
jaban como sistemas sociales aislados, de quien sería consejero en las cues-
como virtualmente autosuficientes y ce- tiones tribales. Otra de sus contribu-
rrados, por lo general no mayores que ciones fundamentales al conocimiento
una tribu. Se estudiaban las sociedades de las sociedades bereberes se localiza
primitivas como si fueran entidades que en sus análisis del sistema segmentario
funcionasen independientemente, más de Marruecos. Asimismo se dedicó al
que como partes cada vez más depen- estudio del proletariado marroquí, tra-
dientes y subordinadas de un sistema bajo que luego completarían Gellner y
económico, político y social mucho David Hart. En 1931 publicó otro libro
mayor (Kaplan y Manners 1975: 60). de resumen sobre la vida social y polí-
Buena parte de los autores de este pe- tica de los bereberes (Hart 2002: 80 y
ríodo tendían a centrarse en el estudio González Alcantud 2001: 8).
de determinadas tribus, especializándo- Jacques Berque fue otro de los au-
se frecuentemente en determinadas re- tores que se dedicaron al estudio de las
giones bereberes del país. Así la zona regiones montañosas del Atlas, centrán-
del Rif, la del Atlas, la del Sous y la del dose concretamente en el conocimien-
Anti-Atlas fueron las regiones preferidas to de una tribu ubicada en el Alto Atlas
por los antropólogos para desarrollar sus Occidental, la de los Seksawa, a partir
trabajos de campo. del cual publicó su obra Structures So-
En este sentido, si mencionamos a ciales du Haut Atlas. Este trabajo lo rea-
los autores que han desarrollado sus lizó durante la época colonial, desde su
trabajos en las regiones del Atlas, de- puesto de controlador civil. Sin embar-
beremos destacar a Robert Montagne go, algunos autores han defendido que
(1893-1954), antropólogo cuya obra se le podría considerar como el primer
científica resulta inseparable de la em- sociólogo francés que fue también des-
presa colonial, y que ha sido definido colonizador.
por algunos como el prototipo de so- También Paul Pascon trabajó en la
ciólogo colonizador. Estudió la organi- región del Atlas. Éste fue discípulo de
zación sociopolítica de los bereberes Berque, continuando su trabajo sobre
del Alto Atlas Occidental, aunque tam- los Seksawa. Sin embargo, el interés
bién de los de las regiones del Sous y de Pascon se amplió también a otras
del Anti-Atlas, tras lo que publicó en zonas como la del Sous (estudiando a
1930 su obra Les berbéres et le Makh- la tribu de los Illigh), la de Marrakech
zen dans le Sud du Maroc. Essai sur la (analizando la tribu de los Haouz) o la
transformation politique des berbères sé- del Rif (centrándose en la tribu de los
dentaires (Groupe chleuh). Sin embar- Beni Boufrah). Y trabajó sobre el mun-
go, Montagne había llegado a Marrue- do agrario de Marruecos, defendiendo
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ANTROPOLOGÍA EN MARRUECOS: EL PODER Y
LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

en su obra la idea de que eran nece- oscilan, como un péndulo, entre dos ex-
sarias las transformaciones técnicas del tremos. Uno de ellos es la sociedad tri-
campesinado marroquí para poder in- bal, que se organiza de modo segmen-
dependizarse de los notables rurales tario; mientras que en el otro extremo
(González Alcantud 2001: 5-6). En- se situaría la sociedad urbana, que do-
tre sus obras destacan la que elaboró mina “económica y cultural, pero no
junto a J. Ennaji, Les paysan sans terre políticamente” durante largos períodos
au Maroc, y la etnografía que desarro- lo que él llama la sociedad musulmana
lló sobre una de las tribus del Norte tradicional (Eickelman 2002: 66-67). Su
de Marruecos junto a Van der Wusten trabajo de campo en Marruecos origi-
que publicaron bajo el título Les Beni nó otras tres obras generales, a la vez
Boufrah, essai d’écologie sociale d’une controvertidas y muy ilustrativas: Mus-
vallée rifaine. lim society (1981) que situaba la vida
Ernest Gellner también habría tra- religiosa y política de los musulmanes
bajado en la región del Atlas. De este en el contexto histórico mundial.; Arabs
modo realizaría sus primeros trabajos and Berbers (Gellner y Micaud 1973); y
antropológicos de campo entre los be- Patrons and clients (Gellner y Waterbury
reberes de Marruecos (Barfield 2001: 1977) que exploraba temas de etnia y
309), iniciando concretamente en 1954 representación política en Marruecos y
sus investigaciones en el Alto Atlas Cen- otros países del Oriente Próximo (Bar-
tral (Hart 2002: 80). En 1969 publicó field 2001: 309). Gellner llegó a idea-
Saints of the Atlas, centrándose en el lizar algunos aspectos del parentesco
sistema de linajes segmentarios (Barfield bereber. En sus trabajos sobre las tribus
2001: 309). En esta obra utilizó un ca- bereberes marroquíes reconoció la pre-
mino diferente para situar a Marruecos sencia de una organización social de
en el pensamiento social global. Gellner tipo segmentario. Así explicaba que to-
ponía a Marruecos en primer plano en das las tribus marroquíes eran un pue-
sus escritos sobre la “sociedad musul- blo patrilineal segmentario. Es decir, que
mana”. Y consideraba este país como estaban compuestas de un modo algo
paradigmático en el mundo musulmán. simétrico de subgrupos parecidos entre
Estudió a los Ihanselen en las monta- sí, sin especialización, y sin que nin-
ñas del Atlas en los años cincuenta, ar- guno de ellos poseyera prioridad polí-
gumentando que la sociedad tribal de tica o de cualquier otro tipo. Según su
la región que él investigaba había sido punto de vista estos grupos y subgrupos
conservada, hasta hacía poco tiempo, se construían de forma genealógica. En
en una especie de nevera sociológica. ellos se daba un poder difuso, un cier-
Intentaba aplicar la teoría segmentaria to igualitarismo. El modo de elegir sus
al Alto Atlas marroquí, vinculándola con jefes, de carácter laico, le parecía muy
su teoría del péndulo sobre el Islam. Se- significativo, pues eran electivos, pero
gún esta teoría las sociedades islámicas su mandato duraba solamente un año.
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ANTROPOLOGÍA EN MARRUECOS: EL PODER Y
LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

Eran elegidos de un modo que Gellner de su teoría, Geertz dedicó buena parte
denominaba de rotación y complemen- de su tiempo al trabajo de campo. Pri-
tariedad. Según este autor, el orden en- mero viajó dos años a Java, después a
tre los grupos se mantenía gracias a un Bali y más tarde a Marruecos. De estas
juego de equilibrio y oposición. Sus pu- dos últimas estancias surgió su libro Is-
blicaciones prestaron gran atención al lam observed (1968), donde se propu-
agurram (también llamado morabito o so comparar las prácticas y creencias
santo) al que definía como la máxima que distinguían a los musulmanes de
autoridad de la institución tribal que Indonesia y Marruecos respectivamen-
controlaba la esfera político-religiosa te (Barfield 2001: 307-308). Así a través
(Aixelá 2000: 65-66). de los estudios de caso marroquíes que
Del mismo modo, el antropólogo desarrolló, logró introducir la noción de
norteamericano Clifford Geertz habría cultura y de redes de significado en el
trabajado en la región del Atlas Me- pensamiento antropológico de la época
dio, concretamente en la localidad de (Eickelman 2002: 66).
Sefrou, trabajo desarrollado ya en los También Paul Rabinow desarrolló
años setenta. En esta zona se dedicó a su trabajo de campo en 1968 en la re-
analizar la economía del bazar. A partir gión del Atlas. Éste fue alumno y discí-
de esta experiencia publicó en 1979 su pulo de Geertz, y continuó su trabajo
obra Meaning and order in Moroccan en la misma localidad, Sefrou. De esta
Society. Three essays in cultural analy- experiencia surgió su obra Reflexiones
sis (González Alcantud 2001: 11). Para de un trabajo de campo en Marruecos,
Geertz el objetivo de la antropología no la cual fue escrita siete años después de
era descubrir leyes, modelos y normas, finalizar su estancia. Éste habría viajado
sino más bien la interpretación de lo a Marruecos con el propósito claro de
que él llamó las “redes de significado” realizar trabajo de campo, centrándose
culturalmente específicas que tejen los en los aspectos de la religión y la po-
pueblos y a la vez los apresan. Para él lítica rurales. Pero en su obra también
estas redes simbólicas eran la esencia trata, entre otros asuntos, de las conse-
de la vida social humana; legitimaban cuencias que dejó la realidad colonial
las estructuras de poder y encauzaban en la comunidad estudiada. Ésta respon-
“los desordenados deseos humanos” de al problema fundamental de cómo se
ofreciendo a sus seguidores un propó- representa la realidad social, es decir, el
sito y la intervención en un mundo or- problema de la descripción. Al mismo
denado y lleno de sentido. Para lograr tiempo es un texto modernista propio de
esta comprensión había que recurrir a la Antropología Interpretativa que consi-
lo que él llamó descripción densa de dera que un trabajo de etnografía es un
otra cultura, es decir, la presentación documento histórico y autoconsciente,
de pormenorizados y profundos retra- en el que se reconoce “la posibilidad
tos etnográficos de la misma. Al hilo de múltiples audiencias y la relevancia
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ANTROPOLOGÍA EN MARRUECOS: EL PODER Y
LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

de varios posibles discursos”. El enfoque en la misma tribu de los Igzennayen


trata pues de plantear y comprender el (Hart 2002).
propio proceso de investigación, anali- Igualmente hay que citar en el es-
zando las bases epistemológicas de las tudio del Rif a Raymond Jamous, quien
descripciones, la naturaleza del cono- en su libro Honneur et baraka analiza
cimiento, y el análisis etnográfico. Tal las estructuras sociales tradicionales de
como explica María Cátedra, Rabinow la región, y en especial a David Hart, el
elige describir su tarea a través del pro- antropólogo norteamericano que fuese
ceso de interacción con sus informan- alumno y discípulo de Coon, quien le
tes. Analiza el proceso del trabajo de habría aconsejado que realizara su tra-
campo como transformador de la propia bajo de campo en Marruecos. Así em-
realidad estudiada. A juicio de Cátedra pezó a interesarse por este país en los
este libro destroza varios mitos, entre años cincuenta (sobre todo la zona del
ellos el de la propia imagen del etnó- Rif), del que analizaría su cultura islámi-
grafo y el de la imagen del informante, ca, el tribalismo, la organización de los
demostrando que la elaboración del co- sistemas tribales, y las relaciones de las
nocimiento cambia el objeto de cono- tribus con el Estado. Su primera estan-
cimiento (Cátedra 1992: 9-18). cia en Marruecos se inició en 1952, en
Entre aquellos autores que centraron la etapa final del Protectorado en Ma-
sus estudios en las regiones del Rif, de- rruecos, aunque su trabajo se prolongó
beremos mencionar a Carleton Steven también durante la fase de la Indepen-
Coon. Este autor norteamericano fue el dencia. Los tres primeros años de su es-
primer antropólogo que trabajó en la tancia en Marruecos, sus investigaciones
zona de dominio español de Marrue- estuvieron financiadas por la Fundación
cos durante el período colonial. Traba- Ford de Nueva York, centrándose ya en
jó sobre los bereberes del Rif, especial- la región del Rif. Posteriormente regresó
mente sobre la tribu de los Igzennayen. temporalmente a Estados Unidos, para
Y según Hart su interés estriba en que realizar otras dos estancias consecutivas
realizó, por una parte, un estudio a la entre 1956-1961 y 1961-1967, las cua-
vez etnológico y etnográfico, mientras les estarían financiadas esta vez por el
que por otro elaboró un estudio de an- Museo Americano de Historia Natural.
tropología física. Su trabajo de campo El interés de Hart se centró en la tri-
en el Rif empezó casi inmediatamente bu de los Ait Waryaghar (de la que era
después de la rendición de Abd-el-Krim originario Abd-el-Krim). También reco-
en 1926, y duró hasta mediados de lectó y difundió numerosos trabajos de
1928. Después de publicar su estudio etnógrafos militares españoles que ha-
principal escribió dos excelentes nove- bían permanecido en Marruecos en la
las etnográficas sobre un linaje rifeño primera mitad del siglo XX, prestando
y sus vicisitudes, los Asht ‘Abd r-Mu- especial atención a la obra del militar
men, de la comunidad de Iharrushen Emilio Blanco de Izaga, quien había vi-
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ANTROPOLOGÍA EN MARRUECOS: EL PODER Y
LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

vido en la región del Rif durante veinte cos en la región del Rif, pero también lo
años, entre 1927 y 1948 (Moga 2002: hizo en el Atlas, el Sous y la zona pre-
25-30). A este respecto Eickelman re- sahariana. A cada una de estas áreas el
salta este hecho por el que Hart valo- autor dedicó una visita de cinco sema-
raba la etnografía que se había llevado nas. A través de su trabajo de campo,
a cabo en la época del Protectorado, Bowles realizó una recopilación etno-
pero sin compartir los presupuestos de musical para la Fundación Rockefeller
la etnografía colonial, lo cual no le im- (trabajo que inició en 1959). A raíz del
pidió reconocer su valor (Eickelman mismo publicó varios trabajos, como su
2002: 68). artículo “El Rif por la música” en el libro
Al igual que Coon y David Hart, Cabezas verdes, manos azules, donde
Úrsula Kingsmill Hart realizaría sus in- relata su recorrido por el norte de Ma-
vestigaciones en las regiones del Rif rruecos en busca de registros sonoros
marroquí. Y es que ésta era la esposa de la música popular marroquí.
de David Hart, con quien viajó a Ma- Otro de los trabajos clave desarro-
rruecos en innumerables ocasiones. Y llados en Marruecos es el del politólogo
a partir de estas experiencias escribió Rémy Léveau, quien analizó la relación
su libro Tras la puerta del patio, el cual entre las élites coloniales de origen tri-
fue redactado tras el trabajo de campo bal y las nuevas élites ligadas a los cen-
que la autora realizó junto a su marido tros urbanos, así como las transacciones
en la región del Rif (entre los años 1959 y equilibrios de poder entre unas y otras
y 1965, período tras el que no regresa- para poder garantizar la gobernabilidad
ron a Marruecos hasta 1987). En dichas del país, en su obra Le fellah marocain,
estancias Ursula Hart se ve obligada a defenseur du trone (González Alcan-
convivir con las mujeres, y por ello ac- tud 2001: 9).
cede —aún sin ser antropóloga— a un En cuanto a las producciones antro-
campo de estudio al que no podía acce- pológicas de los propios marroquíes és-
der el propio Hart, convirtiéndose en la tas no han sido muy abundantes, pero
primera autora de un libro sobre la mu- sí diversas en cuanto a temas y enfo-
jer rifeña (Cabello 2002). También so- ques. En esta línea, una de las referen-
bre esta temática hay que referirse a los cias fundamentales serían los primeros
trabajos etnográficos de Vanessa Maher trabajos de Fátima Mernissi, que aún
(1974) sobre la propiedad de las muje- no siendo antropóloga ha contribuido
res o a los de Susan Steinmann (1993) al empleo del trabajo de campo y las
sobre los efectos de la emigración de técnicas de investigación cualitativas
los hombres marroquíes sobre el traba- entre los investigadores sociales ma-
jo agrícola femenino. rroquíes, tal como las utiliza en obras
El escritor norteamericano afincado como Marruecos a través de sus mu-
en Marruecos, Paul Bowles, aun sin ser jeres o en el pequeño informe Les Aït
antropólogo, realizó estudios etnográfi- Débrouille. ONG rurales du Haut Atlas.
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LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

Otros autores han seguido la senda de política, sobre el poder y el islamismo


los estudios etnográficos más clásicos, político; los de Ali Benhaddou (1997),
centrados en grupos o regiones concre- también sobre el poder y la formación
tas de Marruecos, como en el caso del de las élites; los de Mounia Bennani-
antropólogo Alí Amahan (1998), sobre Chraïbi (1994), donde se muestra cómo
los cambios sociales en el grupo tribal a pesar de las actitudes y sentimientos
de los Ghoujdama del Alto Atlas; o en sociales y políticos en que fueron edu-
el de Mohamed Mahdi (1999), con su cados, existe un incremento del indi-
estudio de las formas de organización vidualismo entre la juventud desem-
social y política de los pastores de las pleada de Marruecos; o los de Nadia
montañas del Atlas. También sería éste Benabdelali (1999) sobre la práctica
el caso de los primeros trabajos de Mo- económica del don en el mundo ára-
hamed Tozy (1989) sobre el derecho be-musulmán.
comunitario y las formas tradicionales Finalmente, entre los escasos tra-
de liderazgo y producción de la auto- bajos realizados por antropólogos es-
ridad, los ensayos de Abdellah Ham- pañoles sobre Maruecos en los últimos
moudi sobre grupos localizados del Alto años habría que destacar los de Ángeles
Atlas (1977) y sobre la simbología y la Ramírez (1998) sobre la inmigración y
práctica del sacrificio (1988), o los de las mujeres, los de Mari-Àngels Roque
Abderrahmane Lakhsassi sobre las tra- (2002) sobre la sociedad civil marroquí,
diciones bereberes (1999) y las teorías o los de Yolanda Aixelà (2000) sobre pa-
de la segmentariedad (2002). rentesco y género. También es necesa-
En los últimos años, los trabajos de rio hacer referencia a otra producciones
carácter antropológico, aunque no ne- cercanas originadas en la Península Ibé-
cesariamente realizados por antropólo- rica, como las de la antropóloga portu-
gos, también han transformado sus te- guesa Maria Cardeira, con su obra Um
máticas y ya no se limitan únicamente Islao Prático.O quotidiano feminino em
al estudio de determinadas tribus de un meio popular muçulmano. En cualquier
modo aislado o a los temas más clási- caso, la mayor parte de estos últimos es-
cos de la antropología, sino que se están tudios revelan el interés y la centralidad
realizando investigaciones que se carac- del tema de las mujeres marroquíes, y
terizan por una visión más holística y musulmanas en general, en la nueva li-
crítica de la realidad, e interrelaciona- teratura antropólogica.
das en mayor medida con fenómenos
globales, o bien no referidas exclusi- Conclusiones
vamente a Marruecos sino al conjunto La antropología en Marruecos ha
del mundo árabe o musulmán. En este experimentado una compleja evolución
sentido podemos nombrar los trabajos que ha estado profundamente ligada a
más recientes de Mohamed Tozy (1997), cada etapa de su historia sociopolítica.
en la línea creciente de la antropología El hecho de que los primeros estudios
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ANTROPOLOGÍA EN MARRUECOS: EL PODER Y
LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

etnográficos hayan estado unidos a los últimos trabajos etnográficos centrados


intereses de dominio de las potencias frecuentemente en el ámbito urbano y
colonizadoras durante la época del Pro- con una dimensión interpretativa sobre
tectorado, ha conllevado el surgimiento nuevos fenómenos sociales.
de un sentimiento de sospecha y des- En cuanto a los autores, a grandes
confianza hacia esta disciplina desde el rasgos diremos que en los inicios pre-
poder gubernamental. A esta situación dominaron aquellos de origen francés
se añade el hecho de que durante las y, en mucha menor medida, de nacio-
últimas décadas se hayan desarrollado nalidad española durante la época del
trabajos antropológicos caracterizados protectorado, para pasar a ser reem-
por su mirada crítica, lo que habría in- plazados por antropólogos británicos y
crementado el rechazo hacia la misma norteamericanos desde el momento de
entre las autoridades de Marruecos, país la independencia del país. En cambio,
que todavía tiene por delante importan- en los últimos años, estudiosos de mu-
tes retos hasta lograr una completa de- chos otros países —entre ellos un nú-
mocratización de su sociedad. mero reducido de españoles— se han
En cuanto a las temáticas antropoló- interesado crecientemente por Marrue-
gicas es el mundo rural el que ha cen- cos, además de los propios marroquíes
trado la atención de la mayor parte de que han producido investigaciones que
los investigadores que han trabajado en hasta este momento eran de autoría ex-
Marruecos. Así la búsqueda de lo primi- clusivamente occidental.
tivo, de aquellos rasgos ya perdidos en Por último, si bien resulta innega-
sus sociedades de origen occidentales, ble la contribución que la antropolo-
habría predominado entre los intereses gía ha tenido en occidente facilitando
de sus trabajos, siendo los grupos bere- y ampliando el conocimiento de estas
beres que habitan en las montañas los sociedades, resulta menos evidente en
que han despertado un mayor interés qué medida —en especial en el caso
entre los investigadores. No obstante, de la antropología anterior a los años
los temas han ido evolucionando de ochenta— los trabajos etnográficos han
acuerdo a los intereses de cada momen- aportado a los grupos estudiados bene-
to: desde los estudios iniciales sociolin- ficios materiales o simbólicos, cuando
güísticos, del territorio y de los grupos no han deformado su imagen dentro y
tribales de carácter descriptivo, hasta los fuera de Marruecos.

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LA CONSTRUCCIÓN DE UN CAMPO CIENTÍFICO

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26
NÚM. 14, JUNY, 06

ELS ORÍGENS
DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL
GIL-MANUEL HERNÀNDEZ I MARTÍ
DEPARTAMENT DE SOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

R E S U M

AQUEST ARTICLE SOSTÉ QUE EL NAIXEMENT DE LA SOCIOLOGIA INCORPORA UNA TEN-


SIÓ D’ORIGEN ENTRE LA CONFIGURACIÓ DE LA SOCIOLOGIA COM A CIÈNCIA DE LA SO-
CIETAT CONTINGUDA EN ELS MARGES DE L’ESTAT-NACIÓ, I LA CONFIGURACIÓ DE LA
SOCIOLOGIA COM A CIÈNCIA DELS PROCESSOS GLOBALS O UNIVERSALS. EN EL NOSTRE
ENFOCAMENT ENS OCUPEM DE MOSTRAR COM A PARTIR DE LES DARRERIES DELS ANYS
VUITANTA S’HA PRODUÏT UNA RECONSTRUCCIÓ DE LA VESSANT GLOBAL DE LA SOCI-
OLOGIA, DONANT UNA NECESSÀRIA RESPOSTA A LA INTENSIFICACIÓ I RADICALITZACIÓ
DELS PROCESSOS DE GLOBALITZACIÓ. EN EIXE SENTIT, EL GROS DE L’ARTICLE DESCRIU
L’EMERGÈNCIA D’ALLÒ QUE AVUI S’ANOMENA SOCIOLOGIA GLOBAL O SOCIOLOGIA DE
LA GLOBALITZACIÓ, FENOMEN QUE CAL ENCABIR DINTRE DE LA PROFUNDA RECONFI-
GURACIÓ DE LES CIÈNCIES SOCIALS COM A CONSEQÜÈNCIA DE L’IMPACTE DE LA NOVA
REALITAT GLOBAL.

La vocació global de la sociologia etapes prèvies a la modernitat. L’abast


La consolidació a Occident d’una transcendental i revolucionari de totes
societat capitalista, accelerada pels can- aquestes transformacions va subminis-
vis inherents a la Revolució Industrial, i trar un sentit de mutabilitat històrica,
d’una societat burgesa i nacional-esta- va crear la sensació de punt d’inflexió
tal, impulsada per canvis estructurals i i va generar un estranyament del passat
per les conseqüències de la Revolució prou intens com per a estimular i pro-
Francesa, no sols van forjar el naixement vocar la reflexió sobre la naturalesa de
de la societat moderna sinó que també la societat emergent.
van impulsar els processos globalitza- El nou paper atorgat a la raó i la
dors que es remuntaven fins i tot a les influència del model epistemològic de
27
NÚM. 14, JUNY, 06
ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

la física, que permetia una comprensió la macroanàlisi sociològica, perquè els


de les regularitats dels fets socials, així sociòlegs clàssics, en analitzar el canvi
com el desenvolupament d’una filoso- social, construïren grans esquemes ex-
fia de la història, que entenia el procés plicatius que ens parlen de l’extensió de
històric des de les nocions de progrés, la història, i que s’identifiquen amb pro-
desenvolupament i evolució, foren de- cessos universalizadors que actuen com
terminants en el desplegament del pro- “dissolvents” capaços de travessar les pe-
jecte científic de la sociologia. Davant culiaritats de les societats nacionals. O
de la percepció de ruptura de l’ordre dit d’una altra manera, totes les teories
social establert, l’obertura d’una nova del canvi social han contemplat la uni-
era i la perplexitat que les dites novetats versalització dels processos que descri-
va comportar, l’objectiu de la sociologia vien i, per tant, podrien ser vistes com a
fou des de primera hora la determina- antecedents de les actuals teories de la
ció i descripció dels trets de la moder- globalització. Des d’aquest punt de vis-
nitat, l’anàlisi, comprensió i articulació ta, el relat de l’expansió capitalista ana-
de les formes de canvi social conduents litzat per Marx, el procés de racionalit-
a ella, així com la predicció de la pos- zació abordat per Weber i el mecanisme
sible evolució del canvi. de diferenciació (plasmat en la industri-
Això no obstant, i com sosté Tur- alització) assenyalat per Durkheim, il-
ner (1990), el compliment de l’objec- lustrarien dita pràctica sociològica. En
tiu de la sociologia va arrancar amb conseqüència, com el mateix Turner re-
una tensió d’origen, una tensió entre la ivindica, és important no perdre de vista
configuració de la sociologia com a ci- “los diversos caminos en que la sociolo-
ència de la societat continguda en els gía ha estado implicada en estos desar-
marges de l’Estat-nació, i la configura- rollos globales” (Turner 1990:343). Cal
ció de la sociologia com a ciència dels afegir que no es tracta ací de presentar els
processos globals o universals. Des del clàssics com a profetes de la globalitza-
començament de la disciplina s’adver- ció. El que ocorre és que, per una banda,
teix, doncs, una contradicció entre “les els clàssics es manifesten explícitament
dues cares de la sociologia”, entre un sobre algun procés o tendència de caire
projecte d’una sociologia “nacional” o globalitzador, mentre per una altra els te-
“local” al servei de l’Estat-nació i un òrics de la sociologia global reivindiquen
projecte de sociologia “global” com a avui anàlisis o conceptes elaborats pels
ciència de la humanitat en el seu con- clàssics de la sociologia en el seu propi
junt (Turner 1990). context històric1.
En opinió de Waters (1996), la rea- Seguint amb aquest argument, po-
litat global ha estat sempre present en dem subratllar quatre grans punts que

1
Al respecte ha assenyalat García Blanco (1998:21): “A los clásicos de la sociología pueden
imputárseles muchas cosas, pero no ciertamente su insensibilidad hacia las dimensiones universa-

28
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ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

enllacen les múltiples aportacions de la desencant, decadència, ambivalència,


disciplina sociològica amb l’univers de irracionalitat—, la regulació i control de
la globalització, prefigurant així la fu- tals efectes, la importància de les ciu-
tura sociologia global. En primer lloc, i tats, la rellevància de la ciència, l’ordre
com ja em vist, des dels mateixos orí- social, la cultura global, el paper de les
gens de la sociologia és possible adver- élites, l’àmbit d’allò subjectiu i micro,
tir un interès per la dimensió global de el control democràtic, les investigacions
la societat moderna, objecte d’estudi de empíriques, el qualitativisme, les teori-
la nova ciència. Tal interès es vehicula es de rang intermedi o la crítica de la
de tres maneres, en no pocs casos com- racionalitat capitalista.
plementàries: en primer lloc mitjançant En segon lloc cal referir-se a les con-
la construcció d’una seqüència històrica tínues apel·lacions a la història per part
universal i finalista, marcada per l’evo- de les diverses tradicions sociològiques,
lucionisme i l’etnocentrisme, en la qual així com el desenvolupament de la so-
situar l’aparició i desenvolupament de ciologia històrica i la història social a
la modernitat, tasca a la qual s’apliquen partir de la segona meitat del segle XX,
clàssics com Saint-Simon, Comte, Spen- que condueixen a un interès pels mo-
cer, Marx, Durkheim, Tönnies, Spen- viments històrics de llarg abast, en tant
gler, Toynbee o Parsons; en segon lloc que marc bàsic per a la comprensió
a través de la constatació de processos, integral del procés de globalització. En
tendències i projectes el desplegament tercer lloc s’ha destacar el fet que les
dels quals implica la seua pròpia univer- transcendentals transformacions de tot
salització o mundialització (universalis- signe que comencen a succeir-se en
me il·lustrat, industrialisme-positivisme el món a partir de 1945, es troben en
en Saint-Simon i Comte; industrialis- la base tant de les teories liberals de la
me-liberalisme en Spencer; capitalis- modernització com dels seus correlats
me/comunisme en Marx; diferenciació teòrics crítics, definint ambdós enfoca-
i solidaritat orgànica en Durkheim; ra- ments processos i projectes clarament
cionalització en Weber; modernització mundialitzadors. A partir dels anys sei-
i complexització en Parsons); en tercer xanta, l’acceleració dels canvis socials
lloc, mitjançant un conjunt de reflexi- portarà a la constatació sociològica, vi-
ons i propostes que es revelen operati- sible en les teories del postindustrialis-
ves des d’un horitzó sociològic global, me, del sorgiment d’una nova societat
com són: l’èmfasi en els efectes negatius marcada per la centralitat del coneixe-
de la modernitat —alienació, anomia, ment, la tecnologia i la informació, com

les de las categorías sociológicas. Sin embargo, los vínculos y flujos de ámbito transnacional hoy
conocidos como ‘globalización’ o ‘mundialización’ no representaron para ellos una cuestión cen-
tral. Es cierto que dichos vínculos y flujos representan uno de los aspectos más novedosos del ac-
tual contexto social, pero ello depende más de su intensificación que de su efectiva novedad con
respecto a la época fundacional de nuestra disciplina”.

29
NÚM. 14, JUNY, 06
ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

a conseqüència última d’una evolució Encara que, com hem destacat, en


radicalitzada de la societat industrial. el desenvolupament de la sociologia es
Per últim, i en quart lloc, la inten- poden detectar diverses referències més
sificació de les transformacions en els o menys indirectes a la realitat de la glo-
anys setanta i vuitanta provocarà una balització, caldrà esperar a 1950 perquè
creixent consciència sociològica de la Georges Gurvitch encunye per primera
crisi de la modernitat i de l’inici d’una vegada el concepte de “societat global”,
nova era històrica. La dita crisi serà in- entesa com un “macrocosmos dels ma-
terpretada en primera instància com la crocosmos socials”. L’ambició del nou
clausura de la modernitat i l’emergèn- concepte, inscrit en l’abordatge dels ni-
cia d’una societat postmoderna (teories vells de l’anàlisi social, era la de com-
de la postmodernitat). Amb tot, a partir prendre els fenòmens socials totals que
dels anys noranta la crisi de la moder- engloben i transcendeixen els grups,
nitat seria reinterpretada com la refor- les classes socials o fins i tot els estats.
mulació radicalitzada de la modernitat No obstant això, el macrocosmos de
simple en una modernitat complexa o Gurvitch no era prou ampli per a com-
avançada, marcada pel risc, l’informa- prendre el planeta com un tot, en estar
cionalisme, el capitalisme avançat, la compost per “societats globals” que es
reflexivitat i la globalització. En aquest toquen però que en el fons s’exclouen,
context, definit essencialment pel debat potser de forma semblant a les civilit-
amb les teories de la modernització, del zacions i economies-món de Fernand
sistema mundial, de la postindustrialit- Braudel. Com be ha observat Renato
zació i de la postmodernitat, així com Ortiz (1997), quan Gurvitch planteja la
per la globalització de la disciplina so- seua formulació la globalització no es
ciològica, començaria a desenvolupar- pren encara com a objecte d’estudi en
se formalment la sociologia de la glo- l’anàlisi sociològica.
balització. El primer text que reverteix tal situ-
ació és l’article de Wilbert Moore, “So-
La conformació de la sociologia global ciologia global: el món com un sistema
En aquest apartat, s’ocuparem de res- singular”, publicat en 1966. Aquest arti-
saltar les principals fites que marquen els cle reivindica un altre abordatge, l’ela-
origens i densenvolupament d’allò que boració d’una sociologia que compren-
en l’actualitat es coneix com a global so- ga el globus terrestre, argumentant que
ciology. A tals efectes, anirem exposant en totes parts la sociologia enfrontaria
en ordre cronològic les diverses aporta- problemes semblants, especialment en
cions, efectuades des de diversos camps les societats més desenvolupades. El
de la sociologia, l’economia i l’antropo- món, segons Moore, es torna un “su-
logia, per concloure amb l’aparició, a persistema” que engloba altres “siste-
començaments dels anys noranta, d’una mes” menors en grandària i complexi-
“sociologia de la globalització”. tat. En 1966 Carlston va parlar també de
30
NÚM. 14, JUNY, 06
ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

l’emergència d’una “societat mundial”, y, consecuentemente, el del espectáculo


i Levy es va referir a la “solvència uni- mundial” (Debord 2003:132).
versal” de la modernització. A partir dels treballs que Braudel
Anys abans, en 1961, Paul Rico- realitza en els anys seixanta sobre les
eur ja havia publicat un article titulat “economies-món”, Immanuel Wallers-
“Civilització universal i cultures nacio- tein escomet en la dècada següent una
nals”, en el qual definia la civilització sèrie d’estudis sobre el món com a siste-
universal com el conjunt de les estruc- ma, formulant la perspectiva del world-
tures tècnico-instrumentals (el “esperit system en la seua obra “El modern sis-
científic”) que, mitjançant una políti- tema mundial” (1979), concepte que
ca i economia racionalitzades i univer- es converteix en una categoria analíti-
salitzades, generaven un tipus de vida ca essencial per a donar compte d’una
que es mundialitzava. Per a Ricoeur el totalitat envoltant. El naixement d’una
“significat” d’açò apel·lava a una “pre- “sociologia del sistema mundial” és el
sa de consciència de l’única humani- resultat de la intersecció de perspectives
tat”, si bé a la dita civilització universal i disciplines, produïda essencialment en
se li oposarien les cultures de les grans els anys seixanta i setanta (Pardo 1992).
civilitzacions, nacionals, regionals i lo- Comprèn des de la sociologia a l’econo-
cals, és a dir, particulars. Segons Rico- mia, passant per les Relacions Internaci-
eur, l’occidentalització-universalització onals, els desenvolupaments de la teoria
del món era inevitable, encara que es sistèmica i la “dinàmica de sistemes”, la
feia necessària una comunicació en- formulació de models globals compu-
tre cultures (Ricoeur 1964). Pocs anys tacionals, l’ecologia general i humana
després, en 1967, Guy Debord, en el i les reflexions sobre la “veïnatge uni-
seu conegut assaig “La societat de l’es- versal” comunicacional de McLuhan.
pectacle”, es referia explícitament a la A aquestes línies teòriques se suma la
mundialització del temps, de la histò- postulació d’objectius o finalitats extra-
ria, del mercat i del propi espectacle. cognitives per part d’algunes institucions
Segons l’autor francès: “Con el desar- no governamentals (com ara el World
rollo del capitalismo, el tiempo irrever- Order Movement, l’Institute for World
sible se ha unificado ‘mundialmente’. Order) i agències especialitzades de
La historia universal se ha convertido Nacions Unides, OCDE, Club de Roma
en realidad porque el mundo entero se (1972, 1974), així com altres instituci-
ha unido bajo el despliegue de este ti- ons i moviments per als quals l’anàli-
empo (...) El tiempo de la producción si s’ha de subordinar a la intervenció
económica, segmentado en fragmentos i transformació de l’ordre mundial. Pel
abstractos e iguales, es lo que se manifi- que fa específicament a la sociologia,
esta en todo el planeta como ‘uno solo pot documentar-se una línia de treball
y el mismo día’. El tiempo irreversible d’ amplitud espacial creixent que aniria
unificado es el del ‘mercado mundial’ des dels models primers de les teories
31
NÚM. 14, JUNY, 06
ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

de la modernització i les teories de la siempre se haya percatado de ello”, de


dependència, als esmentats treballs de mode que la globalització apareixeria
Wallerstein i els seus col·laboradors, tre- com a “su verdadera vocación y su au-
balls que postul·len una World System téntico objeto” (Augé 2003:16).
Perspective que aborde el nou “sistema Dins d’aquesta línia Jonathan Fri-
mundial” com marc privilegiat per a fer edman (2001) sosté que l’enfocament
sociologia2. de l’antropologia sistèmica global, que
Des de l’antropologia també es van ell defèn, naix al començament dels
fer avanços respecte a l’estudi de la glo- anys setanta amb els treballs de la seua
balització, atès que, com a ciència dels esposa Kajsa Ekholm Friedman (1975,
“altres”, l’antropologia representa un in- 1976) a Madagascar, que demostraven
tent per comprendre, des de pressupos- que no es podien entendre les estructu-
tos occidentals, la diversitat cultural del res de les societats locals sense prendre
món, ampliant així l’objecte d’estudi de en consideració les relacions d’aquelles
les ciències socials. Díaz G. Viana ha amb el sistema global, contradient així
afirmat al respecte que des de “los ini- l’argument dominant en l’antropologia,
cios más ‘oficiales’ —o reconocidos— segons el qual les explicacions i altres
de la disciplina, la antropología ha pu- formes de comprensió havien de tro-
esto el énfasis, alternativamente, en lo bar-se al si de la societat particular. Se-
común de las culturas o e sus diferen- gons Friedman, l’antropologia sistèmica
cias, en la unidad o diversidad huma- global té una orientació macrohistòrica
na, en las constantes universales o en i connecta les grans estructures y pro-
los particularismos de tiempo y espacio” cessos enormes amb les experiències
(Díaz.G Viana 2003:180). Fins al punt locals. Com afirma el autor: “lo global
que Marc Augé ha suggerit que l’antro- es el verdadero estado de cosas y el
pologia com a ciència no ha cessat de único marco apropiado para el análi-
seguir l’avanç de la globalització, inten- sis de cualquier parte del mundo, al
tant comprendre les seues causes i efec- menos desde el surgimiento de las pri-
tes. Per a Augé, l’antropòleg ha sigut, meras civilizaciones comerciales” (Fri-
històricament, “después del militar y del edman 2001:18).
misionero, uno de los principales signos Totes aquestes contribucions de
de esa globalización, a pesar de que no l’antropologia han de ser ressaltades

2
En la línia de la teoria del sistema mundial de Wallerstein, s’arriba a proposar que la ciència
emergent de la dinàmica global ha de ser denominada “globologia”, que designa la ciència dels
diversos processos globals, siguen aquests econòmics, polítics o culturals. D’aquesta manera, si la
sociologia és la ciència dels sistemes socials, la globologia constitueix la ciència del sistema glo-
bal. La globologia apareix, doncs, com una ciència anàloga a la sociologia, i es refereix als estu-
dis d’estructures i processos del sistema-món com un tot, de la mateixa manera que la sociologia
es refereix a l’estudi d’estructures i processos socials (Bergensen, 1980; Thompson, 1983, citats en
Ortiz, 1997:39).

32
NÚM. 14, JUNY, 06
ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

sobre el fons de la intensificació de la sociologia ha de ser transformat davant


interdependència i connectivitat que l’emergència d’una crisi global i d’un
caracteritza l’evolució de les societats món globalitzat (Tiryakian 1984, 1986).
de l’últim terç del segle XX. De fet, ja A finals dels anys vuitanta l’historiador
en 1952 Claude Lévi-Strauss, en el seu francès Henry Lefebvre es va interessar
cèlebre text “Raça i història”, havia for- per la problemàtica, que va xocar amb
mulat una paradoxa (“la paradoxa irre- “la indiferencia de los franceses por la
ductible de la vida humana”) que es mundialidad” (Hess 1988). De totes
converteix en central en el procés de aquests aportacions ha de ressaltar-se
globalització. Es tracta de dos proces- especialment la de Levitt, director de
sos contradictoris resultants del propi la Business Harward Review i teòric del
contacte entre cultures, el primer dels màrqueting i la direcció, que a partir del
quals porta a la diversificació, i el se- supòsit que el món és pla i unidimensio-
gon dels quals porta a la unificació o nal, començà a parlar, a començaments
uniformització; el primer faria referència dels anys vuitanta, de la globalització
al que avui denominaríem globalització dels mercats, entesa aquesta com una
en tant que homogeneïtzació, mentre “estandardització universal” o “homoge-
que el segon al·ludiria a la globalització neïtzació de les necessitats mundials”.
com en tant que particularització (Lévi- Levitt defèn la converging commonality
commonality,
Strauss 2002). un espai homogeni d’intercanvis mer-
Amb els antecedents assenyalats, el cantils que des d’una òptica de mercat
concepte de globalització naix i es no- global té en compte les consumption
dreix en la dècada dels setanta, a tra- communities o “comunitats de consum”
vés de l’anàlisi de la formació i desen- transfrontereres. Però en el seu missatge
volupament de les corporacions trans- destaca la idea d’una convergència que
nacionals a escala mundial per a do- espenta al mercat cap a una comunitat
nar lloc, posteriorment, a l’enfocament global i, si bé no nega l’existència de
de la globalització dels mercats (Boyer mercats segmentats, postula que aquests
1997). Com han destacat Ortiz (1997) i segments responen més a una lògica
De la Dehesa (2001), la discussió sobre global que nacional.
la “globalització”, utilitzant ja aquest Les ciències socials s’apropien, en
terme, sorgeix en els Estats Units. Són suma, d’un terme (globalització), que
diversos els textos que comencen a naix al si dels mitjans empresarials, les
problematitzar el tema en distintes dis- escoles de negocis i els estudis de màr-
ciplines. Theodore Levitt publica “Glo- queting i de manegement empresarial
balization of markets” i The Màrqueting dels Estats Units. A aquestes teoritzaci-
Imagination en 1983, donant inici a ons primerenques sobre la globalització
una llarga discussió sobre el “màrque- caldria sumar les desenvolupades, tam-
ting global”. Per la seua banda Tirya- bé en els anys vuitanta, pels teòrics de
kian acredita que l’ensenyament de la les relacions internacionals (Rosenthau
33
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ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

1980, Bull 1986). Aquests, partint de ció dels canvis por ell assenyalats: “El
l’atenció sobre el desenvolupament del empequeñecimiento del Estado-nación
sistema dels Estats-nació, analitzen la refleja la aparición de una economía
seua extensió fins a la conformació d’un global de nuevo estilo que ha surgido
sistema mundial d’estats nacionals. Els desde que la tercera ola comenzó su
estats són presos en aquesta perspectiva avance. Las naciones-Estado eran los
com a actors principals, amb el rerefons contenedores políticos necesarios para
d’un creixent nombre d’organitzacions las economías de dimensión nacional.
intergovernamentals, l’increment de la En la actualidad, esos contenedores no
interdependència i el moviment cap a solamente se han agrietado, sino que
“un únic món” (Giddens 1993:69). A se han tornado anticuados a causa de
més convé recordar que ja en 1981 el su propio éxito” (Toffler 1984:378). Junt
sociòleg Edgar Morin assenyalava en la al sorgiment d’una economia global, les
seua obra “Para salir del siglo XX” que, corporacions globals, la decadència de
com a conseqüència de la crisi que la l’Estat-nació i l’emergència de tot tipus
humanitat travessava en l’últim terç del de fenòmens que desbordaven les fron-
segle XX, visible en el reconeixement teres nacionals, emergia el “globalis-
de la incertesa, s’estava esdevenint tant me”, o consciència planetària.
l’emergència de la consciència planetà- Pel que fa a Daniel Bell, aquest va
ria com l’adveniment de la “planetarit- publicar en 1987 un article (“The World
zació”, entesa aquesta com “la crisis de and United States in 2013”), en el qual
la humanidad que no llega a constituirse subratllava l’eliminació de la geografia
en humanidad, y al mismo tiempo la cri- com una “variable majoritària”. Segons
sis del mundo todavía incapaz de con- Bell, els mercats constarien cada cop
vertirse en mundo, la crisis del hombre més de xarxes integrades electrònica-
todavía impotente para realizarse como ment i l’ economia internacional estaria,
hombre...” (Morin 1982:328). Quasi doncs, lligada més en temps real que en
paral·lelament, Luhman ja havia deixat l’espai. Bell també pronosticava la desa-
clar en 1982 que la societat moderna era parició de l’Estat-nació, davant l’evidèn-
mundial en un doble sentit, en vincular cia de la creixent fragmentació interna
el món a un sistema i en integrar tots dels estats al llarg de las línies nacionals.
els horitzons mundials com a horitzons Per a Bell els Estats-nació s’estaven tor-
d’un únic sistema comunicatiu. nant inadequats per als problemes de
A més a més, tant Alvin Toffler com creixement econòmic global, la moder-
Daniel Bell havien prefigurat, al fil de nització del tercer món i la degradació
les seues teoritzacions sobre la nova medioambiental, sent igualment indife-
societat postinduistrial, els trets d’una rents cap a la diversitat de necessitats i
globalització creixent. Alvin Toffler, en aspiracions locals.
la seua obra “La tercera ola”, publica- Sobre aquest brou de cultiu, i influïts
da en 1980, emfasitzava la globalitza- per la pròpia tradició global de la soci-
34
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ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

ologia, cap a mitjants dels anys vuitanta abordar-se la globalització cultural des
alguns sociòlegs i antropòlegs comen- de la denominada “antropologia trans-
çaren a considerar la globalització de nacional”3. De fet, en 1990 Porter tam-
manera explícita, és a dir, com a objec- bé utilitzava el terme “globalització”
te d’estudi específic. És el cas de Ulrich per a diferenciar una empresa multi-
Beck (1998a), qui en la seua conegu- nacional d’una altra global, basada en
da obra La sociedad del riesgo. “Hacia una estratègia global coordinada, alho-
una nueva modernidad”, publicada en ra que el japonès Kenichi Ohmae defi-
1986, desenvolupa el concepte de la nia l’empresa global com una empresa
“globalització dels riscos civilizatorios”. sense referència nacional i apàtrida que
En 1989 apareixen també les obres dels operava a escala mundial. Eixe mateix
francesos Jean Chesnaux (Modernité- any va veure la llum el llibre col·lectiu
Monde) i Serge Latouche (L’occidenta- Globalization, knowledge and society
society,
litsation du monde), així com del belga coordinat per Albrow i King, que reco-
Armand Mattelart (L’Internationale publi- neixia un únic sistema social en el món
citaire), els quals aborden la problemà- (la societat mundial o global). En 1990
tica globalitzadora, especialment en el també es va publicar una altra obra sig-
pla cultural i comunicacional. nificativa: el llibre coordinat per Mike
Però, com ha assenyalat Edgar Mo- Featherstone, Global culture: Nationa-
rin, és a partir de 1990 quan es comen- lism, Globalization and Modernity, en
ça a parlar de manera més intensa de la qual ja podem trobar els respectius
“globalització”, coincidint amb l’expan- embrions de la teoria de la globalitza-
sió del capitalisme global neoliberal ar- ció de Roland Robertson i de la teoria
ran de la caiguda del Mur de Berlín i de la globalització cultural d’Arjun Ap-
l’ensorrament de la Unió Soviètica i el padurai; les primeres formulacions d’Ulf
món socialista. Així Anthony Giddens, Hannerz sobre el mestissatge de les cul-
en la seua obra Sociology
Sociology, publicada en tures i la “ecumene global”; la concep-
1990, li dedica un capítol a la “mundi- tualització de Menell, que presenta la
alització de la vida social”, un aspecte globalització com un llarg procés his-
que en “Conseqüències de la moderni- tòric; les reflexions de Tony Smith sobre
tat” (publicada en 1991) desenvolupa la formació d’una “cultura global”, o les
en major profunditat. Simultàniament, aportacions de Bryan Turner sobre la
l’antropòleg Néstor García Canclini pu- contraposició entre una sociologia na-
blica Culturas híbridas, on comença a cional i una sociologia global4. A partir

3
Convé ressaltar que García Canclini ja s’havia referir explícitament als processos de transna-
cionalització econòmica i cultural en la seua coneguda obra Las culturas populares en el capita-
lismo, publicada en 1982.
4
Ha de ressenyar-se que alguns dels autors assenyalats comencen a estudiar la problemàtica de
la globalització en la segona meitat dels anys vuitanta: és el cas de Featherstone (1987), Robertson
(1985, 1987), Hannerz (1987), Appadurai (1989) o Beyer (1989). Cal afegir, així mateix, que les for-

35
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ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

d’aquest moment, començarien a apa- “global” equival a “holístic”, en tant que


rèixer nous i cada vegada més abun- unitat totalitzant i sistèmica, mentre que
dants estudis de caràcter sociològic so- en les llengües llatines el terme “mundia-
bre la globalització, inaugurant una línia lització” fa referència només a la dimen-
catalogada com “sociologia de la globa- sió geogràfica5. Com assenyala Giddens,
lització” o “sociologia global” (Tortosa a penes fa deu anys la paraula s’emprava
1992; Ianni 1999; Beck 1998b; Cohen escassament en treballs acadèmics o bé
i Kennedy 2000). en la premsa popular, però en una dè-
cada ha passat “de no estar en ninguna
Conclusió: la sociologia i la realitat glo- parte a estar por todos lados” (Giddens
bal 1999:36). Fins al punt de situar-se en el
Com s’ha assenyalat en altre lloc centre mateix de les discussions sociolò-
(Hernàndez 2005), en observar la reali- giques, perquè “la difusión mundial del
tat social contemporània s’imposa com término es una prueba del propio cam-
a eix articulador el procés de globalit- bio que expresa” o, dit d’una altra mane-
zació o mundialització. Aquest procés ra, el propi debat sobre la globalització
configura una autèntica “condició glo- ha passat a ser “autènticamente global”
bal”, caracteritzada com l’estat d’inten- (Giddens 2001)6.
sa globalitat al qual ha arribat el món en La realitat global sembla cada cop
les darreres dècades. S’ha creat, així, una més evident. Certament, d’una banda a
mena de segona naturalesa del món, un l’altra circulen capitals, coneixements,
“ambient” que ens envolta i condiciona, béns, gents, ones, imatges, gasos, resi-
un “entorn” que nosaltres, com a indivi- dus, pluja àcida, malalties, terrorisme,
dus que ens relacionem amb altres indi- drogues, modes, creences, vehicles, pe-
vidus en tant que éssers socials, tendim a ces de roba, llibres, components i xips.
reproduir i recrear en las més impercep- En qualsevol direcció que orientem la
tibles vivències de la quotidianitat. nostra mirada podrem detectar fàcil-
No ha d’estranyar que el terme an- ment les empremtes de la interconnexió
glès (“globalization”) siga el que s’haja complexa del món: les fronteres persis-
popularitzat, ja que en aquest idioma teixen i fins i tot es reforcen, però tam-

mulacions que sobre la globalització es plantegen en el llibre coordinat per Featherstone se situen
en el debat general amb les teories dels sistemes mundials i el postindustrialisme.
5
Sobre l’ús de diversos termes per a definir una mateixa realitat, els autors mantenen diverses
divergències: així, alguns parlen d’internacionalització (Hirst i Thompson, 1996), altres de cosmo-
politització junt amb globalització (Beck, 2000), altres, com Giddens (2000) o Robertson (1992)
arriben a utilitzar universalització com a sinònim de globalització, i alguns identifiquen la globalit-
zació amb planaterització (Mattelart, 2000; Morin i Kern, 1993; Augé, 2002).
6
De fet, el nombre d’entrades corresponents a la paraula globalization en la Biblioteca del
Congrés dels Estats Units va créixer des de 34 en 1994 fins 693 en 1999 i 4.379 en 2004. Com ha
declarat Beck: “Es pot considerar un indicador de la globalització la marxa triomfal del concepte
de globalització” (Beck, 2002:49).

36
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ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

bé són sobrepassades constantment pels abordat qualsevol classe de fenòmens


fluxos migratoris i per qualsevol classe de caràcter global. En aquestes obres,
d’objectes i formes simbòliques. i en la creixent literatura que sobre el
La dita realitat ha segut produïda i tema inunda les editorials, s’analitzen
està sent constituïda per la transnacio- i discuteixen els contorns imprecisos
nalització dels capitals i de les finances, d’una realitat, única i singular, que no
l’expansió de grans corporacions multi- poden contenir ni controlar les fronte-
nacionals, els desenvolupaments revolu- res nacionals i que desborda també els
cionaris en els transports i comunicaci- contextos i relacions merament inter-
ons, la transmissió per satèl·lit i la crea- nacionals. Precisament per això, aque-
ció de xarxes mediàtiques, la producció lles trobades o reunions científiques de
i disseminació del coneixement en l’àm- certa importància són avui “congressos
bit global, els fluxos de persones, la im- mundials”, estiguen dedicades a les tele-
plantació d’organitzacions i moviments comunicacions, a la salut, a la pobresa,
internacionals, la dramàtica expansió del als valors, a la dona, al mapa genètic o
terrorisme global i tants altres processos al canvi climàtic.
que contribueixen a desenvolupar una El debat que la ciència social ha en-
creixent consciència d’interdependència cetat sobre la globalització implica fo-
i interconnectivitat global ja siga en el namentalment la discussió sobre la ca-
pla demogràfic, econòmic, polític, soci- pacitat explicativa de la categoria con-
al, cultural o ecològic, donant lloc a una ceptual de “globalització” per a donar
nova forma de veure la realitat. La con- compte d’un complex procés de canvi
seqüència més palpable d’això és que social que es plasma en problemes, pro-
per a l’opinió pública tant com per als cessos, actors, impactes i interrelacions
líders polítics, determinats desafiaments de caràcter global, amb incidència di-
ja no poden entendre’s, abordar-se o re- recta en els contextos locals. En l’actu-
soldre’s si no se’ls interpreta i classifica al debat sobre la globalització, ja no es
com a problemes globals. posa en dubte la pertinença del seu es-
Aquesta consciència moderna de tudi, sinó que s’insisteix en com abordar
globalitat és recent, però s’ha difós amb el procés globalitzador amb una ade-
enorme celeritat. Des de mitjans dels quada renovació de les eines epistemo-
vuitanta s’ha imposat el terme globaliza- lògiques, teòriques i metodològiques de
tion per a designar aquest fenomen, so- la sociologia i de les ciències socials en
bre les dimensions, causes i conseqüèn- el seu conjunt. A partir d’ací s’imposa,
cies del qual els científics socials man- en un món caracteritzat per l’incertesa
tenen notòries discrepàncies. En realitat, i la fluïdificació dels lligams socials, la
podem prendre les seues obres com un solidesa del coneixement científic i la
indicador més de la realitat emergent i perspicàcia d’una imaginació sociolò-
dels desafiaments que ens provoca. En gica capaç de trobar camins enmig de
la bibliografia de l’ultima dècada s’han la boira d’un món canviant.
37
NÚM. 14, JUNY, 06
ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

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ELS ORÍGENS DE LA SOCIOLOGIA GLOBAL

42
NÚM. 14, JUNY, 06

ACTITUDES POLÍTICAS
E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

RAMÓN LLOPIS GOIG


UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

R E S U M E N

UNO DE LOS PROBLEMAS DE MAYOR INCIDENCIA EN LA INVESTIGACIÓN SOCIAL ES LA


NO-RESPUESTA. EN EL CASO DE LA INVESTIGACIÓN PREELECTORAL ESTE PROBLEMA ES
ESPECIALMENTE RELEVANTE CUANDO AFECTA A LAS PREGUNTAS SOBRE INTENCIÓN DE
VOTO. EN EL TRABAJO QUE SE PRESENTA SE MUESTRA UNA APLICACIÓN DE LA TÉCNICA
DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE A UNA MUESTRA DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS. LOS
RESULTADOS MUESTRAN EL POTENCIAL DE ESTA TÉCNICA EN LA ESTIMACIÓN DE LA IN-
TENCIÓN DE VOTO, ASÍ TAMBIÉN COMO LA FUERTE INFLUENCIA QUE SOBRE ÉSTE EJERCE
LA IDEOLOGÍA DEL ENTREVISTADO EN LA ESCALA IZQUIERDA-DERECHA.

Introducción otro modo, la elección de una variable


Este artículo pretende mostrar la dependiente y de un conjunto de va-
idoneidad del análisis discriminante riables independientes debe basarse en
para la estimación de la intención de una hipótesis que haga razonable espe-
voto en las encuestas preelectorales. rar que estas últimas puedan tener una
Su aplicación puede ser especialmen- influencia sobre la primera. Es por eso
te relevante en aquellos casos en que que en la investigación que se presen-
las variables destinadas a tal efecto se ta en este trabajo se ha adoptado como
ven afectadas por el problema de la variable dependiente la intención de
no-respuesta. Ahora bien, la utilidad voto, y como variables independientes
del análisis discriminante en este tipo un conjunto de variables que podrían
de situaciones no depende únicamen- englobarse bajo la categoría de actitu-
te de sus características técnicas, sino des políticas o cultura política.
también del planteamiento teórico en el En los dos primeros apartados de
que se apoya su aplicación. Dicho de este trabajo se presentan las principales
43
NÚM. 14, JUNY, 06
ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

causas y consecuencias de la no-res- dísticos independientemente del tama-


puesta en la investigación preelectoral, ño muestral (Lynn 1996).
así como los procedimientos y técnicas Entre las causas de la no-respuesta
existentes para su tratamiento estadísti- en las encuestas de opinión, Azorín y
co. En el tercer apartado se introduce Sánchez-Crespo (1986) apuntan la fal-
una breve reflexión teórica en la qué ta de conocimiento o incapacidad para
se explica que se entiende por actitudes contestar por parte del informante, la
políticas y por qué se espera que éstas negativa a cooperar en la encuesta, las
puedan tener una influencia sobre la in- condiciones personales y el grado de
tención de voto. Esta reflexión sirve de adiestramiento de los entrevistadores, y
justificación del diseño metodológico y por último, las motivaciones de los en-
estrategia de análisis estadístico de la in- trevistados (Cantero 1990; Díaz de Rada
vestigación que se presenta, tareas que 2000). Ahora bien, cuando se hace refe-
se abordan en los siguientes apartado, rencia a las encuestas preelectorales las
antes de plantear los resultados del aná- razones de la no-respuesta, además, tie-
lisis y las conclusiones del estudio. nen que ver con el contenido específico
de las preguntas y la desconfianza hacia
La no-respuesta en la investigación pre- este tipo de sondeos. Así lo demuestra
electoral el hecho de que en una encuesta lleva-
Uno de los principales problemas a da a cabo por el Centro de Investigacio-
los que se enfrenta la investigación so- nes Sociológicas (CIS) en 1989 entre sus
cial es la no-respuesta (Díaz de Rada, propios entrevistadores y coordinado-
2000). Se trata de una incidencia que res de campo1, estos indicaran que las
se presenta en tasas elevadas en las en- cuestiones que más rechazo provocan
cuestas preelectorales con independen- son las referidas a la intención de voto
cia de que éstas hayan sido realizadas (88%), seguidas por las que atañen a la
de acuerdo con todas las normas de política (75%).
calidad posibles en la fase de diseño Se suele distinguir entre dos tipos de
y recogida de información (Vázquez y no-respuesta: la total y la parcial (Mar-
Lago 2000: 899). ton 1988: 16; Aparicio 1991: 62). La
La elevada incidencia de la no-res- no-respuesta total se produce cuando
puesta ocasiona problemas graves en el el entrevistado rechaza contestar la to-
análisis de una encuesta preelectoral. talidad del cuestionario. La no-respuesta
En primer lugar supone una reducción parcial se produce cuando el entrevis-
del error muestral y, consiguientemente tado se niega a contestar alguna de las
un aumento del error típico de las esti- preguntas incluidas en el cuestionario.
maciones. En segundo lugar, introduce Obviamente, cuando el individuo no
sesgos en la determinación de los esta- contesta ni una sola de las preguntas

1
Estudio E-1799, citado por Vázquez y Lago (2000: 899).

44
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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

del cuestionario, esa entrevista ni si- de errores en todos los registros de las
quiera tiene un lugar en el fichero final encuestas: es decir, se depuran todos
de datos, es decir, no es una encues- los datos de todos los individuos de
ta válida. En este artículo nos vamos a la encuesta. Entre sus procedimientos
referir a este tipo de no-respuestas. En destacan las reentrevistas, la fusión del
estos casos, el individuo sí contesta la fichero de la encuesta con datos oficia-
mayor parte del cuestionario pero se les, los chequeos de consistencia inter-
resiste con alguna de las preguntas, de na y la imputación (Fernández Santana
manera que la entrevista sí se conside- 1994: 144).
ra válida. Puede ocurrir, además, que El más utilizado de estos procedi-
la pregunta o preguntas no contestadas mientos es la imputación, con el que
sean las de mayor interés para los obje- se lleva a cabo tanto la localización de
tivos de la investigación. Ese es el caso errores como la asignación de valores
de las preguntas de intención de voto válidos a las no-respuestas3. En ambos
incluidas en las encuestas preelectorales casos, la imputación puede ser manual
orientadas a determinar la intención de o automática.
voto de la población. Entre las distintas técnicas de im-
putación se ha señalado que las cuatro
La estimación de la intención de voto más utilizadas son la eliminación total
en los casos sin respuesta (listwise) o parcial (pairwise), la susti-
A la hora de tratar las no-respuestas tución por la media o asignación pro-
en encuestas preelectorales se suelen porcional, la imputación según fichero
distinguir dos procedimientos: la macro- caliente (Hot-Deck) y la imputación a
depuración y la microdepuración (Fer- través de las técnicas de regresión. A
nández Santana 1994: 144). La macro- continuación sintetizamos las principa-
depuración supone una investigación les características de estos procedimien-
a escala agregada de la encuesta y se tos siguiendo la exposición de Varela et
concibe como un proceso interactivo alii (1998: 271-273) y Vázquez y Lago
que suelen realizar los responsables de (2000: 901).
su análisis. Entre los procedimientos El primer procedimiento supone la
incluidos es este apartado se encuen- eliminación de aquellos casos que tie-
tran el Top-Down, la desagregación en nen un valor perdido en algunas de las
cascada de tablas de series, la agrega- variables que se van a poner en relación
ción y el H&B2 (Villán y Bravo 1990: (listwise), o eliminar aquellos casos que
61). En cuanto a la microdepuración tienen un valor perdido en alguna de
consiste en la detección y corrección las variables que se van a poner en re-

2
Siglas que corresponden a los apellidos de sus autores: Hidiroglou y Berthelot.
3
Una excelente presentación y revisión bibliográfica del resto de procedimientos se encuen-
tra en Fernández Santana (1994).

45
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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

lación ((pairwise). El problema de ambos miento Hot-Deck a partir del análisis


métodos es que pueden implicar una discriminante, dado que en ambos ca-
importante sustracción muestral, por lo sos la estimación de la no-respuesta se
que sólo son aconsejables cuando las realiza a partir de otros datos obtenidos
observaciones perdidas sean escasas y en el cuestionario (Porto 1982; Martí-
estén repartidas de manera aleatoria. nez Ramos 1984; Furgler y Olsen 1986;
El segundo procedimiento consiste Cantero 1990; Aparicio 1991; Fernán-
en la asignación de la media de la va- dez Santana 1994, Varela et alii 1998;
riable a los casos en los que hay valo- Vázquez y Lago 2000). Ahora bien,
res ausentes. Este procedimiento evita la aunque ya se ha defendido la aplicación
disminución del tamaño muestral pero del análisis discriminante para la estima-
no la consiguiente disminución de la ción de voto en encuestas preelectora-
varianza muestral. les, dos razones justifican la necesidad
El tercer procedimiento consiste en de seguir investigando y mejorando su
asignar el valor que en la misma varia- aplicación en el ámbito electoral.
ble obtiene un individuo lo más simi- En primer lugar, porque las encues-
lar posible al que tiene el valor ausen- tas preelectorales que se realizan en
te. La aplicación de este procedimiento nuestro entorno aún se caracterizan por
exige la previa agrupación de los indi- un escaso tratamiento estadístico de la
viduos en función de las variables más no-respuesta, una conclusión que po-
relacionadas con las que se pretende dría desprenderse del estudio sistemáti-
predecir. co realizado recientemente por Cándido
Por último, la imputación a través de Monzón (2005), sobre las encuestas pre-
la regresión consiste en asignar una res- electorales en las elecciones generales
puesta a los individuos que no contestan, al Parlamento español, desde 1977 has-
con la aplicación de la regresión múlti- ta 2004. Aunque es evidente que esta
ple mínimo cuadrática, los modelos de circunstancia no es la única que explica
regresión logística, el análisis de clasifi- la escasa validez y exactitud de las en-
cación múltiple y el análisis discriminan- cuestas preelectorales, por ejemplo, de
te. La ventaja de estos procedimientos las elecciones generales de marzo de
es que mantienen una gran cantidad de 1996 y 2004, sí que es una de las más
información sin distorsionar la varianza importantes o, al menos, susceptibles
muestral ni la forma de la distribución. de control técnico. En otro lugar hemos
Diversos trabajos empíricos han mostrado que los sesgos derivados de la
concluido que la alternativa más eficaz no-correspondencia entre la intención
es la aplicación del análisis discriminan- de voto y el voto real4, la evolución
te e incluso la aplicación del procedi- del voto entre la fecha de la encuesta

4
Falta de correspondencia entre intención de voto y voto real que, en otro lugar ha sido de-
nominada sinécdoque demoscópica (Wert 1996).

46
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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

preelectoral y el día de los comicios5 y una persona sostiene de forma recu-


la dificultad de asignar escaños por las rrente. Son disposiciones adquiridas a
peculiaridades de un sistema electoral través del proceso de socialización po-
basado en la Regla d’Hont, son difícil- lítica, que se dirigen a diferentes obje-
mente controlables (Llopis, 1998). Sin tos políticos y se manifiestan con dis-
embargo, aquellos que tienen que ver tinta intensidad. En las actitudes políti-
con la representatividad sociopolítica de cas suelen distinguirse tres dimensiones.
la muestra, el diseño del cuestionario y En primer lugar, la dimensión cognitiva,
el tratamiento de las no-respuestas de- que incluye creencias y conocimientos
berían ser objeto de máxima atención relativos a los distintos elementos del
por parte de los investigadores. La inves- sistema político. En segundo lugar, la
tigación que se presenta en este trabajo dimensión afectiva, referida a los sen-
se centra en el último de esos sesgos. timientos y emociones que despiertan
En segundo lugar, porque como ya en el individuo los elementos del siste-
se ha adelantado al inicio de este artícu- ma político. En tercer lugar, la dimen-
lo, la utilidad del análisis discriminante sión comportamental, que se refiere a la
no radica únicamente en sus caracterís- orientación o predisposición actitudinal
ticas técnicas, pues depende comple- hacia la acción. Por otro lado, las tres
tamente del marco teórico que guía el dimensiones pueden dirigirse hacia los
diseño de cada investigación y, más en diferentes ámbitos del sistema político:
concreto, de la elección de la variable la comunidad política en su conjunto,
dependiente e independientes. las instituciones políticas y sus resulta-
La investigación que se presenta en dos, las autoridades, o el propio ciuda-
este trabajo parte de la hipótesis de que dano como actor político. Ahora bien,
las actitudes política, la cultura política, como han señalado Anduiza y Bosh
puede tener una influencia determinan- (2005: 48), esta distinción conceptual
te sobre la intención de voto. Así pues, es, sin embargo, poco útil en la prácti-
antes de presentar los análisis realizados ca, pues muchas de las actitudes mez-
y los resultados empíricos, a continua- clan elementos cognitivos, afectivos y
ción examinamos que se entiende por comportamentales. Así, siguiendo a es-
actitudes políticas y por qué se espera tos autores, se podría distinguir entre
que éstas puedan tener una influencia tres tipos de actitudes políticas. En pri-
sobre la intención de voto. mer lugar, aquellas actitudes que deno-
tan una implicación con la política por
Actitudes políticas e intención de voto parte del individuo, o por el contrario,
Las actitudes son agrupamientos de sentimientos de apatía e indiferencia.
opiniones relativamente estables que En segundo lugar, las actitudes de po-

5
Un sesgo que se torna irreconocible cuando se olvida el inevitable “carácter fotográfico” de
la investigación preelectoral (Llopis 1998).

47
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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

litización, es decir, aquellas actitudes facilidad y amplitud de su uso, junto a


que implican una identificación del in- algunas demostraciones de su validez
dividuo con respecto a cuestiones de y fiabilidad como indicador serían sus
la sociedad que pueden conllevar un principales argumentos a favor.
posicionamiento. En tercer lugar, las En tercer lugar, actitudes relativas
actitudes relativas a la confianza de los a la confianza de los ciudadanos con
ciudadanos con respecto a la realidad respecto a la realidad política que les
política que les rodea. rodea, se usan frecuentemente como
El interés por la política es uno de indicadores del estado de salud de un
los indicadores más habituales para sistema democrático. La confianza po-
examinar la implicación política de los lítica puede estar referida fundamental-
ciudadanos. Se suele evaluar solicitan- mente al gobierno y al sistema político,
do a los entrevistados que indiquen cuál una distinción clásica de Easton (1975).
es su grado de interés por la política, La primera implica actividades de apoyo
si bien en algunas ocasiones se eva- para aquellos ciudadanos en puestos de
lúa de modo indirecto recogiendo in- autoridad asó como para sus políticas.
formación sobre la frecuencia con que La segunda supone un respaldo hacia
se tienen conversaciones políticas o el las instituciones y normas básicas del
grado de atención prestada a la actua- sistema. La presencia de la confianza
lidad política a través de los medios de significaría que los miembros sienten
comunicación. que sus propios intereses son atendi-
En relación con las actitudes de po- dos aun si las autoridades estuvieran
litización, los principales indicadores sometidas a una reducida supervisión
son la identificación con un partido y o inspección (Gabriel 1990). Por otro
el autoposicionamiento ideológico. El lado, la confianza política también
primero, desarrollado por la escuela de puede referirse a la clase política y a
Michigan a mediados de la década de los políticos.
los cincuenta del siglo XX, designa una La razón de que las actitudes po-
especie de vinculación afectiva, a largo líticas ejerzan su influencia en el voto
plazo, de los individuos con los partidos de los ciudadanos es que estos proce-
políticos. Se asume que tiende a conser- san la información política a través de
varse aun cuando cambie la situación aquellas, de manera que constituyen
política (Gabriel 1990). En cuanto al un punto de referencia básico desde el
segundo, el autoposicionamiento ideo- que valorar la información y los aconte-
lógico, es el más habitual indicador de cimientos de orden político. De hecho,
orientación política en el contexto eu- se puede asumir que las actitudes polí-
ropeo. Su uso ha perdurado en el cam- ticas ejercen una influencia más direc-
po de la investigación social pese a que ta sobre el voto que la posición social,
no resulta evidente que se trate de una cuya influencia sería más bien de tipo
dimensión factorial independiente. La indirecta y mediada, precisamente, por
48
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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

las propias actitudes políticas (Anduiza diversas agencias e institutos públicos y


y Bosh 2005: 188). privados de investigación social, ya que
El argumento anterior constituye el se trata de preguntas de uso frecuente
marco en el que se ubica la tesis central y de aceptación generalizada. Para las
del denominado “modelo ideológico de preguntas del bloque de confianza po-
voto”, una versión adaptada al contex- lítica se realizó una adaptación de las
to europeo del “modelo de Michigan”. que Oscar Gabriel utiliza en sus traba-
Mientras éste último asume que una jos sobre el caso alemán (1990).
actitud política como la identificación Al margen de estos indicadores de
con un partido es el indicador más re- actitudes políticas, el análisis ha inclui-
lacionado con la probabilidad de votar do también la información procedente
a ese mismo partido, el modelo ideoló- de preguntas de participación política
gico de voto prevé que la mayor parte (convencional y no convencional), y as-
del electorado vote a aquel partido que pectos de socialización y contexto polí-
está de acuerdo con su autoubicación tico. Para la elaboración de las escalas
en el eje izquierda-derecha. Esta pre- de participación política se han usado
ponderancia de la posición ideológica items de la escala que en su día propu-
como determinante del voto ha sido siera Milbrath (1977), así como algunas
cuestionada por aquellos que aducen de las sugerencias al respecto de Dowse
que los individuos no votan en función y Hugues (1986). En cuanto a las pre-
de su ideología ya que, cada vez más, guntas de socialización y contexto po-
carecen de ella. Sin embargo, la inves- lítico, se incluyeron diversas preguntas
tigación que se presenta en este traba- en las que se examinaba el grado en
jo muestra que el autoposicionamiento que el encuestado declaraba sentirse
ideológico tiene una influencia deter- influido en sus decisiones políticas por
minante sobre el voto. su familia, los programas y propuestas
electorales de los partidos, las campañas
Método publicitarias, y las conversaciones con
a) Instrumentación amigos y compañeros de trabajo.
Para la elaboración del cuestio- b) Procedimiento
nario se recurrió a la incorporación y Para examinar la influencia de las
adaptación de preguntas previamente actitudes políticas sobre la intención
elaboradas y contrastadas, así también de voto se ha recurrido a la técnica del
como al desarrollo de nuevas pregun- análisis discriminante, una técnica cuya
tas. En primer lugar, para las preguntas principal finalidad reside en pronosticar
correspondientes a los bloques de im- la pertenencia a dos o más grupos (va-
plicación con la política (interés) y po- riable dependiente) a partir de la infor-
litización (simpatía política y autopo- mación proporcionada por un conjunto
sicionamiento ideológico) se recurrió de variables predictoras (variables inde-
a las formulaciones habitualmente por pendientes). Para ello, busca la combi-
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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

nación lineal óptima de variables in- poblaciones finitas propuesta por Gar-
dependientes que mejor pronostica el cía Ferrando (1985), un error muestral
grupo al que pertenece cada una de las de ±4,1. Teniendo en cuenta, por otro
unidades que compone la muestra (Hair lado, que la aplicación del análisis dis-
et alii 1999). Los contrastes múltiples de criminante exigía que los entrevistados
medias (ANOVA) sólo permiten com- hubiesen contestado a la pregunta so-
parar estadísticamente las diferencias bre intención de voto, la muestra final
en una sola variable y no consideran se redujo a 350 estudiantes, que supo-
la influencia que puede estar sufriendo nen un error muestral de ±5,3.
cada variable por el efecto conjunto de d) Resultados
otras variables presentes (efectos de co- En primer lugar, se ha realizado un
varianza). Sin embargo, el análisis dis- análisis multivariante con el objeto de
criminante, aprovecha la información determinar el poder predictivo de las
conjunta de todas las variables de modo variables dependientes sobre la inten-
simultáneo. Así, se ha adoptado como ción de voto. En la tabla 1 se puede
variable dependiente la intención de observar que las pruebas multivariantes
voto del entrevistado y como variables coinciden en rechazar la hipótesis nula
dependientes: la confianza en el sistema (p > 0.001). Hay que tener en cuenta
político, en la clase política, y en los par- que en las tres primeras pruebas podría
tidos políticos, el interés por la política, no haber sido así, sin que ello implica-
la participación política convencional ra la obligatoriedad de aceptar la hipó-
y no convencional, la influencia de la tesis nula, ya que al existir 8 opciones
familia, amigos, programas y campañas políticas (s = 7), las transformaciones a
publicitarias, el autoposicionamiento la distribución F de Snédecor que reali-
ideológico y la simpatía política. zan las pruebas Lambda de Wilks, Hue-
c) Muestra lla V de Pillai y Huella U de Hotelling
El cuestionario se aplicó a una no son exactas. Resulta más apropiado
muestra de 592 estudiantes universita- seguir la prueba del Criterio Theta de
rios en la ciudad de Valencia. Este tama- Roy, puesto que la traza de los autova-
ño supone, aplicando la fórmula para lores no sigue una distribución unifor-

TABLA 1
Resultados del Análisis multivariante

Estadístico Valor F gl p
Lambda de Wilks 0.241 6.333 84,2035 < 0.001
Huella V de Pillai 1.038 4.892 84,2359 < 0.001
Huella U de Hotelling y Lawley 2.135 8.370 84,2305 < 0.001
Criterio Theta de Roy 0.623 S = 7, M = 2.0, N = 164,5 < 0.001

50
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UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

me. No obstante, sea cual sea la prueba las variables, se procede a la aplicación
que se aplique, se rechaza la hipótesis del análisis discriminante. Como ya se
nula (p > 0.001). ha adelantado, se pretende pronosticar
La Lambda de Wilks se define como el voto de cada individuo a partir de
la razón entre los determinantes de las sus puntuaciones en las variables de
matrices residual (matriz de sumas de actitudes y cultura política ya referidas.
cuadrados y productos cruzados no ex- El análisis busca la mejor combinación
plicada) y total (matriz total de sumas de lineal de variables independientes que
cuadrados y productos cruzados). Este maximicen las diferencias entre grupos
estadístico varía entre 0 y 1. Una puntua- de individuos. De ese modo se generan
ción baja indica que la proporción de va- las funciones discriminantes que sitúan
rianza no explicada es baja con respecto los centroides (media de cada grupo en
a la varianza total. Además, los valores cada una de las funciones discriminan-
de la Lambda de Wilks pueden ser trans- tes) lo más separado posibles. Cada fun-
formados a un valor F aproximado, lo ción extrae una parte de la información
que facilita el proceso de interpretación independiente y el número máximo de
(Ato et al., 1990). En el presente caso se tales funciones viene determinado por
obtiene una p < 0.001, lo que permite la menor de dos cantidades: el número
afirmar que la proporción de varianza de variables independientes, o el núme-
del compuesto lineal formado por las va- ro de grupos existente menos uno. Por
riables dependientes es estadísticamente tanto, en este caso serían 7, dado que se
significativa y la varianza explicada del dan 8 niveles o posibilidades en la va-
75,9% [(1- Λ) ∗ 100]. riable dependiente (intención de voto).
Una vez comprobada la significa- La tabla 2 muestra las 7 funciones dis-
tividad estadística de la relación entre criminantes:

TABLA 2
Funciones Discriminantes

Varianza Correlación Conjunto Chi-


Raíces Autovalor Lambda gl p
explicada canónica residual cuadrado

Función 1 1.649 77.4% 0.789 Entre 1 y 7 0.242 782.124 84 0.000


Función 2 0.255 12.0% 0.451 Entre 2 y 7 0.640 151.269 66 0.000
Función 3 0.098 4.6% 0.299 Entre 3 y 7 0.803 74.175 50 0.015
Función 4 0.058 1.7% 0.235 Entre 4 y 7 0.882 42.436 36 0.213
Función 5 0.041 1.9% 0.199 Entre 5 y 7 0.934 23.222 24 0.507
Función 6 0.023 1.1% 0.149 Entre 6 y 7 0.972 9.538 14 0.795
Función 7 0.006 0.3% 0.076 Entre 7 y 7 0.994 1.961 6 0.923

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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

Como se puede comprobar, cada tres primeras funciones son estadísti-


función explica un porcentaje distin- camente significativas. Para determinar
to de la variabilidad de los grupos. Ese tal extremo se ha utilizado la Lambda
porcentaje de varianza se ha obtenido de Wilks que es la proporción de la
multiplicando por 100 el cociente entre varianza error sobre la varianza total
el autovalor (eigenvalue) de cada fun- multivariante. Su valor máximo es 1 y
ción y la suma de autovalores. La pri- el mínimo 0. Valores altos de la Lamb-
mera función explica un 77.4% de la da indican que la mayor parte de la va-
varianza y tiene una correlación canó- riabilidad disponible es debida al error,
nica de 0.784. La segunda y la tercera mientras que valores próximos a 0 son
con unos porcentajes de varianza expli- indicadores de poco error. En la sexta
cada de 12% y 4.6%, obtienen correla- columna de la tabla 2 vienen recogidos
ciones canónicas de 0.451 y 0.299, res- esos datos. Se observa que en las fun-
pectivamente. Las siguientes 4 funciones ciones 4, 5, 6 y 7 una gran parte de la
explican porcentajes de varianza entre variabilidad se debe al error, lo que no
el 2.7% y el 9.3%, no superando, todas sucede en las tres primeras.
juntas, el 6% de la varianza total. El estadístico Lambda puede ser
En esa misma tabla 2, puede obser- transformado para que tenga una dis-
varse como la prueba de Bartlet de las tribución C2, y a partir de las corres-
raíces residuales muestra que sólo las pondientes tablas se puede contrastar

TABLA 3
Coeficientes canónicos tipificados

F.1 F.2 F.3 F.4 F.5 F.6 F.7


Confianza en el sistema político -0.409 0.673 0.176 -0.351 0.083 -0.251 0.610
Confianza en la clase política 0.053 -0.082 -0.038 0.449 0.429 -0.086 -0.364
Confianza en los partidos políticos 0.026 0.124 0.066 -0.266 0.074 0.161 -0.155
Interés por la política 0.012 -0.207 -0.118 0.175 0.036 0.415 0.622
Participación política convencional -0.190 0.048 0.306 -0.032 -0.474 0.190 -0.034
Participación política no convencional -0.144 -0.504 0.195 -0.523 0.168 0.057 0.218
Influencia de la familia 0.169 0.016 0.314 0.173 -0.357 -0.326 0.153
Influencia de amigos y compañeros 0.073 -0.115 -0.213 0.042 0.715 0.363 0.196
Influencia de propuestas y programas 0.021 -0.191 0.574 0.585 -0.085 -0.094 0.112
Influencia de campañas publicitarias -0.059 0.067 -0.629 0.211 -0.667 0.417 0.010
Autoposicionamiento ideológico 0.913 0.053 0.122 -0.212 0.177 0.084 0.212
Simpatía política 0.217 -0.363 -0.682 0.050 0.008 -0.676 0.210

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UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

su significación. Tras la columna de los bles independientes de forma tipificada


grados de libertad aparecen los niveles para posibilitar su comparación dentro
críticos para la citada transformación de de cada función. Se utiliza para ello la
Lambda: la máxima significación que se matriz residual de covarianza.
podría alcanzar con ese valor del esta- La influencia simultánea de unas
dístico. Se observa, pues, la significativi- variables respecto a otras puede obser-
dad de las tres primeras funciones. varse en la tabla 4, que representa las
Una función discriminante es como saturaciones canónicas de cada variable
una ecuación de regresión que permi- en cada una de las funciones. Represen-
te determinar para cada sujeto la pun- tan la correlación entre las variables in-
tuación canónica que le corresponde. dependientes y las funciones discrimi-
Cada puntuación canónica se obtiene nantes. Estos pesos, se han reescalado
a partir de la suma ponderada de los para que la varianza de cada variable
coeficientes de cada predictor. Estos co- tenga valor 1, y de ese modo sea posi-
eficientes se obtienen del mismo modo ble comparar todas las variables entre
que los coeficientes para las variables sí y conocer la importancia relativa de
canónicas y de ahí que se denominen cada una de ellas.
coeficientes canónicos. En la tabla 4 se pueden observar las
En la tabla 3 aparecen los citados variables más discriminativas de cada
coeficientes canónicos para las varia- función con respecto a las otras, pues

TABLA 4
Saturaciones canónicas

F.1 F.2 F.3 F.4 F.5 F.6 F.7


Confianza en el sistema político -0.262 0.646 -0.021 0.026 0.154 -0.212 0.578
Confianza en la clase política 0.100 0.085 -0.021 0.480 0.393 -0.093 -0.043
Confianza en los partidos políticos -0.006 0.368 -0.045 -0.165 0.104 -0.047 0.156
Interés por la política -0.060 -0.264 0.019 0.248 0.039 0.245 0.633
Participación política convencional -0.062 -0.386 0.222 -0.031 -0.261 0.142 0.183
Participación política no convencional -0.251 -0.643 0.165 -0.487 -0.022 0.079 0.174
Influencia de la familia 0.119 0.148 0.210 0.021 -0.246 -0.279 0.220
Influencia de amigos y compañeros -0.048 0.026 -0.190 0.113 0.465 0.338 0.236
Influencia de propuestas y programas -0.008 -0.080 0.334 0.631 -0.030 -0.049 0.319
Influencia de campañas publicitarias 0.005 0.274 -0.472 0.202 -0.407 0.391 0.153
Autoposicionamiento ideológico 0.898 0.167 0.107 -0.127 -0.029 0.149 0.168
Simpatía política 0.066 -0.344 -0.439 0.065 -0.016 -0.620 0.375

53
NÚM. 14, JUNY, 06
ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

variaciones pequeñas en las puntuacio- ticipación política”. Explica un 12% de


nes de los individuos en esas variables la varianza. Su contenido le viene dado,
darán lugar a diferencias mayores en la por un lado, por las actitudes de con-
función discriminante. fianza en el sistema político (0.646) y
Y es a la vista de los mencionados actitudes de confianza en los partidos
coeficientes canónicos (tabla 3) y las co- políticos (0.386); y por otro, por tres va-
rrelaciones entre las variables indepen- riables que le afectan negativamente: el
dientes o predictoras y las funciones dis- interés por la política (-0.264), la partici-
criminantes (tabla 4) como se debe dar pación política convencional (-0.386) y
sentido a cada una de las funciones. la participación política no convencio-
La primera función discriminante, nal (-0.643).
que explica un 77,4% de la varianza La tercera función discriminante es
podría ser denominada “ideología”, responsable de un 4,6% de la varian-
pues es la variable autoposicionamien- za. Atendiendo, como se ha hecho has-
to ideológico la que da el mayor con- ta ahora, a las correlaciones entre las
tenido (0.898). variables dependientes y las funciones
La segunda función discriminante discriminantes (tabla 4), el mayor peso
podría denominarse “confianza y par- le es aportado por la variable influencia

TABLA 5
Coeficientes de la ecuación de clasificación

Otros Otros Otros


PSOE PP IU UV BNV
1 2 3
Confianza en el sistema político 0.010 0.003 0.007 0.002 0.004 0.006 0.005 0.002
Confianza en la clase política 0.009 0.014 0.010 0.009 0.017 0.009 0.006 0.012
Confianza en los partidos políticos 0.051 0.051 0.047 0.050 0.045 0.050 0.056 0.043
Interés por la política -0.028 -0.017 -0.013 -0.024 -0.016 -0.014 -0.023 -0.014
Participación política convencional 2.815 2.585 2.850 2.598 2.691 2.679 2.835 2.829
Participación política no convencional 0.005 0.004 0.009 0.007 0.010 0.007 0.009 0.004
Influencia de la familia 0.034 0.048 0.033 0.054 0.025 0.022 0.040 0.052
Influencia de amigos y compañeros 0.022 0.043 0.028 0.025 0.047 0.042 0.027 0.008
Influencia de propuestas y programas 0.014 0.022 0.027 0.016 0.027 -0.000 0.020 0.034
Influencia de campañas publicitarias 0.035 0.024 0.030 0.019 0.014 0.060 0.010 0.078
Autoposicionamiento ideológico 0.044 0.159 0.030 0.159 0.030 0.063 0.104 0.085
Simpatía política 0.008 0.042 0.017 0.067 0.039 0.044 0.002 0.043
CONSTANTE -33.388 -36.484 -35.682 -37.910 -34.642 -33.534 -36.128 -35.981

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NÚM. 14, JUNY, 06
ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

de las campañas publicitarias (-0.472) que un sujeto tiene mayor probabili-


Ahora bien, se si acude a la tabla 3, dad de pertenencia o afinidad en aquel
que presenta los coeficientes canónicos grupo en el que obtiene la puntuación
tipificados, se puede apreciar la impor- más alta.
tancia de la variable grado de simpatía La tabla 6 muestra la capacidad del
(-0.682). modelo para clasificar a los sujetos en
Los coeficientes canónicos (tabla 3) su grupo correspondiente. Puede obser-
de un análisis discriminante se obtienen varse que si se exceptúa a las formacio-
a partir de la matriz de covarianza intra- nes políticas agrupadas en las catego-
sujetos (Ato et alii 1990). De este modo rías otros, los cinco partidos políticos
es factible desarrollar una ecuación de con mayor presencia en la política au-
regresión o clasificación para cada uno tonómica valenciana consiguen que el
de los grupos. modelo los clasifique correctamente en
Los coeficientes de la función lineal porcentajes que oscilan entre el 49,1%
de clasificación y la constante para cada y el 57,1%.
grupo (obtenidas por el método de Fis-
her) se muestran en la tabla 5. Conclusiones
De tal modo que, por ejemplo, el Las encuestas preelectorales suelen
valor de la función de clasificación para encontrarse con serios problemas rela-
el grupo PSOE sería: -33.388 + 0.010 cionados con la no-respuesta, una inci-
∗ X1 + 0.009 ∗ X2 + 0.028 ∗ X3 +... + dencia que cuando se presenta de modo
0.008 ∗ X12 parcial es codificada con la categoría “no
La asignación a cada uno de los gru- sabe/ no contesta”. El primer objetivo de
pos se realiza posteriormente aplicando este artículo ha sido someter a prueba la
la ecuación a cada caso. Se considera técnica del análisis discriminante como

TABLA 6
Predicciones de la función discriminante (porcentajes por fila)

PSOE PP IU UV BNV Otros 1 Otros 2 Otros 3


PSOE 53,8 7,5 15,0 -- 5,0 6,3 5,0 7,5
PP 0,9 56,1 -- 25,2 -- 1,9 7,5 8,4
IU 7,3 1,8 49,1 3,6 23,6 7,3 3,6 3,6
UV -- 28,6 4,8 57,1 -- 4,8 -- 4,8
BNV 5,6 5,6 33,3 -- 55,6 -- -- --
Otros 1 22,0 4,9 7,3 4,9 19,5 26,8 9,8 4,9
Otros 2 22,2 11,1 5,6 16,7 11,1 -- 27,8 5,6
Otros 3 -- -- -- 10,0 20,0 10,0 10,0 50,0

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NÚM. 14, JUNY, 06
ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

procedimiento para asignar la intención De estos resultados se podrían deri-


de voto a las no-respuestas. La aplicación var un par de conclusiones, una de tipo
ha permitido obtener una función de cla- teórico y otra de tipo técnico. En primer
sificación que asignar correctamente la lugar que aplicando una técnica como
intención de voto a los principales parti- el análisis discriminante, que tiene en
dos políticos en porcentajes casi siempre cuenta los efectos de covarianza, es de-
superiores al 50%. cir, que considera la información con-
En segundo lugar, teniendo en cuenta junta de todas las variables de manera
el planteamiento teórico según el cual se simultánea, la hipótesis de la pérdida de
diseño la investigación empírica, el es- peso de la ideología sobre el voto pare-
tudio ha mostrado que las actitudes po- ce no tener tanto apoyo empírico como
líticas tienen una elevada influencia so- insinuaron los primeros críticos del mo-
bre el sentido del voto de los estudiantes delo ideológico de voto, al menos entre
universitarios. Más concretamente, el au- estudiantes universitarios.
toposionamiento ideológico, la confian- En segundo lugar, y en un plano
za en el sistema político y el gobierno, más técnico, los resultados de la investi-
la confianza en los partidos políticos, el gación presentada permiten afirmar que
interés por la política, la participación si bien es cierto que la ubicación en la
política y la simpatía política, han resul- escala de autoposionamiento ideológi-
tado ser las variables de mayor peso en co no implica de manera automática
las tres funciones ventiladas por el aná- el sentido del voto, sí resulta de gran
lisis discriminante. Ahora bien, dentro influencia. En cualquier caso, su papel
de este conjunto de variables habría que como predictor de la intención de voto
destacar el enorme impacto del autopo- en aquellos casos en que hay ausencia
sionamiento ideológico, la variable de de respuesta, se vería sensiblemente me-
mayor peso en la primera función, que jorada por el efecto conjunto de otras
resultó responsable de un 77,4% del to- variables de actitudes y cultura política,
tal de la varianza explicada por las cita- como la confianza política, el interés y
das tres funciones (94%). la participación política.

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ACTITUDES POLÍTICAS E INTENCIÓN DE VOTO.
UNA APLICACIÓN DEL ANÁLISIS DISCRIMINANTE

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58
NÚM. 14, JUNY, 06

USOS Y REPRESENTACIONES
DEL ESPACIO PÚBLICO
EN CALCUTA, INDIA
SANDRA C. S. MARQUES
DEPARTAMENTO DE ANTROPOLOGIA – I.S.C.T.E., LISBOA, PORTUGAL

R E S U M E N

ESTE ENSAYO SE INTEGRA EN EL ESTUDIO ANTROPOLÓGICO “AS CÂMERAS E O TURISMO EM


CALCUTÁ: REPRESENTAÇÕES DA POBREZA EM PHOTOVOICE” DEDICADO ESPECÍFICAMENTE A LA
RELACIÓN ESTRECHA ENTRE DOS FENÓMENOS: LAS IMÁGENES Y EL TURISMO. KOLKATA (CAL-
CUTA) OCUPA UN LUGAR SIN IGUAL EN EL IMAGINARIO OCCIDENTAL COMO LUGAR DE POBRE-
ZA, DECADENCIA Y EXOTISMO. COMO CONFIRMACIÓN DE ESTA IMAGEN, LAS EXPRESIONES MÁS
USADAS POR LOS TURISTAS OCCIDENTALES PARA DESCRIBIR LA CIUDAD SON “TOO MUCH PO-
VERTY, TOO CROWDED, TOO DIRTY, TOO POLLUTED”. ¿QUÉ ES LO QUE HACE KOLKATA TAN
PARTICULAR PARA ADQUIRIR ESTA PERSISTENCIA EN LAS REPRESENTACIONES DEL DISCURSO DE
LOS TURISTAS OCCIDENTALES? HE ELEGIDO PARA ESTE ENSAYO APENAS UNO DE LOS FACTORES
QUE ESTÁN POR DETRÁS DE ESTA REPRESENTACIÓN —KOLKATA OSTENTA UNA SUBVERSIÓN DE
LA LÓGICA OCCIDENTAL DE REPRESENTAR EL PAISAJE URBANO.

Introducción la relación estrecha entre dos fenóme-


Este artículo es resultado del estudio nos: imágenes y turismo. Su propósito
antropológico “As Câmeras e o Turismo es la documentación y el análisis de las
em Calcutá: Representações da Pobreza prácticas de turismo internacional en
em Photovoice” que tiene, como atribu- Kolkata1 (Calcuta), India así como de las
tos específicos, el tratamiento a cerca de representaciones de la pobreza surgidas
1
La restitución del nombre Kolkata tuvo lugar en Enero de 2001. Calcutta (la fonética inglesa)
fue el resultado de la mala traducción fonética por los colonizadores y por consiguiente, no existe
la respectiva trascripción de esta palabra en bengalí escrito (o Bangla, como es pronunciado por
los hablantes bengalíes). Aunque la primera designación y sus derivaciones fonéticas son correctas
hasta un pasado reciente y sigue usándose todavía —por esa razón uso el nombre Calcuta en el

59
NÚM. 14, JUNY, 06
USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

tras; de su impacto sobre los procesos ment of modern life to feel that travel
de reconfiguración de la identificación and holidays are necessary” (Urry 2002:
individual y colectiva. Este texto es el re- 5). Además, está enlazado directamente
sultado del primer esfuerzo por acercar- con los niveles de bienestar económico.
se al campo de la investigación durante Por ejemplo, como se ha estimado por
el último trimestre del año 2004. Leontidou, frente a los cerca de 44%
El turismo, como modo democrático de los residentes de la Comunidad Eu-
de viajar, es una conquista del hombre ropea que no habían ido de vacaciones
moderno y tal vez encierre, fuera del en 1985, se contaban solamente 40%
contexto de guerra, el mayor movimien- de Americanos y 20% de Australianos
to de poblaciones humanas hoy día. El (Leontidou 1994: 78). Si enfocamos el
turismo ha devenido una de las formas caso especifico del destino turístico de
más eficaces de establecer contacto en- la India, verificamos que, en 2003, de
tre individuos pertenecientes a regiones entre 2.75 millones de los turistas in-
remotas. Dado que se trata de una de ternacionales, 45.5% procedían de los
las principales industrias mundiales, el países miembros del G8, excepto Ru-
turismo (atributo todavía de los viaje- sia (Ministry of Tourism, Government
ros occidentales en el contexto de la of India 2004). En cuanto al estado de
relación Norte-Sur) se encuentra en un West Bengal (cuya capital es Calcuta),
boom durante la década de los seten- en ese mismo año, salvo el vecino Ban-
ta en correlación directa con el consu- gladesh -que contribuyó con casi 32%
mo de mercancías y servicios, particu- de las entradas con visado turístico con
larmente los mass media. El consumo la intención de visitar a sus familiares-
del turismo es también un fenómeno los grandes representantes de la pobla-
de clases. La proporción de población ción que constituyen los visitantes inter-
que constituye a los turistas, es decir, los nacionales eran de los EUA de nuevo
individuos que toman descanso y van –12.3%, seguidos inmediatamente por
de vacaciones fuera de casa por más los del Reino Unido con la cifra de con-
de una noche para disfrutar el tiempo tribución de 11% (West Bengal Tourism
libre (Craik 1997), varía considerable- Office, Kolkata, enero 2005).
mente entre países y entre los natura- Sin embargo, además de la relación
les de un mismo país. Se puede decir económica, en un sentido restrigido,
que el turismo está relacionado con las que puede ser fácilmente inferida de la
costumbres y deseos de clase: “If people actividad turística, los estudios de Dean
do not travel, they lose status: travel is MacCannell han mostrado interesantes
the marker of status. It is a crucial ele- aspectos a nivel de diferenciación so-

título de este ensayo— tengo en cuenta la vindicación de los Bengalíes por la exactitud acerca del
nombre de la ciudad legítima. El nombre bengalí de esta ciudad fue trascrito oficialmente al alfa-
beto como Kolkata desde 2001 y será la designación usada a lo largo de este texto.

60
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USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

cioeconómica. Concretamente, indica although by far the largest number fit


que, al contrario de las aserciones de- quite closely within the stereotypes of
cimonónicas de Marx, la clase media se youth backpackers (…) with reference
ha convertido en el sector más aliena- to shared strategies of a middle-class
do de la población, experimentando un Western version of “survival” which is
sentido profundo de no pertenecer —de an overt part of the make-up of traveller
falta de la autenticidad y de nostalgia identity in India” (1996: 61-2).
por el pasado. Así, el turismo en sus Los demás turistas internaciona-
formas étnicas, culturales o históricas, les, que constituyen la mayoría, son
según está trazado el mapa de la India los viajeros en tránsito quienes buscan
como destino turístico, se hace más po- también experiencias alternativas a los
pular progresivamente entre las clases paquetes del turismo en masa. Estos
medias urbanas y suburbanas de las “so- visitantes componen la fracción de los
ciedades modernas”— como un regalo grupos de clase media que sigue exi-
manufacturado de auténticos otros y de giendo lo que Poon (1993) denominó
auténticos pasados pre-modernos. “turismo nuevo”. Es decir, un tipo de tu-
Kolkata tiene, sin embargo, un esta- rismo segmentado, flexible y personali-
tuto especial en el vasto circuito turísti- zado que disfruta de la oportunidad de
co que es India. Excluida de la ruta his- obtener la experiencia corpórea (Veijola
tórica y cultural de Triángulo de Oro en y Jokinen 1994; Perkins y Thorns 1998;
el noroeste y también de la ruta del Sol Damer 2004) en la mega metrópolis mí-
y Playa de la costa del oeste y del sur, tica del “tercer mundo” solamente por
Kolkata es usada como entrada y sitio tres o cuatro días.
de tránsito tanto por los viajeros de los Una vasta literatura, especialmente
circuitos de Turismo Religioso Budista en el campo de la Antropología Social,
como por los de Ecoturismo y Aventu- hace hincapié en cómo los modos de
ra en las regiones de la cordillera del ver se transforman por la historia cultu-
Himalaya y en las Islas de Andaman y ral y visual de los sujetos: “Places are
Nicobar, ubicadas en la Bahía de Ben- chosen to be gazed upon because the-
gala. Pocos son los que visitan Kolka- re is anticipation, especially through da-
ta, específicamente. Se trata de turistas ydreaming and fantasy, of intense plea-
jóvenes usualmente con poco dinero y sures, either on a different scale or in-
con fines educacionales o como un rito volving different senses from those cus-
de paso2 (Graburn 1989), complemen- tomarily encountered. Such anticipation
tado a menudo con voluntariado en el is constructed and sustained through a
campo de trabajo social. Como sugie- variety of non-tourist practices, such as
re John Hutnyk: “Western travellers to film, TV, literature, magazines, records
Calcutta are not a homogeneous group, and videos, which construct and rein-

2
Sobre el concepto de rito de paso, véase Van Gennep (1960) y Turner (1974).

61
NÚM. 14, JUNY, 06
USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

force that gaze” (Urry 2002:3; véase persistencia en las representaciones de


también Gutman 1982; Hardin 1993; los discursos de los turistas occidenta-
Kenney 1993; Mayasayesva 1984; Neu- les? He elegido para este ensayo ape-
maier 1995; Pinney 1995; Roy y Jaya- nas uno de los factores que están detrás
sinhji 1987; Rojek 1997). Tales prácti- de esa representación —Kolkata ostenta
cas están integradas también, innega- una subversión de la lógica occidental
blemente, por los modelos de cons- para representar el paisaje urbano: por
trucción cultural y reconocimiento de la exhibición visual de la pobreza, de
los significados de lo real. Estas formas los detritos, de las acciones de la esfe-
de representación serán determinantes ra privada y por su alojamiento en los
en las expectativas, comportamiento y espacios públicos.
prácticas de manejar identidades duran- Tratando de explorar las maneras a
te del encuentro turístico. través de las cuales las prácticas cultu-
Por lo tanto, para desvelar las repre- rales se articulan con la creación/recrea-
sentaciones que están detrás de los dis- ción del espacio público en la gran me-
cursos y de las prácticas de los turistas trópolis de Kolkata, este ensayo apunta-
internacionales en Kolkata, tendremos rá hacia los espacios expuestos visual-
que hurgar en el universo de las termi- mente donde se encuentra una cierta
nologías fijadas en las matrices de la forma de ambigüedad; donde se puede
sabiduría del pensamiento occidental hallar un tipo de disociación entre la
concerniente a la clase media. Como vocación por la cual ellos habían sido
dice J. Hutnyk en The Rumour of Cal- configurados y su apropiación por los
cutta: Tourism, Charity and the Pover- agentes sociales. Por eso es la noción
ty of Representation, Kolkata ocupa un misma de espacio público lo que está
lugar sin par, en el imaginario occi- en juego. A través de un encuadramien-
dental, como un sitio de pobreza, de- to escénico y performativo únicos en los
cadencia y exotismo. Y para confirmar espacios comunes junto con la asigna-
esta imagen, las expresiones usadas a ción de los espacios manifestados vi-
menudo por los turistas occidentales sualmente para usos que no habían sido
en el contexto de describir Kolkata son convencionalmente previstos, introduce
“too much poverty, too crowded, too Kolkata un criterio subversivo a la lógica
dirty, polluted”3. Este atributo no es ex- occidental de la representación visual
clusivo de esta ciudad. Al contrario, se de la ciudad objeto. Y, expresivamente,
puede describir para muchas otras del esta visión dialógica de la cultura está
mundo. Y, ciertamente, Kolkata puede expuesta en la resistencia ostensiva a las
ser representada también por muchos dicotomías del poder entre los que son
otras características. Así, ¿Qué hace a dominantes culturalmente y los que es-
Kolkata tan particular para adquirir esta tán culturalmente dominados.

3
El inglés es la lengua más usada en Kolkata entre turistas y entre turistas y locales.

62
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USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

En cuanto al refuerzo de la iden- la esfera pública. La esfera pública en


tidad urbana asociada con la valori- la Grecia clásica es la esfera del común
zación del patrimonio. En Kolkata, se (koinon) en la vida política de la polis.
cae sobre la tela social —la toleran- En la génesis de esta concepción está la
cia, adda4, la hospitalidad— imagina- idea de un espacio público donde todos
da como la más valerosa mercancía en los individuos son iguales y libres para
su identificación cultural urbana (para expresar sus opiniones, subrayando la
explorar más de las representaciones a oposición entre la esfera de las cosas
cerca de la identidad Bengali en Kolka- que son comunes a los ciudadanos —la
ta vea Fruzetti 2003). Como intentare esfera pública de la política— y la esfe-
a argumentar, el hincapié colocado en ra de las cosas intrínsecas al individuo
este patrimonio social se revela simultá- (idion) o que refieren al dominio de la
neamente como origen y derivación del casa (oikos) —la esfera privada y la de
paisaje particular de la ciudad. la familia (véase Arendt 1997).
En la Europa del siglo XVI se extien-
Los usos y representaciones del obje- de el concepto latino publicus, en re-
to ciudad ferencia a lo que concierne a todos. El
La realidad del objeto ciudad es el concepto de hacer público ((publicare)
resultado de un acto cultural de la cla- se vincula a la premisa del ensanchar
sificación. Las ciudades son tanto los el espacio común y de la atribución de
sujetos de representación como obje- un valor normativo a lo que es accesi-
tos de representación. La ubicación de ble por todos. Y es que durante del si-
un espacio para habitación, ocio, labor, glo XVIII, esta configuración particular
adoración, o depósito de desperdicios de público como espacio comunitario,
se vincula al establecimiento de una abierto y de acceso universal está im-
identidad para todo el ambiente que lo puesta definitivamente en el universo
envuelve. Así, la cultura tiene un papel capitalista-democrático de occidente,
decisivo en la definición de la imagen configurando desde ahí lo que pudiera
del paisaje urbano. ser asignado como una naturalización
En Europa, y en las sociedades oc- hegemónica de las representaciones de
cidentales por lo general que proceden ordenación del espacio público, de la
del polis griega, los significados y las re- ciudad y de la cultura urbana5.
presentaciones del objeto ciudad están Sabemos, sin embargo, que esta
asociados estrechamente al concepto de representación occidental del espacio

4
Adda —palabra bengalí muy semejante a Tertulia. Pequeños grupos de personas, la mayoría
hombres, se reúnen en cafés, en tiendas de té o en esquinas de las calles (rock adda), para hablar
de asuntos diversos respecto a la ciudad, el mundo o nada en particular. Se llama adda a la bús-
queda de buena conversación.
5
Acerca de lo Público y de la Esfera Pública véase Habermas (1989), Sennett (1977), Benko
y Strohmayer (1997) y Augé (1994).

63
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público es ilusoria. Aunque el espacio ocupación. Las funciones indeseables,


se presenta bajo una forma abstracta, como el depósito de escombros o la
posee implicaciones concretas, estruc- manipulación de enfermedad y muer-
turando fenómenos sociales, de forma te, pueden ser remitidas, por ejemplo,
que materializa las relaciones de po- mediante reglamentación oficial, a luga-
der. Algo que evidencian las restriccio- res demarcados, periféricos o cerrados y
nes obvias de acceso y la definición apartados oportunamente de la vista.
de los límites del espacio público y del Por otra parte, tenemos que conside-
espacio privado con arreglo a las iden- rar las nociones higienistas y los valores
tidades de los usuarios. La imposición morales asociados con la práctica en la
de un espacio adverso a la diferencia esfera pública. Son nociones que cons-
y a la alteridad, transformado en una triñen a mantener el decoro, a reducir
homogeneidad geométrica-cartesiana, al mínimo el estímulo de los sentidos,
constituye una coherencia engañosa de el contacto físico y la exposición de las
una espaciosidad instrumentalizada por funciones corporales. En las “sociedades
formas reguladoras. Una falacia que, a modernas”, las ciudades se imponen
propósito, habita el concepto desde su paradójicamente como entidades regu-
forma original en la polis griega. ladoras de los comportamientos homo-
En otras palabras, es en el nivel de géneos —la conducta cívica de decoro
la economía simbólica y en el juego higienizado esperado de y por todos—
metonímico entre la producción de los al mismo tiempo que se han controlado
símbolos y la producción del espacio rigurosamente y aceptado más o menos
donde se consolidan las estrategias por de una manera pacífica la diferencia de
el desarrollo urbano. Las estrategias que, privilegios y desigualdades en el acce-
al fin y al cabo, están reflejadas en el so a la experiencia y apropiación de los
derecho por la ocupación del espacio, espacios públicos.
o, según Zukin (1995), en la formación A pesar de su carácter paradójico y
de una cultura urbana real, resultante particular, esta configuración de la ciu-
de la competición para experimentar y dad y del espacio público fue introduci-
controlar imágenes y espacios. En térmi- da en la India colonial por la adminis-
nos globales, los depositarios del poder tración británica, y enfáticamente en la
y de la riqueza son los que usualmente edificación de Kolkata, su capital. Pero
determinan las formas y las funciones su significación ha sido absorbida sola-
deseables de los espacios. Ellos configu- mente por las elites nativas aspirantes a
ran y ocupan los espacios apetecibles, las marcas de la modernidad de los años
dotándolos de los recursos, facilidades, ochocientos. Como en muchas otras so-
comodidad y estética dominantes. Ellos ciedades colonizadas, la imposición po-
controlan su apropiación por los veci- sitivista de concepciones y valores ex-
nos semejantes, por ejemplo, a través tranjeros para reglamentar las conductas
de la determinación de los costes de colectivas y las configuraciones del espa-
64
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USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

cio han demostrado ser un fracaso con lia, contenida solamente por unos pocos
resultados dañinos evidentes hasta des- elementos, hasta las unidades grandes,
pués de un periodo largo de tiempo. como la comunidad religiosa que pue-
Como recuerda Habermas “Con- de contener millones de personas6. Estas
cebemos a “esfera pública burguesa” unidades están dotadas de los atributos
como uma categoria típica de época; sociales aprobados y señalan a las re-
ela não pode ser retirada do incon- presentaciones identitarias distintivas o
fundível histórico do desenvolvimen- inclusivas, pero nunca connotadas con
to dessa “sociedade burguesa” nascida el concepto de universalidad.
no Outono da Idade Média europeia En correlación directa con esta gra-
para, em seguida, ao generalizá-la num mática de las unidades sociales están
ideal-tipo, transferi-la a constelações los términos del Bengalí Ghare/Baaire
formalmente iguais de situações histó- que encierran una realidad bien distin-
ricas quaisquer” (1984:9). Y, de hecho, ta de nuestro Privado/ Público. Ghare
esta idea de ciudad y espacio público —dentro de casa, lo que es mío, de si
era completamente desconocida en la mismo está definido sobre la oposición,
cultura de la India. no a lo público que refiere a todos, sino
El concepto de público como un es- al Baaire— fuera de mi casa, lo que no
pacio comunitario, abierto y de acceso refiere a mí7. Por consiguiente, el resul-
universal formulado en un discurso que tado de la acción en la esfera pública
asume una existencia reducida al anoni- Bengalí refleja la fusión de la introduc-
mato y después se codifica de nuevo en ción contradictoria de las nociones oc-
la semántica de los privilegios de acce- cidentales del comportamiento cívico
so individual, es una idea extraña en el de decoro higienizado, interiorizadas
contexto cultural del universo social en por algunos miembros de las clases me-
la India. Al contrario, el arreglo de los dias, con los conceptos y los códigos fi-
conceptos de existencia en el contexto jados transversalmente a todas las clases
de la India se orienta en la dirección en la sociedad Bengalí que consideran
inversa. La semántica de la existencia el espacio fuera de su casa y de los lí-
social aparece indisoluble de unidades mites de sus unidades sociales, como
cohesivas de tamaños variables, desde aquél para el que uno no tiene respon-
las unidades pequeñas, como la fami- sabilidad alguna: “I’m not accountable
6
Aplico la categoría de las unidades sociales dentro del nivel de los universos múltiples que
generan la cultura de este sub-continente —englobando por eso, más allá del Hinduismo, los
contextos culturales como Budismo, Sikhismo, Jainismo o Islamismo. Asimismo, hay que tener en
cuenta que dentro de la semántica de la existencia social en la India no es posible ignorar la ex-
cepción importante de la cifra de Renunciantes en contexto Hindu —tal vez la expresión máxima
de la búsqueda para individualidad. Puesto que la India es una nación secular, desde hace mucho
tiempo es una patria de universos culturales y religiosos múltiples. Creo que la lectura del espacio
social debe de ser amplia y inclusiva.
7
Para más detalles acerca de la idea del público en Kolkata véase Kaviraj (1997).

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for what is happening outside my home. diversas veces su tamaño y ordenación


That is the dominant feeling. Once they durante de sus 300 años de existencia8.
[Bengalis] go out they pass the responsi- Actualmente, ocupa un área alrededor
bility to the municipality, to the govern- de 187 Km2 con una concentración de
ment …I am absolve of all blame. (…) 4.580.544 habitantes o, en otros térmi-
Like common property resources: since nos, la densidad de población es de 24
it belongs to everybody there is a ‘free personas por cada metro cuadrado (se-
of charge’ problem” - citando una mujer gún las cifras oficiales de 2001)9. Si te-
joven pertenecida a la clase media Ben- nemos en cuenta el área metropolitana
galí (S. Kolkata, Diciembre, 2004). de Kolkata (KMA), de lo que hablamos
Lo que pasa no es que una de es- es de un área de 1785 Km2 con aproxi-
tas dicotomías engloba simplemente a madamente 14 millones de habitantes
otra, suprimiéndola de la acción o pen- (incluyendo 3 ayuntamientos munici-
samiento colectivos. Es más complejo y pales, 38 municipios, 72 áreas urbanas
sutil. Ambas ideologías son desplazadas no-municipales y 340 Mouzas rurales
y molestadas por la proximidad e inva- en 165 Panchayats y 22 Panchayat Sa-
sión de la otra y esto lleva a menudo a mities 10), lo que reduce, significativa-
configuraciones confusas forzadas por mente, la densidad de población a me-
las circunstancias históricas, que obli- nos de 8 individuos por m2, evidencian-
gan a la negociación y modificación do una aglomeración en el área central
de la práctica de los conceptos y com- de la ciudad11.
portamientos. Debido a su pasado colonial, el
desarrollo urbano de la ciudad refleja
La configuración espacial de la ciudad dolorosamente el propósito de su crea-
Kolkata (Calcuta) ción. Elegida por el imperio británico
Kolkata, la ciudad capital del esta- para la localización estratégica de su
do de West Bengal, India, ha cambiado puerto marítimo, comparte con muchas

8
East India Company comenzó a gobernar Bengal en 1757.
9
Fuente: Population, Decadal Growth Rate, Density and Sex Ratio by Residence and Sex, West
Bengal / District, 1991-2001. Directorate of Census Operations, West Bengal, 2003.
10
Un gobierno compuesto de 8 partidos izquierdistas y dirigido por el Communist Party Mar-
xist of India (CPM) sigue rigiendo este Estado sin interrupción desde 1977. Este gobierno ha hecho
una reforma agraria mayor en las comarcas rurales, conocida por Operation Barga, para garantizar
los derechos hereditarios de los arrendatarios de cosecheros compartidos, para asegurar mejor dis-
tribución de los productos agrícolas y las tierras sobrantes entre arrendatarios, grandes terratenientes
y campesinos pobres. Estas medidas fueran seguidas por la descentralización de las estructuras del
poder aldeano a través de un sistema tridimensional de gobierno local conocido como Panchayat
Raj. Éste empezó a funcionar efectivamente desde 1985. De este modo, el Estado de West Bengal
está dividido administrativamente en Distritos, Panchayat Samities (consistiendo en muchos pue-
blos) y Gram Panchayats (la organización elegida en el nivel más bajo, representando un bloque
pequeño de pueblos —usualmente de 12 a 15).
11
Fuente: The Kolkata Metropolitan Development Authorityy (KMDA).

66
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USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

otras ciudades coloniales la historia de (Kaviraj 1997). Arguye Bardhan Roy


servir como objeto de extracción, sien- (1994) que estos servicios eran requeri-
do usada como almacén comercial y dos desde la madrugada hasta altas ho-
como punto de desembarque. Las es- ras de la noche y que, por esta razón,
trategias administrativas implementadas los obreros domésticos trataban de resi-
por la autoridad imperial habían ante- dir a suficiente cercanía de las casas de
puesto sus intereses de ultramar al de- sus señores como para poder alcanzar-
sarrollo local y regional. las a diario, andando. Este tipo de con-
Como un plagio nostálgico de la figuración urbana, no obstante contener
imagen de la metrópoli victoriana, la un elemento segregador en su génesis,
elite británica edificó su ciudad de los ha resultado en una forma curiosamen-
años ochocientos alrededor del amplio te inclusiva, donde los diferentes tejidos
espacio verde Maidan12, con bellos edi- sociales y los usos discordantes de los
ficios administrativos, residencias, jardi- espacios dominan aún el diseño espa-
nes, clubes y todas las comodidades ne- cial de la ciudad en estos días.
cesarias para establecimiento y fruición Durante el siglo XIX, con el desa-
por los funcionarios coloniales y los rrollo industrial y la implementación de
hombres de negocios “de piel blanca” los proyectos de transportación a gran
(ingleses, portugueses, armenios…). En escala más allá de las fronteras de la
dos círculos concéntricos, se levantaron ciudad central —algunos ejemplos son
las ciudades indígenas. En el área ad- las estaciones de ferrocarril Howrah Sta-
yacente emergió la ciudad de la clase tion y Sealdah Station y los muelles de
media más alta —a saber, de familias Kidderpore— Kolkata absorbió la segun-
Kidderpore
de zamindars13, comerciantes colonia- da huelga de inmigrantes. Dando conti-
les, mercaderes y escribas del sistema nuidad a la lógica misma de establecer
administrativo imperial— ostentando sus casas en los espacios adyacentes de
palacios opulentos y la aspiración por los lugares de trabajo, nacieron las nue-
los modos de vida corrientes en la ciu- vas áreas de crecimiento de los slums de
dad central. Fuera, cercándola de modo la periferia urbana. Así, con el curso del
intersticial, germinó el área de slums14 tiempo, la estructura espacial de anillos
cuando la primera huelga de los inmi- intersticiales concéntricos dentro de la
grantes menesterosos fue acogida por ciudad central fue reproducida en mi-
Kolkata. Éstos habían venido como niatura y extendida también a las áreas
mano de obra desde el campo para las suburbanas.
tareas de hogar exigidas por la moda En este punto, debo subrayar la im-
suntuosa de vida de aquellos primeros portancia del sector informal de la eco-
12
Maidan —palabra bengali para designar amplio espacio abierto.
13
Zamindar —palabra bengali para designar terrateniente.
14
Slum —palabra de origen inglés incorporada a la lengua bengalí y que designa una área
habitacional urbana degradada.

67
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USOS Y REPRESENTACIONES DEL ESPACIO PÚBLICO EN CALCUTA, INDIA

nomía en la Kolkata actual i, específi- cho, podemos decir que Kolkata es una
camente, en lo que concierne al servi- ciudad singular, donde puede vivir cual-
cio hogareño. Desde hace tres siglos, quier individuo con casi ninguna pose-
este tipo de servicio se encuentra om- sión, usando el espacio público para el
nipresente en las casas de las familias ejercicio de todo tipos de las funciones
pertenecientes a las clases medias y a corporales y espirituales.
las clases más altas, y desempeña un Debo referir, teniendo en cuenta del
papel esencial en la cultura urbana de movimiento de las clases privilegiadas
esta ciudad. Habitualmente hay más de nativas de la ciudad central, que des-
un sirviente por cada residencia y cada pués de la independencia (y la partición
uno de ellos dedicado a funciones espe- consiguiente) en 1947, la configuración
cíficas y mutuamente exclusivas como física de Kolkata fue guardada en gran
cocinar, limpiar o conducir el automó- parte. Significativamente, y confirman-
vil. Los sirvientes siguen viviendo, hasta do la marca de una cultura de hospi-
hoy en día, en la proximidad estrecha talidad, esta elite de ricos negociantes
de sus empleadores. no es tampoco bengalí. Los prósperos
Otros sub-sectores de la economía Marwaris (provenientes del estado Ra-
informal son los trabajos des recolec- jasthan) colonizaron áreas como Bu-
ción y reciclaje de basura, transporte rrabazaar y Park Street, llenando una
de mercancías y personas (como ricks- laguna de espacio económico empre-
hawpullers y ciclerickshaws), entrega de sarial dejada abierta por los habitantes
productos de consumo y servicios a ho- de Kolkata. Los nativos de la ciudad
gares o prestaciones varias en sitios pro- tienen tendencia de dedicarse a traba-
visionales de la calles (como lavaderos, jos de carácter más intelectual como
planchaderos, peluqueros, zapateros, ar- enseñanza, jurisprudencia o investiga-
tesanos, mecanógrafos o feriantes) hasta ción. Actividades que por ser menos
los servicios de seguridad y limpieza de provechosas económicamente no otor-
espacios exteriores. En ejemplar mutua- gan suficientes ingresos para el mante-
lismo, estos obreros construyen también nimiento de las mansiones tradiciona-
sus casas en los lugares adyacentes a les bengalíes en el centro de la ciudad
los sitios de demanda de sus labores. El (véase Dutta 2003).
espacio mismo exacto —la acera— sir- Y, por último, quisiera apuntar al
ve para ambos propósitos. Y, de nuevo, gran incremento de población resultan-
circundándolos, hay sitios que proveen te de la Partición. 4.284.000 refugiados
las necesidades básicas de estos resi- provenientes del lugar que hoy se co-
dentes a precios aún más bajos, inclu- noce como Bangladesh vinieron a West
yendo comida, ropa, funciones corpo- Bengal entre 1946 y 197015 y una hiper-
rales, higiene y culto religioso. De he- concentración de población tuvo lugar

15
Bangladesh triunfa en la guerra de independencia contra Pakistán en 1971.

68
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en la capital16. El influjo de refugiados En años recientes, ha engrosado las


sigue aún hoy en día, alcanzando a una filas de inmigrantes desfavorecidos una
cifra que se calcula en 5.4 millones, en población principalmente de hombres
este estado de India. Gran cantidad de procedentes de otros estados de la In-
refugiados establecieron colonias —y dia, como Bihar y Uttar Pradesh, que
viven todavía— en cualquier espacio demanda los últimos espacios aprove-
abierto y desocupado. Tierras vacías17, chables restantes, por desolados que
jardines, parques, aceras, a lo largo de sean: las aceras para peatones. Estos
las vías de ferrocarril y estaciones hasta inmigrantes, la mayoría de ellos proce-
los sitios más indeseables como las ca- dentes de comarcas rurales, constituyen
ñerías de drenaje y alcantarillas abiertas. una mano de obra barata e inexperta.
Los esfuerzos por parte del ayuntamien- Con ingresos bajos en el sector informal
to y el gobierno estatal para su realojo de la economía de la ciudad, habitan
no han sido muy enérgicos. Hay que aquellas aceras públicas cerca de los
considerar también, añadido a la tole- sitios de demanda de trabajo.
rancia y hospitalidad, el hecho de que
estas colonias de refugiados, concentra- Conclusión
das en la zona sur de Kolkata, han sido Kolkata tiene numerosos edificios
los bastiones de los partidos izquierdis- grandiosos y palacios hermosos, esbo-
tas que han estado en el poder los últi- zada en calles amplias ladeadas por
mos veintinueve años. Además, los in- aceras espaciosas, las cuales, a menudo,
migrantes de Bangladesh cumplen con son de anchuras de más de tres metros.
los requisitos técnicos necesarios para Pero, es este no es el cuadro paisajís-
obtener la ciudadanía de la India, po- tico de esta ciudad. Velados con una
seyendo el carné de elector y la tarjeta falda ininterrumpida de tiendas hechas
de racionamiento18, lo que pone a las de telas harapientas, barracas, abrigos
autoridades locales en un aprieto (véase provisionales y aceras atestadas con
Dasgupta et al 1991). prolongaciones de comercios y alma-
16
Fuente: Chronological Account of the Influx of Refugees from East Pakistan into West Bengal.
Government of West Bengal, Refugee Rehabilitation Directorate in Dasgupta et al 1991.
17
En la primera fase, muchos de los refugiados provenientes de la Bengala oriental ocuparon
tierras ilegalmente para quedarse en lugares como Behala, Tolligunge o Jadavpur (sur de la ciu-
dad). Esas personas compartían el mismo background cultural y financiero de la clase media de
la Bengala occidental. Sus descendientes son considerados como iguales por la población de Ko-
lkata. Se reserva la designación de inmigrante solamente para los moradores pobres de los slums
y de las aceras.
18
La ciudadanía de la India es probada por el carné de identidad de elector y por la tarjeta
de racionamiento. Se puede conseguir el primero con la edad adulta y la segunda, después del
nacimiento. Se mencionan en la tarjeta de racionamiento el nombre, la fecha de nacimiento, el
parentesco y el domicilio. Además de la adquisición de arroz, azúcar y queroseno de la tienda de
distribución de ración, esa tarjeta es, por tanto, esencial para probar la ciudadanía y reclamar los
derechos inherentes a la misma.

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cenes, los edificios son convertidos en perdió el control sobre la estética física
bloques verticales anónimos, destitui- de la ciudad.
dos casi en absoluto de sus marcas de En cuanto a los turistas, la busca
singularidad. de las experiencias exóticas usualmen-
Las aceras pierden su función pri- te asociadas con la motivación inicial
maria como pasillos porque se usan por el descubrimiento del “otro”, a me-
como lugares de negocio y abrigo tem- nudo, en el momento de confrontación
porales de las personas más pobres. De- con la alteridad, se muta en refuerzo de
safiando la lógica de materialización de su identificación con las comodidades y
poder, los individuos excluidos de una ventajas de sus casas, de sus espacios.
habitación y trabajo que la ciudad pro- Porque el consumo de las experiencias
vee a los habitantes más privilegiados de viaje está hecho con arreglo a los tér-
a quienes ellos mismos sirven, ejerci- minos de sus matrices de conocimien-
tan una venganza simbólica sobre sus to, expectativas y fantasías formateadas
patrones por su consentimiento de esta a priori en la cultura de su origen (véa-
condición desigual. Son ellos quienes se Craik 1997; MacCannell 1992; Smi-
controlan y maquillan la apariencia de th y Brent 2001). Al llegar a Kolkata, el
los espacios más manifiestamente públi- turista procedente de las “sociedades
cos de la ciudad —las aceras y las fa- modernas” tropieza con la falta de una
chadas exteriores. Y de esta manera se relación intrínseca entre lo real y sus re-
ha reconfigurado Kolkata en algo como ferentes de ciudad y espacio público; se
un cuadro pictórico con el mecanismo confronta con una carencia de sabidu-
expuesto donde actores, procesos, pro- ría gramatical para entender y para usar
ductos y detritus de su funcionamiento este objeto que no tiene un significado
son incluidos y exhibidos igualmente. conocido. Por eso, no es sorprendente
No es sorprendente, entonces, que es- que el turista occidental en tránsito en
tando en frente de este escenario, la Kolkata sólo por unos días, experimente
gente de Kolkata haga hincapié en su el sentido de ser asaltado por esta enti-
patrimonio social. Es a causa de su to- dad que se le confronta ostensivamente
lerancia y estrategias de inclusión aso- con “too much poverty, too crowded,
ciadas a no-intervención y no-respon- too dirty, too polluted”, todas ellas co-
sabilidad en la esfera de Baaire que sas que no le fueron supuestas.

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72
NÚM. 14, JUNY, 06

LA TEORÍA
DEL CAPITAL SOCIAL.
UNA CRÍTICA EN PERSPECTIVA LATINOAMERICANA

ADRIANA MARRERO
UNIVERSIDAD DE LA REPÚBLICA, URUGUAY

R E S U M E N

EL PROPÓSITO DE ESTE ARTÍCULO ES EXPONER LA TEORÍA DEL CAPITAL SOCIAL Y SOME-


TERLA A CRÍTICA DESDE DOS PUNTOS DE VISTA: COMO TEORÍA EXPLICATIVA DE LA DES-
IGUALDAD SOCIAL, Y COMO INSPIRADORA DE POLÍTICAS.

“La inocencia es el privilegio de aquellos que se mueven en su campo de actividad


como pez en el agua” (Bourdieu)

Introducción va luz sobre fenómenos sociales cuya


En los últimos años, los documentos existencia era ya conocida, pero los ha
que han venido produciendo los orga- resignificado cambiando de modos más
nismos internacionales, —tales como o menos evidentes la valoración de los
la CEPAL, el PNUD, o el BID— caen, distintos tipos de reglas y normas socia-
de modo casi unánime dentro del mar- les que rigen los procesos de integra-
co conceptual de la Teoría del Capital ción y exclusión.
Social. A través de innumerables docu-
mentos de diagnóstico de la realidad ¿De qué hablamos cuando hablamos
social, educativa y económica en cada de capital social?
uno de los países, ha iluminado de una Parece haber acuerdo acerca de que
manera diferente los fenómenos de po- la primera formulación explícita de una
breza y marginación y su relación con teoría del capital social tuvo lugar en
el desarrollo, abriendo las puertas a un 1961, con la publicación de “The Death
nuevo enfoque para el diseño de polí- and Life of Great American Cities” por
ticas. Sobre todo, ha arrojado una nue- Jane Jacobs, donde la autora atribuye las
73
NÚM. 14, JUNY, 06
L A T E O R Í A D E L C A P I TA L S O C I A L . U N A C R Í -
T I C A E N P E R S P E C T I VA L AT I N OA M E R I C A N A

bajas tasas de criminalidad y la pulcri- za inherente a las estructuras objetivas


tud de algunos antiguos barrios de las y subjetivas; pero es al mismo tiempo
ciudades, a la densa red de relaciones —como lex insita— un principio funda-
sociales que se forman dentro de ellos mental de las regularidades internas del
(Jacobs 1961:138). El trabajo posterior mundo social. El capital hace que los
de Glenn Loury, de 1977 (Cf. Trigilia juegos de intercambio de la vida social,
2003:7) recurre al concepto para desig- en especial de la vida económica, no
nar el conjunto de redes de relaciones discurran como simples juegos de azar
familiares y sociales que usan los jóve- en los que en todo momento es posible
nes con el propósito de hacer rendir su la sorpresa” (Bourdieu 2000:131)
“capital humano”. Por lo tanto, esta definición de lo
Sin embargo, el concepto comienza social como capital supone ya un mo-
a ser ampliamente conocido en ámbi- mento crítico que es el de poner de ma-
tos académicos a partir de 1980 de la nifiesto la existencia de la apropiación
mano de Pierre Bourdieu (Cf. Trigilia de un trabajo social acumulado a fin de
2003:8). En un artículo posterior, Bour- obtener un rendimiento económico pri-
dieu define el capital social como “la vado. El carácter objetivamente econó-
totalidad de los recursos potenciales y mico de estas relaciones e intercambios
actuales asociados a la posesión de una sociales no es reconocible porque es di-
red duradera de relaciones más o me- simulado o “eufeminizado” a través de
nos institucionalizadas de conocimien- las sucesivas transformaciones de unos
to y reconocimiento mutuos”. En otras tipos de capital en otros. El capital eco-
palabras, se trata de “la totalidad de re- nómico —institucionalizado como de-
cursos basados en la pertenencia a un rechos de propiedad— es directamen-
grupo” (Bourdieu 2000:148). te convertible en dinero, pero también
Es necesario subrayar lo que quiere puede convertirse en capital cultural, a
decir Bourdieu cuando trata a ese con- través de la inversión educativa. Una
junto de relaciones sociales como “ca- vez institucionalizado como títulos aca-
pital”, porque este uno de los primeros démicos, el capital —ahora cultural—
sentidos que se perderá en la posterior puede ser reconvertido de nuevo en ca-
evolución del concepto. pital económico, pero disimulando ya,
“El capital es trabajo acumulado, en gran medida, su origen, es decir, su
bien en forma de materia, bien en forma relación con el capital económico ori-
interiorizada o “incorporada”. Cuando ginal que posibilitó la inversión educa-
agentes individuales o grupos se apro- tiva en primer lugar. El capital cultural
pian de capital privada o exclusivamen- y también el capital económico permi-
te, posibilitan, también, gracias a ello, la ten generar capital social en forma de
apropiación de energía social en forma relaciones sociales a través de la perte-
de trabajo vivo o de trabajo cosificado. nencia a grupos y clubes exclusivos, lo
Como vis insita, el capital es una fuer- que rinde beneficios por el acceso a una
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red privilegiada de intercambios donde pectiva de Bourdieu, las expectativas de


hacer rendir mejor el capital económico beneficios constituyen las bases mismas
y cultural acumulado. para la existencia de estas relaciones.
Visto de esta manera, el concep- “Los beneficios derivados de la per-
to contribuye a iluminar un fenómeno tenencia a un grupo constituyen, a su
muy usual pero cuyas causas permane- vez, el fundamento de la solidaridad
cen ocultas: el hecho de que diferentes que los hace posibles [aunque esto] no
individuos obtengan rendimientos muy significa que estos beneficios sean per-
desiguales a partir de un capital cultural seguidos conscientemente...”1 (Bourdieu
o económico equivalente. Por lo gene- 2000:150).
ral, estas diferencias en los rendimientos Ello se debe al principio de trans-
económicos de las credenciales acadé- formación de unos tipos de capital en
micas, son explicadas por las diferen- otros, y a su reductibilidad última como
cias en la competencia profesional o in- capital económico, definido como tra-
telectual de los individuos, lo que oculta bajo humano acumulado. Aunque de
otra fuente de capital que confluye con un modo menos directo, menos trans-
aquella y que también está siendo inver- parente, y a plazos menos definidos,
tida: la de la pertenencia a una red de tanto el capital cultural como el capital
relaciones socialmente privilegiada. Por social contribuyen a la trasmisión inter-
la pertenencia a ciertos grupos y por la generacional de capital económico, y
capacidad (adquirida) de movilizar los simultáneamente, a la invisibilización
recursos de los miembros de ese grupo de esta trasmisión. En lo que refiere al
a su favor, ciertos individuos contarán capital social, en la medida en que los
con ventajas a la hora de obtener bene- beneficios obtenidos por el acceso pri-
ficios de sus activos económicos o cul- vilegiado a grupos aparece como resul-
turales. En esta perspectiva, el volumen tado de la aplicación del propio capital
de capital social poseído por un indivi- económico o cultural a una actividad
duo depende de dos factores: 1) de la cualquiera, y no por la movilización
extensión de la red de conexiones que de recursos de otros, el resultado puede
puede efectivamente movilizar, y 2) del aparecer justificado por la posesión de
volumen de capital (económico, cultu- cualidades individuales —como profe-
ral o simbólico) poseído por aquellos sional, como empresario, como inver-
con quienes está relacionado. sor— “naturales” y sobresalientes.
El rendimiento económico obteni- Pero además, tampoco la posibili-
do por el relacionamiento social no es dad de pertenencia a dichas redes pro-
una consecuencia beneficiosa pero no viene de la nada, ya que es necesaria
buscada de unas relaciones con simples una considerable inversión de capital
propósitos de sociabilidad. En la pers- económico y cultural para la constitu-

1
Las cursivas son nuestras.

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ción y el mantenimiento de la red de quienes mantienen dichas relaciones así


relaciones sociales “beneficiosa”. Estos como al hecho de que el capital social
grupos requieren de esfuerzos perma- ejerce un efecto multiplicador sobre el
nentes de institucionalización, que sólo capital efectivamente disponible. (Bour-
son posibles a través de instancias de dieu 2000:150)
conocimiento y reconocimiento mu- Esta “homogeneidad objetiva” del
tuos que suponen inversiones tanto de círculo de relaciones, permite situar la
dinero (en forma de regalos, de insu- atención acerca de los distintos rendi-
mos para el cultivo de la apariencia y mientos económicos que pueden llegar
los modales adecuados) o de tiempo a obtener de sus credenciales o de su
(para la asistencia a fiestas y eventos, capital económico los diferentes grupos
para la personalización de los obse- de personas según sea su ubicación en
quios, para la atención de los asuntos la estructura social.
de otros miembros del grupo). Según Bourdieu, los modos “clan-
Así, por ejemplo, la inversión eco- destinos” de circulación del capital, a
nómica en educación privada de élite, través de sus múltiples transformaciones
redundará en una acumulación de capi- en otros tipos de capital, se vuelven más
tal cultural en forma de títulos prestigio- determinantes para la reproducción de
sos, pero también de capital social en las desigualdades sociales, cuanto más
forma de relaciones con otras familias ilegítima se vuelve la trasmisión here-
privilegiadas, lo que a la larga tendrá ditaria oficial de los privilegios. Porque
beneficios en el rendimiento de todas “toda estrategia de reproducción es a su
las formas de capital. Pero —es nece- vez, ineludiblemente, una estrategia de
sario reiterarlo— la primera inversión legitimación dirigida a sacralizar tanto
en capital cultural no es posible si no la apropiación exclusiva como su repro-
se dispone ya de un capital económi- ducción” (Bourdieu 2000:163)
co considerable y de un capital cultural Pero no será esta versión bourdiana
familiar que facilite entablar relaciones del término lo que habría de ser reco-
de sociabilidad. gido por la literatura especializada de
“...el capital social no es nunca total- nuestros países. En América Latina, la
mente independiente del capital econó- idea de capital social es tomada directa-
mico y cultural de un individuo determi- mente de los trabajos de James Coleman
nado, ni del de la totalidad de individuos (1990, 1993, 2000), Robert Putnam
relacionados con éste, si bien no es me- (2000, 1995), Nan Lin (1981) y Mark
nos cierto que no puede reducirse inme- Granovetter (1974, 1985). La influencia
diatamente a ninguno de ambos. Esto se de los planteos de Francis Fukuyama
debe a que el reconocimiento institucio- (1997), aunque menos frecuentemente
nalizado en las relaciones de intercam- citado, es muy significativa.
bio presupone el reconocimiento de un Coleman sitúa al concepto en el
mínimo de homogeneidad objetiva entre marco de la discusión más general so-
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bre la acción social (no sólo en el sub- physical capital and human capital fa-
sistema económico sino en otros subsis- cilitate productivity, social capital does
temas), como un intento de superación as well.” (Coleman 2000:19)
y combinación de las perspectivas so- La concepción de Coleman, enton-
bresocializadora y subsocializadora, de- ces, viene a coincidir con la de Bour-
fendidas respectivamente por el grueso dieu en el énfasis en el rendimiento
de la literatura sociológica y económica. económico del capital social, de un
El análisis de las formas y efectos del ca- modo análogo (no idéntico) al del ca-
pital social contribuiría, para Coleman, pital físico y humano. Pero a diferencia
a la superación de dichas concepciones de Bourdieu oscurece, u omite referirse
explicativas de la acción social: al aspecto de apropiación privada de
“My aim...is to import the econo- energía social a través del trabajo acu-
mists principle of rational action for use mulado que es consustancial al planteo
in the analysis of social systems proper, de Bourdieu. En Coleman, el capital es
included but not limited to economic aproblemático y sus beneficios, en prin-
systems, and to do so without discarding cipio, siempre legítimos.
social organization in the process. The Coleman distingue tres fuentes (que
concept of social capital is a tool to aid también son para él tres formas) de ca-
in this.” (Coleman 2000:14-15) pital social (Coleman 2000:20-23):
Desde el punto de vista de Cole- 1) Obligaciones, expectativas y
man, el capital social es “a variety of credibilidad de las estructuras: Consis-
entities with two elements in common: ten en las expectativas de reciprocidad
They all consist of some aspect of so- que mantienen las personas al hacer
cial structures, and they facilitate cer- “algo” en favor de otras, y depende de
tain action of actors —whether persons dos dimensiones: la credibilidad en el
or corporate actors— within the struc- entorno social de que las obligaciones
ture” (Coleman 1990:302). Como otras contraídas serán pagadas, y el alcance
formas de capital, el capital social es de las obligaciones que realmente se
productivo, haciendo posible el logro tienen. Las estructuras sociales pueden
de ciertos fines que en su ausencia no diferir en las dos dimensiones, mientras
sería posible, aunque “unlike other for- que dentro de la misma estructura, los
ms of capital, social capital inheres in distintos actores pueden difieren en la
the structure of relations between actors segunda.
and among actors. It is not lodged either 2) Canales de información: En pa-
in the actors themselves or in physical labras de Coleman “Information is im-
implements of production.” (Coleman portant in providing a basis for action.
2000:16) También aquí el concepto de But acquisition of information is cost-
capital social viene a complementar las ly. At a minimum, it requires attention,
previas conceptualizaciones de capital which is always in scarce supply. One
“físico” y “humano” porque “just as means by which information can be ac-
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quired is by use of social relations that do a transitar por una especie de diná-
are maintained for other purposes.” (Co- mica teórica por la cual se va haciendo
leman 2000:22) cada vez más amplio, más abarcativo,
3) Normas y sanciones efectivas: hasta que, convertido en una especie de
Cuando una norma es efectiva, consti- “totalidad” que lo incluye todo, termi-
tuye una poderosa forma de capital so- nará por perder la capacidad explicativa
cial, dado que facilita ciertas acciones, que tenía dentro del marco conceptual
aunque puede constreñir otras. de Bourdieu. Esto será visible si reco-
Es fácil percibir que en el pasaje de rremos brevemente las formulaciones
la formulación de Bourdieu a la de Co- de Mark Granovetter, Robert Putnam,
leman, el concepto de capital social se y Francis Fukuyama.
ha empañado bastante. Aunque el trabajo original de Gra-
En primer lugar, como señala Portes novetter no incluye el término de “ca-
(1998), Coleman oscurece la noción de pital social” ni una teoría sobre él, sus
capital social al incluir bajo este térmi- aportes han sido incorporados al deba-
no, tanto los mecanismos que generan te por el valor que se le ha concedido
capital social (como la reciprocidad de a uno de los conceptos más extendidos
las expectativas y el reforzamiento gru- para el estudio de las redes de influen-
pal de las normas), las consecuencias de cia en la inserción laboral de los jóve-
su posesión (como el acceso privilegia- nes: el de “fortaleza de los lazos débi-
do a la información), y la organización les” (“the strengh of weak ties”, Grano-
social “apropiable” que proveyó el con- vetter 1974). Según esto, los individuos
texto para los dos anteriores (fuentes y o grupos ubicados fuera del ámbito in-
efectos). De esta manera, “Equating so- mediato de la familia y los círculos de
cial capital with the resources acquired amistad, pueden ofrecer tanta o más
through it can easily lead to tautological ayuda que los más allegados para in-
statements.” (Portes,1998:5) Portes mis- sertarse en un lugar de trabajo, en la
mo aporta a la discusión proponiendo la medida en que pueden ser personas
distinción entre los poseedores de capi- con acceso a redes diferentes, más pri-
tal social (los que lo solicitan), las fuen- vilegiadas y al mismo tiempo, pueden
tes de capital social (los que lo otorgan) establecer vínculos menos problemáti-
y señalando la importancia de exami- cos y comprometidos. Al cuestionar que
nar en mayor detalle las diferencias en exista una relación directa entre proxi-
la motivación de los proveedores. Para midad familiar y social y las ventajas
Portes, la confusión entre aquellos tres (rendimientos económicos del “capi-
elementos es uno de los rasgos caracte- tal social”) que conlleva la pertenencia
rísticos de la producción teórica elabo- a ellos, sin postular en cambio que la
rada sobre el aporte de Coleman. relación sea inversa o de otro tipo, la
Pero por otro lado, con Coleman, el perspectiva de Granovetter amplía con-
concepto de capital social ha comenza- siderablemente la latitud del concepto y
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también contribuye a erosionar su ren- versa con el capital social). Los cuatro
dimiento explicativo. indicadores arrojan medidas consisten-
Otra importante fuente de las versio- tes en señalar al norte de Italia como
nes locales de la teoría del capital social poseedor de mayor capital social que
radica en los trabajos de Robert Putnam el sur, aunque hay grandes diferencias
(1993, 1995, 2000) con quien se opera al interior de cada una de las regiones.
una nueva ampliación y modificación 2) Desempeño Institucional: Medida
del concepto. Mientras en Coleman y compuesta del rendimiento comparativo
en Bourdieu se trataba de activos que de los gobiernos regionales, a través de
poseían las personas debido a sus rela- doce indicadores que van desde cues-
ciones con otros, en Putnam el concep- tiones presupuestales y de innovación
to deja de aplicarse a individuos y pasa legislativa hasta medidas de responsabi-
a caracterizar a agregados de personas, lidad burocrática. 3) Satisfacción de los
comunidades enteras o aún, países, y a ciudadanos, medida a través de encues-
ser entendido en términos de “civismo”. tas aplicadas entre 1977 y 1988 sobre
El capital social consiste para él en cuán satisfechas están las personas con
“Features of social organizations, las actividades de su gobierno regional.
such as networks, norms, and trust, that (Helliwell y Putnam 2000:255-256)
facilitate action and cooperation for mu- Puestas en relación, la teoría de Co-
tual benefit” de modo tal que “working leman y de Putnam parecen apuntar a
together. is easier in a community bles- diferentes cosas. Mientras que Cole-
sed with a substantial stock of social man se proponía arrojar luz sobre los
capital” (Putnam 1993:35-36, Cf. Portes procesos ligados a la sociabilidad in-
1998:18. Las cursivas son nuestras). formal en el seno de los pequeños gru-
Para el estudio de los niveles de pos, en especial familias, pero también
desarrollo de distintas regiones de Ita- otras formas de relacionamiento cara
lia —que fue la base de sus ulteriores a cara, Putnam apunta directamente
trabajos sobre el tema— Putnam utilizó a los efectos económicos que tiene el
tres variables como un set para medir desempeño de los gobiernos regiona-
el capital social: 1) Comunidad cívica, les en comunidades concretas. Es ver-
construida como un índice de capital dad que ya en Coleman la inclusión
social compuesto por cuatro indicado- de las normas sociales como fuente y
res, dos, de amplitud y profundidad de forma del capital social difuminaba en
la comunidad cívica (lectura de diarios parte las fronteras entre la sociabilidad
y existencia de asociaciones culturales basada en la reciprocidad de pequeños
y deportivas) y otros dos referidos al grupos y la confianza generada por la
comportamiento político de los ciuda- vigencia de normas supragrupales. Pero
danos (concurrencia a referéndum y la Putnam abandona la dimensión micro-
incidencia de la votación preferencial, social volviendo a instalar la efectividad
este último considerado en relación in- gubernamental como centro generador
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de confianza, y devolviendo a la efec- énfasis de Granovetter en la “fortaleza


tividad de las instituciones políticas, el de los lazos débiles”: para Fukuyama, el
crédito por los éxitos de una sociabili- capital social encuentra sustento en el
dad que ya no puede pretender susten- hecho de que los lazos de solidaridad
tarse solamente en la reciprocidad del y de obligación recíproca respecto de
microgrupo. aquellos con quienes nos unen lazos de
Si esto no es así, y no es la efectividad sangre son más fuertes que con quienes
de la acción de las instituciones políticas no estamos relacionados.:
sino la red de relaciones que forman la “Social capital can be defined simply
sociedad la que es responsable del mayor as the existence of a certain set of infor-
grado de “civismo” en unas regiones que mal values or norms shared among mem-
en otras, el argumento se torna circular. bers of a group that permits cooperation
Como señala Portes (Portes 1998) en la among them. The norms that produce so-
medida en que el capital social es una cial capital, by contrast, must substanti-
propiedad de las comunidades y no de vely include virtues like truth-telling, the
los individuos, se convierte tanto en cau- meeting of obligations, and reciprocity.
sa como en consecuencia del éxito que (…) It is clear that the norms that produ-
se pretende mostrar. Así, el capital social ce social capital are partible: that is, they
llevaría a resultados positivos, tales como can be shared among limited groups of
el desarrollo económico y una menor people and not with others in the same
criminalidad; pero su propia existencia society. there appears to be something
es inferida de estos mismos resultados. of an inverse relationship between the
Se cae, así, en razonamientos circulares bonds of trust and reciprocity within kins-
que aportan poco a la comprensión del hip groups and between kin and nonkin;
fenómeno. while one is very strong, the other is very
Un aporte relevante es el de Fran- weak. (Fukuyama 1997)
cis Fukuyama (Fukuyama 1997), quien Por otra parte, aparece aquí otra
además hace sugerencias para la orien- precisión que, aunque no es rara entre
tación de políticas públicas. Comienza los críticos de la teoría del capital so-
definiendo el capital social (compues- cial, es poco frecuente entre sus defen-
to por un conjunto de valores y normas sores. Para Fukuyama, el capital social
compartidas que permiten la coope- puede ser negativo. Ciertas formas de
ración entre los miembros del grupo) coordinación y cooperación entre in-
como algo diferente de las normas que dividuos que es favorable dentro de un
producen ese capital social, y que están cierto contexto económico y tecnológi-
compuestas por virtudes tales como la co, puede ser desfavorable si esos con-
sinceridad y la reciprocidad. Pero ade- textos cambian. Por ejemplo, la obso-
más, Fukuyama reintroduce una rela- lescencia de la línea de montaje, y la
ción directa entre capital social y paren- instalación de la producción flexible,
tesco que había sido relativizada por el necesita otras formas de cooperación, y
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la permanencia de las viejas sólo puede me su carácter multicausal y se niega a


ser perjudicial para las nuevas formas de ofrecer explicaciones parciales basadas
organización del trabajo. Pero también, en factores económicos o culturales que
hay formas de organización mafiosas, dejarán insatisfechos a casi todos. En
basadas en fuertes lazos informales, en cambio, recurre a la antropogénesis y a
la confianza y en la reciprocidad, que la lógica de la reproducción sexual de
aunque pueden rendir altos beneficios los mamíferos para dar cuenta de la rá-
a sus miembros, difícilmente puedan pida pérdida de capital social provoca-
ser vistas como positivas. En cuanto al da por la erosión de la familia nuclear.
capital social, entonces, es posible apli- Abreviando al máximo, Fukuyama sos-
car los dos sentidos de la palabra “ne- tiene (apoyado en Geertz y otros) que la
gativo”: puede ser negativo cuando es lógica reproductiva del macho es esen-
potencialmente dañino para la trama cialmente diferente al de la hembra.
social (como el ejemplo de los grupos Mientras que esta última hace depender
mafiosos) pero también lo es porque su éxito reproductivo de la superviven-
puede “restar” eficiencia a los procesos cia de su descendencia a la cual, por
productivos o administrativos. tanto, dedica mucho tiempo y cuidado,
La mayor preocupación de Fuku- aquél trata de asegurar la trasmisión de
yama no son, sin embargo, los poten- sus genes a través de la diversificación
ciales efectos negativos de las formas de sus contactos sexuales, pero sin es-
existentes de capital social, sino la des- tablecer lazos estables con sus descen-
trucción masiva de capital social que dientes. La familia nuclear humana, con
se habría producido a partir de lo que el modelo del “bread-winner” y una
él denomina “la gran disrupción”. Esta mujer e hijos dependientes económica-
“gran disrupción” está marcada por un mente fue la solución cultural adecuada
aceleradísimo cambio en los patrones para asegurar la responsabilización del
culturales de las sociedades occiden- varón por cuidado de una descenden-
tales desde 1965 en adelante. Las ma- cia que, de lo contrario, no tendría la
nifestaciones que más le alarman son: supervivencia asegurada, lo que pondría
el quiebre de la familia nuclear por el en riesgo la trasmisión genética del va-
aumento de divorcios, el incremento de rón a la siguiente generación. Esta ló-
la ilegitimidad de los nacimientos como gica se quiebra con la regulación de la
resultado del descenso de la fecundidad natalidad después de la invención de
de las mujeres casadas, el surgimiento la píldora anticonceptiva, con el ingre-
de una contracultura juvenil y la erosión so de la mujer al mercado de trabajo, y
de la autoridad y el abuso de drogas y con el cierre de la brecha salarial entre
de bebidas alcohólicas. hombres y mujeres. Los tres procesos
Ante la heterogeneidad de los fenó- actúan “reactivando” la irresponsabili-
menos, la rapidez y el alcance hemis- dad del varón, que se vuelve más pro-
férico de los cambios, Fukuyama asu- clive a abandonar el hogar. Al no haber
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ya siempre, niños pequeños a mantener, ce of women on male incomes would


y al haber también una mujer econó- probably help to restore traditional two-
micamente independiente capaz de ha- parent families. Needless to say, this is
cerse cargo de la manutención de los not a real policy option for anyone”.
hijos, no hay razones funcionales para (Fukuyama 1997)
la permanencia del varón como parte Como consecuencia, Fukuyama
de la familia. Máxime, cuando —al de- propone dos tipos de medidas de po-
cir de Fukuyama— la única recompen- líticas: a) políticas de bienestar enfoca-
sa obtenida por el varón dentro de ese das a los hombres y no a las mujeres
esquema, era el reconocimiento indis- (ya que las que benefician a las muje-
cutible de su valor como jefe de la fa- res sólo retroalimentan este proceso) y
milia patriarcal. En las clases bajas, este b) recualificación de la fuerza de tra-
fenómeno se agrava con la pérdida de bajo para favorecer la elevación de los
la autoridad paterna como resultado de salarios masculinos.
la más rápida emancipación juvenil por A nivel de las organizaciones más
el temprano ingreso al mercado laboral; complejas, discute la importancia del
en las clases medias por el contacto con capital social como facilitador de la cir-
otros modelos culturales o contracultu- culación de flujos de información que
rales que son vistos como más valiosos pueden volverse lentos en organizacio-
o exitosos que la figura paterna. nes sumamente burocratizadas, aunque
El aumento del delito, de la droga- también alerta en contra de la forma-
dicción, del fracaso escolar, el aumento ción de “camarillas”que pueden utilizar
de la pobreza, el debilitamiento de las esa información para poner sus propios
organizaciones basadas en el volunta- intereses por encima de los intereses de
riado, y la disminución de la sociabili- la organización. Aquí, el capital social
dad barrial se relacionan entonces, para concebido como una red de confianza
Fukuyama, con la ausencia de la figura entre individuos adquiere su doble cara
paterna dentro de los hogares como re- como facilitador y obstaculizador a la
sultado de la transformación del papel vez. Fukuyama termina defendiendo el
de la mujer. La solución podría encon- papel del capital social ya que
trarse en medidas que revirtieran la sali- “…is important to certain sectors
da de las mujeres al mercado laboral. and certain forms of complex produc-
“The case of Japan shows that it is, tion precisely because exchange based
at the limit, possible to reverse family on informal norms can avoid the inter-
decline through public policy. If Wes- nal transaction costs of large hierarchi-
tern countries were to reintroduce dis- cal organizations, as well as the exter-
criminatory labor laws that kept women nal transaction costs of arms-length mar-
out of labor markets and did not permit ket transactions. The need for informal,
them to earn wages comparable to tho- norm-based exchange becomes more
se of men, then the resulting dependen- important as goods and services beco-
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me more complex, difficult to evaluate, Los documentos que recogen esta


and differentiated” (Fukuyama 1997). perspectiva, se centran en el examen
Cerraremos el capítulo dedicado a de la disponibilidad de ciertos recursos
Fukuyama enumerando las que, en su de los hogares que son necesarios para
perspectiva, son las fuentes de capital hacer uso de la estructura de oportuni-
social. Con el amplísimo rango que dades que ofrece el mercado, la socie-
cubren estas fuentes, culmina, a nues- dad y el Estado (Katzman 1999:9), la
tro juicio, el trayecto teórico de amplia- cual además, no es constante, sino que
ción y difuminación de los límites del es relativa a un momento y a un lugar
concepto de capital social como factor determinados (Katzman 1999:20).
explicativo. En esta versión regional, la noción
“Sources of social capital: de capital social descansa sobre tres
1. Institutionally constructed: a. ra- supuestos: 1) Que los sistemas de rela-
tional; b. irrational ciones sociales modelan la capacidad
2. Spontaneously constructed: a. de desempeño de los individuos en la
rational-game theoretic; b. irrational- estructura social; 2) que existe un tipo
common law model/complex adapti- particular de relaciones que operan a
ve systems través de interacciones y redes sociales
3. Exogenously constructed: a. reli- informales asentadas en mecanismos
gion; b. ideology; c. culture and shared ajenos al mercado (el capital social);
historical experience y 3) que tales redes tienen como con-
4. Natural: a. kinship; b. race and secuencia facilitar el desempeño tanto
ethnicity” (Fukuyama 1997) de los individuos como de los hoga-
res y de los grupos sociales, proveyén-
La teoría del Capital social en Améri- dolos de recursos cuya ausencia haría
ca Latina más dificultoso su desempeño (Katzman
En América Latina se heredan las 1999:176).
visiones que, provenientes directamente Por ejemplo, la teoría del capital so-
de los trabajos de Coleman, y despoja- cial ha explicado el aumento de la po-
das del carácter crítico que tenían en la breza y la marginalidad juveniles por
teoría de Bourdieu, muestran la noción dos factores a) las tendencias de distri-
bajo una lente favorecedora. Trabajos bución del ingreso según la dinámica
como los de Bernardo Kliskberg, o en el económica, y b) por la insuficiencia de
caso uruguayo, los de Rubén Katzman, las redes informales de protección que
contribuyen a la explicación de fenóme- protejan a los jóvenes contra el aban-
nos tales como la pobreza, la desigual- dono escolar, contra el desempleo y la
dad y la marginalidad, desde la óptica precariedad. Tanto en su inspiración teó-
de la debilidad de los lazos sociales en rica como en sus análisis empíricos, el
los que se insertan las personas de los papel de la familia adquiere una rele-
sectores desfavorecidos. vancia clave: el pertenecer a un hogar
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monoparental es, como en los análisis miaje conceptual se desvanece, y no


de Coleman y de Fukuyama, un factor tenemos más opción que asirnos nue-
de “vulnerabilidad social”. Las nociones vamente a la teoría de Bourdieu para
de “activo”, “estructura de oportunida- mostrar lo que él se proponía: que la
des” y “vulnerabilidad” son centrales a producción de beneficios derivados
estos enfoques. La teoría aporta así, una del capital, su apropiación, y su tras-
visión novedosa para la explicación de misión requiere de múltiples momen-
la pobreza juvenil, la que se debería a tos de transformación de unos tipos de
la “debilidad”, escasa “salud” o extrema capital en otros, y que ello contribuye,
“homogeneidad” de las redes en las que a su vez a la legitimación de esa apro-
se encuentra inmerso el joven, lo que piación por el mecanismo de la simu-
estaría impidiendo el aprovechamiento lación del carácter económico de bue-
pleno de la estructura de oportunida- na parte de la vida social. Si el capital
des existente. es fungible, y cada transformación de
una forma de capital en otra conlleva
Un balance además un costo, no es fácil ver cómo
Pese a su aparente sencillez y a su partiendo de situaciones de pobreza o
evidente éxito, la teoría del capital so- de miseria, podría llegarse, por la sim-
cial es una teoría problemática. ple dinámica de las transformaciones
En primer término, es fácil sospechar, de capital, a superar esas situaciones
apenas nos alejamos de la formulación de deprivación.
de Bourdieu, que el descubrimiento del Las limitaciones que se evidencian a
capital “social” por parte de la mayor partir de esta línea de razonamiento, ha
parte de los autores que siguen a Cole- llevado a una ampliación sucesiva del
man, es en realidad, un falso descubri- concepto de capital social, que termina
miento. Como señala Hernàndez (2004), por incluir todos las “reglas” y los “re-
en Bourdieu, igual que en Marx, el capi- cursos” habilitantes de la acción: aun-
tal es ya relacional, sustancia y relación que la teoría —en la versión Colema-
al mismo tiempo, ya que no puede existir niana y de sus seguidores— se formula
producción de “mercancías” con pres- como un modo de valorizar aspectos no
cindencia del relacionamiento social. El comprendidos por las visiones estatalis-
descubrimiento de que la organización tas o neoliberales, termina incluyendo al
y los lazos sociales pueden brindar ren- estado, al mercado o a sus productos:
dimientos económicos, sólo puede ser las normas jurídicas y las probabilida-
tal si el problema es examinado desde el des de su aplicación, la honestidad de
supuesto liberal de que los intercambios los gobernantes, la vigencia del sistema
de tipo “puramente” económico ocurre judicial, la transparencia del mercado,
entre “robinsones”. y hasta la construcción de obra públi-
Una vez que ese equívoco es des- ca, pasan a ser integrados (junto con la
montado, la aparente solidez del anda- amistad, el parentesco, la vecindad, el
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voluntariado) en un concepto que de miembros franquean el acceso; el resto


tan abarcativo, pierde capacidad expli- queda excluido de sus beneficios.
cativa. Tomándonos en serio la defini- b) El acceso directo de todos a los
ción de Fukuyama, por no ir más le- recursos de alguno de los miembros
jos, podríamos decir que su concepto del grupo, puede impedir, más que fa-
de capital social es casi idéntico al que cilitar, el éxito de emprendimientos in-
construyen otros teóricos (Giddens, Ar- dividuales;
cher, Beck) para designar, simplemente, c) La pertenencia al grupo demanda
a la estructura social: reglas y recursos conformidad con sus normas y restringe
que son, a la vez, constreñidores y ha- la libertad de decisión de los miembros.
bilitantes. Esto puede ser nocivo en la medida en
Aún cuando procuremos conservar que puede coartar los derechos de sus
en mente la especificidad del concepto, miembros a perseguir un destino propio.
tropezamos con una nueva dificultad: En familias tradicionales, la aceptación
Ya sea en las versiones más restrictivas e de los papeles y normas adscriptos pue-
individualistas, que restringen el alcan- den frustrar intentos de emancipación
ce del concepto a los grupos pequeños personal.
de la familia, los amigos o el vecinda- d) Cuando la solidaridad se basa en
rio (como en la formulación original de la experiencia común de la exclusión
Coleman) o en las más amplias, como social, el éxito de miembros individua-
las de Fukuyama, se echa en falta una les representa un resultado inesperado y
reflexión más profunda sobre los bene- por lo tanto, una amenaza para el gru-
ficios económicos de estas formas de po mismo, lo que redunda además, en
intercambio social, y su rendimiento una pérdida de los miembros más em-
diferencial según las distintas clases y prendedores.
grupos sociales. De tanto enfatizar el Agreguemos una acotación más a
carácter social de estas relaciones, los estas cuatro formas analizadas por Por-
autores olvidan que están hablando, al tes en las que el capital social puede ser
fin y al cabo, de capital. “negativo”. Decíamos al tratar a Fuku-
Portes (1998:15-18), entre otros, se- yama, que el capital “negativo” lo era
ñala cuatro consecuencias negativas del desde los dos sentidos que puede te-
capital social: ner el adjetivo: como forma de “resta”
a) Los mismos lazos sociales que al capital social existente, y como “no
mejoran las oportunidades de algunas bueno” para el sistema. La primera de
personas, limitan artificialmente las las acepciones significa, simplemente,
oportunidades de quienes están exclui- que “más es menos”. Ciertos modos
dos de esa red. Lo que define el modo de asociación que tienen formalmente
de circulación del capital social es el todas las características de grupos con
particularismo: sólo acceden a los be- altos niveles de capital social, tienen,
neficios de la red aquellos a quienes los realmente, un capital social “negativo”
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porque su actividad —aunque benefi- de legitimación a la utilización particu-


ciosa para sus miembros— no contri- larista del uso de los mecanismos que
buiría al desempeño del sistema total, hacen posible dicha apropiación. Al fin
sino que puede, de hecho, resentirlo. y al cabo, y en palabras simples, si la
Pero si obviamos el sesgo funcionalista pertenencia a redes es favorable para los
de la interpretación, y olvidamos el ca- pobres, que en definitiva tienen acceso
rácter sustantivo de la actividad que se a redes pobres, ¿cuánto más favorable
desarrolla en el grupo, perdemos cual- será para los sectores mejor posiciona-
quier criterio para diferenciar el capital dos, que acceden a mejores redes?. Cu-
social positivo del negativo, con lo cual riosamente, este aspecto ha sido omiti-
perdemos buena parte del ya menguado do de la teoría. Bourdieu tenía razón y
rendimiento heurístico del concepto. los beneficios obtenidos por los secto-
Por otro lado, Bowles y Gintis res privilegiados por su posición privi-
(2002:1), han encontrado que existe re- legiada, son invisibilizados a través de
lación entre las creencias sobre cuáles los rendimientos de las diversas formas
son las claves del éxito individual y la que asume su capital cultural.
aceptación o el rechazo de la aplica- De esta manera, convertida en po-
ción de políticas públicas redistributivas. líticas, la teoría puede operar “efectos
Según esta investigación, la creencia en liberales” sin partir de premisas libera-
que el éxito tiene que ver con capaci- les: parte del supuesto de la determi-
dades individuales lleva al rechazo de nación social de la desigualdad, pero
medidas redistributivas de la riqueza, y no obliga al estado ni a los gobiernos
la creencia en que la suerte en la vida a hacerse cargo del problema a través
tiene que ver con ventajas heredadas de políticas redistributivas. Al poner el
lleva a preferir medidas redistributivas. énfasis en el dinamismo o la “salud”
Ahora bien, una vez que se ubican de unas redes familiares y locales que
en las relaciones sociales la fuente de dependen en definitiva de la “agencia”
la riqueza o las causas de la pobreza, individual, se termina responsabilizan-
¿cómo afecta la teoría del capital social do a las personas de su propia suerte y
a la producción de políticas en América de la de sus hijos. Sin abundar en ejem-
Latina? ¿Cómo agendan unos estados en plos, el indisimulado entusiasmo con el
franca retirada la tarea redistributiva que Coleman o Fukuyama y sus seguidores
parecería surgir de la teoría? recogen datos sobre la peor suerte es-
Desde nuestro punto de vista la teo- colar de los niños en hogares monopa-
ría del capital social vino a dar respues- rentales, no parece dejar dudas sobre a
ta a un dilema de difícil solución: el de quienes debe atribuírsele, en América
reconocer las fuentes sociales de la des- Latina, la responsabilidad por la repro-
igualdad sin comprometer la apropia- ducción social de la pobreza. Sea por
ción del privilegio por parte de las éli- vía del reduccionismo biologicista que
tes nacionales. Es más, la teoría provee se advierte en Fukuyama, o por la apli-
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cación de una contabilidad de doble tado y al mercado, que sostienen para sí


entrada a los lazos afectivos que unen pretensiones de universalismo —en unas
a las familias, resulta que en las formu- condiciones “ideales” y que pocas veces,
laciones de la teoría del capital social por no decir nunca se producen—, que
las víctimas quedan, frecuentemente, rivalizan en su papel de árbitros imper-
culpabilizadas. sonales del valor y del disvalor, y que
Al legitimar —por omisión— la au- se han venido disputando el papel de
sencia de un estado que actúe como asignadoras de recompensas sociales
garante del bienestar social y como durante más de dos siglos, la teoría del
proveedor de las “redes de seguridad” capital social viene a legitimar los lazos
que a veces faltan debido al incremen- familiares, comunales y locales, particu-
to de la pobreza, de la relocalización laristas, basados en la adscripción por la
urbana, del aumento del desempleo y sangre, el linaje o la cofradía como fun-
de otras transformaciones estructurales damento del reconocimiento y la distri-
y culturales que los autores describen bución —o la simple apropiación— de
adecuadamente, la teoría deja librada la riqueza social. Aunque podrá decirse
la suerte de los excluidos a sus pro- que este tipo de prácticas no son desco-
pias fuerzas. No deja de percibirse una nocidas en los países latinoamericanos
cierta ironía en la pretensión de que la ni en el resto del mundo, no parece que
exclusión pueda superarse a través de necesitemos de elaboraciones académi-
la utilización de lazos sociales; cuando cas que las legitimen.
es, justamente, la falta de lazos sociales Mientras tanto, la teoría del capital
lo que define la situación de exclusión. social nos describe un aspecto ya co-
Mientras, en la otra punta del espectro nocido de la sociedad, la sociedad tal
social, la utilización de las abundantes y como ella funciona, lejos (y de vuelta)
beneficiosas redes de privilegio, quedan de las ilusiones universalistas del ilumi-
legitimadas por una nueva conceptuali- nismo moderno. Pero en vez de mos-
zación que las concibe como “activos” trarse como un modo de resignación de
y “oportunidades”. La sociedad queda las promesas modernas, acorta el cami-
así, una vez más, librada a la lógica de no hacia la realización de la sociedad
su dinámica de reproducción. ideal por la vía de celebrar la realidad
Además, la teoría del capital social tal cual es, reivindicando su carácter
viene a señalar una vuelta atrás en el moral y legitimando, con ello, un orden
proceso de modernización. Frente al es- social particularista y desigual.

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TIJUANA, BECOMING RATHER


THAN BEING:
REPRESENTANDO REPRESENTACIONES

FIAMMA MONTEZEMOLO
EL COLEGIO DE LA FRONTERA NORTE, TIJUANA1

R E S U M E N

ESTE ARTÍCULO INTENTA EXPLICITAR LA DIFICULTAD DE FORMULAR UNA REPRESENTACIÓN


HOLÍSTICA DE UNA CIUDAD COMO TIJUANA: FRONTERIZA, DE RECIÉN FORMACIÓN Y MAR-
CADOS CONTRASTES EN LOS ASPECTOS ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES QUE LA
CONFORMAN. SU AUTORA LLEVA A CABO UNA REPRESENTACIÓN DE MÚLTIPLES REPRE-
SENTACIONES QUE SE HAN HECHO SOBRE TIJUANA; EJEMPLIFICANDO CÓMO HOY DÍA EL
PENSAMIENTO CIENTÍFICO NO PUEDE ASUMIRSE COMO ‘OBJETIVIDAD POSITIVISTA’. ADE-
MÁS APUESTA POR UNA METODOLOGÍA QUE INTENTA RETOMAR EL CONCEPTO DELEUZIA-
NO DE METAMORFOSEAR EL YO, PERO SUSTITUYENDO LA CIUDAD A ESE YO. ES DECIR,
EXPLICITAR CÓMO EL SIGNIFICANTE TIJUANA PERMITE UNA MULTIPLICIDAD DE SIGNIFICA-
DOS FRUTO DE LAS SUBJETIVIDADES PROPIAS DE QUIEN LA DEFINE EN ESE PARTICULAR
MOMENTO HISTÓRICO. EL ARTÍCULO EXPLORA EL PROCESO DE SUBJETIVIZACIÓN DE LA
CIUDAD MISMA. LA PRINCIPAL OCUPACIÓN DE TIJUANA PARECE SER LA DEL ‘REHACERSE’
EN UN DEVENIR PLURAL QUE VALORICE LA DIFERENCIA COMO POTENCIALIDAD DE MAYOR
‘LIBERTAD’ DE CUALQUIER CONCEPTO DEFINITIVO, EXHAUSTIVO, TRASCENDENTE, HOLÍS-
TICO. MÁS QUE LA BÚSQUEDA DEL ‘MODELO’ DE ‘LA CIUDAD’ SE TRATARÍA DE VARIAS
‘ENCARNACIONES‘ DE LA MISMA EN CIRCUNSTANCIAS QUE HOY EMPUJAN A UN OBRERO
DE LA MAQUILA A VERLA COMO LA CIUDAD INDUSTRIAL, Y MAÑANA A UN INTELECTUAL
A VERLA COMO LA REPRESENTACIÓN PERFECTA DEL POST-MODERNISMO.

“A battle map aims not to describe a place, but rather to begin its transforma-
tion” (Gausa, Guallart, Et. Al. 599)
1
Quisiera agradecer Claudia Huérta por el apoyo brindado en la difícil corrección de este
texto. Un texto pensado en italiano, escrito en parte en inglés y desarrollado en su forma defini-
tiva en español.

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Tijuana lo explica a cada rato: ‘más rutas de taxi o conversando en el tiem-


fácil decir lo que no soy que lo que soy...’ po de una comida de tacos. Son espa-
y por eso a cada definición que se trata cios que considero importantes para no
de dar de ella, ella responde metamorfo- dejar que en las representaciones gane
mizando su yo —como diría Deleuze— —como a veces pasa— un cierto ‘domi-
en una definición opuesta a la que se le nio de la escritura’ o del dato estadístico,
acaba de asignar. La ciudad juega entre la idea de que es sobretodo la escritura
significados contrastantes y relacionados la ‘garantía’ de que algo sea cierto, ‘oc-
dejando intacto su significante, Tijuana, cidentalmente’ cierto (Ong 1988). Las
en definitiva para conducir a una con- ‘frases de la vida cotidiana’, de la ‘calle’,
fusión ordenada: la afirmación de su ser siempre me han parecido preciosas por
como un devenir, y no un estático estar. la información que vehiculan. A veces
Por rápida y puntual que pueda ser cada se trata de los discursos menos ‘discipli-
representación de la ciudad, la ciudad nados’ (Foucault) ‘científicos’, resultados
irá modificándose más rápidamente y de esa riquísima cultura popular-urbana
se habrá, en parte, transformado otra y que privilegia como forma expresiva la
otra vez. De este desafío que nace por oralidad, el chisme, el parecer, la inter-
el contraste entre representación y sujeto pretación, la contradicción, las placas
objeto representado, quisiera dar cuen- de los coches, los gadget relacionados
ta a través de una de las series de defini- a ciertos estilos de vida, lo que queda
ciones mas conocidas de la ciudad y de inscrito en la piel de unos muros de la
sus contradicciones. Como veremos mas ciudad (“gringo go home and bring me
adelante esos cinco apartados de citas- with you!”, “favor de no orinar aquí”,
fragmentos que crean esas definiciones “welcome to the new Berlin wall”), en
me sirven para explicitar el juego de si- sus intersticios o en la piel de unos de sus
militudes y diferencias que caracterizan habitantes que llevan tatuajes que cuen-
la compleja identidad de esta ciudad. tan historias urbanas (Frontera), en los le-
Para la composición de las definicio- treros (“farmacia/sexy girls”, “se cambian
nes citadas me apoyo en varias fuentes: cheques para deportados”).
entrevistas que he estado haciendo en En este sentido, privilegiando una
estos años, literatura específica, blogs de mirada al fragmento benjaminiano, he
internet, periódicos locales, etc. En este intentado reconstruir unas representa-
sentido quisiera decir que la metodología ciones-parcialidades tijuanenses, siem-
que adopto para representar represen- pre tratando de no ceder a la tentación
taciones, es múltiple y el hilo común es de acabar buscando un todo, una ima-
sobretodo la ciudad misma, el objeto-su- gen holística de esta ciudad. En cada
jeto de atracción-repulsión de los que la cita-fragmento que veremos queda ins-
representan. Hay oposiciones, contradic- crita la voz del autor que la compuso,
ciones, chismes, teorías científicas, frases que le dio vida y con él su historia, su
robadas en charlas extemporáneas en clase, su etnicidad, su género. A su vez
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todo eso queda inscrito en mi propia do de un mercado inacabable de usua-


selección que nació a partir de mi his- rios norteamericanos en el país vecino,
toria, de mi propia subjetividad. el más vicioso del planeta”. Culpa a la
globalización por contribuir de alguna
1) Aquí Empieza la Patria/Tijuana no es manera a hacer “borrosa la identidad
México/Tijuana III nación: de los tijuanenses, esa cultura imperia-
Un muro simbólicamente importan- lista que quiere que los mexicanos, los
te para la ciudad de Tijuana, el edificio latinoamericanos, etc. renuncien a de-
del Palacio Municipal, lleva un escudo fender lo que es propio de su identidad
emblema de este ‘último rincón del La- y cultura”. Según el autor —en fin— “la
tinoamérica’ o el primero, según cómo cuestión esencial sobre la identidad de
nos posicionemos geográficamente, los tijuanenses es simplemente tener des-
como afirma orgulloso el vendedor de piertos los sentidos y el alma despejada
“tacos” de un lado de la frontera. El es- y no olvidar que somos mexicanos. La
cudo dice: Aquí empieza la patria. Tijuanidad la estamos construyendo to-
Si hay un autor que enfatiza la ti- dos cada día” (27 abril 2004).
juanidad-mexicanidad tijuanense, es el He podido escuchar en varias oca-
escritor Rubén Vizcaíno, en su artículo siones a tijuanenses decirme que su
en el periódico local El Mexicano, titu- mexicanidad se enfatiza más que la del
lado Apuntes sobre la tijuanidad
tijuanidad, dice: centro del país, exactamente por estar
“Como quiera que sea este increíble y cercanos a la frontera, o sea, por con-
riquísimo tramo geográfico tijuanizado traste. La necesidad de distinguirse de
habitado en su mayoría por gente mexi- un vecino tan poderoso haría todavía
cana, morena, unos dos millones de se- más mexicana a Tijuana que a otras par-
res humanos actualmente y que a diario tes del país. F. Barth (1969) no se asom-
aumentan, la necesidad de fijar ciertas braría por tal enfatización, él siempre
características de naturaleza lingüística, explicó la importancia de las fronteras
política, nacionalidad, herencia, perte- para re-afirmar una etnicidad en opo-
nencia, etcétera da pie a perspectivas sición a otra y para permitir el diálogo
múltiples que ya los tijuanenses cultos, entre entidades diferenciadas. En cam-
educados, cuentan con medios segu- bio, Federico Campbell, escritor tijua-
ros para encarar”. El autor después de nense, la ve al revés y dice que: “Todo
efectuar un listado de las universidades, México es Tijuana” (1996).
centros culturales y varias instituciones Al mismo tiempo, hay quien dice
tijuanenses, subraya que la ciudad no que ‘Tijuana no es México’. El escritor
se “halla a ciegas en manos sangrientas Heriberto Yépez, uno de los más pro-
de los carteles de la droga que someten, ductivos en la retractación de esta ciu-
corrompen todo lo que tocan, disponien- dad, en un escrito sobre tijuanología2,

2
H.Yepez, Tijuanologia, UABC, Mexicali, 2006 (en imprenta).

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hace referencia en diferentes partes a pagar los impuestos para ‘importarlo al


autores o rumores que dicen esto, so- resto del país’, eso es consecuencia del
bretodo desde el centro del país: “Ti- hecho de que Tijuana goza de ciertas
juana pertenece a la península de Baja exenciones de impuestos para facilitar
California, el rincón más aislado de la su intercambio de mercancía con los
república mexicana. Una parte de la Estados Unidos.
población siempre ha creído que la pe- El investigador Manuel Valenzuela,
nínsula debería separarse de México. reconocido por sus estudios sobre la
Otros están casi seguros que los mapas frontera desde un punto de vista socio-
mienten y la península, en realidad, es cultural, recordando la pérdida de casi
una isla”, y más todavía “en México, los la mitad del territorio nacional después
tijuanenses somos considerados chica- del Tratado de Guadalupe Hidalgo, en
nos en territorio nacional. Quizá por esa 1848, dice: “Las nuevas condiciones
impresión (que puede ser un halago) es de vida de la población mexicana que
que la gran mayoría de los habitantes e quedó al norte de México implicaron
intelectuales tijuanenses odien todo lo procesos complejos de cambio y resis-
chicano. [...] Los fronterizos se cuidan tencia cultural. La población fronteriza
de no ser identificados con los chica- del norte de México desarrolló formas
nos y por eso hacen que su repulsión culturales diferentes a las de otras re-
sea muy elocuente. En Tijuana no sólo giones del país. Desafortunadamente,
se inventó el lema “Haz patria mata a muchas veces estas diferencias fueron
un chilango”,3 sino también “Pochos consideradas como expresiones de en-
Don’t Come Home”. No es la chicani- treguismo cultural, de apochamiento o
zación sino el antichicanismo o chica- de pérdida de la identidad nacional”
nofobia, uno de los rasgos identitarios (2003:34).
del intelectual tijuanense y el ciudadano Otro representante tijuanense, Beru-
regular. Y es que el tijuanense ve en el men, titula un capítulo de su interesante
chicano, lo que el chilango ve en el ti- libro Tijuana la horrible: ‘Tijuana no es
juanense: el cuerpo mexicano america- México’, retomando la famosa cita de
nizado. Debido a que en México todos Raymond Chandler del Largo adiós: “Ti-
parecemos estar traumados por el mes- juana no es nada: lo único que quieren
tizaje, nos da asco todo lo que aumenta ahí son dólares. [...] Tijuana no es Méxi-
esa mala hibridación”. Y sigue: “Tijuana co. Toda ciudad fronteriza no es más
no es sólo la frontera entre México y Es- que una ciudad fronteriza, así como la
tados Unidos sino también la de México tierra ribereña no es más que tierra ri-
con México”, en este sentido me parece bereña” (2003:263).
interesante recordar que un tijuanense Norma Iglesias, estudiosa de la fron-
para mandar un paquete al D.F. debe tera, también intenta subrayar la parti-

3
Chilango, gentilicio peyorativo del oriundo de la Ciudad de México.

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cular identidad tijuanense, más que su Lo que es importante aquí enfatizar,


mayor o menor mexicanidad: “Su ve- es que hablar de una Tercera Nación,
cindad con Estados Unidos es interpre- de un espacio “modelo de conviven-
tada desde el centro de México como cia” (2005:41) significa crear a través
su máxima debilidad y no como un del nombramiento un espacio que en
elemento que la hace distinta y poten- muchos casos no se autodefiniría como
cialmente más rica, no sólo en el pla- tal. Más allá de los deseos reales de al-
no económico sino también cultural” gunos, de ciertos oportunismos y de los
(2003:26). optimismos de otros, aquí esta Tercera
En fin, la última relación-oposición Nación parece tener poco que ver con
de esta primera subdivisión de los con- un tercer espacio resultado del equili-
trastes-afinidades tijuanenses es la muy brio sintético positivo entre otros dos.
actual y discutida definición de ‘Tijuana, Hay muchas yuxtaposiciones/reinterpre-
la Tercera Nación’. Esta definición nace taciones culturales, sobre todo en Tijua-
con la creación de un programa cultural na, pero ésas no pueden confundirse to-
quinquenal ideado por un empresario davía con el claro y fuerte desequilibrio
representante en México del grupo es- económico entre una América y la otra.
pañol Prisa, Antonio Navalón, en abril Y tampoco sería recomendable dejar
del 2004. Con la critica de arte Lucia fuera toda la parte cultural que subraya
Sanromán hemos estado analizando en la conflictualidad presente en cualquier
un texto la retórica y las intervenciones cultura. El concepto de nación que his-
del empresario en la frontera (2005, tóricamente se ha afirmado como bús-
Montezemolo-Sanromán) empezando queda de homogeneidad interna contra
desde las palabras de inauguración del una heterogeneidad enriquecedora, no
programa cultural-artístico en la ciudad, acompaña al concepto de “tercer espa-
en presencia del presidente Vicente Fox. cio” a la Homi Bhabha (1994). Homo-
Navalon, basándose en un presupuesto geneidad e hibridismo acoplados así,
de más de un millón y medio de dóla- hacen ruido y, sobretodo si se presta
res —procedentes de fondos privados y atención a otros escritos de este empre-
públicos— declaró: “El cine estará pre- sario español que en poco tiempo defi-
sente en la Tercera Nación durante la nió el espacio local para contraponerlo
segunda semana de junio; la música, a junto con el espacio estadounidense al
través de ese concierto que intentamos espacio del ‘fundamentalismo religioso’:
sea por primera vez sobre la frontera y “estamos ante una guerra total de civi-
visible simultáneamente desde Méxi- lizaciones en la que deben ser más im-
co y Estados Unidos, y la literatura y el portantes los elementos que unen a las
pensamiento, con los que trataremos de civilizaciones, iguales o parecidas, que
recoger esa lección diaria de lo que es los miedos culturales y legales que nos
Tijuana, para irla colocando en todos la- separan. En este sentido tiene mucho
dos” (Bitácora, 28 de abril de 2004). más valor el hecho de la pertenencia
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de México y otros países emisores de colecciones que organizaban los siste-


emigrantes a la civilización occidental, mas culturales, del difundirse de los así
que el intento de separar y afrentar por dichos ‘géneros impuros’ y en fin de los
miedos abstractos a los miembros de procesos de des-territorialización.
las mismas comunidades. Los enemi- En consecuencia de la definición
gos comunes de la frontera de México y híbrida Cancliniana, una serie de pe-
Estados Unidos son todos aquellos que riódicos, autores, artistas, músicos han
desde el fundamentalismo religioso, a retomado de manera más o menos su-
partir de una asumida anarquía social perficial ese concepto para adaptarlo a
del espacio fronterizo, pretenden atacar su propia visión de la ciudad: «Tijuana
los métodos y valores de vida que son is in the middle of an artistic flowering
comunes a las sociedades libres y de- that has drawn attention from televi-
mocráticas” (2005:44). sion executives and museum curators
from New York to Tokyo. Artists of all
2) Tijuana hibrida/ Tijuana no híbrida stripes are re-examining the hybrid cul-
Con la publicación del libro de Nés- ture of Tijuana that exists between the
tor García Canclini en 1990, se bautiza glitz of San Diego and the factory life
la representación de la Tijuana Híbrida. Diego Rivera could have painted» (“The
Esta representación será de las que dará New Cultural Meccas of the World”,
más visibilidad a la ciudad al exterior, Newsweek 2002).
junto con la imagen de la Tijuana de Tijuana, entonces, se vuelve un
leyenda negra. En un capítulo de Cul- poco el emblema del discurso del hibri-
turas Híbridas García Canclini explica: dismo, un discurso que tenía un valor
“Durante los dos períodos en que estu- científico importante hace unos años,
dié los conflictos interculturales del lado pero, hoy que se sigue confundiendo
mexicano de la frontera, en Tijuana, en fácilmente postmodernismo con hibri-
1985 y 1988, varias veces pensé que dismo y con superficialidad, desde un
esta ciudad es, junto con Nueva York, punto de vista mas ‘interno’, tijuanense,
uno de los mayores laboratorios de la se vuelve un discurso que puede verse
postmodernidad (293). García Canclini como ‘no de resistencia’. Yépez expli-
escribe que el plurilingüismo tijuanen- ca: “I think postmodernism ruined a lot
se, sus mezclas culturales continuas, la of things. One of them was the unders-
migración, y otros elementos hacen de tanding of Tijuana. Tijuana is a lot more
Tj una ciudad exquisitamente hibrida. than hybridism. Tijuana is all about ten-
Los procesos de hibridación son el re- sions. Disencounters. A city of farewe-
sultado de la ruptura y mezcla de esas ll to Hegel. A city beyond synthesis4”

“Yo pienso que el posmodernismo arruinó muchas cosas. Una de esas fue la comprension
4

de Tijuana. Tijuana es mucho más que un hibridismo. Tijuana es tensiones. Desencuentros. Una
ciudad que le da el adios a Hegel. Una ciudad más allá de la sintesis”.

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(2005: http://www.worldviewcities.org/). No cabe duda, compadre, nos estamos


Yépez aquí parece asumir una equiva- tijuanizando”.5
lencia entre el concepto de híbrido y Otra escritora, Diana Palaversich, en
síntesis hegeliana, que no creo perte- su “La Vuelta a Tijuana en seis escrito-
nezca al antropólogo García Canclini, res” (2002) apoya la tesis yepeziana: “La
pero es cierto que el concepto ha sido relación entre gringos y mexicanos que
a veces interpretado como algo pacifi- se da en Tijuana es una performance en
cado, una mezcla-síntesis sin conflic- la que el mexicano finge servidumbre e
tos entre dos opuestos. El autor sigue: inferioridad para, a fin de cuentas, apro-
“Apenas termina el show de la Hibri- vecharse del turista norteamericano... La
dación de culturas y de lenguas, cada cultura norteamericana en ningún mo-
quien regresa a su asco natural por lo mento amenaza con ‘contaminar’ ver-
Otro. En Tijuana, cultura popular y cul- daderamente a la mexicana, ya que el
tura elevada, juntas pero no revueltas, contacto entre las personas de estos dos
inglés y español sí pero no exageres la grupos étnicos y culturales es mínimo,
aleación ni la alianza: en el fondo, se completamente insignificante y se re-
repelen. Tijuana a veces más bien pare- duce solamente al trato e interacciones
ce la tumba del proyecto posmoderno comerciales” (2003:20).
de multiculturalidad. En Tijuana, la mul-
ticulturalidad es sistemáticamente, por 3) Tijuana transfronteriza/ Tijuana y el
sus intelectuales y clases sociales do- semáforo rojo
minantes, negada. Tijuana desprecia al El concepto de hibridismo lleva al
otro extranjero y propio, sea éste mujer, concepto de trans: trans-cultural, trans-
indígena, chicano o gringo, trabajador fronterizo. Hay unos representantes de
de maquila o moreno. A unos los quiere la representación tijuanense que su-
enmudecer, a otros venderles una mexi- brayan la transculturalidad del espacio
canidad de pacotilla, a otros uniformar, fronterizo como el urbanista Larry Her-
en fin, lo importante es fingir y despre- zog, por ejemplo. Fabio Chee en un
ciar la otredad”. Y todavía: “Si antes de sitio de internet sobre Tijuana explica
los años noventa hablar de Tijuana era que: “Otra de las lecturas de Tijuana se
aludir a la desnacionalización y era una encuentra en La globalización imagina-
oportunidad inmejorable de realizar un da, de Néstor García Canclini, cuando
discurso antiyanqui sin salir de casa, ac- acepta el argumento de Laurence Her-
tualmente el discurso sobre Tijuana es zog y menciona que ‘se modernizaron
una oportunidad exquisita para escribir el comercio y la urbanización de Tijua-
una crónica de la globalización casera, na, y se va uniendo a San Diego confi-
de la posmodernidad callejera. Tijuana gurando una ‘metrópolis transfronteriza’
es la hibridación más allá del mestizaje. (97). Sin embargo, la idea de que el es-

5 H.Yepez, Made in Tijuana, ICBC, Mexicali, 2006 (en imprenta).

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pacio Tijuana-San Diego es una entidad jo de las divisas, todo eso... el acerca-
aparte, unida y “transfronteriza” se ha miento que tenemos a tecnologías tan
estado debatiendo por años”.6 diferentes, de otros lugares, el hecho de
El artista Raúl Cárdenas del grupo las reconstrucciones de casas. El hecho
tijuanense TOROLAB en una entrevis- de que existan movimientos como “nor-
ta me comentaba su visión de la ciu- tec” (movimiento de música electrónica
dad: “Tijuana tiene que ver más... con tijuanense) es por la facilidad de encon-
la ciencia ficción que con los libros de trar el equipo más barato que en otros
historia de México. Aquí no tenemos un lugares, ¿no?”.
centro histórico. Aquí es histórico algo El libro Postborder City: Cultural
que hiciste hace setenta años. […] ¿Te Spaces of Bajalta California parece co-
acuerdas la película de Blade Runner, incidir con la tesis transfronteriza aun
de este maravilloso libro de Phillip K. problematizandola. En la introducción,
Dick? ¿Te acuerdas la megalópolis de los editores del libro —M. Dear y G. Le-
Los Ángeles? Donde se hablaban di- clerc— hablan de un ‘postborder’ y una
ferentes lenguas, ya tenían como di- ‘Bajalta California’ (2003:14). Concep-
ferentes lenguajes, se llegaba de allá, tos ambos muy interesantes que quizás
casi desde San Francisco hasta Ensena- se enfocan más en el aspecto cultural de
da, o sea, ni siquiera existía la frontera la región, que en el componente socio-
con México, esa era la megalópolis que económico, componente más subraya-
existía, si te fijas, eso tiene que ver más do por ejemplo por autores como Tito
con la región de los pantalones transfro- Alegría que para nada concuerdan con
terizos7, que con nosotros. Si tenemos el una teoría del ‘in-between space’ (ibi-
automóvil, el dinero y los papeles mi- dem). En el libro Paso del Nortec, Luis
gratorios, podemos estar desayunando Díaz Gordoa, habla de algo similar:
en Ensenada y yendo a San Diego al “Esta ciudad es vecina de San Diego,
mediodía volviendo al Colef en la tar- California, además está muy cerca de
decita, yendo a un concierto a Los Án- Los Ángeles. Muchos tijuanenses traba-
geles en la noche, y sí tienes la energía jan o estudian al otro lado de la fronte-
volviendo a dormir aquí a Tijuana, este ra, de tal suerte que la cotidianeidad y
ya en la madrugada y sí puedes hacer- la cultura local trascienden la geopolí-
lo porque yo lo he hecho. Eso... es el tica. Aquí el primer y el tercer mundo
movimiento, el intercambio y eso, y se confluyen” (Paredes 2005:13).
parece a ciencia ficción, ¿no?, el mismo En otra entrevista, el artista tijuanen-
manejo del lenguaje, el mismo mane- se, Marcos Ramírez Erre, describiendo

6 http://lifetijuana.blogspot.com, 2005.
7
Raúl ideó unos pantalones fronterizos entre otras piezas-ropa que serían pensados exacta-
mente para cruzar la frontera en los dos sentidos, entonces serian equipados con bolsillos para
pasaportes o condones si se tratara de ‘gringos’ o con visas y otros espacios para gadgets locales
si fueran para mexicanos.

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su pieza del caballo gigante posiciona- elementos definidos para las ciudades
do en la línea entre México y Estados globales pueden ubicarse en poblacio-
Unidos, en ocasión de la manifestación nes fronterizas como Tijuana o Ciudad
artística binacional InSite, explica: “Para Juárez, las cuales cuentan (desde hace
mí, a mí se me atravesó la línea, porque casi cuatro décadas) con una alta par-
la mitad de mi familia vive en Estados ticipación de empresas transnacionales,
Unidos, la otra mitad acá, a una hora. entre las cuales destaca la presencia de
Yo paso casi diario y hago la mitad de 2,277 empresas maquiladoras donde
mis cosas, mis compras allá y llevo a laboran 743,415 trabajadores; además,
mis hijos a la escuela, y luego vuelvo poseen altos niveles de vinculación
aquí. Es más fácil para mí que yo vaya transnacional y altos cruces fronterizos
a La Jolla y a todos lados a que vaya que poseen variados sentidos, entre los
más allá de las Cinco y Diez8, ¿me en- cuales se encuentra un turismo sui ge-
tiendes?” Y sigue más en el especifico neris caracterizado por estancias cortas
explicando su pieza: “el caballo tiene y acceso a espacios definidos desde la
el mismo cuerpo y las cabezas son sia- adscripción étnico-cultural de los visi-
mesas, son las hermanas siamesas de tantes. Prueba de ello es que en 1999 Ti-
las que hablábamos. Son siamesas y no juana recibió 86.6 millones de visitantes
se pueden separar sin morir, ¿verdad? Y extranjeros y hubo 111.8 millones de
aparte se dependen una de la otra, ya cruces del lado mexicano a los Estados
sabemos a qué responden y por qué Unidos (Bringas 2001)” (Valenzuela en
responden y cuáles son los intereses de- García Canclini 2005:232).
trás de esta situación geográfica que va Olivia Ruiz experta en estudios mi-
mucho más allá de lo geográfico, ¿no?”. gratorios de la zona, es también pro-
Marcos se refiere a la importancia del blemática con respeto a la exclusivi-
intercambio entre una parte de la fronte- dad transfronteriza: “By emphasizing
ra y la otra, al hecho de que Tijuana no the more sensational side of border life,
pudiera existir sin San Diego, San Diego furthermore, this view leaves out tho-
tampoco existiría sin Tijuana. se men and women who have little if
Por otro lado, en la problemática de nothing to do with the red-light side of
lo transfronterizo y las ciudades globales town, but whose lives are, nevertheless,
citadas por Herzog, el investigador Ma- deeply affected by living near the inter-
nuel Valenzuela, subraya que “diversos national line”9 (1990:74).

8
La cinco y diez es una calle tijuanense y La Jolla es el norte de San Diego, el entrevistado
aquí se refiere a la mayor facilidad con la cual se translada a una zona que queda al otro lado de
la frontera que a una zona que queda en su misma ciudad.
9
“Enfatizando la parte mas sensacional de la vida fronteriza se dejan afuera todos esos hom-
bres y mujeres que tienen poco que ver con la parte de luz roja de la ciudad (o sea esas personas
que no pueden cruzar la frontera) y que aun asi quedan profundamente afectados por ella por vi-
vir cerca de la linea internacional”.

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Una petición al santo Juan Soldado 4) Tijuana violenta, sucia, sexy/ Tijuana
—Santo de los migrantes de la fronte- pura, limpia, convivencial
ra, como veremos— decía: «Soy de Ti- Antes de dejar Italia para venirme
juana. Un día déjame pasar a los Es- a vivir a Tijuana, leyendas metropolita-
tados Unidos por la gran puerta… sin nas contaban que se debía tener mucho
tener que esconderme de nadie» y en cuidado con esa ciudad, que los mexi-
los muros de Tijuana aparecieron es- canos ahí hasta se tiraban bajo los ca-
critas como “Yanky go home and bring rros con placas ‘americanas’ (son pocos
me with you” o tambien: “si se cayó el los italianos que asumen México como
muro de Berlín por qué este no?”, fra- americano) para tomar el dinero de los
ses que no hacen pensar que sea fácil seguros. Cuando llegué a San Diego en
todavía hablar de una transfronteriza- avión, intenté alquilar un coche para ir a
ción pacificada. Tijuana y en la mayoría de los rental cars
Norma Iglesias habla de la zona en explicaban que no autorizaban cruzar la
términos más complejos: “Es importante frontera con sus carros porque los roba-
partir de la idea de que a la frontera en- rían o chocarían en las calles violentas
tre México y Estados Unidos es recono- de esa ciudad. En general, la opinión
cida como un lugar excepcional e inclu- de muchas personas que no tienen re-
so fascinante porque en él converge el laciones parentales o amigables con los
llamado “primer y tercer mundo”. Esta tijuanenses, que no tienen un contacto
frontera se ha caracterizado también directo con la ciudad, es muy estereo-
por los altos niveles de interacción, in- tipada: peligro, droga, prostitución, ase-
terdependencia (acentuada todavía más sinatos, es lo primero que se les ocurre
a partir del Tratado de Libre Comercio), cuando se les pregunta qué opinan so-
por el tremendo contraste entre ambas bre el otro lado de la frontera. Varios jó-
culturas y economías, y por la relación venes aman ir a Tijuana el fin de semana
de asimetría de poder entre ambos paí- por la noche para disfrutar libremente y
ses. Nuestra mirada está constantemen- a poco precio de la vida nocturna local
te señalando el norte. Es imposible que de la calle Revolución. Y la asociación
olvidemos a nuestros vecinos, que pen- más difundida en el ambiente juvenil de
semos en nosotros mismos fuera de la varias partes del mundo que han teni-
relación de vecindad, porque nuestras do la ocasión de escuchar al cantante
vidas se estructuran a partir de ese he- Manu Chao es la de una Tijuana: ‘Te-
cho. Es más, el propio término de “ciu- quila, sexo y mariguana’.
dad fronteriza” es utilizado para nom- Varios cuentos o películas ambien-
brar a los espacios urbanos ubicados del tan al asesino, violador, ladrón en el
lado mexicano de la frontera, y no del cruce fronterizo, destino: ciudad del vi-
lado americano” (2003:25). cio y de la mala reputación, Tijuana.
El Departamento de Estado Ameri-
cano aconseja a sus viajantes tener cui-
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dado: “Visitors to border cities such as tatuados dispuestos a todo. En fin, que
Tijuana, Ciudad Juarez, and Nuevo La- recuerden que un día Colosio vino de
redo should remain alert and be aware visita y no logró salir vivo. Esa, la Tijua-
of their surroundings at all times (U.S. na killer, desafortunadamente, también
State Department,http://travel.state.gov/
http://travel.state.gov/ es mi city” (2004:63).
mexico.html”). Hay que fijarse en los periódicos lo-
Rafa Saavedra, escritor tijuanense, cales10, en los programas televisivos o
en un artículo titulado “Tijuana makes en los 470 enlaces de Google citados
me happy”, juega con la reputación por Saavedra para ver cómo la cons-
violenta de su ciudad, ironizando expli- trucción violenta de la ciudad sea un
ca que su “amigo Sergio Brown, parte sensacionalismo a veces instrumenta-
del Colectivo Nortec Visual, insiste que lizado por diferentes razones, pero al
cuando me pregunten como se vive mismo tiempo hay que considerar que
en Tijuana responda diciendo que con negar esa violencia no ayuda a entender
mucho miedo, que a cada instante y en a Tijuana. En una entrevista con Manuel
cualquier lugar hay un asesinato o un Valenzuela, un componente del grupo
acto de violencia. [...] Él dice que hay Nortec, explicaba eso a propósito del
que vender y hacer nuestra esa imagen narcotrafico: “Nortec utiliza la simbolo-
de ciudad killer, que a esos periodistas gía del narcotrafico para construir una
morbosos les demos el tour de su vida. propuesta creativa que no intenta hacer
Que descubran, vamos, en el peor mo- invisibles las condiciones en la vida so-
mento el lado salvaje de la city (el ver- cial de la frontera. [...] Aquí la violencia
dadero, sin adulterar). Que los lance a es parte de nuestras vidas, en todas sus
las 3:00 a.m. en las secciones mas har- manifestaciones, entonces también eso
dcore de La Morita o el Grupo México; te representa” (Valenzuela 2003:45).
que vea la posibilidad de abandonarlos Berumen —experto de la temática
a su suerte en un bar brown neck como fronteriza— reconstruye la fama de Ti-
“El As Negro” (hoy caído de nuestra gra- juana como ciudad-burdel, explican-
cia por ser el lugar favorito tijuanero de do que pasa de ser un rancho a ser un
Manu Chao) o “El Grullense”; llevarlos a centro urbano principalmente gracias
uno de esos restaurantes de mariscos en al turismo del vicio: “A la presencia
que una mirada inadecuada les puede del turismo norteamericano, en efecto,
cambiar para siempre el destino; propi- debió Tijuana su desarrollo urbano, su
ciar que en plena avenida Revolución crecimiento demográfico (de 1,228 ha-
coincidan con un pandillero, de esos bitantes que tenía en 1921 pasó a tener

10
“En su edición del 30 de octubre del 2004, la Sección Policíaca del diario El mexicano afir-
maba que «si en cada parte donde se ha encontrado una persona asesinada se pusiera una cruz,
Tijuana sería el cementerio más grande del país». «¿Sabes...? Yo recuerdo como Tijuana estaba inva-
dida por cholos y había muertes a puñaladas en las colonias o centros de la ciudad...». Madre de
narcotraficante presuntamente asesinado por el Cártel de Tijuana, carta al semanario Zeta (1997).

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11,271 en 1930), su proyección inter- ya citado empresario Antonio Navalón


nacional. La descripción mas difundida que da su visión del lugar “un espacio
de Tijuana parece en la mayoría de los convivencial positivo de la frontera; esa
casos fundarse en su mito negativo. tercera nación como garantía de respeto
Otras personas rechazan la cons- y de integración entre las dos naciones
trucción de Tijuana como ciudad del que lo han generado” (2005:42). Yo di-
vicio, ejemplo de violencia, y tienen ría —como en el caso de todas las de-
una visión muy positiva de su ciudad finiciones hasta aquí abordadas— que
‘normalizando’ sus aspectos ‘negati- no se trata ni del uno ni del otro, ni una
vos’, como se decía antes. Ejemplo re- ciudad sólo violenta, corrupta y de pros-
presentativo podría ser lo dicho por el titutas, ni de un paraíso malentendido
expresidente municipal: “Las acciones por el mundo.
de la delincuencia organizada rebasan En este sentido, me parece impor-
el ámbito local y pueden presentarse en tante la visión más compleja que pare-
cualquier ciudad, estado o país. En ese cen tener otros, como el escritor tijua-
sentido, identificar este tipo de delin- nense Luis Humberto Crosthwaite, que
cuencia con el nombre de Tijuana es un lo explica así: “la idea [de “Tijuana, La
despropósito... Los tijuanenses lamenta- Tercera Nación”] es que Tijuana posee
mos profundamente y rechazamos con una imagen negativa que es necesario
toda energía que se utilice la palabra subsanar. Basta de noticias sobre nar-
tijuanizar como sinónimo de narcotrá- cotráfico y violencia, basta de “leyen-
fico o de violencia criminal” (Francisco da negra”, el Comité desea blanquear
Vega de la Madrid 2003). Una imagen nuestra ciudad, convertirla en lo que no
‘blanqueada’ de Tijuana es, según va- es. En Psicología a esto se le llama “ne-
rios críticos, promovida por unos re- gación”. Y yo prefiero no negar la reali-
presentantes del conservadurismo local, dad de mi lugar de origen, prefiero es-
como los del Comité de la Imagen del tar orgulloso por todo lo que es; no por
empresario Galicot que durante el año todo lo que otros quisieran que fuera”
2003, en conjunto con el ayuntamien- (fabiochee.blogspot.com 2005).
to, inauguró el muy discutido ‘paseo
de la fama’ en el aeropuerto de la ciu- 5) Tijuana ciudad de paso/ Tijuana
dad. […] “en este lugar se exponen 65 ciudad de destino: el trampolín y la al-
fotografías de ciudadanos que han des- berca
tacado en el ámbito nacional e interna- Por largo tiempo se ha concebido a
cional en diversas disciplinas; con esto Tijuana como una ciudad de paso y no
se pretende mostrar las aportaciones de de destino, era el punto de suspensión
los tijuanenses en los aspectos artísticos, antes de la palabra Estados Unidos, a
culturales, deportivos y científicos, entre nadie parecía interesarle la ciudad si
otros” (Frontera, 27/11/2003). También no fuera por su conexión con ‘el otro
se habla del deseo de ‘blanquear’ por el lado’. Como lo comenta el escritor Car-
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los Monsiváis: “When I arrived at the ciudad de destino en vez que de paso.
border, I brought with me a desire to Siempre con las palabras de Monsiváis
leave soon. [...] Cities on the way, this se podría decir “I am a frontier per-
is what Tijuana, Matamoros, Reynosa, son by adoption. I am a first-genera-
Ciudad Juarez have become” (Dear-Le- tion Fronterizo; by adoption because I
clerc 2003:35). Varias veces en los tra- arrived while I was planning my exit to
yectos de taxis colectivos, recién llegada the States; and first generation because
a Tijuana, he llegado a conversar con it took me too much time to accept I
gente de varios tipos y los comentarios was not going to leave” (Dear-Leclerc
a menudo eran sobre el ‘descuido’ con 2003:42).
una explicación inequivoca: “Tijuana A lo largo del Novecientos, la his-
es ciudad de paso, nadie es de aquí, a toria de la migración ha cambiado, la
la gente no le importa si se ensucia o ciudad de paso se vuelve al mismo
ensuciar porque no la sienten como su tiempo un destino, que sea destino ele-
propia ciudad, nomás esperan de dar gido por ser esta una ciudad con toda-
el paso a los Estados Unidos”. Beru- vía una alta tasa de empleo o que sea
men nota en su análisis de la película un destino equivocado (pensado como
El jardín del Edén (1994) de la directo- temporáneo que se vuelve permanente),
ra María Novaro que la ciudad de Ti- muchos se paran aquí. Tijuana es tierra
juana queda como espacio indefinido, de oportunidad y su cercanía a los Es-
del cruce, del transitorio: “si San Diego tados Unidos ya no es la única razón
aparecía definido como un lugar cuya de la presencia de la gente en su suelo.
identidad moral era posible reconocer La rigidez de las medidas contra la en-
sin objeciones de ninguna especie, en trada ilegal a los USA también ha ido
cambio Tijuana era percibido como un determinando el destino de Tijuana. Al
lugar-otro; esto es, como un espacio que mismo tiempo, mas allá de los migran-
carecía de sentido alguno o porque fi- tes que llegan aquí, hay una historia
nalmente poseía una identidad que no de estabilidad, permanencia que es la
podía definirse en términos totalmente de los que empiezan a ser habitantes
positivos, el night club de la frontera. de tres, cuatro o cinco generaciones:
Tanto es así que a menudo Tijuana re- esas familias que a veces no son con-
sultará valorada como un simple ‘lugar sideradas en la estadística del estereo-
de paso’ o, en su defecto, como una tipo tijuanenense que se asocia a cier-
especie de no man’s land fronterizo a ta vacuidad y a lo nómada-efímero de
donde sólo se podía ir a pasar un buen lo fronterizo: [las] “apreciaciones de la
rato” (2003:264). vacuidad de la frontera contrastan y se
Pero con el tiempo, esta creencia confunden con otra profunda entidad
común ha sido contrastada por las es- que coexiste con esta real sensación y
tadísticas que han empezado a contar percepción de la vacuidad: Las socieda-
una historia nueva: que Tijuana se volvía des estables que se han formado en las
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fronteras. En efecto, existe una sociedad siempre todas relacionadas como en


en la frontera que intenta llenar la vida un rizoma deleuziano que en vez de
fronteriza de sentido. Hay una historia organizar al mundo en un sistema de
de mujeres y hombres que han cons- representación jerárquica piramidal, lo
truido e inventado otra frontera que, a antigerarquiza a través de una red que
contrapelo y divergente, corre paralela conecta cada punto con el otro. Las sis-
a la de la leyenda negra. Hay otra so- tematizaciones que aquí trato de expo-
ciedad que vive y muere en la frontera, ner en un sistema todavía lógico bina-
ahí educa a sus hijos, ahí encuentra sus rio, así se presentan por la relación-opo-
propios espacios y sus propios tiempos sición, que según yo sigue construyendo
para crear su cultura” (Ceballos Ramí- cualquier relación identitaria pero con
rez en Valenzuela 2003:73). el particular que cada parte de esa re-
lación-oposición se conecta a su vez a
Tijuana no es Tijuana las otras… a los nudos que componen
Tijuana reafirma en cada uno de sus ese gran rizoma que es Tijuana.
fragmentos significantes que ella no es Entonces así es. Tijuana no parece
ella y menos que nada lo que la mira- esconderse detrás de la poderosa men-
da externa (que sea la mía, la de una tira moderna que empieza su cuento
antropóloga italiana, la de un arquitecto con una definición-definitiva de cual-
tijuanense o la de un taxista que antes quier ‘objeto’ que quiera representar.
era vendedor de tacos) cree captar. En- Esa mentira —modelada gracias a ex-
tre exotismos y nacionalismos, hibridis- clusiones y retóricas— la deja a un lado
mos y purismos, entre todo esto y mu- (quizás sobre todo estadounidense), iro-
cho más, lo único que se puede decir nizando sobre ella y siguiendo adelan-
es que ella tiene razón: no es ella, es un te con tolerancia. Su tolerancia consis-
algo que va siempre más allá de cual- te en el riguroso ejercicio del sentido
quier definición. de la parcialidad y de la procesualidad
Como el Hermes de la mitología continuas. O sea, en el dejar espacio a
griega o cualquier trickster de la mitolo- diferentes representaciones de sí mis-
gía antropológica, este rancho-metrópoli ma, auto y hetero construidas. Y sobre
parece haber decidido por lo más refi- todo a la contradicción presente en los
nado: no mentir acerca de sí misma, sin diferentes cuentos/descripciones que se
por eso tener que decir La Verdad. pueden escuchar/ver/leer sobre ella.
Si todas las verdades son fictions, o Los fragmentos no se recomponen
sea, construcciones parciales (Clifford en una lógica a priori que sería impo-
1987; Geertz 1973), Tijuana me ense- sible; sería como buscarle un sentido
ña que de verdades relativas ella tiene preciso a la poética polifónica futuris-
miles y, según la circunstancia, escon- ta. Tijuana no es un performance que
de una o evidencia la otra... o dos... asuma como suyo el objetivo de la co-
posiblemente en contradicción... pero herencia, y es precisamente en lo que
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dice ser y al mismo tiempo en lo que bición y del desarrollo de las maquilas
niega que quizás esté la riqueza de su en los sesenta, para reconstruir su bio-
interpretación sobre sí misma. La úni- grafía? Famosa por ser la línea-frontera
ca forma de descolonizar la pretensión más cruzada del mundo. Famosa tam-
de cualquier verdad última y única es bién por sus muertos, esta triste fronte-
hacerla explotar en una contradicción ra; gente que intenta cruzar ilegalmente
que multiplique su significado. y que no logra alcanzar su objetivo de
Por ejemplo: ¿Qué pasa en la fa- mejoría de vida. La línea, donde cada
mosa Revu?11 ¿Una exposición falsa tipo de ironía e ingenuidad se aplica y
de calculado exotismo mexicano, una se desprende para transformar lo nega-
burla contratada en la cual todos saben tivo en positivo y viceversa.
(mexicanos ‘auténticos’ y gringos ‘ton- ¿Qué dice Tijuana de sí misma?
tos’, según el estereotipo) el rol que se ¿Qué expresa en sus verdades relativas?
debe de jugar? ¿O una exhibición de ¿Qué trata de afirmar o negar?
nostalgia por un pasado inexistente?12 Cómo interpretar, por ejemplo, la
¿O qué imagen es la que se vende en imitación de la estatua de la libertad
la Zona Río? es decir, en un área cons- neoyorquina, creada en forma de mu-
truida al estilo México D.F.-estadouni- jer gigante desnuda que se eleva en me-
dense, con Paseos de los Héroes, cines dio de los barrios pobres cerca del ae-
de salas múltiples y centros comercia- ropuerto; la existencia de una santidad
les ¿Y la Zona Norte? La que se cono- popular que es la de Juan Soldado (el
ce como la parte ‘indecente’, la de las soldado acusado en 1938 de violar y
prostitutas, bares, prostíbulos y recluta- matar a una niña), una santidad ‘ilegal’,
miento de migrantes ilegales para cru- no reconocida por la Iglesia Católica,
zar al otro lado de la frontera. ¿Y los asociada con otra ‘ilegalidad’: la de los
cerros?, donde las casas auto construi- migrantes que le dan las gracias a Juan
das muchas veces faltan de electrici- Soldado por su protección al cruzar la
dad, agua corriente, drenaje. ¿Y qué frontera, mandando de regreso con sus
decir de la famosa línea,13 parte funda- ofrendas, fotocopias de sus green cards
mental de esta ciudad que podría ser reales o falsas, cualquiera que sea el
el punto principal, junto con el período caso; las composiciones musicales de
de los casinos de los años de la Prohi- esta zona que en algunos casos inser-
11
La Calle Revolución es la Calle más turística de Tijuana, donde hay tiendas, bares, farmacias,
y burros pintados como cebras para satisfacer el deseo exotista de los visitantes.
12
Famosa en este sentido la respuesta a la pregunta del porqué pintar burros de blanco y ne-
gro formulada en una de las entrevistas hecha por Néstor García Canclini al propietario de un bu-
rro-cebra de la Revu, “en el Sur de México tienen las pirámides, aquí no, así que algo nuevo hay
que inventarse para el gringo”.
13
La línea sería la frontera que divide México de Estados Unidos y que nace en el 1848 con
el Tratado de Guadalupe Hidalgo, tratado hecho en consecuencia de la pérdida de una parte im-
portante de México que se vuelve estadounidense.

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tan los símbolos de la narcocultura o de historia de los cambios, de la migración,


la prostitución reproduciendo esos mis- del auge y la decadencia de ciertos es-
mos símbolos para negarles su poder, pacios o eras... (2003). Entre estas his-
explicitar sin reprimir unas realidades torias hay la de Tijuana, la de una po-
que tienen una fuerte esencia en esta blación que con los años se multiplica
ciudad; o las casas hechas de llantas y (sobre todo a consecuencia de la llega-
puertas de garajes estadounidenses... la da de los migrantes de todo Latinoamé-
reapropiación de formas y materiales, la rica), se heterogeneiza14 y se ve empu-
política del camuflaje y de la valoriza- jada a construir su propio espacio con
ción del wasted material, del proceso materiales reciclados. El Instituto Mu-
que cambia y nunca para, del recicla- nicipal de Planeación dice que Tijuana
je que es sinónimo de aceptación del crece tres hectáreas al día y que su po-
término de un ciclo, y de la inserción blación flotante es de 200.000 personas;
de unos elementos de ese ciclo en uno 400.000 de la población total viven en
nuevo, resignificándolos naturalmente zonas riesgosas.
en condiciones nuevas, una re-infor- ¿Cómo interpretar todo esto? Toda
mación de un algo... todo empieza del esta Tijuana que, “también”, así se
fin de un algo... Y mucho empieza de cuenta.
la necesidad de un algo más: el self-ur- Tijuana, si acaso tiene algo que pa-
banism que es la construcción de una rezca cierto, es su necesidad comuni-
estructura espontánea que surge de la cativa prepotente que se evidencía en
necesidad de un techo y de la falta de su semiótica urbana y su capacidad de
una política gubernamental que esté al cambio: una semiótica-adaptación a
paso con el vertiginoso crecimiento de veces conflictiva15, seguramente tem-
una población que no logra tener una poral16 que se encuentra en movimien-
construcción más segura y rigurosa. to constante. Es una de esas metrópo-
Como se explica en el diccionario lis que M. Canevacci (1997) diría están
arquitectónico de Actar, es con la ba- por-todas-partes, hecha por diferencias
sura también que se hace la historia, la micrológicas difusas.
14
Dice Laura Velasco (2003:200) “Un escenario étnico caracterizado por una escasa población
de indígenas nativos, una significativa población de origen estadounidense asentada en la costa de
la península, núcleos de población de origen chino, italiano, japonés y ruso, así como un com-
ponente mayoritario de población mestiza de distintas regiones del país y una reciente población
indígena mígrate con un crecimiento vertiginoso durante las dos ultimas décadas”.
15
Anuncios de productos médicos yuxtapuestos a la venta de sexo fácil (Farmacias Interna-
cional/Aquí Sexy Girls); calles con doble nombre o calles sin nombre o con nombres mal escritos
(Jonh Kennedy); venta de mayoreo/menudeo, tiendas mini súper, etc.
16
Muchos bares en los últimos años se han transformado en farmacias, donde se vende me-
dicina sin receta a los gringos, lo cual parece más remunerativo que darles alcohol. Gisela Váz-
quez habla de Tijuana como la ‘farmacia más grande del mundo’, “sus 1400 droguerías contras-
tan con el centenar de boticas en San Diego. Por cada bar o night club de la Revu hay dos o tres
boticas” (2003:200).

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La nostalgia de Tijuana es la de una una tendencia opuesta: constituir nue-


ciudad que vive su presente buscando vos ghettos pero de elite porque los po-
justificación en un pasado que sea po- bres invaden y se apropian de los cen-
sibilidad de proyección hacia el futu- tros de las ciudades. Pero hay algo más
ro. En este sentido está por-todas-partes en los enclaves tijuanenses, se trata de
(sprawl), no solamente en una lógica la aplicación de otra ironía local a esta
espacial sino también temporal: “Cities tendencia más general: los excluidos
should act like chips: do more and more que excluyen a su vez. Si no se puede
in less space” (Gausa, Guallart, Et. Al. acceder a la riqueza estadounidense de
2003:556), ésta parecera ser la ley de manera más directa se intenta reprodu-
la Nueva Tijuana en la cual el peligro cirla aquí a través de la imitación de ese
de la claustrofobia física y existencial mismo elitismo pero re-localizado en el
dado por la compresión del espacio es cual se imitan las casas en estilo califor-
exponencial17. La tendencia opuesta es niano que son a su vez una imitación
la de la gated community al estilo La de las casas coloniales mexicanas.
Perla en Playas de Tijuana (delegación En Tijuana yo aplicaría el rechazo
que se encuentra en la periferia oeste de Nietzsche por la búsqueda de un
de Tijuana), que es un espacio cerrado origen18, por eso creo que Tijuana nun-
habitado por una clase medio-alta que ca es Tijuana sino miles de ella, porque
se vive como libre exactamente porque en el origen se busca obsesivamente
está cerrado, aislado de la dinámica co- una esencia, una posibilidad pura, una
rrosiva de la ciudad, de sus peligros y su identidad homogénea, una forma inmó-
caos. Esos espacios están difundiéndose vil, se busca lo mismo, no lo diferente
siempre más en las Américas. Son como y Tijuana es juego continuo de diversi-
huecos raros en un mapa heterogéneo, dades, de verdades simuladas y no, de
raros por su búsqueda de homogenei- conflictos y recomposiciones, una mira-
dad tranquilizante, posiblemente blan- da que quizás por ser tan situada, sabe
ca y de dinero. Si antes los ghettos eran mejor por donde mira.
en la periferia y estaban constituidos de Las ciudades, a pesar de sus encla-
las etnicidades subalternas y las clases ves, son patchworks, planktons, con-
pobres, hoy en muchas metrópolis hay flictos, tensiones, pacificaciones tem-

17
La nueva Tijuana se extiende paralelamente a la Tijuana conocida hacia el este de la ciudad
y es notable por su concentración de casas prácticamente idénticas entre ellas amontonadas una
con la otra y casas auto construidas. La mayoría de sus residentes son trabajadores de las maqui-
ladoras. Según el periódico tijuanense Zeta y el Ayuntamiento de Tijuana, la Nueva Tijuana crece
2 hectáreas por día.
18
Aun una fecha de ‘inicio urbano’ existe históricamente: el 1889, cuando se trazó el primer
plano urbano de la ciudad, lo que corresponde a la zona centro de Tj. Un área central pero pe-
gada a la frontera. Desde este plano urbano, con calles perpendiculares, verticales, horizontales y
diagonales, se perdió ‘el control del plan con el tiempo y una urbanización casual emergió’ de la
necesidad de construir uno mismo su casa en lugar de insertarla en un proyecto.

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porales, estabilidades imposibles, mo- de algo porque en el fondo ejerce una


bilidad, heterogeneidad, intercambios, atracción sobre nosotros que no pode-
atractivos, todo eso y mucho más para mos evitar; porque Tijuana es fea, como
llegar a una armonia arítmica hecha de dicen las mayorías que la viven, pero es
la suma de todos los fragmentos signi- con ella que se acaba bailando (Peral-
ficantes que tratamos y todos los que ta 2003). Como el poder nunca es so-
no tratamos en este artículo. La ciudad lamente represión (los marxistas no lo
organizada y ordenada del renacimien- habían entendido, Foucault sí19), porque
to deja el paso a Tijuana, a este cuer- un sutil placer casi inevitablemente lo
po deformado y atractivo de metrópolis acompaña, así la caracterización casi
irregular que nos cuenta dos verdades siempre negativa de algo conlleva una
parciales: atracción implícita. Por eso dudo de los
I) Parece posible amarla sobre todo estadounidenses que detestan a Tijuana
despreciándola, hablando de ella con aun fantaseándola como la ciudad toda
la misma intensidad que era en la re- tequila sexo y marihuana, así como
presentación que Baudelaire hacía de dudo de los tijuanenses que detestan a
Paris. Es decir, con ese típico rechazo San Diego aún consumiéndola de una
denso de atracción que nos da la im- forma u otra20.
pureza cuando nos resulta perturbante II) Tijuana no es Tijuana y lo sabe.
(Freud) y que nos empuja a hablar mal Esta su arma: la versatilidad.

19
Foucault, en la Microfísica del Poder explica: “quel che fa si che il potere regga, che lo si
accetti, ebbene, e’ semplicemente che non pesa solo come una potenza che dice no, ma che nei
fatti attraversa I corpi, produce delle cose, induce del piacere, forma del sapere, produce discorsi;
bisogna considerarlo come una rete produttiva che passa attraverso tutto il corpo sociale, molto piu’
che come un’istanza negativa che avrebbe per funzione di reprimere” (1977:13).
20
A este propósito es interesante indicar que los mexicanos que viajan a Estados Unidos no lo
hacen solamente por trabajo (24%), sino también por consumo (42%) (Bringas, González 2003).

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110
NÚM. 14, JUNY, 06

REALISMO MEDIOAMBIENTAL:
DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA1

RAYMOND MURPHY
DEPARTAMENTO DE SOCIOLOGÍA
UNIVERSIDAD DE OTTAWA

R E S U M E N

EL PRESENTE ARTÍCULO EVALÚA LA TEORÍA CORNUCOPIANA DEL DOMINIO DE LA NA-


TURALEZA PLÁSTICA. IDENTIFICA SERIAS DEFICIENCIAS, ESPECIALMENTE LA COMPLACIEN-
TE FE DE DICHA TEORÍA EN LA RACIONALIDAD ECONÓMICA Y LA SUBESTIMACIÓN DE
LA CAPACIDAD DE LA NATURALEZA PARA CAUSAR PERTURBACIONES EMERGENTES IMPRE-
VISTAS. LAS CONCLUSIONES SOBRE EL ESTADO REAL DEL MUNDO Y LAS EXPECTATIVAS
DE FUTURO REALISTAS NO SÓLO DEBEN TENER EN CUENTA LAS TENDENCIAS ACTUALES
SINO TAMBIÉN LOS HALLAZGOS DE LA INVESTIGACIÓN EN MATERIA DE DESASTRES Y DE
SOCIEDADES QUE SE HAN DERRUMBADO. EXTRAER ENSEÑANZAS DEL ANÁLISIS DE ESAS
DISCONTINUIDADES Y PUNTOS DE RUPTURA AYUDARÁ A EVITAR PRESUNCIONES TRAN-
QUILIZADORAS SIMPLISTAS BASADAS EN LA EXTRAPOLACIÓN DEL BIENESTAR ACTUAL DE
LAS SOCIEDADES RICAS A UN FUTURO LEJANO. ES NECESARIO UN REALISMO MÁS PRO-
FUNDO QUE HAYA APRENDIDO A PREDECIR LO IMPREDECIBLE DE LA NATURALEZA. ESA
ES LA PERSPECTIVA REALISTA CRÍTICA DE INVESTIGACIÓN DE LAS SEÑALES DE LA NATURA-
LEZA DESARROLLADA EN ESTE ARTÍCULO. LA INVESTIGACIÓN SOBRE UNA TORMENTA DE
HIELO IMPREVISTA QUE PROVOCÓ EL DESASTRE MÁS CARO DE LA HISTORIA DE CANADÁ
VIENE A SUSTENTAR ESTOS ARGUMENTOS. ESA TORMENTA DE HIELO, PARADÓJICAMENTE
PRODUCIDA POR UN CALENTAMIENTO INUSUAL, PODRÍA SER UN PRESAGIO DE LOS PE-
LIGROS QUE ACECHAN COMO CONSECUENCIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO GLOBAL.

En 1994 (Murphy 1994) defendí que tica y que puede ser controlada por la
los postulados dominantes en la rela- razón humana. Estos postulados han
ción entre los humanos y su entorno sido presentados como realistas por
natural son que la naturaleza es plás- contraposición a los argumentos de los
1
Quisiera expresar mi gratitud al Consejo Canadiense de Investigación de Ciencias Sociales y
Humanidades por la beca recibida para esta investigación.

111
NÚM. 14, JUNY, 06
REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

medioambientalistas. No veo ninguna (1995b:642) argumenta que “dentro de


evidencia de que tales postulados sean un siglo o dos, todas las naciones y la
hoy menos dominantes en la sustenta- mayor parte de la humanidad disfruta-
ción de las prácticas sociales de lo que rán de unos niveles de vida iguales o
lo eran hace una década. En este artí- superiores a los estándares occidentales
culo evalúo esos postulados, esbozo la actuales”. La racionalidad nos lleva a la
base de un realismo más profundo e cornucopia o cuerno de la abundancia
informo brevemente sobre mi investiga- si asumimos que la naturaleza puede ser
ción acerca de un caso significativo de dominada, modelada y recombinada a
relaciones Hombre-Naturaleza. voluntad para satisfacer los crecientes
deseos de consumo. La economía, en
La Teoría del Dominio de la Naturale- el pasado denominada “ciencia funesta”
za Plástica por ‘enfriar’ aspiraciones al calcular el
La mayor riqueza de las sociedades coste de los proyectos, se ha convertido,
de mercado y la tecnología parecen in- en lo que al medio ambiente se refie-
cidir en la mejora de sus relaciones con re, en una ciencia eufórica que predice
el medio ambiente. Por ejemplo, el agua abundancia eterna para todos.
y el aire en ciudades de Europa y Nor- ¿Cómo se demuestra todo esto? Los
teamérica están ahora más limpios que economistas dicen que los precios nos
durante la revolución industrial. La teo- indican escasez o abundancia: los pre-
ría del dominio de la naturaleza plástica cios altos indican escasez mientras que
sostiene que no hay nada que temer por los precios bajos indican abundancia.
lo que respecta al agotamiento de recur- Desde el punto de vista empírico, se ha
sos, la contaminación y otros problemas producido un descenso del precio de
medioambientales: los descubrimientos las materias primas, por lo tanto éstas
futuros resolverán todos esos problemas. son más abundantes y no más escasas.
¿Por qué? Porque la razón humana es el Simon retó a los medioambientalistas
recurso último (Simon 1981, 1996). Por a que apostasen mil dólares sobre el
ejemplo, el aceite usado ha pasado de precio de cualquier serie de 5 materias
ser un mero liquido inútil y pegajoso a primas para el periodo de tiempo que
ser transformado por la razón en fuente quisieran. El medioambientalista Ehrlich
de energía. La escasez se ha convertido (Ehrlich y Ehrlich 1998:100-104) acep-
en algo obsoleto: cuando un recurso es- tó la apuesta, eligió los recursos (cro-
casea, la razón es capaz de sustituirlo mo, cobre, níquel, estaño y tungsteno)
transformando alguna otra cosa, evitan- y estableció un periodo de tiempo, pero
do así el problema del agotamiento de perdió la apuesta cuando los precios ba-
los recursos. El crecimiento económico jaron tal como había predicho Simon.
ilimitado es posible si asumimos la po- Simon concluyó de este hecho que los
sibilidad de una sustitución infinita de recursos son cada vez más abundantes
los recursos. Así, el economista Simon y no más escasos.
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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

Parece que hayamos conseguido do- raleza y de la animalidad y asciende a


minar todas las especies: por ejemplo, la esfera de la cultura y la razón (Ferry
los leones más feroces nada pueden 1992a, 1992b). El único peligro de esta
contra las armas de fuego de los hu- teoría es la escasez de racionalidad si
manos; las granjas industriales permiten las ideologías anti-mercado y anti-tec-
al ser humano reorganizar las vidas de nología van ganando relevancia.
pollos y cerdos para producir el máxi- La teoría aquí mencionada ha sido
mo de carne al mínimo coste; la espe- el “estribillo” de las sociedades ricas,
cie humana puede ahora recombinar con pequeñas variaciones sobre el mis-
los genes de otras especies, clonarlos, mo tema propuestas por distintos auto-
etc. La Tierra ya no es un planeta sino res —normalmente economistas, ana-
una nave espacial gobernada por seres listas de mercado y filósofos en vez
humanos en misión de control (Fuller de científicos— en diferentes momen-
1971). Se ha producido una transfor- tos (Kahn y Wiener 1967; Clark 1970;
mación fundamental: la evolución de Maddox 1972; Hamilton 1973; Krieger
la naturaleza fue el punto de partida 1973; Beckerman 1974; Clark 1975;
del desarrollo pero ahora ha sido rem- Vayk 1978; Smith 1979; Simon 1981,
plazada por la intensificación de la ra- 1995a, 1995b,1996; Simon y Kahn
cionalidad. Los humanos fueron en el 1984; Soberg 1987; Ray y Guzzo 1990;
pasado una especie producida ecológi- Maduro y Schauerhammer 1992; Bailey
camente pero ahora se han convertido 1993; Ray y Guzzo 1993; Easterbrook
en controladores activos de su destino 1995; Beckerman 1995; Simon 1997;
(Christian 1981). Los humanos han des- Huber 1999). La mayor parte de la po-
cubierto el cuadro de mandos del cam- blación es más o menos consciente de
bio. La razón les permite escapar de las los diferentes componentes de esta teo-
coacciones de la naturaleza y recons- ría; de hecho, el presentador más popu-
truirla. “Todo lo que ha producido la lar de tertulias televisivas de los Estados
naturaleza y utilizamos —comida, pe- Unidos (Limbaugh 1992) la predica con
tróleo, diamantes— lo puede producir regularidad. Por su parte, los políticos
la especie humana y más rápidamente están más predispuestos a aceptar esta
que la naturaleza” (Simon 1995b:659). teoría cornucopiana que no el mensaje
Mientras que las acciones de las espe- contrario, que presenta el consumo en
cies no-humanas son predeterminadas las sociedades de la abundancia como
por instintos biológicos y éstas viven en insostenible y necesitado de conten-
mundos cerrados, los humanos tenemos ción. Los supuestos de la maleabilidad
una relación abierta con la naturaleza. de la naturaleza y su dominio por parte
Los humanos se producen a sí mismos. de la ciencia, el mercado y la organiza-
El progreso consiste en que el ser huma- ción racional tiene más de fe que cual-
no, como ser antinatural, se libera a sí quier fe religiosa. Y lo más importante:
mismo de las restricciones de la natu- las empresas, los estados y la mayor par-
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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

te de la población actúan como si esa mático (Lomborg:324): “esto ha ocu-


teoría fuese la base de sus prácticas so- rrido casi automáticamente, como ha
ciales. A pesar de las ocasionales irrup- sucedido con el crecimiento continuo
ciones ecologistas en el terreno políti- de la riqueza económica. Nos hemos
co (creación del Día de la Tierra, etc.), enriquecido progresivamente debido
la política ecologista nunca ha sido el sobre todo a nuestra organización fun-
paradigma dominante de las prácticas damental como economía de mercado”
sociales, en contra de las premisas de (Lomborg 2001:351). Lomborg (Lom-
Bluehdorn (1997). borg 2001:348-350) sostiene que el
Uno de los principales defensores principio de precaución tiene que ser
actuales de la teoría que sostiene que estrictamente circunscrito para que el
la naturaleza es plástica y puede ser do- mercado pueda generar riqueza.
minada es el europeo Bjorn Lomborg Lomborg admite que su teoría es
(2001:281), que afirma que “incluso totalmente antropocéntrica, enfocada
en el más pesimista de los escenarios, únicamente a los deseos de la especie
al finalizar el siglo el ciudadano me- humana, y que no tiene en cuenta las
dio de los países en vías de desarro- necesidades de otras especies. Un “su-
llo dispondrá de un bienestar al menos puesto central en mi argumento: [es]
comparable al actual en el mundo de- que las necesidades y deseos de la es-
sarrollado, y en cualquier otro escena- pecie humana representan el quid de
rio, será mucho más rico”. Los países nuestra evaluación del estado del mun-
ricos disponen de recursos para prote- do. … Si optamos por dejar que un bos-
ger a sus ciudadanos, por lo tanto no que permanezca en su estado original,
hay por qué preocuparse si, por ejem- será una gran ventaja para cualquier
plo, el nivel del mar se eleva como re- animal pero una oportunidad perdida
sultado del cambio climático. “Parece para el hombre en cuanto al aprovecha-
pues que los países ricos (lo serán casi miento de la madera y al cultivo de ali-
todos a finales de este siglo) protegerán mentos” (Lomborg 2001:11-12).
a sus ciudadanos a tan bajo coste que
prácticamente nadie estará expuesto a Una evaluación
las inundaciones marítimas anuales” “Cualquier exponente extrapolado
(Lomborg 2001:290). Lomborg afirma en la medida suficiente apunta al de-
que los problemas medioambientales sastre” Segunda ley de Moore2
serán mejor resueltos por la Organiza- Resultaría tranquilizador poder de-
ción Mundial de Comercio que por el positar nuestra fe en esta optimista teo-
Comité Internacional de Control Cli- ría pero ¿es defendible? Los cornuco-

2
Gordon Moore, cofundador de la Compañía Intel, propuso su Segunda Ley como limitación
física a su Primera Ley, que predecía que el número de transistores que podrían ser instalados en
un chip se multiplicaría por dos cada seis meses.

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pianos basan su análisis en series tem- 2005) predicen que la producción de


porales, comparando la situación actual petróleo está llegando a su límite. Nue-
con otras anteriores y prediciendo el vas extracciones y mayor producción
futuro a través de la extrapolación de implicarán mayores dificultades técnicas
tendencias. Aunque todos sus análisis y más contaminación (alquitranes, es-
estadísticos careciesen de sesgo y fue- quisto) y serán más caras. La oferta está
sen precisos, la extrapolación de las ten- tocando techo a la vez que aumenta la
dencias presentes constituye un medio demanda, no sólo de los países ricos
muy poco fiable de predecir el futuro: sino también de grandes países en de-
mucho menos consistente, en cualquier sarrollo, como China, India, Brasil, etc.
ciencia, que la comprensión de las fuer- La era del petróleo barato está tocando
zas en juego. Los desastres y la caída de a su fin. Según la lógica de Lomborg,
las sociedades nos lo indican claramen- el aumento del precio implica que este
te. Por ejemplo, una serie temporal que recurso central de la economía se está
se detenga el 25 de Diciembre 2004 agotando, sin embargo el mercado ha
nos llevaría a pensar que no hay tsuna- resultado ser notablemente lento en su
mis importantes en el Océano Índico y reacción y en el desarrollo de fuentes
que, por tanto, no sería racional desde alternativas de energía renovable. En
el punto de vista económico gastar di- su apuesta con Simon, Ehlrich tuvo la
nero en un sistema de detección. Pero mala suerte de apostar por el periodo
vino el tsunami del 26 de Diciembre de de tiempo equivocado y por recursos
2004 y mató a 280.000 personas. Las que no eran tan cruciales como el pe-
sociedades tardan siglos en derrumbarse tróleo. Además, los precios de mercado
ecológicamente (Diamond 2005), espe- infravaloran sistemáticamente los cos-
cialmente si explotan los recursos y co- tes, ya que no incluyen el coste de la
lapsan los sumideros de todo el plane- salud de las personas, del hábitat, etc.,
ta, pero los cornucopianos sólo ofrecen costes que son descartados por ser con-
extrapolaciones en décadas. siderados externalidades. Por ejemplo,
La serie temporal del precio del pe- Simon defiende la energía de la fisión
tróleo muestra que a pesar de las fluc- nuclear pero desestima sus peligros (re-
tuaciones, éste se mantuvo en torno a siduos radioactivos, accidentes y mili-
los 15 dólares/barril hasta 1997. Luego tarización).
experimentó una tendencia secular al Simon (1995b:586; 1995c) propuso
alta que lo ha llevado hasta los 55 dó- una segunda apuesta sobre el hecho de
lares/barril en el momento de redactar que cualquier medición del bienestar
este artículo (http://www.eia.doe.gov/ medioambiental y material en el mun-
emeu/cabs/chron.html). Muchos ana- do arrojaría mejora y nunca deterioro.
listas (Campbell 1997, Campbell y La- Ehlrich y Schneider ofrecieron a Simon
herrere 1998, Deffeyes 2001, Heinberg apostar 1000 dólares por tendencia so-
2003, Smil 2003, Roberts 2004, Clark bre quince mediciones concretas de
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bienestar entre 1994 y 2004, defen- fuentes de energía no renovable, de re-


diendo que empeorarían, por ejemplo: servas pesqueras, de capas superiores
las emisiones de gases de efecto inver- del suelo, de bosques, etc.)’ (Diamond
nadero en la atmósfera aumentarían, la 2005:509). Campbell (citado por Heind-
niebla de ozono en las capas bajas de berg 2003: xi) concluye que “los econo-
la atmósfera aumentaría, habría menos mistas pueden hacer gráficos de tenden-
tierra cultivable por persona y un me- cias sin problema pero son incapaces de
nor cultivo de arroz y trigo por perso- anticipar discontinuidades”.
na, disminuirían los bosques tropicales Actualmente la mena se refina cuan-
vírgenes y los bancos de pesca oceáni- do contiene un 0,4% de cobre mien-
cos, la calidad del esperma de los ma- tras que en 1880 se desechaba si no
chos se reduciría, aumentaría el número contenía al menos un 3% y, contraria-
de muertes por SIDA y la diferencia en mente a la interpretación de Lomborg
términos de riqueza entre el 10% más (2001:142-143) de que una mayor efi-
pobre y el más rico se intensificaría ciencia indica abundancia de recursos,
(Ehrlich y Ehrlich 1998:100-104). Simon este hecho demuestra i) la dificultad
rechazó la apuesta y solo aceptó como creciente de descubrir mena rica en co-
medidas la esperanza de vida, el tiempo bre, y ii) la capacidad creciente del ser
de ocio y el poder adquisitivo. humano de agotar la producción natu-
Existe un problema todavía más se- ral de cobre.
rio. La reducción de los precios indi- La suposición de que un mejor co-
ca un aumento de la oferta actual, tal nocimiento de las dinámicas de la na-
como argumenta la teoría mencionada, turaleza lleva a un mayor control sobre
pero es probable que incurra en enga- ésta es una simplificación más que du-
ñosas sobreestimaciones respecto de la dosa. Algunos tipos de conocimiento
oferta futura. Por ejemplo, las moder- no han producido control sobre la na-
nas tecnologías de pesca incrementaron turaleza, como por ejemplo la astrono-
las capturas de bacalao en los grandes mía o la meteorología. Por otra parte, la
Bancos de Terranova y mantuvieron los premisa de que un aumento del conoci-
precios bajos hasta que el pescado se miento reduce la ignorancia asume que
agotó, lo que produjo un conflicto entre la naturaleza es un sistema finito y ce-
Canadá y España. Un recurso puede ser rrado sin propiedades emergentes. Pero
barato y escaso, con precios que bajan la naturaleza es casi con total seguridad
hasta el momento en que el recurso des- un sistema infinito y abierto, con proce-
aparece si la curva de extrapolación no sos emergentes. Así pues, tenemos que
es continua y presenta puntos de rup- aceptar la idea nada intuitiva de que
tura. “La prosperidad de la que disfruta un aumento de los conocimientos so-
el Primer Mundo actualmente consiste bre la naturaleza no reduce la ignoran-
en gastarse su capital medioambien- cia de la misma. El conocimiento de la
tal hasta su agotamiento (su capital de naturaleza no excluye la ignorancia de
116
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la naturaleza. Con frecuencia, el desa- en la reconstrucción tecnológica de la


rrollo de los conocimientos científicos naturaleza debe ser atemperada recono-
revela nuevos rompecabezas y muestra ciendo que 1) “algunos de los sueños
que lo desconocido es más vasto de lo tecnológicos se cumplen y otros no”
previsto. Por eso los científicos socia- (Diamond 2005:504), 2) “la tecnología
les alemanes (Gross 2003) argumentan no suele regalar nada; existen nuevos
que el conocimiento científico adicio- costes [incluidos peligros] en los que
nal produce un “no-conocimiento” adi- incurren casi todos los avances tecno-
cional (“nichtwissen”): ahora sabemos lógicos” (Heinberg 2003:109), y 3) los
que ignoramos cosas de la naturaleza cambios de tecnología requieren largos
que nunca antes habíamos imaginado, tiempos de transición por razones téc-
como el cambio climático por ejemplo. nicas y sociales. Se han dedicado enor-
Además, las sorpresas de la naturaleza, mes recursos científicos y financieros a
especialmente aquellas que provocan la investigación contra el cáncer en el
desastres tecnológicos y naturales, evi- siglo XX , sin embargo moría más gente
dencian los límites de nuestro conoci- de cáncer a finales de ese siglo que a
miento y de nuestro control sobre la principios del mismo, y muchos de los
misma. El conocimiento actual es in- progresos en ese campo se debieron en
completo y un conocimiento parcial mayor medida a cambios en el estilo
conduce a prácticas sociales que aca- de vida (como el abandono del tabaco)
rrean nuevos peligros. La naturaleza re- en los que jugaron un papel crucial las
acciona a su manipulación devolviendo normativas gubernamentales. Asumir la
los golpes: por ejemplo, el abuso de los posibilidad de sustituir los recursos en
antibióticos ha producido la emergencia caso de necesidad a través de la mani-
de bacterias resistentes a éstos. pulación de los procesos naturales por
Por lo tanto, la teoría de que la natu- parte de la razón humana es un acto de
raleza es plástica y puede ser dominada fe que podemos permitirnos pero que
debería de ser sustituida por la idea de no se pueden permitir las sociedades
que las relaciones humanas con la na- que han sufrido un derrumbe ecológico.
turaleza pueden ser modificadas a través Oculta la autonomía de las construc-
de su manipulación tecnológica pero 1) ciones emergentes de la naturaleza, las
existen puntos de ruptura en esas rela- cuales chocan con las construcciones
ciones, como en el ejemplo del baca- sociales de los humanos.
lao, y 2) existen retrocesos, como en el La teoría cornucopiana niega la rea-
ejemplo de las bacterias resistentes a lidad de los problemas medioambien-
los antibióticos. tales y los presenta como temores in-
El mayor problema que presenta fundados socialmente construidos. Por
esta teoría es la asunción de que la na- ejemplo, Lomborg (2001:34-42) des-
turaleza pueda ser reconstruida por las cribe muchas de las preocupaciones
sociedades humanas a voluntad. La fe medioambientales i) de los científicos
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como estrategias retóricas para obte- cho más sólidas que la simple extrapola-
ner de los gobiernos becas de investi- ción de tendencias que ofrecen Simon,
gación, ii) de los periodistas como la Lomborg, etc.
utilización dramática de las malas no- Es cierto que parece haberse encon-
ticias para vender periódicos o atraer trado soluciones para la disminución de
telespectadores y iii) de las organiza- la capa de ozono, la lluvia ácida y algu-
ciones ecologistas como recursos para nos otros problemas medioambientales,
llenar sus arcas. pero éstas no han sido desarrolladas por
No es probable que la riqueza y el iniciativa de la industria química, del
crecimiento económico produzcan un acero, etc. sino a pesar de su oposición.
desarrollo sostenible debido a lo mucho Las soluciones se han ido descubriendo
que consumen y desechan los países in- a base de centrarse en esos problemas
dustriales: “En término medio, cada ciu- concretos y adoptando medidas para
dadano de los Estados Unidos, Europa resolverlos. Si bien los cornucopianos
Occidental y Japón consume 32 veces (Simon 1995a:21, 24-25) defienden
más recursos del tipo combustibles fó- que no son complacientes, que un fu-
siles y produce 32 veces más desechos turo mejor no se va a producir de for-
que los habitantes del Tercer Mundo ma automática y que la resolución de
(Diamond 2005:495). Si estos últimos problemas es parte integral de su teo-
adoptasen los niveles de vida de los an- ría, sus publicaciones descartan esos
teriores (por no mencionar los posibles problemas medioambientales concretos
aumentos de esos niveles y/o de la po- utilizando indicadores globales como el
blación), el impacto sobre el medio am- Producto Nacional Bruto o la esperanza
biente sería inmenso. “Aunque muchas de vida. Eso no tiene más sentido que
sustituciones de fuentes de energía y descartar el cáncer o el sida en tanto
medidas de conservación son posibles, que problemas porque la esperanza de
ninguna actualmente a la vista ofrece vida está aumentando. Contribuye a esa
la cantidad y la calidad necesarias para actitud complaciente ante las prácticas
sustituir los combustibles fósiles y para del business as usual y “la máquina a
cubrir los altos niveles de estructura y todo vapor” en lugar de poner el én-
procesos de nuestra civilización actual” fasis en los peligros previsibles y en la
(Odum y Odum 2001:169). Existe una necesidad de solucionar los problemas.
convicción de hecho según la cual este Es más, los estudios sobre desastres han
nivel de consumo y de producción de demostrado que se necesita ejercer un
residuos no podrá continuar si los países control regulador sobre el mercado y el
en vías de desarrollo empiezan a con- desarrollo para evitar que se “repitan los
sumir como los países desarrollados y desastres” (Platt 1999) y los “desastres
si éstos llegan a consumir todavía más. de diseño” (Mileti 1999).
La refutación de tal convicción reque- La tesis de Lomborg implica la uti-
riría de pruebas e interpretaciones mu- lización de tecnologías más eficientes,
118
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que produzcan más utilizando menos Conflictos de Valores, Monopolización,


recursos y ocasionando menos residuos Racionalidad e Irracionalidades Ecoló-
(menos contaminantes), así como el re- gicas
ciclaje, pero estas valiosas propuestas Lomborg (2001:291) argumenta que
están engarzadas en una teoría cornu- las fuerzas del mercado protegerán las
copiana que minimiza los problemas propiedades de gran valor económi-
de la contaminación y del agotamiento co, como Miami Beach en los Estados
de los recursos y que promueve la ex- Unidos, del calentamiento global: “con
tracción de materias primas. El aspec- unos cambios en el nivel del mar que se
to más atractivo del libro de Lomborg produzcan lentamente a lo largo del si-
(2001:287, 323) es su alegato en favor glo, la previsión económica racional se
de una mayor investigación sobre fuen- asegurará de que la protección sólo se
tes de energías renovables y de ayudas la puedan permitir aquellos activos que
financieras para los países en vías de en sí tengan mayor valor que el posible
desarrollo. Su argumento a favor de los coste de su protección, mientras que se
mecanismos de mercado podría, no evitará llegar a soluciones en las que los
obstante, resultar más convincente si las costes superen los beneficios”. Esto no
empresas del sector privado ofrecieran augura nada bueno en lo que respecta
ayuda financiera a los países en desa- al futuro de bienes con bajo valor de
rrollo e invirtieran en energías renova- mercado, por ejemplo en países pobres
bles. Por el contrario reclaman recortes como Bangla Desh.
de impuestos y más extracción de petró- Personalmente, creo que el argu-
leo y minerales de las reservas naturales. mento que se deriva del enfoque de
Lomborg (2001:308-309) asume que las Weber (1958:147, 328) sobre el con-
medidas para resolver los problemas flicto de valores es particularmente sig-
medioambientales son incompatibles nificativo. El valor de mercado no es
con una mayor investigación sobre las más que una medida del valor. Un ho-
energías renovables. Pero éstas pueden gar de Bangla Desh es igual de valio-
ser complementarias: por ejemplo, los so para la familia que lo habita que un
impuestos sobre el carbono pueden re- hotel en Miami Beach para su propie-
ducir la emisión de gases de efecto in- tario. El enfoque del conflicto de valo-
vernadero y contribuir a la financiación res es particularmente útil para analizar
de esa investigación, como defiende de la interacción economía-ecología. Algo
forma convincente Hawken (1993). Si considerado sin valor en términos eco-
hay que sacrificar algo, por qué no las nómicos puede ser considerado valioso
reducciones fiscales a los millonarios. en términos ecológicos, por ejemplo, el
estado inmaculado de un bosque. Por
otra parte, algo considerado valioso en
términos económicos puede ser nocivo
en términos ecológicos, por ejemplo un
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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

automóvil que consume mucho carbu- sin embargo, mal planteado. Utiliza la
rante. Las elecciones de los cornucopia- desigualdad para ocultar la desigualdad:
nos se basan en valores: “el coste total si los salarios de casi toda la población
de la gestión del calentamiento global de un país son bajos, esos salarios bajos
ad infinitum equivaldrá al aplazamien- pueden servir para comprar bienes loca-
to de la curva de crecimiento por un les a otras personas que también tienen
periodo inferior a un año. En otras pa- salarios bajos. El índice PPA oculta la
labras, tendríamos que esperar hasta el creciente globalización de artículos de
año 2051 para disfrutar de la prosperi- consumo a precio estándar (el america-
dad que podríamos disfrutar en 2050. no medio puede comprarse fácilmente
Y para entonces el ciudadano medio un Toyota, mientras el etíope medio no
del mundo será dos veces más rico de puede hacerlo) así como el papel cada
lo que es ahora” (Lomborg 2001: 323). vez más importante de los viajes y del
Los valores de Lomborg le conducen turismo internacionales (el americano
a mostrarse impaciente por maximizar medio ahorraría dinero yendo de vaca-
la riqueza un año antes, mientras que ciones a Etiopía mientras que el etíope
otros pueden dar más importancia a medio se arruinaría si veranease en los
prácticas que contribuyan a prevenir el EEUU). El índice Gini indica el efec-
calentamiento global. to acumulativo de todas las formas de
Los cornucopianos presentan una desigualdad; El índice PPA oculta mu-
reinterpretación de evidencias basada chas de sus dimensiones. La utilización
en sus valores. Por ejemplo, el Programa de uno u otro dependerá de los valores
de Desarrollo de las Naciones Unidas del investigador.
utiliza el coeficiente Gini para comparar El análisis del mercado de Weber no
el 20% de las naciones más ricas con era tan unilateralmente positivo como
el 20% de las más pobres en términos lo es el de los cornucopianos, que sólo
de Producto Nacional Bruto per cápita perciben un aumento de la riqueza y se
en dólares constantes. Concluye que la dedican a la apología del business as
desigualdad está aumentando, pasando usual. Weber se planteó la pregunta —
de una ratio de 30:1 en 1960 a una de riqueza ¿para quién?— y concluyó que
78:1 en 1994. Lomborg (2001:74-75) el mercado es un medio de monopoli-
rechaza esos resultados y remplaza el zación y exclusión, es decir, un proceso
coeficiente Gini por lo que él llama un de cierre social. “Aquellos monopolios
Índice de Paridad de Poder Adquisitivo … que se basan únicamente en el poder
(PPA). Éste mide lo que la gente pue- de la propiedad, reposan … en el muy
de comprar localmente (un estadouni- racionalmente calculado control de las
dense en USA, un etíope en Etiopía), y condiciones de mercado, las cuáles
le permite concluir que la desigualdad pueden, no obstante, permanecer for-
entre naciones ricas y pobres se ha re- malmente tan libres como siempre. …
ducido ligeramente. El índice PPA está, el monopolista racional-económico go-
120
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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

bierna el mercado” (Weber 1978:639). periodo histórico (Weber 1930; 181).


Aunque no dispongo de espacio sufi- Diamond (2005) documentó cómo la
ciente para desarrollarlo aquí, sugiero racionalidad instrumental de los valo-
que esta teoría Weberiana del cierre res (no sólo la irracionalidad), que no
social (Weber 1978; Parkin 1979; Mur- tuvo en cuenta las consecuencias eco-
phy 1988; Mackert 2004) podría con- lógicas a largo plazo, condujo al de-
tribuir a analizar la teoría cornucopia- rrumbe de las sociedades. De forma si-
na del dominio de la naturaleza plás- milar, las racionalidades de la compe-
tica i) como protección discursiva para tencia geopolítica entre naciones lleva
la monopolización de recursos a través a irracionalidades ecológicas. “Sencilla-
de las fuerzas de mercado por parte de mente no podemos optar por un retro-
humanos y de países ricos y poderosos ceso a un nivel económico inferior, al
ii) como promoción discursiva de la ex- menos no de forma racional. La com-
trema monopolización de recursos por petencia política entre iguales lleva a
los seres humanos en detrimento de una complejidad creciente y al consu-
otras especies (destrucción del hábitat, mo de recursos sin tener en cuenta los
granjas industriales, etc.). costes, humanos o ecológicos” (Tainter
Weber defiende que racionalización 1988:214). El fatalismo de esta cita es
e irracionalidad no se excluyen mutua- real sólo si la racionalidad está supra-
mente. Por el contrario, se produce un limitada (estrechamente restringida al
abrazo dialéctico entre ambas porque presente, a la acción unilateral y des-
se ha producido i) una intensificación carta lo ecológico). Algunos países han
de la racionalidad que ha conducido adoptado modos de vida prósperos que
a ii) la magnificación de la irraciona- ejercen menos presión sobre el planeta
lidad (Albrow 1987, 1990). Por ejem- que otros. Mediante acuerdos multilate-
plo, la racionalización económica pue- rales se podría alcanzar una decelera-
de producir irracionalidades ecológicas ción de los impactos ecológicos bene-
debido a consecuencias no deseadas y ficiosa para todas las naciones.
efectos perversos (Murphy 1994). El pro-
pio Weber propone un análisis de una Los Escépticos del Mercado hacen frente
consecuencia perversa cuando teoriza a los Medioambientalistas Escépticos
sobre cómo la ética protestante de no La teoría cornucopiana del dominio
consumir bienes materiales dio pie al de la naturaleza plástica es bastante di-
desarrollo del consumismo moderno: ferente de otras teorías preocupadas por
“desde que el ascetismo se propuso re- las relaciones entre mercado y medio
modelar el mundo y plasmar en él sus ambiente. Por ejemplo, la teoría del de-
ideales, los bienes materiales han adqui- sarrollo sostenible no asume que la ra-
rido un mayor y, finalmente, un inexora- cionalización económica del mercado
ble poder en la vida del hombre, hasta resuelva necesariamente los problemas
niveles desconocidos en cualquier otro medioambientales. “Para que el uso de
121
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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

energía de los países subdesarrollados tica por parte de los humanos. Llama la
alcance en 2025 el mismo nivel que el atención sobre la monopolización de
de los países industrializados habría que los recursos naturales por parte de la
multiplicar por cinco el uso global de especie humana, que excluye a otras
energía actual. El ecosistema planetario especies de los recursos que necesitan
no podría soportarlo, especialmente si para vivir destruyendo, por ejemplo, sus
el aumento se basara en combustibles hábitats. “También me preocupa lo que
fósiles no renovables” (Comisión Mun- está pasando con un millón de otras es-
dial sobre Medio Ambiente y Desarro- pecies del planeta que no tienen nada
llo 1987:14). Por lo tanto, los defensores que ver con la ecocatástrofe que se les
del desarrollo sostenible propugnan la ha venido encima” (Foreman 1991:40).
necesidad de una racionalización eco- Como consecuencia, la ecología pro-
lógica: evaluaciones de impacto medio- funda aconseja un nivel de vida infe-
ambiental, afrontar los problemas eco- rior para los humanos, es decir, la sus-
lógicos aunque resulte costoso e imple- titución del motor consumo-producción
mentar el principio de precaución que por una ética de la moderación: “debe-
los cornucopianos (Lomborg 2001:348- ríamos vivir con lo mínimo en vez de
350) pretenden circunscribir. ejercer el máximo impacto sobre las
La investigación Neomaltusiana otras especies y sobre el planeta en ge-
(Meadows et al. 1972; Meadows et al. neral (Devall y Sessions 1985:68).
2004; Ehlrich y Ehlrich 1998) expone
las limitaciones de la tecnología y de la Reivindicación del Realismo como Apo-
competencia económica en el merca- logía
do, argumentando que no controlan la Como indica el subtítulo del libro
naturaleza ni resuelven necesariamente de Lomborg (2001), éste pretende des-
los problemas medioambientales. Por el cribir “el estado real del mundo” y sos-
contrario, globalizan esos problemas en tiene que los ecologistas carecen de rea-
el espacio y los posponen en el tiempo. lismo. Se trata de una continuación de
Visto que el planeta es enorme pero fi- lo que Easterbrook (1992) llamaba “eco-
nito, una tecnología más eficiente en un rrealismo”. Justifica la creciente magni-
mercado competitivo ofrece la ilusión tud de las actividades humanas a través
de ampliar los límites planetarios pero de la fe en el dominio de la naturaleza
en realidad acelera nuestro avance ha- plástica y centrándose de manera opti-
cia esos límites a menos que se modere mista en los éxitos. La extrapolación de
el crecimiento (especialmente en térmi- las actuales tendencias del bienestar de
nos de consumo y de población). las sociedades ricas como predicciones
La ecología profunda constituye una tranquilizadoras y la negación de la rea-
crítica cultural del excesivo antropocen- lidad de los problemas medioambienta-
trismo que sustenta la teoría cornuco- les son utilizadas para promover políti-
piana del dominio de la naturaleza plás- cas antiecológicas. “El Presidente Bush
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de los Estados Unidos todavía no está realidad material y lo presentaron como


convencido de esta realidad [las activi- un simple miedo social construido para
dades humanas contribuyen al cambio promover los intereses de los ecologistas
climático global] y cree que necesita- (Singer 1989): de “paparruchas” y “ton-
mos más investigación. Los groenlande- terías” lo calificó Limbaugh (1992:154).
ses medievales tuvieron problemas simi- Después, conforme fueron surgiendo
lares al no reconocer que su clima se más pruebas científicas de que se tra-
estaba volviendo progresivamente más taba de un problema material real, los
frío, y a los Maya y los Anasazi les costó cornucopianos lo naturalizaron atribu-
darse cuenta que el suyo se estaba ha- yéndolo a los volcanes (Ray y Guzzo
ciendo más seco” (Diamond 2005:425). 1993:34, Limbaugh 1992:156-157), lo
Como resultado, las tres sociedades que también sería refutado científica-
mencionadas se derrumbaron. Los de- mente más adelante. Los mismos gru-
sastres suelen ocurrir cuando existen ex- pos que antes habían reducido la dis-
pectativas tranquilizadoras basadas en minución de la capa de ozono a la ca-
tendencias temporales que resultan en- tegoría de construcción social ficticia,
gañosas (Turner 1978, Vaughan 1996). la naturalizan en una inversión retórica
Las dinámicas naturales —que se creen cuando la primera interpretación resul-
controladas por la tecnología— en oca- ta ya insostenible. Finalmente, cuando
siones se liberan de sus riendas y des- aparecen más pruebas definitivas de
encadenan perturbaciones naturales que que la reducción de la capa de ozo-
llegan a superar las construcciones so- no es real y de que se produce a con-
ciales vulnerables (Oliver-Smith 1998). secuencia de las actividades humanas,
Las prácticas humanas que se suman a algunos se retractan (ver Taubes 1993).
la temeridad ecológica sufren el casti- En la actualidad asistimos a una evolu-
go de las dinámicas de la naturaleza. ción similar respecto del calentamien-
Los cornucopianos pueden tener razón to global. Los cornucopianos descarta-
pero si no la tienen las consecuencias ron primero su realidad alegando que
pueden ser catastróficas e irreversibles. “sólo puede existir en las simulaciones
Como dice Schneider (1997), se trata informáticas” (Ray y Guzzo 1993:27).
de una “apuesta planetaria que no po- Pero a medida que se han ido acumu-
demos permitirnos perder”. En lugar de lando pruebas de que las simulaciones
reconocer los problemas medioambien- capturan en realidad un referente real
tales y de gestionarlos, Lomborg y otros y material y no una construcción social
cornucopianos dejan que su optimismo ficticia, los cornucopianos han modifi-
enmascare los síntomas del peligro. cando su posición y absuelto a las ac-
La evolución del debate sobre la re- tividades humanas alegando que el ca-
ducción de la capa de ozono es reve- lentamiento es resultado de la dinámica
ladora. Los cornucopianos socializaron natural (ciclos solares, cambio de órbita
primero el peligro, es decir, negaron su de la Tierra, etc.).
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La teoría del dominio de la natu- en sus consecuencias” (Thomas y Tho-


raleza plástica se combina con otro mas 1928:572). Esta premisa se utiliza
supuesto de los economistas, a saber, a veces para rechazar la importancia de
que el crecimiento es necesario para la realidad del peligro, restringir el aná-
la prosperidad. Los ecologistas han de- lisis del riesgo y de la naturaleza para
mostrado la capacidad de destrucción poder disertar sobre los mismos, y para
medioambiental de ese supuesto y po- sustraer del análisis las dinámicas natu-
nen en cuestión la hipótesis según la rales. Pero los falsos miedos no suelen
cual la prosperidad requiere crecimien- presentar la misma gravedad que los
to: “precedentes de sistemas ecológicos riesgos reales cuando éstos se miden
sugieren que la sociedad global puede en términos de víctimas mortales, daños
dar un giro y descender prósperamente, materiales o duración de la desorgani-
reduciendo sus activos, su población y zación: compárense las consecuencias
su bagaje no esencial, permaneciendo del programa de radio de Orson We-
en equilibrio con el sistema medioam- lles La Guerra de los Mundos en 1938,
biental en el que se sustenta” (Odum y que anunciaba una invasión de criatu-
Odum 2001:3-5). ras extraterrestres en los EEUU, con las
consecuencias del huracán Andrew en
¿Ha de Rechazarse el Realismo? Florida en 1992. En el primer caso, el
Sería un error reaccionar ante la pánico moral no causó víctimas mor-
debilidad de las reivindicaciones cor- tales ni daños materiales y se volvió al
nucopianas de realismo rechazando orden rápidamente. El segundo acon-
cualquier análisis realista. Las debilida- tecimiento mató a 26 personas directa-
des concretas de la teoría cornucopiana mente y a otras 39 de manera indirecta,
y su falta de sentido crítico indican la destruyó 26.000 hogares, causó daños
necesidad de un realismo más profundo por más de 25.000 millones de dólares
—un realismo crítico— y no sólo una y llevó a la quiebra a cinco compañías
defensa del realismo que contribuya a de seguros (Rappaport 1993). Las falsas
la apología del status quo. El análisis alarmas y los pseudo-riesgos dan lugar
cornucopiano no es lo suficientemente a situaciones embarazosas pero no son
realista ya que no reconoce el carác- catástrofes. La realidad o falsedad de las
ter autónomo e incontrolado de mu- afirmaciones de seguridad o de peligro
chas dinámicas naturales, las sorpresas queda revelada con el paso del tiempo
que implican y los errores de previsión (por las dinámicas de la naturaleza en
a veces implícitos en las estimaciones los casos aquí examinados). El riesgo
socialmente construidas en materia de permanece a veces imperceptible has-
seguridad y riesgo. ta que ocurre la destrucción biofísica,
Los Thomas sugirieron hace muchos como en el caso del reciente tsunami
años que si “el hombre define una si- del Océano Índico, con consecuencias
tuación como crisis, esta será una crisis catastróficas y duraderas. Otras veces se
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produce una falsa afirmación de riesgo, de ozono como algo ficticio o natural
por ejemplo la del efecto 2000, que no se convierte en algo no plausible a pe-
tuvo consecuencias relevantes ni pro- sar de los recursos científicos y de mer-
longadas. La seguridad o el riesgo rea- cadotecnia de la industria de los CFCs,
les y el discurso (a veces erróneo) sobre en el momento en que aparecen prue-
seguridad o riesgo difieren en su natura- bas que confirman esa reducción y el
leza. Comprenderlo requiere que esa di- papel de los CFC en la misma.
ferencia sea captada por la teoría social, Sayer (1977:468) sostenía: “no tene-
que tiene que llevar a un primer plano mos más alternativa que intentar evaluar
en vez de ocultarla la diferencia existen- la adecuación práctica relativa u obje-
te entre creencias de seguridad o riesgo tividad de las diferentes construcciones
y sus referentes materiales, y luego ana- sociales”. Tenemos que integrar el me-
lizar las relaciones entre ambos. jor conocimiento disponible —cientí-
A veces se dice que los productos fico y lego— sobre las dinámicas de
sociales se deciden en base a estrate- la naturaleza, reconociendo su falibi-
gias de “contextualización” retórica, lidad. El realismo examina “el modo
y en cierta medida es cierto. No obs- en que el orden social es integrado y
tante, la vida social de los seres huma- condicionado por el orden natural del
nos integrados en un entorno biofísico que emerge y sobre el que a su vez ac-
implica algo más que juegos retóricos, túa (Bhaskar 1989:173-40). Para enten-
por muy importantes que éstos sean. Es der las causas generativas subyacentes
necesario analizar la contextualización de nuestro discurso ecológico, Benton
de manera más profunda, preguntán- (2001a, 2001b), Dickens (2001, 2003,
dose por qué un contexto determinado 2004), Rosa (1998) y García (2004) han
es tildado de convincente mientras otro demostrado la importancia de estudiar
no, y por qué una estrategia de contex- la interacción entre cultura y naturale-
tualización tiene éxito en un momento za, y de desarrollar conceptos para el
dado pero falla en otro. Esto se debe estudio de la línea divisoria cultura/na-
en parte a las contingencias sociocul- turaleza.
turales pero también a las biofísicas. Existen límites más allá de los cua-
Por ejemplo, los marcos retóricos que les la naturaleza no puede ser mode-
sugirieron de forma plausible la segu- lada por la racionalidad humana. Las
ridad en la NASA fallaron estrepitosa- mismas tecnologías que proporcionan
mente con la explosión del Challenger: beneficios también comportan peligros
“En la NASA, la crisis que precipitó una (energía nuclear, organismos genética-
transformación de la visión del mundo mente modificados). Por lo tanto, el ob-
y produjo un cambio de paradigma no jetivo de dominar la naturaleza plástica
fue la teleconferencia sino el Desastre necesita ser sustituido por un objetivo
del Challenger” (Vaughan 1996:402). más matizado de equilibrio entre las ac-
Contextualizar la reducción de la capa ciones humanas y las dinámicas autó-
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nomas de la naturaleza. Hay sociedades tamente dominadas por la tecnología


que se han hundido por haber causado que no obstante pueden escapar a su
el agotamiento y la contaminación del control. La naturaleza sigue siendo el
ecosistema que las sustentaba. En lugar Otro autónomo de las sociedades: ni
de la peligrosa teoría cornucopiana de dominada ni socialmente construida.
la máquina a todo vapor o del catastro- Sólo el discurso acerca de la naturaleza
fismo fatalista, la sostenibilidad puede y las prácticas sociales asociadas a éste
alcanzarse aprendiendo de las decisio- son socialmente construidos. A medida
nes que adoptan las sociedades y que que las sociedades se expanden en tér-
las llevan al fracaso o al éxito: “Las so- minos geográficos, demográficos y tec-
ciedades que acabaron derrumbándose nológicos, las dinámicas de ese Otro
eran (como la Maya) de las más creati- son interiorizadas de manera creciente
vas y (por un tiempo) avanzadas y exi- en las sociedades en vez de permanecer
tosas de su época, y no estúpidas y pri- fuera de las sociedades en la naturaleza
mitivas” (Diamond 2005:10). prístina (Murphy 2002a). La naturaleza
ya no es el Otro de las sociedades en
Hacia un Realismo Más Profundo el sentido de estar separada de ellas y
Es cierto que la naturaleza prístina “fuera” de ellas sino que es el Otro en
y no intervenida por los seres humanos el sentido en que mantiene su carácter
está llegando a su fin en este pequeño autónomo y de no ‘amaestrada’ que re-
fragmento de la naturaleza que consti- petitivamente elude su reconstrucción
tuye la biosfera de nuestro planeta. Tam- social. Las dinámicas de la naturaleza
bién es cierto que las microdinámicas constituyen el contexto y las contingen-
de la naturaleza están siendo manipu- cias materiales que influyen en la cons-
ladas por las tecnologías humanas y trucción social de prácticas y discursos.
que sus macrodinámicas están viéndose Así, Latour (2000) está en lo cierto cuan-
afectadas por las actividades de los hu- do concibe híbridos co-construidos por
manos. No obstante, en ambos casos la humanos y no humanos y nos recuerda
naturaleza mantiene su potencial y au- que “los golpes se devuelven”.
tonomía reales, produciendo desastres La naturaleza primaria puede ser na-
tecnológicos y naturales y derrumbando turogénica o antropogénica. Naturogé-
sociedades. Por eso he sugerido (Mur- nica se refiere a las dinámicas de la na-
phy 2002b, 2004) el concepto de “na- turaleza que han ocurrido y continúan
turaleza primaria”, que pone de relieve ocurriendo sin verse afectadas de forma
las fuerzas de la naturaleza con las que significativa por las acciones humanas.
las sociedades continúan interactuando Por ejemplo, los terremotos y los volca-
una vez suprimida la naturaleza prísti- nes han existido antes y después de la
na. También he sugerido el concepto de aparición del ser humano sobre el pla-
“naturaleza recombinante” para señalar neta. Y éstos afectan de forma significati-
las dinámicas de la naturaleza supues- va a la vida social de los seres humanos.
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El término antropogénico hace referen- el relativismo. No basta con examinar


cia a las dinámicas de la naturaleza pri- el riesgo en términos de percepción de
maria tal y como han sido modificadas peligros. Los riesgos no percibidos de-
o desencadenadas, con frecuencia de ben ser incluidos también en el análisis,
forma inadvertida, por las actividades ya que los desastres suelen implicar fal-
humanas. El aumento del nivel del mar sas expectativas (Turner 1978) y errores
y la creciente frecuencia de fenómenos (Vaughan 1996) en lo que a las energías
climáticos extremos anticipada por los de la naturaleza se refiere. Dirigiéndo-
meteorólogos (IPCC 2001) son ejem- se a un público de científicos en Three
plos de cómo las actividades humanas Mile Island
Island, Perrow (1984:75) afirmaba
están provocando un cambio climático “hemos actuado en el ámbito de nues-
global. Este desbordamiento social de la tros propios diseños de un mundo que
naturaleza en un sentido material debe esperábamos que existiera pero el mun-
distinguirse de la construcción social de do era diferente”. El riesgo puede no ser
representaciones de la naturaleza. Las percibido porque las herramientas ana-
construcciones de la naturaleza prima- líticas para percibirlo no han sido desa-
ria pueden ser todavía naturogénicas, rrolladas todavía (Rosa 1998) o porque
como lo fueron antes de la evolución las contingencias socioculturales llevan
de los humanos, pero actualmente son a “fallos de previsión” (Turner 1978).
cada vez más antropogénicas. Las evi- Diamond (2005) documentó que las
dencias meteorológicas en el caso del sociedades que sufrieron colapso eco-
cambio climático son, sin embargo, sólo lógico no fueron capaces de anticipar
sugestivas y no definitivas. La línea di- los problemas medioambientales antes
visoria entre la naturaleza primaria na- de que éstos ocurriesen, o no los supie-
turogénica y la antropogénica es un te- ron percibir en el momento en el que se
rreno políticamente reñido. estaban produciendo, o no fueron capa-
Sayer (2001:969) dice que “el moti- ces de resolverlos cuando los percibie-
vo más convincente para aceptar la pre- ron, o lo intentaron pero fracasaron en
misa realista básica de la independencia su solución, o todo eso junto.
u otredad del mundo es la experiencia El realismo tiende puentes en la lí-
que se deriva de cometer errores, ver nea divisoria cultura/naturaleza inclu-
frustradas nuestras expectativas y cho- yendo en el análisis en vez de omitir i)
car con la realidad de forma imprevista las distintas consecuencias materiales
—en otras palabras, la experiencia de de conceptos y prácticas diferentes, ii)
la falsificación”. Los conceptos y creen- la adecuación o inadecuación de las
cias, incluidas las científicas, son so- creencias socialmente construidas re-
cialmente construidas y refutadas. Pero lativas a las dinámicas naturales —una
además son falibles, y algunas son más relación que conduce a consecuencias
falsas que otras. El realismo evita la falsa distintas, y iii) las contingencias bio-
ecuación de conceptos, es decir, evita físicas y también socioculturales que
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inducen construcciones sociales parti- que conducen así al desarrollo de teo-


culares. Las dinámicas naturales en el rías científicas más profundas, a nuevas
cuerpo humano y en el ecosistema in- tecnologías y a la recomposición resul-
fluencian las prácticas y las creencias tante de la sociedad a otro nivel. Estas
humanas. El realismo examina a los señales consisten en descubrimientos
humanos como seres que forman parte que producen una toma de concien-
de la biosfera natural. cia de las dinámicas naturales antes de
que éstas sean visibles, por ejemplo en
¿Cómo Afectan las Construcciones Na- el caso de las previsiones meteorológi-
turales a las Creencias? cas. Imaginativas mediciones científi-
Es fácil comprender cómo afectan cas hicieron visible la disminución de
a nivel material a los humanos y a sus la capa de ozono, incitando a la cons-
construcciones las dinámicas natura- trucción social del Protocolo de Mon-
les. Pero ¿cómo afectan las dinámicas treal (Grundmann 2001).
naturales a los conceptos y creencias Existen también otros dos tipos de
socialmente construidos? y ¿cómo se señales producidas por las dinámicas
crean las co-construcciones por parte naturales que nos afectan a todos y que
de humanos y no humanos? En otro lu- pueden superponerse a las señales cien-
gar (Murphy 2004) he sugerido que los tíficas. Uno de ellos es el de las seña-
actantes naturales producen consecuen- les extremas que se producen a través
cias materiales para los humanos, equi- de dinámicas naturales excepcionales.
valentes a “señales” que pueden incitar Provocan desastres naturales o tecnoló-
a la construcción social de interpreta- gicos si las sociedades son vulnerables,
ciones, conceptos y prácticas por parte y su observación y/o experiencia pue-
de agentes humanos intencionales. El den incitar a una modificación de con-
concepto de “señal” es particularmente ceptos y prácticas. Las señales extremas
útil a la hora de intentar trascender la de desastre son tan visibles que cons-
divisoria cultura/naturaleza porque cap- tituyen una contingencia material críti-
tura la influencia de las construcciones ca en el “fin de las controversias, la no
naturales sobre el discurso y las prácti- negociabilidad de los hechos” (Callon
cas humanas sin implicar que la natu- y Latour 1992:355) y en la emergencia
raleza las determine, dejando lugar para de nuevas controversias.
la mediación de la cultura y del poder. El tercer tipo de señal puede pasar
Las señales pueden ser clasificadas en inadvertido, pues resulta tan omnipre-
tres tipos diferentes. sente para los humanos incorporados en
Las señales científicas sobre el dis- los procesos naturales que su concien-
curso y las prácticas, que se derivan de cia podría compararse a la de nuestra
experimentos ingenuos y de medicio- propia respiración. Estas señales cotidia-
nes que permiten a la naturaleza obje- nas consisten en triviales observaciones
tar sobre lo que se ha dicho de ella y y experiencias de las dinámicas rutina-
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rias de la naturaleza por parte de los provocado por la actividad humana está
humanos. Los agentes sensoriales hu- en discordancia con las señales cotidia-
manos atribuyen propiedades a los ac- nas de bienestar de las sociedades ricas,
tantes naturales, y esa atribución tiende “que se las arreglan bastante bien a la
a verse influenciada por las propiedades hora de perpetuar sus estilos de vida a
biofísicas observadas y experimentadas pesar de los problemas medioambien-
cuando éstas son fácilmente visibles. tales” (Diamond 2005:512). Esta diver-
Por ejemplo, los humanos tendemos a gencia produce un discurso contradic-
representar a los peces sin alas y sin la torio, una disyunción entre discurso y
posibilidad de volar, aunque teórica- prácticas, y un conflicto político (relativo
mente seamos capaces de construir la a la degradación medioambiental si el
representación de peces con alas y con Protocolo de Kioto no es implementado
la posibilidad de volar. frente a la degradación económica si lo
En algunos casos los tres tipos es). Tanto legos como científicos suelen
de señales convergen. Así, Diamond extrapolar en expectativas la experien-
(2005:519-520) argumenta que Holan- cia de bienestar relativo, por lo que po-
da tiene la conciencia medioambiental dríamos decir que los teóricos cornuco-
más desarrollada del conjunto de los pianos en realidad expresan modos de
países ricos debido a su experiencia co- pensar muy generalizados. Estas extra-
tidiana de vivir bajo el nivel del mar, de- polaciones son, sin embargo, falibles.
bido a la evidencia científica del riesgo Pueden verse confrontadas por inespe-
y porque tanto ricos como pobres expe- radas alteraciones por parte del Otro
rimentaron el mismo desastre cuando, —la naturaleza— como por ejemplo el
en 1953, el oleaje provocado por una reciente y desastroso tsunami del Océa-
tormenta ahogó a 2.000 personas. No no Índico. Dickens (2003, 2004) piensa
obstante, la relación entre naturaleza que será necesaria una fuerte irrupción
y conciencia no es determinante. Teó- de la realidad en forma, por ejemplo,
ricamente, los holandeses podrían ha- de transformación sustancial de los sis-
ber descartado esas señales (la tormen- temas climáticos, para que se modifique
ta como un acontecimiento que ocurre la cultura del narcisismo. Presagia que
cada mil años) como algo que no re- para romper esa cultura de consumismo
quiere ningún tipo de acción. Pero no lo basada en la presunción de invulnerabi-
hicieron, dejando así que las señales de lidad será necesaria una señal extrema
la naturaleza inciten a la conciencia y a de desastre.
las prácticas medioambientalistas.
En otros casos los tres tipos de seña- Una Perturbación de la Naturaleza que
les divergen. Por ejemplo, la alerta cien- Choca contra las Extrapolaciones Tran-
tífica del Panel Intergubernamental sobre quilizadoras
Cambio Climático - PICC (2001) sobre En Enero de 1998 un aire inusual-
los peligros del cambio climático global mente intenso, persistente, cálido y hú-
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medo proveniente de “El Niño” colisio- Lejos de ser algo inusual, estas engaño-
nó con la masa de aire frío habitual del sas extrapolaciones han demostrado ser
noreste de Norte América, provocando eventos típicos. La compañía eléctrica
cinco días de lluvia helada y generando de Québec es conocida por haber ido
una capa de hielo que acabó con líneas dotando de robustez a su red eléctrica a
eléctricas y torres de transmisión. La tor- base de extrapolar las evidencias dispo-
menta de hielo produjo el desastre más nibles, sufrir averías en ese tipo de na-
caro de la historia de Canadá (Philips turaleza recombinante provocadas por
1998, Comisión 1999, Milton y Bourque las dinámicas sorpresivas de la natura-
1999, Denis 2002) y afectó seriamente leza primaria en forma de lluvia helada,
al Norte del Estado de Nueva York (Ice relámpagos, tormentas de verano, etc.,
Storm 98) y el Estado de Maine (Region después reforzar la red eléctrica tenien-
I, Jones y Mulherin 1998). La confianza do en cuenta la última señal de la natu-
en las infraestructuras públicas de su- raleza en una extrapolación revisada, y
ministro de energía y en los gobiernos siendo nuevamente sorprendida cuando
quedó minada por los millones de per- el evento siguiente sobrepasa las expec-
sonas que quedaron sin calefacción ni tativas (Comisión 1999; Murphy 1999;
luz en el gélido invierno (algunos hasta Murphy 2002a). En Enero de 1998 la
un mes), por cuarenta y siete muertos, más robusta de las redes eléctricas ja-
por salas de urgencias desbordadas por más construida en Québec se vino aba-
casos de intoxicación por monóxido de jo debido a una construcción inespera-
carbono e intoxicaciones alimentarias, da de la naturaleza primaria.
por el enorme coste de reconstrucción Este desastre aparentemente natu-
del sistema eléctrico y por un millón de ral fue en realidad un híbrido resultan-
reclamaciones a las compañías de segu- te de la interacción entre los peligros
ros (Comisión 1999, Jones y Mulherin de la naturaleza y la vulnerabilidad so-
1998). Algunos estudios llegaron a la cialmente construida (Murphy 2001,
conclusión de que la tormenta de hielo 2002a). Sus consecuencias fueron de-
indicaba un mayor sentido de vulnera- terminadas por las prácticas socialmente
bilidad (Denis 2002:29). construidas, estuvieran o no en armonía
Esa intensa lluvia helada y persisten- con las construcciones de la naturaleza.
te no la esperaban ni científicos ni pro- Concretamente, la mayor dependencia
fanos. Los marcos retóricos que antes de una red eléctrica centralizada am-
del 5 de Enero 1998 habían descartado plificó de manera inadvertida la vulne-
este tipo de acontecimiento como alta- rabilidad ante las perturbaciones cau-
mente improbable quedaron en entredi- sadas por la naturaleza primaria. Las
cho por la propia lluvia helada. Las tran- comunidades antimodernas Amish de
quilizadoras extrapolaciones basadas en esa región —que evitan la ciencia y la
tendencias fueron cuestionadas por las tecnología moderna, participan mínima-
sorpresivas dinámicas de la naturaleza. mente en el mercado, consumen poco
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y rechazan depender de la red eléctri- un realismo más profundo que espere


ca— apenas se vieron afectadas por la lo inesperado de la naturaleza. Este ar-
lluvia helada en comparación con las tículo desarrolla una perspectiva realis-
sociedades modernas (Murphy 2004). ta crítica para investigar las señales de
Este desastre es una especie de recor- las dinámicas naturales. Esta perspectiva
datorio a los países ricos de la última promueve i) una sensibilidad a las pro-
modernidad, que son demasiado vulne- piedades emergentes de la naturaleza y
rables a las construcciones imprevistas su integración en nuevas tendencias, ii)
de la naturaleza primaria. Una comisión como consecuencia de lo anterior, un
de investigación independiente recono- saludable escepticismo frente a extra-
ció las incertidumbres que generan las polaciones basadas en tendencias pre-
construcciones de la naturaleza prima- sentes, y iii) un principio de precaución
ria relativas a nuevas perturbaciones en mejorado en vez de circunscrito.
una sociedad tecnológicamente depen- La investigación de las tendencias
diente y vulnerable: incertidumbres re- actuales es importante, así como el re-
lacionadas con la recurrencia de fenó- conocimiento de los límites de las ex-
menos climáticos extremos y la vulne- trapolaciones. Las conclusiones sobre
rabilidad de las transmisiones eléctricas el estado real del mundo y las expec-
y de las líneas de distribución. El título tativas realistas de futuro no sólo han
de su informe de cinco volúmenes fue de tener en cuenta las tendencias ac-
por lo tanto “Haciendo frente a lo Im- tuales sino también los resultados de la
predecible” (Comisión 1999). investigación en materia de desastres y
de sociedades que se han derrumbado.
Conclusión Extraer enseñanzas del análisis de esas
En su evaluación de la teoría cor- discontinuidades y puntos de ruptura
nucopiana del dominio de la naturaleza ayudará a evitar presunciones simplistas
plástica, este artículo señala serias defi- basadas en la extrapolación de tenden-
ciencias, especialmente las relativas a la cias temporales del bienestar actual de
fe ciega de esa teoría en la racionalidad las sociedades ricas a un futuro lejano.
económica y a una subestimación de Es precisamente la investigación sobre
las perturbaciones emergentes e impre- desastres y el estudio de sociedades de-
vistas que la naturaleza tiene la capaci- rrumbadas lo que nos puede informar
dad de producir. Dicha teoría defiende sobre los fallos de previsión en cuanto
ser realista, pero más bien parece una a dinámicas de la naturaleza se refie-
apología del “Aquí no pasa nada” o bu- re, sobre las consecuencias materiales
siness-as-ususal y de “la máquina a todo de tales errores, las incertidumbres que
vapor”, y debe por tanto ser descarta- implica la previsión de las dinámicas
da. Esto no implica, sin embargo, que naturales emergentes y las barreras so-
todos los análisis realistas deban aban- ciales a aprender de las señales de la
donarse. Por el contrario, es necesario naturaleza.
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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

Los resultados de la investigación un enfriamiento anormal sino por un


del desastre provocado por una tormen- calentamiento inusual, puede suponer
ta de hielo inesperada apoyan estos ar- el presagio de los problemas que nos
gumentos. Esa tormenta de hielo, que acechan bajo el cambio climático.
paradójicamente no fue provocada por

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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

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REALISMO MEDIOAMBIENTAL: DE LA APOLOGÍA A LA SUSTANCIA

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NÚM. 14, JUNY, 06

LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT
DEL TREBALLADOR AUTÒNOM
EN LA PREVENCIÓ
DE RISCS LABORALS
JAVIER NAVARRO APARICIO
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA ESTUDI GENERAL

R E S U M E N

L’ARTICLE ASSENYALA LES DIFERÈNCIES MANIFESTES ENTRE ELS PROPONETS D’UN TEXT
ARTICULAT QUE REGULE EL CONJUNT DE DRETS (INDIVIDUALS I COL·LECTIUS) I DEURES
DELS TREBALLADORS AUTÒNOMS EN RELACIÓ A LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS. LA
NECESSÀRIA ARTICULACIÓ PEL FENOMEN DE LA SEGMENTACIÓ DEL SISTEMA DE RELACI-
ONS LABORALS OBLIGA A ADOPTAR UNES REGULACIONS QUE GARANTESQUEN ELS DRETS
EN MATÈRIA DE SEGURETAT I SALUT LABORAL, D’AQUELLS QUE PRESTEN EL SEU SERVEI
D’UNA FORMA DEPENDENT O NO, A UN O VARIS EMPRESARIS.

“Cap nació pot dir-se pobra si per les lletres reneix: Poble que sa llengua co-
bra, se recobra a si mateix” Marià Aguiló (Renaixença)

El treballador autònom és aquella comprén també aquell treballador au-


persona que exercix una activitat per tònom que a més de realitzar una acti-
compte propi, de forma personal i di- vitat econòmica lucrativa presta de for-
recta, l’organització de la qual en el tre- ma habitual el seu servici a altres sub-
ball respon als seus propis criteris d’au- jectes, encara que de forma autònoma,
toorganitzar-se i que sota el prisma de si bé manifesta una certa dependència
capacitat i competència, actua de for- econòmica enfront d’aquests en la seua
ma autònoma i independent. Esta figura relació comercial. A aquest grau de con-
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NÚM. 14, JUNY, 06
LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT DEL TREBALLADOR
AUTÒNOM EN LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS

traprestació se li denomina treballador lament. En el projecte d’Estatut encar-


parasubordinat o autònom econòmica- regat pel Govern del PSOE, els experts
ment dependent (López Mora 2004). informen de la necessitat d’incloure
La Llei de Prevenció de Riscs Labo- dins del conjunt de drets (professionals
rals (endavant LPRL) estableix en l’arti- bàsics) del treballador autònom la pro-
cle 3 el seu àmbit d’aplicació on inclou tecció adequada de la seua seguretat i
els drets i obligacions que puguen deri- salut en el treball. Dit dret és coincident
var-se per als treballadors autònoms. És amb el contingut essencial de la LPRL,
a dir, el coneixement dels riscs professi- si bé la seua matisació sembla atorgar
onals de la seua activitat, la seua identi- un major protagonisme a un dret exer-
ficació, valoració i avaluació, així com cit no per l’autònom de facto sinó per
l’adopció de mesures preventives i l’ús aquell que presta els seus serveis amb
de sistemes de protecció que li empa- un caràcter de dependència a un em-
ren en l’exercici de la seua activitat. Tot presari, el denominat autònom depen-
això junt amb l’obligació de rebre for- dent. Crida també l’atenció del dret ci-
mació en matèria preventiva així com tat, l’expressió “una protecció” atés que
el control de la seua salut, en especi- obvia aspectes culturals recollits en la
al quan les condicions de treball o els LPRL com són la prevenció dels riscs
equips de treball utilitzats suposen un com una màxima necessària que per a
risc específic per a la seua salut. un major assegurament es complementa
La inclusió com a subjecte afectat amb accions de protecció. Aquesta con-
per la llei prové de la realitat social en ceptualització del dret no és millorada
què vivim com a conseqüència de la per les associacions professionals propo-
fragmentació del sistema de relacions nents de l’esmentat estatut professional.
laborals (Sala 2004). Si bé, el tracta- Així la Unió Professional de Treballadors
ment oferit a aquest col·lectiu no supo- Autònoms (UPTA) se centra en un dret
sa elevar l’autònom al mateix grau de que garantisca en primer lloc la inte-
protecció (López Gandía 2005) que als gritat física de l’autònom i l’establiment
treballadors subordinats o dependents. d’una política de seguretat i salut en el
Únicament en determinats supòsits que- desempenyorament de la seua activitat.
daria recollida aqueixa obligació de Per a l’Associació Professional d’Empre-
protecció; es tracta dels treballs de coor- saris i Treballadors Autònoms (ASNEPA)
dinació d’activitats empresarials (Articles la dreta gira entorn d’aqueixa indefinida
24 i 39 de la Llei de Prevenció de Riscs política de seguretat i higiene, emprant
Laborals i desenvolupament del primer una terminologia desfasada en el temps
d’ells en el Reial Decret 171 /2004). en haver quedat superats els termes de
Aquesta situació pot canviar nota- seguretat i higiene per expressions més
blement si finalment es presenta el pro- complexes i integradores, com a salut
jecte de Llei de l’Estatut del Treballador laboral o seguretat i salut. Finalment
Autònom i és aprovat en el nostre par- l’Associació de Treballadors Autònoms
140
NÚM. 14, JUNY, 06
LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT DEL TREBALLADOR
AUTÒNOM EN LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS

(ATA) recull com un dret fonamental assalariats menors d’edat estableix l’Es-
del paraautònom l’aplicació preferent tatut dels Treballadors (Article 4, el tre-
del mateix com un dret sobre la salut i ball dels menors) en aquelles activitats
seguretat laboral. públiques que requeriran l’autorització
En relació als deures establits per als expressa de l’autoritat laboral, sempre
autònoms en prevenció de riscs labo- que no suposen perill per a la seua salut
rals, es produeix la remissió al compli- física o psíquica, ni incompatibles amb
ment de la normativa aplicable a l’ac- la seua formació escolar i humana. Per
tivitat exercida. Així, tant en l’informe a UPTA es ratifiquen els mandats esta-
dels experts com per a UPTA es demana blits pel text refós de l’Estatut dels Treba-
observar les mesures de seguretat i salut lladors (Article 6.2) que impedeixen al
laboral, coincidint ASNEPA en aquest menor desenvolupar activitats en horari
principi del deure encara que insisteixen nocturn (Convenis OIT núm. 79 (1946)
en l’aplicació del mateix només en me- relatiu al treball nocturne dels menors
sures de seguretat i higiene que afecten en activitats no industrials, ratificat per
la seua activitat. Espanya el 16 de febrer de 1971 i el
núm. 90 (1948) sobre el mateix tema
La LPRL dedica el seu Capítol III als en activitats industrials, ratificat per Es-
drets i obligacions en matèria preventi- panya en la mateixa data) i en aquelles
va, i en especial recull la protecció de activitats que el Ministeri de Treball i
determinats col·lectius que bé per les Assumptes Socials, declare com insa-
seues condicions físiques o psíquiques lubres, penoses, nocives o perilloses,
poden patir amb major incidència els tant per a la seua salut i integritat física
factors de risc laboral. És en aquest apar- i psíquica com per a la seua formació
tat on s’analitza la necessitat de prevenir professional i humana. La resta de les
i protegir als menors d’edat (Article 27 associacions proponents no es pronun-
LPRL) en la seua activitat a causa de la cien expressament, si bé cal entendre
seua immaduresa i a la falta d’experi- que el proteccionisme del col·lectiu es
ència que li permeta percebre les situ- produïsca en similitud a les normes re-
acions de risc. Per al treballador autò- gulades per a la resta dels treballadors
nom, l’informe dels experts empara el (Directiva 94/33/CEE, de 22 de juny de
menor de diverses formes. En primer 1994, del Consell, relativa a la protec-
lloc els exclou de l’activitat autònoma ció dels joves en el treball i el Conveni
quan es troben en procés d’escolaritza- OIT núm. 138 (1972), relatiu a l’edat
ció obligatòria remarcant la necessitat mínima d’admissió al treball dels me-
de completar la formació bàsica de la nors, ratificat per Espanya el 13 d’abril
persona en perjudici de l’exercici d’una de 1977).
activitat remunerada fins i tot tractant-se La salut i la prevenció dels riscs la-
de l’àmbit familiar. A continuació l’in- borals dels treballadors autònoms es
forme ratifica les mesures que per als concreta en les distintes propostes amb
141
NÚM. 14, JUNY, 06
LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT DEL TREBALLADOR
AUTÒNOM EN LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS

tractaments dispars on trobem algun ele- tes o útils proporcionats per aquell per
ment en comú. Així en l’informe dels a qui s’executa el servei (Article 41 de
experts s’inicia el seu enquadrament la LPRL, obligacions dels fabricants, im-
recordant el paper actiu de les Admi- portadors i subministradors). Continuen
nistracions Públiques en relació a la els experts analitzant els aspectes deri-
prevenció d’aqueixos riscs, promovent vats de la responsabilitat que puga re-
accions, prestant l’assessorament tècnic caure en els treballadors autònoms com
i vigilant el compliment de la normati- a conseqüència de l’incompliment de
va en vigor. D’ací parteix la necessària les seues obligacions preventives citant
consensuació de propostes per a acci- en primer lloc la possible responsabili-
ons formatives amb les associacions re- tat civil que recaiga en ordre de repa-
presentatives per a oferir als seus asso- rar econòmicament els danys i perjudi-
ciats la formació específica i adaptada cis ocasionats que puguen patir terceres
a les circumstàncies professionals dels persones per l’esmentat incompliment.
autònoms. A més reprèn per als autò- Al mateix temps empara l’informe l’au-
noms dependents que realitzen la seua tònom enfront de la possible negligèn-
activitat en un centre de treball d’un cia de l’empresari contractant obligant a
empresari principal o titular del cen- aquest últim a suportar la responsabilitat
tre, la necessària coordinació (coopera- objectiva derivada del recàrrec de pres-
ció) de les seues activitats preventives i tacions (entre un 30 i 50 per cent del
l’obligació per al titular del centre d’in- pagament de la prestació econòmica de
formar aquells les mesures preventives Seguretat Social) que puga recaure en el
i de protecció adoptades al centre, així subjecte infractor. Finalment els experts
com els plans d’emergència disponi- tanquen l’apartat de les responsabilitats
bles i la transmissió de les adequades recordant les vies complementàries de
instruccions en l’exercici de l’activitat responsabilitat que permet la LPRL entre
de l’autònom en aqueix centre. Aques- les sancions administratives (o penals),
ta regulació és fidel a l’esperit iniciat en civils i de seguretat social.
l’Article 24 de la LPRL i la seua norma Per a UPTA la seguretat i salut del
de desplegament (RD 171/2004) on a treballador autònom es resumeix en el
més recorda que l’autònom contrac- dret a adoptar mesures de protecció
tat o subcontractat per a realitzar acti- (que no de prevenció) per a la seua salut
vitats pròpies del contractista compor- i la dels seus treballadors a càrrec en-
ta la seua vigilància en el compliment front dels riscs laborals. A continuació
de les seues obligacions preventives. relaciona els drets d’informació, con-
És més, l’informe recorda l’empresari sulta i participació, així com formació,
principal que en la transmissió de les paralització de l’activitat en cas de risc
informacions a l’autònom s’inclouen greu i imminent i la vigilància de l’es-
també aquells aspectes tècnics derivats tat de la seua salut de la mateixa forma
de l’ús de maquinària, equips, produc- (sense desenvolupar ni concretar) que es
142
NÚM. 14, JUNY, 06
LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT DEL TREBALLADOR
AUTÒNOM EN LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS

recullen en el text de la LPRL (Articles ació habilita les modalitats organitza-


18, 19, 21 i 22), habilitant el seu exer- tives preventives (designació de treba-
cici de forma directa pels propis autò- lladors, serveis de prevenció i Mútues
noms o bé a través de les seues organit- d’Accidents de Treball i Malalties Pro-
zacions representatives. Paradoxalment fessionals) dels empresaris generalistes
la pròpia associació matisa aquests drets per al desenvolupament i control de la
per als treballadors autònoms depen- previsió de riscs, posteriorment recorda
dents, garantint-los per un costat l’eficaç que l’autònom ha de conèixer els seus
protecció enfront dels riscs i l’obligació riscs i d’ací naix l’obligació de formar-
d’observar les mesures legal i reglamen- se (veure l’apartat d’altres programes de
tàriament establides. Si bé l’exercici col- formació en el projecte d’aquesta asso-
lectiu dels seus drets de participació (a ciació) i finalment una clàusula subsi-
través dels seus representants) es limiten diària d’aplicació de la LPRL en el seu
a actuacions d’inspecció i control de les conjunt als treballadors autònoms en
mesures de seguretat i salut adoptades defecte de regulació específica, potser
al centre de treball, excloent qualsevol serà aquest el motiu de l’escassa regu-
altre camp d’actuació. lació que realitza aquesta associació en
Per a ASNEPA, la inconcreció dels la seua proposta.
drets de salut i prevenció de riscs labo- Així, amb totes les dificultats tèc-
rals fins i tot és major en conferir l’obli- niques que comporta l’elaboració
gació de l’autònom en el compliment d’aquest primer Estatut dels Treballadors
de la normativa de prevenció de riscs Autònoms, cal aplaudir els diversos pro-
laborals aplicables a la seua activitat. ponents per l’esforç realitzat a enqua-
Expressió innecessària quan ja va que- drar i garantir uns drets d’un col·lectiu
dar recollida en la formulació dels seus nombrós a Espanya i per al que segons
deures i al mateix temps deficitària per indica Frederic V. López (2005), investi-
la falta de regulació. Si bé en l’apartat gador de l’IUDESCOOP qui ha realitzat
de l’autònom dependent ASNEPA re- una fantàstica comparativa del conjunt
prèn els mateixos termes (literals) em- de les diverses propostes articulades, la
pleats per UPTA afegint únicament un segmentació del sistema de relacions
precepte destinat a garantir la vigilància laborals i la irrupció de noves formes
de la salut en aquells autònoms la con- d’ocupació comporten a replantejar
traprestació dels quals pactada supere els principis i postulats del dret laboral
els sis mesos i a més es faça precisa la o com potser hauríem de començar a
vigilància de la salut pels riscs inherents anomenar el dret d’empresa de tots els
que comporte la seua activitat. treballadors prestataris d’un servei, ja
Finalment ATA inicia el que sembla siga per compte d’altri o bé assumint la
un conjunt de mesures de prevenció ventura del desenvolupament professio-
sense definir ni especificar, a continu- nal de l’activitat.

143
NÚM. 14, JUNY, 06
LA INCIDÈNCIA DE L’ESTATUT DEL TREBALLADOR
AUTÒNOM EN LA PREVENCIÓ DE RISCS LABORALS

Bibliografia J.F. (2005), Curso de prevención de


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144
NÚM. 14, JUNY, 06

UNA TEORIA DE ESTRUCTURA:


DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN1*

WILLIAM H. SEWELL, JR.


UNIVERSIDAD DE CHICAGO

R E S U M E N

“ESTRUCTURA” ES UNO DE LOS CONCEPTOS MÁS IMPORTANTES Y A LA VEZ MÁS ES-


CURRIDIZOS Y MENOS TEORIZADOS DE LAS CIENCIAS SOCIALES. ESTE ARTÍCULO PARTE
DE UNA CRÍTICA Y REFORMULACIÓN DE LAS NOCIONES DE “DUALIDAD DE LA ESTRUC-
TURA” EN GIDDENS Y DE “HABITUS” EN BOURDIEU, PARA DESARROLLAR UNA TEO-
RÍA DE LA ESTRUCTURA QUE RESTABLEZCA LA AGENCIA HUMANA DE LOS ACTORES SO-
CIALES, QUE INCORPORE AL CONCEPTO “ESTRUCTURA” LA POSIBILIDAD DEL CAMBIO Y,
FINALMENTE, QUE SUPERE LA DIVISIÓN ENTRE LAS VISIONES SEMIÓTICA Y MATERIALISTA
DE LA ESTRUCTURA.

“Estructura” es uno de los términos testructuralismo, sino prácticamente en


más importantes y escurridizos en el vo- todas las tendencias de pensamiento de
cabulario de la ciencia social actual. El las ciencias sociales. Pero si a los cien-
concepto es central no sólo en escue- tíficos sociales nos parece imposible
las epónimas tales como el estructural hacer algo sin el término “estructura”,
funcionalismo, estructuralismo y pos- también se nos hace casi impractica-
*
Original publicado en la American Journal of Sociology
Sociology, 98(1):1-29, Julio de 1992. © 1992
por la Universidad de Chicago. Todos los derechos reservados. 0002-9602/93/9801-0001$01.50.
Traducido por “El Changarro”.
1
Este articulo se ha beneficiado, durante sus muchas revisiones, de la cuidadosa lectura y crí-
tica constructiva de un largo número de amigos y colegas. Aunque, en ocasiones, he dejado de
hacer caso a sus buenos consejos, estoy profundamente agradecido a Elizabeth Anderson, Jeffrey
Alexander, Ronald Herring, Ronald Inden, David Laistin, Barbara Laslett, Michael Kennedy, Sherry
Orter, Sylvia Pedraza, Joan Scott, Ellen Sewell, Theda Skocpol, Ann Swidler, John Urry, Loïc Wac-
quant, muchos revisores, y la audiencia de los seminarios y coloquios en la Universidad de Mi-
nesota, la Universidad de Michigan, Universidad de Harvard, Universidad del Noroeste, la Univer-
sidad de Chicago, y el Centro de Estudios Avanzados en Ciencias del Comportamiento (CASBS).
Este articulo fue revisado extensamente mientras era miembro del CASBS. Estoy agradecido del
apoyo brindado por la Fundación Nacional de la Ciencia, beca BNS-870064, y por una beca de
la Fundación Memorial John Simon.

145
NÚM. 14, JUNY, 06
UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

ble definirlo adecuadamente. Algunos una palabra para conjurar en la ciencia


de nosotros seguramente hemos tenido social. De hecho, estructura es más un
la experiencia de ser preguntados por fundamento o una metáfora epistémica
un “ingenuo” estudiante sobre lo que del discurso de la ciencia social que un
se entiende por estructura y entonces concepto preciso2. Por esta razón, la de-
nos hallamos en una situación incómo- finición no formal puede tener éxito en
da ante la dificultad de definir el térmi- arreglo al significado de un término: la
no sin usar la propia palabra o una de metáfora de la estructura continúa sien-
sus variantes en su misma definición. do imprescindible, pese a su misterio,
Algunas parece que haya un sinónimo en el trabajo de constitución de conoci-
aceptable —por ejemplo pattern (“pa- miento en la ciencia social a pesar del
trón”)— pero tales sinónimos carecen esfuerzo teórico por definirla.
de la fuerza retórica del original. Cuan- Hay, sin embargo, tres problemas en
do se trata de indicar que una relación el uso corriente del término que han difi-
es poderosa o importante ciertamente cultado la teorización a cerca de su signi-
es más convincente designarla como ficado y que parece vale la pena señalar.
“estructural” que como Pattering (“en El más importante de ellos es que los ar-
base a patrones”). gumentos estructurales o estructuralistas
El término estructura da fuerza a tienden a asumir un determinismo causal
lo que designa. Estructura, en su sen- demasiado rígido de la vida social. Las
tido nominativo, implica siempre es- características de la existencia social de-
tructura en su sentido verbal transitivo. nominadas como estructuras, tienden a
Cualquier aspecto de la vida social que ser referidas y tratadas como primarias,
designamos como estructura es puesto rígidas e inmutables, como las vigas de
como “estructurando” la existencia de una construcción; mientras los eventos
algún otro aspecto de la vida social — o procesos sociales, tienden a ser vistos
la clase estructura la política, el género como secundarios y superficiales, como
estructura las oportunidades de empleo, la fachada de un rascacielos, como algo
las convenciones retóricas estructuran mutable en contraste con la “dureza”
textos u oraciones o los modos de pro- de lo estructural o como la disposición
ducción estructuran formaciones socia- de los pisos de oficina definida por el
les. “Estructura” opera en el discurso esqueleto de las vigas. Lo que tiende a
de la ciencia social como un poderoso perderse en el lenguaje de la estructura
mecanismo, identificando alguna parte es la eficacia de la acción humana —o
de una realidad social compleja como agencia (agency) por utilizar un término
explicación de la totalidad. Se trata de aceptado actualmente—. Las “estructu-

2
El término “estructura” parece jugar un papel esencialmente idéntico en las ciencias natura-
les. Tal uso tiene su origen, según entiendo, en la botánica de los siglos XVII y XVIII desde el cual
se extendió a otras ciencias naturales y sociales (ver Foucault 1972:132-38).

146
NÚM. 14, JUNY, 06
UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

ras” tienden a aparecer en el discurso sentidos aparentemente contradictorios


científico social como impermeables a en diferentes discursos científicos so-
la acción/agencia humana, existiendo ciales, particularmente en sociología y
a parte de ella, pero no obstante deter- antropología. Los sociólogos típicamen-
minando de manera esencial su forma. te contraponen “estructura” a “cultura”.
Las luchas y las transacciones motivadas Estructura, en el uso sociológico nor-
constituyen la experiencia superficial de mal, es pensado como aquello “duro”
la vida social. Una ciencia social atrapa- o “material” y por lo tanto como prima-
da en una inexpugnable metáfora de “es- rio y determinante, mientras cultura es
tructura” tiende a reducir a los actores a considerada como lo “suave” o “men-
autómatas brillantemente programados. tal” y por lo tanto como secundaria o
Un segundo problema, muy relacionado derivada. En contraste, la perspectiva
con el anterior y con la noción misma semiótica de los científicos sociales,
de estructura, es que ésta difícilmente particularmente los antropólogos, pone
se hace cargo del cambio. La metáfora a la cultura en un sitio preeminente
de la estructura implica estabilidad. Por de la estructura. En el uso típico de la
ello, el lenguaje estructural se dota fácil- antropología, el término estructura es
mente a sí mismo de explicaciones so- asumido para referirse a la esfera o rei-
bre cómo la vida social está conformada no de la cultura, excepto cuando éste
por patrones consistentes, pero no para es modificado por el adjetivo “social”.
explicar cómo esos patrones cambian a En consecuencia, científicos sociales
lo largo del tiempo. Por lo común, en el de diferentes perspectivas, como The-
discurso estructural el cambio se locali- da Skocpol y Marshal Sahlins pueden
za fuera de la estructura, en cualquiera ser designados como “estructuralistas”
de los telos de la historia, en nociones por sus respectivas disciplinas. En resu-
de ruptura o en influencias exógenas al men, sociólogos y antropólogos tienden
sistema en cuestión. Consecuentemen- a visualizar la naturaleza y localización
te, el moverse de cuestiones de estabili- de la estructura de manera claramente
dad hacia cuestiones de cambio tiende discrepante y, en realidad, mutuamente
a suponerle un movimiento de traslado incompatible3.
complicado o incómodo. En vista de todos estos problemas
El tercer problema es de orden dis- con la noción de estructura, existe la
tinto: el término estructura es usado en tentación de concluir que el término

3
Esta bifurcación del significado de “estructura” inhibe especialmente la comunicación entre
dos grupos de científicos sociales cuyos actuales proyectos parecen convergentes pero quienes se
prestan recíprocamente poca atención. De un lado está el creciente grupo de sociólogos que están
examinando la dimensiones culturales de la vida social y, del otro, los antropólogos que están insis-
tiendo en la importancia del poder y las prácticas en la comprensión de la cultura. Para una valo-
ración del crecimiento del campo de la sociología de la cultura, ver Lamont and Wuthnow (1990).
Para las tendencias en la antropología actual, ver las observaciones de Orthner (1984:144-60).

147
NÚM. 14, JUNY, 06
UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

debería simplemente ser descartado. concepto de “habitus” de Pierre Bour-


Pero pienso que esto es imposible: es- dieu— para posteriormente desarrollar
tructura es un término tan poderoso una teoría más adecuada a través de su
retóricamente y persuasivo que cual- crítica, reformulación y elaboración de
quier intento por decretar su abolición su significado4.
resultaría vano. Por otra parte, la noción
de estructura domina, por muy proble- La dualidad de Estructura: Una Crí-
mática que sea, algo muy importante tica y Reformulación de la Teoría de
a cerca de las relaciones sociales: la Giddens
tendencia de los patrones de relación El esfuerzo más sólido para recon-
a ser reproducidos, incluso cuando los ceptualizar el término “estructura” en
actores implicados en las relaciones son la reciente teoría social ha sido el he-
ignorantes de los patrones o no desean cho por Anthony Giddens, quien ha in-
su reproducción. En mi opinión, la no- sistido desde mediados de los años 70
ción de estructura no podría ni debería en que las estructuras deben ser con-
ser desterrada del discurso de la cien- sideradas como algo “dual” (Giddens
cia social. Pero esto mismo se hace ne- 1976, 1979,1981,1984). Ello significa
cesario un importante replanteamiento. que para él son “tanto el medio como
Este artículo intentará desarrollar una el resultado de las prácticas, que cons-
teoría de la estructura que supere los tituyen los sistemas sociales” (Giddens
tres puntos débiles cardinales del con- 1981:27). Las estructuras dan forma a
cepto como es normalmente empleado las prácticas de la gente, pero al mis-
en las ciencias sociales. Esta teoría in- mo tiempo las prácticas de la gente
tentará: (1) reconocer la agencia de los constituyen (y reproducen) las estructu-
actores sociales, (2) construir la posibili- ras. Desde esta perspectiva, la agencia
dad de cambio dentro del concepto de humana y la estructura, lejos de estar
estructura, (3) superar la división entre opuestas, en los hechos una presupo-
las visiones semióticas y materialistas ne a la otra. Las estructuras son repre-
de estructura. Mi estrategia será empe- sentadas por lo que Giddens llama “en-
zar desde lo que reconozco como unas tendimiento” de los agentes humanos
de las más prometedoras formulaciones (es decir, gente que sabe lo que tiene
existentes —la noción de “dualidad de que hacer y cómo hacerlo) y los agen-
la estructura” de Anthony Giddens y, tes en su actuar ponen necesariamente
en otro punto de la argumentación, el en práctica sus estructuras de entendi-

4
No es mi propósito desarrollar una crítica o apreciación completa de Giddens o Bourdieu.
La literatura crítica sobre ambos está creciendo rápidamente. Held y Thompson (1989), y Bryant y
Jarry (1991) incluyen no sólo un amplio rango de críticas sobre el trabajo de Giddens realizadas
por prominentes eruditos sino también una útil lista bibliográfica de críticas previas. Sobre Bour-
dieu, ver DiMaggio (1979), Brubaker (1985), Lamont y Lareau (1988), y Wacquant (1989). El últi-
mo de estos contiene extensas referencias a trabajos críticos sobre Bourdieu.

148
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

miento. Por lo tanto, “las estructuras no teóricas escrupulosas, los historiadores


deben ser conceptualizadas simplemen- sociales han demostrado cómo, en una
te como espacios que ejercen restric- gran variedad de lugares y tiempos, las
ciones sobre la agencia humana, sino estructuras son de hecho duales: cómo
como algo que capacita para actuar” históricamente el pensamiento de los
(Giddens 1976:161). Esta concepción agentes, sus motivos e intenciones son
de los agentes humanos como “enten- constituidas por las culturas y las institu-
dimiento” y “capacidad” implica que ciones sociales dentro de las cuales han
son capaces de poner a trabajar sus nacido; cómo esas culturas e institucio-
capacidades estructuralmente formadas nes son reproducidas estructuralmente
de maneras creativas o innovadoras. Y por las formas y obligan la acción de
si suficientes personas, o unas cuantas esos agentes, pero además cómo, en
que sean suficientemente poderosas, ciertas circunstancias los agentes pue-
actúan de maneras innovadoras, su ac- den (o son forzados a) improvisar o in-
ción puede tener como consecuencia novar en las formas y modos estruc-
la transformación de algunas estructu- turales que significativamente reconfi-
ras en las que ellos tienen la capacidad guran las muchas que los constituyen.
de actuar. Las estructuras duales son, Giddens ha llegado a su planteamiento
por lo tanto, potencialmente mutables. a través de la crítica teórica, intentan-
No es accidental que Giddens llame a do reconciliar fenomenología, interac-
su teoría “Teoría de la Estructuración”, cionismo y etnometodología con Marx,
indicando con este neologismo que la Durkheim y Weber. Ha mostrado poco
“estructura” debe ser considerada como interés en el trabajo de los historiadores
un proceso, no como un estado fijo. sociales, aunque creo que éstos suscri-
Como un comedido teórico de la ben la noción de dualidad de la estruc-
historia social, encuentro la noción de tura de Giddens en lo que hacen en la
Giddens de “dualidad de la estructura” práctica (y en años recientes muchos
particularmente acertada. Mucha de la sociólogos de la historia y la antropo-
mejor historia social del último cuarto logía de la historia también).
del siglo pasado, ha adoptado una es-
trategia teórica implícita bastante con- ¿Qué es la Estructura?
sistente con la teoría de Giddens. Los Pero pese a lo prometedor, la teoría
historiadores sociales han alterado sig- de Giddens sufre de serias lagunas y de-
nificativamente en la práctica, los con- ficiencias lógicas persistentes (para ma-
ceptos sociológicos y antropológicos yor exposición ver Giddens 1976, 1979,
de estructura que empezaron a tomar 1984). La que considero como más lla-
prestados ávidamente en los años 60 y mativa es que, “estructura” —el térmi-
70. Aunque su trabajos fueron escritos, no central de la teoría de Giddens—
probablemente, más desde un instinto permanece frustrantemente de manera
profesional que desde consideraciones inespecífica. A diferencia de la mayor
149
NÚM. 14, JUNY, 06
UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

parte de científicos sociales, él no aban- ciales (por ejemplo el sistema capitalista


dona el concepto en la más completa mundial) o las más limitadas (por ejem-
indefinición dejando para la mente de plo las comunidades de vecinos) o el
sus lectores la labor de acostumbrarse ámbito del estado nación. Los sistemas
a la palabra mágica. Especialmente en sociales, de acuerdo con Giddens no
“Problemas Centrales en la Teoría So- tienen existencia aparte de las prácti-
cial” (1979), discute algo extensamen- cas que los constituyen y esas prácticas
te el término “estructura”. Sin embargo, son reproducidas por la “recursividad”
no pienso que el concepto de estructura (es decir, repetición) de su representa-
que elabora allí o en otros lugares, sea ción en las estructuras. Las estructuras
suficientemente claro o robusto como no son la práctica de patrones sociales
para servir de fundamento a un siste- de las que están conformados los siste-
ma teórico. En efecto, Giddens define mas sociales, pero sí los principios que
la estructura formalmente en bastan- moldean esas prácticas. Por lo tanto, las
tes lugares, incluido el glosario de “La estructuras tienen solo lo que en otra
Constitución de la Sociedad”: “Estruc- parte el autor denomina existencia “vir-
tura. Reglas y recursos recursivamente tual” (Giddens 1984). Las estructuras no
implicados en la reproducción de los existen concretamente en el tiempo y
sistemas sociales. La estructura existe en el espacio excepto como “trazos de
sólo como trazos en la memoria, en las memoria, la base orgánica de capaci-
bases orgánicas de la capacidad huma- dad de entendimiento (sólo como ideas
na para aprender y en el momento de o esquemas alojados en el cerebro hu-
la acción” (1984:377). mano)” y ellos son “acción en el instan-
Esta clara y cristalina definición re- te” (es decir, puesta en práctica).
quiere alguna exégesis. Los términos
“reglas y recursos” a pesar de su relati- Estructuras como Reglas
va simplicidad, son algo oscuros y ten- Las estructuras, entonces, son “vir-
drían que ser discutidos largamente. Por tuales” y son puestas en práctica en la
el momento empecemos con el resto de producción y reproducción de la vida
la definición, la cual es compleja pero social. Pero, en qué consisten esas es-
con significado relativamente sencillo. tructuras?, De acuerdo con la definición
Por “sistemas sociales” Giddens entien- de Giddens, las constituyen “reglas y re-
de algo empíricamente observable, en- cursos”. La noción de Giddens de reglas
trelazado y relativamente limitado a las es largamente derivada del estructuralis-
prácticas sociales, como el vínculo en- mo francés. Ello queda especialmente
tre personas en el tiempo y el espacio. claro en las “Nuevas reglas del Método
Los Sistemas Sociales deberían abarcar Sociológico” y en “Problemas Centrales
más de lo que los científicos sociales de Teoría Social”. En ambos casos se
entienden por sociedades, pero además apoya fuertemente en una analogía típi-
incluirían las más grandes unidades so- ca del estructuralismo lingüístico Saus-
150
NÚM. 14, JUNY, 06
UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

seriano. Así, compara su propia distin- glas. Ahora, partiendo de Wittgenstein,


ción entre estructura y práctica con la Giddens define las reglas de manera
distinción Sausseriana entre “lenguaje y simple pero, en mi opinión, promete-
condición”. De acuerdo con esta analo- doramente: “Consideremos las reglas
gía, estructura es a práctica lo que len- de la vida social... como procedimien-
guaje (las reglas abstractas que hacen tos generalizables aplicados en la re-
posible la producción de sentencias gra- presentación/reproducción de la vida
maticales) es a condición (discurso o la social” (1984:21). Esta definición de
producción de oraciones actuales). Por reglas como procesos generalizables
lo tanto la estructura, como la lengua, incluiría desde luego la transformación
son un complejo de reglas con existen- Levi-Straussiana de reglas, pero implica
cia “virtual”, mientras la práctica, como además la posibilidad de reglas de un
el discurso, es la representación o pues- amplio abanico de tipos. Sin embargo,
ta en práctica de esas reglas en el espa- Giddens no da ejemplos o desarrolla
cio y el tiempo. Para el estructuralismo una tipología de la clase de procedi-
francés, la estructura es el complejo de mientos generalizables que tiene en
tales reglas. Para Levi-Strauss, por ejem- mente. Consecuentemente, su concep-
plo, la estructura refiere al conjunto de ción de reglas es algo más abarcativa
reglas que permiten a oposiciones bina- en “La Constitución de la Sociedad”
rias ser ordenadas en mitos (Levi-Strauss de lo que fue en “Problemas Centrales
1963). Pero Giddens además intenta su en Teoría Social”, la cual por lo menos
propia distinción del estructuralismo implica una analogía con Levi-Strauss.
francés, en parte por insistir que las es- Sin embargo, pienso que su definición
tructuras están “atadas” al tiempo y al wittgensteniana de reglas como procedi-
espacio y que ello debe ser conceptuali- mientos generalizables puede ser usada
zado incluyendo no solo las reglas sino como fundamento para una concepción
también los recursos (1979:63-64). De más sólida.
cualquier forma, abandona su discusión En toda su teoría, Giddens otor-
de reglas pendiente y falla en dar ejem- ga un lugar importante a la noción de
plos de reglas que sean la razón fun- “entendimiento” de los actores. Esto es,
damental de cualquier práctica social presumiblemente, el entendimiento de
presente. Lo que todos sabemos desde las reglas que se hacen apreciables en
“Problemas Centrales en Teoría Social” el actuar de la gente. Pero Giddens no
es que las reglas son virtuales y que desarrolla un vocabulario para el conte-
ellas de alguna manera generan prácti- nido específico de lo que la gente sabe.
cas sociales y sistemas sociales. Quisiera argumentar que tal vocabula-
En “La Constitución de la Socie- rio es, en los hechos, accesible, pero ha
dad”, la más reciente reafirmación de sido mejor desarrollado en un campo
su teoría, Giddens incluso lleva más le- que Giddens ha ignorado hasta la fe-
jos la definición Levis-Straussiana de re- cha: la antropología de la cultura. Des-
151
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

pués de todo, el término usual de los reglas de la vida social” deben ser pen-
científicos sociales para “lo que la gen- sadas como si incluyeran toda la va-
te sabe” es “cultura”, y en esto quienes riedad de esquemas culturales que los
han tenido una teorización mas fructí- antropólogos han descubierto en sus
fera y han elaborado más estudios son investigaciones: no sólo el conjunto de
los antropólogos. Claude Levi-Strauss, oposiciones binarias que componen las
el único antropólogo al que Giddens herramientas fundamentales de pensa-
ha tomado seriamente, es virtualmen- miento en una sociedad dada, sino tam-
te único en su planteamiento sobre los bién las diversas convenciones, recetas,
más profundo o general de las estruc- argumentos, principios de acción y los
turas. Él intenta, últimamente, investigar hábitos de hablar y gesticular desarro-
por sucesivas abstracciones la estructura llados con dichas herramientas funda-
del cerebro humano. Incluso algunos de mentales5. En realidad, el término “re-
los antropólogos estructurales que han glas” no es demasiado correcto, pues-
sido más profundamente influenciados to que tiende a suponer algo así como
por Levi-Straus (ver por ejemplo, Sahlins prescripciones formalmente expuestas
1976, 1982, 1985) han estado más in- —el tipo de cosas anunciadas en le-
teresados en aplicar el método de Lévi- yes, refranes, liturgias, constituciones o
Strauss de buscar patrones recurrentes contratos6. Para mí significan no sólo las
de oposiciones binarias para especificar prescripciones formalmente expuestas,
los supuestos, prácticas y creencias de sino los informales y no siempre cons-
personas particulares que delinean tales cientes esquemas, metáforas o asuncio-
oposiciones, volviendo a la estructura nes presupuestas por tales afirmaciones
de “la mente salvaje/feroz” o el cere- formales. Me gustaría, de hecho, argu-
bro humano. mentar que las codificaciones de las
Antes que quedarnos en el nivel es- reglas públicamente fijadas son reales
tructural profundo, preferido por Lévi- antes que virtuales y deben ser vistas
Strauss, considero que debemos, como como recursos más que como reglas
hacen la mayor parte de los antropólo- en el sentido de Giddens. Debido a
gos, pensar las reglas como algo que esta ambigüedad sobre el significado
existe en varios niveles. Las reglas más de la palabra “reglas”, creo que es útil
cercanas a la superficie pueden ser, por introducir un cambio en la terminolo-
definición, más fútiles, pero no nece- gía. De ahora en adelante, utilizaré la
sariamente menos importantes en sus noción “esquemas” en lugar de “reglas”
implicaciones para la vida social. “Las —aunque esto destruya la agradable ali-
5
No es posible enumerar aquí un ejemplo representativo de los conceptos antropológicos que
explican con detalle diversas “reglas de la vida social”. La formulación más influyente del concepto
antropológico de cultura es probablemente la de Geertz (1973). Para un magnífico repaso de los
desarrollos recientes en antropología cultural, ver Ortner (1984).
6
Para una crítica convincente de la noción de regla, ver Bourdieu (1977:1-29).

152
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

teración de la fórmula de Giddens sobre tuaciones potencialmente amplio y no


“recursos y reglas”. predeterminado.
Los diversos esquemas que com- Estoy de acuerdo con Giddens, ade-
ponen las estructuras son, citando a más, en que las reglas o esquemas que
Giddens, “procedimientos generaliza- componen las estructuras pueden ser
bles aplicados en la representación/ útilmente conceptualizados como si
reproducción de la vida social”. Son tuvieran una existencia virtual, que las
generalizables en el sentido de que estructuras consisten en procedimien-
pueden ser aplicados o ampliados a tos o esquemas, disponibles intersubje-
una variedad de contextos de interac- tivamente, capaces de ser actualizados
ción. Tales esquemas o procedimientos o puestos en práctica en un conjunto de
—tanto si son reglas de etiqueta como circunstancias diferentes. Tales esquemas
normas estéticas, o recetas para la ac- deben ser pensados como si funcionasen
ción grupal como las “revueltas del gra- a niveles muy variables de profundidad,
no” o el voto democrático, o un con- desde las estructuras profundas Lévi-
junto de equivalencias entre húmedo Straussianas hasta las relativamente su-
y seco, femenino y masculino, natu- perficiales reglas de etiqueta.
raleza y cultura, privado y público, o
el cuerpo como metáfora de la jerar- Estructuras como recursos
quía, o la noción de que el ser huma- Seguramente, parte de la falta de
no está compuesto por un cuerpo y un preocupación que muestra Giddens en
alma— pueden ser usadas no sólo en adherirse al concepto de estructura de
la situación en la que han sido apren- Lévi-Strauss radica en que él mismo in-
didas por primera vez o en la que son tenta distanciarse de la sublime indife-
aplicadas convencionalmente. Pueden rencia de Lévi-Strauss por las cuestio-
ser generalizadas —esto es, traspues- nes relacionadas con el poder, la do-
tas o ampliadas— a nuevas situaciones minación y el cambio social —y en
cuando se presenta la oportunidad. Esta realidad, por cuestiones de práctica so-
capacidad de los esquemas para ser cial en general. Es de suponer que, en
generalizados o traspuestos es la razón gran parte, esta es la razón por la que
por la que deben ser entendidos como Giddens insiste en que esas estructuras
virtuales. Decir que esos esquemas son no son solamente reglas, sino reglas y
virtuales es decir que no pueden ser re- recursos, o conjuntos de reglas y recur-
ducidos a su existencia en una práctica sos (1984:377). Pero el concepto de re-
particular o en una situación particu- cursos está, incluso, menos adecuada-
lar en el espacio y el tiempo: pueden mente teorizado que su concepto de
ser actualizados en un abanico de si- reglas7. Estoy de acuerdo con Giddens

7
El concepto de reglas de Giddens ha sido ocasionalmente criticado, más recientemente por
Thompson (1989), pero a mi entender nadie ha criticado sistemáticamente el concepto de recursos.

153
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

en que cualquier noción de estructura te útil, pero es necesario reformularla


que ignore las asimetrías del poder es y ponerla en lenguaje común. Los re-
radicalmente incompleta. Pero añadir cursos son de dos tipos, humanos y no
una noción no teorizada de recursos a humanos. Los recursos no humanos son
una noción de estructura esencialmen- objetos, animados o inanimados, natu-
te basada en reglas sólo consigue con- rales o manufacturados, que pueden ser
fundir las cosas. utilizados para aumentar o mantener el
En “Problemas Centrales de Teoría poder; los recursos humanos son la fuer-
Social”, Giddens (1979:92) define los za física, las destrezas, el conocimien-
recursos como “los medios cuya capa- to y los compromisos emocionales que
cidad transformativa es empleada como pueden ser utilizados para aumentar o
poder en el curso rutinario de la inte- mantener el poder, incluyendo el cono-
racción social”. A menos que me haya cimiento de los medios para conseguir,
perdido alguna sutileza, esta oscura de- conservar, controlar y propagar dichos
finición puede interpretarse en lengua- recursos humanos y no humanos. Am-
je común como “recursos es cualquier bos tipos de recursos son medios de
cosa que pueda servir como fuente de poder y están desigualmente distribui-
poder en las interacciones sociales”. dos. Pero, por muy desigualmente que
Esto parece una afirmación nada ex- estos recursos puedan estar distribuidos,
cepcional y teóricamente poco informa- ciertos recursos humanos y no humanos
tiva de lo que usualmente entendemos son controlados por todos los miembros
por recursos sociales. Además de esta de la sociedad, por muy desamparados
anodina definición, casi todo lo que él y oprimidos que estén. En realidad, con-
dice sobre los recursos es que pueden cebir a los seres humanos como actores
ser clasificados en dos tipos, autoritati- significa concebirlos como autorizados
vos (authoritative) y distributivos (alloca- (empowered , es decir, con poder) para
tive). En “Problemas Centrales en Teo- el acceso a los recursos de una mane-
ría Social” define “autorización” como ra u otra.
aquellas “capacidades que generan do-
minio sobre personas” y “distribución” Las estructuras como esquemas y re-
como aquellas “capacidades que gene- cursos
ran dominio sobre objetos o sobre otros Reformular el concepto de recursos
fenómenos materiales” (1979:100). Por de Giddens no hace que sea más claro
extensión, los recursos autoritativos de- entender cómo recursos y esquemas se
ben ser recursos humanos y los recur- combinan para formar estructuras. Éste
sos distributivos, recursos no humanos es el problema más evidente de que
—lo que otra vez parece nada excep- Giddens defina las estructuras como
cional. virtuales. Como hemos visto, esto tie-
Me parece que la clasificación de ne sentido para estructuras conceptua-
recursos de Giddens es potencialmen- lizadas como reglas o esquemas. ¿Pero
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

son también virtuales los recursos?. Es hijos hacia sus madres o el temor o la
sorprendente que Giddens no parezca reverencia que los súbditos sienten por
considerar esta cuestión. La noción de su rey. A diferencia de las fábricas o las
un recurso virtual parece particularmen- mantas de la bahía de Hudson, estos
te dudosa en el caso de los recursos no recursos no son materiales o no lo son
humanos (o en términos del autor, “dis- al menos en el mismo sentido. No obs-
tributivos”). Los recursos no humanos tante, estos recursos me parecen reales
pueden incluir seguramente cosas tales como opuestos a virtuales. Existen en
como las fábricas propiedad de los capi- lo que Giddens denomina “espacio-
talistas, las reservas de armamento con- tiempo”; son características observables
troladas por reyes o generales, las tierras de la gente real que vive en un tiempo
arrendadas a campesinos o los monto- determinado y se congrega en lugares
nes de mantas de la bahía de Hudson determinados. Y es su actualización en
acumulados por los jefes Kwakiutl. Está los cuerpos y las mentes de la gente lo
claro que esas fábricas, armas, tierras y que los convierte en recursos. No es el
mantas de la bahía de Hudson han teni- concepto despersonalizado de majestad
do un peso crucial a la hora de formar de los reyes lo que les da poder, sino el
y constreñir la vida social en lugares y temor y la reverencia que sienten por
momentos determinados y, por lo tan- ellos sus súbditos reales.
to, parece lógico incluirlos de alguna Si estoy en lo cierto cuando digo
manera en el concepto de estructura. que todos los recursos son reales más
Si las cosas materiales, por definición, que virtuales, la noción de estructura de
existen en el tiempo y en el espacio, Giddens resulta ser contradictoria en sí
es también difícil ver cómo tales recur- misma. Si las estructuras son virtuales,
sos materiales pueden ser considerados no pueden incluir tanto esquemas como
como virtuales. Es más, sólo en deter- recursos. Y si incluyen tanto esquemas
minados momentos, lugares y cantida- como recursos no pueden ser virtuales.
des estos objetos materiales pueden ser No podemos tener las dos cosas a la
utilizados como recursos. vez. ¿Pero cuál es la manera de tenerlas?
En el caso de los recursos humanos La manera más simple de conceptuali-
es sólo un poco menos claro. Por defi- zar la estructura sería volver al punto de
nición, el cuerpo humano, como otros partida de Giddens en el estructuralis-
objetos materiales, no puede ser virtual. mo y afirmar que la estructura se refiere
¿Pero qué ocurre con el conocimiento y sólo a reglas o esquemas, no a recursos,
los compromisos emocionales?, ¿y con y que los recursos deben ser pensados
los aspectos mentales de los recursos como un efecto de las estructuras. De
humanos?. Ejemplos de ello pueden ser esta manera, las estructuras mantendrían
el poder de consagrar la hostia y escu- su cualidad de virtuales y la particular
char confesión de los sacerdotes cató- distribución de recursos sería vista no
licos, el sentido de obligación de los como estructuras, sino como medios
155
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

animados y formados por estructuras, con la naturaleza, de nutrición y de


esto es, por esquemas culturales. obediencia que están codificadas en
No es irrazonable reivindicar que múltiples rutinas de la vida familiar y en
los recursos humanos son producto de sermones, refranes, novelas y obras de
esquemas. Un número dado de solda- teoría política. Los recursos humanos,
dos generarán diferentes cantidades y como sugieren estos ejemplos, pueden
tipos de poder militar según las conven- ser pensados como manifestaciones y
ciones contemporáneas de la guerra (ta- consecuencias de la representación de
les como los códigos de caballerosidad), esquemas culturales.
las nociones de estrategia y las tácticas Pero mientras podemos hablar ra-
disponibles para los generales y los re- zonablemente de los recursos humanos
gímenes de entrenamiento a los que las como generados por reglas o esquemas,
tropas hayan estado sujetas. El poder de es difícil ver cómo los recursos no hu-
los sacerdotes para consagrar las hostias manos pueden ser concebidos de la
deriva de esquemas que operan a dos misma manera. Las fábricas, las tierras
niveles bastante diferentes. En primer y las mantas de la Bahía de Hudson tie-
lugar, la formación del sacerdote le ha nen cualidades materiales que, cierta-
proporcionado destrezas en un amplio mente, no son generadas por esquemas.
abanico de técnicas de conocimiento y Pero también es verdad que su condi-
autocontrol, explícitas e implícitas, que ción de recursos capaces de producir
le capacitan para funcionar satisfactoria- y reproducir desigualdades en el poder
mente como sacerdote. En segundo lu- social no es algo totalmente intrínse-
gar, él ha sido investido de la dignidad co a su existencia material. Lo que los
del sacerdocio por una ceremonia de convierte en recursos es, en gran parte,
ordenación que, a través de la imposi- una consecuencia de los esquemas que
ción de manos por parte de un obispo, informan su uso. Por tomar, quizás, el
ha movilizado el poder de la descen- caso más obvio, un inmenso montón de
dencia apostólica y, de este modo, lo mantas de la Bahía de Hudson podría
hace capaz de una hazaña aparente- ser nada más que una manera de que
mente milagrosa —transformar el pan mantener caliente a un gran número
y el vino en el cuerpo y la sangre de de gente si no fuera por los esquemas
Cristo. El temor y la reverencia hacia los culturales que constituyen el potlatch
reyes son manifestaciones de nociones Kwakiult; pero dados estos esquemas,
fundamentales sobre la función cósmi- las mantas, regaladas en el potlatch, vie-
ca de la monarquía, nociones que son nen a ser medios de demostración del
tejidas en multitud de discursos y cere- poder del jefe y, consecuentemente, de
monias a todos los niveles de la socie- adquirir prestigio, alianzas matrimonia-
dad; de manera similar, las obligaciones les, poder militar y mano de obra (Boas
que sienten los hijos hacia sus madres 1996; Shalins 1989). En este caso, los
están basadas en nociones de vínculos esquemas constitutivos del potlatch de-
156
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

terminan el valor específico, la exten- observemos que si adoptamos esta de-


sión y los efectos de las mantas de la finición, el poder retórico del término
Bahía de Hudson como recursos. Pero estructura insinúa una única dirección
querría argumentar que esto es cierto de causalidad. Lo que calificaríamos
para los recursos no humanos en gene- como estructura, por este acto de de-
ral. Por ejemplo, la cantidad y el tipo nominación, concedería poder sobre
de recursos generados por una fábrica lo que no sería denominado como es-
dependerán de si son propiedad de un tructura. Las reservas de bienes mate-
capitalista individual o de una coope- riales, así como el conocimiento de la
rativa de trabajadores —en otras pala- gente y los compromisos emocionales,
bras, de las reglas que definen la natu- devendrían inertes, simples medios o
raleza de los derechos de propiedad y resultados del funcionamiento deter-
de la autoridad en el lugar de trabajo. minante de los esquemas culturales. Si
Los recursos ganados por los campesi- insistimos en que la estructura es vir-
nos de la tierra que cultivan estarán de- tual, corremos el riesgo de caer en el
terminados por las convenciones sobre idealismo que continuamente aparece
la posesión de tierras, las exigencias de en el estructuralismo por mucho que
las leyes de la costumbre, del conjun- sus exponentes —por ejemplo, Lévi-
to de obligaciones establecidas con los Strauss (1966:130)— manifiesten sus
parientes y de las técnicas empleadas referencias e intenciones materialistas.
en la agricultura. Los ejemplos pueden Los esquemas —estructuras mentales—
multiplicarse tanto como queramos. Los se convierten en la única entidad capaz
recursos no humanos tienen una exis- de darles forma y los agentes en repre-
tencia material que no es reducible a las sentantes de esas estructuras mentales,
reglas o esquemas, aunque la activación actores que sólo pueden recitar guiones
de las cosas materiales como recursos, preexistentes. Definir las estructuras de
la determinación de su valor y su poder esta manera amenaza, en pocas pala-
social, depende de los esquemas cultu- bras, con negar su dualidad y, conse-
rales que informan su uso social. cuentemente, aniquilar la premisa cen-
Está claro que los recursos pueden tral de la teoría de Giddens.
ser convincentemente pensados como
efectos de los esquemas culturales. Por La dualidad de los esquemas y recur-
lo tanto, podría ser desde luego posible sos
aprovechar el concepto de estructura de Si la dualidad de la estructura tiene
Giddens para definir la estructura como que ser salvaguardada —y por lo que a
esquemas con una existencia puramen- mí se refiere la noción de dualidad de la
te virtual y los recursos no como ele- estructura es la principal atracción de la
mentos coequivalentes en la estructu- teoría de Giddens— debemos tomar la
ra, sino como medios y resultados del otra alternativa y concebir las estructu-
funcionamiento de la estructura. Pero ras como si tuvieran (convenientemen-
157
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

te) un carácter dual. La estructura, en- o cuentos populares o contratos— son


tonces, debe ser definida como com- recursos desde el punto de vista de esta
puesta simultáneamente de esquemas, teoría. Devienen, además, actualizacio-
que son virtuales, y de recursos, que nes de los esquemas en el tiempo-es-
son reales. pacio que pueden ser utilizados por los
Si las estructuras son reales en este actores para generar poder.
sentido, entonces debe ser cierto que Si los recursos son resultados de los
los esquemas son los resultados de los esquemas, es también cierto que los
recursos, tanto como los recursos son esquemas son resultados de los recur-
los resultados de los esquemas. Esto me sos. Si los esquemas han de ser soste-
parece una pretensión razonable, cuya nidos o reproducidos en el tiempo —y
verosimilitud puede ser demostrada con sin reproducción sostenida difícilmente
unos cuantos ejemplos. Una fábrica no pueden ser contados como estructurales
es un montón inerte de ladrillos, madera — deben ser validados por la acumu-
y metal. Incorpora o actualiza esquemas lación de recursos que su representa-
y esto significa que los esquemas pue- ción engendra. Los esquemas no auto-
den ser deducidos de la forma material rizados o no regenerados por recursos
de la fábrica. La puerta de la fábrica, la pueden, con el tiempo, ser abandona-
estación de hinchado de ruedas, el dise- dos y olvidados, exactamente igual que
ño de la cadena de montaje: todas estas los recursos sin esquemas culturales que
características de la fábrica enseñan y dirijan su uso pueden, con el tiempo,
validan las reglas del contrato de trabajo disiparse y decaer. Más correctamente,
capitalista o sustentan la representación podríamos decir que los conjuntos de
del sacerdote en la misa. Cuando el sa- esquemas y recursos constituyen estruc-
cerdote transforma las hostias y el vino turas sólo cuando se implican y sostie-
en el cuerpo y la sangre de Cristo y las nen mutuamente en el tiempo.
reparte a los que comulgan, éstos son
invadidos por un sentimiento de bienes- La transformación de las estructuras
tar espiritual. La comunión, por lo tan- duales: del habitus de Bourdieu
to, les demuestra la realidad y el poder Una definición de estructura que
de la regla de descendencia apostólica integre tanto esquemas como recur-
que convierte al sacerdote en sacerdo- sos evade el determinismo material del
te. En pocas palabras, si los recursos Marxismo tradicional y el determinismo
son actualizaciones o encarnaciones de ideal del estructuralismo Francés tradi-
los esquemas, por lo tanto inculcan y cional. Pero, el cómo esto puede au-
justifican los esquemas como buenos. mentar nuestra capacidad para entender
Los recursos, debemos decir, son leídos las transformaciones de las estructuras
como textos, para recuperar los esque- no es algo que se aprecie a primera vis-
mas culturales que actualizan. Efectiva- ta. En realidad, uno podría argumentar
mente, los textos —novelas o estatutos que si la representación de esquemas
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

siempre crea recursos que incluyen a dad, lo que modela todas las activida-
los esquemas, esquemas y recursos de- des que tienen lugar en la casa en tér-
berían simplemente reproducirse unos minos de estas oposiciones. Bourdieu
a otros sin cambio, indefinidamente. La recalca que “todas las acciones reali-
pretensión de que las estructuras duales zadas en un espacio construido de esta
generan inercias está lejos de la fanta- forma son inmediatamente calificadas
sía; tal ha sido, en los hechos, el argu- simbólicamente y funcionan, como tan-
mento elaborado con gran brillantez tos ejercicios estructurales, hasta que se
en la muy influyente discusión de lo construye una maestría práctica de las
que Pierre Bourdieu ha llamado “habi- combinaciones fundamentales” (Bour-
tus” en Outline of a Theory of Practice. dieu 1977:91). La casa obtiene su confi-
Cualquier intento por razonar que la guración por la aplicación de esquemas
dualidad de la estructura mejora nues- (“estructuras mentales” en el vocabula-
tra capacidad para entender las trans- rio de Bourdieu), y la casa inculca esos
formaciones sociales, debe enfrentarse esquemas por la asignación de tareas,
a aquel argumento8. objetos, personas y posiciones emocio-
nales a diferentes espacios codificados.
Dualidad y estasis Como Bourdieu expone en su particu-
Aunque use diferente terminología, lar y paradójico estilo: “Las estructuras
Bourdieu ha ilustrado poderosamente mentales que construyen el mundo de
la relación mutuamente sostenida entre los objetos son construidas en la prác-
esquemas y recursos (que él llama “es- tica por un mundo de objetos construi-
tructuras mentales” y “el mundo de los dos de acuerdo con esas mismas estruc-
objetos”). Por ejemplo, en su conocida turas. La mente nacida del mundo de
discusión sobre la casa kabil (Bourdieu los objetos no crece como una subjeti-
1977) muestra como el diseño de ésta vidad confrontando una objetividad: el
y la colocación de los objetos en ella universo objetivo está hecho de objetos
reproducen las posiciones culturales que son producto de operaciones obje-
fundamentales de los kabiles, así como tivantes, estructuradas de acuerdo con
aquellas entre alto y bajo, masculino y las muchas estructuras que la mente las
femenino, fuego y agua, luz y oscuri- aplica. La mente es una metáfora del

8
Algunos de los trabajos más recientes de Bourdieu —especialmente Homo Academicus
(1988), es un estudio del profesorado francés en los eventos de 1968— tratan más directamente
el cambio. Yo no creo, sin embargo, que Bourdieu haya considerado la cuestión de cómo el ha-
bitus, en sí mismo, puede generar cambio. En Homo Academicus, la transformación emerge de
fuentes externas al habitus que analiza el autor —fundamentalmente, del inmenso surgimiento en
la población de estudiantes en las universidades francesas en los 60. Este concepto de habitus es
usado para argumentar que la respuesta de los profesores a la crisis estaba completamente deter-
minada por su posición en el campo académico. Homo Academicus parece indicar que Bourdieu
no ha sobrepasado la falta de agencia inherente al concepto de habitus elaborado en Outline of
a Theory of Practice.

159
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

mundo de los objetos que es en sí mis- mente reproducen la estructura. “Como


mo un interminable círculo de metáfo- un sistema adquirido de esquemas ge-
ras que se reflejan mutuamente. (Bour- nerativos objetivamente ajustados a las
dieu 1977:91). condiciones particulares en las cuales
En muchos aspectos, la “teoría de se constituye, el habitus engendra to-
la práctica” de Bourdieu es completa- dos los pensamientos, todas las percep-
mente compatible con la concepción ciones y todas las acciones consistentes
de dualidad de la estructura que estoy en aquellas condiciones y no en otras”
argumentando en este artículo. Bour- (Bourdieu 1977:95). Aunque Bourdieu
dieu reconoce la mutua reproducción evita tanto un determinismo ideal pro-
de esquemas y recursos que constituye pio del estructuralismo francés tradicio-
estructuras durables temporalmente — nal como un determinismo materialis-
lo que él llama “habitus”. Su discusión ta de la tradición marxista, tan sólo lo
sobre el habitus elabora poderosamen- consigue erigiendo un determinismo
te los significados mediante los cuales combinado que hace que las transfor-
conjuntos de reglas y recursos que se maciones sociales significativas parez-
refuerzan mutuamente constituyen su- can imposibles.
jetos humanos con tipos particulares de Pero, ¿está esa poderosa inferencia
conocimiento y disposiciones. Además, de estasis realmente justificada? Des-
los sujetos de Kabilia de Bourdieu no pués del todo, la sociedad kabil, en la
son culturalmente insulsos. Están dota- cual Bourdieu llevó a cabo su trabajo de
dos con la capacidad para ocuparse en campo, produjo una momentánea re-
acciones altamente autónomas, discer- volución anticolonial importante, poco
nidas y estratégicas (véase, por ejemplo, después de que él regresara a Francia
la discusión de Bourdieu sobre los in- para analizar sus datos. Esto significa,
tercambios de regalos y las estrategias para mí, que a pesar de sus devastado-
matrimoniales [1977:4-10 y 32-53, res- res ataques al “objetivismo” Cartesiano
pectivamente]). Los kabiles de Bourdieu y Lévi-Straussiano (Bourdieu 1977:1-
parecen ser exactamente el tipo de ac- 30) su propia teoría ha caído víctima
tores entendidos que recoge Giddens de una imposibilidad objetivada y una
en su teoría. concepción totalizante de la sociedad.
Con todo, el habitus de Bourdieu Sólo en el mundo idealizado construi-
mantiene, precisamente, la cualidad do por el observador científico social,
de “agente-prueba” que se supone que podría el habitus engendrar “todos los
supera el concepto de dualidad de la pensamientos, todas las percepciones y
estructura. En el habitus de Bourdieu, todas las acciones” consistentes en las
los esquemas y recursos se reproducen condiciones sociales existentes y “no
poderosamente unos a otros, incluso la en otras”. En el mundo de las luchas y
acciones más ingeniosas o improvisadas estrategias humanas, gran cantidad de
emprendidas por los agentes necesaria- pensamientos, percepciones y accio-
160
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

nes consistentes con la reproducción el funcionamiento de estructuras inter-


de los patrones sociales existentes de- nas de una sociedad. A este respecto,
jan de ocurrir y otros que son comple- es emblemático el análisis de Marshall
tamente inconsistentes ocurren cons- Sahlins (1981) de cómo los viajes del
tantemente. Capitán Cook afectaron a los Hawaia-
nos. Estoy convencido de que una teo-
Por qué el cambio estructural es po- ría del cambio no puede ser construida
sible dentro de una teoría de la estructura, a
Sin duda, es totalmente propio de menos que adoptemos una concepción
Bourdieu insistir en la fuerte predispo- más múltiple, contingente y fracturada
sición reproductiva que se desarrolla en de la sociedad —y de la estructura. Para
las estructuras —ése es el punto central esto es necesario un vocabulario con-
del concepto de estructura y parte de ceptual que haga posible mostrar cómo
lo que hace tan esencial el concepto las operaciones ordinarias de las estruc-
para teorizar el cambio social. Después turas pueden generar transformaciones.
de todo, como Renato Rosaldo (1980) Con este fin, propongo cinco axiomas
y Marshall Sahlins (1981, 1985) han claves: la multiplicidad de las estruc-
demostrado brillantemente, esa misma turas, la transposición de esquemas, la
predisposición reproductiva que explica imprevisibilidad de la acumulación de
las poderosas continuidades de las rela- recursos, la polisemia de los recursos y
ciones sociales también permite expli- la intersección de las estructuras.
car los caminos seguidos en episodios a) La Multiplicidad de las estruc-
de cambio social. Lo que Bourdieu deja turas. — Las sociedades están basadas
como pista es su poco realista y unifica- en prácticas que derivan de muchas
do concepto de habitus, que conceptua- estructuras distintas, las cuales existen
liza como una basta serie de estructuras en diferentes niveles, operan en moda-
estrictamente homólogas que abarcan lidades distintas y están ellas mismas
toda la experiencia social. Esta concep- basadas en recursos de tipos y cantida-
tualización, que el autor comparte de des variantes. Mientras es común para
hecho con muchos teóricos inclinados cierto tipo de estas estructuras que sean
hacia lo estructural, no puede explicar homólogas, tal como lo describe Bour-
el cambio como algo que surge desde dieu en Outline of a Theory of Practi-
dentro del propio funcionamiento de ce, no es cierto que todas ellas lo sean.
las estructuras. Es característico que mu- Las estructuras tienden a variar signifi-
chos acontecimientos estructurales de cativamente entre diferentes esferas ins-
transformación social tiendan a introdu- titucionales, así que las estructuras de
cir el cambio desde fuera del sistema y parentesco tendrán diferentes lógicas y
luego rastreen las subsiguientes formas dinámicas que las que son propias de
de cambios estructurales, mostrando en- las estructuras religiosas, las estructuras
tonces cómo el cambio es generado por productivas, las estructuras estéticas, las
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

estructuras educativas, etcétera. Hay, o transponibles aplicados a la repre-


además, variaciones importantes inclu- sentación de la vida social. El término
so dentro de cada esfera. Por ejemplo, “generalizable” es tomado de Giddens
las estructuras que obligan y dan forma mientras que “transponible” —concepto
a la religión en las sociedades cristianas que prefiero— es tomado de Bourdieu9.
incluyen modos autoritarios, proféticos, Por una parte Bourdieu define habitus
rituales y teóricos. Estos, en ocasiones como “un sistema de disposiciones du-
operan armónicamente, pero pueden raderas transponibles las cuales, inte-
también llevar a reivindicaciones con- grando experiencias pasadas, funcionan
flictivas y empoderamientos. La multi- en cada momento como una matriz de
plicidad de estructuras significa que los percepciones, apreciaciones y acciones
actores sociales cognoscientes cuyas y hace posible el logro de tareas infi-
prácticas constituyen una sociedad son nitamente diversificadas, gracias a los
mucho más versátiles de lo que implica- traslados analógicos de esquemas, per-
ría la consideración de Bourdieu acerca mitiendo la solución de problemas con
de un habitus universalmente homólo- formas parecidas” (1977:83; énfasis en
go: los actores sociales son capaces de el original)
aplicar un amplio abanico de esque- Lo que se desprende de este pasaje
mas diferentes e incluso incompatibles se encuentra en el final de la frase, “per-
y tienen acceso a una serie heterogénea mitiendo la solución de problemas con
de recursos. formas parecidas”. Si un problema es
b) Transponabilidad de esquemas. en su forma lo suficientemente similar
— Además, los esquemas a los que los como para ser resuelto por transferen-
actores tienen acceso pueden ser apli- cia analógica de esquemas, no puede
cados a través de un amplio conjunto ser decidido de antemano por los cien-
de circunstancias. Se trata de algo que tíficos sociales analistas, sino que debe
es efectivamente reconocido por Bour- ser determinado caso por caso por los
dieu, pero en mi opinión no ha sacado actores, quienes evidencian que no hay
las conclusiones correctas de ello. Los un límite fijado para las posibles trans-
esquemas fueron definidos anteriormen- posiciones. De hecho, ello está implí-
te como procedimientos generalizables cito en la frase anterior, “hace posible

9
Generalizar un regla implica exponerla en la más abstracta forma que se aplicará al ma-
yor número de casos. El verbo “transponer” implica una aplicación concreta de una regla para un
nuevo caso, pero de tal forma que la regla tendrá sutilmente diferentes formas en cada una de sus
aplicaciones. Esto está incluido en tres de las definiciones del Oxford English Dictionary (1971,
s.v. “transpose”): “Remover de un lugar o tiempo a otro; transferir, cambio” “alterar el orden de o
la posición de en una serie... intercambiar” y, en música, “presentar en clave diferente”. Transpo-
ser en francés (la que, por supuesto fue la lengua en que Bourdieu escribió), también tiene, inclu-
so más significados apropiados: “hacer cambiar de forma o contenido por pasar de un dominio a
otro” (Le Petit Robert [1984, s.v. “transposer”]). Me gustaría que mi utilización de “transpose” fuera
entendida como una conservación del significado del francés.

162
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

el logro de tareas infinitamente diversi- esquemas culturales nunca es comple-


ficadas”. Decir que los esquemas son tamente predecible. Un chiste contado
transponibles es decir, en otras pala- a una nueva audiencia, una inversión
bras, que pueden ser aplicados a un hecha en un nuevo mercado, una pro-
amplio abanico de casos no comple- posición de matrimonio hecha a una
tamente predecibles fuera del contexto nueva persona, un ataque de caballe-
en el cual se aprendieron inicialmente. ría hecho en un nuevo territorio, una
Esto encaja con lo que nosotros normal- cosecha plantada en un campo recién
mente entendemos por conocimiento preparado o en un campo conocido en
de una regla o de cualquier otro pro- una nueva primavera… El efecto de es-
cedimiento de aprendizaje. En lengua- tas acciones en los recursos de los acto-
je ordinario, no puede decirse que uno res nunca es del todo seguro. Una Inver-
realmente sabe una regla simplemente sión en un nuevo mercado puede hacer
porque uno puede aplicarla mecánica- al capitalista pobre o millonario; de una
mente a casos repetidos del mismo tipo. negociación de matrimonio con una
Si estamos hablando de reglas de gra- nueva persona resulta una elevación
mática, matemáticas, leyes, etiqueta, o del estatus familiar o su extinción en
carpintería, la verdadera prueba de co- una enemistad heredada; de plantar una
nocimiento de una regla es estar dispo- cosecha en un campo conocido puede
nible a aplicarla exitosamente en casos resultar la subsistencia, el hambre o la
poco comunes. El conocimiento de una abundancia. Además, si la representa-
regla o un esquema significa, por defi- ción de esquemas crea impredecibles
nición la habilidad para transponerla o cantidades y calidades de recursos y si
extenderla —que es, aplicarla creativa- la reproducción de esquemas depende
mente. Si esto es así, entonces agencia, de su continuada validación por los re-
que definí como tener la capacidad cursos, esto implica que los esquemas
para transponer y extender esquemas serán, de hecho, diferencialmente vali-
a los nuevos contextos, es inherente dados cuando sean puestos en acción
en el conocimiento de esquemas cul- y, por lo tanto, serán potencialmente
turales que caracterizan mínimamente sujetos a modificación. Un ataque de
a todos los miembros competentes de caballería exitoso en un territorio nuevo
la sociedad10. puede cambiar los planes de batalla de
c) Imprevisibilidad de la acumula- campañas subsiguientes o incluso teo-
ción del recurso. —Pero el mismo he- rías sobre táctica militar; de un chiste en
cho de que los esquemas son, por de- el que arrojan tomates podridos en vez
finición, capaces de ser transpuestos de reírse puede resultar la supresión de
o extendidos, significa que el recurso una categoría de chistes en el repertorio
consecuencia de la representación de del comediante; una sucesión de cose-

10
Aquí mi pensamiento está influenciado por Goran Thernborn (1980, especialmente pp.15-22).

163
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

chas mal logradas puede modificar las enseñar diferentes esquemas. De nue-
rutinas de siembra o arado11. vo, esto me parece inherente a una de-
La polisemia de recursos. —El tér- finición de agencia como la capacidad
mino polisemia (o multiplicidad de para transponer y extender esquemas
significados) es normalmente aplicado hacia nuevos contextos. Agencia, para
a símbolos, lenguaje o textos. Su apli- diferenciarla, es la capacidad de los ac-
cación a los recursos suena como una tores para reinterpretar y movilizar una
contradicción de términos, pero dado serie de recursos en términos de esque-
el concepto de recursos por el que es- mas culturales diferentes a aquéllos que
toy abogando, no hay tal. Los recursos, inicialmente constituyeron la serie.
he insistido, encarnan esquemas cultu- d) La intersección de estructuras. —
rales. Sin embargo, como los textos o Una de las razones por las cuales una
representaciones rituales, su significado serie de recursos puede ser interpreta-
nunca es completamente inequívoco. La da de más de una forma es que las es-
forma de la fábrica incluye, y por con- tructuras o los complejos estructurales
siguiente muestra, nociones capitalistas se cruzan y superponen. Las estructuras
de relaciones de propiedad. Pero, como de la sociedad capitalista incluyen tanto
Marx señala, esto también expresa el ca- un modo de producción basado en la
rácter necesariamente social y colectivo propiedad privada y el lucro, como un
de la producción y por tanto socava la modo de organización laboral basado
noción capitalista de propiedad privada. en la solidaridad en el lugar del traba-
El nuevo prestigio, fortuna y territorios jo. La figura de la fábrica como recurso
ganados por el gran éxito de una caba- fundamental en estas dos estructuras y
llería encomendada puede atribuirse a sus significados y consecuencias tanto
la disciplina superior de los oficiales de para los trabajadores como para los di-
caballería y por eso se ensalza el poder rectores es, por tanto, abierta y dispu-
de un cuerpo de oficiales aristócratas, o tada. La intersección de estructuras, de
puede ser atribuido a la comandancia hecho, toma lugar tanto en la dimensión
general y eso conlleva un incremento de de esquema como en la de recurso. No
la subordinación de los oficiales hacia sólo una serie de recursos dada pue-
un líder carismático. Cualquier conjunto de ser reclamada por diferentes acto-
de recursos es susceptible de ser inter- res incrustados en diferentes complejos
pretado de varias formas y, por lo tanto, estructurales (o diferencialmente recla-
de otorgar poder a diferentes actores y mada por el mismo actor incrustado en

Aunque Marshall Sahlins (1981, 1985) no incluye explícitamente los recursos en su defi-
11

nición de estructura, mi argumento corre paralelo al suyo. Sahlins argumenta que “en acción en
el mundo —técnicamente, en los actos de referencia— las categorías culturales adquieren nuevos
valores funcionales” porque las categorías están “cargadas al mundo” (1985:138). Esta carga de
categorías al mundo es una cuestión de esquemas que han sido cambiados por los efectos no an-
ticipados de la acción en los recursos que sostienen los esquemas.

164
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diferentes complejos estructurales), sino to grado esas relaciones sociales. Como


que los esquemas también pueden ser yo lo veo, los agentes están dotados,
tomados o apropiados de un complejo por las estructuras, de poder para ac-
estructural y aplicados a otro. No sólo tuar con y contra otros; tienen conoci-
los trabajadores y los dueños se dispu- miento de los esquemas que contiene la
tan el control de la fábrica, sino que vida social y también acceso en alguna
Marx se apropia de la economía políti- medida a los recursos, tanto humanos
ca para el avance del socialismo. como no humanos. La agencia surge
Las estructuras, entonces, son con- del conocimiento que de los esquema
juntos de esquemas y recursos mutua- poseen los actores, lo cual significa la
mente sostenidos que otorgan poder habilidad de aplicarlos a nuevos contex-
y constriñen la acción social y que tos. O, dicho de otro modo, la agencia
tienden a ser reproducidos por dicha surge del control de recursos por parte
acción social. Pero su reproducción del actor, lo que significa la capacidad
nunca es automática. Las estructuras de reinterpretar o movilizar una serie de
están en riesgo, al menos de alguna recursos en términos de otros esquemas
magnitud, en todos los encuentros so- que aquellos que constituían esa misma
ciales que forman —porque las estruc- serie de recursos. La agencia supone la
turas son múltiples y se cruza, porque existencia de estructuras.
los esquemas son transponibles y por- Quisiera comentar que la capacidad
que los recursos son polisémicos y se de la agencia —para desear, tener inten-
acumulan impredeciblemente. Puesta ciones y actuar creativamente— es in-
la relación entre recursos y esquemas herente a todos los humanos. Pero aña-
culturales en el centro de un concepto diría que los humanos nacen solo con
de estructura, se hace posible mostrar una capacidad altamente generalizable
cómo el cambio social, no menos que para la agencia, análoga a su capacidad
la estatis social, puede ser generado de usar el lenguaje. Así como la capaci-
por la representación de estructuras en dad lingüística toma para favorecer un
la vida social. hablar competente de algún lenguaje
particular —francés o árabe o suahili o
Agencia Urdu—, la agencia está formada por un
Tales representaciones de las estruc- rango específico de esquemas culturales
turas implican un particular concepto y recursos disponibles dentro del entor-
de agencia, no como opuesto a, sino no social de una persona en particular.
más bien como constituyente de, la es- Las formas específicas que la agencia
tructura. Ser agente significa ser capaz tomará variarán enormemente y estarán
de ejercer cierto grado de control sobre cultural e históricamente determinadas.
las relaciones sociales donde nos halla- Pero la capacidad para la agencia está
mos inmersos, lo cual implica, enton- tan determinada en los humanos como
ces, la habilidad de transformar en cier- la capacidad de respiración.
165
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Actualmente está demostrado muy infierno una persona no puede esforzar-


satisfactoriamente, por el trabajo de Er- se por alcanzar el paraíso; sólo en una
ving Goffman (1959, 1967), que todos economía capitalista moderna se puede
los humanos ejercitan la agencia. Go- intentar tener un gran éxito financiero
ffman muestra que todos los miembros sobre mercados futuros; si se les niega el
de la sociedad emplean repertorios acceso a la esfera pública, las ambicio-
complejos de habilidades en la interac- nes de las mujeres se enfocarán hacia
ción para controlar y preservar el cur- la vida privada. La agencia también di-
so de las relaciones sociales. También fiere en extensión entre y dentro de las
muestra que pequeñas acciones trans- sociedades. La ocupación de diferen-
formativas —por ejemplo, interviniendo tes posiciones sociales —definidas, por
para salvar las apariencias de un inte- ejemplo, por género, riqueza, prestigio
ractuante que ha malinterpretado la si- social, clase, origen étnico, ocupación,
tuación— resultan necesarias para pre- generación, preferencia sexual, o edu-
servar incluso el más ordinario trato en cación— da a la gente un conocimiento
la vida cotidiana (Goffman 1967:5-46). de los diferentes esquemas y acceso a
Una vez más, el conocimiento de los los diferentes tipos y cantidades de re-
esquemas culturales (en este caso de la cursos, y de ahí diferentes posibilidades
interacción ritual) implica la habilidad para la acción transformativa. El alcan-
de actuar creativamente. Los actores, ce o extensión de la agencia también
por supuesto, se diferencian en el al- varia enormemente entre los diferentes
cance de su control sobre las relacio- sistemas sociales, incluso para los ocu-
nes sociales y de sus poderes transfor- pantes de posiciones análogas. El pro-
mativos, pero todos los miembros de pietario de la mayor galería de arte de
la sociedad ejercitan en alguna medida Saint Louis tiene mucha menos influen-
la agencia en la conducta de sus vidas cia en el gusto artístico americano que
cotidianas. el propietario de la mayor galería de Los
No obstante, es igualmente impor- Ángeles; el presidente del Chad tiene
tante insistir que la agencia ejercida por mucho menos poder sobre la política
diferentes personas dista mucho de ser medioambiental global que el de Ru-
uniforme. En realidad, difiere enorme- sia. Las estructuras, en resumen, dotan
mente en clase y extensión. Qué tipos de poder diferencialmente a los agen-
de deseos puede tener la gente, qué in- tes, lo cual también implica que éstas
tenciones puede formar, y que clase de expresan deseos, intenciones y conoci-
transposiciones creativas puede llevar a mientos de los agentes diferenciándolos
cabo, varía tremendamente de una con- también. Las estructuras, y las agencias
figuración social a otra dependiendo de humanas que dotan, están cargadas de
la naturaleza de las estructuras particu- diferencias de poder.
lares que informan esos diferentes mun- Finalmente, quisiera insistir en que
dos sociales. Sin una noción de cielo e la agencia es tanto colectiva como indi-
166
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

vidual. No estoy de acuerdo con Barry tivamente e implicadas en luchas y re-


Hindess (1986) en que el término “agen- sistencias igualmente colectivas.
te” debe ser aplicado en el mismo sen-
tido a colectividades que actúan como Variedades de estructuras
corporaciones unidas en la vida social El concepto de estructura que he
—partidos políticos, empresas, familias, elaborado en este artículo es muy ge-
estados, clubes, o sindicatos— como es neral, y por tanto podría ser aplicado
aplicado a individuos. Sin embargo, sí a estructuras de carácter ampliamen-
veo la agencia como profundamente te diferenciado —comprendiendo, se-
social o colectiva. Las transposiciones gún orden de importancia, desde las
de esquemas y las removilizaciones de estructuras que forman y constriñen el
recursos que constituyen la agencia son desarrollo del poder del mundo militar
siempre actos de comunicación con hasta aquellas que forman y constriñen
otros. La agencia implica una habili- las entretenidas prácticas de un grupo
dad para coordinar las acciones de uno de amigos un domingo de pesca o las
con y contra otros, para formar proyec- experiencias eróticas de parejas de sol-
tos colectivos, persuadir, coercer, y para teros. Este inmenso rango de alcance y
controlar los efectos simultáneos de las carácter de las estructuras a las cuales
propias actividades y de las de los otros. los conceptos de este artículo pueden
Más aún, el alcance del ejercicio de la ser aplicadas es apropiado, dada la pre-
agencia por parte de las personas de- misa que toda acción social está forma-
pende profundamente de sus posiciones da por estructuras. No ofreceré una de-
en las organizaciones colectivas. Toman- tallada tipología —debido al espacio de
do un caso extremo, las rivalidades y este artículo y porque creo que las ti-
caprichos de un monarca pueden afec- pologías deberían surgir a raíz de algún
tar cientos de vidas (ver, p.ej., Sahlins análisis concreto de la reproducción y
1991). Pero también es verdad que la cambio social. Al contrario, simplemen-
agencia de padres, ejecutivos, o profe- te indicaré dos importantes dimensiones
sores está enormemente expandida en a lo largo de las cuales las estructuras
función de las posiciones que ocupan varían: profundidad, que se refiere a la
en la familia patriarcal, corporaciones, dimensión de esquema de la estructura;
o universidades y por su consecuente y poder, que alude a la dimensión de
autoridad para obligar a la colectividad recurso. Intentaré demostrar que pen-
a través de sus acciones. La agencia, sar en términos de profundidad y poder
entonces, caracteriza a todos. Pero el puede ayudar a iluminar la variedad de
ejercicio de la agencia por las personas dinámicas diferentes y durables de tres
es colectiva tanto en sus fuentes como tipos importantes de estructura: lengua-
en sus modos de ejercitarla. La agencia je, estados y capitalismo.
personal está, por lo tanto, cargada de Profundidad ha sido mucho tiempo
diferencias de poder producidas colec- la clave metafórica del discurso lingüís-
167
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

tico y estructuralista. Designar una es- traciones de poder, mientras que las es-
tructura como “profunda” implica que tructuras gramaticales de una lengua o
ésta se encuentra por debajo y genera las escolares crean concentraciones de
cierta variedad de estructuras “superfi- poder mucho más modestas. Las estruc-
ciales”, justo como estructuras subya- turas también difieren en los tipos de
centes y generadoras de prácticas. En poder que movilizan. Por ejemplo, el
el discurso estructuralista, estructuras poder creado por la sucesión apostóli-
profundas son esos esquemas que pue- ca está basado principalmente (aunque
den ser mostrados como subyacentes a dista de ser exclusivo) en la persuasión,
estructuras comunes o “superficiales”, mientras que el creado por el gobierno
en el sentido que éstas últimas son una militar del ejército victorioso está basa-
serie de transformaciones de las estruc- do principalmente en la coerción.
turas profundas. De este modo, los es- Lenguaje. — Creo que pensar las es-
quemas estructurales para la representa- tructuras en términos de su profundidad
ción de un ritual de la fertilidad pueden y poder puede conducir a comprender
ser mostrados como transformaciones la durabilidad y dinámica de las mismas.
particulares de un profundo conjunto Baste considerar, por ejemplo, las estruc-
de oposiciones entre mojado y seco turas lingüísticas, que estudiosos en mu-
o masculino y femenino, que también chas disciplinas han usado como el prin-
subyacen a estructuras que informan cipal ejemplo de estructura en general.
otras prácticas institucionalmente dis- Se trata de estructuras que, por supuesto,
tintas —desde la construcción de vi- tienden a ser sorprendentemente dura-
viendas, el embellecimiento personal, bles. En realidad caen en los extremos
o la oratoria. Consecuentemente, los de las dimensiones de poder y profun-
esquemas estructurales profundos son didad. De hecho, son excepcionalmen-
también penetrantes, en el sentido que te profundas. Complicadas estructuras
están presentes relativamente en una fonológicas, morfológicas, sintácticas y
amplia variedad de esferas instituciona- semánticas subyacen en cada oración.
les, prácticas y discursos. También tien- Las oraciones, a su vez, son agrupadas
den a ser relativamente inconscientes. en expresiones significantes o textos en
Es decir que se dan por sentado supo- concordancia con las estructuras discur-
siciones mentales o modos de proceder sivas de retórica, narrativa, metáfora y ló-
que los actores normalmente aplican gica. Y todas estas estructuras lingüísticas
sin ser conscientes que son aplicados sostenidas subyacen a una multitud de
por ellos. estructuras que dependen, al menos en
Estructuras diferentes también varían parte, del habla y escritura —lo que da
enormemente en cuanto a los recursos a entender la inmensa preponderancia
y por lo tanto en cuanto al poder, que de todas las estructuras.
movilizan. Las estructuras militares o Por otra parte, el poder de las estruc-
las financieras crean masivas concen- turas lingüísticas es excepcionalmente
168
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

exiguo. La representación de estructuras mayor parte de estructuras, deberemos


fonológicas, morfológicas, sintácticas, y ser cautelosos con la tendencia gene-
semánticas en el habla o escritura tie- ralizada a usarlas como paradigma es-
nen por sí mismas efectos relativamente tructural general. Aunque la elegancia
modestos en los recursos. Ello ratifica la del modelo lingüístico pueda disponer
pertenencia de los miembros hablantes un modelo envidiable, las estructuras
en una comunidad lingüística y refuerza que operan cerca de la superficie de la
los esquemas que hacen posible la ge- vida social y que están más directamen-
neración de oraciones. Asumiendo que te implicadas en las relaciones de poder
una unidad de habla está formada por pueden tener muy diferentes principios
hablantes competentes de una lengua, y dinámicas. Un peligro que surge de
la formulación de una oración gramati- la aceptación acrítica del modelo lin-
cal no crea en sí misma diferencias de güístico es la tendencia a pensar en las
poder significativas, pero sí establece estructuras como compuestas simple-
una igualdad entre los conversadores. mente por esquemas, mientras se igno-
El lenguaje, por supuesto, sirve como ra la dimensión de los recursos. Cuan-
un medio para todo tipo de represen- do se estudian las estructuras sintácticas
taciones de relaciones de poder, pero de las lenguas, donde la representación
en el ámbito fonológico, morfológico, de esquemas tiene menos consecuen-
sintáctico y semántico está a nuestro cias en cuanto a poder, no importa de-
alcance para esos fines en la medida masiado que se deje de lado el aspecto
en que estamos con probabilidades de de los recursos en lo estructural. Pero
encontrar un medio neutro de intercam- cuando intentamos dar sentido al rue-
bio. Esta neutralidad relativa con respec- do de la vida, más impregnado por las
to al poder ayuda a dar cuenta de otras relaciones de poder, puede ser total y
peculiaridades de las estructuras lingüís- absolutamente atroz aplicar la analogía
ticas: su extraordinaria durabilidad. Si lingüística y conceptualizar las estructu-
la representación de los esquemas lin- ras puramente como esquemas.
güísticos sirve solamente para sostener Estados. —Candidatos particular-
la capacidad lingüística de los hablan- mente pobres de la analogía lingüística
tes sin aportar repentinamente recursos serían los estados o estructuras políticas,
a algunos hablantes y dejar a otros le- que comúnmente generan y utilizan lar-
jos de su alcance, entonces nadie tiene gas concentraciones de poder y que es-
muchos incentivos para embarcarse en tán relativamente cerca de la superficie
innovaciones que podrían transformar de la vida social. El estado y las estruc-
las estructuras lingüísticas. turas políticas están conscientemente
Si es cierto que las estructuras lin- establecidos, mantenidos, disputados y
güísticas están mucho menos implica- discutidos más que dados por sentado
das en las relaciones de poder y mucho como si se tratara de rasgos inmutables
más profunda y duraderamente que la del mundo. A pesar de que pueda ini-
169
NÚM. 14, JUNY, 06
UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

cialmente imaginarse que grandes con- embargo relativamente profundas, que


centraciones poder tenderían a asegu- han llegado a ser una “segunda natura-
rar la durabilidad de las estructuras, en leza” y son aceptadas por todos (o casi
realidad puede que eso no sea cierto. todos) los actores políticos como un
Aunque los estados centralizados con poder neutral esencial, el dar por sen-
inmenso poder coercitivo impondrían tado tiene implicaciones políticas. Tales
altos costes a quien les desafiara, dis- estructuras también parecen ser excep-
ta de estar claro que generalmente ha- cionalmente durables. Esto parecería ser
yan demostrado mayor duración que cierto en estructuras políticas tan diver-
los estados descentralizados o los que sas como el sistema constitucional ame-
no ejercen coerción. Comparemos, por ricano, la burocracia pública francesa,
ejemplo, Gran Bretaña con Francia en- o las estructuras de la comunidad legal
tre 1750 y 1850, los Estados Unidos y inglesa que Margaret Somers (1986) ha
Alemania desde 1870 a 1950, Costa rastreado persistentemente desde el si-
Rica y Nicaragua, El Salvador o Guate- glo catorce a mediados del diecinueve.
mala desde la II Guerra Mundial, o la La durabilidad, entonces, parecería es-
India y China durante el mismo lapso tar determinada más por la profundidad
de tiempo. Incluso los estados relativa- estructural que por su poder.
mente estables están sujetos a transfor- Capitalismo. —¿Cómo las estruc-
maciones estructurales periódicas. Aun- turas con un enorme poder devienen
que Estados Unidos haya tenido una o permanecen profundas? Uno nor-
única constitución desde 1789, ha ex- malmente esperaría la enormidad de
perimentado una sucesión de crisis po- los efectos de que los actores se hagan
líticas fundamentales que produjeron al conscientes de y dispongan a oponerse
menos cinco repentinos cambios en el a los esquemas y recursos acumulados
sistema de partidos en las pasadas dos por esas estructuras. Aprovecharé esta
centurias (Burnham 1967). Se puede cuestión para examinar el caso del ca-
sostener que las estructuras del estado pitalismo, un ejemplo espectacular de
son relativamente mutables precisamen- estructura cargada de poder, todavía du-
te porque la magnitud (poder) y obvie- radera. El capitalismo es, por supuesto,
dad (falta de profundidad) de sus efectos altamente dinámico. En lo común, to-
recursivos las convierten en objetivos davía se mantiene como en los pasa-
naturales de luchas abiertas. dos 250-300 años (o al menos desde el
Pero si la mayor parte de estructu- siglo XVI, de acuerdo con Wallerstein
ras políticas están caracterizadas por un [1974]) constituyendo una era unifica-
alto poder y una baja profundidad, una da con una dinámica continua de acu-
relación inversa entre poder y profun- mulación de capital guiada por una es-
didad es cuanto menos necesaria. Hay tructura central y duradera, que en el
algunas estructuras políticas con inmen- lenguaje marxista es llamada modo de
sas implicaciones de poder que son sin producción capitalista.
170
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

El propio Marx fue consciente de la movimiento”. El desarrollo capitalista ha


extraordinaria dinámica y carácter cam- sido siempre un asunto revuelto y esca-
biable del desarrollo capitalista, pero broso. En cualquier caso, pienso que el
vio que el cambio convergía en una desorden ha estado en un nivel secun-
única forma: la fábrica mecanizada, dario o en la estructura superficial y que
de gran escala, provista de proletariado bajo la mutabilidad superficial perma-
cada vez más homogéneo. Desarrollos nece mucho más estable la estructura
recientes han tendido a hacer que la profunda de esquemas que están con-
capacidad de intercambio del capita- tinuamente reforzados por flujos de re-
lismo parezca más radical y permanen- cursos —incluso cuando las estructuras
te. Lejos de registrar la avalancha de la superficiales son revolucionadas.
fábrica clásica, la actual era del creci- A diferencia de la mayor parte de
miento económico mundial ha estado marxistas, veo los esquemas centra-
caracterizada por un creciente uso de la les no como aquellos que definen las
subcontratación, economía sumergida y relaciones de trabajo asalariado sino
artesanía casera y por el florecimiento como las que gobiernan la conversión
de los servicios a expensas de la manu- del valor de uso en valor de cambio12.
factura. Al mismo tiempo, los estudiosos El proceder central del capitalismo —
señalan cada vez más las desigualdades, la conversión del valor de uso en valor
contingencias y aperturas de los patro- de cambio o la modificación recípro-
nes de desarrollo bajo el capitalismo, ca de las cosas— es excepcionalmente
tanto en el pasado (Samuel 1977; Sabel transponible. No conoce límites natu-
and Zeitlin 1985; Sewell 1988) como en rales; puede ser aplicado no solamente
el presente y futuro (Piore y Sabel 1984). a ropa, tabaco o cocina, sino a tierra,
Sabel (1988) incluso ha sugerido que trabajo doméstico, pan, sexo, publici-
las formas de cambio económico en la dad, emociones o conocimiento, cada
llamada era capitalista están tan inde- uno de los cuales puede ser convertido
terminadas que el propio concepto de en algo diferente por medio del dinero.
capitalismo, con sus implicaciones de La inestabilidad superficial del capitalis-
regularidad subyacente, es engañoso y mo surge precisamente de esta intercon-
debería ser desechado. Creo que Sabel vertibilidad, que incita a los poseedores
tiene razón, dentro de sus límites: una de recursos a intercambiarlos por otros
amplia variedad de disposiciones ins- como valores de cambio relativos y que
titucionales y relaciones de propiedad siempre hace posible que recursos que
son compatibles con “capitalismo”, y con anterioridad no habían sido tratados
nunca en su historia el capitalismo ha como mercancías entren en el circuito
obedecido uniformemente a “leyes de del intercambio moneratizado. Dicho

12
John Roemer (1982) ha demostrado para mi satisfacción que la explotación capitalista pue-
de tener lugar en ausencia de trabajo asalariado.

171
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

de otro modo, al presentar casi todos sión obtendría muchos cambios. Inclu-
los recursos como productos intercam- so inversiones que fallan al crear nuevas
biables, la forma de mercancía organiza oportunidades pueden ser aprovechadas
virtualmente la intersección universal, lo siguiendo los procedimientos normales
cual significa que los cambios en una de inversión e intercambio capitalistas
estructura —con acumulación creciente —cuando una empresa se hunde, hay
o decreciente de recursos o un nuevo una planta y equipamiento a la venta a
procedimiento— pueden afectar inde- precio de ganga y un mercado residual
finidamente un vasto número de otras a explotar por parte de las antiguas em-
estructuras atravesadas por el mediador presas competidoras, etcétera. En con-
monetario. Por otra parte, cambios en secuencia, los procedimientos mismos
un punto del circuito de intercambio son extraordinariamente insensibles a
incrementarán los efectos de los recur- (en realidad, paradójicamente, se re-
sos e innovaciones. Y estos cambios no fuerzan por) los fracasos de empresas
están necesariamente forzados a seguir o industrias capitalistas particulares. El
cualquier forma institucional en parti- desplazamiento de los tejedores manua-
cular, basta con que sean aprovecha- les por el poder del telar, o del carbón
bles. Así, por ejemplo, el surgimiento por el petróleo puede que haya des-
de la industria del automóvil estimuló truido técnicas, destrozado negocios, o
el desarrollo simultáneo de plantacio- estropeado economías de ciertas loca-
nes de caucho basadas en el trabajo lidades, pero simultáneamente demos-
de aprendizaje o el trabajo forzoso y tró que seguir la lógica productiva crea
de operaciones de cadenas de monta- riqueza para quienes lo hacen e inclu-
je automovilísticas basadas en inmen- so (a la larga y a pesar de excepciones
sas fábricas manejadas por proletarios locales) para la economía capitalista
así como también una proliferación de en su totalidad. En algunos casos, las
tiendas de reparación dirigidas por pe- estructuras pueden combinar profun-
queños capitalistas autónomos. didad con gran poder y, consecuente-
Pero esta inestabilidad e impredeci- mente, pueden formar las experiencias
bilidad crónicas de las estructuras super- de sociedades enteras durante muchas
ficiales del capitalismo en realidad re- generaciones.
fuerzan sus estructuras profundas. Una
alteración cualquiera en la vasta cade- Conclusión
na de intercambios de productos es una He partido de la premisa de que
nueva incitación para invertir. La lógi- “estructura” es una inevitable metáfora
ca inherente en la forma del producto epistémica en las ciencias sociales y he
hace de cualquier nueva variedad de tratado de puntualizar cómo esta metá-
recursos o nuevos procedimientos una fora puede ser entendida. Las estructu-
oportunidad potencial para el beneficio. ras —he sostenido— están constituidas
Y, por supuesto, cualquier nueva inver- por esquemas culturales y conjuntos de
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

recursos que se soportan mutuamente y la más o menos perfecta reproducción


componen los productos que habilitan de estructuras es un proceso extremada-
y constriñen la acción social y tienden mente temporal que requiere de la inge-
a ser reproducidos por esta acción. Los niosa e innovadora conducta humana.
agentes son dotados de poder por las Pero la misma agencia ocurrente que
estructuras, tanto por el conocimiento apuntala la reproducción de las estruc-
de los esquemas culturales que les per- turas hace también posible su transfor-
miten movilizar recursos como por el mación —mediante transposiciones de
acceso a los recursos que les permiten esquemas y removilizaciones de recur-
llevar a cabo los esquemas. Esto difiere sos que hacen las nuevas estructuras
del uso sociológico ordinario del térmi- reconocibles como transformaciones de
no porque presenta la estructura como las antiguas. Creo que las estructuras no
un fenómeno profundamente cultural y son categorías reificadas a las que pode-
del uso antropológico ordinario porque mos invocar para explicar la inevitable
la muestra como algo que deriva siem- forma de la vida social. Acogerse a las
pre del carácter y distribución de recur- estructuras, tal y como las he definido
sos en el mundo cotidiano. La estructura aquí, es hacer un llamamiento por un
es dinámica, no estática; es resultado de análisis crítico de las interacciones dia-
una evolución continua y matriz de un lécticas mediante las cuales los huma-
proceso de interacción social. Incluso nos hacen su historia.

173
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UNA TEORÍA DE ESTRUCTURA: DUALIDAD, AGENCIA Y TRANSFORMACIÓN

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NÚM. 14, JUNY, 06
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Sacramento PINAZO HERNANDIS y


Mariano SÁNCHEZ MARTÍNEZ (dirs.):
Gerontología. Actualización, innovación y propuestas,
Madrid; Pearson Prentice Hall, 2005, 591 págs.

JOSÉ BELTRÁN LLAVADOR


DEPARTAMENT DESOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

Con no poca frecuencia las reseñas maneras de entender y abordar un trozo


de libros corren el peligro de convertirse en absoluto menor de nuestro cambian-
en ejercicios gratuitamente laudatorios. te escenario social: la presencia y la im-
No creo, y no pretendo, que éste sea el portancia cada vez mayor de ese sector
caso. Pero me temo que, aun procuran- de población que configura lo que al-
do un ejercicio de contención, el coro- gunos analistas denominan la “sociedad
lario será inevitablemente elogioso. Para gris”. Ya desde la introducción, los di-
mudar lo que puede pasar por una mera rectores de esta obra, Pinazo y Sánchez,
opinión personal en un juicio razonado anticipan de manera sumaria el conte-
es necesario apelar a los argumentos, nido de cada uno de estos capítulos. Y
que son algunos de los sólidos materia- lo hacen comenzando por ofrecer una
les en los que se basa el conocimiento. perspectiva “acerca de la Gerontología
Vamos con ellos, pues. como disciplina” en la que subrayan
En primer lugar nos encontramos su carácter multidisciplinar e interdisci-
con una obra mayor, es decir, con una plinar, pasando por la presentación de
obra de referencia, en su sentido más li- “la Gerontología en España”, con el fin
teral. El manual que la lectora o el lector de aproximarnos a la “situación de los
tiene en sus manos se despliega tanto estudios sobre el envejecimiento y las
en amplitud o extensión como en pro- personas mayores”: sus conceptualiza-
fundidad o intensión. A lo largo de die- ciones, investigaciones e innovaciones,
cinueve capítulos, los autores nos van concreciones o realizaciones, así como
mostrando y demostrando las múltiples una serie de consideraciones sobre los
179
NÚM. 14, JUNY, 06
R E C E N S I O N S

ámbitos de intervención, de formación to. Así lo hacen, a través de un amplio


y profesionalización. Finalmente, ambos y sugerente espectro de temas y enfo-
directores nos ofrecen un completo pa- ques que abarcan desde cuestiones de
norama acerca del sentido de la obra en salud, género, demografía, psicología,
su conjunto y de los autores que parti- relaciones intergeneracionales, pasando
cipan en ésta. por aspectos asistenciales, profesionales,
Hablando de autores, merece la educativos, lúdicos, económicos, has-
pena destacar que nos encontramos ta abordar problemas que comienzan
ante una obra colectiva, coral, que re- a cobrar cada vez mayor importancia
úne las voces plurales de 25 autores, en nuestra agenda social, como aque-
docentes y expertos en la materia, pro- llos que se suscitan desde la bioética o
cedentes de 16 Universidades e insti- desde las propuestas acerca de la euta-
tuciones de prestigio. No resulta fácil, nasia y el testamento vital.
sin duda, reunir en un solo volumen Sin duda, el libro que la lectora o el
tal variedad de miradas y aportaciones lector tiene en sus manos es algo más y
sobre cuestiones gerontológicas, lo que diferente que un manual al uso. Se suele
no hace sino incrementar el interés de utilizar la metáfora del “mapa” para re-
todas y cada una de ellas, puesto que ferirnos a la representación de un terri-
unas y otras dialogan entre sí, mantie- torio disciplinar. Pues bien, este ensayo
nen una relación de complementarie- es un mapa, pero no se reduce a una
dad, constituyendo en conjunto una buena cartografía de la Gerontología y
invitación clara a la lectura. del abanico de aspectos con la que éste
Respecto al planteamiento del libro, se relaciona, lo que ya de por sí consti-
los coordinadores proponen “un acer- tuye una tarea encomiable. Es, además
camiento diferente a otros más tradicio- de descriptivo, propositivo. O dicho de
nales al tratar temas que no son habi- otra manera, es no sólo orientativo, sino
tualmente abordados en manuales de la constructivo. Proporciona, en este sen-
disciplina: este es el caso de los progra- tido, tanto elementos para la reflexión
mas intergeneracionales, la Gerontolo- como una guía para la acción.
gía, el envejecimiento productivo o la De este modo, la lectora o el lector
calidad de muerte, entre otros.” De he- que quiera disponer de una información
cho, ya en el prefacio declaran seguir clara y distinta acerca de la gerontología
la recomendación de Lars Tornstam que —aquellos problemas y desafíos a los
sugiere “atrevernos a poner en cuestión que se enfrenta junto con los dilemas
las vacas sagradas que constituyen nues- y contradicciones que plantea— encon-
tras teorías ‘tradicionales’ ”. Recomen- trará en estas páginas una herramienta
dación que sigue la estela del conoci- valiosa, un ejercicio de síntesis que no
do dictum kantiano: “¡Sapere aude!”, es más que una ilustración de las ex-
“atrévete a pensar”, o lo que es lo mis- periencias plurales de los autores en el
mo, ejerce la autonomía de pensamien- campo. Llevar a cabo proyectos de sín-
180
NÚMS. 12/13, DESEMBRE, 05
R E C E N S I O N S

tesis como éste en la actualidad le con- ción, huyendo de recetas o fórmulas o


fiere un valor añadido, pues sin tener el consignas fáciles, que no hacen sino
propósito de ser omniabarcantes, siguen eludir la complejidad de la realidad a la
la recomendación weberiana de com- que se enfrentan, y han cargado las tin-
binar “explicación” y “comprensión”, tas, en cambio, en lo que de verdad vale
ofreciendo explicaciones comprensivas. la pena: la apuesta por la intervención,
Especialmente interesantes resultan, des- entre todos y para todos, en pos de una
de esta óptica, algunos apartados en los sociedad emancipadora. Lejos de incu-
que los autores elaboran un catálogo de rrir en reduccionismos simplificadores,
problemáticas y de alternativas —de po- los autores han aportado, desde lo que
líticas y de prácticas— en Gerontología, el sociólogo francés Pierre Bourdieu lla-
avanzando tendencias en los nuevos es- maba “el espacio social de los puntos
cenarios sociales y en los desafíos que de vista”, sugerentes elementos de re-
estos suponen. flexión que suponen una apuesta para la
Los coordinadores de este volumen acción, para la intervención social, que
han respondido sobradamente a la pre- no es sino una de las muchas formas de
gunta que encabezaba su prefacio: Quo entender el compromiso social.
Vadis? “Nuestra intención ha sido la de También la bibliografía merece un
publicar un manual que ofreciese un capítulo aparte. Con cerca de quinientas
panorama amplio de la Gerontología y entradas, no sólo los lectores legos o los
profundizase en algunos temas que no profesionales del campo cuentan con un
aparecen desarrollados habitualmente catálogo de valiosas referencias, sino que
en otros libros similares. No se trata de aquellos investigadores que quieran ela-
un manual de intervención psicológica borar un proyecto o un informe sobre las
o cognitiva, aunque ofrece pistas para cuestiones que aquí se abordan pueden
los programas de intervención. No obs- acudir a este compendio bibliográfico.
tante, somos conscientes de que, si bien El mérito de este apartado del libro que
hemos tenido en mente esta audiencia, acompaña a cada capítulo —diferen-
a buen seguro que cada lector/a, con in- ciando entre referencias bibliográficas
dependencia de lo que ha sido nuestra y lecturas recomendadas— reside tan-
audiencia objetivo, sabrá hacer su par- to en la profusión de títulos como en su
ticular apropiación de los temas que le apertura disciplinar, de modo que aquí
interesen.” reconocemos y descubrimos fuentes del
En cualquier caso, si cabe destacar ramo en su mayor parte, pero también
algún hilo conductor, algún denomina- títulos —la mayor parte de ellos de muy
dor común, a las diversas contribucio- reciente actualidad— procedentes de la
nes de esta obra, éste se encuentra en el educación, la sociología, la economía,
principio de solidaridad intergeneracio- la filosofía, etc.
nal. Por eso, los autores han distinguido Por último, cabe subrayar de manera
muy bien entre descripción y prescrip- especial la vocación didáctica de este
181
NÚM. 14, JUNY, 06
R E C E N S I O N S

volumen. No sólo por su concepción y rada sensible hacia un fenómeno que


por la orientación hacia sus potenciales sin duda requiere “más atención” por
destinatarios, sino porque los directores parte de todos, advirtiéndonos de la
del libro, y buena parte de sus colabo- necesidad perentoria —como ya se
radores, tienen sobrada experiencia tan- enuncia por lo demás desde supuestos
to en la docencia como en la gestión ecológicos que a la vez lo son del sen-
de programas formativos orientados a tido común— de “cuidar los unos de
mayores, a “gente grande”. De manera los otros”.
que, más allá de la retórica al uso y el De manera que, en definitiva, nos
discurso de intenciones propio de la li- encontramos ante una obra que no solo
teratura acerca de la educación a lo lar- ofrece fundadas argumentaciones y so-
go de toda la vida — life long learning
—life learning—,
—, bradas razones para considerar la rele-
este libro es una concreción empírica vancia creciente de la Gerontología, sino
de los principios en los que se sustenta que también, de paso, nos invita a dar
esta doctrina. el salto desde la explicación académica
Para quienes, desde diferentes ins- hasta la implicación individual y social
tancias, venimos trabajando desde hace en los asuntos que a esta materia con-
tiempo en el terreno social y educati- ciernen. De nosotros, lectores y lectoras,
vo con población adulta, con pobla- a los que nos une la misma fragilidad por
ción “grande”, este libro constituye una el hecho de ser meramente humanos, de-
buena noticia. Por una parte, confirma pende aceptar tal invitación, que supone
e incrementa el sentido de nuestra ta- ni más ni menos que compartir, de la ma-
rea, que hasta hace bien poco merecía nera más noble posible, el buen gobierno
una consideración relativamente menor de nuestra finitud cuando el horizonte
desde el punto de vista de las políticas permite vislumbrar con mayor claridad
públicas. Por otro lado, ofrece una mi- el límite o frontera de nuestra vida.

182
NÚM. 14, JUNY, 06

BERTHOLET, Denis (2005):


Claude Lévi-Strauss,
València; Publicacions de la Universitat de València

ALBERT MONCUSÍ FERRÉ


DEPARTAMENT DESOCIOLOGIA I ANTROPOLOGIA SOCIAL
UNIVERSITAT DE VALÈNCIA

El llibre que ens ocupa és impres- Strauss. No obstant, Bertholet defuig la


cindible per a entendre, entre altres co- temptació de fer-ho. Es limita a mostrar
ses, els orígens del pensament de Lévi- un infant i adolescent despert, apassio-
Strauss. Es tracta d’una biografia intel- nat per saber i descobrir, sensible i ra-
lectual que, malgrat introduir aspectes onador, que considera el món com un
de caràcter personal, fuig de l’anècdota espai per descobrir, construit per ma-
per centrar-se més en dibuixar de forma terials concrets, i amb alguna lògica
entretinguda un retrat sòlid del personat- comprensible.
ge a través de la seva trajectòria profes- En aquesta primera etapa, Bertholet
sional, acadèmica i humana. rebel·la tres mestres del futur antropò-
Per començar, el lector es troba amb leg i filòsof: la geologia, Freud i Marx.
un xiquet, fill de burgesos del XIX, acos- La primera inspira en ell la idea que la
tumat a la lectura i a l’audició de músi- naturalesa és un tot absolut que tot ho
ca clàssica, particularment la de Wag- abasta. El segon —com no podia ser
ner. En aquest darrer aspecte hi podríem d’altra manera— representa la impor-
veure un precedent a l’interès de l’autor tància de l’inconscient. Finalment Marx
en el tema dels mites. L’afecció per col- suggereix l’existència d’un ordre siste-
leccionar objectes exòtics i l’actitud es- màtic i determinant enmig el caos de
cèptica pel que fa a creences religioses l’univers i, en particular, de les socie-
i patriotisme acabarien d’oferir la pos- tats humanes. Tot plegat assenta les ba-
sibilitat de veure l’etnòleg (o, el que és ses de la descoberta científica del món
el mateix, l’antropòleg) en l’infant Lévi- i, a la vegada, de la intervenció en ell.
183
NÚM. 14, JUNY, 06
R E C E N S I O N S

Encara que, finalment, en la biografia l’actitud perseverant d’un personatge


de Lévi-Strauss el primer aspecte prima que, malgrat que confessa el seu odi als
clarament sobre el segon. viatges, emprèn un difícil periple per la
L’anhel de coneixement duran Lévi- selva brasilera.
Strauss a Brasil i als primers passos en- El 1941, la condició de jueu de
vers l’Antropologia Cultural. En aquest Lévi-Strauss catalitza un viatge més —
punt apareix per primer cop la figura de aquest cop a Estats Units— que serà
l’historiador Fernand Braudel (la biogra- fonamental en la seva formació. Apa-
fia del qual, per cert, ha publicat PUV reix en aquest punt del relat la coin-
en la mateixa col·lecció). La trajectòria cidència anecdòtica entre el nom del
de tots dos anirà seguint pautes similars, personatge i el d’una coneguda marca
començant, precisament, per una etapa de pantalons texans que, segons explica
en l’ensenyament superior a Brasil. En Bertholet, van tenir alguna conseqüèn-
aquesta primera aparició, Braudel con- cia per al jove etnòleg. En l’estada de
tribueix a recolzar a Lévi-Strauss en un Lévi-Strauss a Nova York descobrim un
entorn professional en què se’l deixa, cercle antropològic nord-americà mar-
d’entrada, molt en segon pla. Més en- cat per les figures de Lowie i, sobretot,
davant, Braudel reapareixerà junt amb Boas. L’antropòleg francès acabarà con-
Lévi-Strauss en la institucionalització de siderant-se d’alguna manera, hereu del
les Ciències Humanes a França. darrer. Especialment després que, en un
Amb constants visites a l’obra Tris- sopar en què hi seu al costat, Boas aca-
tos Tròpics, Bertholet explica els primers ba morint als seus braços. En aquesta
contactes de Lévi-Strauss amb l’Antro- mateixa etapa, Lévi-Strauss es retroba
pologia Cultural nord-americana i amb d’alguna manera amb els “tres mestres”
l’alteritat cultural, a Brasil, que l’ajuda- (Marx, Freud i la geologia) a través de
rien a iniciar-se en l’ofici d’etnòleg en la lingüística de Jakobson, en la qual ell
una època marcada per diversos aspec- veu una forma de trobar la lògica que
tes. En primer lloc, trobem un profund porta allò real a ser el que és. Són els
empirisme reflectit en un sistemàtic tre- principis de l’estructuralisme que funda-
ball de camp etnogràfic. En segon lloc, rà com a gran teoria aplicada a l’estudi
veiem la recerca de l’indígena “pur” que de les societats, amb la seva tesi sobre
permetria explorar la naturalesa bàsica les estructures elementals del parentiu
universal en tots els humans. En tercer i la seva coneguda interpretació de la
lloc, hi ha la mirada sobre el món com prohibició de l’incest.
si d’un text es tractés. I, finalment, sor- El 1948 Lévi-Strauss torna a França,
geix el relativisme cultural imprescindi- a on acabarà consolidant-se en l’aca-
ble per a fer Antropologia Social i Cul- dèmia i contribuint de manera cabdal
tural, quan s’explica com constantment a la consolidació de l’etnologia france-
Lévi-Strauss intenta posar-se en la pell sa (inclosa una etnologia regional so-
dels indis. A tot això hi podríem sumar bre França mateixa). Tot plegat, però,
184
NÚMS. 12/13, DESEMBRE, 05
R E C E N S I O N S

serà possible per la delimitació del La forja d’un dels personatges cab-
camp específic de la disciplina, amb la dals del pensament contemporani es va
consegüent diferenciació. I no només teixint en el recorregut institucional i,
això, sinó també després de les disputes molt especialment, amb constants re-
amb científics d’altres camps. La dispu- ferències a la seva obra (i a l’obra sobre
ta entre Antropologia i Història tingué ell) que permeten contextualitzar-la. Els
en Lévi-Strauss i Braudel dues figures. darrers dos capítols ens presenten un
Ambdós, a més, tindrien un paper clau Lévi-Strauss que, en el transcurs de la
en la participació d’institucions d’inves- maduresa a la vellesa, no ha abandonat
tigació i, particularment, en les dispu- la passió per aprendre aplicant un es-
tes per la definició de seccions al Cen- tructuralisme que, més que una teoria,
tre d’Estudis Sociològics i, finalment, la és per a ell un mètode. Els anys setanta,
fundació de l’Escola d’Alts Estudis en Lévi-Strauss era ja un personatge citat,
Ciències Socials. criticat, traduït, admirat i interpretat que
Però no només hi hagué un esforç fins i tot generava controvèrsia per cert
diferenciador respecte de la història. conservadorisme. Més tard ell mateix
Al llibre trobem la diferenciació del es veu contrariat per les interpretacions
camp de l’Etnologia d’altres com els que semblen derivar de la seva obra de
del Psicoanàlisi, la Sociologia o la His- la mà dels pensadors post-estructuralis-
tòria. La particularitat de la disciplina tes. Però no es limita a una crítica envers
i el que, aleshores, la diferenciava de ells. Per Lévi-Strauss, les Ciències Socials
les altres era —segons la interpretació i Humanes contemporànies corren el risc
que fa Bertholet de l’aportació de Lévi- de caure en l’exercici de la retòrica sen-
Strauss— la perspectiva de comparació se més que, en tant que mera acumula-
intercultural i vocació universalista, re- ció, es diferencia de la ciència feta amb
lativisme cultural i estranyament antro- rigorosa sistematització.
pològic a més de l’estudi del que l’an- La seva activitat científica ha dut
tropòleg francès denominava “societats Lévi-Strauss a ser un dels principals
àgrafes i fredes” (és a dir, de canvi lent). pensadors del segle XX. Segons el re-
La diferenciació es reflecteix també en trata Bertholet, veiem en ell un intel-
la institucionalització de l’Etnologia a lectual honest, que diu què pensa però
França i a nivell internacional, amb els que acaba essent més aviat un savi, en
càrrecs que va ocupant el protagonista la mesura que no practica la intervenció
del llibre. Malgrat tot, en el darrer ca- social. De fet, podem dir que el text ens
pítol Bertholet presenta la defensa afer- dibuixa un científic poc involucrat (o
rissada, per part de Lévi-Strauss, de la gens) en el canvi social, postura cohe-
necessitat que les diferents disciplines rent amb les seves pròpies teories, més
es complementin, fins i tot (o, de fet, vinculades a la concepció d’estructures
especialment), quan treballen sobre un universals i persistents que al canvi cul-
mateix objecte. tural i social.
185
NÚM. 14, JUNY, 06
R E C E N S I O N S

La traducció a l’espanyol i la publi- plorar l’entorn acadèmic com un àmbit


cació del llibre per part de les universi- a on caben els conflictes interpersonals,
tats de València i Granada no pot ser més la competència per càrrecs acadèmics
oportuna en un moment en què s’està i llocs de treball, l’admiració, el rebuig
definint un model d’universitat en el qual i també les vanitats. Al mateix temps,
tant la saviesa com l’intel·lecte i el com- però, quan s’està discutint si Sociologia
promís intel·lectual estan quedant en i Antropologia Social han de ser Graus
un segon pla davant l’elogi d’un pensa- separats i, en general, quina ha de ser la
ment encaminat a la finalitat pragmàtica confecció de les titulacions en el camp
de la professionalització. La publicació de les Ciències Humanes i Socials, la bi-
del llibre de Bertholet és també particu- ografia d’un etnòleg que ha estat també
larment pertinent ara que s’està definint sociòleg i que ha compartit institucions
l’estructura dels ensenyaments superiors d’investigació amb historiadors i filòsofs
al nostre Estat. És una aportació per ex- és especialment il·lustrativa.

186
A B S T R A C T S

BERLANGA ADELL, María Jesús


Antropología en Marruecos: El poder y la construcción de un campo científico
ANTHROPOLOGY IN MOROCCO: POWER AND CONSTRUCTION OF A SCIENTIFIC FIELD
In this article we tried to show the evolution of the anthropology in Morocco, from
the colonial period to the present time. With this aim we have recovered the main
contributions of foreign authors about Morocco, as well as the works of Moroc-
can authors. Also we have analyzed how all them have contributed to construct
a new scientific field that habitually has maintained conflicting relations with the
political power, but it has served to the power at certain moments too.

HERNÀNDEZ MARTÍ, Gil-Manuel


Els orígens de la sociologia global
THE ORIGINS OF GLOBAL SOCIOLOGY
This article assures that the emergence of sociology arose as a tension between
both, sociology as a science of the society within a state-nation and sociology
as a science in a global process. This approach shows how from the end of the
eighteens, sociology has focused on the global side, giving a response to the so-
cial globalisation process worldwide. In this sense, the main part of the article
comes to show the emergence of the called global sociology or sociology of the
globalisation. This phenomena is needed to be placed in the deep reconfiguration
of social science as a consequence of the impact of the new global reality.

LLOPIS GOIG, RAMÓN


Actitudes políticas e intención de voto. Una aplicación del análisis discriminante
POLITICAL ATTITUDES AND VOTING INTENTION. AN APPLICATION OF DISCRIMINANT ANALYSIS
One of the main problems in social research is the absence of reply. In electoral
opinion polls this problem is especially important when affects to those questions
regarding voting intention. In this paper we present an application of the discri-
minant analysis to a sample of university students. The potential of this technique
to estimate voting intention, as well as the strong influence of the left-right scale
in that, is shown by the results of the research.

187
MARQUES, Sandra Cristina Simões
Usos y representaciones del espacio público en Calcuta, India.
USAGES AND IMAGES OF THE PUBLIC SPACE IN CALCUTA. INDIA
The present essay is integrated in the anthropological study “As Câmeras e o Tur-
ismo em Calcutá: Representações da Pobreza em Photovoice [Cameras and Tour-
ism in Calcutta: Representations of Poverty through Photovoice]” which has, as
specific attributes the treatment of the razor edge linked two phenomena – im-
ages and tourism. Kolkata (Calcutta) occupies an unequalled place in western
imagery as a place of poverty, decadence and exotic. And to confirm this im-
age, the expressions most used by western tourists to describe the city are “too
much poverty, too crowded, too dirty, too polluted”. What is that makes Kolkata
so particular to acquire this persistence on the discourse’s representations of the
western tourists? I have elected to this essay just one of the factors that lay on this
representation – Kolkata exhibits a subversion of the western logic of represent-
ing the urban landscape.

MARRERO, Adriana
La teoría del capital social. Una crítica en perspectiva lationamericana.
THE THEORY OF SOCIAL CAPITAL. A CRITIQUE FROM A LATINOAMERICAN VIEWPOINT
The aim of this article is to expose the Social Capital Theory and to criticize it
from two points of view: as an explanatory theory of social inequality, and as an
inspirer for the design of public policies.

MONTEZEMOLO, Fiamma
Tijuana “becoming rather than being”. Representando Representaciones...
TIJUANA BECOMING RATHER THAN BEING. REPRESENTING REPRESENTATIONS...
The aim of this article is to explore the limits of holistically representing a city such
as Tijuana: border city of contrasts, young and economically, socially and culturally
polarized. The author provides us with a representation of the various and multiple
representations generated around Tijuana; the article takes the cultural turn within
the social sciences as a point of departure and as critique of positivist pretensions
to ‘objectivity,’ and extends the Deleuzian concept of the ‘metamorphosis of the
self’ to the city. By substituting the city for the self, the author explores how the
signifier Tijuana has generated a multiplicity of signifieds through the subjectivi-
ties that defines her at this particular historical moment. Since constructions of a
given reality is always already situated and relational, the article probes the city’s
very process of subjectivation. It appears that Tijuana’s main concern is to remake
itself through a plural process of becoming that radically values difference over
any fixed, exhaustive, transcendent and holistic concepts. Departing from con-
ventional attempts to search for a ‘model’ of the ‘city,’ the article engages with
188
the various embodiements of Tijuana in contemporary concrete circumstances
where a maquila factory worker sees her as an industrial city, and an intellectual
to frame her as the perfect representation of a post-modern one…

MURPHY, Raymond
Realismo medioambiental: de la apología a la sustancia
REALISM: FROM APOLOGETICS TO SUBSTANCE
This paper assessed the cornucopian theory of the mastery of plastic nature. It
found serious deficiencies, especially the theory’s complacent faith in economic
rationality and its underestimation of nature’s capacity for unexpected emergent
disturbances. Conclusions about the real state of the world and realistic expec-
tations for the future must take into account not only present trends but also the
findings of research into disasters and into societies that have collapsed. Learning
from the analysis of such discontinuities and breaking points will help to avoid
simplistic presumptions of safety based on extrapolating time-series trends of
present well-being in wealthy societies into the distant future. Disaster research
and studies of collapsed societies can teach us about failures of foresight con-
cerning nature’s dynamics, about the material consequences of such errors, about
the uncertainties involved in foreseeing nature’s emergent dynamics, and about
social barriers to learning from the prompts of nature. A deeper realism that has
learned to expect the unexpected from nature is necessary. Such a critical realist
perspective for investigating prompts from nature has been elaborated in this pa-
per. The investigation of an unforeseen ice storm that resulted in Canada’s most
expensive disaster supported these arguments. That ice storm, which paradoxi-
cally resulted from unusual warming, could be a harbinger of dangers to come
under global climate change.

NAVARRO APARICIO, Javier


La incidència de l’estatut del treballador autònom en la prevenció de riscs labo-
rals
THE INCIDENCE OF THE STATUTE OF THE AUTONOMOUS LABOURER IN THE OCCUPATIONAL RISKS
PREVENTION
The article indicates the different demonstrations between the bidders of a artic-
ulated text that regulate the set of rights (individual and collective) and duties of
the autonomous worker in relationship to the occupational risks prevention. The
necessary joint by the phenomenon of the segmentation of the system of occu-
pational relationships compels to adopt some regulations that guarantee the rights
in matter of safety and occupational health of those that lend your in a way de-
pendent service or not, to one or several entrepreneurs.

189
SEWELL Jr., William H.
Una Teoría de Estructura: Dualidad, Agencia y Transformación
A THEORY OF STRUCTURE: DUALITY, AGENCY, AND TRANSFORMATION
“Structure” is one of the most important, elusive, and undertheorized concepts
on the social sciences. Setting out from a critique and reformulation of Anthony
Gidden’s notion of duality of structure and Pierre Bourdieu’s notion of habitus,
this article attempts to develop a theory of structure that restores human agency
of social actors, builds the possibility of change into the concept of structure, and
overcomes the civide between semiotic and materialist visions of structure.

190
N O T E S B I O G R À F I Q U E S

MARÍA JESÚS BERLANGA ADELL es licenciada en Antropología Social y Cultu-


ral por la Universitat Rovira i Virgili. Actualmente es becaria de investigación pre-
doctoral en el departamento de Sociología y Antropología Social de la Universi-
dad de Valencia, estando centrada su tesis doctoral en el tema Género, Turismo
y Desarrollo en Marruecos. Ha publicado otros trabajos de carácter etnográfico
sobre Marruecos, en la revista Pasos y en Quaderns de Ciències Socials.

GIL-MANUEL HERNÀNDEZ I MARTÍ és Catedràtic d’Escola Universitària del De-


partament de Sociologia i Antropologia Social de la Universitat de València. Doc-
tor en Geografia i Història, ha publicat obres sobre les festes i tradicions populars,
com Falles i franquisme a València (1996), La Feria de Julio de Valencia (1998), La
festa reinventada. Calendari i ideologia a la valència franquista (2002), així com
en el camp dels processos de globalització: La modernitat globalitzada. Anàlisi de
l’entorn social (2002) i La condición global. Hacia una sociología de la globaliza-
ción (2005). També ha participat en obres que sobre patrimoni cultural, com Ca-
lendari de Festes de la Comunitat Valenciana (1999-2002), La festa de les Falles
(1996), La memoria construida. Patrimonio cultural y modernidad (2005) i L’Indult
del foc. Catàleg raonat de la col·lecció de ninots indultats del Museu Faller (2002-
05, com a coordinador). Sobre història oral ha participat en el llibre El franquismo
en Valencia. 1939-1953. Régimen, resistencia, oposición, consenso (1999).

RAMON LLOPIS GOIG es Doctor en Sociología (1996) y Profesor Contratado


Doctor en el Departamento de Sociología y Antropología Social de la Universidad
de Valencia. Ha sido Visiting Scholar Research en el Departamento de Sociología
de la Universidad de Leicester (UK). Antes de incorporarse a la universidad fue
Director de Marketing en Oscar Mayer y Jefe de Estudios Sociológicos en GfK-
Emer. Ha publicado diversos artículos de investigación en revistas científicas de
ámbito nacional e internacional, y es autor o coautor de los siguientes libros: So-
ciología de las Organizaciones (2006), Intergeneraciones (2005), El Porvenir del
Altruismo (2004), Grupos de Discusión (2004), Agricultura, Juventud y Trabajo
(2002), La Ciudadanía Solidaria (2001) y Sayonara Japón (2000).

191
SANDRA CRISTINA SIMÕES MARQUES es investigadora becada en el Departa-
mento de Antropología del Instituto Superior de Ciências do Trabalho e da Em-
presa (ISCTE, Lisboa) con la financiación de la FUNDAÇÃO PARA A CIÊNCIA
EA TECNOLOGIA (Lisboa) para la realización de la tesis As Câmeras e o Turis-
mo em Kolkata: Representações da Pobreza em “Photovoice”, bajo la dirección
del profesor Brian O’Neill (ISCTE) y la profesora Sita Venkateswar (Massey Uni-
versity, New Zealand).

ADRIANA MARRERO es Doctora en Sociología (Universidad de Salamanca),


Magister en Educación (CIEP_IDRC), Licenciada en Sociología (Universidad de
la República, Uruguay). Actualmente es Directora del Departamento de Sociolo-
gía y Economía de la Educación y Profesora de Teoría Social de la Universidad
de la República (Uruguay).

FIAMMA CORDERO DI MONTEZEMOLO Doctora en Antropología Social y


Análisis Cultural por el Instituto Universitario Orientale, trabaja como profesora
del Departamento de Estudios Culturales en El Colegio de la Frontera Norte, (Ti-
juana, México) y profesora a tiempo parcial en la Woodbury University (San Di-
ego). Entre sus publicaciones destacan los libros Here is Tijuana/ Aquí es Tijuana
(2006) (coautora junto a Heriberto Yepez y Rene Peralta), La Mia Storia Non La
Tua. La Dinamica Della Costruzione Dell’identita’ Chicana Tra Etero E Autorap-
presentazioni (2004), Senza volto. L’etnicità e il genere nel movimento zapatista
Faceless (1999) así como diversos artículos sobre la frontera entre Méjico y Es-
tados Unidos. Asímismo es editora de un monográfico sobre el mismo tema en
la revista The sociologicial critic y participa en proyectos de investigación sobre
ese mismo campo.

RAYMOND MURPHY es profesor de Sociología en la Universidad de Ottawa,


Canadá. Es el autor de Sociological Theories of Education (McGraw-Hill Ryer-
son 1979), Social Closure (Oxford University Press 1988), Rationality and Nature
(Westview 1994) y Sociology and Nature (Westview 1997).

JAVIER NAVARRO APARICIO és Graduat Social Diplomat per la Universitat de


València, Premi Extraordinari a la Diplomatura Universitària per la Universitat de
València i Tècnic Superior en Prevenció de Riscs Laborals per l’Escola d’Estudis
Laborals i Fiscals de la Comunitat Valenciana. Actualment ocupa el càrrec de Pro-
fesor Associat del Departament de Dret del Treball i de la Seguretat Social de la
Universitat de València des del curs 1996/1997 i és Funcionari de l’Agència Es-
tatal d’Administració Tributària, Especialitat Agent de la Hisenda Pública.

192
WILLIAM H. SEWELL Jr. es profesor de Historia y Ciencias Políticas en la Uni-
versidad de Chicago y director del taller sobre teoría social en esa misma univer-
sidad. Sus investigaciones se centran en la historia y sociología de la cultura, la
política y teoría sociológica. Entre sus trabajos destacan Work and Revolution in
France: The Language of Labor from the Old Regime to 1848 (1980 [traducción
al español en Taurus, 1992]) Trabajo y revolución en Francia. El lenguaje del mo-
vimiento obrero desde el Antiguo Régimen hasta 1848), A Rhetoric of Bourgeois
Revolution: The Abbé Sieyes and “What Is the Third Estate? (1994) y Logics of
History: Social Theory and Social Transformation (2005). Por su artículo “Politi-
Theory y Society
cal Events as Transformations of Structure” (Theory Society, 1996) recibió en
su día el premio de la American Sociological Association al mejor artículo sobre
teoría sociológica. Desde 2004 es miembro de la Academia americana de las
Artes y las Ciencias.

193
194
afers
fulls de recerca i pensament

Revista fundada per Sebastià GARCIA MARTÍNEZ


Director: Manuel ARDIT LUCAS
Cap de redacció: Vicent S. OLMOS I TAMARIT
Consell de redacció: Joan BADA I ELIAS, Evarist CASELLES I
MONJO, Agustí COLOMINES I COMPANYS, Ferran FABREGAT I
COSME, Josep FERRER I FERRER, Pere FULLANA I PUIGSERVER,
Joan IBORRA I GASTALDO, Antoni QUINTANA I TORRES, Vicent
L. SALAVERT I FABIANI, Josep M. TORRAS I RIBÉ, Josep TORRÓ
I ABAD, Pau VICIANO I NAVARRO

XX:52 (2005) La Guerra de Successió


Manuel ARDIT: La Guerra de Successió / Joaquim E. LÓPEZ I CAMPS: La invasió
austriacista del Regne de València (1701-1705) / Antoni ESPINO LÓPEZ: L’evolució
de les forces auxiliars durant la Guerra de Successió a Catalunya, 1705-1714. Els
cas dels miquelets i dels voluntaris / Sebastià FAJAL I MERCADER: El Rosselló i els
rossellonesos davant la Guerra de Successió (1700-1715) / Josep JUAN VIDAL: La
Guerra de Successió a la Corona d’Espanya. Les Balears / Anna M. COLL: De
Guerra de Successió i intendència al Regne de Mallorca / Enrique GIMÉNEZ LÓPEZ:
La postguerra oblidada de Catalunya. La Quàdruple Aliança davant el revisionisme
d’Utrecht (1719-1720)
Miscel·lània: Vicent TEROL I REIG: L’ombra de la Germania. Dissidència política
i contestació popular en una vila valenciana (Ontinyent, segles XVI i XVII) /
Montserrat JIMÉNEZ SUREDA: L’evolució de les milícies al llarg del segle XVIII /
Romà SEGUÍ I FRANCÈS: La recuperació del patrimoni bibliogràfic valencià al segle
XVIII. La Biblioteca Valentina de Josep Rodríguez i Escritores del Reyno de Valencia
de Vicent Ximeno
Recensions: Manuel ARDIT, Jaume AURELL
Resums / Abstracts • Publicacions rebudes

a
editorial afers
Informació i subscripcions: Editorial Afers, s.l. / Apartat de Correus 267
46470 Catarroja (País Valencià) / tel. 961 26 93 94
e-mail: afers@editorialafers.cat / http://www.editorialafers.cat
Josep M. C ADENA : L’humor de Jaume Perich, deu
anys després de la seva mort ¶ editorial: Encetem
una nova etapa ¶ plaersdemavida: Teresa IRIBARREN
I DONADEU: El plagi a l’època de la seva reproducció
tècnica / Miquel IZARD: No trobes [Miquel] que ja és
hora de treure els peus del fang i espolsar-se el clatell i
fer bugada ¶ intervencions: Benoît PELLETIER: L’acció
internacional del Quebec des d’una perspectiva federal /
Albert MESTRES: Joan Amades: cultura popular, folklore
i literatura / Ana Sofia FONSECA BRAGA: Egipte: un oasi
del Sàhara / Claudi BALAGUER: El Diccionari Occitan-
Catalan/Català-Occità / Joan CUSCÓ I CLARASÓ: Per
què filosofia? Reflexió en companyia d’Eduard Nicol i
Eugeni d’Ors / Xavier DÍEZ: La Transició impugnada.
L’ombra de la Guerra Civil i la catalanofòbia en el debat
del nou Estatut ¶ diàlegs: Joseph LUCAS: Occident en
perspectiva. Una conversa amb David Landes / Vicent L. SALAVERT I FABIANI: Art,
ciència i història. L’humanisme de Giuseppe Olmi ¶ arts: Joan ABELLAN: Els territoris
socials de les arts escèniques / Adriana DANÉS SALA: Rafael Tasis i la novel·la catalana
dels primers anys trenta / Montserrat COMAS GÜELL: L’anticipació dels símbols:
«Cuatro perlas de un collar» de Víctor Balaguer / Josep CAMPS I ARBÓS: Joan Baptista
Xuriguera (1908-1987). Notícia i reivindicació d’un narrador oblidat / Albert MORENO
I SAGRERA: Max Fridman i la Guerra Civil espanyola ¶ assaigs & estudis: Martí JORDÀ:
Sobre l’adopció del model soviètic de la «solució final» / Enric PUJOL: Gestació, declivi
i persistència de les teories cícliques. A propòsit de la «matemàtica de la història»
d’Alexandre Deulofeu / Pau VICIANO: Comparar és ofendre? Les altres banalitzacions
del passat i la polèmica del nou antisemitisme / Eusebi AYENSA: Antoni Rubió i Lluch
i Dimítrios Vikelas. Una pàgina del filhel·lenisme català / Albert FERRER: De Kant a
Foucault. Filosofia, educació i poder / Enric UCELAY-DA CAL: Països Catalans: com
descriure les fronteres d’enlloc. A propòsit de les tesis d’Arnau González i Vilalta ¶
d’arreu: Dónall Ó RIAGÁIN: Respecte, comprensió i tolerància. Política lingüística
i procés de pau a Irlanda del Nord ¶ ressenyes: Vicenç M. ROSSELLÓ I VERGER:
L’exhaustivitat de la recerca: el marquesat de Llombai a tall d’exemple / Juli PERETÓ:
Un al·legat sobre la ciència / Josep M. ROIG ROSICH: Una història global de Catalunya
/ Francesc FOGUET I BOREU: Pecat original / Mireia SOPENA I BUIXENS: Editorial Nova
Terra, pel progrés social / Andreu MAYAYO I ARTAL: El present en clau històrica / Albert
MESTRES: Apel·les Mestres recuperat ¶ la tria: BARDINOVI: Del còmic al cinema: dues
perles de negra violència / Marta ROVIRA: La globalització i el nacionalisme / Eusebi
ORELLANA: Art i ruïnes: una exposició grata i decebedora / Emili EMILIÓ: Ciència i
postmodernitat: un intent de conciliació / Ferran ARCHILÉS: Identitat nacional a Itàlia /
Ferran ARCHILÉS: l’Onze de Setembre i el nacionalisme nord-americà / Vicent OLMOS:
La dissecció del terror de Stalin / Pau VICIANO: El veritable rostre del blaverisme ¶
breus ¶ abstracts

Editorial Afers / Centre d’Estudis Històrics Internacionals (Universitat de Barcelona)


Editorial Afers / Apartat de Correus 267 / 46470 Catarroja (País Valencià) / Telèfon 961 269 394
e-mail: afers@editorialafers.com • Exemplar solt 8,00 euros / Subscripcions: vegeu Butlleta
http://www.editorialafers.cat
ARXIUS DE CIÈNCIES SOCIALS

SUMARI NÚMERO 11 (2004)


PARTICIPACIÓ I CIUTADANIA
PABLO OÑATE: Participación política ciudadana y actores para la intermediación y repre-
sentación políticas en los albores del Siglo XXI
ELENA GADEA MONTESINOS: Participación ciudadana: cambios en la relación entre Estado
y Ciudadanía
FRANCISCO TORRES PÉREZ: De la asimilación al pluralismo. Inmigración y gestión de la
diversidad cultural en las sociedades contemporáneas
PERE J. BENEYTO: La afiliación sindical en España: viejos tópicos y nuevas realidades
LLUÍS BALLESTER I JOSEP LLUÍS OLIVER: Els serveis socials a les Illes Balears des de l’Estatut
d’Autonomia de 1993
ANA ISABEL BLANCO GARCÍA: Maternidad y control social: reflexiones en torno al modelo
médico
IGNASI BRUNET ICART I INMA PASTOR GOSÁLBEZ: El campo económico en Pierre Bourdieu:
una crítica a la teoría económica
MARTA PERIS-ORTIZ Y CARLOS RUEDA ARMENGOT: Diseño organizativo y gestión del cono-
cimiento. Sus implicaciones en los recursos humanos de las organizaciondes
RICARDO SANMARTÍN: Mirar aquesta terra. Valors culturals i identitat
BEATRIZ SANTAMARINA CAMPOS: Desarrollo sostenible. Una suerte de comodín

Intercanvis: Departament de Sociologia i Antropologia Social / Universitat de València / Facultat de Ciències So-
cials / Edifici Oriental / Avinguda dels Tarongers, s/n. / 46022València / tel.: 96 382 84 54 / fax: 96 382 84 50
Subscripcions: Editorial Afers, s.l. / Av. Dr. Gómez Ferrer, 55-5 / Apartat de Correus 267 / 46470 Catarroja
(País Valencià) / tel.: 96 126 93 94 / e-mail: afers@editorialafers.cat / http:// www.editorialafers.cat
ARXIUS DE CIÈNCIES SOCIALS
SUMARI NÚMERO 12/13 (2005)
12. SOCIOLOGÍA CRÍTICA
(José Manuel Rodríguez Victoriano, coord.)
JOSÉ MANUEL RODRÍGUEZ VICTORIANO: Mira-
das desde la sociología crítica. Presentación
de la compilación de artículos del seminario
internacional de sociología crítica “Jesús
Ibáñez”
FERNANDO ÁLVAREZ URÍA: Sociología y liber-
tad. El debate entre Friedrich Hayek y Karl
Manheim sobre el estatuto del mercado en
la sociedad
LUIS ENRIQUE ALONSO: El trabajo desencan-
tado. De la cuestión social a las cuestiones
de la sociedad
CARLOS PEREDA: Inmigración y ciudadanía.
En torno a la discriminación de los inmi-
grantes como sujetos políticos
JAVIER CALLEJO: Códigos, usos y nervios: tres
momentos en la construcción de un patrimo-
nio común
ALICIA GUTIÉRRREZ: Elementos críticos para el análisis de la reproducción social en y de
la pobreza
JOSÉ MIGUEL MARINAS: 10 temas comunes al psicoanálisis y a la investigación social
PAULO ROBERTO MARTINS: Introducción a la nanotecnología: un análisis sociológico

13. POLÍTIQUES D’OCUPACIÓ I FLEXIBILITAT


(Antonio Santos Ortega, coord.)
ANTONIO SANTOS ORTEGA: Las políticas de empleo en tiempos de flexibilidad
AMPARO SERRANO PASCUAL: Regulación supranacional de las políticas de empleo y modelo
social europeo: ¿una revolución silenciosa?
EVELYNE PERRIN: ¿Hacia una generalización de la precariedad? Resistencias de los parados
y precarios
LORENZO CACHÓN RODRÍGUEZ: Exclusión social, políticas de inclusión y políticas antidis-
criminatorias
CARMEN MONTALBA OCAÑA: Coordenadas (ideológicas y éticas) que rigen la orientación
profesional

Intercanvis: Departament de Sociologia i Antropologia Social / Universitat de València / Facultat de Ciències So-
cials / Edifici Oriental / Avinguda dels Tarongers, s/n. / 46022València / tel.: 96 382 84 54 / fax: 96 382 84 50
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Arxius de Sociologia
BUTLLETA DE SUBSCRIPCIÓ 2006
Vull subscriure’m a la revista Arxius de Ciències Socials (1 número) / El pagament
el satisfaré mitjançant: taló a nom d’Editorial Afers, S.L.(en rebre la factura), o
pagament bancari anual (completeu la butlleta adjunta)
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particulars, 22 €, institucions, 25 € / Exemplar endarrerit: Estat espanyol, 9’50 €,
estranger, 11’50 € (en el cas de voler números endarrerits, indiqueu-ne quins).
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